Jump to content

~ Mansión de la Familia Malfoy ~ (MM B: 100774)


Crazy Malfoy
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Sus ojos se encontraban cerrados, sintiendo la paz de aquel lugar, escuchando crepitar el fuego en la chimenea, y los exquisitos aromas que comenzaban a surgir de la cocina por el desayuno que se estaba preparando. Todo aquello le recordaba su infancia, su adolescencia, en la cual había vivido en familia y sin preocupaciones. Pero también le traían otros recuerdos que le formaban un nudo en la garganta de angustia, de tristeza y hasta de un poco de miedo, pero aquello no quería reconocerlo. No le gustaba sentirse insegura, débil, pero en aquel momento estaba más vulnerable que nunca. Se sentía expuesta, juzgada, pero todo era cosa de su mente, porque aún no había visto a nadie. Su voz la hizo abrir los ojos y sonreír.

 

-La misma que viste y calza.-Respondió levantándose del sillón colocándose frente a su prima.-Digamos que me hice un pequeño viaje para conocer otros lugares, tal vez no tan pequeño, pero un viaje al fin.

 

Aquella era la peor parte, explicarse el por qué se había ido, dónde había estado, con quién y todas esas preguntas que no quería responder. Ni siquiera ella sabía bien de qué ni por que había huido así de un día para el otro, y le había costado mucho aceptar que quería volver y tomar el coraje de hacerlo, por algún motivo no se sentía bienvenida allí, esa sensación recorría todo su cuerpo transformándose en un escalofrío que le dejó la piel erizada.

 

Suspiró y clavó su mirada en su prima, si la había hecho llamar era porque era en la única en quién confiaba que no iba a juzgarla y a quién pretendía contarle toda la verdad, pero ahora no estaba tan segura, nuevamente comenzaba a durar. Qué le pasaba, ella no era así, era decidida, espontánea y hasta a veces demasiado directa, pero en aquel momento se sentía intimidada, no por Mónica, sino por su situación, porque no entendía bien que es lo que pasaba ni lo que había pasado.

 

-Creo que va a ser la hora del desayuno.-Dijo para cambiar un poco el foco que se encontraba sobre ella, pero sabía que no se iba a escapar del condenado cuestionario, pero prefería alargar un poco antes de tener que comenzar con todo.-Deberíamos ir, si mal no recuerdo los horarios aquí son muy estrictos.

 

Inmediatamente después de que dijo aquellas palabras se arrepintió, no quería contestarle las preguntas a la persona en la que más confiaba ¿y se iba a cruzar con el resto de la familia? Tal vez ni siquiera se dieran cuenta de que hubiese alguien más; eran tantos y seguramente aún se encontraban dormidos o ensimismados en sus problemas. Pero aun así, corría el riesgo de que alguien sí se diera cuenta y le dijera algo, o lo que era peor le reprochara y comenzara a preguntar cosas. En aquel momento sentía ganas de salir corriendo de nuevo, pero no podía hacer eso, no otra vez.

 

-Aunque tal vez te espere aquí, Daisy fue por un té y no tengo mucha hambre, así que...-No se había dado cuenta de que aún tenía las manos entumecidas por el frío, al parecer había sido una mala idea venirse caminando con aquel temporal. Se las frotó de manera instintiva y nerviosa sin saber qué hacer ni que decir.

 

OFF:

jaja no importa ciela! Pero sí acepto la recompensa :perv: jajaja Te quiero!

Editado por Daphne Malfoy

http://i.imgur.com/QZlDffV.gifhttp://i.imgur.com/DUO0GZs.gif

http://i.imgur.com/haYeo6t.png
http://i.imgur.com/0BPEB.gifhttp://i.imgur.com/sXtkJ.gifhttp://i.imgur.com/t03Wh.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¿Me dirás acaso que no quieres? – le respondí entonces alzando las cejas al sentir el cuerpo sobre mi torso desnudo, con la camiseta negra ya a varios metros de nosotros. Le sonreí y me acerqué a sus labios lentamente –. No te creo. Sino, ya te habrías ido de aquí, ¿no crees? Y que yo sepa, aún sigues aquí, sobre mí, sin moverte un centímetro, y despojándome de mi ropa.

 

Eché una mirada a la camiseta con intención que ella también la posase sobre ella, consciente de lo que estaba ocurriendo, aunque la notaba tan nerviosa que comenzaba a dudar de si en el fondo estaba fingiendo o no. Quizás ocultaba algo más, puesto que aquella cara que había adoptado nada más sentir el roce de mi piel contra la suya, de mis labios contra los suyos, la había delatado totalmente, dejando ver mucho más de lo que podía esconder.

 

Sentí cómo sus manos comenzaban a acariciar mi cuerpo desde la nuca, bajando poco a poco por mi cuello y por mi pecho hasta llegar más allá de él, mientras por mi lado continuaba tomándola de las piernas para juntarla todo lo que pudiese a mí.

 

Me temo que tengo mucho más que hacer que perder el tiempo aquí, contigo, Ryddleturn – le dije con total desdén, incorporándome poco a poco para hacer que se hiciese elegantemente a un lado –. Quizás algún día vaya a visitarte a tu hogar... Si es que sus puertas están abiertas para mí, que no lo dudo.

 

Entonces me levanté de allí y me dirigí hacia las escaleras de la Mansión, no sin antes dedicarle una última mirada a la bruja que se mantenía quieta, sin saber que hacer, y entonces sonreí. No iba a caer tan fácilmente en sus juegos. No era lo suficientemente est****o.

 

Puedes quedarte con la camiseta. Tengo más – le indiqué –. Además, seguro que te hace falta.

 

Y desaparecí de la escena, con una mezcla de sensaciones que no alcanzaba a entender.

http://i.imgur.com/DGnrjDe.png



http://i.imgur.com/EiXFDyl.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No respondí a su pregunta, realmente mi juego era distinto al que él se estaba refiriendo, pero no podía darle más pistas, era probable que ya se hubiera dado cuenta a esas alturas de que no era nada bueno lo que pasaba por mi cabeza cuando empecé a intentar seducirlo. ¿Sería que él tenía pensado exactamente lo mismo que yo? Lo que si me había dado cuenta era que el Malfoy estaba muy seguro de si mismo.

 

El giró la cabeza hacia donde había lanzado la camiseta, pero yo no aparté la mirada de él, estaba pensando a donde nos iba a llevar aquello. No podía perder la confianza en mi misma, o al menos permitir que él lo notara. Sabía que él me estaba analizando, y no me extrañaba, yo también habría desconfiado si él se hubiera comportado de la misma manera que yo.

 

De todas formas Alexander no parecía sentirse incómodo teniéndome encima, porque ni siquiera había dejado de agarrar mis piernas con sus manos, aunque hubiera querido ni siquiera podía separarme de él por la presión que él ejercía sobre mi cuerpo.

 

-¿Perder el tiempo?- le pregunté frunciendo el ceño mientras tomaba asiento en el sofá, ya separada de su cuerpo. La verdad es que aquello era toda una ofensa, aunque sabía que ni él mismo se creía esas palabras. Quizás si tenía que hacer más cosas, pero no pensaba que estar conmigo fuera una pérdida de tiempo. - No, por favor, no hace falta, no vayas a perder tu tiempo visitándome.- le respondí.

 

Observé como el chico se marchaba, poniendo los ojos en blanco, reclinándome sobre el sofá y sentándome con los pies sobre el mismo. ¿Había pretendido ofenderme? Se veía que ese odio siempre estaba latente en nosotras.

 

Cuando pasaron varios minutos e intenté saber que había sucedido me levanté rumbo al exterior del casillo para desaparecerme. Estaba sumamente desconcertada, no me había desagradado precisamente el haber pasado aquel tiempo con él y eso me hacía enfadarme conmigo misma.

Editado por Anna T. Ryddleturn

http://i.imgur.com/VDBZlqD.png


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Elaena Malfoy

Muchas veces Elaena había imaginado cómo sería su primer visita a la Mansión Malfoy, sin embargo, nunca se le llegó a ocurrir la forma en la que finalmente lo hizo.

Aquella noche lucía una capa negra a medio cerrar. Bajo ella había un vestido color escarlata, con un atrevido escote y entallado en su cintura, cuya parte más ancha iniciaba allí hasta sus rodillas. La Mortífaga se encontraba de píe en el jardín, a la espera de que llegara el cantante y el grupo que había contratado. Necesitaba decir algo que pensaba desde hacía tiempo y ya no aguantaba más ocultarlo. Era el momento de sacar sus sentimientos ocultos, más allá de lo que pensara su familia.

—Están tardando mucho... —susurró y de su boca salió una pequeña voluta blanca gracias al frío que hacía.

La espera no se alargó más y un grupo de hombres que cargaban unos instrumentos llegaron. Todos estaban vestidos con trajes grises, decorados con algunos brillos. Al verlos, la expresión de Elaena se suavizó y sus verdosas pupilas ganaron un brillo particular. Bastó una pequeña ceña con su diestra para que el grupo la siguiera, a través del frondoso jardín. Finalmente la caminata culminó frente a una ventana que no estaba a mucha altura de ellos, y que daba al cuarto de Gyvraine.

—Bien chicos, ya podemos comenzar —ordenó y se desprendió de la capa.

El viento que comenzaba a correr agitó su vestido, así como sus bucles castaños, mas no le importó y se mantuvo con la vista fija hacia la ventana de su tía (xD). Los músicos iniciaron una delicada melodía y Elaena movió sus brazos al son de ella, a la espera de que llegara su hora de cantar. La seña del otro cantante fue suficiente para que lo hiciera.

Para que sepas cuanto te amo es necesario que te imagines que en tus manos cabe el mar. Que las estrellas son tus ojos, que la noche es tu cabello, que tus labios son un sueño imposible de alcanzar —cantó sin dejar de sonreír.

Seguramente Gyvraine no entendería la declaración que su sobrina le hacía, pero eso no era algo que inquietara a Ela. Solo quería expresar sus sentimientos y esa era la mejor forma de hacerlo.

Por eso traigo esta canción de serenata, con la esperanza de que te fijes en mi. Para que sepas que te doy mi vida entera y que tan solo quiero hacerte muy feliz. Por eso traigo esta canción como un regalo, para que nunca tú me vayas a olvidar. Con la luna por testigo, que me quieras yo te pido. Que me quieras, como yo.

PD: xDDDDDDDDDD.

Ivashkov
YqkyUSo.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La montaña de pergaminos no había disminuido de su escritorio a pesar del sin fin de horas que había pasado delante de ellos, leyendo, firmando y subrayando de cuando en cuando, tomando algunas notas mentales de lo que debería hacer con respecto a tal o cual cosa que pasaba en el ministerio. Soltó un suspiro, era imposible seguir y mucho más después de haber pasado tiempo ya en su oficina, sin hacer ningún progreso significativo.

 

- Odio esto - susurró cerrando los ojos, recargando la espalda en el respaldo de su alta silla justo frente al escritorio de su habitación. A pesar de tratarse de un lugar destinado solo al descanso, Gyvraine había decido mandar a colocar un lugar en el que pudiera trabajar en sus noches de insomnio para no trasladarse hasta su pequeño lugar de trabajo ubicado en la biblioteca Malfoy. Soltó un largo suspiro y pasó una mano por su largo cabello castaño, acomodándolo de tal forma que éste cayó en cascada a su espalda -. Me iré a dormir - se dijo a sí misma, como avisándose de lo obvio.

 

Elevó ambas manos por encima de su cabeza y se estiró, sintiendo como sus músculos se tensaban para sentir después alivio y el peso constante de la fatiga. Se puso de pie y con una mano cubrió su boca, justo en el momento que ésta se abría en una perfecta "O" al momento de soltar uno de los muchos bostezos que le habían acompañado aquella noche.

 

- ¿Cuándo es que pasó tanto tiempo? - se preguntó mirando a través de la rendija que se formaba entre las gruesas cortinas de los ventanales que daban hacia el jardín. Seguramente si hubiera salido al balcón, podría ver el oscuro cielo salpicado de miles de estrellas, pero la comodidad de su lecho pareció ser un imán a su destrozado cuerpo -. Qué importa - susurró, como respuesta a sí misma. Se había acostumbrado ya a hablar consigo misma.

 

Se deslizó entre la suavidad de sus sábanas, para sumirse en el más placentero y reparador de los sueños, o por lo menos eso era lo que buscaba. Sus ojos se cerraron y casi de inmediato comenzó a soñar, haciendo que imágenes de un despeinado cabello negro, olas del mar, incluso un barco y un brazo lleno de tatuajes inunden su mente, tratando aunque sea inconscientemente de todo el trabajo que se e había acumulado.

 

La Malfoy se revolvió entre sus manas solo para cambiar de posición y seguir soñando con un par de ojos cafés que parecían iluminados por una sonrisa dedicada a ella, pero aquella escena jamás llegó, pues un estrepitoso sonido hizo que diera un saltó de sorpresa. Con un rápido movimiento, Gyvraine se sentó, en medio de su lecho, quedándose completamente inmóvil, tan solo escuchando escuchando y tratando de identificar qué es lo que le había sacado de su perfecto sueño.

 

- ¿Qué demonios...? - susurró, aun en medio de su cama, después de haber dejado pasar todo un segundo sin mover ni un solo músculo. Saltó de la cama y fue directo hasta el ventanal de su habitación, creía saber de lo que se trataba todo aquello y seguramente habría más de un herido por semejante osadía -. Están muertos...- susurró mientras a grandes zancadas avanzó hasta quedar justo delante de la ventana, pensando en la forma en castigar con singular rigidez a quienes creían que la música a mitad de la noche era lo correcto para demostrar su amor.

 

Su imaginación le había dibujado una escena en la que un loco enamorado estaba al pie de la ventana de una miembro de la familia, que a esas alturas ya estaría suspirando y derritiéndose de amor por tal gesto. Los torturaría a ambos. De un tiró abrió de par en par las cortinas, para darse cuenta que no se trataba de un gesto para alguna de las Malfoy, sino más bien parecía orientada a su propia ventana. Eso no estaba pasando.

 

- ¿Qué demonios...? - repitió, con los celestes ojos abiertos como platos, sin comprender siquiera lo que estaba pasando. Con un rápido movimiento y aun con la mente completamente confundida, abrió la ventana para dejar que la música entrara con toda su potencia a su habitación - ¿Se puede saber qué está pasando aquí? - dijo a todo pulmón, recorriendo con la mirada la escena sin dar pleno crédito a lo que veía. Sus palabras ni siquiera se pudieron escuchar por el estruendo de la música - ¡oh, por amor a Merlín, cállense! - gritó, sujetando su cabeza entre las manos.

 

Cerró un segundo los ojos y al abrirlos de nuevo, éstos refulgieron con un brillo particularmente furioso. Usando toda su concentración para no sacar su varita y hacer callar a los músicos con un rayo asesino, chasqueó los dedos y de inmediato el agua brotó desde el suelo, como venida de la nada. Los aspersores con los que solían regar los enormes jardines de la mansión habían sido activados con tan solo un pensamiento de la mortífaga. El efecto fue inmediato y los músicos callaron, pues los chorros de agua eran mucho más potentes de lo normal.

 

- ¿Qué hacen aquí? - preguntó de nuevo, elevando ambas cejas y sin preocuparse del hecho que llevaba tan solo un camisón de seda qué caía desde sus hombros a la mitad de sus muslos - ¿Me quieren explicar por qué semejante ruido me sacó de la cama? - dijo indignada y para nada arrepentida de mojar a los músicos junto con a Elaena, que parecía presidirlos. Los chorros de agua parecían no querer detenerse y mucho menos dejar un solo segundo en paz a los músicos que si intentaban escapar los seguían por todos los terrenos.

 

 

 

off: xDDDDDD Lamento la tardanza xD en serio.. Carola!! me halagas (?) xDDDDD

We're always one...

.::Familia Malfoy::. ||Vacaciones Administrativas (?)||.:Familia Triviani:.

http://i64.tinypic.com/24q4wvk.jpg

http://i.imgur.com/qhNaC.gif//http://i.imgur.com/wHrbgJw.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El elfo yacía desmayado a un costado de la cama con el rostro enrojecido y las manos arañadas. Tenía el moño del cuello corrido de lugar, notando bajo el mismo una profunda cicatriz morada enmarcada por el fino dibujo de las venas que la rodeaban. Le temblaban los dedos de las manos, como si se tratara de un tick.

 

-No entiendo cuándo cuernos te desharás de ese animal.

 

La voz de Federico hizo levantar la mirada de Goshi cuyos ojos se encontraban llorosos e hinchados. Se separó de la pared acercándose a la chica arrastrando los mocasines en el suelo y al llegar a ella le tomó las manos agachándose frente a sí. Tenía una sonrisa tan radiante que a la Malfoy no hacía más que causarle repudio. Regurgitó y le lanzó un escupitajo en la cara. El italiano cerró los ojos apretando los labios, al mismo tiempo que tomaba con fuerza las muñecas de la squib y las retorcía apenas en un grado de intensidad.

 

-No... Aprendes... -Abrió los ojos, cargados de ira.- No, claramente no. No aprendiste nada, ni aprenderás así te de una y mil lecciones.

 

Soltó una carcajada que parecía la de un psicópata y soltó las muñecas de Goshi dándole un empujón para arrojarla a la cama. Se abalanzó encima suyo y con una mano aprisionó su cuello contra el acolchado. La ojiverde luchaba, pero su escasa fuerza no le permitía más que presionar sus muñecas mientras el aire se le agotaba en los pulmones. Tampoco podía gritar.

 

Federico parecía extasiarse con ello. Llevó una mano a su muslo para apretarla contra sí y se acercó a su rostro para darle un beso en la mejilla al mismo tiempo que soltaba su cuello. Una caricia recorrió sus brazos, hasta tomarle las manos a la fuerza y entrelazar sus dedos con los suyos. Sonrió y se apartó, dejándola ir.

 

La Malfoy pegó un salto de la cama colocándose del otro lado de la misma mientras tosía con fuerza.

 

-Es... Estás loco... -La tos entrecortaba sus palabras. Federico parecía divertirse con ello.- Demente... Vete... ¡LEJOS! ¡Aléjate de mí!

 

El italiano, cruzado de brazos caminó de espaldas hasta encontrarse con la puerta de su cuarto y detenerse allí. Su rostro se encontraba calmo y alegre.

 

-Ahora que he vuelto a encontrarte, no te librarás de mí tan fácil, Goshi. -Volvió a soltar una carcajada y salió del cuarto inmediatamente.

 

Goshi se quedó allí, de cuclillas, un rato, sosteniendo su cabeza con fuerza sin entender demasiado. La peor de sus pesadillas volvía a presentarse ante ella, como si no hubiese tenido forma de escapar de él nunca.

jD8hy.gif
FdFFT8Y.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

En la primera mañana en la mansión fue algo normal. Ni siquiera sabía que hora era, pero estaba segura que era un poco tarde. Apoyé ambas manos en mi cama y me levanté con un poco de dificultad. Odiaba despertarme, es como si estuvieran sacándote de algo hermoso. Cuando estuve ya levantada, empecé a cambiarme y cepillarme el cabello, algo normal. Siempre mi madre decía que tenía que estar presentable, por si cualquier tipo de ocasión aparece. Cepillé mis dientes, que parecían estar tan blancos como una hoja de papel y salí de la habitación. El lugar era grande, tenía que admitirlo, nueve veces más grande que mi casa, o mucho más.

 

Había bajado los escalones de dos en dos, así podía entrar en calor ya que tenía un poco de frío. Hasta me hacía acordar a la escarcha trabada en la cañería de mi casa, o la nieve que cubría los árboles dejándolos cubiertos. Extrañaba un poco mi casa. Bueno, en realidad extrañaba la casa de mi papá, mi madre casi me mandaba a vivir al trópico. Por suerte tenía conciencia y no la dejaba.

Una voz chillona y a la vez un poco rápida me hizo saltar un escalón mal y que casi me tropezara. Con un rápido movimiento tomé el bando para no caerme y sonreí un poco.

–Ah... ¿Sí? –Le pregunté al elfo que estaba al frente mío. Había visto algunos desde que nací, pero nunca había hablado con uno, alguien siempre lo hacía por mi. Luego de un momento me doy cuenta de lo que tenía que decir, así que reparo mis palabras–. Digo, quiero el desayuno.

 

El elfo asintió y se fue. Me hubiera dado una cachetada imaginaria, pero eso le costaría hasta a mi mente, así que me dirigí donde habían unas cuantas personas y me senté en el sofá sin prestarle mucha atención a la escena.

 

Me dí cuenta de que estaba siendo completamente grosera, y que debía presentarme ante aquellos. Así que me levanté del sillón con elegancia, como parecía estar todos aquellos, y hablé claro y fuerte, interrumpiendo toda su escena, que debía ser más grosero que todo lo anterior.

 

–Hola, soy Lizzie... –Arrugué un poco la nariz y traté de sonreír un poco para hacer quedar un poco más honesta.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Llevaba días fuera de casa, incluso semanas y eso que se encontraba aún por los alrededores. Extrañaba demasiado dormir en su cama, pero tenía tantas cosas que hacer y tan poco tiempo, se alegraba por primera vez haber renunciado al profeta aunque realmente no hizo mucho, sin embargo eso solo medio aliviaba la carga. La banshee entró de manera silenciosa por la cocina, era raro que alguien de la familia estuviera por ahí, así que simplemente se sentó y ordenó a los elfos que le prepararan algo de comer.

 

Estaba un poco confundida la Mortífaga, no comprendía muchos acontecimientos que sucedían en su entorno, necesitaba relajarse especialmente que vio a su hermano unas semanas atrás y demostrado que no le importaba nada. Suspiró, observó como los elfos le traían más comida de la que podría comer, todo olía delicioso y tenía una hermosa presentación. Agarró el tenedor, comenzado a comer lo que más le provocó, un delicioso pastel de chocolate acompañado con una copa de vino.

 

-Que aburrido es crecer-

 

Fue lo que pensó mientras recordaba esos tiempos que corría por los jardines y su única preocupación era sus juguetes, vestidos y otras cosas superficiales. Necesitaba buscar una distracción, sinceramente le importaba muy pocas cosas, aunque con el paso del tiempo sentía que las pocas cosas que le importaban se extinguían quedado un vacío que nadie podía sustituir.

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No hacía demasiado tiempo que había visitado aquella familia, pero tenía que regresar, había perdido uno de mis pendientes y estaba segura que había sido allí, en uno de los sofás. Ya suponía que Leandro no se encontraría en la mansión, no había respondido ninguna de mis lechuzas, probablemente aun no las hubiera leído a causa de su trabajo.

 

Habían dejado pasar más tiempo de la cuenta antes de regresar, esperaba no volver a encontrarme con el Malfoy, poder tomar lo que había ido a buscar y salir a toda prisa sin cruzarme con el chico, algo que no tenía porque ser extraño, no creía que el joven estuviera a todas horas dentro de la mansión.

 

Desde que golpeé la puerta no tardé demasiado en recibir una respuesta por parte de un elfo que me invitó a pasar, ya era conocida en aquella familia y me aceptaban, sabían que era una amiga y no había que temerme. Le informé la razón por la que estaba allí y me indicaron el camino.

 

Al llegar a la sala pude ver a un grupo de personas, una de ella acababa de anunciarse diciendo su nombre.

 

- Hola Lizzie, soy Anna.- me presenté muy levemente estrechándole la mano antes de nada.- Nunca antes te había visto por aquí, ¿llevas poco tiempo en Londres?- pregunté a la chica mientras empezaba a buscar entre los cojines del sofá. - Disculpa mi actitud un poco extraña, pero el otro día perdí una cosa aquí.

http://i.imgur.com/VDBZlqD.png


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Miré a la chica a la que había entrado en el lugar y sonreí levemente. Estreché su mano, algo que no hacía demasiado. En mi casa todo era un "hola" y a veces un beso en la mejilla y nada más. Me peiné con una mano un poco más el cabello porque sentía que se elevaba un poco y asentí con la cabeza a su pregunta.

 

–Es un gusto, Anna –Dije sonriendo ampliamente–. Sí, en realidad soy de la Isla de Wight, no vengo mucho por aquí, sólo para ir a la Academia –Levanté una ceja a tu mención del objeto perdido y me acerco un poco a ti–. ¿Quieres que te ayude a buscarlo? Tal vez lo ah agarrado un Elfo... –Murmuro sin recordar los nombres de estos.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.