Jump to content

Libro de la Fortaleza


Badru
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Al final consiguió desatar la cuerda que le aprisionaba los pies, la última de las tres que le había impactado. Frunció el ceño, todavía no estaba segura de por qué no había funcionado su estrategia, ya que ella había jugado con efectos, los cuales eran muchísimo más veloces que un rayo o unas cuerdas. Tal vez el sol le había frito el cerebro, o que no estaba acostumbrada a enfrentar a varios oponentes al mismo tiempo, y se habían aprovechado de su óxido.

 

Sacó de su mochila una botella de agua grande y bebió de ella. Le ofreció con un gesto a Asuhr y Sagitas por si ellas querían, pues llevaban todo el día corriendo al igual que ella, y acabarían deshidratadas por culpa del intenso sol que incidía en la Sabana. Después cogió la camiseta de manga larga que había guardado al aparecer en el lugar, cortó las mangas y se hizo un top que anudó a la espalda, cubriendo así sus senos desnudos.

 

- Se acabó el espectácu.lo por hoy.

 

Fue entonces cuando miró hacia el Uzza, hacia el misterioso guerrero de velo rojo que les había llevado hasta allí. Parecía entretenido con todo aquello, todos los ingleses vueltos los unos contra los otros por un poco de poder. Gatiux estaba sorprendida por que había cuidado de ella alguien que jamás esperaría. Eso le planteó dudas, le hizo cuestionarse su propio egoísmo en la selva amazónica, cuando se había negado en un principio a acudir a salvar a Sagitas, en el egoísmo de los demás, que estaban dispuestos a sesgar su vida por un poco de conocimiento. ¿A qué precio? La traición era algo que tardaba mucho en olvidarse.

 

Se levantó del suelo donde se tumbó hacía unos minutos y se acercó un poco al misterioso Uzza, para que viera que se estaba dirigiendo a él. No tenía sentido aquel enfrentamiento, y quería hacerselo saber. Gente como Elvis los estaban instando a pelear, a seguir desangrando al contrario y matarlo. El mismo Elvis que horas antes se llenaba la boca con palabras grandilocuentes, les hablaba del honor y que no debían dejar en la estacada a un compañero, a pesar de sus malas decisiones. ¿Dónde había quedado el honor del que hablaba?

 

-El precio de la traición es demasiado alto. -dijo Gatiux a Badru, sabía que pese a la distancia que los separaba él la escuchaba- No merece la pena toda esta locura.

 

La codicia les había hecho olvidar que eran amigos unos de otros, o mínimo compañeros, y les había cegado una promesa de sabiduría para la cual no sabían si obtendrían. No sabían si la prueba era esa o justo lo contrario, ver si alguien se detenía a pensar. Después de todo sólo los habían soltado en la Sabana y habían comenzado a atacarse unos a otros porque sí, sin razón alguna. Seguramente creyendo que así agradarían a aquel temible guerrero.

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Negué al ver la furia en los ojos de la mujer – Yo también se cuidarme sola y hay veces que necesito ayuda. Cabezota – Hasta el mismo segundo en el que la Potter Blue había llegado a donde me encontraba, me había estado riendo, a pesar del dolor del puma, puesto que mi mejor amiga, mi camarada y líder, había confundido mis palabras, creyendo que a quien yo quería salvar era al animal en vez de a mi tía política – Estamos ante una guerra. Aqui se cobraran cosas que han pasado en el pasado, Por desgracia, no solo combatimos para lograr el libro.


Aquel discurso no saba si lo habia dicho para ellas o para mi. Yo habia tenido la oportunidad de conocer a los Uzzas; eran guerreros nomadas de Egipto, poseian fuerza, poder y conocimietos ancestrales muy superiores a los nuestros. Tenian definidos unos ideales que no rompian por nada, unos que yo creia correctos. Se defendian unos a otros a pesar de sus creencias. Protegian su territorio con su vida. Luchaban por algo en concreto y no por venganzas absurdas. Era justos. Después de un mes y medio con ellos me haba dado cuenta de que el entrenamiento había sido mas de lo que parecía.


Mi posicion en aquella contienda habia sido clara desde un inicio. Defenderia a mi equipo, a pesar de las rencillas. Ahora, ahora defenderia a quienes considerase aptos para que yo antepusiese mi vida a laa suya – Morphos – Apunte en direccion a una roca cercana y esta, al segundo, muto, transformandose en un halcon peregrino, pues tenia la suficient masa para ello. El ave con afiladas garraas y un pico fuerte alzo el vuelo ante una orden no verbal mia. Nos cubriria de los conjuros que estaba segura nos lanzarian, mas Leah, que sabia no habia acabado con su reto personal.


- Exijo ver a Runihura – Mi tono de voz no daba opcion a replica. Mi mensaje iba en direccion al nuevo Uzza y a Badru, el cual seguia observando todo con gesto serio

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No me di cuenta de la sed que tenía hasta que Gatiux me ofreció el agua. Tenía los labios agrietados, tal vez debiéramos acercarnos hacia aquel montón de agua. Aunque la idea de cocodrilos y/u otras bestias que podían estar allá esperándonos me frenó en seco.

 

-- Gracias, Gatiux.

 

Tomé un trago breve. Era consciente de la dificultad de encontrar agua libre de peligros en aquella zona y no quería contribuir a dejarla sin agua.

 

-- Si quiero más, invocaré un Aguamenti, lo uso a menudo para las bestias del Circo y éste hechizo me sale -- dije, con un cierto tono de burla, pues estaba segura que no era tan mala hechicera como solía aparentar. Tal vez era una medida inteligente de autoprotección; si me creían débil, nadie se metía conmigo o se pensaban que era menos peligrosa de lo que podía ser.-- Aunque el agua de tu botella está más buena.

 

¿Quería decir que había probado el Aguamenti? Pues claro, ¿quién no? Bueno... Supongo que quien más o quien menos ha jugueteado con ese hechizo con algún amigo, ¿no? En fin, que me sentía algo mejor después del trago, aunque Lisa se empeñaba en sacarme los colores y hacerme olvidar que soy buena, que soy sacerdotisa, que no debo matar a nadie (mutilar ya es otra cosa...)

 

-- ¿Me has llamado cabezota? ¿Por qué? ¿Sólo por que me cuesta encontrar tallaje de sombreros te atreves a llamarme cabezota?

 

Puse las manos en jarras y casi le grité. ¿Y a ella qué le importaba el número de sombrero que usaba si al fin y al cabo no me los pagaba? Sabía que la Uzza Ashur estaría algo desconcertada, esperaba que no mucho. Cuando queríamos, los nativos de la ciudad de Londres no éramos tan malos, aunque he de reconocer que no hay Honor en nuestra actuación. Algo de lo que dijo Gatiux me sorprendió.

 

Elevé la cabeza aún sintiendo un ronroneo que empezaba a surgir del puma dormido. Busqué con quien hablaba, al parecer ella tenía mejor vista que yo pues había encontrado al UZZA.

 

-- ¡Tienes razón! Eso es... Jo, Gatiux, eres una genio. No hay fortaleza en matarnos sino desprecio por la vida humana y codicia por el Saber y el Poder. Esta debe de ser la prueba que hemos de pasar, la Fortaleza de conocer, conocer pero no usar, desearlo pero no usarlo a la ligera sin que la situación lo merezca...

 

Aquella idea se abrió paso en mi cabeza como un rayo de luz de sol cuando amanece y brilla en medio de la oscuridad. Tal vez, digo que sólo tal vez, había juzgado mal a aquella figura de UZZA y le había machacado con mi desprecio, sin intender lo que pretendía. Bueno... Tal vez yo ahora no estaba entendiendo bien si era eso o no la Fortaleza que quería que mostrásemos. Pero, al menos para mí, era la conclusión lógica de aquella situación. Nos habían hecho llegar a un sitio y, sin más, hale, a tirarnos hechizos como si fueran caramelos.

 

¿Y si esta era la prueba?

 

Si era esto que yo pensaba, los UZZA eran gente extraña pero justa, los injustos éramos nosotros, los "civilizados" vecinos de Ottery, que nos ofrecían una piruleta y matábamos por ella. Sonreí al sentir que el Puma se movía, primero en tics en las piernas, después parpadeando, abriendo levemente las fauces, respirando con fuerza.

 

-- Ay, el pequeñín se despertó -- sí, bueno, no es que fuera muy pequeñín, pero es que los gatitos son tan bonitos..., sean del tamaño que sean....

 

El puma empezó a gruñir y a mostrarse fiero. Me percaté que llevaba todos los anillos pero algo me dijo que el de la amistad de las bestias no iba a ser suficiente con aquel felino enfadado.

 

-- Orbis Bestiarium -- pensé, sonriendo al gatito y a la vez a Lisa. ¿Cabezona yo?

 

Aunque era un hechizo no verbal, todos los presentes notaron el efecto que rodeaba a la bestia, que ya se estaba incorporando y abría demasiado las fauces, sus dientes parecían realmente dagas. Inmediatamente, el puma se quedó bajo mi merced. ¡Ole! Lo bien que me iba a venir este hechizo para controlar a las fieras cuando se pasaban un poquito.

 

Señalé a Lisa y casi me puse a reír:

 

-- Hale, precioso, vete a lamerle la cara a esta mujer y darle así las gracias por ser tan buena conmigo y querer salvarme la vida. Sólo lamerla. Y no te quejes, Lisa, que dicen que la baba de los gatos es buena para cicatrizar heridas. ¿O es la de los perros?

 

Fruncí el ceño. No me acordaba, pero bueno, no importaba. Lisa iba a pagar el llamarme cabezona. Después me giré a Ashur, de forma tan repentina que creo que la asusté; o tal vez no, ella siempre estaba presta a la defensiva.

 

-- ¿Tú conoces a ese UZZA? ¿Puedes decirnos algo de él? Pero dímelo bajito, que no se entere -- le dije, mientras toqueteaba el anillo de Salvaguarda contra oídos indiscretos, esperando que así aquel extraño no se diera cuenta de lo que hablábamos. Después pensé que si era un Guerrero de esos con tanto poder, tal vez pudiera driblar el poder de este anillo, así que murmuré un Muffliatto mientras le señalaba con la varita. Estaba lejos, sí, pero... ¿Sería capaz de darle y que oyera sólo un ruido molesto como de snurffles dentro de sus orejas para que no pudiera escuchar nuestra conversación?

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aquello se había vuelto una auténtica batalla campal. Anne no podía salir de su asombro: había supuesto que tendrían que pelear y por eso se había preparado unas defensas pero... ¿bajo qué excusa se habían puesto a atacarse entre todos? Conocía a buena parte de los presentes, aunque no todos habían asistido a su clase. ¿Quizás los otros profesores les habían dado instrucciones para aquella última prueba? Porque ella no recordaba que nadie hubiera hablado de matarse vivo con los demás...

 

Los hechizos volaban en todas direcciones, aunque ella se sentía segura tras su escudo de aves, y con aquel jabalí guardándole las espaldas. Probablemente estaba a salvo... por el momento. Pero si lo que tenían que hacer era pelear, pues entonces pelearía, como los demás. Eso le hizo recordar las dudas de Sagitas y se giró para poderla mirar, aunque al principio no la encontró. Vio a Gatiux caer y luego cómo la ayudaban, y también pudo ver cómo Zack y Valkyria habían sido los que se habían aliado para acabar con la Malfoy. ¿Cómo habían podido hacer eso? Frunció el ceño, pero otras situaciones la distrajeron y volvió a girar la cabeza.

 

Hasta los profesores se habían unido a aquel intercambio de ataques, y Anne imaginó que era lo que debía hacer. Pero... ¿era una batalla de todos contra todos? ¿O habría algún equipo establecido? Miró a Hades con intención de preguntarle, pero estaba muy atareado peleando contra Mei. ¿Cuándo había llegado la Delacour allí? No podía creerlo.

 

Oye, Hades... —dijo, para ver si la oía. Pero un rayo pasó cerca de donde estaba y dio un respingo—. ¡Demonios! ¿Qué narices habéis liado aquí? ¿Por qué peleáis?

 

No le entraba en la cabeza aquella situación, pero supuso que no debía quedarse allí quieta mucho rato más. Frunció el ceño y volvió a mirar a Valkyria, que acababa de ayudar a Bastian. Y se encontró con Elvis, que estaba inmerso en la batalla también. Recordó lo que le había visto hacer en la clase y lo que eso implicaba... ¿y si aprovechaba la ocasión para mandarle algún que otro hechicito? Seguramente no se lo tendría en cuenta de cara al futuro...

 

¡Expelliarmus! —exclamó entonces, apuntando con su varita en dirección al Gryffindor. Si el rayo rojizo le impactaba, lo despojaría de su varita (que caería a unos metros de distancia). No le haría daño real, pero sería divertido ver su cara cuando viera que la Gaunt le había atacado. «Zancadilla», pensó también en dirección a Elvis. Verle caer de bruces sería más que divertido...

AYlDcNN.gif


oizsVNM.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El tiempo se detuvo y las cosas parecieron complicarse aún más en cuestión de segundos. Zack se quedó expectante preguntándose qué podría hacer Gatiux para salir del aprieto en el que Valkyria y él mismo la habían metido. Pero fue ahí cuando el hombre debió haber entrado en una laguna mental tan profunda que no notó que sus brazos habían sido curados gracias a un episkey que le proporcionó Valky, su antigua madre adoptiva. Y tampoco que llegó gente de todos lados para asistir a la sexy fémina que tenía amordazada.

 

Cuando el hombre quiso recurrir a la varita de Gatiux en su bolsillo para lanzarla lejos, al lago quizás, notó que no estaba. Alguien debió habérsela arrebatado sin que lo notara y sin ningún hechizo válido para que esta saliera expulsada de su prenda. Aquello desafiaba no solo las leyes de la magia sino las teorías improbables de desarmar a un mago con unas simples palabras, sin ningún ataque certero que lo validara.

 

Quedó atónito, no tenía idea de qué había ocurrido y tampoco se pondría a discutirlo. Mantuvo la calma, en parte era confusión, y bajó su varita. No pensaba continuar con la batalla. Unos se ayudaban con otros, cosa que le hizo pensar que no se encontraban en un auténtico simulacro de redadas, que estaban ahí con un propósito diferente, uno que ni siquiera se les había notificado a ellos como profesores.

 

Quería preguntarle a Lisa qué sucedía, pero la mujer estaba ocupada librando su propia batalla, además de estar bastante lejos de él como para poder soltar sus interrogantes inmediatamente y que la bruja se las resolviera. Hubo un momento en el que solo esperaba una intervención divina que pusiera todo en orden, no estaba comprendiendo el objetivo de la unión de todos los pupilos.

 

Podía tener un rayo en camino con intenciones de herirlo o asesinarlo directamente, y él no lo notaría. Fue como si le borraran la memoria y esperara que alguien le contara los últimos minutos de su vida para reubicarse. Y tampoco se mostraba interesado en volver en sí, quizás si dejaba pasar el tiempo todo acabara pronto.

5CBNzmy.jpg

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Había demasiada gente, demasiado calor y demasiado hechizos. Entre el vapor y la humedad podía sentir el aire pesado, respiraba con dificultad y estar usando esa cantidad de magia no lo ayudaba en absoluto. Se compadecía de los magos que no estaban acostumbrado a aquella clase de cosas, los duelos. No era nada del otro mundo, solo pensar, actuar y sobrevivir, pero muchos se negaban y pensaban que era un acto violento que no tenía sentido. Lastimosamente, era algo con lo que crecieron y estaba muy presente hoy en día.

 

A pesar de eso, de sus pensamientos, preocupaciones y el pésimo clima, estaba pendiente de lo que sucedía en su entorno. Bastian se defendió de su hechizo, pero parecía no entenderlo de todo. La serpiente se había enrollado en su pantalón y le mordió el muslo, quizás el mago estaba pisando el fantasma de su pasado y no sabía que hacer, menos si pensaba que con una pisada podía robarle la vida a un serpiente que mutó de su pantalón, evidentemente, media casi la longitud de su prenda y era del grosor de la tela enrollada.

 

Lisa si fue más inteligente, pero solo un poco. Sus pajaros el robaron la vista de la serpiente, pero lo curiosos de estos animales era su olfato y el sentido de orientación que poseían gracias a percibir las temperaturas corporales. A pesar de que la Weasley fuera un vampiro y no tuviera temperatura, tenía un aroma particular. La serpiente, ciega, se deslizó por el sentido del olfato y se acercó a los pies de Lisa, clavando una letal mordida en su pierna e inyectando el letal veneno que poseía. El Macnair sonrió complacido y alzó la vista, notando como Bastian se ponía en guardia. Pik concentró su poder mágico en los anillos y amuletos, recordando lo que aprendió.

 

Espejo Niebla —dijo, sintiendo como su poder mágico se expandía mucho más que el de los presentes— Fortificulum —. Conocía el hechizo a la perfección, en otra situación podía usarlo sin dificultad, pero su magia se encontraba bloqueada por los Uzzas. Una pared de piedra de tres metros de alto, cinco de largo y dos de ancho apareció en la mitad de la distancia que separaba a Pik y Bastian. Los dos hechizos de su contrincante impactaron en la pared de piedra y el Ángel Caído soltó una risita, complacido.

 

La situación de un momento a otro se había calmado. A pesar de no encontrarse muy cerca del grupo de personas, notó como estas empezaron a intercambiar palabras y en vez de atacar, tomaban agua y lanzaban animales que lamieran a los magos ahí presentes. Alzó una ceja y su expresión fue de asco, ¿para que habían creado tantas defensas si luego se pondrían en plan de embajadores de la paz? No le cuadraba lo que hacían.

 

—¿Es el momento de que saque una canasta y hagamos un picnic al aire libre? —se encontraba caminando hacia la posición de Zack y, aunque no estuviera al lado de él, sabía que el vampiro lo escucharía mientras se acercaba—. Quizás podamos invitar a nuestros queridos amigos que deben andar por acá también, quizás sirva como método de reconciliación —soltó una carcajada y se colocó al lado de su compañero. Eso que acababa de decir nunca sucedería.

o3AGp2S.png
http://i.imgur.com/wjaQybf.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El cainita rio al ver como Mei comenzaba a expulsar aquellas asquerosas babosas. Negó con la cabeza, debía recordar todo aquello para cuando Luna fuera mayor mostrárselo en un pensadero, seguro que a la niña le gustaría ver aquellas imágenes. Aun así se mantuvo atento a todo lo que estaba pasando. Pudo notar como Elvis había prestado atención a sus palabras y se había dirigido a estar al lado de Ashur, mientras los demás seguían peleando. Las últimas palabras de Mei lo alertaron preparándose para defenderse de aquel ataque que pudiera intentar la Delacour, aunque ella había posado sus ojos en otra cosa o en alguien más.

 

Noto como Lisa se reunía con la chica y negó con la cabeza sonriendo, aquel par no podían estar separados así que se rindió, aquel enfrentamiento amistoso con Mei quedaría para después, capaz cuando Luna fuera lo suficientemente grande ellos tendrían una revancha, un duelo amistoso para demostrarle a luna las técnicas básicas y ayudarla a mejorar.

 

Se m movió rápidamente observando como animales y personas se atacaban, de no ser por la voz de Anne llamándolo y haciéndole aquella pregunta no hubiera caído en cuenta de lo que estaba pasando.

 

-pero que demo… -comenzó a decir- no se hermanita, no entiendo nada de lo que está sucediendo aquí –dijo el Ragnarok a Anne- es como si alguien o algo nos hubiera hechizado para sacar lo peor de nosotros y que nos atacáramos –respondió.

 

Le sorprendió ver a Anne atacar y mover la varita de aquella forma. Rio, despeino a la chica y le dio un beso en la mejilla para hacerle saber que lo había hecho bien, ahora él se quedaría a su lado para ayudarla en todo lo que pudiera, al menos para defenderla si era necesario.

 

-ya sé que dirás que ere grande y que et sabes cuidar sola –le dijo- pero por si als dudas me quedare cerca –comento.

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Todo estaba ocurriendo demasiado rápido y de repente ya no tenía ningún interés en seguir luchando contra la bruja Mei, de hecho su único interés desde hacia unos minutos era ir hacia donde Leah estaba y cubrirla de una buena vez. Ni siquiera le interesaba lo que sucedía alrededor, pues varios eran los hechizos que le pasaban casi que rozándole y cada quién se encontraba en lo suyo, pero sus ganas de intervenir ya no estaban. Había llegado a la conclusión de que los Uzzas eran guerreros muy raros, quizás un tanto bipolares o era que su estilo de vida no tenía ningún punto en común con la de los magos y brujas allí presentes.

Tauro abandonó su postura de ataque, aunque no bajó la guarda, y dio dos pasos hacia el frente, luego otro y varios más se sumaron mientras cruzaba el límite que ambos grupos habían trazado al inicio de todo. Tenía cara de malas pulgas, lo cual podía deberse al hecho de que su novia siguiera allí enseñándolo todo o que nadie se hubiese tomado la mínima molestia de explicar qué rayos estaban haciendo allí, ni siquiera los profesores parecían tener la más mínima idea. Dio una patada al suelo levantando el polvo y esperó a que todo terminara.

— Aquí estás —susurró cuando estuvo a escasos dos metros de distancia de la Atkins, colocándose en medio, cosa de que si alguien intentaba atacarla inevitablemente ella estaría allí sirviéndole de escudo —Lamento anunciar que tus fans ya no van a poder disfrutar de esta bella vista —dijo en un tono muy serio, pero le fue inevitable ocultar una sonrisita — Ahora, ¿cómo lo hacemos, te vistes tú o te visto yo?

No muy lejos de donde se encontraban Pik había hecho aparecer una pared y se le ocurrió que quizás el Ángel Caído podría dejar que las dos se ocultaran allí junto con él. Alzó una mano y con ella saludó al Macnair.

Había tratado por todos los medios no escandalizarse por los grandes rastros de sangre en el cuerpo de Leah, pero aún tras comprobar de que no había heridas profundas ni graves, pensó en hacerle Curación — y para estar completamente segura de que se encontraba bien, también empleó el Amuleto de la Curación, por lo que de forma muy delicada desplazó sus manos por los lugares que veía necesitaban atención.

— ¿Estás bien? —preguntó al tiempo que se arrancaba un trozo de su blusa, tras lo que pronunció un —Aguamenti —para mojar la prenda y así empezar a limpiarle la sangre del cuerpo.

UASDi2b.gif
HakOva6.png
XzWZp5H.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Miro cuando Mei levanto la varita en su dirección,pero muy a pesar de lo que la bruja quisiera hacerle, Lisa no era la unica con rapides sobrehumana asi que su hechizo salio disparado hacia la mujer para impedir cualquier daño a su persona, no iba a luchar, solo se iba a defender. No estaba por la lucha, no luchaba a menos que fuese muy necesario y normalmente era en el cuartel defendiendo a sus compañeros de las fuerzas del enemigo, siempre eran en defensa, rara vez usaba hechizos que buscaran asesinar.

 

- Silencius - dijo sin dejar de mirarla y viendo como la mujer parecía decirle algo sin lograrlo. Después miro a la mujer frente a ella atender a un animal que en primer lugar ella había puesto en peligro al atravesarlo entre ella y cualquier ataque. Vaya hipocresía, pensó la Granger para después voltearse a donde había estado antes del ataque de Mei

 

- Morphos- dijo apuntando su varita que aun conservaba y transformo aquel arbol que tenia la masa suficiente para poder traer a un lobo a protegerla,un lobo con pelaje blanco y grandes colmillos. La orden era atacar a quien la atacara, mientras no la molestaran mas no tendrían problemas con el.

 

Mientras acariciaba al lobo otro animal se acerco curioso a donde estaba ella, una leona que jamas habia visto un lobo en su vida y le causaba curiosidad. La bruja uso el anillo de amistad con las bestias para atraerla a ella y hacerle saber que el enorme canino solo estaba de visita, y se iria pronto.

 

- tranquila pequeña, nos iremos pronto lo prometo - dijo acariciandole tras las orejas y dejando que la reconociera, sabia que no la confundiria con comida, los leones no comían caroña y para alguien tan sensible como una leona era mas que obvio que ella no estaba viva, al menos no de la manera convencional por lo que no le resultaba apetitosa.

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al fin que ahí estaba con las heridas del sectusempra terminando de curarse, por suerte su rival inesperada ¡su propia profesora! había dejado de atacarla, al rato se comenzó a dar cuenta de su error, se comenzó a dar cuenta que eran del mismo equipo, de cualquier manera la había dejado de atacar. Estaba exhausta y su cuerpo estaba empapado en sudor aunque aquello era difícil de saber después de haber nadado por el Rio Nilo hacia tan solo unas horas. Estaba agachada con sus manos sobre sus rodillas dándose un respiro pero sin dejar de estar atenta a la batalla, parecer ahí cualquier se podía volver contra ella.

 

Abrió su boca para dar un último episkey que le curara del sectusempra que le había lanzado Mónica cuando sintió que de hecho ya estaba curando. Sorprendida por aquello y pensando en que seguro había caído un tipo de maná sobre ella, buscó a tientas bajo aquel sol quien le había curado y se encontró con una mujer de pelo morado que nunca había visto ¿o si? no se acordaba quizá...... ¡Fue la jueza de su juicio! Claro como no se iba a acordar de ella. Estupefacta, la miró por algunos segundos hasta que reaccionó.

 

— Yo ...eh gracias, al menos sé que hay alguien de mi lado — Le dijo a Sagitas. Se encogió de hombros y salió corriendo a un lugar más alejado.

 

Quería tener una perspectiva de todo aquello ¿quiénes estaban? Averiguar el porqué todos estaban ahí atacándose era misión imposible, pero al menos podría tratar de averiguar algún patrón. Subió a lo alto de un árbol observando. Parecía una guerra de bandos pero habían muchas cosas singulares, la orden no se atacaba a ella misma de eso estaba segura, mas bien parecía que Elvis y Mei estaban sinérgicamente unidos. Su primera posibilidad fue esa, una guerra normal entre bandos pero...luego los mortífagos o al menos los que ella sabía que no eran de la orden también se atacaban entre ellos, raro. Y tercero estaba la Potter Blue que a ciencia cierta no sabía si de bando era o si pertenecía a alguno pero la había curado.

 

Se preguntó también si había algo en el lugar, algo en la tierra, en los animales en la naturaleza que hiciera que todos se comportaran así ¿sería posible? en el mundo mágico podía haber cualquier cosa, así que aquella opción no se escuchaba tan descabellada. Volvió a pensar en Uzza, era tan poderoso y ella desconocía los poderes que podía tener él¿y si alguno de sus poderes consistían en confundirlos a todo para atacarse a ellos mismos? Se estremecía solo de pensar que alguien quisiera aquello ¿no se suponían que los Uzzas eran buenos? Que si, que son mal encarados y demás pero no quería decir que por eso quisieran ver correr la sangre de inocentes.

 

Como era evidente ya muchos habían empezado a darse cuenta de aquello y habían dejado de asesinarse entre ellos, y con mucha razón comenzaron a volcar toda su furia con el Uzza, este se limitaba a sonreír lo que generaba más descontento entre los presentes.

 

<<No quiere que aprendamos sus magias guerreras, por eso quiere que nos matemos entre nosotros y los que quedan de pie de seguro también los matará>>

 

Fue lo que pensó entrándole furia de repente también. De un saltó cayó al suelo desde el árbol donde estaba anteriormente con el plan de unirse también a la guerra contra el Uzza preguntándose cual muerte sería más dolorosa si contra el guerrero o contra sus compañeros. A lo lejos vio un león adulto

 

—Orbis Bestuarium — Pensó ella. No lo iba a usar para atacar. No hasta saber quiénes eran sus enemigos, pero sería una buena protección mientras tanto.

 

Lo importante es que ninguna de las dos pudo completarse porque una sombra parecía perseguirla desde los cielos. Su rostro se crispó de miedo cuando vio una bandada de cuervos volar hacia ella y para aumentar su terror su propio abuelo diciendo que le arrancaran los ojos.

 

—¡Abuelo! — Le gritó entre herida y enojada. Pensó en Salvaguarda Mágica que haría que se volviera intangible para aquellos pájaros que por más que intentaron arrancarle los ojos no les era posible — ¡Pero si yo tengo el libro , míralo! — Le enseñó el libro empapado que se había sacado de la túnica y había usado los hechizos ¿ya no era suficiente?.

 

Aún en su forma intangible se dirigió hacia el quedando a escasos metros de su abuelo.

 

— Si querías un duelo me lo podías haber pedido — Levantó su varita disponiéndose a luchar contra Elvis.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.