Flourish & Blotts (MM B: 98551)

[Keaton Ravenclaw]

Edmundo Van Castle

Empleado

 

El Jefe estaba en los pisos superiores atendiendo a su sobrina en la cafetería, por lo que, al llegar algunas cleintas a la librería, el mago de 16 años estaba listo para atenderlas. El chico de pelirrojos cabellos se enjutó con fuerza la playera para empleados que Kurt les había proporcionado a él y aus hermana, la que también laboraría allí. El chico se acercó con educación a las tres chicas (Theresa, BeAlice y Helen).

 

—Buenas tardes, señoritas, mi nombre es Edmundo Van Castel, ¿buscan algo en específico? —Se presentó y pofreció de inmediato sus servicios con suma educación. Si algo había aprendido de sus padres, era justamente aquello.

 

Edmundo pronto notó que las chicas, por su conversación, iban apenas a ingresar a la Academia de Magia y Hechicería, así que lo más probable es que fueran a comprar algún libro que les hablase del tema. Era bueno que las nuevas generaciones se preocuparan tanto por su educación mágica.

[Theresa Black]

Una sonrisa curvó mis labios al ver la reacción de la joven, satisfecha conmigo misma al tener tan buen tino. Mis ojos se posaron de nuevo en el misterioso libro, pensando si debería advertirle sobre él y su característica cualidad de desaparecer siempre que se termina de leer, buscando a un nuevo y prometedor lector. Esa había sido la manera en que había escapado de mis manos cuanto tuve la oportunidad de ser su dueña; aquél era un libro para ser leído, no para ser olvidado en un librero tras un tiempo.

 

Escuchaba sus palabras mientras sacaba un nuevo libro del mismo estante, no leí el título pero lo guardé bajo el brazo. Si me ponía a juzgar cada ejemplar por su portada jamás me decidiría por llevar alguno; ya solo debía buscar uno más para poder irme a casa, o hacer otra cosa.

 

—Si, precisamente iniciaré clases en la academia— afirmé, un poco sorprendida por tal coincidencia aunque yo no creyera mucho en éstas. Era de la firme idea de que todo evento tenía una razón de ser, aunque algunas ocasiones nunca descubramos cuál es —Supongo que hemos de vernos por allí, y me da gusto puesto que no tengo amistades allá. Podríamos reunirnos alguna vez, y así me cuentas que te va pareciendo el libro... ¿Que te parece?

[Helen Evans]

Pronto se acercó un empleado del lugar. Edmundo Van Castel, que era como aquel joven se había presentado, parecia un chico muy educado, y eficiente además, por la prontitud con que se había acercado.

 

- Buenas tardes, mi nombre es Helen Reyes, y la verdad es que no busco nada en específico, me gustaría algo que me ayude con las clases que pronto iniciaré en la academia y también un libro que me sirva de distracción y que me ofrezca una buena y entretenida lectura ¿Alguna recomendación? - preguntó Helen mientras miraba distraidamente varios títulos en la estantería

[BeAlicePotter]

Al parecer estaba correcta con mis sospechas. No era muy extraño averiguar esas cosas con una mirada, naturalmente mis ojos hacían el trabajo por mi, ya que me ayudaban a ver más allá de lo que cualquier mortal podía o quería ver. La chica pelirroja me ofreció vernos algún día para platicar del libro y yo pensé que debería ser pronto. Casi siempre termino los libros con rapidez, incluso si trataba de leer lentamente, simplemente las letras aparecieran en mi mente y consumía los libros en cuestión de segundos. Pero algo me decía que este libro en particular requeriría mi atención por un par de horas. La runas, eran mi perdición.

- Tampoco tengo amistades, no al menos en este país. La mayoría están...lejos. - dije pensando en todos los demonios que había dejado atrás en el inframundo. - y podríamos reunirnos en cualquier sitio que gustes. Incluso podría prestarte uno de mis libros, tengo uno que eh leído miles de veces. La protagonista tiene el cabello como el tuyo, aunque su cabello estaba hecho de fuego. Quizá te interese.

 

Entonces se acerco un hombre de cabello rojo, el cual se presentó como Edmundo, empleado del local ofreciendo su ayuda. Lo mire detenidamente, nunca iba a dejar de asombrarme por el color flameante de los pelirrojos, era indudablemente asombroso.

 

-Un placer. - saludo con cortesía inclinando un poco la cabeza. - mi nombre es Desiré. Estaba buscando algún libro, quizá de magia antigua. Algo que me saque de la rutina de hechizos básicos. - comento y entonces muestro el libro que Theresa me había entregado - Aunque quiza este cumple esas especificaciones. - agrego sonriendo.

[Keaton Ravenclaw]

Edmundo Van Castel

Empleado

 

Con prontitud, la chica que tenía más cerca de él (Helen) le explicó que no tenía nada en mente aún, pero que si el chico de los rojos cabellos sabía de algún libro que le ayudase en sus próximas clases en la Academia así como uno con el que se puidera distraer, ésta le estaría agradecida. Ed sonrió ante aquello, si algo sabía él, era justamente de libros de la Academia.

 

—Pues verá, señorita Helen, en nuestro gran acervo contamos con cinco libros que están hechos especialmente para la Academia. Dos son de Rol, de sus funciones y sus reglas, uno más es de Duelo, desde los hechizos básicos hasta los más avanzados; luego tenemos uno que trata de la Historia del Ministerio de Magia, sus principales funcionarios y más a parte cuenta con un listado biográfico de todos los Ministro, hasta el actual; y para finalizar, tenemos uno sobre la Historia de La Marca Tenebrosa y La Orden del Fénix, excelente para la clase de Bando y Perfil y un libro más que trta sobre los neutrales —Explicó con soltura el pelirrojo y sonrió.

 

En ese instante, una chica más de las presentes, le externó a Edmundo que buscaba algo más que los simples hechizos que se enseñaban en la Academia, los cuales eran básicos, para principiantes, pero que la otra mujer allí parada, había encontrado uno excelente. Edmundo se acercó un poco más y vio que se trataba de uno de los libros más antiguos de Flourish & Blotts.

 

—Me parece una excelente elñección, señorita, ese libro trata desde los antiguos hechizos de egipto hasta los más modernos. En verdad se entretendrá bastante con él, además, claro, de aprender bastante —Concedió el Van Castel y miró con admiración a Desiré.

[Helen Evans]

El chico sonrió y me enumeró los libros que podrían serme útiles para la academia, luego atendió a otra chica que estaba parada cerca a nosotros y tenía en sus manos un ejemplar, cuyo título era únicamente una runa y la pasta se veía algo gastada, lo cual lo hacía lucir interesante. Esperó a que Edmundo terminara de hablar para responder.

 

- Me llevaré el libro de la Historia de La Marca Tenebrosa y La Orden del Fénix - dije mientras divagaba en la posibilidad de encontrarme sus nombres allí, ese libro podría ser algo más que una guía para la academia, después de todo yo ya tenía su bando decidido - Y, ¿Tiene algún libro con el que pudiera distraerme, una novela interesante o tal vez un clásico que pueda recomendarme? - añadí sonriendo.

[Theresa Black]

Aunque yo lo había sugerido, la idea de citarme con alguien por las razones que fueran hizo que me recorriera por el cuerpo una extraña sensación cuando Desire accedió e incluso ofreció prestarme uno de sus libros. Yo jamás había sido alguien que hiciera amistades con facilidad, y los pocos que llegaba a tener terminaba alejándolos de mi; quizás era el aspecto de la peliblanca lo que provocaba que me mostrara diferente, quizás lo eran sus ojos tan indescifrables, quizás su forma de hablar o porque parecía saber mucho a pesar de que le hallaba muy joven. Ella me parecía interesante, y esa era cualidad de muy pocos.

 

—Suena interesante ese libro, jamás había escuchado una referencia como esa y si de verdad le has leído tantas veces, entonces creo que te tomaré la palabra— respondí, con sinceridad.

 

En ese momento un empleado se acercaba tras haber atendido a otra bruja que se encontraba cercana a nosotras, preguntando si podía ayudar en lo que habíamos estado buscando. Desiré respondió primero, y me permití esperar a que terminara el pelirrojo de atenderla a ella para tomar mi turno; por la forma en que se refirió al libro que yo había puesto en las manos de mi compañera dudé que el joven hubiese tenido oportunidad de leerlo, y dado que había alcanzado a escuchar lo que había sugerido a la otra chica (Helen), no tuve problemas en manifestar lo que deseaba.

 

—Creo que yo llevaré la Historia del Ministerio de Magia, por favor, si hay algo que necesito es eso, dado que en lo demás no estoy tan perdida— admití —,y también llevaré este otro.

 

Le mostré el libro que hacía momentos atrás había tomado; un libro rojo escarlata y sin rastros de haber sido usado o leído antes. Pude notar por primera vez al ver la portada que el título se mostraba en una caligrafía elegante con letras en color marrón, aunque éste se encontraba en otro idioma.

[Rías W. Loveless]

El calor comenzaba a entorpecer los sentidos de la bruja, que un poco desanimada miraba su reloj de pulsera a la espera de su aspirante, no pensaba que durara mas de cinco minutos y si diferente era el caso tampoco tenía en mente el esperar. Si lograba llegar hasta el negocio donde se suponía llevaría acabo la guardia, lo haría por si mismo. Su cabello sujeto de por una cola de caballo, bastante colorida tomando en cuenta la tonalidad verdosa de su cabello.

 

Unos jens y una sudadera gris de los "Ramones", una banda muggle, conformaban el vestuario de la bruja que un poco adormilada entraba en "Flourish & Blotts" una biblioteca mágica, como podía decirse pese a que no estaba segura si solo se dedicaba a los libros, en toda su vida nunca había puesto un pie allí aun siendo la hija del propietario. Con su varita guardada en su bolsillo se adentro, escuchando como soltaban pequeños rechinidos sus tennis al rozar el suelo.

 

-Genial...- una sonrisa y que su adormecimiento se fuera por unos momentos, eso se logro al ver tantos libros juntos, verdaderamente genial, al menos para ella, aquel día si habían acertado al darle el negocio para su "guardia", no muy segura de si su padre se encontraba se acerco a uno de los empleados. -¿Disculpa?- su voz no sonaba amable, de echo no tenia ningún tipo de sentimiento.

 

-¿Podrías llamar al encargado?- aquello sonó mas como una orden que como una petición.

[Etoile Black]

Cuando el Malfoy empezó a referirse de una forma desagradable de él, sólo se limito a contraer sus labios e inflar nuevamente sus mejillas. Así como no le gustaba que hablen mal de sus familiares, entonces mucho menos de sus amigos. Se podía notar la indignación en las palabras del mago, sin embargo no lo iba a detener, solo seguía escuchando, sin apartar la vista de su robusto cuerpo.

 

Por fin una verdad salió a flote, aquellos hombres habían tenido un laso familiar, pero por cosas de Criss no se hizo lo suficientemente fuerte como para aguantar todo el abandono que Kurt sufrió. – Debes de tener en mente que él no se fue por que quiso, lo has pensado? - Preguntó la rubia frunciendo un poco el seño. En ese momento quizá haría reaccionar de una buena forma a su tío favorito ya que lo único que Etoile buscaba era su felicidad, alguien que les saque unas sonrisas y le haga sentir especial, no una mujer más en el mundo.

 

Soltó un suspiro y se incorporó de puff, cruzó sus brazos sobre su pecho y caminó un poco por la explanada en la que se encontraba, tenía que relajarse si no quería pelear con Kurt. Al momento en que se detuvo fijó sus orbes azules en un enorme ventanal, en el cual se podía observar un bello paisaje del cielo mágico. – Al fin y al cavo… no tengo mucha comunicación con él. – Mencionó intentando aparentar fuerte.

 

Una de las cosas que odiaba la Malfoy era que se perdieran de ella y no tuvieran ni mera comunicación, ya que ella se preocupaba demasiado por sus amistades y familiares, pero llegaba el momento en que le hacían sentir de lo peor con aquel tiempo de alejamiento; si Etoile se lo proponía, lograba aislarse y no salir por un largo tiempo de sus pensamientos y habitación, donde ahí se fijaba aun más de lo lindo que era la soledad.

[Keaton Ravenclaw]

Kurt A. Malfoy Wright

 

—Pueden ser muchas las razones por las cuales él haya partido, Etoile, sin embargo, yo soy una persona muy poco tolerante y bastante arrogante, eso es algo que ya deberías saber de mi —Observó el vampiro tras las palabras de su sobrina, ya que fuesen cuales fuesen las causas de que Criss lo hubiese dejado, al menos debió dejar una nota o algún tipo de mensaje para sus hijos —Muchos de sus hijos optamos por mejor dejar aquella familia y reivindicarnos en otra, pues finalmente, eran familias adoptivas —Añadió con soltura pero con bastante frialdad en sus palabras.

 

El Animago observó como Etoile se levantaba del puff y se aislaba un poco de aquella conversación. Era normal, y por la reacción que le daba al chico, la Malfoy estaba bastante encariñada con él, sencillamente le lastimaba que no tuviesen demasiada comunicación. En esos momentos, Ayrton se puso en sus zapatos, él mismo estaba pasando por algo similar con Diego, ambos se querían, pero por cuestiones de trabajo, su novio se hallaba lejos. Sin más, Kurt hizo algo que pocas veces hacía,. Se levantó de su asiento, se dirigió hasta Etoile y le dio un abrazo por detrás.

 

—Debes entender que si tu le quieres, con el dolor y pesadumbre de todos los demás, debes luchar por él, pero si no es nada fuerte y no has visto respuesta de su parte, entonces, debes pensar en buscar un mejor adepto, cosa que, en lo particular, me agradaría bastante —Soltó el Wright y esperó la respuesta de su sobrina.