Jump to content

Libro de la Fortaleza


Badru
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Cuando el portal de oscuridad se abrió a sus espaldas, Jank soltó la cantimplora de sus manos, derramando las últimas gotas de agua que conservaba el objeto. Se agachó rápidamente, tratando de recuperarlas, pero el sol se las consumió tan rápido que apenas fue una ilusión lo que mojó la arena de la duna. Maldijo y miró a Mónica, olvidando la frustración. Nunca habían sido advertidos de que Badru los buscara, ni siquiera por él mismo había existido siquiera un indicio que los hiciera suponer que faltaba otra etapa. Pero, fuese lo que fuese, Jank tenía el presentimiento que al cruzar, nada sería fácil a partir de entonces.

 

No se tomó el tiempo suficiente para cruzar. Respiró y les hizo una seña a los demás, en especial a Adryanie, que parecía quejarse más de lo habitual. Jank volvió la vista hacia las planicies de Guiza que estaba dejando atrás; por un corto pero espectacular tiempo había vivido las experiencias que aquella región le había ofrecido a él, a su nueva compañera y a sus alumnas, sin tomar nada a cambio. Exceptuando, quizás, la intromisión de los nómadas y la caída casi mortal dentro del Templo, pero bajo su juicio el aprendizaje representaba harina de otro costal.

 

El viaje dentro del portal fue tan pesado que por un momento, pensó haberse perdido entre las dimensiones. Escuchó voces, gritos, insultos, y por enfrente de sus ojos se proyectaban luces que si formaban figuras, Jank no las llegaba a comprender. Al cabo de horas, concibió la idea de que su materia se había desintegrado, que el viaje que estaba realizando jamás acabaría y que se había echo uno con el universo. Sin embargo, siempre había imaginado la eternidad de una forma menos.. constante, por irónico que sonora.

 

Un zumbido le alertó que algo estaba cambiando. Desde arriba, apreció lo que parecía ser un punto que se iba agrandando, poco a poco, sin parar. Pasó otro largo rato para que se apareciera el océano y los continentes, haciendo que dedujera que los Uzza lo habían enviado a otra "dimensión" por una razón específica. O ninguna. El ducto de energía por el que se trasladaba se direccionó hacia lo que parecía ser África, por lo que llegó a preguntarse si lo devolverían a Guiza. Pero, estuvo por aterrizar y presenció la batalla que se había formado en su ausencia, se dio cuenta que estaba equivocado.

 

Apareció sobre la sabana ajetreado, con los ojos desorbitados y totalmente deshidratado. Como estaba acostado, se arrastró hacia el único lago del lugar y zambulló su cabeza al agua. Sentía el cuerpo tenso cual alambre, como si hubiese llegado al encuentro corriendo. Pero no se daría por vencido al apenas llegar. Se levantó y buscó su varita en uno de los siete agujeros del cinturón que se había llevado puesto para la expedición, al igual que aquella camisa holgada de lana para que circulara el aire y las bermudas rotas. Cuando consiguió su arma mágica, limpió su rostro ejecutando un simple encanto en Noruego y empezó a caminar, bordeando el lago, sin ser el blanco de nadie.

THIS ONE.jpg

blinkie.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

 

Nada era fácil desde el inicio hasta el fin de la cursada para adquirir los legendarios poderes Uzza. Si bien habían logrado sobrevivir a la primera parte de la clase, los desafíos no habían terminado allí.

Agatha se sintió confusa al cambiar de escenario, encontrándose de pronto en medio de la sabana. A su alrededor, gente a la que conocía y gente a la que no se enfrentaba sin dar tregua, observó compañeros de clase y de bando; profesores de la Academia y de la Universidad. Todos ellos se enfrentaban con un mismo objetivo: hacerse más fuertes.

Permaneció un buen tiempo observando alrededor, viendo como los enfrentamientos iniciaban. Sabía que no todos los presentes lograrían el objetivo final, ni siquiera estaba segura de que ella misma obtendría tal beneficio.

Buscó con la mirada algún aliado. Estaba perdida y algo confundida. Sabía que debía ponerse en acción cuanto antes, de lo contrario no llegaría a más que a perder allí la vida.

- Bonito lugar para fallecer...- dijo con sarcasmo. El anillo que brillaba en su mano le decía que había enemigos cerca ¿cómo no? Al menos la mitad de los presentes se mostrarían como sus enemigos para la ocasión. No tendría más opción que mostrarse fuerte e intentar una buena batalla.

oKhf7Mf.png

4dV4RuU.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No comprendía lo que estaba pasando. Tanto cambio de escenario me estaba mareando y ni siquiera sabía con exactitud que estaba haciendo ahi. Primero de un salón de clases a las pirámides y de las pirámides a la Sabana.

 

Tenía puesta la misma ropa que cuando llegue al salón de clases en la Universidad, pareciendo ese día ahora muylejano.. Tennis, pantalón deportivo negro y una playera de mangas cortas azul claro, eran mi vestimenta.En mi hombro derecho seguia llevando mi mochila y dentro de ella mi chamarra, con el calor que se sentía no era necesaria. La deje caer

 

Llevaba puestos los anillos anillos de ambos libros en ambas manos, tendría que encontrar una forma más efectiva que llevarlos. Con los amuletos no había tanto problema, igual ya los llevaba puestos desde que empezamos la clase en aquel salón.

 

-Lo siento, me perdí.- Dije en voz alta encogiéndome de hombros, sin ni siquiera saber si todavía el guerrero que nos evaluaría tomaría mi llegada como aceptable.

 

Si no lo era, entendería, pero al menos había logrado llegar y de esa forma lograría regresar con el resto a la Universidad. No quería perderme de nuevo.

 

Paseé la mirada buscando animales u objetos que pudieran servirme en un momento dado para defenderme. Todavía no podía hacer ninguna defensar, pero no tardaría el momento en que pudiera realizarla, aunque daba igual ya en ese momento como terminaría todo.

 

Solo esperaba que no hubiera más tours en el curso, no estaba segura de que no me pudiera perder nuevamente. Poco a poco, me estaba aclimatando.

SMLQYQL.jpg
EPjHROm.gif ~eAnQFcJ.gif ~ PowpgLI.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lo siento, Adry. Pero los Guerreros Uzza son firmes. Son estrictos. No creen en cualquier persona para cederles sus poderes. Hay que demostrarles que los merecemos —levanté mi hombro mientras había observado como mi nieta Adryanie se había ahorrado el ataque de mi águila, con aquel poder que la volvía intangible. Por eso cuando una de las brujas que conocía, Anne, me atacó la imité. ¿Acaso funcionaría como había pasado con Catherine dentro de la selva?. Tomé aire y me concentré en pensar en aquel poder, el Salvaguarda Mágica.

Sentí un cosquilleo que empezó a surgir desde el interior de mi estómago y se extendió hasta mi cabeza, manos y pies tan rápido como si fuera electricidad pura. Levanté una mano para ver que apenas se notaba mi presencia y era gracias a los rayos del sol, que apenas remarcaban mi silueta. El Expelliarmus de Anne pasó a través de mi, como si no hubiera estado nunca allí. E impactó en el borde del lago, que hizo soltar piedritas, agua y barro por todos lados. Un gran hipopótamo se corrió unos metros por el susto. Caí al suelo, ahora mis pies estaban atados por aquel lazo mágico.

 

Perdóname. Estuve mal. Ni siquiera te dirigí una reverencia como corresponde en el arte de los duelos —Adryanie ya se había materializado justo antes que yo, pero se había quedado a unos pocos metros. ¿Unos cinco? Seguramente que si. ¿Qué me había bloqueado? ¿Tal vez aquel guerrero Uzza nos había maldecido a todos? Siempre era un digno duelista. Hasta incluso esperaba que los demás atacaran y me gustaba más jugar que hacer sufrir a mis rivales. Salvo los mortífagos, pero allí eramos todas personas rumbo a un libro que aprender junto con sus poderes—. ¿Te lastimé? Dejame arreglarlo. Espera, primero... ¡Silencius!

 

Apunté directamente hacia Anne. No quería estar curando a mi nieta y que la bruja, compañera además de la Universidad, lograra llegar hasta mí, por algún hechizo. Afectando su voz, logrando que no pudiera emitir palabra, tal vez la limitada de alguna manera y tendría más posibilidad de sanar a mi nieta, que para ése entonces, caminé dos o tres pasos y pensé inmediatamente en el poder de la Curación. En la selva lo había visto a hacer a las chicas. Y lo habían hecho de manera perfecta. El amuleto de ése mismo libro servía mejor, pero utilicé un poder más real. Si había lastimado a Adryanie, ya no lo estaba. No sabía si realmente estaba curada de algún daño. Si no, aquel poder no le haría mal.

 

¿Mejor? —le pregunté a mi nieta hermosa. Me sentía culpable. Pero era cierto. Los guerreros veían el poder de cada uno. Hacían obligar a cada persona que aspiraba a algún libro, a pasar por situaciones extremas. O eso habíamos hecho nosotros.

|| 1yqixEK.gif || Marca-1.gif.664cbd85ef4de2f10b959916cce5||
Chw3Ljs.png
GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ya que estaba ahí, no podía hacer otra cosa que elegir un oponente. Y descubrí a uno de mis compañero s del Concilio de Mecaderes que estaba bordeando el lago sin ser el blanco de nadie todavía. Lo cierto es que nunca lo había visto duelear y no sabia a lo que me enfrentaba, pero eso no importaba.

 

-¡Sectusempra! - Un rayo se dirigió hacia Jank Dayne. Lo que menos me importaba era el color del rayo, muchos se fijaban en eso, pero a mi solo me importaba ver que mi ataque se dirigía hacia mi oponente.

 

Al mismo tiempo, aprovechando que nadie me había atacado por el momento me había acercado a mi oponente, acercándome al lago que él estaba bordeando tan tranquilamente. Cerca, se encontraba una manada de hipopotamos que seguían tomando agua sin darse cuenta de nuestra existencia.

 

Un hipopótamo estaba cerca de donde me encontraba, por lo que inmediatamente pensé Orbis Bestiarum:. Un gran anillo dorado cubrió por completo al animal quien quedó bajo mis órdenes.

 

-Protegeme de cualquier ataque, sea animal o rayo. Si es necesario levántate en dos patas o cambia de lugar para interferir con el ataque.- Le órdene al animal.

 

Cierto que el no tenía la culpa de nada, más que estar cerca de mi. Si algo le pasaba al intentar proterme, me encargaría de llevarlo a la reserva para que pudieran revivir al pobre. Lo único que había hecho el pobre era estar cerca de mi en el momento equivocado.

 

-Te reviviré, lo prometo.-- Le diije al animal acariciándolo, manteniéndome alerta.

SMLQYQL.jpg
EPjHROm.gif ~eAnQFcJ.gif ~ PowpgLI.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Felicity daba vueltas a su varita, intentando decidir quién sería el oponente mejor para empezar aquella prueba. Al principio estaba claro, enseguida detectó el grupo contrario y estudió la situación para que el suyo ganara. Sin embargo, pronto notó que algo no funcionaba, o no al menos como ella acostumbraba.

 

¿Qué sucedía allá? La tía Sagitas se suponía de su grupo y, sin embargo, se dedicaba a curar a animales. Sabía de la locura de la Potter Black, pero ¿juntarse con el enemigo para curar un puma? Porque Lisa estaba dentro de su grupo, pero la otra chica, Mei, no lo estaba. La Banshee pensó en atacarla a ella aunque estaba segura que su familiar se opondría.

 

En esto se dio cuenta que todos parecían más interesados en sanarse o usar los hechizos de manera poco belicosa. No, la Mago Oscuro no entendía lo que sucedía pero estaba segura de algo, ella había llegado a aquel lugar para probar que estaba más que preparada para conseguir aquel libro. Ella no tendría miramientos contra nada ni contra nadie. Menos mal que Sagitas estaba en su grupo o tendría que superar el afecto que le tenía para atacarla. Todo valía en aquella clase.

 

Todo como atacar a la líder, que estaba en el otro grupo. Sabía que, en otras circunstancias, eso serviría para expulsarla del bando como el menos de sus males. En cambio, en la clase para conseguir el Libro de la Fortaleza, todo se valía.

 

Pero cambió de objetivo al ver aparecer a más gente. No era ella la última, menos mal... Pero supo que eran enemigos en cuanto las vio llegar: a Agatha y a Lyra. No tenía nada en contra de ellas, la primera era su compañera de bando y la otra era una civil... ¿Pretendía tener los mismos poderes que ellos, los mortífagos? Eso seguro que se lo impediría, si estaba en su mano.

 

- Silencius – dijo, dirigiendo su varita hacia la civil Lyra Katara. No podría evitar su primer hechizo pero anulaba así el Morphos que parecía intentar crear. Ahora no podría utilizar nada para defenderse. Había demasiados animales en aquel momento en la escena.

 

Sonrió de forma enigmática al escuchar a su tía que hablaba sobre aquel puma. ¡Era un caso sin igual!La rubia mortífaga conocía que amaba a los animales, pero aquello era pasarse. No tenía tiempo de vigilar sus acciones, pues necesitaba sangre, su varita ansiaba moverse en aquella lucha sin igual.

 

- Seccionatus – pensó aún con esa sonrisa, dirigiendo la varita hacia Agatha. La directora tendría que evitar de alguna manera la precisión de aquella invocación, que mandaba unas doces media lunas hacia su pecho. Cuando todo acabara, se disculparía, o tal vez no. ¿No era esto lo que se esperaba de ellos? Además, veía demasiadas almas caritativas en aquella sabana que seguro que la curarían.

Mortífaga retirada
http://i.imgur.com/07QuPGN.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Los hechizos no tardaron en salir, pero el ataque de Felicity con intención de silenciarme había sido en vano. Mi defensa había salido ya que el hechizo realizado para manipular al hipopótamo era un orbis bestiarum, hechizo del primer libro, que además era no verbal.

 

-¡Disparo de flechas!- Había señalado esta vez a Felicity Mafoy con mi varita. Una docena de flechas puntiagudas se le clavarían en cualquier parte del cuerpo, sabía que no se les podría dirigir. Estas habían salido después de su ataque contra Agatha. A continuación volví a tener al hipopoótamo bajo mi poder, rodeado del anillo de la luz dorada, gracias al -¡Orbitus Bestiarum! que había pensado.

 

-La próxima fijáte en no usar un silencius con un ataque no verbal, así tu ataque serviría de algo.- Sonreí al comentar esto.

 

Era una lástima que la defensa del anillo dorado durara poco tiempo, pero serviría de alguna ayuda. Tenía lasmismas órdenes que antes. Debía protegerme así tuviera que cambiar de posición. El animalito haría lo posible para lograrlo.

 

No veía la necesidad de crear algo si ya existían esos animales en la naturaleza, bastante cerca de nosotros, crearlo hubiera sido una pérdida de tiempo, además que demostraría que no sabiamos aprovechar los recursos naturales para una batalla. ¿Qué era cruel que los animalitos sufrieran? Quizás, pero mi vida importaba aún más que la de cualquier persona o criatura que pudiera estar ahi y utilizaría los recursos necesario para sobrevivir.

SMLQYQL.jpg
EPjHROm.gif ~eAnQFcJ.gif ~ PowpgLI.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

 

Se giró, mirando de un lado al otro. La imitación era casi exacta, todo a su alrededor era árido y con elevaciones que representaban a su tierra natal. Cerró los dedos de los pies, sintiendo al Monte Catalina en contacto directo con ella, y aspiró aire, llenando sus pulmones de aquella magia tan especial, tan viva y misteriosa, que a ella correspondía. La mañana había pasado lenta y de forma aburrida, ya había entrenado sus horas, ya había orado por la Diosa Uzza y no tenía nada que hacer.

 

Se removió, de forma incómoda sobre la roca, recordando que aquel día los ingleses empezaban sus cursitos, llevados a cabo por aquellos designados a llevarla a cabo, aunque no habían logrado vincularse aún a los libros debido a que aún estaban a prueba. Una leve sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios, recordándolos a todos. ¿Cómo les estaría yendo? Tenía entendido que otro Uzza se haría cargo de llevarlos hasta el lugar destinado a que demostraran si estaban realmente capacitados para dejarlos usar el poder de aquellos libros. Levantó una ceja, tenía curiosidad por ver quiénes serían sus primeros pupilos, si es que llegaban todos ellos, tenían un largo camino por delante y no es que fuese precisamente fácil.

 

Se levantó entonces, decidida a salir por fin de las proximidades de su vivienda y sacando su varita, pronunció unas pocas palabras, logrando que el arma mágica creciera en tamaño y adquiriera una nueva forma: su vara de cristal fue revelada, dejando ver la majestuosidad en ella para luego abrir un portal y trasladarse hasta las sabanas de África.

 

***

Sus ojos se abrieron como platos al ver lo que sucedía a su alrededor. Los extranjeros se lanzaban hechizos a diestra y siniestra a quien sea que se les cruzara por delante, hiriendo hasta la muerte a los animales que los rodeaban y convirtiendo en aquello en una locura. Abrió la boca, no muy segura de qué estaba sucediendo, hasta que logró localizarlo: Badru se hallaba allí, oculto, mirando todo sin decir nada.

 

Una ira la invadió, y se acercó a él, ignorando si los ingleses habían notado o no su presencia.

 

¡¿Se puede saber qué rayos estabas pensando en dejarlos usar los poderes así como así?! chilló con voz más aguda de lo normal, y en la lengua natal de la Tierra Uzza, por lo que nadie, excepto una persona, podría entender lo que decía Ten cuidado o a la próxima todos terminaremos bajo la mirada del Consejo por algún descuido.

 

Una feroz mirada le fue lanzada antes de voltearse y quedar frente aquel particular grupo en el cual, curiosamente, reconoció un rostro que no era precisamente extranjero, pero omitió el hacer comentario alguno. Dio un fuerte golpe con la punta de la vara en el suelo, sacudiendo la tierra a su alrededor y llamando la atención de todos.

 

Detengan inmediatamente su locura, les dijo, elevando una vez más su voz, intentando por esta vez ante la ocasión bastante particular, que sonara imponente puede que hayan conseguido hacerse con algunos de nuestros poderes, puede que hayan logrado que les enseñemos acerca de ello, pero bajo ningún término permitiremos que usen estos poderes como les venga en gana; esto es magia que va más allá de lo que sus mentes podrían entender, por lo que les exijo, tanto mis compañeros Guerreros como yo, que respeten el libro, sus hechizos y el que se les permita, aunque sea por un ínfimo momento, el usarlos.

 

Guardó silencio un momento, pasando la mirada de un rostro al otro, deteniéndose durante unos segundos más en aquellos a quienes le habían otorgado la responsabilidad de llevar los conocimientos del Libro de la Fortaleza. Pero sin hacer comentario al respecto, movió la vara, señalando con la parte superior a un par.

 

Tú, tú y tú, dijo, apuntando a Lyra, Valkyria y Aine se enfrentarán en pareja a esos dos esta vez Anne y Elvis fueron los indicados.

 

Luego de unos minutos, ya había armado algunas parejas para que se enfrentaran con otras, haciendo que se alejaran entre ellas para poder verlas a todas por igual y sin problemas. Los grupos confirmados eran: las anteriores mencionadas, por otro lado, Sagitas y Catherine versus Hades y Asuhr (Mackenzie), y por ultimo, Monica y Agatha contra Taurogirl y Sofia

 

De acá nadie se irá hasta que hayan logrado dominar los hechizos, volvió a hablar deben esforzarse si realmente quieren el privilegio de tener el libro y poder usarlo, no aceptaremos que nadie se lo lleve así como así. Ustedes tendrán su método de usar la magia, pero el nuestro es distinto y aún estamos en el derecho de exigir lo que nos crea conveniente. Ahora, hizo una breve pausa, mirando de reojo a Badru ¿quieren irse? ¿Quieren lograr vincularse con el libro? ¿Desean poder? ¿Desean sencillamente retirarse de esto? Pues, para que sea posible alguna de esas opciones, deberán luchar hasta caer rendidos, haciendo gala de sus poderes, de su magia y sus habilidades. Veamos cuánto son capaces de resistir agregó en un susurro.

 

Una vez más, movió su varita luego de que la misma recuperara su forma original de apenas unos centimetros, esta vez, apuntando directamente al lago improvisado que se hallaba a unos metros más allá. Los animles, sabios y captando su advertencia, se retiraron de forma inmediata antes de que el agua comenzara a agitarse. Generando cada vez más movimiento con su vaivén de manos y varita, lograba ocasionar olas cada vez más grandes, hasta que al fin lograron la altura y ancho que deseaba y sin dudarlo, la envió en dirección a los extranjeros, deseando ver lo que harían a continuación a la vez que luchaban. Quienes recibirian este ataque por su parte serian las mismas personas que ella misma habia separado y formado las parejas para el duelo.

Editado por Runihura
nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La situación parecía haberse salido de control. Justo en el preciso momento en que aparecieron en la sabana los participantes que tenían derecho a la posible vinculación al quinto libro, los hechizos comenzaron a volar de un lado a otro, convirtiéndose en una batalla campal. Para Badru, aquello era divertido pero una pérdida de tiempo, porque le quedaba claro que los magos londinenses no tenían ese espíritu de aventura y el deseo de aprender la magia guerrera oculta en esos libros.

Sin embargo, eso no iba a interponerse en la tarea encomendada, lograr que algunos cuantos magos de ese grupo lograran generar el vínculo y poseer una pizca de conocimiento sobre los hechizos que durante años habían pertenecido únicamente al pueblo de Uzza. En el instante en que iba a detener todo, apareció a su lado Runihura, una guerrera que al parecer quería ayudarle porque consideraba que no podía ocuparse de eso solo.

—En que aprendan, y demuestren si son dignos o no, ¿consideras que lo son? Que merecen nuestros conocimientos si a la mínima de cambio no dudan en matarse entre ellos —respondió con voz pausada—. Pues entonces, adelante dales el poder y no te atrevas a sermonearme, que sé cuál es mi trabajo y como lo hago.

Badru comenzaba a molestarse, sabía que podían poner en duda su honor una y otra vez en su pueblo, pero si había sido elegido para estar en Londres, era porque confiaban en él, y no tenía la menor duda. Aunque, lo cierto era que aprovecharía la oportunidad para hacerse de algunos tesoros más y disfrutar de esa nueva aventura.

Tras escuchar las palabras de la guerrera, se quedó en silenció y negó lentamente, ella podía poner esa ridícula prueba. Pero él tenía en mente algo más, por lo que se alejó un poco más de ella y eligió al azar el nombre de doce de los presentes y los hizo entrar en un trance mágico. Si, los doce elegidos por él, entrarían en un trance en donde su cuerpo se quedaba en la sabana y sus sentidos, y mente se trasladaban a otro sitio; generando la impresión de que estarían en otro sitio en cuerpo y alma.

—Ustedes son mis elegidos, demuestren que no me he equivocado @@Zack Ivashkov, @@Lisa Weasley Delacour, @ y @ serán el primer equipo. El primero en liberarse, será el que elija su rival para el duelo, los dos siguientes, se emparejarán por consiguiente.. —observó como la primera pareja era arrasada por una tormenta de arena, que en cuestión de segundos los había sepultado hasta el pecho y la segunda, caía de la nada en un pantano, que cubría hasta sus hombros.

Tenían que librarse de esos pequeños obstácu.los, antes de poder entrendarse dos versus dos, para mostrar sus facultades duelísticas y que habían aprendido lo necesario para lograr el vínculo con el libro. Al terminar con ellos, se encamino a los ocho que aún faltaban por definir en grupo, y sin siquiera dudarlo comenzó a idear en su mente las siguientes pruebas a cumplir.

—Los siguientes son @, @@Mei Black Delacour, @@Jank Dayne y @@Pik Macnair, las instrucciones son las mimas así que manos a la obra. —sentenció al momento en que con una floritura de su varita mágica Yu y Mei quedaron atrapadas en una pecera llena de agua, que poco a poco las iba ahogando a menos que lograran salir, pensando en que lo más sencillo sería que intentarán la desaparición, negó lentamente, porque en ella era imposible, tendrían que encontrar otra manera. Mientras tanto, Jank y Pik, fueron rodeados por una manada de hombres lobo, que sin siquiera dudarlo comenzaron a atacarlos.

Tendrían que superar la primera prueba impuesta por el Uzza, para después poder proseguir con su orden, ¿lo lograrían? Era lo que esperaba, pero aún era demasiado pronto para saberlo, por lo que no se arriesgaría a contemplar únicamente, si veía que algo no iba como debería, tendría que intervenir y retomar el rumbo de los acontecimientos, pero de eso se ocuparía más adelante, porque le quedaba un grupo más que poner a prueba.

—Por último, @@Gatiux, @Adryanie, @Helike Rambaldi Vladimir y @Leah A. Ivashkov, saben que hacer espero no se presenten problemas. —soltó a modo de amenaza y como preámbulo a lo que les esperaba, todos sabían que hacer, porque habían escuchado las instrucciones al primer grupo.

Las primeras dos mujeres, se encontraban en medio de una tormenta de nieve que únicamente se desató sobre ellas y que como era lógico, comenzó a congelarlas lentamente, hasta entumecer sus dedos y dificultar su respiración, ¿cómo lograrían zafarse? Ellas tendrían que idear algo, y por último, Leah y Helike se encontraban en medio de un incendio que acabaría quemándolas en cuestión de segundos, a menos que terminaran con él, lo cual sería complicado porque no serviría solamente el agua, tendrían que hacer algo más.

Con esas designaciones, regresó a la sabana para cuidar los cuerpos de los pupilos que había tomado bajo su mando, al menos para impedir que sus cuerpos se ahogaran debido a las olas que Ranihura había creado. Ella, tendría un modo de probar al grupo que se quedó allí, pero Badru, tenía otra, así que no había más que continuar con lo comenzado.

—Espero sepan cumplir órdenes —siseó en todas las mentes de su grupo, mientras visualizaba a su compañera. Veremos cuántos logran la vinculación. detrás de la mascada que cubría sus labios, esbozó una sonrisa, mientras cada tanto, regresaba a la mente de cada grupo para comprobar la situación que vivían.

Todo iba en orden, hasta el momento.
Editado por Badru
G87yGNJ.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Apenas me estaba empezando a divertir cuando uno de los guerreros Uzza nos había pedido que detuvierámos nuestra locura, ¿quién los entendía? Primero querían medirnos enfrentándonos unos a los otros, cosa que a mi no me molestaba y de repente cambiaban drásticamente de opinión.

 

Pensé en protestar ante los regaños de la guerrera que habia llegado Runihura. Si algo odiaba eran los regalos injustificados, más viniendo de gente que ni conocía, sobre todo si a nosotros prácticamente se nos había dado a entender que si estabámos ahí era para matarnos entre todos.

 

De todas formas era mejor no decir nada, sobre todo sino quería terminar enterrada en la arena como pasaba con Bastian y Felicity, gracias a Badru. Era mejor tener algo de pruedencia de vez en cuando.

 

-Morphos.- Señale una roca de gran tamaño, en el lugar habían varias. Esta se transformo en una pantera negra, la cual tenía orden de protegerme de cualqueir ataque. A continuación señale a Anne Gaunt mientras murmuraba Silencius.

 

Al menos eso la entretendría un rato antes de comenzar a mandar ataques nuevamente, al menos eso esperaba. De todas formas ya contaba con una protección y eso me gustaba. Quizás no duraría mucho en ese último encuentro, pero ya estaba ahi. Era cuestión de esperar la reacción de mis compañeras y rivales.

 

Lo más improtante es que el miedo inicial se había ido, me importaba más la oportunidad de practicar con esos hechizos que deseaba, aunque nunca más los volviera a utilizar en una batalla.

SMLQYQL.jpg
EPjHROm.gif ~eAnQFcJ.gif ~ PowpgLI.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.