Flourish & Blotts (MM B: 98551)

[Atria Black]

Se encontraba esperando la respuesta de la dependienta pero esta parecía indecisa acerca de la ubicación del tipo de textos que ella necesitaba , era la primera vez que le pasaba que un vendedor ignorara datos acerca del negocio pero también era cierto que podía tratarse de alguien nuevo en la labor y que no quería que se sintiera presionada.

 

Estaba a punto de decirle que no había problema cuando la presencia de su tía interrumpió a la elfina explicándole el lugar en que se encontraban los tomos que ella buscaba. Miró a Maylis con detenimiento, parecía de un humor mucho más alegre y ameno que la oportunidad en que la había conocido y eso la predisponía a ella también a actuar de forma un poco mas cortés.

 

La joven parecía dispuesta a ser ella misma quien la proveyera de sus libros por lo que se dispuso a seguirla por el pasillo - Si tienes razón son dos temas que en realidad no guardan mucha relación entre si , por cierto no sabía que trabajases en este lugar- mencionó la joven sin saber que mas decir era raro pero en Londres muchas mujeres eran empresarias o cabeza de familia algo totalmente inapropiado en la sociedad mágica elitista de la que ella provenía.

[Juliene Black Lestrange]

― Disculpa a Diana. Es su primer día, por lo cual aún no está muy familiarizada con el lugar.

 

Aquellas fueron las primeras palabras emitidas por la Black Lestrange. Notó como Atria la seguía de cerca, cuando por fin su caminata la llevo al tercer pasillo dobló a la derecha, no pudiendo evitar pasear una de sus manos por la gran cantidad de tomos dispuestos en esas secciones. Le encantaba aquel lugar, ciertamente, soltó un suspiro y encaró a la morena.

 

― Eso mismo digo yo, pero los elfos son algo gruñones, así que prefiero no meterme en su trabajo, aunque estos suelan meterse en el mío.― mencionó alzando un poco la voz. Sabía que Anaximandro estaría vigilándola, seguramente buscando una excusa para que Kurt la echara, no es que le importara mucho, sin embargo, le resultaba algo molesto.

 

Sonrió ante el comentario proporcionado por la joven.

 

― Pues ya vez, querida, sorpresas que te da la vida―externó―. Digamos que conozco el dueño desde hace años y sólo quise ayudarle un poco con el negocio. ..¿Sabes? no me arrepiento, el olor de los libros es ciertamente fascinante, ¿no te parece?

[Atria Black]

― No tengas problema May comprendo supongo que poco a poco se adaptara al lugar - habló ella con comprensión después de todo ella estaba postulando a un empleo el primero que tal vez tendría en su vida y sabía que empezar podía ser complicado y un poco intimidante.

 

Vio como May tocaba los libros y pudo sentirse familiarizada con aquel gesto , ella solía acariciarlos como si con el solo tacto pudiese apoderarse de los secretos contenidos en sus hojas en especial aquellas de los tonos amarillentos y ajados de la parte mas recóndita de su biblioteca familiar aquella que nadie gustaba de visitar.

 

- El olor de los libros tal como dices es fascinante , pero si no ordenas libros ni atiendes ¿Cual es tu trabajo en este lugar con exactitud?- preguntó ella intrigada pues si los elfos atendían y organizaban los libros no se le ocurría que otra función podía ser requerida en una librería aunque ella en realidad poco sabía de los manejos de las librerías o cualquier otro tipo de establecimiento comercial.

[Juliene Black Lestrange]

― Yo me encargo de los clientes, Atria―mencionó la castaña alzándose de hombros―. Verás este es un lugar estupendo, pero digamos que hay ciertas personas que no se llevan bien con los elfos. Por esa razón Diana y yo estamos aquí.

 

Sus pensamientos la llevaron hasta la chica nueva, podía observar cierta similitud con ella, le gustaba la actitud que ofrecía la Rey, pero aún tenía muchas cosas que aprender. Suspiró y se detuvo frente a unos particulares estantes de color plata, esa era la sección de botánica, si era sincera sólo había estado ahí una vez, buscando información sobre cierta planta venenosa que había ingerido en su clase.

 

― Bien aquí estamos, querida… ¿Qué es lo que buscabas de botánica? Creo que eso no lo llegue a escuchar

 

Dio media vuelta encarando a la joven, cruzando sus brazos a la altura de su pecho. No sabía si se estaba volviendo paranoica, pero el hecho de que Anaximadro la hubiera enfrentado horas atrás la tenía completamente alerta, como si esperara el momento en el que elfo apareciera frente a ella, regañándola. Era un incordio, ciertamente, pero dudaba que Kurt accediera a llevárselo de la librería.

 

Suspiró.

 

― Por cierto… ¿Se te ofrece café, golosinas o alguna cosa? Digo para amenizar tu búsqueda.

[Atria Black]

-Bueno perdona si suena mal pero no creí que precisamente tu trabajaras en atención al publico , en cualquier caso tienes razón hay personas que prefieren el trato con humanos - dijo ella recordando el primer encuentro que habían tenido aunque era evidente que la actitud de la joven era muy diferente a la que habia tenido en aquella oportunidad.La verdad a ella le daba igual quien la atendiese mientras mostrara una actitud agradable.

 

Sonrió cuando se detuvieron y ella procedió a explicarle que se encontraban en el área de botánica era realmente bonita y contenía gran cantidad de tomos lo que le daba esperanzas de poder encontrar una respuesta a sus dudas así tuviese que comprar ejemplares de cada uno de los libros que veía.

 

- Bueno estoy buscando las propiedades de una extraña flor que descubrí en una visita al jardín de la academia- comentó mientras un escalofrió la recorría por completo al rememorar aquel horrible momento , se tomó unos segundos para recomponerse aunque sabia que la sensación no se iría hasta que tuviera una idea precisa de las cualidades de aquella hermosa y al mismo tiempo horrorosa flor.

 

- Un chocolate me vendría bien pero no te preocupes por eso la verdad los libros lo amenizan todo - comentó ella sonriente mientras tomaba un grueso tomo dispuesta a leer el indice para tener una idea de lo que podía encontrar en el

[Juliene Black Lestrange]

No pudo evitar soltar una carcajada ante el sincero comentario de la chica. Ciertamente no se veía como una persona capaz de socializar con los clientes y tener esa estampa siempre le había gustado, pero cierta era que el trabajo era por demás sencillo, sólo cuestionar al susodicho sobre qué libros requería, llevarlo al lugar o buscar ella misma el libro y todo saldado. Solía ser más sencillo de lo que se veía.

 

- No suena mal, estas siendo sincera, Atria- se alzó de hombros y comenzó a buscar entre los volumenes uno que ayudara en la búsqueda de la joven- Verás, entre estas silenciosas estanterías puedo mostrar un lado agradable de mi personalidad, aunque no te creas...esta suele ser muy cambiante. Admito que me comporté de una manera fría en nuestro primer encuentro, pero... ¿qué puedo decirte? Así suelo ser yo- acotó sacando un pesado libro de la estantería.

 

Pudo notar el cambio de actitud de la chica al mencionar la planta que había descubierto en los terrenos de la academia. Aun recordaba su época de estudiante, la extraña ocasión en que su profesora había decidido envenenarla junto a todo su grupo y negarse a darles el maldito antídoto si antes no pasaban una serie de pruebas. Sacudió su cabeza, intentando enfocarse de nuevo en el presente y con ayuda de su varita puso el libro a levitar, mientras sacaba otro y lo colocaba encima del mismo.

 

- Anaximandro podría traerte un chocolate, si es en verdad lo que quieres-acotó la Malfoy encaminando sus pasos hacia la sección tres, dónde reposaban los libros de leyes mágicas, volvió su vista hacia la joven- ¿Qué exactamente deseas saber de leyes mágicas? Si sé la respuesta a lo que buscas podrías saltarte lo tedioso de leerlas... porque créeme que lo son. En cuanto a la flor esos dos volúmenes que nos persiguen te serán de mucha ayuda, ahí se mencionan todas las plantas que rondan por la academia

[Atria Black]

La carcajada que soltó la chica la hizo sentirse un poco menos culpable por su comentario anterior, aunque sabía que seguía sonrojada.Ella debía empezar a recordar mejor las normas de cortesía que le habían inculcado sus tíos y dejar de dar su opinión cuando no se la pedían pues si bien May parecía habérselo tomado con humor era probable que no corriese con la misma buena suerte frente a otras personas.

 

- Me alegra que el trabajo te haga sentir cómoda es importante poder desenvolverse en lugar ameno - manifestó ella mientras pensaba en la resolución acerca de su petición de empleo que debía estar próxima a llegar , ella ansiaba ese puesto y esperaba poder obtenerlo

 

- En cuanto a nuestro encuentro pues entiendo , en realidad supongo que no debería esperar que todo el mundo sea extremadamente expresivo es solo que la mayoría de las personas con que he compartido en este país suelen comportarse de esa manera - señaló la joven meditando acerca de lo raro que era que la perturbara la conducta fría de la chica cuando ella había estado rodeada desde su infancia por una familia en la cual si bien reinaba la cortesía la calidez era muy escasa.

 

- Pues si Anaximandro puede traerlo le estaría muy agradecida, en cuanto a lo de leyes busco las formas de abolir un contrato de matrimonio entre familias - dijo sintiendo como su voz intentaba quebrarse pero se sobrepuso rápidamente , ella siempre se habia mantenido fuerte frente a esa situacion y en ese momento era necesario serlo aun mas.

Editado 5 de Septiembre del 2013 por Atria Black

[Juliene Black Lestrange]

― Anaximandro querido, sal de tu escondite y tráele chocolate a Atria―alzó un poco la voz para que el elfo la escuchara a la perfección, aunque bien sabía que este lo hacía. Podía percibir que era espiada.

 

El elfo doméstico se apareció ante ellas con cara de pocos amigos, ofreciéndole la taza de chocolate a la chica, acompañada de chocolate en tableta. La Black Lestrange le sonrió enigmáticamente al elfo, le encantaba provocarlo, era simplemente divertido. Tomó una de las tabletas que este le ofrecía a su hija y la probó, disfrutando de la golosina.

 

― Bueno, no especificaste como querías el chocolate, asíque como buen elfo Anaximandro te la ha traído en sus dos versiones, claro hay más…, pero sólo estas tenemos por el momento―mencionó a la morena―. Una de las razones por las que adoro el chocolate es por su versatilidad y claro por su sabor.

 

Degustó una vez de aquella tableta, cerrando los ojos, dejándose llevar por el dulce sabor. Era lo único que le quedaba de su vida humana, de lo única cosa que no se había desprendido gracias a su condición vampirica. Sabía que en esos precisos instantes no estaba siendo ella, pero… ¿qué importaba? Sólo su hija y ese elfo gruñón estaban ahí, por lo que sabía ninguno era reportero o algo por el estilo.

 

― Londres es frio, Atria, no sólo por su clima sino por su gente, como bien te has dado cuenta―externó―, claro, existen sus excepciones, pero son efímeras. En cuanto al trabajo, tienes toda la razón, debes sentirte cómodo en el lugar, hablando de eso… ¿qué tal te va con tus estudios? ¿Trabajas?―inquirió― No es que quiera meterme en tu vida, sólo tengo curiosidad.

 

El comentario sobre las personas de aquel país logró que varios recuerdos se aglomeraran en su mente, últimamente estaba viajando en demasía al pasado, tendría que dejarlo, pero tampoco es como si pudiera controlar a su mente con facilidad, recordaba el ahínco que su madre adoptiva había puesto a su educación, la comprendía una joven que la mayoría de su niñez y juventud deambuló por las calles de Ottery necesitaba un refinamiento estricto.

 

Al parecer lo había logrado. Estaba segura de que era el orgullo de su madre, si esta tan sólo no fuera tan ella, quizás podría escuchar esas anhelantes palabras ser emitidas por sus labios. Negó brevemente, mordiéndose el labio inferior, pensaba tonterías últimamente. Y los recuerdos de su humana mente eran los culpables.

 

― ¿Abolir contratos de matrimonio entre familias?―cuestionó alzando una ceja.

 

Sus dedos tamborilearon por la superficie de la estantería y sin más extrajo un pequeño libro de la misma, para posteriormente colocarlo sobre los otros dos que estaban apilados.

 

― Esos tres libros te ayudarán, sin embargo, deberás contarme… ¿qué matrimonio piensas abolir?

[Atria Black]

El elfo llegó hasta ellas portando entre sus manos chocolate, el solo olor del chocolate caliente que emanaba aquella taza la hizo suspirar de satisfacción era ciertamente agradable sentir aquel aroma y cuando llevo el liquido hasta sus labios el sabor logró que una sonrisa se formara en sus labios.

 

-Muchas gracias Anaximandro agradezco mucho tu atención -dijo ella con amabilidad mientras le sonreía al elfo y veía como su madre probaba las barras con gesto de satisfacción , ella siempre había sido muy cortés y respetuosa con aquellas criaturas al punto que a veces solía exasperar a sus tios quienes no consideraban adecuada aquella forma de tratarlos.

 

- Tienes razón no lo especifique pero esto esta delicioso , yo lo amo en todas sus formas- contestó antes de beber un poco mas del brebaje - A mi Londres me parece mucho mas cálida que Rusia lo mismo me pasa con su gente , tal vez sea que he conocido muchas excepciones - añadió ella sonriente mientras pensaba en las alegres personas con que habia tratado desde su llegada a Inglaterra.

 

- Mis estudios van bien logre aprobar de buena manera mis primeras clases y ahora estoy a la espera de que comiencen las siguientes en cuanto al trabajo he solicitado una plaza en el Departamento de Accidentes Mágicos y espero que pronto me den una respuesta - habló la joven mientras pensaba en la pelivioleta,Matt y algunos de los chicos que sabía trabajaban en aquella zona del Ministerio de Magia.

 

- Si bueno quiero ver la posibilidad de ayudar a mi prima quieren obligarla a casarse con un chico que no quiere y no se si hay algo que podamos hacer sin perjudicar la reputación de la familia- contestó la chica mientras sentía sus mejillas enrojecer y como la tristeza comenzaba a hacer mella en ella a veces desearía que su familia fuese menos estricta.

[Keira Katina]

Caminando por el Callejón Diagón me alegré de haber elegido un abrigo bien grueso esta mañana, el cielo estaba gris y el viento parecía que podría volar a un elfo doméstico flacucho. Había decidido salir de compras para matar el tiempo y ver si podía encontrar algo interesante o llamativo, estaba tan aburrida dentro de la Mansión Haughton que ningún fenómeno climático iba a detenerme.

 

Eventualmente llegué frente a Flourish y Blotts, la célebre librería del mundo mágico. Me paré frente a la vidriera para ver las novedades de este mes, todas esas portadas llamativas con movimientos para atraer la atención del público me divirtieron y una sonrisa se dibujo en mis labios. Giré el pomo de la puerta y entré al negocio.

 

Inmediatamente sentí el placentero aroma que despedían todas la librerías, esa mezcla entre libros viejos y nuevos, a tinta y papel. Mientras caminaba entre las estanterías pasé mis dedos suavemente por los lomos de los libros leyendo rápidamente sus títulos, allí tenían de todo y eso me llenaba de alegría.

 

Me sentía dentro de mi elemento así que decidí no buscar ayuda de ningún empleado, de todas formas no estaba buscando algo en específico. Simplemente caminé entre los libros como si estuviera paseando por un jardín, tomando de vez en cuando alguno entre mis manos y ojeandolo si me interesaba lo suficiente.

 

Al final tomé Vida y Mentiras de Albus Dumbledore y me dirigí al mostrador para pagar por el libro. Al aproximarme me pareció reconocer a una bruja, no estaba segura pero su cara me parecía conocida, como si la hubiera visto en algún otro lugar antes. La miré de soslayo, tenía el rostro sonrojado por alguna razón y hablaba con la que parecía ser una empleada. Me quedé allí sosteniendo el libro esperando para pagarlo.