Legilimancia

[Thoth]

Lycan escucho con atención a la arcana, aunque no estaba conforme con la respuesta,  éste no le toco otro remedio que aceptar ese presupuesto como verdadero. Y focalizando en su mente el alma,  corazón y mente de la arcana,  éste le intento trasmitir su pensamiento como voz viva, así como el Señor Tenebroso había logrado realizar con los estudiantes,  profesores en Hogwarts,  quizás el regente se encontraba muy prematuro pero deseo ver si lo podía hacer,  haciendo que la barrera de la distancia fuera más allá de lo que el mismo observa,  inclusive intentar penetrar esa mente, porque como ella lo expresó no había forma de negar que se intentará penetrar alguna mente,  a pesar que se trate de alguien tan experto como lo es @ Rosália Pereira .

 

"No la separó,  sin embargo como Senecal de Caronte reconozco el principio de crear Horrocrux,  pero éstos recipiente de almas, no tiene memorias vivas, a pesar que si estan conectadas. Ingresar en el mundo espiritual es más allá,  porque son dos principios que se maneja en ello, la mente se vincula con el alma,  pero el alma solo resguarda los pensamientos de que se encuentra vinculada. Al no estar la mente vinculada al alma, porque se ha dejado un fragmento,  es solo una memoria,  así cómo ocurrió con el Diario de Tom Riddle,  el alma era consciente de las memorias,  pero ni Harry Potter podía acceder a la perfección a ella, a pesar que tenía un fragmento. Ese contenedor del alma,  tiene un vínculo con la mente del mago, eso es cierto. Pero cuando,  el legeremante acedé sólo ve la memoria de esa alma que se ha dejado,  porque no es algo que vaya a ser el mago,  es una parte de él y no el mismo. "

 

Explicó a sabienda que la arcana no cambiaría de opinión,  aprovechando adentrarse en su mente y comprender su punto de vista desde la experiencia que ella decía expresar,  algo de ese proceso conocía el mago con uno de los saberes del Señor de las Almas, el cual no empleo,  pero penso usar el mismo principio para esa comunicación,  quizas le sirva o no. Y mientras tanto,  siguió la instrucción de ella, es decir, al tocarle la mano se marchó a un tiempo indefinido,  con cierto aroma asqueroso,  pareciendo algo florentino y de un idioma de un italiano algo clásico,  por la pronunciación al hablar,  además que a lo lejos observo lo qué ocurría. 

 

Y dejando el contacto con la arcana,  comenzó a centrarse en el sacerdote que rezaba en latín una oración preparatoria para las realidades novisimas de la mujer que se encontraba sufriendo. En ese hombre noto cómo su mente se encontraba sin protección,  observando poco a poco memorias,  recuerdos de una infancia pueblerina,  el ingreso a una comunidad mediante y el esfuerzo por comprender el latín,  la imposición de la tonsura y el derecho de presidir el juicio de la inquisición,  luego que pagará a los jueces una comisión para que así esa adolecente,  a la cual había violado y acusaba de brujería. 

 

Sin embargo,  algo le llama la atención porque en su mente el regente escuchaba un centenar de voces menos el de un ser, aquella sombra a la lejanía que se encontraba observando todo,  una silueta misteriosa,  en la cual le costaba leer sus pensamientos. Sin embargo,  el egipcio oculto en un árbol de roble cambia su atuendo por el de la época,  y comienza a caminar en dirección de esos acontecimientos. Y escucha la voz del ser misterioso. 

 

-Ciudanos,  hoy nos reunimos para dar sentencia a esa bruja. - Y su voz era gruesa,  algo deseosa por ver morir a la mujer. 

 

-Y que Dios tenga piedad de su alma. - comenta el cura. 

 

-Ella es inocente. - Grita la madre,  la cual lloraba desconsolada. 

 

Lycan opto por ingresar a la mente de ese hombre, en un principio le costo,  en parte porque busco silenciar a las otras voces de los ciudadanos. Sin embargo,  al final lo hizo, y observo como ese hombre era el acalde, el cual en secreto hacia pacto y sacrificios con los demios para tener poderes,  pero no había conseguido respuesta. Entonces,  el egipcio aprovecho ello y le comunicó al hombre. 

 

"Soy legión." La voz penetro la mente del acalde. "A quien tanto ofreces sacrificio,  y hoy te concederé lo que me pides,  si dejas libre a esa muchacha,  porque de ella me enterrarás un hijo, ese primogenito me lo ofrecerá en sacrificio,  en mi honor, yo te daré ese poder de crear fuego en tus mamos. " Y fue en ello, que el aclade setencia. -Alto, me han informado que el reverendo cura ha cometido soborno en el juicio,  esperaba que llegado este momento pudiera arrepentirse. - Agrego y ordeno sujetar al cura, darle el castigo de la adolecente al sacerdote. -Y como marca la santa iglesia,  el inquisidor ardera en fuego,  porque ha pervertido su santa Palabra,  y por ello debe arder. - Y continuo el discurso. 

 

El egipcio habia salvado a la persona de morir,  había dado un castigo al hombre. El pueblo insultaba al sacerdotd y le lanzaba tomates podridos,  acusando de muchos crimenes,  aquellos que ese sacerdote había cometido,  pero mientras lo llevaba a la hoguera rezaba el padre nuestro en latín y su rostro derramaba lágrimas,  en el último momento profano el nombre de Dios y maldijo al pueblo. Esta maldición,  la vio el acalde como señal en las palabras de Legión,  aquella voz qué había escuchado en su mente,  por lo que el mago siguió observando los acontecimientos,  pero fue uno de los que lanzo tomate al cura que ahora ardia en llamaradas. 

[Cillian Haughton]

Suspiró.

Si bien estaba un tanto confundido, aceptó la invitación de la Arcana y tomó su mano, solo para un par de segundos después estar en un escenario completamente diferente al que se encontraban. Cillian había dejado de vestir aquella simple vestimenta muggle, ahora vestía un costoso traje color negro. ¿Qué estaba pasando?

- Tiene que encontrarlo -ordenó Fallon Collington a Cillian-. No importa el dinero que sea necesario, ese objeto tiene que volver a estar en posesión de nuestra familia.

Poco a poco aquellos recuerdos que la Rosalía tenía dispuestos para aquella situación fueron rellenando los espacios en blancos de la mente del Ryddleturn. ¿Mercenarios? ¿Desapariciones? ¿Trasladores ilegales? ¿Los Collington? Oh, no. No, no, no. Aquello no sería nada bueno. ¿Qué es lo que tenía que encontrar? Dejó escapar otro suspiro.

- ¿Debo hacerlo, ¿no? - Inquirió a la Arcana, no estaba del todo seguro de que era lo que señorita Collington la podía ver también o no así que esperaba que aquello no estuviera siendo algo extraño para ella -. Bien, lo entiendo, bien. Necesitare adentrarme un poco en su mente para obtener todos los detalles.

La Arcana no dejaba de insistir en que los detalles eran importantes, realmente importantes y aunque los Collington parecían ser las victimas de aquello, algo le decía a Cillian que no era del todo cierto ya que pudo notar como Fallon se tensó al escuchar sus palabras. La riqueza no salía de la nada y aquella familia se había hecho notar entre la sociedad de la noche a la mañana.

- ¿Es realmente importante que lo haga? – Inquirió Fallon.

- Más de lo que podría imaginar – Obtuvo como respuesta.

Cillian comenzó a caminar lentamente hasta estar lo suficientemente cerca de la chica. ¿Qué encontraría dentro de sus pensamientos? ¿Lograría sacar algo en claro? Sabía bien que las personas involucradas en aquel tipo de situaciones estaban entrenadas de distintas formas, por otro lado, si la señorita Fallon era en realidad solo una victima de todo aquello no tendría algo que ocultar o temer.

- Legemerens – murmuró apuntando hacia la frente de la chica.

Y acto seguido estaba dentro de sus pensamientos, al principio estos estaban algo distorsionados y después todo se fue ordenando poco a poco. Cillian le había pedido a Fallon que se concentrara en los recuerdos relacionados con aquella situación para que así todo fuera más sencillo. Lo primero que pudo ver fue el objeto perdido; un collar, el cual estaba seguro de que valía mucho más que la mansión en la que se encontraban en ese momento.

Después un extraño ruido en la habitación continua, por el cual Fallon tuvo que actuar de forma rápida y ocultarse. ¿Por qué debía ocultarse? No tenía permitido entrar en aquella habitación, no desde el último incidente en que por su culpa casi habían descubierto que era su propio padre el que se encargaba de todo aquel trafico ilegal de criaturas mágicas.

Y su castigo tenía que ver con ese collar, el collar de su madre.

Esa madre que los había abandonado cuando ella era solo una niña pequeña y de la que a decir verdad no tenía gratos recuerdos, pero a Fallon le gustaban las cosas caras y era por eso por lo que el que no le permitieran estar cerca de aquel collar era algo que no era del todo de su gusto. Era tan dueña de él como cualquier otro de sus familiares.

Fallon se escondió dentro de un pequeño armario que había en aquella habitación y desde su posición pudo escuchar a su padre y el mayordomo hablando. Al parecer los negocios no iban bien últimamente y aquel collar era su última esperanza así que tenían que utilizarlo. Era toda la información que Cillian necesitaba así que terminó con el efecto de la habilidad.

- Así que… No busco a un ladrón, ¿cierto? Busco a tu padre.

Le gustaba aquella situación, no sabía bien porque la Arcana lo había llevado hasta ahí, pero estaba seguro de que podría practicar la habilidad lo suficiente como para lograr avanzar hacia la prueba. Se apartó un poco de Fallon, esperando que la Arcana lo siguiera.

- Los Callington son esos mercenarios tan buscados, ella lo sabe todo y con ayuda de la habilidad he logrado comprobarlo -le informo-. ¿Qué es lo sigue? ¿Debo ir a por su padre? ¿Debo terminar de resolver todo este problema?

[Rosália Pereira]

SITUACIÓN 1 con @ Azrael Lycan — Maldición en la hoguera.

A pesar de haberse ido de aquel lugar tranquilo con el pensadero, el joven Azrael seguía absolutamente negado con la habilidad y todas las cosas que se permitían con ello. El pupilo anteponía su conocimiento, con lo cual no se daba cuenta que era mucho menor. Una habilidad con el calibre que tenía la Legeremancia sobrepasaba magias incluidas, las de los Senescales de Caronte. ¿Por qué continuaba separando mente y alma? La Arcana lo estaba comentando explícitamente y él se negaba. Rosália se mantuvo en silencio. Lo dejaría que el chico lo descubriera, hasta que el chico no entendiera y aceptara lo que Rosália Pereira le explicaba, no iba a dejar que la Pirámide lo recibiera. Negarse a la habilidad era negarse a su aprobación.

Aún así dejo todos esos pensamientos de lado. Se mantuvo callada y observando de que manera se involucraba en la situación. Salvar a la muchacha había sido muy valiente de su parte. Pero Rosália Pereira intuía que el joven iba a ver todo de una manera muy superficial, aún desconfiaba plenamente de la legeremancia y de todo lo que podía hacer. Sus pactos dudosos con aquel Alcalde eran los últimos en los que debía haber caído. Rosália Pereira le susurró mentalmente a Azrael Lycan:

— Debes aprender a calmar tu mente.  No debes mirar la legeremancia como un libro, debes saber que es mucho más grande, mucho más amplio. ¿Lo ves? Has revuelto el caldero demasiado y está a punto de volcar. A veces no necesitamos ser quien maneja las marionetas, sino solamente un peón que maneja pequeños granos de arena.

Rosália Pereira le estaba señalando toda la situación que se estaba desbordando en aquel momento: El cura se encontraba gritando de dolor mientras las llamas envolvían sus pies y la ropa. El olor a carne calcinada había envuelto el lugar, al extremo que varios intentaban huir y otros vomitar. El rezo del sacerdote se escuchaba atentamente en voz alta.

>Claustra mali tollo. Ego omni praesidio ad populum evanescet Maledicta mágica<

El cura había logrado proteger a toda la comunidad mágica y principalmente a la muchacha del “Alcalde”. Aunque el pueblo lo conocía con otro nombre: “Noche”. No era ni nada más que un gran vampiro, un vástago viejo que hacía miles de años que controlaba aquel pueblo, hasta la llegada del recién quemado vivo del cura. El cuál de alguna manera, había controlado que no se llevara a la muchacha, ahora entregada prácticamente a la voluntad de dios.
— Resuelve ésta situación, Lycan. Principalmente con la legeremancia. Confío plenamente en que te abrirás a ella y entenderás porqué trabaja la mente con el cuerpo y el alma. Todas juntas.

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SITUACIÓN 3 con @ Cillian Haughton  — Negocios turbios

— Si, principalmente debes resolver ésta situación. ¿Si no con qué objetivo hemos llegado hasta aquí? —miró Rosalia Pereira con una sonrisa a su muchacho y una mano apoyada en su hombro. El chico que había metido hasta los codos con aquella situación y si ahora dejaba a la muchacha a la suerte de los dioses, entonces la estaría entregando absolutamente a su padre y a los negocios turbios en los que se estaba metiendo.

La figura de su padre, oculta detrás de ése ropero, no era por una cuestión de su padre cobarde, sino que estaba haciendo una simple cosa: activó aquella señal y sin saber algo ocurrió en la habitación. Rosalia desapareció tras un estallido de flores rojizas mientras la muchacha Collington salía corriendo de ésa habitación, directamente hacia la salida, sin varita. Mientras que la ventana (y toda la pared) de ésa habitación explotaba en miles de pedazos y aparecía la cabeza de un dragón. ¿Tenía un jinete en su lomo que lo controlaba? Hubo un estremecimiento general, el sol se tapó por la sombra de aquella criatura y un rugido fuerte rebotó en casi todo el pueblo. ¿Alguien buscaba llevarse alguna vidas?
>¿De qué manera solucionarás esto solamente con Legilimancia?<

[Thoth]

Lycan cómo mucho otros se marcho de ese lugar,  en parte porque así no levantara sospecha. Este supuso que su conversación fue efectiva,  y los legeremantes no necesitan pronunciar algún hechizo,  así como se presenta en aquellos que lo poseen naturalmente,  ahora bien deberia examinar a ese acalde,  y cada uno de los pobladores. Este tenía grabado su aroma,  y ya había detectado su alma,  por consiguiente tenía las bases para causar estragos si así lo desea. Sin embargo,  usaría a ese hombre como un simple conejillo de indias. 

 

-Este parece ser un buen sitio. -

 

Y sento a la cercanía de un gran arbol,  que se encontraba cercano a la plaza. Y allí,  inicio su ejercicio para senerar la mente,  enfocarse en la respiración y hacer que su mente, alma viajen y penentre a ese vampiro. Éste comenzó a derribar poco a poco las resistencia,  ingresando así a ese nuevo mundo,  explorando cada rincón de ese vástago lugar,  a el le pareció estar cómo en un gran corredor con muchas puertas,  quizás en algunas de ellas se encontraba las memorias. Y fue así,  que poco a poco exploro en ellas. En la primera noto como un niño pobre era golpeado por un padre borracho,  le insultaba y lo dejaba sin comer. En cuanto a la segunda,  le vio ver morir a su madre en la hoguera acusada de ser bruja,  pero la misma era una hiervatera que ayudaba a los enfermos. Por consiguiente,  desde una distancia prudente el mago revelaba cada misterio en esa cabeza. 

 

Aunque,  este comprendia cierto principio y era implantar una idea,  la misma seria generada por ese resentimiento hacia su padre,  ese rencoror por la sociedad y sed de sangre. Por ende,  el mismo inicio la causa que nada en la vida tenía sentido,  que era mejor morir. Aunque,  el alma de ese hombre se encontraba colocando cierta resistencia, porque se negaba a dejar ese cuerpo,  pero también el alma se puede corroer por los actos viles que se comete, y de allí moldeo para que l misma decayera, envolviendola con visiones falsas, de esos susurros de conspiración. 

 

-¿Quién dijo eso?- Expreso el acalde una y otra vez. -¿Donde estas?- 

 

La cordura de ese hombre se comenzaba a perder con esas visiones y estragos que el mago hacía en la mente del hombre,  porque si la arcana pensaba que este mago iba a buscar un solución menos maquiavelista se equivoco,  porque el accionar de este fue llevar al hombre a su propia desgracia.  Y condujo,  a este para que creyera que era inmune al fuego, por esa razón el acalde ingresa a las llamaradas,  su cuerpo se empieza a quemar y a diferencia del clerigo este rie desquiciadamente. 

 

El mago sintió ese dolor,  ese tormento y más que asustarlo,  lo comenzó a disfrutar,  a pesar que sintiera que eso le pasaba a el,  y por ello sale de esa mente,  sus párpados se abren,  y allí lo comprende,  el alma tiene sus propios mecanismos de seguridad y se encuentra unida al alma,  lastimosamente,  ciertas mentes debiles se pueden hacer conducir a la muerte,  moviendo una pieza como si fuera un peón e implantado una idea que el cuerpo asuma como propia,  en ese caso la idea que ya dominaba el fuego gracia al pacto que había hecho con Legión. 

[Kahlan Blackthorn]

Estar bien era una sensación que no era capaz de experimentar la Vidente, hacía demasiado tiempo que esa palabra, ya no formaba parte de su vocabulario. El tomar riesgos le corría por las venas, lanzarse contra el peligro sin pensar en las consecuencias era lo suyo sin duda— No necesito estarlo, pero agradezco que se preocupe por mi—asintió reforzando la barrera creada por la Oclumancia. No le agradaba para nada tener que verse invadida por los pensamientos de todos los sujetos que deambulaban por la plaza, enfocándose solo en aquel tipo que desapareció entre la multitud. 

Legeremens cruzaba por su mente aquella palabra, abriendo un mundo plagado por diversos portales. Cada uno de ellos retrataba un suceso en particular, detallando a cada uno de los ladrones que tuvieron en sus manos aquella pieza del alma de una persona. Pero el actual se tornaba borroso, no daba pie a que su faz fuera detectada por la Nigromante, escabulléndose como lo hace un conejo entre los verdes campos de una pradera. Analizaba una a una las fotos que se iban plasmando en su mente, personas desconocidas a simple vista, pero que jugaban un papel trascendental dentro de esa intrincada trama. 

Verles a los ojos era como tener una casa de espejos a su disposición, atracción de estilo muggle que deformaban la anatomía de las personas. Formas sin una complexión definida, bailoteaban dando saltos de un lado a otro, captando la atención de la rubia— Ha matado para poder obtener ese horrocrux—expresaba mecánicamente dando pasos certeros dentro de esos pensamientos. Le seguía como lo hace una sombra, evitando perder la claridad del día y desdibujarse en medio de la oscuridad— No conocía a quien asesino, pero si a los familiares del pobre infeliz—rastreando las huellas que se plasmaban en el suelo. Parecidas a las motitas de un dálmata, apareciendo poco a poco delineaban el camino que debía seguir la Senescal de Caronte. 

Llegando a un sitio donde estaba construido un inmenso laberinto, celdas y más celdas se abrían paso ante su sorpresiva presencia— Algunos pensamientos o recuerdos, jamás acaban de trascender o borrarse del todo—la voz de la mujer salía como un golpe de remo. Azotando con fuerza las aguas que llevaban sobre ellas navíos cargados de muertos, seres que perecieron a causa de esos ladronzuelos— Se han ido uno a uno, pero esté no caerá tan fácil—olisqueando el ambiente detectaba un aroma dulzón. Almizcle, depurado con una sustanciosa cantidad de alcohol— Quedaron algunos gránulos, no ha sabido disolver del todo sus atrocidades—terciaba en sus labios una lóbrega sonrisa. 

Imaginándose un mortero, dentro del mismo las ideas y planes inconclusos de ese ser tan despreciable. Ella era una asesina nata, no le costaba nada lanzar un par de cuchilladas sobre el pecho de un enemigo, aunque existía el método mágico. Siempre se decantaba por hacerlo mucho más personal, intimo deslizando la hoja de aquella daga que se colaba con la calma de una serpiente sobre la arena, socavando profundo la piel, músculos y llegando al hueso, retorciéndose sobre su centro lo astillaba con cada inclemente giro. 

— Voy a tomarte por el cuello, tal y como lo hiciste con ese hombre...—le amenazaba sin dejar que notará su presencia dentro de su cabeza. El no podría leer la mente de su acechadora, porque no contaba con el conocimiento debido para tal acción. Simplemente era un incautó que se había dejado seducir con la idea de que tener esa pieza tan valiosa, le daría una inmensa fortuna. La Arcana observaba en silencio todo lo perpetrado por Macnair, no dudaba que dentro de poco la pirámide, le diera una sobrecogedora bienvenida al lienzo blanco. 

@ Rosália Pereira

[Rosália Pereira]

SITUACIÓN 1 con @ Azrael Lycan  — Maldición en la hoguera.

 

Rosália Pereira miraba la situación, negando lentamente con su cabeza. Sus ojos amarillentos pasaban de los ojos del joven pupilo a los demoníacos del vampiro que usaba su alcaldía como fachada para el pueblo. Había algo que aún no terminaba de convencer a la Arcana. Había algo que el joven pupilo se negaba a hacer. ¿Sería problemas que le costaba mantener un perfil mucho más sumiso? ¿O había una interrupción en la mente de Azrael Lycan? Rosalia Pereira intentaba por todos los medios en intentar resolver eso, porque el pupilo sino jamás llegaría a la Pirámide.

— Estás cegándote, Azrael. La legeremancia no se trata de imponer visiones. ¿Lo ves? —Rosália Pereira señaló con su dedo. Aunque todo eso era una comunicación mental, era un traspaso de su mente a la suya. Ambos pudieron ver como el Alcalde desaparecía de las llamas y aun se encontraba escudriñando desde las sombras. Si, había sido una mala pasada para Azrael. Aquel alcalde no era débil de mente, solo había rebotado las acciones de mi pupilo. Los vampiros usaban otra magia de mente. No iba a dejarse manipular tan fácilmente.

— La legeremancia trata de poder meterse a la mente de las personas y ver recuerdos, conocer emociones. Tal vez podemos dejar incluso recuerdos falsos. Pero recuerda que la magia siempre deja rastros. Debes dejar que todo es manipulable, porque va a salirte en tu contra. ¿No entiendes? ¡Usa tu mente! Despeja tu corazón. Tu alma sabrá que hacer —aunque Rosalia Pereira sabía que su alma estaba completamente rota, lo veía en su mente. Giró su cabeza al ver que el Alcalde se había encargado de hacer justamente lo que la Arcana le estaba pidiendo.

Algunos pensamientos cruzaron por la mente de las personas que se habían vuelto a acercar. Muchos de ellos miraban al joven mago Azrael que había intentado solucionar el problema de la peor manera. Usar la legeremancia era para cualquiera pero debían hacerlo bien. No era una cuestión de imponer visiones. Eso no ocurría ni en Videncia. Sino mediante aquellos pensamientos, recuerdos y emociones, saber qué hacer con ellos. Rosalia Pereira confió una vez más en Azrael. Ella sabía que iba a hacer lo correcto.

— Usa la habilidad. Confía en ti. Despeja tu mente por completo.

Eran casi una docena de personas. Uno se animó a gritar contra Azrael.

— ¡Brujo! ¡Es un brujo! ¡Quémenlo en la hoguera!

El vampiro se había hecho con su paciencia para darse cuenta que la situación se había ido contra quien había llevado para matar al cura. Azrael no podría usar nada más que Legeremancia, era la única manera para que aprendiera cómo era la vida, en general. Si quería aprender la habilidad y vincularse, debía primero que ordenar su mente. Por obligar a imponer visiones falsas, había desviado su aprendizaje en la habilidad. Y no le había salido. ¿Qué haría ahora?

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Con @ Juv Macnair .

 

Rosália Pereira era como una brisa en la mañana. Se movía sigilosa como un fantasma, sin alterar en las decisiones que tomara su pupila Juve. Tenía que admitir que no se comportaba como lo haría la misma Arcana. Rosália estaba tan acostumbrada a usar su habilidad puramente que a veces ni necesitaba su varita o daga, como lo hacía aquella bruja. Era alguien que decidía ser un poco más agresiva pero hasta el momento le había funcionado, porque había averiguado la información que más necesitaba.

— Ya, déjalo. Es suficiente —la Arcana apoyó una mano en el hombro de Juve, sabiendo de alguna manera que la rubia iba a acceder a ella, porque estaba predispuesta a hacer lo que fuera necesario. En el momento que ambas decidieron ponerse derechas, regresaron a la cabaña donde habían empezado. Rosalia caminó un poco alrededor de la Malfoy antes de hablar. Lo había estado pensando—. Haré esta pregunta una vez. Es completa decisión tuya, Juve —hizo una pausa de un segundo, pareciendo ser horas—. ¿Estás lista para hacer la prueba? —Rosália esperó.

[Kahlan Blackthorn]

Estaba reaccionando de la forma menos controlada que se pudo imaginar, sintiendo la calma que le daba la cercanía de ese manto invisible que era la Arcana Rosalía. El verse afectada de ese modo, no era nada comparado con el control que solía mantener en situaciones como esas. El lienzo blanco se vio alterado por todo lo que le rodeaba, pasajes de vivencias que eran ajenas y el rostro de aquel ladrón de poca monta. Poco a poco volvía al hogar de su mentora, dejándose seducir por el aroma que desprendían las platas que rodeaban el invernadero.

— Estoy lista y decidida, no hay mejor momento que este para enfrenarme a la prueba—se vio rodeada por los pasos de la mujer. Era como ser un conejillo de indias, esperando ser analizado bajo una lupa o diseccionado para poner sus entrañas en una caja de petri y molerlas como si se tratará de alguna clase de mala broma— Haré la prueba, no tengo miedo de lo que me espera en la pirámide—la certeza que brotaba de sus palabras era como una carga de adrenalina que iba infestando toda su persona.

— Vayamos a ello—terció una media sonrisa. Recordando con respeto y admiración a los otros seis Arcanos. Rosalía era la última profesora que enseñaría algo valioso a Macnair depositando en ella la confianza para poder vincularse con éxito a la habilidad de Legilimancia. Su paso por esa zona estaba por concluir exitosamente, echaría en falta los regaños de Sajag, las barreras que le ayudará a cimentar Sauda y las charlas con Lawan.  Dando un profundo respiro, espero las instrucciones de la mujer, ansiosa por ver que era lo que le tenia preparado antes de adentrarse en el portal, donde solo ella y la pirámide estarían frente a frente.

@ Rosália Pereira

[Thoth]

Los planea de Lycan no funcionario y fue en su contra, este sin embargo,  luego que la primera persona lo llamara brujo,  este se levanto. Y acedio a cada una de sus memorias como con el resto del grupo,  fus asi que se levanto y comenzo a caminar para alejarse de ellos, este se dio cuenta que planeaban atraparlo luego de unos doce quilometros que la calle era cerrda, y ante esa informacion el mago en la encrucijada que daba a la calle ciega o los muelles,  este toma ese camino seguro. 

 

Este grupo se quedo asombrado por las desiciones que tomaba el mago,  el cual se les adelantaba ak leer su mente,  este encontro que ese grupo de hombres le temia miedo a nadar,  por lo que encontrandose en los muelles aprobecho la densa niebla para ocultarse, incluso buscar entre los marineros alguien que estubiera dispuesto a salir para alta mar, aunque se salvo de ese grupo. Estos apesar que ggritaba -Un brujo anda suelto. - los marineros reconocia que seria dificil de verlo,  e incluso sospecharon de el.

 

En ese estado de calma y oculto dentro un barril,  el mago aguardo el momento mas seguro para continuar y por medio de la legeremancia se comunico con la arcana. -permitame cambiar de forma, y le prometo no manipular a nadie. - su voz quizas la escuharia o no la arcana @ Rosália Pereira , quizas producto que ella estuviera conectada con el o porque el mismo fue capaz de lograr ello.

[Invitado Arcanus]

Rosalía era persistente en lograr lo que quería. Sin duda podria haber utilizado la habilidad para leer la mente de Arcanus y darse cuenta que el joven no tenía nada de ganas de tener que ahondar en su pasado el cual quería mantener olvidado. Sin embargo, si quería que la Arcana compartiera su habilidad con él, debía hacer lo que ella pedía. Suspiró y se dirigió hacia el pensadero que había allí.

¿Quién era? Nunca se lo había preguntado. La única forma de responder esa pregunta era recordar que lo había llevado al lugar donde estaba ahora. Recordó como en su tiempo fue uno de los mejores duelistas del mundo mágico y pertenecía a la Marca Tenebrosa, hasta llegó a ocupar el cargo más alto. Ahora  al contrario estaba en la Orden del Fénix y solo era un Legionario más. El recuerdo más grande que tenía de esa transición fue cuando lo degradaron de rango injustamente, lo que hizo que abandonara la Marca Tenebrosa lleno de rencor. Lo depositó en el pensadero y el recuerdo comenzó a tomar forma.

Allí estaba parado ante los nuevos líderes los cuales le informaban sobre su descenso de rango cuando él había sido el más inocente de todos en aquel antiguo problema. Luego de eso abandonó las filas lleno de resentimiento y se aisló por muchos años. Luego de eso volvió y para castigar a quienes lo menospreciaron después de todo lo que había hecho por el bien del bando, se unió a las filas de la Orden. 

- ¿Quién soy? Tal vez solo un mago que busca demostrarle a los demás que estaban equivocados. O un simple loco que busca vengarse. Da igual, no estoy aquí para revivir mi pasado, si no para entrar en la mente de los demás, hacerlo con sus recuerdos más terribles y utilizarlos en su contra. - Dijo mirando a Rosalía.

- ¿Es eso lo que esperabas que dijera? Lamentablemente es inútil mentirte, así que por favor avancemos con el aprendizaje

[Cillian Haughton]

¿Cómo demonios iba a superar aquella prueba? Había utilizado la habilidad para obtener la información necesaria sobre todo lo que pasaba en aquel lugar, pero ahora estaban ante un peligro eminente que seguro terminaba por dejarlos mal parados. Observó como es que todo sucedía tan rápidamente y sintió por un segundo que no podría hacer nada.

- ¿Cómo llegó ese dragón hasta aquí? -se preguntó así mismo ya que al parecer había mucho más en juego que lo Fallon sabía sobre el tema-. ¿De verdad podre superar esto solo con el uso de la habilidad?

Sabía bien que Rosalía no le pondría pruebas que no pondrían superarse solo con la habilidad, se suponía que era su trabajo. Así que intentó pensar de que forma la habilidad podría ayudarlo con aquella situación, ¿sería que podría controlar la mente del dragón? Posiblemente, pero el problema seguiría ahí ya que pudo notar que un jinete estaba posicionando al dragón.

Un momento, lo había visto en la memoria de Fallon no le había prestado atención porque no parecía estar relacionado al caso, pero ahora quedaba completamente en claro que si lo estaba. El chico que en aquel momento estaba sobre el dragón era Lionel, el actual novio de Fallon.

¿Sería acaso que funcionaría? Apunto con su varita hacia la frente de Lionel y murmuró - Legeremens -logrando así entrar en la mente del chico. No sabía si aquello iba a funcionar, pero necesitaba hacerlo. Rebusco entre sus memorias, buscando aquellas relacionadas a aquel problema y poco a poco fue jugando con ellas hasta volverlas obsoletas, cambiarlas por completo.

Posiblemente su trabajo no funcionaría para nada, lo cierto es que Cillian no sabía hasta donde podía llegar con aquella habilidad, pero en aquel momento estaba jugando con las memorias de otra persona intentando cambiarlas para lograr que terminara con aquella destrucción que estaba causando.

- Vamos, Lionel… No eres el malo -las memorias originales de Lionel lo incluían a él y al padre de Fallon chantajeándolo, obligándolo a hacer todo aquello para que Fallon terminara dejándolo y lo que Cillian hizo fue modificarlos por otras memorias donde ese chantaje no había ocurrido.

Y entonces Lionel se detuvo, Cillian aprovecho ese momento para salir a buscar a Fallon, solo para encontrarla un par de habitaciones más allá.

- Tu padre es el del problema aquí, Fallon y creo que lo sabes. Lo que tienes que hacer es dejar de protegerlo y entregarlo, es la única forma en la que la paz volverá a esta familia.

¿Se había solucionado el problema? No lo sabía, al final del día no todo lo podía hacer él solo con el uso de la habilidad. Así que una vez que Fallon se retiró en búsqueda de Lionel, Cillian espero una respuesta de la Arcana.