Castillo Ivashkov (MM B: 106154)

[Lyra Katara Selwyn]

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Había pasado tiempo desde que me despidiera de la reunión familiar. Tenía que buscar habitaciones para Lionel y para mi. Winky era la elfina que viviría con nosotros y los demás elfos vivirían en Chrookshanks, aunque sabia que podía llamarlos en cualquier momento y ellos acudirían.

 

-Voy a descansa, Winky. Da un paseo si quieres, necesitas acostumbrarte al castillo. - Le pedí.

 

Winky llevaba la vestimenta que era apropiada para los elfos domésticos en la Selwyn. Un vestido azul hecho con una funda vieja y un par de zapatos hechos con el mismo material y color. Empezó a recorrer el castillo hasta llegar en ese momento y sin pensarlo abrió la puerta.

 

-Si, señorita, está en su habitación, sigame por favor- Preguntó, dejándola pasar.

 

La elfina no tenía forma de saber que la joven que tenía en frente, era hija de su ama. Ella no la acompaño cuando vivía en Bulgaría. La guio por la derecha del véstibulo, donde se encontrabael acceso a las escaleras que llevaban a las habitacones.

 

-Ama, tiene visita.- Dijo tocando la puerta, deseando que no estuviera dormida.

 

-¿Quién es, Winky?- Preguntó.

 

-No dijo, solo que quería verla.- Contestó la elfina nerviosa.

 

-Winky, tienes que preguntar, no puedes dejar pasar a cualquiera...- La elfina se hizo a un lado cuando el ama abrio la puerta y vio a la joven visitante.-¿Maida? ¿En verdad eres tú?Creí que no querías saber nada de mi.

 

Ella y su hija no hababan durante años, por lo que no esperaba que viniera a buscarla. La invitó a pasar y la dejo sentarse en una cómoda sala que habia en el cuarto, bastante grande. Antes de que su hija se sentará, le dio un abrazo.

 

-Dime, ¿de que querías hablar?- Preguntó la bruja.

 

Si, sabia domar dragones, pero no sabia como enfrentar a su hija desaparecida. Dejo que ella empezará a hablar.

[Maida Black Yaxley]

@@Lyra Katara Selwyn

 

Había intentado recordar el camino señalado por la elfina de trapos azules sin el menor éxito. Los cuadros de los pasillos se veían escogidos con rigurosa meticulosidad y poco a poco introducían a los miembros de la familia. Se preguntó si alguna vez su rostro colgaría de las paredes del castillo. La elfina caminaba con prisa pero Maida lograba seguirle el paso sin distraerse hasta que, detrás de una puerta oyó una voz familiar que volvió a quitarle el valor.

 

Se ajustó el sombrero antes de entrar y justo cuando quería certificar que la persona que estaba al frente suyo era su madre, esta la envolvió en un cálido abrazo. Ella no se jactaba de ser una persona muy fuerte, de hecho, siempre había sido cariñosa con sus padres, pero había pasado tanto en medio que ahora no sabía cómo reaccionar.

 

Inhaló fuertemente el perfume de su madre justo antes de separarse y notar que su elfina ya había desaparecido.

 

- Creo que lo mejor será que sea honesta contigo -dijo mientras tomaba asiento-, las cosas no han salido del todo bien y no quería volver con Iván. Ya sabes cómo es que se siente impotente de no poder protegerme de la mayoría de cosas que me hacen daño.

 

Dejó su bolso en el suelo y cruzó las piernas mientras en su mente intentaba ordenar los hechos que habían culminado con su presencia en él castillo.

 

- Tenías razón cuando dijiste que él no era para mí -empezó por una disculpa no tan obvia-, cuándo me señalaste muy claramente que él sólo estaba ahí para cuidarme y hacerme compañía. Aún no sé cuáles fueron sus motivos -alzó el rostro para confrontarla-, y la verdad tampoco estoy segura de querer saber.

 

Resopló fuerte antes de continuar.

 

- ¿Puedo quedarme en el castillo lamiendo mis heridas un rato?

[Eliah Ryddleturn]

Como siempre estaba en contacto con su amada madre Katara, sabía que era la única en la que podía confiar en aquel mundo de humanos y la verdad era la única que había dado la cara por ella. Pero lo malo es que se hacia mucho lio de su procedencia. Sabía que por parte era Selwyn por que era la familia que cuido y adopto a su querida madre, pero por lo visto tenía cierta sangre Ivashkov, pues su tía Taurogirl pertenecía parece ser a esa familia. La verdad no sabía si se había enterado muy bien de la historia, normalmente se hacía tanto lios que no acababa sabiendo cuales eran sus orígenes. Lo único que sabia es que su padre era el director de Durmstrang o eso la dijo su madre, así que a lo mejor por aquellos tiros si que tenía mas sangre transilvana aunque no lo sabía muy bien.

 

No sabía por que pero pensaba muy claramente que debía de tener una charla con su madre de nuevo. Porque cada día tenía mas lio en su cabeza sobre sus orígenes, lo único que tenia claro esque era su hija y que era la nieta de lucifer, lo que conllevaba a ser demonio lógicamente, aunque tuviera a la vez mitad de bruja. Estaba dando demasiado vueltas a su cabeza y eso la provocaba dolor a la bruja de ojos azules con toques amarillos, aquello no la hacia gracia.

 

Llegó a la que era una cabaña de aspecto abandonado que estaba ubicado en aquel pueblo ingles. Parecía que cualquiera podría entrar, aunque en verdad quien iba a querer entrar en aquel lugar si no sabía lo que era. Aquella idea la parecía genial una gran idea, la verdad esque daba gusto cuando la familia era sangres limpias y sabia con lo que trataban. Tocó la brillante verja que había delante de la cabaña que pronto la traslado hasta Rumania, mas bien Transilvania. Apareció en entrada principal que separaba con una verja metálica los terrenos de la familia con el exterior. Abrió la puerta para adentrarse no sin antes percibir el lema de la familia. Aquello la gustaba, menos el tema que tardó como cinco minutos de cuesta hasta llegar a la puerta del castillo, que fue lo que mas la gusto nada mas aparecer allí era imponente.

 

A su lado iba su elfo fiel y algo pesado Nibiru que la acompañaba a todos los viajes, con un poco de suerte su otro elfo Kowalsky ya habría llegado al castillo Ivashkov y habría puesto sus cosas en el cuarto, aunque seguro que Katara se había encargado del alojamiento de su cuarto cerca del suyo o con un poco de suerte no se había enterado de su llegada y podría elegir habitación. No hizo falta tocar a la puerta pues su elfo Kowalsky ya se la estaba abriendo desde dentro mientras Nibiru salía disparado impaciente a buscar a la ama Katara.

 

-Nibiru, no, espera-susurró entre dientes la bruja castaña mientras el elfo salía disparado al cuarto de Lyra para avisar de su llegada. Perfecto ahora no podría elegir habitación y su madre la tendría controlada. Miró a Kowalsky de reojo mientras este se encogía de hombros. Elfos… no podían estarse un poco quietos aunque fuera un momento.

 

Mientras tanto el elfo Nibiru nada mas llegar a la puerta de la habitación de Katara la abrió emocionado mientras miraba a la madre de su ama con expectación y a la vez la avisaba con emoción de que Eliah acababa de llegar al castillo, pero a la vez que el elfo avisaba a la hija de lucifer pudo ver a otra chiquilla reunida con la madre de su ama a la cual se quedo mirando con expectación pues se parecía a ambas brujas que él conocía.

 

@@Lyra Katara Selwyn

[Lyra Katara Selwyn]

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@@Eliah Ryddleturn

 

Me quede pensativa, no solamente por la confesión de mi hija. Sabía bien cuales eran los ideales de la familia y nocrei que les gustara que había tenido relación con un muggle fabricante de sombreros. A mi no me importaba en realidad, con el fui bastante feliz y la relación duro más con el padre de Eliah.

 

-Claro que puedes quedarte, aunque antes hay cosas que debería advertirte, no, no de demonios como él, eso ya quedo en el pasado. Me refieo a Iván. No deberíamos decir que es muggle. A mi no me importa mucho y lo sabes, pero a los patriarcas de esta familia, no creo que los haga muy felices.- Suspiré. De todas formas no había delatado que fueran de un bando. Habia mucha gente queno le gustaba mezclarse con muggles y no pertenecer a uno.

 

Me quede pensativa y empecé a caminar un poco por la habitación. Definitivamente, no le iba a decir un "te lo dije".

 

-Lamentó lo que te paso, debió ser una experiencia terrible, pero eres fuerte aunque a lo mejor ahora no te sientas asi.- Le sonreí al mirarla.-Estoy segura que estar en Londres, te ayudará. El castillo esta en Transilvania, pero casi todas las actividades mágicas están en Londres, por lo que te recomiendo que saques en cuanto tengas ánimos.la licencia de aparición y la de vuelo.

 

Estaba casi en la ruina, pero bien podría ayudar a mi hija con esos trámites, o de lo contrario tendría que depender de alguien de la familia para salir del castillo y llegar a sus actividades de Londres o regresar a casa cada diario.

 

-Lo único que se de él es que tu abuelo lo esta buscando y está muy enfadado, algo ocurrió entre ellos. Supongo que por eso te dejo. A decir verdad, esperaba que regresaras, no me gusta estar enfadada contigo, pero no tenía forma de comunicarme contigo.- Comenté.

 

En realidad, si había forma, pero si lo intentaba mi hija se alejaría más y no quería eso. Tenía que dejar que las cosas se calmaran. No pude decir más, porque el Kowasky, uno de los elfos de Eliah, llego muy precipitadamente a mi cuarto, sabia de la llegada de mi hija mayor, seguido de Nibru, que parecía muy emocionado con su llegada.

 

-¡Ama Ivashkov! Me da gusto verla, me tuve que escapar del ama Eliah porque no quería que supiera de su llegada.- Empezó a decir el elfo, mi hija estaba justo detrás de él.

 

Miré a mi hija con una sonrisa y tras agradecer al elfo, le di un abrazo también. El asunto era, ¿porqué Eliah y Maida no se conocían? No recordaba eso para nada, pero podía dejar ese detalle más adelante.

 

-Gracias, Nibru. Puedes dejar las cosas de Kowasky en el cuarto de enfrente, justo se lo pedí a los patriarcas, está disponible. - Le dije al elfo.-Maida, tu cuarto será el que esta del lado derecho del de Eliah, asi estarás enfrente del de Lionel.

 

Era un peligro que mis hijas vagaran solas por el castillo, aunque yo pasaba la mayor parte del tiempo fuera de él.

 

-Eliah, te presentó a Maida, tu hermana menor. Maida, ella es Eliah.- Las presenté. -Supongo que tendrán preguntas, pero las dejaré que descansen primero. ¿O prefieren comer algo?

 

Esperaba escaparme de esa forma de las preguntas, al menos hasta que tuviera idea de que decirles.

[Maida Black Yaxley]

En silencio y mientras la escuchaba, agradeció que siempre haya sido tan respetuosa de sus decisiones, aunque no estuviera de acuerdo o aunque supiera cómo iban a terminar las cosas. Cuando escuchó eso de ocultar la procedencia paterna, bueno, mientras menos gente supiera de Iván estaría mejor protegido, así que simplemente asintió y encogió los hombros. Estaba emocionalmente muy agotada como para intentar contradecirla aunque fuera en lo más mínimo. Se disponía a abrir la boca para comunicar algo con cierta coherencia cuando una mujer, con rasgos similares a los de Lyra y ella misma se apareció por el umbral de la puerta. Se preguntó automáticamente porque siempre había asumido que era la hija mayor de la demonio. A juzgar por la expresión de ligero desconcierto de ella, la percepción era recíproca.

 

Casi se parte de risa al ver las frases precipitadas que salían de la boca de su madre para evitar los cuestionarios que se formulaban en la cabeza de sus hijas. Distrajo su intención de burla sujetando su cabello en una goma negra para luego abrir el bolso y enseñarle los documentos que certificaban su inscripción en Hogwarts como alumna.

 

- Si, supongo que si no tengo más remedio, tomaré esos exámenes de vuelo y aparición, aunque bien sabes que se me da para la fatalidad, si te quedas sin tu hija menor, recordarás ese consejo tuyo —le dijo para finalmnete añadir—, con respecto a eso de ir a Londres tan a menudo, ¿será posible que pueda usar a alguno de tus elfos para mi servicio?

 

Aprovechó unos segundos para volver a dejar el bolso en el mueble y le sonrió como si volviera a tener cinco años.

 

- Realmente mientras menos contacto tenga con el mundo, será mejor para el mundo —pidió—, y bueno, no sé si mi hermana quiera, pero yo muero de hambre. Es más, sin duda alguna me comería un caballo si lo tuviera al frente, o una ballena, lo que cocine primero en el horno.

 

Se acercó con cautela a Eliah, no por miedo, sino por no saber como reaccionar, no recordaba haber tenido nunca una conversación sobre lazos fraternales con su madre, de hecho aún no estaba del todo enterada si tenía tíos, primos y demás. Para ella, su mundo siempre habían sido Iván y Lyra, la inclusión de Eliah podía ser un elemento formidable que estaba dispuesta a experimentar.

 

- Maida, mucho gusto —acotó aunandolo a una sonrisa.

 

@@Lyra Katara Selwyn

@@Eliah Ryddleturn

[Eliah Ryddleturn]

Había seguido de cerca a sus elfos, si sus malditos elfos que la acababan de traicionar de forma trapera. Ya serían castigados, sabía varios hechizos que eran bastantes molestos o eso o mandarles por un tiempo al averno, odiaban aquel sitio y quizás seria bueno para que supiera no entrometerse en sus cosas. Observó a su madre que la sonreía y ella intentó sonreir inocentemente pues ahora ya sabía porque no queria que la viera, ya sabia que no iba a tener oportunidad de elegir su habitación en algun lugar del castillo.

 

Y no, no se equivocaba, su progenitora ya había lanzado la orden a uno de sus elfos para que llevaran sus cosas a la habitación de enfrente suya para tener vigilada a la castaña. Suspiro, sabía que era imposible escapar de los mandatos y deseos de Katara y que tenía programado que durmiera enfrente de ella para tenerla controlada y que no armara nada de las suyas. Bueno, era normal, había que decir que la española no tenía un curriculum muy sano en ese aspecto de portarse bien. Acabó abrazando a su madre mientras miraba a la chica, ahora que se fijaba bien la sonaba, ¿era una de sus hermanas pequeñas? la verdad esque a veces era tan egocentrica que no recordaba a la gente si pasaba un periodo largo de tiempo.

 

Justo cuando iba a empezar con sus preguntas su madre la presentó a su hermana Maida a la cual miró expectante, había algo que no la cuadraba, ella era fiel a las ideas de sangre limpia y la extrañaba que algun familiar suyo no tuviera esos origenes o que se relacionara con muggles. Intentó esbozar una sonrisa hasta que escuchó como otra vez la Selwyn decía de ir a comer o a descansar. Sabía que de esa manera Katara quería ganar tiempo para contestar las miles de preguntas de sus hijas, eso estaba claro.

 

-Encantada Maida...-dijo mentras la observaba cuando se acercaba con cautela, eso la gustaba que se acercaran con cuidado a ella sin agobiarla de repente. La devolvió una pequeña sonrisa mientras dirigía su mirada felina a su madre-no estaría mal comer algo y mientras comemos hablar de todo un poco-dijo divertida mientras en sus labios se dibuja una sonrisa malevola.

 

-Nibiru y Kowalsky ya sabeis que hacer preparos para antendernos para comer algo y luego antender mi cuarto ya de paso.....-comentó mientras miraba de forma severa a sus elfos que la miraban desoslayo sabiendo que se habían equivocado con sus acciones.

[Maida Black Yaxley]

Se sintió un poco abrumada entre tanta servidumbre, esa, suponía, era una de las cosas más extrañas en su personalidad, por proteger a Iván, siempre habían hecho las cosas casi al estilo muggle, y claro, había que aclarar que ese "casi" significaba haber tenido que lidiar con algunos demonios de cuando en cuando, pero una cosa era eso, y otra esos elfos domésticos, con su aspecto todo extraño. En un afán por desligarse de todo lo que la podía relacionar con su naturaleza demoníaca, se dijo a si misma que debía conseguirse uno de eso, aunque le costara acostumbrarse a tenerlos siempre pululando como ratas más grands del promedio normal.

 

Se puso de pie para espiar un poco por la puerta y asegurarse sobre la ubicación de la habitación que le había sido asignada, justo al lado de ELiah, seguramente en un futuro no muy lejano podrían compartir cosas agradables o volverle a hacer sentir situaciones incómodas a la animaga que tenían al frente, de sólo pensar en esos detalles sonrió de lado.Eliah se parecía mucho más a su madre de lo que ella pudiera pareceser en toda una vida, aquellos rasgos finos y agatados de los que ella estaba desprovista.

 

Suspiró.

 

Tenía la pésima costumbre de no exteriorizar sus emociones o pensamientos, ni siquiera con la gente que se suponía debía gozar de su entera confianza, y así, quedarse minutos enteros divagando sobre el porvenir de las doxies en el siguiente Congreso de Criaturas Mágicas mientras el resto de personas a su alrededor la podían creer catatónica. Ahora mismo tenía la mirada un poco petrificada en el diván que poco antes había ocoupado, tratando en su mente de inferir como debía realizar los trámites para tener un elfo doméstico puesto a su exclusivo servicio. Claro, y todo eso, sin salir del Castillo.

 

Lyra había mencionado, poco antes de la aparición de su hermana, que su abuelo estaba enojado con Agares, pero que no estaba segura de que esta fuera la razón de su alejamiento. Sin poder evitarlo, por mucho que quisiera, un atisbo de esperanza se encendión en ella. Ya, acababa de prometerle a su madre que no volvería a desobedecerla en nada y volver con el demonio implicaba justamente eso, pero, ¿y si no había huido? ¿Y si toda aquella conversación final en Italia tenía una explicación que iba más allá de sus conocimientos? Ciertamente ella tenía cierto abolengo dentro de las dinastías demoníacas pero Agares era un demonio mucho más longevo y por tanto, con mayor densidad dentro de ese mundo. ¿Y si Agares ya no existía?

 

"¿Y si regresas el presente y dejar de parecer boba?" le susurró una voz en su cabeza y la hizo estremecer toda. Nuevamente se había quedado petrificada mientras su hermana daba instrucciones al servicio.

 

- Yo sólo tomaré un poco de veterraga por favor —logró decir mientras sacudía de su cabeza los demáspnesamientos involuntarios—, ya aprovecharemos un poco la comida para ponernos al día ¿verdad? —inquirió dirigiéndose hacia su hermana.

 

Definitivamente ahora debía acostumbrarse a nuevas cosas, sin embargo, antes de todo aquello debía asegruarse de escrbirle a Iván, era injusto tenerlo así de preocupado, sobretodo si ya lo había dejado solo. Bulgaria le traía demasiados malos recuerdos, quizá era una buena idea convencerlo de venir a Transilvania, con nosotras, pero claro, debía tener esos planes bajo la manga, al menos ahora. En este preciso instante lo único que valía la pena era esperar su ingreso a Hogwarts, conseguir un elfo doméstico, conocer a su familia y enfrascarse en algún trabajo del Ministerio de Magia, si eso era justamente lo que necesitaba.

 

Apenas tomara la resolución de salir del Castillo.

 

- ¿Por qué yo no puedo lucir el porte que tienes ustedes dos? —confesó en un arrebato de inseguridad—, pareciera que a ustedes les acaban de anunciar el ascenso de Lord Voldemort por tercera vez, que se comen el mundo, muggle y mágico y yo aquí, sin saber siquiera si deseo ir a la habitación del frente.

 

 

@@Eliah Ryddleturn@@Lyra Katara Selwyn

[Ashura Lestrange]

Había transcurrido demasiado tiempo desde aquella vez en que había visto el castillo Ivashkov, era curioso que a pesar de haber sido adoptada por Leah hace ya un tiempo no había puesto un pie por ahí y ya era tiempo de ver como iban las cosas por ahí. No conocía la mayor parte de la familia, tenía una ligera idea de quiénes conformaban aquella familia tan singular. En el pasado había encontrado excusas para no visitar el castillo en ese tiempo ¿pena? ¿miedo? o simplemente la rara sensación de llegar a un lugar nuevo en el que no se conoce a nadie mas que un par de caras que había visto a lo lejos mientras trabajaba dentro del ministerio. Había logrado dar con el lugar y parecía que el castillo no había cambiado en nada su singular imagen imperativa. Sin dudar un segundo mas llamé hacia la puerta.

 

Una curiosa criatura de baja estatura, nariz puntiaguda y ojos distraídos había respondido a mi llamado. Siempre me habían causado algo de incertidumbre aquellos pequeños seres serviciales del mundo mágico.

 

- ¿Se encontrará la señorita Leah en casa? me encantaría poder ver a mi madre. - Exclamé mientras el elfo me guiaba hacia la sala de estar sin mencionar alguna palabra. Me incorporé en uno de los sillones mas acojinados para descansar un poco mi espalda mientras esperaba la aparición de Leah. Luna mi pequeña minina no se hizo esperar y había saltado a mi regazo para descansar un poco del traslado que habíamos realizado aquella tarde para llegar al castillo.

 

 

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[Lyra Katara Selwyn]

Eliah le había pedido a sus elfos que nos prepararan algo de comer y asenti. Les pedí que nos lo trajeran a mi cuarto para seguir hablando tranquilamente. Teníamos que ponernos al corriente antes de presentarlas a los demás.

 

Por un momento nos quedamos en silencio, mismo en el que pensé en que las dos habían estudiado en Durmstrang, solo que en diferentes épocas debido a sus edades, por eso no coincidieron en la escuela. ¿Pero porqué no les había dicho nada de su hermana a ninguna, en la época que vivían conmigo?

 

Suponía que era por seguridad. En ese entonces habia disturbios en el mundo demoníaco y por eso la familia había sido separarnos. Al estar emparentadas directamente con Lucifer, en cuaquier momento podrían atarcanos por represalias. Eso ocasionó que me fuera por una temporada a Bulgaria dejando a Eliah con su abuelo, sin poder escribrle para nada sobre su hermana.

 

Mi cabeza en ese momento estaba hecha un lio. Regresé a la pregunta de Maia.

 

-Tu ya tienes un buen porte, hija linda. Has vivido muchas cosas diferentes a nosotras, pero conforme avances en la academia y llegues a la universidad mágica, verás como cambia eso.- Contesté.-A mi me dio la locura por la Universidad, lo cual me ha servido bastante, supongo que por eso me siento tan segura, pero no hasido sin esfuerzo.

 

Suspiré. Había muchas preguntas seguramente.

 

-Hechas las presentaciones, pueden empezar a preguntar.- Les indique.

 

@@Eliah Ryddleturn

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[Eliah Ryddleturn]

La verdad esque no sabía muy bien lo que había pedido su hermana pero los elfos asintieron ante la petición de Maida por lo que ellos sabrían lo que sería aquello. La verdad esque ella no quería esperar a la hora de comer para preguntar a su madre las dudas que la acontencia, preferíria disparar sus preguntas en el almuerzo de aquellos instantes. Parecía que iban a tomar el almuerzo en el cuarto de su madre por lo que se asintió con la cabeza y les pidió a los elfos que la trajeran una varias tapas de jamón serrano con aceite de oliva y de beber cerveza de mantequilla. Había desayunado hace tiempo y lo que la pedía el cuerpo era algo fresquito y que llenara algo su estomago vacio.

 

Por suerte se asentarón en lugar donde se llevaría a cabo el almuerzo no sin antes que uno de los elfos se marchara para ir preparando las cosas y Kowalsky se quedará con ellas por si había alguna petición particulas. La ex mortifaga no sin antes miró con una sonrisa orgullosa a Maida cuando dijo que ambas Ivashkov tenían un porto envidiable. Daba gusto escuchar a alguien hablar así, la verdad esque no se acordaba mucho de su hermana pero lo que estaba escuchando la gustaba....si la gustaba y mucho, se llevaría bien con ella.

 

-La verdad, esque todas las que llevamos la sangre de Lyra tenemos buen porte y mas si somos de esta familia....por cierto madre....-ahi es cuando hizo una pausa pues sabía que iba a lanzar una pregunta a su madre-¿ como es que soy de Linea sanguinea una Ivashkov?....vale que mi padre es bulgaro pero no se de donde vienen mis raices rumanas....-comentó dubitativa mientras miraba a su madre pensativa y luego a la mesa intentando de enlazar datos.

 

-Eso si, comentar que me encanta el apellido, suena a poder y a fuerzas tenebrosas y ya sabes que a mi eso me encanta, pero me gustaría saber mas detalles para decir bien orgullosa que soy una Ivashkov-comentó intentando dar un poco más de tiempo a ella y a su madre para procesar la futura repuesta que la iban a conceder Katara. Luego miró a Maida con una media sonrisa esperando que ella lanzara su próxima pregunta.

 

-Bueno hermanita te toca soltar pregunta-comentó divertida, aquello la gustaba no quería ver sufrir a su madre pero siempre que había preguntas se lo pasaba bien viendo como su madre las daba ciertas explicaciones.

 

Y esque ser nieta de Lucifer y de haber tenido que vivir mucho tiempo en secreto y alejadas del resto del mundo era complicado. Luego pasaba lo que pasaba, que se iban descubriendo cosas y debían poco a poco saber de sus origenes. Pero ella no se quejaba, estaba bien orgullosa de haber nacido donde había nacido y de ser hija de Lyra y sobretodo, de ser descendientes del señor del averno.

 

Además sabía que en cuanto formulara Maida alguna que otra pregunta sabría más de ella y podría conocerla mejor y quizás tiempo a tiempo entendería, por las diferentes circustancias, por que su madre la dejaba temporadas con el abuelo o se quedaba en casa a cuidado de otras personas mientras ella hacia algun que otro viaje. Esta charla en verdad prometía,por el momento, parecía, que Katara no quería que se enterese nadie excepto ellas. Y la Selwyn lo prefería, la gustaba la discreción en aquellos asuntos.

 

@@Lyra Katara Selwyn

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Editado 31 de Agosto del 2016 por Eliah Ryddleturn