Castillo Ivashkov (MM B: 106154)

[Ashura Lestrange]

Escuché atentamente cada una de las palabras de mis hermanas, una de ellas me había cautivado tanto hasta llegar a tenerle un absoluto respeto por su actitud, su mentalidad y postura, a pesar de la situación, su cuerpo parecía estar tranquilo y sereno, algo que admiraba considerablemente en una persona, un estado que no era tan facil de dominar en una situación como aquella.

 

Era inevitable sentirme un poco incómoda ante la escena que se desarrollaba ante mis ojos, pero algo en las palabras de mis hermanas me habían tranquilizado y por ende, me habían hecho sentir admitida dentro de la familia. Esperaba con ansias conocerlas mejor y pasar un rato agradable con ellas todo el tiempo que pudiera. Respiré hondo y antes de que Leah pudiera tomar el mando de la situación nuevamente, dejé salir las palabras de mi boca con total tranquilidad y serenidad:

 

- Gracias por sus palabras hermanas, se los agradezco mucho - Exclamé al mismo tiempo que les dedicaba una pequeña reverencia en gesto de agradecimiento.

 

- Se que puede ser algo incómodo lo que diré pero acabo de ver ciertas cosas que me han llamado la atención... - Las observé a cada una con detenimiento.

 

- Se el dolor que deben sentir al ver a Leah, puedo leerlo en la mirada de nostalgia que penetran en ella. Hermanas, no vivan en el pasado, ahora que estamos todas juntas, lo mejor sería construir nuevos recuerdos entre todas para aliviar sus corazones ¿No les agradaría poder remediar el pasado de esa forma? - Propuse esperando que ninguna de las presentes se sintiera ofendida ante mis palabras, pero no me agradaba ver cuando una familia estaba destrozada por eventos históricos que podían resolverse en el presente, o que al menos se podía dar una solución a aquello. Esperé tranquilamente para ver la reacción de cada una de ellas ante mi propuesta.

 

 

@@Emilia Malraux @ @@Alexis Miller @@Circe Atkins C.

[Maida Black Yaxley]

Maida escuchaba atentamente lo que se suponía eran las explicaciones de Lyra acerca del distanciamiento de las hermanas, a ella le encajaba todo perfecto, aunque dándole honor a la honestidad, hubiera sido agradable conocer a su hermana antes, quizá si ella hubiera estado cerca, la menor de las brujas jamás hubiese pensado siquiera en desafiar los consejos maternos. Sacudió un poco la melena, despejando semejantes pensamientos de su revoloteada cabeza. Ya pensar en aquello no valía la pena.

 

Se escabulló de las miradas de ambas comiendo un poco de las verduras que había pedido, y es que si comía era por no morir de hambre, puesto que las ganas no las había recuperado aún, y estuvo atenta a las indagaciones que aún hacía Eliah. ¿Selwyn? Eso si que despertó su curiosidad, ella siempre había tenido el mismo apellido Ivashkov, claro que no sabía nada del árbol familiar, para ella su mundo siempre habían sido su padre, su madre y bueno, él. Por lo que saber que habían lazos mezclados con otra familia, ¡Qué manera de ocultar información la de Lyra!

 

Sus ojos azules se posaron en su hermana como si tan solo viéndola pudiese descubrir esa parte de la historia familiar que desconocía, y claro, preguntándose a la vez, ¿por qué ella tenía que controlar su naturaleza demoníaca mientras que a Maida le habían enseñado a reprimirlo? No era lo mismo, la castaña ni siquiera sabía como es que perdía el control, o bajo que situaciones podía ocurrir esto. Ella simplemente ignoraba ese lado suyo, casi a la perfección.

 

— Hay tanto por descubrir con ustedes dos que francamente siento que vuelvo a tener cinco años en lugar de los que poseo ahora —comentó dejando a un lado el plato y los cubiertos—, Eliah, ¿te molestaría si en otro momento puedo acosarte a preguntas? Realmente creo que serías buena maestra para ciertos aspectos que sería mejor tener a raya.

 

La menor de las hijas de Lyra se hallaba ya más cómoda ante la presencia de ambas mujeres, y hasta cierto grado había olvidado el produndo tajo que dividía sus emociones en los últimos días. Aunque era una costumbre muggle, había que reconocer que la frase caía a pelo "tu hogar está, donde está tu corazón". y aunque apenas estaba conociendo a su hermana y había pasado mucho tiempo desde la última vez que vio a su madre, la Ivashkov se sintió reconfortada.

 

 

@@Lyra Katara Selwyn @@Eliah Ryddleturn

[Brad Miller]

¿Qué fuerza era aquella qué agitaba el mar? ¿Qué fuerza era aquella que movía los planetas? ¿Qué fuerza era aquella que dominaba mi vida?

 

Los transeúntes caminaban ocupados con la banalidad de su cotidianidad, no eran capaces de reconocer que entre ellos caminaba un hombre que no era de aquí, pero sobre todo, ya no era de ninguna parte. No sabían que aquel hombre era ambicioso, decidido pero sobre todo que tenía un capricho, una única mujer que le agitaba sus sentidos. No era del todo justo llamarle capricho, pero estar con Alexis había sido tan complicado desde siempre, que tampoco era justo llamarle amor. Pero esa era su esencia, su poderosa razón.

 

Bradley era totalmente incapaz de recordar la última vez que ver a Alexis fuese fácil,los últimos encuentros habían sido complicados, intensos, casi violentos; paradójicamente todo aquello que les caracterizaba pero no era usual entre ellos, aunque sí con los demás. Frívolos pero tan cálidos entre sí.

 

Nada le aseguraba a Brad que esta vez fuese diferente y en algún recóndito lugar de sí mismo, esperaba que no lo fuera, aquella fugacidad e incluso inestabilidad le mantenían vivo,en cualquier caso, con Alexis nadie podía aspirar a una vida que se ajustara a los cánones considerados normales, siquiera usuales. Pero hoy, la sed le consumía. Sed de besos, de caricias.

 

Estaba seguro de haber llegado al Castillo correcto, los Ivashkov eran ostenciosos y aquello se podía vislumbrar en un instante. No tenía un plan a partir de ese momento, eso solía incomodarle pero no significaba que no estuviera preparado; había considerado las posibilidades. No podía solo irrumpir en un hogar de brujas y magos que no le conocían, no sabía que reputación tenía ahí, pues estaba completamente seguro de que un día, aquella mujer podía vanagloriarlo mientras que otro, maldecir su nombre, aquellos demonios suyos a los que había aprendido a ser inmune.

 

Su única solución era llamar a la puerta, usar su carta favorita: manipular las personas, curiosamente aquellas que no le conocían eran las más fáciles de encantar con una personalidad envolvente, unas cuantas palabras amables, un par de cumplidos. Nada era más letal que una persona capaz de reconocer personalidades y usarlas a su favor y Brad, en todo su egocentrismo, se creía el mejor en aquello y conocía una única rival, aquella mujer que perseguía, envolvente, adictiva, letal… suya.

 

Llama a la puerta, no sabe quien le espera detrás de las pesada madera. Pero tiene preparadas sus palabras.

 

– Mi nombre es Bradley Miller y necesito ver a Alexis.

 

 

 

 

 

La única fuerza capaz… pasión.

[Lyra Katara Selwyn]

Escuché la pregunta de Eliah. Afortunadamente Maida no tenía más preguntas, por lo que decidí que era mejor seguir con esa conversación en otra ocasión.

-Es momento de descansar. A lo mejor ustedes no lo necesitan, pero yo si, asi que quiero ver que se instalen en sus cuartos y pronto seguiremos con la conversación familia, además de que conozcan a Lionel.- Comenté.-Eliah, tu pregunta tendrá respuesta la próxima vez que sigamos con la conversación, junto con Maida.

Me levante. Todavía había algunas cosas en la mesa que no se habían probado, peo cada quien podía llevarse algo para seguir comiendo o bebiendo en su cuarto.

-Maida, te espera una sorpresa en tu cuarto. Vas a necesitar mucho a ese elfo en lo que logras obtener tu licencia de aparición y la de vuelo.- Movi la cabeza negativamente, pensando en la poca libertad que tenía un mago sin esas licencias.-Al menos de esa forma no tendrás que esperar a que nosotras vayamos por ti o que alguien más lo haga.Obviamente, solo si lo quieres, si prefieres estar sin elfo, le puedo conseguir otro hogar.

Los elfos siempre eran muy útiles, más para alguien que siempre había tenido al menos uno a su servicio. En ese momento solo Winky vivía conmigo y mis demás elfos personales se encontraban en Chrookshanks, pero siempre acudían cuando los necesitaba. Sin embargo, sabia que había magos que no les gustaba mucho tratar con esos seres, por eso la dejaba elegir.

-A descansar, o si lo prefieren, pueden desempacar o platicar las dos.- Mencioné.

Los cuartos de Eliah y Maida estaban enfrente del de Lionel y el mio, por lo que no había forma de que se escaparan. Además, ahora contaba con el anillo de presencia y sería más fácil detectar cuando salieran, pero por el momento no deje nada para vigilarlas. Afortunadamente para ellas tampoco estaba tood el día en el castillo, lo que les daba mayor libertad.

@@Eliah Ryddleturn

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Editado 29 de Septiembre del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Maida Black Yaxley]

A pesar de estar muy atenta a lo que decían su madre y su hermana, Maida se quedó en la luna tratando de averiguar cómo es que iba a recuperar su equipaje y sus pertenencias personales, aún todo eso estaba en Italia. Consigo llevaba lo que tenía puesto, su varita y unas cuantas prendas en un bolso, nada ostentoso, nada indispensable. Tanta había sido su necesidad de irse.

 

— ¿Sorpresa? —preguntó cuando sintió que si no respondía quedaría como una tonta, tomó un palillo de esparragos entre los dedos y se puso de pie— Yo seguiré tu consejo e iré a mi habitación, mientras más rápido me instale, mejor me acomodarán las ideas en la mollera.

 

Intentó que su sonrisa fuera lo más sincera posible, pero pues, ahí estaba, sin saber exactamente que terreno pisaba. Sea cual fuere su destino ahora, al menos contaba con familia. Una que no permitiría que se hiciera daño a sí misma, por mucho que quisiera hacerlo.

 

Caminó hacia la puerta de la habitación y se acordó de despedirse.

 

— Que tengan buenas tardes, noches o lo que sea, ha sido un gusto conocerte Eliah, si necesitas algo, ya sabes dónde nos ha colocado nuestra mamá —dijo a punto de estallar de risa—, que estés bien, Maminina —un viejo apodo que le tenía a ella en exclusivo.

 

Salió del cuarto materno y cruzó el pasillo para encontrarse con una criatura de lo más extraña, debía medir unos sesenta centimetros por lo menos, de piel parda y nariz muy puntiaguda. Unos cuantos pelos en la cabeza con esa piel arrugada y una expresión extraña, una mezcla de temor y ansiedad. Maida arrugó la nariz, no porque oliera feo, quizá por precaución.

 

— Supongo que tú eres mi sorpresa, ¿verdad? —preguntó.

 

— Así es señorita Maida.

 

— ¿Tienes nombre?

 

— Mushu, mi señorita, el elfo a su servicio se llama Mushu.

 

— ¡Vaya nombre raro! —apuntó ella mientras se adentraba a su nueva habitación e indicaba al elfo que la siguiera— Bueno, no sé exactament...

 

Pronto la puerta se cerraría y las órdenes de la Ivashkov comenzarían a llenar la lista de deberes del sirviente.

@Eliah Ryddleturn

@@Lyra Katara Selwyn

[Lisa Weasley Delacour]

El dolor de cabeza del mediodía se había intensificado con el paso de las horas. Ahora, a escasos minutos para las doce de la noche y frente a la verja que separaba Ottery de la cabaña mugrosa que me llevaría a Rumanía, rogaba a Gaia que usase sus dones para aliviar tremenda tensión. No entendía como un vampiro neofito podía tener jaqueca, se salia de mi control. De igual manera el deber para con el nudo era lo mas importante y tena una misión que cumplir; enjaular a esos Ivashkov y hacerles pagar por todo el daño que habían metido a la sociedad.

- Expecto Patronum – Pronuncie, dejando que el tótem animal que me representaba en batalla acudiese a mi llamado – Ve y buscalos – Fue la orden que le di, tras regalarle una reverencia.

Vestía para la ocasión; pantalón de cuero roto por algunas partes, camiseta de tirantes con el ligo de mi casa en Hogwarts, chaqueta negra con remaches de plata y unas botas altas de piel de dragón. Me sentía cómoda con aquella ropa y por ende tenia mas libertad de movimientos por si las cosas se complicaban. En cuanto note la esencia de los demás Hunters, accedí al recinto y toque con cuidado la astillada y apolillada madera. Sentí el tirón del traslador casi al instante. En un abrir y cerrar de ojos estábamos en mi tierra; Rumanía, a veinte metros de los muros que custodiaban el castillo Ivashkov.

En mis ojos verdes, sin ningún tipo de luz, se podía ver la decisión y los deles que regentaba – Con cuidado, no sabemos que nos podemos encontrar aquí – Abrí la reja e ingrese a la propiedad. El verde pasto arrullo su claro murmullo. Los jardines eran inmenso y bonitos. Clara evidencia que los cuidaban.

[Darian Mcnair]

La noche caía en la Republica Checa y en el castillo donde de mi familia, me encontraba paseando por sus terrenos, era increíblemente gigante la propiedad, pero me dirija específicamente a mi cabaña en el bosque, donde Stiglitz se encontraba paseando a sus anchas, al ser un lobo un poco mas grande que el resto, el podía cuidarse por demás solo. Me acerque hasta el sigilosamente, fui despacio y pisando con cuidado para poder sorprenderlo..en el momento que iba a saltar para pillarlo desprevenido el se movió de lugar evitando que lo atrapara.

 

 

-Jaja.. parece que tus sentidos están siempre alerta amigo, así me gusta- le dije acariciando su cabeza mientras el lobo me miraba con un cierto dejo de sorna en sus facciones por haberse percatado de que yo estaba cerca y por sorprenderlo. Me recosté cerca de un árbol con el lobo y juntos mirábamos a la nada misma pensando en nada, cuando una luz plateada viene moviéndose por el bosque silenciosamente, era un patronus con forma de hipogrifo, el inconfundible patronus de Lisa. El patronus me indica que iríamos de incursión a la Ivaskov, el patronus desaparece y yo me pongo de pie rápidamente. - Me temo que debo irme amigo, volveré pronto - .

 

 

Llevando unas zapatillas todo terreno, unos modestos jeans azules, una remera negra y una camisa roja, saco la varita de mi bolsillo y hago que la luz cubra mi rostro de ojos curiosos, donde estaba me desaparecí y aparecí en el camino que lleva a Ottery. En el camino que llevaba hasta la casa que servia de traslador para ir al verdadero castillo Ivaskov veo que se encontraba mi comandante ya esperándonos. - Buenas noches- dije.

 

Una vez que estuvimos todos presentes, seguí el ejemplo de mi comandante y toque las maderas de aquella casucha que nos dejaría en la verja de entrada del castillo. Y así fue, sentí como mi cuerpo fue transportado hasta la verja de entrada del castillo Ivashkov junto con mis compañeros.. Lisa abre la verja y nos adentramos con ella al interior de los jardines delanteros del castillo.

[Mica Gryffindor]

Mica Gryffindor

 

 

Había por fin regresado. No había resultado sencillo, pero lo había hecho. La bienvenida al bando que se había visto obligada a abandonar tanto tiempo atrás había resultado mucho más cálido de lo que esperaba. Muchos viejos amigos seguían allí, así como gran parte de su familia. Y también muchas caras nuevas que renovaban la energía de aquel noble grupo. Siempre los ideales presentes y visibles, llevados como bandera. Estaba orgullosa del sitio en el que estaba. Ser Initié de la Orden del Fénix era casi un sueño cumplido.

Y no era todo. También había logrado volver a su apariencia, dejando atrás a la rubia que tiempo atrás integró la Marca tenebrosa. Ahora su cabello era largo y castaño, ondulado e incontrolable. En sus ojos brillaba el tono verde intenso herdado de su difunto padre. Su tez blanca y cargada de pecas distaba mucho de la perfecta apariencia que siempre mostraba Agatha.

También su vestimenta era muy diferente, llevaba vestido largo y color arena, ceñido a su cuerpo pero muy diferente a los provocativos atuendos que solía llevar la demonio. Sus pies iban calzados con bajas sandalias, firmes y cómodas para todo andar.

Así estaba cuando recibió el llamado. Reconoció enseguida el hipogrifo plateado, se trataba del Patronus de Lisa. No dudó en responder la llamada, tomando precipitadamente la varita y cubriendo con luz su rostro antes de partir. Llegó a las calles de Ottery y, siguiendo las indicaciones, se encaminó hacia aquella cabaña poco llamativa que la conduciría hacia su objetivo. Caminó hasta poder tocar la solitaria madera, que enseguida la jaló y trasladó hasta la misma Rumania.

Allí se encontraba su verdadero objetivo: el castillo Ivashkov. Estaba fuera de las verjas, donde el resto de su grupo se había reunido. Lista para lo que fuera. Fue Lisa la que avanzó, abriéndoles paso hacia los verdes jardines.

[Reviguelle Fiorentini S.]

Sentada fielmente al piano de pared que poseía en mi habitación, tocaba algo de repertorio barroco para calentar las manos y no perder práctica, el juego entre nota y nota parece tan simple al escucharlo pero tan complicado al ejecutarlo que más de una vez debo parar y empezar de nuevo. Repetí como 5 veces el mismo sistema hasta tenerlo en mi cabeza y continuar con lo que seguía. Al menos mi memoria para recordar partituras seguía intacta y no así para cosas más importantes como el trabajo y las responsabilidades, por supuesto un gran defecto en mí.

 

Justo al querer pasar de página, una luz se fue acercando desde la oscuridad de los exteriores hacia mi habitación llenando la misma con una voz conocida que me manifestaba el requerimiento de mi presencia para una incursión en una Mansión. Inmediatamente deje mi quehacer musical de todas las noches, pase mi túnica oscura y larga por mi cuerpo cubriendo mi vestido y botas del mismo color. Amarre mi largo cabello en un moño pues no quería que perjudicara mi visión. Una vez lista seguí las instrucciones de dirigirme al Callejón Diagón.

 

Mi aparición fuera de los terrenos de mi residencia hacia el Callejón fue de lo más tranquila, tomando en cuenta mi aversión por los viajes bruscos. Ilumine mi rostro con un haz de luz creando una máscara resplandeciente que impedía ver mi rostro y cabello y me pase un buen tiempo buscando la cabaña abandonada que se mencionó, la cual servía de portal hacia el castillo Ivashkov, y al reconocer a mis compañeros de bando supe que mi dirección fue acertada y encontrarla inmediatamente la toque para sentir el efecto del desagradable traslador.

 

Una vez llegados a las afueras del castillo a unos 20 metros de los muros que elevaban imponentes impidiéndonos el paso tranquilo, seguí por detrás a los demás una vez que Lisa abrió las rejas hacia el gran jardín que por supuesto no pasó desapercibido para mi gusto natural. Pero esta vez mi vista debía ser más objetiva y no apreciativa como era de los jardines de otras mansiones, tenía que estar atenta ante cualquier situación y dada mi naturaleza distraída sería un gran reto para aquella noche.

[Leah Snegovik]

Off:

 

¡Hola!

 

En vista de una curiosa confusión, Lisa y yo hemos abierto una batalla al mismo tiempo en lugares diferentes. Negociando con ella, hemos llegado al acuerdo de anular esta Redada y proseguir con el Asalto en el Hogar de la familia Moody, donde los estamos esperando.

 

Lamentamos los posteos coreográficos xD

 

¡Saludos!

 

Lisa Weasley Delacour y Leah A. Ivashkov

Demon Hunter y Ángel Caído