Legilimancia

[Helike R V PB]

- Menuda rata traidora - murmuré por lo bajo, negando con la cabeza al escuchar la historia del mago, pero sin entrometerme en sus asuntos. No eran de mi incumbencia pero la deslealtad no era que la tolerase muy bien, la verdad, todo lo contrario.

- Por supuesto mi señora - dije con una inclinación en mi cabeza en señal de respeto. Terminé la bebida que me había ofrecido la arcana y me dispuse con mi compañero, a acompañarla a dónde nos indicase ella. El lugar era su residencia y aunque me moría de curiosidad por conocer el lugar, tendría que ser en otra ocasión. Nos llevó a otra ala y en ésta ocasión era el invernadero. Miles de plantas de tamaños diferentes, aromas distintos y propiedades más diferentes aún. La verdad es que había despertado todavía mucho más, las ganas de saber de cada una de ellas, pero tendría que aguardar aunque me daba cierta rabia, podría tener unas cuántas semillas de cada, para mi invernadero particular en que tenía en el castillo Rambaldi.

- Besada por el fuego - susurré yo al ver el pelo de la arcana, no supe porqué pero ese detalle me llamó poderosamente la atención y era absurdo, porque el resto del lugar parecía propicio para una buena sesión de meditación. Cuando llegamos al lugar era tal cómo parecía indicarme mi intuición y al verlo no pude evitar acordarme del Panteón de Agripa en Roma, pero por supuesto éste era más sencillo para lo que era menester.

Me senté en uno de los jeroglíficos que había en el suelo y presté atención a Rosália, esperaba al menos en ésta ocasión completar el aprendizaje.

Llevé mi mano a mi mentón y puse una mano debajo del codo para pensar mejor mis respuestas. Las preguntas eran interesantes y la verdad tendría que escoger con cuidado las palabras que debía formular. El lugar daba una sensación de paz y tranquilidad que me gustaban mucho. Quizás debería de replicar un lugar parecido en mi casa, al menos si necesitaba encontrarme a solas en vez de un espacio natural podría estar todo el tiempo que quisiera en él.

- Pues... depende de lo que se quiera llamar por justicia -ahora estiré los brazos y crucé las piernas mientras mi compañero se sentaba enfrente mío- no todo el mundo entiende la justicia como tal, hay otros que lo llaman venganza y otros el mal llamado karma - dije con una risilla. Cuando terminó de hablar con Ludwig comencé los ejercicios de respiración y concentración que la profesora pedía.

Las palabras del Malfoy, la brisa del invernadero, las planta del lugar y sus diferentes aromas, además con los rayos del sol traspasando el agujero de la parte superior, sentía que mi mente se desvanecía poco a poco. Las palabras y los recuerdos se fueron diseminando poco a poco hasta llegar un punto en que, si no me despertaban estaría medio dormida a pesar de ser un vampiro y sería bastante irónico la verdad. Y tras un breve instante pareció que todo se había sumido en puro silencio...

@ Rosália Pereira  casi me despisto!! espero que no tardara mucho en contestar =P

 

[Ludwig Malfoy]

Durante un momento todo permaneció en silencio y oscuridad, el rubio no se había dado cuenta que el sonido que emitía la fuente cercana a ellos había dejado de ser emitido y que el viento que soplaba en el invernadero ya no estaba tampoco, era como si todo hubiera quedado finalmente en silencio, Ludwig ya no se preocupaba de nada más había alcanzado un punto de relajación que le agradaba y no deseaba dejar en lo más mínimo. Fue entonces cuando las palabras de Rosália retumbaron en su mente despertándolo por completo.

Le costó un poco de trabajo abrir los ojos pues los párpados aún le pesaban pero al hacerlo se topo de frente con la mirada de la arcana quien se encontraba en cuclillas frente a el. Sus ojos nuevamente no leían por completo y no pudo evitar sonrojarse un poco. Una luz intensa lo deslumbró era un sol de atardecer que ardía a punto de extinguirse, era claro que ya no estaban en Kansas. Tampoco había rastros de Helike, ahora estaba solo con su mentora lo cual en parte le agradaba y a la vez le llenaba de incertidumbre, los humanos después de todo odiaban ver la verdad.

-¿Un bloqueo? – era eso lo que el rubio experimentaba, trató de hacer una introspección a si mismo, sabía que había algo que aún no lo dejaba trascender y posiblemente era ello. No había aún suficiente tiempo para desarrollarlo pero sabía que durante la marcha lo iría descubriendo. Mientras tanto observaba como la violeta florecía y estallaba trasladándolos a algún lugar del siglo XV. lo recordaba pues había poco tiempo había cursado historia de la magia y recordaba con seguridad los detalles de las vestimentas que utilizaban las personas en aquella época.

Aún no estaba seguro si se trataba de un sueño o si en realidad habían viajado al pasado así que no le quedaba de otra más que obedecer a la arcana quien le había indicado que la siguiente parada sería en aquel bar sin embargo parte de la misión era pasar desapercibidos como muggles, para ello se pudo percatar que tanto sus ropas como la de Rosália habían cambiado por completo ahora portaba una camisa medieval blanca y unos pantalones de franela bastante cómodos para la ocasión.

-Bueno creo que no nos vendría mal un trago – dijo a la mujer mientras se arreglaba un poco su peinado y caminaban hacia la entrada de aquel establecimiento. Entraron y la escena que descubrieron fue totalmente terrible, un par de caballeros con armadura se encontraban amenazando a punta de espada a una chica que se encontraba arrodillada, la pobre podría tener unos catorce años y se veía aterrorizada.

-Es una bruja, llévensela – gritaban algunos de los presentes, Ludwig enfureció al ver las marcas de golpes y estuvo tentado en tomar su varita, con un solo movimiento de esta y todos quedarían reducidos a cerdos, sin embargo miró a Rosália quien solo sonreía, recordó que tenía que pasar desapercibido y trató de resistir su impulso de pelear.

-Tenemos que hacer algo para ayudarla – le susurró, sin embargo permaneció inmóvil mirando el lugar con detenimiento, buscando una salida para aquella mujer, entonces la vio – mira la mujer detrás de la barra sonríe fascinada – señaló con la mirada, en el fondo estaba una persona de mediana edad la cual observaba todo con  fascinación y admiración, se veía feliz con la escena que todos presenciaban. Parecía que en realidad la estaba disfrutando y en su mano resguardaba con recelo un pequeño frasco – tiene una poción.

 

@ Rosália Pereira

[Rosália Pereira]

Con @ Darla Potter Black  — Peligro en el edificio. Y Cabaña de Rosália.

 

— Es suficiente.

Exclamó Rosália Pereira cuando vio que Darla Potter Black había logrado desenvolverse exitosamente en aquella situación. La pelirroja aún tenía muchas dudas pero la Arcana las había escuchado a todas y cada una. Aunque la vampiro era una bruja poderosa y conocía más de una manera de bloque su mente contra los lectores de ésta. Su condición vampírica le permitía jugar con su mente y con la de los demás.

Rosália chasqueó los dedos, mientras miles de diminutos tréboles de tres hojas las envolvía a ambas brujas de cabello color fuego para hacerlas aparecer en la entrada de su cabaña.

— Aún tienes algunas dudas en tu mente, Potter Black. Y debo solucionarlas antes de dar el siguiente paso —los ojos de Rosália se posaron en los de Darla y le sonrieron. Esperaba que estas respuestas la ayudaran a sentirse un poco más segura—. Hemos ido allí porque necesitaba corroborar que eres apta para la Legeremancia. Has aprendido a abrir tu mente y la de los demás. Has aprendido a usar tu mente en situaciones de aguas calmas como de tormentas peligrosas. E incluso, has sabido disponer tu mente para comunicarte conmigo. No fuiste tú entrando a mi mente, sino fui yo con tu permiso entrando a la tuya. Y el último consejo que te daré será éste: No es necesario el hechizo, pero si es fundamental y prioritario el contacto visual, sin eso no podrás usar la legeremancia. Asegúrate del contacto, de respirar y de ser sutil a la hora de usar la habilidad. ¿Entiendes?

Rosália Pereira esperó algunos segundos para que la joven pupila procesara toda aquella información junta. Y sabía que esas preguntas habían invadido su mente, esperando que ahora se disiparan. Rosália aún así, confiaba en la chica y disparó la pregunta:

— ¿Estas lista para la prueba? Enfréntate a ella y podrás vincularte al anillo de la habilidad. Creo que estás lista, Darla.

 

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Con @ Helike R V PB  — en una mega ciudad.

 

Rosália le guiñó un ojo y se relamió sus labios a modo de juego al escuchar su mente. Rosália amaba los halagos y mucho más si eran dedicados hacia ella. Notó algo diferente en su alumna y era la personalidad que contenía en partes iguales o al menos ella las distinguía así: su mente era muy curiosa, muy hiperactiva, y muy versátil ante los cambios. Pasó de aquella explosión de pensamientos y deseos a la tranquilidad absoluta. Eso le dio algunas pistas hacia donde tenían que dirigirse.

— Justicia, venganza y karma. Es cierto, es una alumna inteligente. Me gusta cómo ve el mundo. Y deberemos utilizarlo a nuestro favor.

Dijo aquello como un pensamiento en voz alta sin intenciones de interrumpir su proceso de poner su mente en blanco. Y era una persona muy atenta y capaz, como el otro chico, porque automáticamente hizo caso a las palabras de la Arcana para lograr el objetivo. Y lo hizo. Rosália de manera silenciosa, se sentó frente a ella, casi pegadas sus rodillas con las de Helike, observando su mente serenarse. Sonrió.

— ¡Muy bien! Recuerda eso y serás una gran legeremante. Es el primer paso de la habilidad. ¿Seguimos?

Casi sin esperar nada más, la Arcana de la legeremancia las trasladó a ambas de lugar. Nunca nadie, de la cantidad de personas que habían pasado por la mente de Rosália podría asegurarle si su enseñanza era realmente presencial o jugaba con la mente de todos. Tampoco nadie sabía si ella misma era real o una proyección de su mente. Pero de lo que estaban seguros todos es que se veía, sentía, olía todo real. Su aparición resultó ser en medio de una vía peatonal. Era en una época actual pero una mega ciudad, no dejaban de verse edificios altos uno pegado contra el otro. Los ruidos resonaban hasta la cima de éstos, las personas caminaban como hormigas. Los autos iban y venían en aquella ancha avenida. Había vendedores ambulantes con sus mantas con productos en el borde de la vereda, mientras que los locales enfrente trabajaban la última hora de su jornada. El atardecer había llegado a la ciudad y lo llamativo de todo aquello era un tumulto que se estaban juntando a dos cuadras de allí. Se veía gente, los autos tenían que desviarse. Algunos carteles se asomaban por encima de todas las cabezas.

¿Qué sucedía? ¿Con qué se encontrarían? Gracias a la mente de Heliké los había llevado allí. Tocó su hombro para incentivar a que fueran al foco del problema.

 

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Con @ Ludwig Malfoy Haughton  — en el bar.

 

Rosália murmuró un imperceptible “oh” cuando el joven Ludwig los había intercambiado con sus vestimentas para acomodarse mejor a la situación. Rosália jamás se hacía ése tipo de cuestionamientos porque era mucho más fácil modificar la mente de los muggles y que la ignoraran por completo. Era algo que jamás le iba a enseñar a sus alumnos porque la ética y moral cambiaba dependiendo de cada persona. Pero ella se sentía mejor pasar ignorada. Caminó al lado del chico.

— Tienes que ayudarla. Y sé que lo harás perfecto —le susurró la Arcana corrigiendo las palabras del chico. Era quien debía manejar la situación, porque si creía que Rosália lo haría, estaba equivocado. Ella ya era legeremante, solo se trataba de su maestra acompañando a su joven pupilo. Estaba allí para mirar y acompañar, más que para hacer—. ¡Eso es! Buen chico. Los detalles. Son muy importantes a la hora de la legilimancia. Sigue a tu corazón —aquella última oración luego de felicitar al joven por encontrar ésos detalles, fueron mentales. El resto de los presentes no lograrían notarla, pero Ludwig si.

¿Cómo resolvería ésa situación y como usaría la legeremancia para ello? Ya sabia como concentrarse, como poner su mente en blanco y como hacer el primer contacto para usar la habilidad. El resto debía aprenderlo.

[Ludwig Malfoy]

 

En el Bar

Estar ahí y ser testigos de aquella escena le llevaban al rubio una gran cantidad de emociones, por una parte sabía que en aquella época una gran cantidad de magos y brujas deseaban ser quemados únicamente por diversión pero también sabía que muchos muggles fueron acusados de manera injusta siendo juzgados y sentenciados a la hoguera, tenía que saber si aquella situación se trataba únicamente de un momento de diversión de una bruja o en verdad una vida estaba en riesgo. Desde que regresó de su exilio había dedicado su tiempo y esfuerzo en proteger cada vida y sabía que tenía que hacer algo o no se lo podría perdonar.

Entonces comenzó a concentrarse, nunca antes había intentado leer una mente y no sabía siquiera si lo que podría encontrar sería algo real o infundado por sus propios prejuicios, por un lado se veía en la cara de aquella persona una gran preocupación y angustia y por el otro en el fondo había otra mujer disfrutando de la situación fue entonces que decidió mirar directamente a la acusada la cual no dejaba de gritar que la salvaran y la liberaran de aquel tormento. Observó cada uno de sus movimientos corporales, el tono de voz con el que hablaba y finalmente sus ojos, sabía que haciendo contacto visual podría comenzar a leer a la persona.

Todo a su alrededor se volvió silente y sin movimiento, el estado de concentración al que estaba llegando era cada vez mayor y las distracciones del lugar dejaron de incomodarlo, era como si en la habitación únicamente se encontraran el rubio y la mujer acusada y de la nada los pensamientos de la chica comenzaron a visualizarse en la mente de Ludwig. Eran muchas cosas las que pasaban por su cabeza, temor, tristeza, angustia, dolor y confusión. Intentó concentrarse más y más pero al ser la primera vez que leía a una persona no logró sacar más información de la misma, sin embargo lo que había visto era suficiente como para decir.

-A un lado – dijo gritando tratando de llamar la atención – esa mujer es inocente, bájenla de inmediato.

Todos los comensales voltearon a verlos, sin querer había llamado la atención de todo mundo incluyendo la mujer que se hallaba al fondo la cual los miraba con una mezcla de enojo y confusión. Sabía que había cometido un error al interrumpir aquel momento pero si no se apuraba la chica moriría. Intentó concentrarse para leer la mente de la mujer con la poción pero le fue imposible como si tuviera un bloqueo, entonces le dijo a su mentora en voz baja.

-Creo que metí la pata pero aquella mujer del fondo parece que está usando la oclumancia, por más que lo intenté no pude leer su mente.

 

@ Rosália Pereira

[Darla G Dumbledore]

con @ Rosália Pereira  del peligro del edificio a su cabaña.

 

Escuchó a Rosália y lanzó un suave suspiro, de todo lo que podría haber enfrentado en su vida, al hijo de la Akane era lo último que se esperaba, más luego de su último encuentro. Al menos él no podía reconocerla, del todo, aunque sí parecía haber sabido que no se enfrentaba a una bruja cualquiera lo que había ocurrido… bueno… en realidad sentía que había exagerado quizás un poco y se había arriesgado demasiado, pero aún no tenía claro si era por los recuerdos de la Akane o por sus propios instintos.

Los ojos de Darla se posaron en la legilimante mientras esta chasqueaba los dedos, una sonrisa se dibujó en sus labios al ver los tréboles a su alrededor. ¿Es malo pensar en la festividad de San Patricio? Más bien le vinieron a la mente los Leprechaun y sus festejos en las partidas de quiddtich y gobstones. 

Pero mejor olvidar todos esos pensamientos random, no podía ocultarle sus verdaderos pensamientos a la arcana si ella quería saberlos, pensó mientras observaba la fachada de la cabaña frente a ellas.

Y no se había equivocado, las palabras de Rosália se lo confirmaron mientras ella le explicaba el porqué de su elección y los resultados de la misma, así como describía en cierta forma cómo había actuado ella ante su prueba. Sus labios repitieron sin darse cuenta las palabras del consejo de la arcana.

—Fundamental y prioritario el contacto visual… respirar… sutil… —bueno, a pesar de sus artes vampíricas a veces Darla era tan sutil como un erumpent  en medio de un bazar —entiendo —repitió la pelirroja —respirar, sutileza y contacto visual, sobre todo contacto visual —a su mente vinieron una vez más los ojos de Corvus Aidan y no pudo evitar sentir un leve estremecimiento por todo su cuerpo, aunque quizás no fue el recuerdo del mago vampiro lo que  disparó aquella reacción sino más bien la pregunta de Rosália.

Darla tragó aire, abrió sus labios, lo dejó salir y asintió mientras veía a los ojos a la mujer.

—Sí lo estoy, quiero vincularme con el anillo de la habilidad y si tú me crees lista, yo ahora sé bien que lo estoy —no iba a ser pedante, no se iba a creer la mejor ni iba a decir, claro que estoy lista, las inseguridades que le pudieran haber provocado uno de los hombres de su pasado pasaban a segundo plano cuando sabía que confiaban en ella para aquello y ella ahora sabía que podía hacerlo, porque estaba segura que en su mente, ya lo había hecho ¿sin sentido no? Pero para ella lo tenía y repitió con más firmeza aún —estoy lista.

[Rosália Pereira]

con @ Ludwig Malfoy Haughton  — en el bar.

Rosália Pereira se había quedado dura como una estatua. Le agradaba que el chico Malfoy estaba tomando las riendas de aquella situación, porque de eso se trataba. Pero había algo que aún le faltaba, tal vez la Arcana sabía pero quien tenía que darse cuenta era Lud. Rosália Pereira les enseñaba a todos sus alumnos por igual, de forma que pudieran manejarse solos. El joven requería algún que otro empujoncito y se lo daría.

— Respira. Acomoda tu cabeza, chico —todo el bar parecía haberse detenido en el tiempo. Todas las miradas estaban enfocadas en el mago que había detenido el momento de que estaban castigando a la acusada. ¿O Rosália había detenido el tiempo? De una u otra forma, allí estaban, Rosália mandándole algunos consejos a su pupilo mentalmente—. No esperes siempre resolver todo. Tal vez haya oportunidades donde debas recurrir a una distracción y escapar con la salvada. A veces no podemos ayudar en nada a la otra persona, más que sacarlos de las malas situaciones. ¿Entiendes? —esperaba que Ludwig lo entendiera, Rosália conocía sus intenciones—. Pero no olvides nunca de mirar más allá. No podrás meterte en su cabeza, pero si podrás de las personas que están y estuvieron a su alrededor. Las historias pueden contarse de diferentes puntos de vista.

Rosália de haber estado enfrente del chico, le habría guiñado un ojo y apretado un poco el hombro. Pero aquellos consejos todos eran mentales. Esperaba que sus palabras le sirvieran como consejo. Rosália aún tenía curiosidad por como terminaría solucionado aquella cuestión.

 

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con @ Darla Potter Black  en la cabaña. Camino a la prueba.

Rosália terminó de corroborar que su pupila Darla aceptaba la prueba y organizó en encontrarse al otro dia, ante los primeros rayos del sol. El punto pactado siempre era el borde del lago de la universidad, ya que asi empezaba el camino para llegar al portal. Pero mientras tanto y como parte de la prueba, tendría que pasar una serie de obstácu.los para llegar ante la Sala Circular. La pirámide no se abría ante cualquiera. Ambas pelirrojas desaparecieron de la cabaña de la Arcana.

[Ludwig Malfoy]

En el bar

A Ludwig le había resultado muy frustrante el no poder leer la mente de aquella mujer en el bar, sabía a la perfección que alguien con dichas intenciones de ocultar información no era de fiar y que seguramente ella era la responsable de la situación que se estaba llevando a cabo sin embargo ¿Cómo poder demostrar lo contrario sin pruebas? Además de todo ello la mirada de los aldeanos ahora estaba puesta en aquellos dos forasteros quienes no tenían nada familiar con los habitantes de aquel pueblo.

Afortunadamente las palabras de su mentora lograron retumbar en su cerebro, ella tenía razón y había muchas más aristas del cubo que se podían observar, después de todo las versiones de varias personas también podrían ayudar a encontrar una versión de los hechos más confiable, si bien aquella mujer tenía bloqueos era probable que los demás no los tuvieran, solo tenían que encontrar el punto de convergencia.

- Como lo dije, estoy seguro que la mujer que están acusando es inocente – sonrió a Rosália y acto seguido volteó a ver al otro tabernero, el que parecía ser el que atendía el lugar, su mirada se encontraba cabizbaja y Ludwig pudo sentir un gran miedo, miedo por la mujer que tenía tan solo a unos centímetros de distancia, el definitivamente sabía algo – usted señor – dijo señalándolo – usted sabe algo y no lo ha dicho, es hora de que hable.

Miró entonces directamente a los ojos de aquel hombre, logró transportar parte de su esencia hasta su cerebro, observó entonces fragmentos de recuerdos, en ellos se encontraba corriendo de algo o alguien, necesitaba voltear su cabeza para saber exactamente de que huía sin embargo no logró observar nada, en su siguiente recuerdo lo que logró ver fueron los labios de aquella mujer que estaba siendo acusada, como besaba sus labios y recorría su cuerpo con sus manos, finalmente logró observar a la bruja la cual los sorprendía en el acto carnal y sacaba una varita para herir a su esposo.

- Diga a todos los presentes lo que usted sabe – dijo ahora con más seguridad sabiendo el motivo de lo que estaba ocurriendo - ¿Quién está mintiendo?
 

[Rosália Pereira]

Con @ Ludwig Malfoy Haughton

La mente del joven Ludwig fue buscando los detalles en los que tenía alrededor. Era un buen investigador y Rosália Pereira podía visualizar la bondad en el corazón del joven Malfoy, poco característico en el núcleo de aquella famosa familia. Aún así, intentaba descubrir cómo salvar a la acusada que estaba a punto de perder la vida. Pero Ludwig aún no controlaba demasiado bien la habilidad, se enfocaba en algunos puntos y dejaba el resto sin contener. A veces la legilimancia no era ver cosas y que el resto haga o diga, sino tenía que utilizarlas y hacerlas él mismo.

Claramente el Tabernero no hablaría si la Bruja estaba por allí. Rosália Pereira podía ver todo como si fuera filmado en cámara lenta.

La mesa del fondo parecía haberse robado todas las luces que iluminaban la zona. La Bruja vibraba a punto de estallar y eso fue lo que logró: saltó por encima de la mesa dejando caer su capa al suelo. Antes que ésta llegara desparramada al suelo, la Bruja saltó por los aires ¡Volando! No llegaban a ver si era en escoba o sin ella, pero los guardias que apresaban a la muchacha salieron despedidos por los aires, golpeando contra la pared más cercana. El Tabernero se escondía debajo de la barra, sabiendo que pronto podría llegar su muerto. La gente alrededor salía corriendo mientras la bruja se aferraba a la muchacha, la envolvía como si fuera una serpiente pitón y salió volando por el agujero enorme, donde había estado antes una puerta y dos ventanas antes de explotar todo a causa de su varita.

Rosália Pereira miró a Ludwig Malfoy Haughton. ¿Y ahora qué haria? El joven la había provocado. Tenía que solucionar esto con lo que había conseguido.

[Ludwig Malfoy]

Para el rubio todo había pasado muy rápido, no le había dado tiempo de analizar la situación con claridad y evidentemente había provocado a la bruja al límite de desenmascarar su verdadera identidad y secuestrar a aquella mujer. Era como si simplemente no le importara lo que pasara con su destino o como los demás muggles la pudieran ver, ahora estaba furiosa por haber visto sus planes frustrados y claramente buscaba venganza.

Mientras salía por la ventana pudo ver como sus ojos se posaban en los del rubio, estaban inyectados en sangre y se podía apreciar un odio fuera de lo común. Ludwig la miró con calma intentando nuevamente leer su mente pero con más tranquilidad, ahora no solo le interesaba entrar en su mente pues sabía que sería algo inútil pero podía observar sus ademanes y con ellos encontrar una pista de lo que buscaba o a donde se dirigía. Por un instante vio el movimiento de sus dados los cuales agitaban su varita hacia el oeste, había algo por ahí que seguramente ocultaba la identidad de aquella bruja y sus intenciones.

Entonces todo el lugar se vació, no quedaba nadie, la mayoría de la gente había salido despavoridos hacia sus casas mientras que otros ser habían reunido en el centro del pueblo para reunir antorchas y poder quemar a la bruja. Solo una persona estaba ahí, era el tabernero quien seguía aterrado, no quería salir y mucho menos moverse, sabía que su destino estaba sellado. Mientras tanto Rosália estaba tan tranquila observando todos los movimientos del Malfoy, sabía que ella solo estaría para protegerlo en caso de que las cosas se salieran de control por lo que estaba seguro que iba por un buen camino.

-No diré nada, ella me matará, no hablaré – dijo el hombre al ver que Ludwig se acercaba, estaba pálido y evidentemente aterrado -  ustedes no lo entienden ella puede matarnos a todos.

-Tranquilo, no tienes que hablar, yo te ayudaré – tomó entre sus pertenencias un frasco de perfume de mujer que había recogido en cuanto la mujer salió disparada por la ventana – solo necesito que huelas esto y yo haré el resto.

El muggle olfateó aquel perfume tal y cual se lo habían indicado y entonces Ludwig nuevamente cerró los ojos, concentró toda su energía tratando de leer su mente y encontrar una pista que los llevara al lugar donde se hallaba la bruja. Una gran serie de imágenes aparecieron en su mente, todos desde primera persona evidentemente, una vez que terminó de leerlos todos, el hombre quedó dormido con más tranquilidad por lo que Ludwig pudo hablar con la arcana y decirle lo que había descubierto.

-Éste hombre estaba enamorado perdidamente de la mujer acusada pero cuando la bruja llegó al pueblo se enamoró de el y al ver que no era correspondido le dio una poción del amor – carraspeó – con ella engendraron un hijo el cual se encuentra en las montañas oculto, en cuanto la amortentia pasó el tabernero intentó escapar y refugiarse en el amor de la chica lo que trajo la ira de la bruja, tenemos que ir a las montañas antes de que sea muy tarde y la mate - No esperó la aprobación de su mentora, salió corriendo hacia las montañas, esperaba llegar a tiempo y poder salvar su vida.

[Rosália Pereira]

@ Ludwig Malfoy Haughton

Rosália miraba todo atónitamente, más que nada porque muchas cosas le agarraban de sorpresa. Especialmente porque para la Arcana, casi todos creían que ella leía la mente de todos, pero lo que no entendían, es que no podría vivir tranquilamente si permitía eso. Por lo que era sabido si algunas cosas pasaban de largo en ésas situaciones. Leer la mente de una persona, a veces, te dejaba desprotegido de otros. Rosália asintió a las palabras de Ludwig Malfoy y pudo ver como el rubio tomaba las riendas de las situaciones que estaban ocurriendo en ése momento.

Le habló mentalmente, porque ella podía. Lo seguiría como una sombra.

— Muy bien, Ludwig, vas muy bien. Es lo que necesitaba ver: iniciativa. Ya falta poco, estás muy cerca de la meta, es el último esfuerzo —las palabras de aliento llegaron a la mente del rubio como una leve caricia al alma. La Arcana veía la bondad del joven pero hasta el momento había actuado escondiéndose detrás de ella, como si fuera su madre. Pero ahora había enfrentado la situación como correspondía, colocando el pecho ante las balas y ahora encaminándose donde debía. Les recordó algunas palabras: — Recuerda poner tu mente en blanco. Recuerda el contacto visual. Recuerda ser sigiloso como una sombra, cualquier medida que tomes puede ser muy peligrosa. La mente es como un laberinto y nuestras víctimas pueden tendernos una trampa y quedarnos encerrados para siempre entre sus pensamientos. Anda, muchacho, estoy detrás de ti. —esas palabras fueron como un pequeño último empujón. Ya casi terminaba el chico y a medida que solucionaba aquella situación estaría más cerca de la pirámide donde lo esperaba el portal.

Ambos se encaminaron a las montañas. ¿Qué era esas luces casi en la cima?