Chateau Dumbledore (MM B: 78647)

[Hannity Ollivander Evans]

Harmony Gryffindor Dumbledore 

 

Ese día se había despertado tarde, muy tarde ya que la noche anterior había  visitado por primera vez uno de los pub's de Inglaterra y el espec.táculo había llamado taento su atención que no había regresado a casa hasta las primeras horas de la mañana del siguiente día, ¿acaso no era eso lo que hacían las jovencitas de 17 años en aquella comunidad? Tal vez sí,  pero había olvidado por completo el evento que le esperaba por la mañana.

 

Era un día muy importante, tanto para su hermana Camille, como para ella ya que aquel día se revisarian los detalles de la cena que se celebraría por la apertura de la embajada de Francia  en Inglaterra y su hermana tomaría protesta de su cargo como Ministra de magia Francés, también ella tendría un trabajo en el ministerio francés, sería la aprendiz de la directora de Cooperación Mágica Internacional, a quién aún no conocía, o probablemente no, eso no importaba ahora, si no se levantaba de la cama llegaría tarde a la reunión y el verdadero colmo es que esta se llevaría acabo en el jardin del Chateau.

 

Se levantó ágil, se dió una ducha corta y salió para arreglarse lo mas prontamente que podía, un corto vestido azul marino con un cinturón rojo que enmarcaba la bonita figura de la muchachita y tacones que hacían juego con el cinturón. Salió de su habitación apresurada y al llegar al jardín observó que su hermanita tenia todo listo afuera, esperaba no haber olvidado si acaso ella no había prometido ayudarle en la preparación o probablemente estaría  en problemas.

 

A lo lejos observaba a mi hermanita dirigirse a la entrada,  a lo que sólo le hice un gesto con la mano en forma de saludo para que ellaviera que ya estaba lista para aquella reunión y me dirigía a la carpa para tomar algo fresco.

 

 

Hannity Ollivander Evans 

 

Mientras esperaba a ser recibida contemplaba el lindo lugar, con mucha luz y para lo que ella pensaba, poca vegetación  a comparación del bosque circundante de su queridísima Heredad, aunque al castillo Dumbledore se llegaba sin problema alguno y sin temor a ser perdido por la malesa del bosque de los terrenos de los Ollivander...

 

Cuando la anfitriona llegó a recibirle le tomó por completa sorpresa aquel recibimiento, de no ser por que la joven Dumbledore era una especie de familiar lejano (lo había investigado previamente) fue que no sacó la varita para atacar, los últimos sucesos en su vida la habían hecho un tanto desconfiada y temerosa de las personas, aún así su sorpresa pasó desapercibida con una sonrisa hacia la Dumbledore.

 

-Mademoiselle Dumbledore, gracias por la invitación, el gusto es todo mío.

 

La siguió hasta lo que parecía un costado del lago, en donde habia una carpa co todo preparado para la reunión que se llevaría acabo allí.  Adentro, ya se encontraba una joven pelirroja sentada en una de laa sillaa del fondo. Así  que Hannity lanzó un corto Buenas tardes... en señal de saludo a la muchachita de allí. 

 

@ Ada Camille Dumbledore

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

La tarde iba a ser maravillosa, la idea era que el equipo conociera la gastronomía francesa y de paso me ayudase a escoger todo el menú de la cena, había gran cantidad y variedad de platos en las mesas y unas cuantas botellas de vino. Todos los platos allí expuestos habían sido cocinados por Lynette mi elfina doméstica a quien mi madre Selene Dumbledore que amaba la cocina había casi enseñado a preparar variedad de platos de la cocina francesa y algunos más de Inglaterra, Italia y América. La comida asiática no era mi fuerte pero mi madre sabía preparar algunos platos indus y la verdad es que la cocina y las varitas se le daban de maravilla, debía ser por su carácter dulce y amable que su sazón era tan exquisito.
Yo no era precisamente buena en las preparaciones en la cocina, pero el inicio de mi vida, a causa de mi entrenamiento militar, me había enseñado a valerme sola en la cocina y que no era de mi gusto, pero no moría de hambre.
Harmony había aparecido por el pasillo y había ido justo a la carpa, estaba segura que ella me ayudaría con la parte de los postres y Hannity quien venía a mi lado me parecía una persona muy centrada y en la que podía confiar, esperaba se sintiera en casa.

-Hannity... se que no te lo había preguntado, se que vives en Londres actualmente y tu traslado a París no ha debido ser muy fácil. Quería ofrecerte mi apartamento anterior, ahora estoy viviendo en uno de los apartamentos de la torre Eiffel y me encantaría, si tu gustas, que tomaras el apartamento que tengo en el Canal Saint-Martin. Es un lugar de moda, si no te gusta podrías buscar pero sería un honor para mí que usaras ese apartamento…

 

Me había puesto nerviosa al decirlo, yo ya tenía un lugar pero sabía que ella necesitaba anclarse y echar raíces y esperaba que en París encontrará ese lugar y sobretodo en el Ministerio. Llegamos al jardín y a la carpa todo estaba dispuesto y listo. Me acerque a Harmony y le bese las mejillas, era cuatro años mayor que ella pero a diferencia de la pelirroja yo me veía mas seria. Ella apenas era una pequeña niña aprendiendo a vivir.

-Harmony ella es Hannity, será la directora del departamento de cooperación y tu futura jefe, Hannity ella es mi hermana menor, tu asistente

Las mire a ambas y espere se agradarán. 
 

@ Hannity Ollivander Evans

[DonTau]

Poco caso hizo al paisaje que las ventanas traseras de aquel auto le ofrecían, su atención completa estaba en la pantalla del teléfono, que, con total calma manipulaba con su diestra. No fue hasta que el auto se detuvo que levanto la mirada, había llegado a destino. Intento calcular el tiempo que había pasado de la última vez allí, no tardo mucho en recordar aquella no tan lejana navidad. Volvió la vista a la pantalla de su móvil, ahora apagada, para apreciar su reflejo, buscando algo que corregir en sus blancos cabellos. Dejo caer sus auriculares a los lados del cuello, tomo una mochila negra y decenio del coche, apreciando aquella vivienda, la carpa en los jardines y un horizonte que lo llevaba a recordar sus vacaciones correteando por allí de niño.

Un pequeño remolino de un marrón gastado se mostró apenas unos segundos delante de él, dando forma a un viejo elfo, del cual, claro nunca se iba a aprender el nombre. No tenía interés de tener uno propio de momento, le interesaba más la licencia de vuelo y aparición. Las cuales lo alejarían de los largos viajes en coche. Aquel elfo con varios chasquidos de dedos, logro quitar aquel baúl del maletero, el cual, siguió los pasos del pequeño anciano por el camino de piedra que llevaba a la Mansión. Don por su lado, con la mochila a cuestas se encaminó a la curiosa carpa blanca. 

Su vestimenta era la habitual, pantalones holgados y oscuros, desencajando con una camiseta blanca con capucha de fina tela descansando en su espalda, está haciendo juego con los cabellos del joven. Su calzado, deportivo, del mismo color que la camiseta. Poca pena sintió al ver a sus primas vistiendo con elegancia, digna de aquella familia. Con cada paso que daba menos entendía de aquel festejo. ¿Una boda tal vez?.

Se detuvo a varios metros de la mesa, donde las 3 damas charlaban entre ellas, se fijó en el costoso vino, para luego centrarse en la comida sobre la larga mesa. Su expresión de desinterés cambio al ver aquellos manjares, los cuales algunos, eran desconocidos para él. - ¿Qué están festejando? - Pregunto directamente a su prima Ada.  - Hola a todos por cierto... - Agrego al notar su falta de educación. 

 

 

[Hannity Ollivander Evans]

En todo el tiempo que había pasado, sobretodo los últimos seis meses, aquellos días habían sido los más normales a pesar de que lo pasaba viajando entre Inglaterra y París, escuchaba con atención lo que decía la joven ministra y le parecía una buena idea, ella había encontrado un modesto lugar a las afueras de Paris,  era cómodo, pero se le dificultaba un poco el traslado ya que actualmente usaba la moto voladora para trasladarse y los callejones en esa parte de la ciudad eran muy reducidos.

-Al contrario madame, es un honor para mi semejante propuesta y aunque no quisiera causarle molestias, me veo obligada en aceptar, al menos hasta que consiga otro piso y pueda devolverle el de usted. 

Fueron caminando hasta llegar al lugar que la Dumbledore tenía reservado para la reunión con todo el equipo de trabajo del ministerio francés, allí se encontraba una linda jovencita pelirroja, la cual le parecía haber atendido en las ruinas del Hospital San Mungo después de la caída del estatuto. No hizo ningún comentario,  pues la niña se negaba dar el nombre de algún familiar ya que no quería preocupar a su madre. Ahora sabía que era una Dumbledore. 

¿La joven pelirroja sería su asistente? Hannity asintió cortésmente ante las palabras de la ministra -Será un placer trabajar con usted señorita Dumbledore.

De pronto un chico de aproximadamente 15 años se acercó preguntando qué era lo que se celebraba, Hannity simplemente sonrió y saludó con un Buenas tardes mientras esperaba que alguna de las damas presentes respondieran al joven.

Harmony Gryffindor Dumbledore 

La pelirroja estaba ansiosa de querer probar toda aquella comida que su hermanita había dispuesto en las mesas para que los invitados dieran su visto bueno acerca de que servir, Harmony había tomado un tenedor a escondidas de Lynnet la elfina de su hermana y se disponía a probar la bullabesa, una comida típica francesa que a su madre le salía exquisita,  pero antes de que el tenedor pudiera agarrar cualquier cosa del plato, la elfina ya la estaba riñiendo y es que Harmony se había perdido el desayuno por levantarse a las carreras y a esa hora su estomago  ya crujía.

-No te molestes Lynette,- le dijo después de dejar el tenedor con un poco de dolor por el pequeño golpe que ha recibido de la elfina con una cuchara -sólo quería verificar que tuvieras la misma sazón de mamá. 

Se regresó a su lugar antes de que Camille llegara con una joven rubia, era atractiva, pero se veía cansada, como si hubiera sufrido mucho antes,  además parecía estar rodeada de magia muy oscura, de hecho, aunque ella no sabía mucho de maldiciones, se fue fijando discretamente en algunas partes de su cuerpo, hasta llegar a las manos, ¡claro! Ella portaba una maldición, lo podía ver en la palma de su mano izquierda, la cual la rubia inmediatamente alejaba de la vista de los demás.

Así que ella era Hannity Ollivander  ¿sería alguna clase de pariente de su madre? Pero, ahora que lo recordaba, no solo le sonaba su nombre por el apellido, si no mal recordaba ella había sido la medimago que le había atendido después de ese ataque mientras aparecía en el Diagon, esperaba no dijera nada al respecto.

Supo que Ollivander la había reconocido, pero como ella esperaba no había mencionado el incidente, - le plaisir sera pour moi, mademoiselle Ollivander

Estaba ansiosa por empezar a comer, llegaría alguien más  a aquella reunión, si era así esperaba no tardaran mucho, su estomago hacía ruidos cada vez más fuertes, para su alivio en ese instante llegó saludando uno de sus primos, por cierto ¿Cómo se llamaba? Lo había olvidado, pero recordaba haberlo visto en todas esas reuniones familiares navideñas

-¡Hola! Realmente no celebramos nada,- se acercó a él -mi hermanita organizó esta reunión con todo su equipo de trabajo para la organización de la cena conmemorativa de la revolución francesa  en donde tomara el cargo de Ministra de magia de nuestro amado país- lo último lo habló con un tono dramático y sonrió -¡Pasa! A ver si así Lynette se apiada y nos dá de comer…
 

@ Ada Camille Dumbledore  @ DonTau

[Ada Camille Dumbledore]

 

Hannity era una chica muy dulce en el tiempo en que había logrado conocerla notaba su esfuerzo por hacer todo con excelencia y a veces como si quisiera comprobar que era capaz. Por ello me veía a mi misma hacia años atrás apenas gradúandome de ciencias políticas y economía entre grandes políticos y hombres con poder para demostrar mi valia entre ellos sin favores de nadie y por mis propios medios. 

 

-El honor en realidad e s para mí, quiero verte cómoda en la ciudad y lo que necesites solo tendrás que decirnos, si te has dado cuenta el Ministere es una gran familia que se apoya. Cuando regresemos a París le daré orden a Francoeur de que deje todo listo para ti, espero te guste el púrpura, al ser de la casa de Doué , casi todo es de ese color... Por favor ponlo a tu gusto. 

 

Sonreí ante la llegada de Harmony y abrace de inmediato a mi hermanita, era la menor de todos y pues por eso la más consentida y las más cuidada. Me gustaba que ella empezará su carrera en el Ministerio a sus 17, la misma edad que yo había empezado, aunque mis inicio en el gobierno mágico habían empezado más por la Inteligencia, de hay mi amistad y gran lazo con Albus. 

 

-Bueno ya que se conocen hay alimentos que nos esperan y si Harm Lynette nos ha de alimentar, no sabes los postres que he visto en la cocina... Están para enloquecer. 

La presencía de un caballero de blanca cabellera me hizo casi detener el corazón, d emi haber sido por su juventud hubiera creído que era el esposo de mi madre que había regresado. Bueno no era muy lejano el parecido pue smi primo Don y mi padrastro Hakoda eran hermanos de madre. 

 

-¡Don!  Bienvenido! No has podido llegar en mejor momento. 

 

Me acerque a él y bese sus mejillas 

 

-Estamos a punto de elegir un menú para una cena y de paso disfrutar de la hermosa tarde y por supuesto de la deliciosa comida... Ella es la directora del departamento de cooperación mágica internacional de Francia Hannity y bueno a Harmony mi hermana la has de recordar. Hannity el es mi Primo Don Dumbledore, Ven toma asiento. 

 

Casi lo hale del brazo y lo sente con nosotras. Mí elfina Lynette había llegado con una entrada de pan baguette con camembert y nueces. Dejó la charola sobre la mesa y aplaudi al recordar el plato.

 

-Bueno vinimos a probar así que Bon appetit 

 

Los invite a probar las delicias de la cocina francesa, mientras que yo tomaba la botella de Chateau Petrus y servía cuatro copas de vino. 

 

@ DonTau   @ Hannity Ollivander Evans

[DonTau]

 

Fiesta Inicio... 

El castillo se mostraba estático y tranquilo, apenas algunos movimientos podrían percibirse desde las afueras, blancos y altos muros, rodeando bastos jardines de verde césped, el enorme lago reflejando una luna llena, digna de aquel evento. Corrían los rumores de que tiempo atrás, grandes magos y brujas habían forjado el calamitoso mundo que hoy nos toca vivir. No era trágico para nada, pues la balanza entre el bien y el mal se mantenía firme, dejando un perfecto equilibrio, tanto en lo que fue, como en lo que será. 

DonTau llevaba poco tiempo en aquellas tierras, había conocido grandes personas, incluso forjado vínculo con el paso del tiempo, y sumado a un pequeño rumor que había escuchado, no pudo evitar pensar en realizar aquella fiesta.  Grandes leyendas del bien y el mal volvían a codearse en aquel mundo, y que mejor que invocarlos a todos, para celebrar un encuentro digno de ser recordado.  Su lista de invitados no fue problema, pues cada ser vivo con habilidades mágicas y algo de razón había recibido una lechuza de parte de la Familia Dumbledore, invitándolos claro, a un evento informal, lleno de locura, bebidas y un prudente descontrol. 

Un estallido en todo el castillo dio paso a la Música, Don se encontraba en la parte superior de las escaleras, una alfombra negra conectaba la entrada principal, y los guiaba hasta la planta superior, donde un pasillo lleno de luces de varios colores los conducía hacia el ala sur del castillo. La iluminación era oscura en los pasillos, y rincones, apenas destellos de lo que parecía ser un distante flash, iluminaban de momento a la perfección los rostros que se aventurasen al salón que daría lugar a la fiesta. 

Al terminar de recorrer el camino, se toparían con una puerta doble, dando paso a un enorme salón rústico, repleto de detalles en piedra y madera, aun así, la iluminación variaba según la zona, dando intimidad a los invitados, un amplio lugar para bailar y zona de billar.  En la parte posterior, una enorme barra de cedro esperaba ansiosa, cuatro personas se disponían a servir cualquier tipo de bebida. La zona de estar en el extremo derecho contaba con sillones dobles o simples, con una mesa pequeña en el centro. Junto a esta zona una barra un tanto más pequeña, con bandejas de plata, ofrecido a quien le interese, todo tipo de sustancias, desde cigarrillos de dudosa procedencia, hasta pequeñas láminas de cartón con llamativos colores y dibujos psicodélicos. 

 

 

Los encargados de atender a los invitados vestían todos de la misma forma, los chicos apenas un bóxer negro, con un pequeño moño en el cuello, sujeto por una banda. Las meseras estaban usando una sugestiva minifalda  colegial a cuadros rojos y negros con un corsé de cuero estraple, que dejaba ver  esculturales cuerpos mientras servían comidas y bebidas a los distinguidos invitados. Se distribuían por el salón esperando servir de la mejor manera a los invitados, en los pasillos y la entrada, esperando poder guiar no solo a los que llegaban, sino también a los que buscaban salir del lugar. 

Era el momento, podía sentir el vibrar de los cristales, como su corazón intentaba salir de su pecho por la emoción, y aquella ansiedad recorriendo sus piernas. El Peli blanco sonrió con malicia desde lo alto de las escaleras, vistiendo un simple pantalón negro, una playera blanca con una imagen apenas distinguible, y sobre la misma una camisa sin abotonar.  Aquella seria, sin duda, una noche que las generaciones vivas recordarían, donde los nuevos y viejos tiempos se fusionarían, en el comienzo de una nueva historia para el mundo mágico. 

 

 

 

[Ludwig Malfoy]

Diez años habían transcurrido desde que se vió por última vez a Ludwig Malfoy, el joven sanador y mortífago cuya carrera se encontraba en ascenso. Nadie supo que fue de el o el motivo de su desaparición, la mayoría lo dio por muerto y con el pasar de los años… quedó en el olvido. Desde entonces, eventualmente el mundo se movió, cambió y evolucionó. Generaciones de magos y brujas nacieron y murieron, líderes fueron derrocados y otros ocuparon los lugares vacíos. Con el pasar del los años parecía que el mundo mágico pasaba con un periodo de cambios y transiciones, de alguna manera anormalidades estaban por comenzar y una de ellas sería el regreso de seres pertenecientes a ese olvido.

 

Fue en aquellas calles de Ottery donde el joven Malfoy desapareció, y era razonable que ahí mismo regresara, de manera inesperada e inexplicable lo cual lo hacía muy extraño. Simplemente llegó. Parecía que el tiempo no había pasado por su rostro. Se trataba de la misma persona, sin un cambio alguno. Sus ojos azules se posaron en frente de la morada en la que había aparecido y extrañado frunció el entrecejo.

 

-          Que curioso – murmuró el sanador – nunca había visto esta vivienda anteriormente.

 

Ludwig comenzó a inspeccionar el área en la que había aparecido, Chateau Dumbledore, un lugar que no podía reconocer. Lo último que recordaba era haber salido de la mansión Malfoy para dirigirse a su trabajo en el Hospital San Mungo, era de día y ahora por alguna extraña razón reinaba la noche.

 

El rubio sin embargo tenía una extraña necesidad de ingresar al lugar, observó su ropa la cual se encontraba desgastada, casi destruida como si se la hubiera puesto hace años. Necesitaba respuestas y las encontraría. Al ingresar al recinto pudo identificar que se estaba realizando una celebración, a lo mejor encontraría algún familiar cerca, y alguien que le ayudara a resolver sus dudas. Por lo que tomó su varita mágica y con un par de movimientos su ropa cambió a un elegante traje de noche. Ideal para aquel evento.

[Idylla Macnair T.]

La macnair estaba ansiosa, tenía poco de haber asistido a una fiesta con el mundo mágico, así que ahí estaba una vez más con vestido y maquillaje no tan elegante esta vez pero aun se veía para deslumbrar a todo el que pasara. Salió de la mansión caminando, de todos modos a donde iba no quedaba muy lejos, por lo que caminaria y esperaba no será de las primeras personas en aparecer, aunque teniendo al peliblanco de anfitrión bien podia ser muy bueno aparecer un poco antes. 

 

Bajo por la calle evitando que su vestido ondear mucho por el viento, ya que alguien podría ver más allá de lo que en realidad tapaba aquel vestido tan pegadito que traía 

 

No tardo mucho en visualizar la mansión del chico que la traía loca, tan poco tiempo había bastado para poner su mundo de cabeza y ahora ahí estaba asistiendo a una fiesta en la cual no sabia con las personas que se encontraría, el le dijo que no se viniera tan arreglada que solo serian unos viejos amigos los que asistirán. 

Entro en los jardines de la propiedad y uno de sus tacones se había atorado en medio de un adoquin, "lo que faltaba" pensó para sus adentros, sacó su varita de entre sus ropas y desatasco el zapato, reparandolo  en el acto. -Lista, ahora vamos a llamar a la puerta- aunque no tuvo ni que hacerlo, un elfo ya estaba esperándola para abrirle la puerta y dejarla pasar. 

 

En el interior la decoración era exquisita, pero parecía que la fiesta no tendría lugar ahí en la recepción, por lo que siguió al elfo y pronto entraron a una estancia más apartada y con diferente decoración. En lo alto de las escaleras se podía apreciar la imagen de su caballero de pelo blanco, ella sonrió para sus adentros y espero que el la viera para poderlo saludar como se debía.

 

@ DonTau

[Luna Gryffindor Delacour]

Masculló un juramento mientras intentaba ponerse bien el brillo de labios rosa, no le costó tanto alisar su vestido negro y largo y ponerse sus zapatos de tacón negro con una snicht pequeña dorada en su hebilla, dándole el toque elegante que siempre quería portar, al terminar de pintarse al fin se miró al espejo y el mismo le devolvió la figura de una bruja alta, de cabellera peliroja enrulada sujeta con un prendedor del fénix dorado y una sonrisa alegre y dulce en su rostro en forma de corazón, parecía estar feliz por dirigirse a la fiesta y se preguntó si realmente no sé había vuelto loca al aceptar ir allí. 

 

Sus ojos azules claros pintados de color violeta oscuro y delineados con negro, de veían elegantes y estrafalarios a partes iguales, llevaba pendientes de diamantes y una gargantilla azul con piedras, que brillaba en cuanto paso por la luz del pasillo y se dirigió a paso apresurado hacia la salida, para ir a la fiesta a la que había sido invitada en aquella ocasión. 

 

Suspiré mientras me alegraba que Ada fuera a mi lado, nada me puso más contenta que me acompañará ese día, me pregunté si DonTau sabía que adoraba las fiestas y por eso me había invitado o por el contrario tan solo vio mi nombre en la lista y por eso termine invitada allí, de cualquier forma, prometí agradecerle en cuanto le viera, preguntándome si eso pasaría de un momento a otro o no. 

 

Aún así y con todo, una parte mía se preguntaba si Darla también iría y mientras caminabamos para ir ahí, se me dio por preguntarle a mi acompañante que tanto conocía a DonTau, porque lo cierto era que lo había visto una vez para solucionar lo de las vacunas y poco más, aunque siempre estaría agradecida con el mago, la ayuda prestada, no había hablado tanto con él y tampoco es que lo conociera demasiado, aún así y con todo seguía feliz de poder divertirse un poco aunque sea de sus responsabilidades ministeriales. 

 

- Ada, qué sabes de DonTau? Quiero decir apenas lo conozco del ministerio y porque apareció una sola vez para ayudarme con lo de las vacunas en la epidemia que hubo, en fin... A lo que voy es que no lo conozco tanto y no se porque me invitó a mí, no porque consiguió mi dirección, Espero que la fiesta este buena no? - Le dije con mi repique de campanas más alto de lo habitual entusiasmada y feliz a partes iguales - 

 

No le dije a la bruja que tenía al lado lo agradecida que estaba que me acompañara, tampoco le digo que esperaba que nos reuniéramos con Darla en algún momento, lo que sigo hago es caminar para dirigirnos a la fiesta mientras me pregunto si no habré venido demasiado estrafalaria para la ocasión. 

 

Al entrar una alfombra negra nos recibió, apenas dije un audible, "Gua" mientras nos dirigimos hacia la entrada y nos dirigimos a la planta superior, hacia el ala sur del castillo, la iluminación era tan oscura que de no tener a Ada a mi lado hubiera dicho un lumos, pero como estaba acompañada no iba tan asustada como en realidad debería de estar en esos momentos. 

 

Al llegar a la puerta doble la abrí y me sentí tonta de haber tenido miedo, había una pista de baile, sala de billar y una barra al final del camino, en donde intuía que servirían bebidas, la música se escuchaba más fuerte y podía ver al anfitrión allí arriba a quien saludé con la mano, sintiéndome más feliz y segura que antes de haber llegado ahí. 

 

- Bueno Ada toda mi vida te agradeceré el haberme casi arrastrado aquí, de veras que no me arrepiento de haber venido, quieres bailar o tomar algo? Me es igual, simplemente se que será súper divertido - Le dije sonriendo feliz al escuchar la música y ver las luces sicodelicas que tenía el amplio y hermoso lugar - 

 

Hacia cuanto tiempo que no me divertía así? Bastante al menos, desde mis tiempos de la academia y de eso ya hacía varias lunas atrás, así que sonreí y me propuse por primera vez en años pasarla bien y disfrutar la fiesta que al fin y al cabo a un evento así no se iba todos los días. 

 

@ Ada Camille Dumbledore . @ DonTau

[Cillian Haughton]

Ottery.

¿Hacía cuánto tiempo que no caminaba por aquellas calles? Aquel pequeño gran pueblo mágico había sido el hogar del Ryddleturn por mucho, mucho tiempo hasta que las cosas se complicaron... O algo así. Desde su ubicación, Cillian podía observar completamente lo que alguna vez fue su hogar y aunque sabía que la culpa de haberlo perdido era solo suya, no podía reprimir ese pequeño impulso de odio que poco a poco iba creciendo dentro de él. Aquello había comenzado en Graves Park y desde entonces solo iba a en aumento.

Quizá Cillian no era el mago más malvado ni el más poderoso en el mundo mágico, pero en aquel momento era una bomba de tiempo. Una que posiblemente no haría más que el ridículo al estallar.

La peste que despedía su antiguo hogar en aquellos momentos podía percibirse desde fuera si te acercabas demasiado a la verja, el Ryddleturn no sabía exactamente qué pasaba ahí, pero sabía bien que el seguir observando su antiguo hogar como un idi*** no era el mejor plan para aquella tarde. Suspiró, necesitaba distraerse y la distracción no tardó demasiado en aparecer.

Un joven demasiado atractivo apreció aparentemente de la nada del otro lado de la calle, Cillian no lo había visto nunca antes pero se sintió completamente atraído. Mordió su labio inferior y sonrió, ¿sería acaso que no necesitaría más continuar insistiendo con Rory? Su atención había pasado de estar completamente en su antiguo hogar a estar en aquel extraño chico. ¿De dónde había venido? ¿Porque sus ropas parecían a punto de desmoronarse? Lo cierto es que él agradecería que aquello pasará frente a él, pero sabía bien que no tenía demasiada suerte.

Le bastó solo un segundo ponerse en marcha, aquel chico parecía particularmente interesado en ingresar a los límites de lo que Cillian conocía como el hogar de los Dumbledore. ¿Que estaría pasando dentro de aquel Chateau? Sus pasos lo habían llevado a situarse solo un par de metros del chico y al ingresar detrás de él se percató de que una vez más estaba atrapado en una fiesta. No detuvo sus pasos hasta situarse justo a un lado del extraño al que le había bastado solo un segundo cambiar su atuendo por algo más adecuado para el momento.

— ¿Estás solo? —cuestiono al chico al tiempo que reprimía el impulso de poner una sus manos en el trasero del mismo, tenía que probar una técnica diferente a la utilizada con Rory—. Mi nombre es Cillian... Cillian Ryddleturn, ¿el tuyo?

 

@ DonTau  @ Ludwig Malfoy Triviani