Jump to content

~ Mansión de la Familia Malfoy ~ (MM B: 100774)


Crazy Malfoy
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Beltis instintivamente se miró el escote mientras cruzaba la habitación y vio que seguía sin abultar, no tenía las curvas de otras Malfoy, no había sido bendecida con ese tipo de encantos. La verdad es que físicamente era más bien común: baja y delgada, casi esquelética, con apenas formas femeninas, de pelo otrora castaño y ojos marrones. ¿A qué se refería cuando decía que estaba en buena forma? ¿A que se podía mantener en pie? ¿A que aún no perdía un ojo o un brazo en sus experimentos y singulares cruzadas? Se detuvo frente a un gran ventanal que daba a una preciosa terraza que pocas veces se utilizaba.

 

--se dio media vuelta y lo inspeccionó unos segundos en silencio-, sigues teniendo el pelo lila.

 

Sonrió con frialdad y se cruzó de brazos.

 

- Te escucho ¿Qué quieres?

 

Enseguida se iba a arrepentir de permitirle hablar. Había pensado que se trataba de algo del bando, o que le iba a reclamar por enésima vez el haber abandonado a Tauro. Pero no. Aquello era una ¿declaración? Comenzó a sentir un suave calor en las mejillas, usualmente frías y pálidas, un leve ardor como si se estuviera sonrojando. Pero una sensación fugaz que dio paso nuevamente a su lado más racional. De pronto lo vio ante ella como un adolescente, solo un hombre que buscaba un espejismo.

 

- No...¡¿Pero qué haces?! ¡¿Te has dado con una bludger en la cabeza?!

 

Beltis estaba furiosa, con ganas de sacar la varita ahí mismo y borrar ese momento incómodo con un movimiento. Pero se contuvo, mantuvo la voz baja para no llamar la atención, esperaba que nadie hubiese visto la escena ni el ramo de rosas en medio del salón Malfoy. No entendía la necesidad de arruinarlo todo.

 

- Esto es una locura ¿Qué te ha pasado? ¿Te han dado algo? ¿Un filtro, una poción, veneno?

 

El Crouchs no era así, jamás había sido así. Tenía que existir una explicación completamente lógica y racional a aquel comportamiento. No parecía estar bajo ninguna maldición, lo habría notado al instante...

 

Escuchó ruidos en el pasillo, voces que se acercaban. Apartó el ramo y lo dejó sobre una mesita, luego tomó de un brazo al mago y lo empujó hasta la terraza.

 

- ¿Sabes lo que estás haciendo? -murmuró una vez en la oscuridad del jardín- Esto, lo que tú crees que soy, es solo una ilusión. Las cosas han cambiado.

 

Con el tiempo había aprendido a ocultar bajo una máscara de seriedad y lejanía sus sentimientos y pensamientos; apenas se le notaban los años, las noches en vela y las preocupaciones. Pero en el fondo estaba cansada, como si hubiese vivido cientos de años. Estaba harta de esa ciudad y su gente, de la política y sus entresijos, de la monotonía de los días que pasaban torturándola lentamente. Tal vez había llegado el momento de desaparecer otra vez. Y para eso no necesitaba ataduras.

 

- Vamos a otro sitio, las paredes tienen ojos en este lugar

 

Lo agarró del brazo antes de que Spectum protestara y desapareció.

 

---

 

Off: que asco postar desde el móvil ,_,

HakOva6.jpg?1


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Perdido y prácticamente sin rumbo, solo con un trozo de pergamino en la mano, se encontraba el confundido nippon mientras recorría la frías calles de Ottery St. Catchpole, todas casas, mansiones y castillos reflejaban el poderío y la nobleza de cada una de las casas, aunque él sabía perfectamente que por la roca no se mide la grandeza del hombre.

 

Ya había casi aprendido de memoria lo que en aquel pedazo de papel decía, y la orden que había recibido, la cual sin razonar, por respeto a su padre, obedeció al pie de la letra, simplemente con cerrar sus ojo también llegaban a mente los recuerdos tan claros como agua pura de cómo fue entregado aquel pergamino.

TAKACHIHO-JAPON (un año antes)

 

Sentado sobre una roca se encontraba Katsumoto, observando como el sol se ocultaba tornado el cielo color fuego, su esperanza y felicidad se iban apagando como el astro en el horizonte, su padre, condenado a muerte por una enfermedad incurable que ningún hiringu (sanador) podía siquiera frenar su avance. Una voz lo sacó de aquel trance.

 

-Katsumoto Sama, su padre quiere hablarle- era nuestro erufu gakko (elfo domestico) quien no se desamparaba de su padre, dicho eso corrió nuevamente a estar a su lado.

 

El japonés caminó lentamente hasta donde se encontraba su aposento, no tenía el menor deseo de llegar porque sabía que esa iba a ser la despedida, pero no podía pedirle tregua al tiempo. Las piernas trataron de hacerle una mala jugada en el momento en que vio a su padre agonizante, el guerrero que en él vivía lo abandonó, Katsumoto se aproximó y apretó su mano.

 

-Chichi, sensei, aquí estoy- disimuladamente secó una lagrima que peligraba en resbalar por su rostro fingiendo acomodar su cabello.

 

-Musuko, musukosan, toma este pergamino- de entre los pliegues de la sabana sacó aquel objeto y lo puso en su mano -ve a Londres, expande tus conocimientos, se grande Katsumoto, ve a esa dirección, ahí vive una gran amiga que hice en uno de mis viajes, ella me hizo una promesa, al verte y al ver el pergamino seguro lo recordará, promételo que lo harás Katsumoto, promételo a tu sensei- apretó su mano con más fuerza.

 

El nippon con su cabeza afirmó lo solicitado por su padre, pero cuando encontró por fin las palabras, su padre había ya emprendido el viaje.

 

 

Los ojos de Katsumoto se nublaron, aquel recuerdo le había dejado casi sin aire en los pulmones, un frio recorrió su seca garganta hasta el estómago, cuando sus pies golpearon nuevamente la realidad, se encontraba en frente de un portón de hierro forjado, había llegado a su destino.

 

Saco su varita y haciendo un movimiento circular por sobre su cabeza un tigre de bengala plateado iluminó el lugar y se adentró en aquella formidable mansión, su mensaje era claro:

 

-Soy Katsumoto Kobayashi, hijo de Takeshi Kobayashi, busco a Gatiux...-

 

Solo se observó como aquel tigre con su elegante trote se perdía por los jardines de la mansión adentrándose cada vez más, con la orden de dar el mensaje al primer mago o bruja con el que se cruce, solo esperaba que a la bruja recordara quien fue su padre.

 

@Gatiux

http://i.imgur.com/wtV10Ja.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Nunca había jugado con magia realmente oscura como otros de sus compañeros de generación si que habían hecho, Glenin y otros tantos mortífagos se habían interesado por ramas de la magia que resultaban tabú en la mayoría de los círculos. Jugar con los muertos acababa saliendo caro, porque podrían volverse contra uno mismo, o acabar convertido en uno de ellos como le había sucedido al Black.

 

- Yo no puedo revertir esto... escapa a mis conocimientos. -admitió en un susurro- Nunca he querido jugar con los muertos, no me he molestado en aprender nada de esto...

 

Tal vez su padre pudiera revertir aquellos hechizos, pero hacía siglos que no sabía nada de Crazy Malfoy, el Ministro de Magia, hacía tiempo que la ausencia de su figura le había dejado de importar aunque sería realmente útil para casos como aquel. De cara al público el patriarca Malfoy era un hombre intachable, recto y que seguía las reglas, como debía ser un buen Ministro, pero en la Marca Tenebrosa sabían que el Ex-Líder había probado todo tipo de magia prohibida, mucho más allá de los hechizos mortífagos.

 

- Será imposible encontrar a alguien que te devuelva a la normalidad.

 

Se limpió furiosa las lágrimas que escapaban de sus ojos amarillos al tiempo que se levantaba del suelo. Las rodillas estaban manchadas de tierra, las sacudió y miró a los acompañantes de Glenin, estaban peor que muertos, eran unos espíritus que no le pertenecían. Orión le hubiera dicho algo impertinente y luego le regalaría una media sonrisa, no le miraría con aquellos ojos vacíos.

 

- Es horrible esto que estás haciendo. -dijo Gatiux recobrando la serenidad inicial- Vete de aquí y no vuelvas mientras estés en este estado, Glenin Black. De lo contrario te mataré con mis propias manos.

 

Debería importarle que aquellos sujetos estuvieran sueltos por Ottery, unos monstruos sin vida que asesinarían y sembrarían el caos, pero no tenía a nadie a quien proteger. Le daba igual lo que le pudiera pasar a un puñado de desconocidos. Si se morían sería porque no habían sido lo suficientemente fuertes para enfrentarlos, o astutos para huir lejos.

 

- Nunca encontrarás a Nomak. Él es más listo que todo esto.

 

El cuerpo de Glenin Black desaparecía en la oscuridad, junto con sus nuevos secuaces, Gatiux les dió la espalda cuando estuvo completamente sola. Hizo un movimiento de varita y la tierra y las tumbas regresaron a su estado anterior, como si nada de aquello hubiese ocurrido. El corazón le latía con fuerza dentro del pecho, único testigo de lo ocurrido. ¿Cuantas cosas malas ocurrirían por no dar aviso de aquello? ¿Moriría alguien conocido o Glenin se dedicaría solamente a saquear tumbas?

 

Apareció dentro de la Mansión, recompuso su cabello y terminó de quitarse la tierra de las piernas. Aprovechó para darse una ducha y ponerse un vestido negro, escotado y con gran vuelo, dejando su larga melena violeta suelta una vez que lo secó. Mientras acababa con el acicalamiento, un elfo de la masión apareció en su habitación, traía consigo un pergamino para entregarle a Gatiux.

 

- Ha aparecido un tigre de bengala con un mensaje, ama Gatiux, la busca un tal Katsumoto Kobayashi

 

-¿Katsumoto Kobayashi? -inquirió, el elfo asentía- No conozco a ningún Katsumoto Kobayashi.

 

- Kobayashi me suena familiar. -cruzó los brazos por debajo del pecho- Hazlo pasar al Salón, enseguida bajo.

 

Hacía muchos años que la banshee no oía aquel apellido, años atrás, en uno de sus múltiples viajes, Gatiux había conocido a un hombre llamado Takeshi Kobayashi, con el que había entablado amistad pese a ser frío y recto, al que le había hecho una importante promesa, aunque en aquel momento no la recordase. La bruja acabó por ponerse unos tacones grises y bajó al encuentro de aquella inesperada visita.

 

En el Salón esperaba de espaldas a ella, un hombre al que le sacaba apenas unos centímetros gracias a sus tacones.

 

- ¿Eres Katsumoto? Me han dicho que me buscabas...

 

Dejó la frase en el aire, a la espera de que el hombre se volviese y le dijera qué quería de ella, por qué estaba en la Mansión Malfoy.

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El frio empezó a castigar el rostro del japonés, la tarde se estaba algo gélida, a pesar de soportar fríos mucho más fuertes es su tierra natal, el frio de Londres tenía algo especial que no podía identificar, tal vez el sentirse extraño hacía que el frio exterior estremezca más con el vacío en su estómago.

 

No tuvo Katsumoto que esperar mucho tiempo que un elfo se aproximaba a las verjas de hierro haciendo que estas se convirtiese en un vapor. Los elfos domésticos en occidente son mucho más feos y para nada sociables, su mirada de desconfianza lo intimidó un poco, sentía que cada paso que daba adentrándose en la mansión Malfoy era cuidadosamente escrutado, como si el nipón fuera a sacar su varita y empezar a lanzar maldiciones a diestra y siniestra, la mirada de aquel ser era fría, pero en el fondo él sabía que eso era necesario, no a cualquiera se le abre las puertas de la casa.

 

Ingrese a un salón grande y con detalles soberbios de decoración, cuadros que lo ocultaban de la misma manera que el elfo, pero algo mas críticos y en verdad estos si daban miedo, el elfo de una manera tosca que ligeramente rosaba en lo cortés le dijo al Kobayashi que esperara, mientras lo hacía le faltaban ojos para admirar el derroche de arte y buen gusto que ahí había.

 

Poco tiempo después sintió el japonés una mirada que me fulminaba por la espalda y no tardó en a aquella sensación le acompañara una dulce voz, al voltear pudo ver a una mujer bajando las escaleras, muy atractiva que destilaba gracia y elegancia en cada paso que daba, su primera reacción fue agachar su cabeza en señal de respeto y hacer una pequeña reverencia inclinado su espalda hacia delante.

 

- Konnichiwa ojousama- la saludó en japonés, corrigió de inmediato traduciendo rápidamente su saludo...- saludos mi señora, soy Katsumoto Kobayashi, hijo de Takeshi Kobayashi, quien antes de morir me hizo prometer que te entregase este pergamino, el cual tiene su dirección y este DIBUJO que es un kanji japones, que significa secreto...-estiró sus manos y le entregó el pergamino con el kanji, en ningún momento la miró a los ojos, siempre su mirada estuvo puesta en el suelo, como signo de respeto a su anfitriona.

 

@Gatiux

http://i.imgur.com/wtV10Ja.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Abrió los ojos. Agradecida observó que era el mismo techo de siempre. Blanco, con apenas un par de grietas y las paredes verdeoscuras que se extendían hacia ambos lados. Se incorporó con ayuda de sus brazos, ya que sus abdominales no estaban del todo en forma como para hacer todo el trabajo y se recogió el pelo en una cola con una cinta que llevaba atada en su muñeca izquierda. Estiró los pies hasta encontrar las pantuflas en el suelo y se ató a la cintura la bata que tenía colgada en la esquina de la cama.

 

De brazos cruzados, salió del cuarto. La luz de los pasillos le hizo arder los ojos. Quién sabe cuántos días seguidos habría dormido. Se frotó con el revés de su mano y expidió un bostezo de aquellos que pareciera la boca no dar abasto.

 

Llegó hasta el baño al final del pasillo, abrió la puerta, se colocó frente al lavabo y hundió su rostro en el agua que pudo recoger entre ambas manos. Parpadeó con fuerza varias veces, obligándose a despertar. Secó su rostro y dejó la bata allí, quedando sólo en sus cortos pijamas de verano.

 

Se asomó a la baranda que daba al hueco de la planta baja. Vio a Gatiux junto con otro sujeto. Siguió de largo y bajó las escaleras sin importarle la presencia del desconocido.

 

- Buenos días. O noches. Ya no sé... - Pasó de largo agachando la cabeza a modo de saludo y se dirigió a la cocina.

 

Allí abrió la nevera rascándose la espalda por encima de su hombro y sacó un bidón de leche. De la alacena extrajo un par de galletas de chocolate y un vaso donde luego sirvió la leche. Volvió a bostezar.

 

No esperaba que ocurriese nada interesante, nada por fuera de la rutina, aunque por dentro lo deseaba muchísimo.

jD8hy.gif
FdFFT8Y.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mientras se presentaba Katsumoto lo recordó. Gatiux era mucho más joven y viajaba por ahí recorriendo mundo, sin nada que la atase y sintiéndose completamente libre. Dio con el viejo en un pueblo casi abandonado, él también era un viajero, no se entendían porque un idioma les separaba pero se llevaron bien en el tiempo que compartieron juntos. Al final otro viajero que llegó acabó mediando entre ambos, haciendo de traductor, armonizando la convivencia antes de que cada uno prosiguiese su viaje. Fue un buen mes que la banshee recordaría con una cada vez que rememorase sus andanzas por Asia.

 

Gatiux cogió el pergamino que le ofrecía Katsumoto. Si estaba allí era porque el viejo Kobayashi estaba muerto, no podría ser de otro modo. El pergamino tenía una palabra dibujada que decía secreto. La Malfoy rompió el lacre del mismo y abrió el contenido. Sus ojos amarillos recorrían una y otra vez una frase simple que había garabateado el padre del chico en inglés.

 

 

Recuerda tu promesa.

 

Y la recordó.

 

Una noche de tantas, habían estado bebiendo té mientras intentaban enseñarle a Gatiux como jugar al go, aunque noche tras noche perdía estrepitosamente, mientras cambiaban fichas blancas por negras y viceversa, el hombre le había confesado que uno de sus mayores miedos era morir y dejar huérfano a su hijo, sin un sitio a donde vivir. La banshee le había dicho que podría ir a Inglaterra, pues pese a no tener en ese momento mucho dinero encima, su familia era adinerada y adoptaban a gente a menudo. Takeshi le había hecho prometer que ella se encargaría de su hijo una vez muriese.

 

- Takeshi ha muerto, ¿verdad? -preguntó- Siento mucho tu pérdida. Era un buen hombre.

 

Esperó a que Katsumoto asintiera, aunque no hacía falta, su sola presencia era más que suficiente.

 

-¿Sabes lo que contenía el pergamino o porqué estás aquí?

 

Saludó a Goshi, que se encaminó a la cocina, luego caminó hacia su invitado y puso una mano en su brazo, cerca de su hombro para indicarle que pasase al salón, donde un elfo estaba preparando un té caliente para ambos. Gatiux se sentó en el sofá, esperando que el hombre hiciese lo mismo para empezar a beber un poco de lo que habían servido.

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

A pesar de que el tiempo había pasado, la muerte de su padre estaba tan fresca como el primer día, nunca fue un padre amoroso, cariñoso y tierno, pero a su manera demostró cuanto lo amaba, muchas veces no necesitas palabras lindas, regalos o caricias para saber que alguien te quiere, Takashi enseñó a su hijo que para expresar el amor se necesitaban acciones, actos, como una vez le dijo.

 

- Las palabras son como el viento, ligeras, cambiantes, las sientes muchas veces así no las veas, son sutiles, pero impredecibles y variables, te engañan y te envuelven. Las acciones son como las rocas, duelen muchas veces, pesan, las ves, sabes que si te dieron una roca esta siempre será una roca, no cambia. Se tu musukusan como la roca y cuídate del viento.-

 

La mujer preguntó por la muerte de su padre a lo que simplemente asintió con su cabeza, creo que fue suficiente para confirmar la partida del padre de Katsumoto.

 

- La verdad es que no mi señora, mi padre mi dijo que el pergamino era para usted, por lo tanto lo que ahí se encontraba escrito era solo para sus ojos...- el nipón caminó acompañado de su anfitriona al salón donde les esperaba un té.

 

Katsumoto se sentía un poco incómodo, ya que a pesar que sus pies fueron los que lo trajeron a la mansión, no sabía las razones ni los motivos para su visita, se sentía como un intruso, solo su obediencia ciega a lo que su padre le ordenó pero su corazón y su mente estaba lleno de dudas.

 

Tomó la taza que se encontraba servida dando un sorbo, estaba perfectamente preparado, tal cual como al japonés le gustaba, asentó nuevamente sobre la mesa el pocillo, y llegó el punto en que su curiosidad sobrepasó el límite de su prudencia.

 

-Ojousama, perdone si soy impertinente y la ofendo, pero parece que usted sabe más del por qué me encuentro en su casa que yo, que soy el que vino...-levanto su vista y por primera vez clavo sus ojos negros azabache en los de su anfitriona...-ya que no quisiera ser alguien que roba su tiempo, le pido me diga que hacer, porque la verdad me encuentro perdido...-en su voz a más de un pedido había un deseo, deseo de por fin conocer la razón de estar en Londres, ya que los estudios eran un pequeño gajo de la naranja.

 

@Gatiux

http://i.imgur.com/wtV10Ja.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Tu padre tenía un temor profundo en su corazón, Katsumoto. -le dijo Gatiux- Tenía miedo de morir y dejarte a ti sólo en el mundo.

 

Por primera vez la miraba a los ojos, en su cultura no era de buena educación hacerlo, pero la Malfoy no estaba acostumbrada a no establecer contacto visual con quien hablaba. Esperaba que con el paso del tiempo, y con la confianza, aquella costumbre desapareciera de la vida de aquel muchacho. Tomó un sorbo de te antes de continuar con las revelaciones, intentando crear así un espacio cómodo para el chico, transfiriendo calma antes de hablar de forma pausada.

 

- Conocí a tu padre en uno de mis muchos viajes. Los dos descansábamos nuestras almas hastiadas, por lo que mientras reuníamos fuerzas para reemprender el viaje, convivimos juntos. -explicó- Una noche mientras jugabamos al go, yo perdía extrepitosamente, me confesó su miedo, aquel que le pesaba en el fondo de su corazón. Aquel temor era morir, morir y que su hijo no tuviese una figura paternal o un techo donde guarecerte. Temía dejarte solo, Katsumoto.

 

Era una clara noche estrellada, sin luna, cuando había ocurrido aquello. Ambos jugaban sobre un tablero, cambiando las fichas blancas y negras, nadie decía nada, hasta que Takeshi había roto el silencio con su confesión. Los ojos amarillos de la banshee lo habían escrutado durante un instante, sólo veía sinceridad por parte del anciano. Se apiadó de su alma, haciendole una oferta que no rechazó.

 

- Le prometí a tu padre que si moría, tú podrías venir a vivir aquí, mi familia sería la tuya, y que yo misma te adoptaría y me haría cargo de tí. -confesó- Ahora es tu decisión quedarte o marcharte. Mi ofrecimiento es sincero.

 

Acabó de beber de la taza de te y la puso sobre la mesita, aguardando la respuesta del muchacho. Tal vez fuese algo demasiado complicado para él, que venía de una cultura totalmente distinta. Gatiux era una desconocida para Katsumoto, tal vez él no quisiera que ella se encargase de eso. Lo observó, podía verlo debatir consigo mismo.

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El japonés escuchó con atención cada palabra que su anfitriona le decía, sin siquiera pestañar, ya que aquella mujer que acababa de conocer, sabía mucho más de su padre que él mismo, eso le confundía y a la vez le molestaba. ¿Cómo es posible que su padre, su sensei, haya ocultado sus miedos y lo que más le impactó, sus miedos a alguien fuera de la familia?

 

Seguramente, pensó el nipón, que ella definitivamente era alguien especial, debe tener definitivamente algún don para haber hecho que la roca impenetrable que cubría el corazón del viejo se abriese dejando todos sus sentimientos sobre la mesa. Era difícil entrar en esa armadura que era su orgullo, armadura que heredó prácticamente el día en que su padre murió ya que Katsumoto era cada día más hermético con respecto a sus sentimientos.

 

En ese momento todo era confuso, pero si su padre lo puso en ese camino, con certeza el el correcto, o morir en el error de su maestro, su obediencia era ciega.

 

Inclinó su cabeza en señal de respeto y hablando en dirección al suelo le dijo:

 

- Gatiuxsama, es usted una mujer de honor, me lo ha demostrado recordando después de tanto tiempo la promesa hecha a mi chichi y sensei, por lo que me siento honrado por la invitación que usted me ha hecho y será un verdadero honor para mí, el estar bajo el cuidado y consejo de alguien tan honorable como usted...-

 

El Kobayashi en verdad estaba muy conmovido por lo conversado en la mansión Malfoy, pero algo más le obligaba a quedarse en aquella casa y era su infinita curiosidad por alguien que de verdad conoció a su padre, saber que más tenía dentro de su alma aquel samurái tan recto, de carácter indomable.

 

- Podría ayudarle también a mantener un poco este jardín, no quisiera para nada ser una carga ni para usted ni para su familia...-

http://i.imgur.com/wtV10Ja.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

baje de mi cuarto pues los rumores eran ciertos teniamos un nuevo en casa y queria ver

un nuevo en casa que emocion corri hacia el dandole la bienbenida me llamo pandora

y tu como te llamas temerosa me presente ante el nuevo le hise saber que mi presencia sera escasa pues casi no estoy hay , estoy mas con mis amigos si queria unirse al grupito de hastras seria bienbenido le dije pero me miraba muy feo

 

 

 

 

saliendo de la casa con unas catanas en mano me fui con mi grupo

 

prometo no llegar ensangrentada miraba a todos en la sala riendo me despedi

del nuevo me de tuve a ver si queria unirse al grupo tomandolo del hombro

le dije chico tu elijes es opcion personal por 2da ocasion tome mis cosas y me fui

 

http://i.imgur.com/108nu8F.png

u.u nunca mas un juntos para siempre

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.