Flourish & Blotts (MM B: 98551)

[Alecsa Atkins]

Aquel día quería salir de la mansión. Llevaba muchas horas encerrada, tratando de calmarse luego del ataque que había sufrido. Suspiro levantandose de su cama, dispuesta a ir a la librería, por aquel libro que tanto le habian recomendado y que tenia ciertas ansias de leer.

 

 

 

Se vistió con cierta pereza y tomando lo necesario salio rumbo a las calles de Ottery, para luego aparecerse en el Callejón Diagonal.

 

 

 

Sus pasos eran rápidos, no queria que nadie la viera, no queria que nadie le cuestionara por aqui dudoso encuentro en las calles de Ottery. Entro al local y su mirada lo recorrió analizándolo. Suspiro y se adentró mas en el.

 

 

 

 

 

- ¿Hay alguien? -pregunto en voz alta un tanto cansina.

[Juliene Black Lestrange]

Soltó un sonoro suspiro, al escuchar la puerta de la entrada abrirse, al parecer sus breves instantes de descanso habían terminado. Era lo justo no podría estar todo el tiempo disfrutando de la lectura de libros, aunque era la principal razón por la que había aceptado el empleo que Kurt le había dado. Dejo el libro muggle a un lado de sí, mientras se levantaba y se encaminaba hacia la entrada del local, era hora de trabajar, se temía.

 

Sus blanquecinas manos se pasearon por las estanterías a su alrededor, era tan gratificante estar rodeada de aquel material nutriente de inteligencia y demás cosas, podría decirse que amaba su trabajo, más que nada, porque podía sentarse a disfrutar de un buen libro, cuando los clientes se marchaban satisfechos con sus ejemplares.

 

Decidió amarrar su cabello en una alta cola, aún no llegaba a la entrada, pero el cliente podía esperar un poco, después de todo tampoco es que se fuera ir por dos minutos o tres en que su pregunta no hubiese sido contestada. Verificó con sus orbes verdes un par de títulos antes de salir de entre las estanterías al encuentro con la vocecita que la había sacado de su interesante lectura.

 

― ¿Si? ¿Se le ofrece algo?―inquirió la Black Lestrange poniéndose a inspeccionar sus uñas. La maldita uña muggle que había comprado en aquel negocio donde tan mal la habían tratado tenía buenos resultados, al menos― ¿Y bien, señorita? ¿Qué busca exactamente? ¿Algún ejemplar en particular? ―cuestionó observando con ojo crítico a la recién llegada no portaba un atuendo digno de un noble, pero no sería ella quien le hiciera ver esto, ya se daría cuenta por si sola.

 

Se cruzó de brazos, frente a la mujer, esperando su respuesta.

[Alecsa Atkins]

Sus dedos retumbaban en el mesón frente a ella mientras esperaba alguien se dignara a responderle. Un fuerte suspiro escapo de sus labios, dispuesta a dar media vuelta y retirarse cuando entre las estanterías cercanas una chica salió a su encuentro. Sintió la mirada analítica de la dependienta fija en ella, recorriéndola como si de la portada de un libro se tratase. Su mirada se ennegreció y un gruñido escapó de su pecho mientras escuchaba las preguntas impacientes que ella realizaba.

 

Sacó de su bolsillo un papel con el nombre del libro que le habían recomendado y se lo lanzó encima del mesón, apoyándose con los codos sobre este mirándola, ladeando leve la cabeza.

 

- Primero, se me ofrece que dejes de analizarme como si de un libro me tratase –bufó un tanto ronca, esperando sus palabras fueran simples pero claras y cordiales lo más que podía en la situación que se encontraba –[/i] Y segundo necesito ese libro por favor. Me dijeron que aquí podía conseguirlo.

[Juliene Black Lestrange]

Diana Rey

 

La puerta de la entrada resonó con su llegada, la Rey soltó un sonoro suspiro, mientras sus ojos se detenían en la singular decoración de aquella librería, ¿Cómo era posible que terminaría trabajando ahí? Bufó, bien que sabía lo que estaba haciendo ahí entre las callejuelas de Diagon y tan cerca de ese restaurant.

 

- Excusas, Rey, sólo buscas excusas para estar cerca de él- se dijo a si misma con cierto tono irónico. Si era sincera consigo misma aquello de molestar al Cartairs se le estaba yendo de la manos. No era posible que hubiese aceptado el trabajo así como así.

 

Pudo ver la figura de una persona en el recinto, suponía que era la persona a cargo o tal vez el mismísimo dueño, se alzó de hombros, bueno estaba ahí para trabajar así que lo mejor era comenzar de una buena vez. A pesar de que no tenía necesidad de rebajarse a tanto, pero lo caprichosa no podía evitarlo, menos si Carlos Cartairs estaba cerca.

 

- Así que eres la nueva-soltó la figura desconocida girándose por completo y dándole la cara. Era una castaña de orbes verdes, vestida con ropa muggle algo lúgubres- Soy Maylis Black Lestrange... ¿Diana Rey, no? Bien tenemos trabajo niña... así que sube a ordenar los libros-comentó la mujer con voz demandante.

 

- ¿Por qué tendría que hacerte caso a ti?-inquirió con arrogancia.

 

La Black Lestrange sonrió ante la osadía de la muchacha, tal vez pudieran llevarse mejor de lo que esperaba.

 

- Porque de lo contrario podría ser tu peor pesadilla, Diana Rey.

 

Y la morena de ojos azules notó la veracidad brillando en aquellos singulares ojos verdes.

Editado 7 de Agosto del 2013 por May Juliene Malfoy Feltom

[Keaton Ravenclaw]

Anaximandro - Elfo Doméstico

 

El peqieñ{o elfo de puntiagudas orejas, caminaba presuroso entrre los estantes repletos hasta donde alcanzaba la vista de libros, pues no lograba hallar un pedido que el Amo Kurt le había encargado. Por más que levantó hasta el último de los anaqueles, no lograba dar con ese libro, por lo que se le ocurrió que tal vez la ayudante y empleada, Maylis Black Lestrange, la que le caí un poco mal, pero era parte del negocio, le podría ayudar a buscarlo.

 

La cosa, era que Maylis parecía estar muy entretenida platicando con una mujer en el recibidor de la librería, por lo que con rapidez se le pasó por la cabeza que aquella mujer solamente iba a socializar en aquel negocio tan prestigioso. De un chasquido, desapareció de la planta alta y re apareció a un lado de la Malfoy con una notable cara de enojo en la misma.

 

—Ahora veo que el Amo Kurt se equivoc+o con usted, señorita Black Lestrange, solo viene a charlar con esta señorita en vez de ponerse a trabajar —Refunfuñó el elfo haciendo que sus orejas temblaran un poco.

 

Lo que Anaximandro no sabía,m era que aquella desconocida era nuna nueva empleada del local, la cosa, era que como al elfo le caí tan mal Maylis, pues era evidente que buscaría cualquier pretexto para reprenderla.

[Juliene Black Lestrange]

― Y tú pareces creerte mucho, Anaximandro― siseó la Black Lestrange.

 

Los elfos de su antiguamente padre parecían tener un carácter bastante particular, claro, Kurt tampoco es que fuera una pera en dulce. Negó brevemente y fijó sus ojos en el malhumorado elfo doméstico, mirando de reojo a la Rey. Chasqueó la lengua y tomó un pesado volumen, mientras se lo pasaba a la nueva empleada.

 

― Llévalo a las estanterías de arriba, sección cuatro y por favor si pudieras acomodar todos los libros de esa sección sería de gran ayuda para tu bóveda, querida―mencionó con tono mordaz.

 

La morena se alzó de hombros y se encaminó al lugar indicado, ante la atenta mirada del elfo doméstico. May fijó su vista en la chica mientras esta cumplía atentamente su orden, bien por lo menos la joven quería trabajar, no tendría problemas con ella, al menos por el momento. Volvió su mirada hacia Anaximandro, alzando una de sus cejas.

 

― Si, charlaba con la nueva empleada, elfo, indicándole las cosas que debe hacer… ¿Algún problema con eso?―inquirió cruzándose de brazos.

[Atria Black]

Una suave melodía escapaba de los labios de la joven , aquel día había amanecido de un humor particularmente positivo cosa que era insólita , aunque ella pensaba que podía ser atribuido sin problema alguno a las nuevas personas que estaba conociendo , su carácter siempre había sido rígida pero sumergida en medio de una sociedad que parecía bastante menos conservadora no le quedaba mas remedio que tratar de adaptarse a su ritmo , lo que no significaba de ninguna manera que ella se convirtiese en una libertina o que abandonara las reglas de decoro que le habían sido inculcadas sin embargo se tomaba ciertas licencias como salir a pasear con algún amigo o ir a beber un trago a un bar , después de todo pronto cumpliría la edad adecuada para casarse y sabiendo que el amor ni nada importante seria parte de aquel suceso quería disfrutar un poco de aquellos momentos en que aun era dueña de si misma

 

Al llegar al final del Callejón Diagon, se topo con una enorme librería , era quizás la mas grande que había visto en sus visitas al lugar y sintió como la alegría terminaba de inundarla no había mejor manera de empezar el día que adquiriendo un nuevo libro , bendito fuese el dinero de la familia que le permitía satisfacer aquella necesidad compulsiva de conocimiento pensó ella mientras empujaba las puertas lista para comprar cuanto titulo llamase su atención , en particular alguno de botánica quería estudiar sobre aquella particular planta que había encontrado junto a Kritzai en los jardines de la academia , quería saber si ese era su futuro o si tan solo era una de aquellas fantasías dolorosas que crecían en su corazón , sabía que si Hydra no accedía a casarse su vida seria así y no lo quería por nada del mundo.

 

La idea lograba entristecerle por lo que decidió volver al presente y pedirle a alguno de los vendedores que le explicara el funcionamiento del lugar para que ella realizara su compras de manera pacifica antes de reunirse con su amiga en el café que habían acordado.

[Juliene Black Lestrange]

Diana Rey

(Es aquí cuando veo las ventajas de tener varios pjs *-*)

 

- ¿Se le ofrece algo, señorita?- inquirió la Rey.

 

Había escuchado la puerta abrirse, al principio pensó que la castaña saldría a atender al seguramente nuevo cliente, pero no había escuchado la voz de esta, asi que descendiendo las escaleras se dispuso a encargarse de su trabajo, que después de todo por eso le pagaban. Su túnica de color verde cubría su cuerpo de una manera perfecta.

 

Su trabajo como elfo doméstico lo habia abandonado, pero interiormente lo agradecía no le hacía gracia cumplir las ordenes de la Black Lestrange tal y como si esta fuera dueña del negocio o algo parecido. ¿Quién demonios se creía? Si no recordaba mal era otra empleada, nada más. El hecho de que conociera al dueño no le daba el derecho de tratarla así.

 

Bufó, ya le haría entender eso a la misma. Algún día.

[Atria Black]

Vio a la elfina venir hasta ella y sonrió complacida tal aprecia que en los negocios del callejón eran pocos los humanos que trabajaban y los puestos se veía cubiertos por toda clase de criaturas , aquella en particular parecía atenta a su trabajo aunque ella no podía definir si era amable o no porque aun no habían tratado lo suficiente como para delimitar ese tipo de cosas , al menos a primera vista parecía mucho mas independiente y decidida que los elfos que ella había conocido hasta entonces.

 

-Si buenos días quería saber si tienes libros especializados en botánica , necesito averiguar datos acerca de una extraña flor - pido ella mientras sentía como un escalofrió recorría su espalda al pensar en la extraña planta , al menos investigar pondría su mente a funcionar en el plano de lo familiar y lo conocido y la volvería a su zona confortable o al menos esa era la esperanza de la bruja.

 

- Si fueses tan amable de facilitarme también libros sobre leyes mágicas seria de gran ayuda - añadió la pelinegra interesada en la posibilidad de evitar que aquella fatídica aparición se concretase y que lo que su tío había dicho pudiese ser desestimado de algun modo solo esperaba que la familia del Ruso no los castigara a ambos por el desacato de su prima mayor

[Juliene Black Lestrange]

Diana Rey

(Con la linda interrupción de May *-*)

― ¿Botánica?― La joven Rey se colocó en pose pensativa. Recordando exactamente en qué sección se encontraban aquellos libros, suspiró, no era de su agrado preguntarle a la Black Lestrange, pero al parecer tendría que hacerlo. Enfocó sus orbes azules sobre los de la chica que parecía esperar atentamente su respuesta.

 

Perfecto. Su primer día y su primer cliente no satisfecho, le estaba dando razones a Maylis para echarla. Miró hacia atrás como si las estanterías fueran a responderle, nada ocurrió silencio total y la joven morena esperando por su respuesta. Bien. Ya sabía que tendría que escudriñar más el lugar.

 

― Pasillo tres, sección cuatro―mencionó una voz a sus espaldas― En cuanto a los de leyes están en la sección tres del mismo pasillo, sé que extraño que estén tan juntos, sobrinastra, pero… ¿quién soy yo para quejarme de los lugares que les dan los elfos?― era Maylis, quien parecía haber asistido a su auxilio.

 

Vio como la castaña se acercaba a la joven cliente, mostrándole el camino hacia los preciados libros. Maravilloso, ya la Malfoy tenía un motivo de sobra para privarla de los beneficios de la biblioteca, tendría que buscar un nuevo trabajo, se temía.

 

― Por cierto, Diana, termina con lo que te pedí―acotó antes de desaparecer con su familiar.