Castillo de la Familia Burke (MM B: 116229)

[Ludwig Malfoy]

Previo a la llegada al castillo Burke el Malfoy no solo se había encargado de presionar a su familia para que llegaran a tiempo al evento si no también había repasado durante horas un programa que el mismo había hecho sobre el orden en que se llevaría la boda, no era la primera vez que le tocaba oficiar una ceremonia de dicha magnitud pero ya había pasado mucho tiempo desde la vez que lo había hecho y era natural que se le había olvidado el orden que debía llevarse a cabo. Su atención se detuvo de inmediato pues vio el vestido de noche que su hija Noe había preparado para aquella festividad.

-Te ha quedado maravilloso – comentó el rubio orgulloso – no puedo creer lo mucho que has crecido todavía recuerdo cuando eras una pequeña y ahora mírate – para Ludwig la emoción de ver crecer a sus hijos le llenaba de añoranza, habían pasado muchos años separados y ahora que estaban juntos quería recuperar todo el tiempo perdido. Ashley también se veía espectacular y aunque no era su padre consanguíneo se sentía muy orgulloso de verla crecer. El único que faltaba era Tazz esperaba que pronto luciera su atuendo.

De vuelta a la habitación del Black Lestrange, no pudo evitar sentirse incomodo por la poca preparación que su amigo tenía, no solo eso, como siempre su manera de estar tan relajado ante todos los problemas. Ludwig nunca le había comentado nada pero en éste momento lo único que deseaba era abofetear a Illidan para hacerlo despertar – te casas hoy y no te has ni bañado – dijo casi gritando – rápido no hay tiempo que perder levántate, ya está llegando la gente y no puedes llegar tarde ni que fueras la novia.

Avanzó con rapidez hacia donde estaba la ventana y la abrió de par en par para permitir que el sol entrara con todo su esplendor, luego se dirigió a la bañera y se encargó de dejar correr el agua para que comenzara a salir un poco caliente, entró al ropero de su amigo y empezó a buscar el traje pero no encontró nada - ¿y tu traje de bodas? No me digas que también olvidaste comprarlo.

@ Mica Gryffindor  @ Illidan Black Lestrange  @ Ashley Emily Black Lestrange M.  @ noe_snape  @ Tazz Malfoy

[Thanatos L. Lestrange]

 El Snape caminaba impaciente por el suelo de la taberna. Una de las tablas, algo levantada, crujía cada vez que pasaba por encima de ella. Notó que su lechuza miraba con impaciencia el ir y venir. 

- Si no te importa, no estoy momento para regaños. - mencionó el mago, algo irritable. Hacía casi una hora que buscaba la cadena que estaba seguro de haber dejado... se frenó en seco, mientras sus ojos descendían hacia su pecho. Había estado tan ofuscado tratando de encontrarla, que no se había dado cuenta de que ya la llevaba colgando sobre su túnica. Se miró al espejo, agradecido de que nadie más que su lechuza hubiese visto semejante escenario y suspiró.

 Al otro lado del espejo podía ver al joven alto, cubierto de arriba a abajo con una túnica esmeralda oscura, con botones negros recorriéndola en su totalidad. El cuello alto enmarcaba su cuello y sus hombros anchos mientras que su melena caía, desarreglada como siempre, sobre estos últimos. Intentó una vez más acomodar su cabello sin éxito y se colocó los zapatos. El pendiente que caía en su pecho era de un gris pálido y era un detalle que le había regalado Illidan décadas atrás. Sonrió imaginando la cara de su hermano al verlo, aunque probablemente ni siquiera lo recordase.

 Tomó su varita junto a su pitillera y su prendedor mágico y se deslizó escaleras abajo mientras agradecía a Bobba, la enorme y alegre tabernera, que lo despedía con la mano. Dos meses después, seguía siendo su inquilino favorito. Y nada iba a cambiar eso. No necesitó más que un pie fuera de la hostería para desaparecerse en un pestañear de ojos. No entendía cómo la gente podía disfrutar aquella espeluznante y claustrofóbica sensación que producía el recorrido a través de la aparición, pero había perdido demasiado tiempo.

···

 Atravesó la verja del Castillo Burke, mirando a ambos lados, sorprendido por el despliegue de medios que habían realizado a través del lugar. Era la primera vez que pisaba aquellos jardines, pero debía decir que tanto su hermano como su cuñada habían dado en el clavo con semejante propiedad. Y los detalles para aquella noche eran realmente increíbles. Vio luces danzando por encima de los árboles. Quizás sean hadas, pensó. Recorrió los jardines tratando de evitar ser notado, esperando llegar a tiempo a auxiliar a su hermano que en ese momento se encontraría probablemente al borde del ataque de nervios.

- Nah, no si Ludwig y Cubias están con él.- se tranquilizó en un susurro. Caminó hacia la entrada y, apenas puso un pie en el umbral se dio cuenta de que no sabía dónde quedaba la habitación de su... Un grito de hastío le llegó desde los pisos superiores y reconoció la voz del Malfoy, que parecía estar retando a su hermano. Subió la escalera en tramos de dos en dos, esperando no perderse el show. Disfrutaba de ver a su hermano siendo regañado. Sin embargo, al llegar al cuarto, descubrió que Ludwig solo intentaba apurarlo y encasillarlo, el rubio parecía demasiado tranquilo y ensimismado. Probablemente Mica estuviese haciéndose cargo de todo lo demás.

Un estallido lo hizo dar un sobresalto. Un elfo se había aparecido delante suyo, tan repentinamente que tuvo que hacer un esfuerzo para no pasarlo por encima.

- Pero qué c...

- El amo Illidan requiere de su presencia, señor Thanatos.- mencionó el elfo en su chillona voz, aparentemente satisfecho de haber logrado dar con él.

- No me digas, enano. ¿No quieres también llevarme con él? - Nunca nadie se arrepintió tan rápido de esas palabras. Tarde comprendió lo que había hecho y cerró los ojos en el instante en el que escuchó un CRACK! y desaparecieron para momentos más tarde, con otro estallido, aparecer a tan solo dos metros de distancia. - G... gracias, Sunev. Puedes seguir tu camino.

 Comprendió que la situación era más alarmante de lo que parecía. Su hermano se hallaba en unos shorts color amarillo con una tranquilidad inconsciente a lo que sucedía a su alrededor, mientras Ludwig intentaba arrebatarle el cigarro y obligarlo a vestirse.

- ¿Puedes decirme qué rayos pasa? Me hubieses avisado que la gala era en bermudas y no venía en toda esta paparruchada de tela.- rió, señalando el atuendo con las manos. Saludó a ambos con un abrazo.- ¿Estás listo? No te ves muy bien que digamos.- dijo volviendose a su hermano.- Tú, en cambio, estás tan excelso como siempre, mi querido Ludwig.- finalizó sonriendo al Malfoy.

···

@ Illidan Black Lestrange  @ Ludwig Malfoy Haughton

[Illidan Burke]

Sintió el golpeteo de la puerta y levantó la mirada, aun portando el cigarrillo pudo ver a su hija entrando, notaba su mirada un tanto rara, como si tratara de esconder algo, como si hubiera cometido alguna travesura, no pudo evitar recordar a la niña pequeña que había quedado atrás. - Se ve que no soy el único que aún no está listo... - Diría, sintiéndose más tranquilo al admirar que su hija llevaba su vestido a resguardo. Al parecer aún no se unía a Mica en la aventura de las damas de honor. - Gracias por ayudar a Mica, la pobre se encargó prácticamente de todo... La verdad me gané la lotería... - Expresaría ahora con su hija a la par. 

Observo a su hija, mientras hablaba, sacaba un pequeño estuche, enseñándole dos anillos, que al parecer formaban uno, de algún modo. Se quedó admirando la figura de cada uno, no pudo evitar sonreír, la felicidad lo invadía. Estaba feliz de contar con la aprobación de Ash aquel día, se imaginó a Mia, de mal humor por aquello, pero se vio obligado a centrarse en Ashley. - Gracias hija, son hermosos, seguro a Mica también le gusta... - La abrazó poco después de que ella apartara el anillo de su prometida. La muchacha a toda prisa emprendería la marcha, aún debía ayudar a la Gryffindor a prepararse, lo que le daba mucho tiempo, al  menos eso creía. - Oye... - La detuvo a centímetros de la salida. - Te quiero... - Soltaría para luego observarla marchar. 

No supo apreciar si fueron apenas segundos, o algunos minutos, en los que se perdía en sus pensamientos una vez más. Cuando Ludwig hacia su entrada, el primero en llegar, de seguro Cubias sería el último conociéndolo, si es que se aparecía por allí. - Tranquilo Viejo... - Diría un tanto espantado por lo acelerado que se veía Lud. Aun así era cierto, que le estaba costando comenzar el día, ya debería estar abajo, recibiendo invitados, no lo había tenido en cuenta. - Mica aún no inicia pienso, tengo algo de tiempo... - La verdad es que necesitaba hablar con sus amigos antes de aquello, parecía tranquilo, pero la ansiedad le estaba jugando una mala pasada. 

Lud aun de este modo, comenzó en un acelerado frenesí a poner el tren sobre rieles. Lo despojaba de su cigarrillo cuando su hermano hacia su entrada, de la mano de Sunev, parecía mentira no obstante, si, el elfo lo tuvo que llevar en persona, no basto con darle un mensaje. - Que lindo colgante... - Diría observando el detalle reposar sobre el pecho del licántropo, recordando claro, aquel día bastante lejano. - Es mi pantalón de dormir... - Soltaría mirando aquella prenda, digna de aquel club de futbol que tanto admiraba. 

Bajo las órdenes de Lud se metió en el baño cerrando la puerta. - los trajes están en aquel armario, son 3, aún no me decido cuál usar... - Diría mientras sus palabras se perdían en la regadera. Lud podría encontrar los 3, todos con sus fundas protectoras, uno blanco, uno negro, y el otro de color azul. Todos a medida. Dobladas abajo de estos que colgaban, había varias camisas, de varios colores, todas lisas. En lo que terminaba de ducharse Sunev volvió a la habitación, apareciendo con una mesa, con un desayuno digno de campeones, café, leche, galletas, pasteles, incluso algunos yogures. 

Al salir del baño, ya listo para vestirse, portando solo un bóxer negro, sin pudor alguno, busco la mirada de sus "ayudantes" o "acompañantes terapéuticos". - ¿Cuál va a ser? - Diría analizando las opciones, aún no se decidía. La tensión en los hombros a pesar del baño había aumentado. Comenzaba a notarse nervioso, en lo que iba a la mesa y tomaba una taza de café.

 

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Thanatos L. Lestrange  @ Ashley Emily Black Lestrange M.  @ Lord Cubias

[Maida Black Yaxley]

Ir a la boda de Mica tenía un tinte especial, no hacía mucho habían compartido minutos en el campo de quidditch, alzándose una con la copa y la otra, seguramente con la mente en este día especial. Se hacía realidad el dicho de "afortunada en el juego, desafortunada en el amor", sonrió. Conocía a la novia de un curso especializado de animagia en la universidad pero no estaba segura si ella lo había terminado, para Maida estaba pendiente. Suspiró apretando las yemas de los dedos en el sobre de mostacillas negras que había seleccionado para la ocasión, a juego con el vestido en el mismo tono, aunque a diferencia del accesorio, con una opacidad grácil en la textura. Ella no solía demorarse mucho al vestirse para el día a día, sin embargo en ocasiones como esta, su elfo doméstico tenía un sentido de la moda mucho más agudo, por lo que recurría a su ayuda. Había recogido su cabello de manera muy dispersa a la altura de la nunca, dándole todo el protagonismo al encaje negro que cubría sus hombros y el escote palabra de honor del traje. Ceñido un tanto en la cintura, la falda se veía revestida en capas de gasa y tul negro, dándole un movimiento suave con cada paso. Sin duda alguna, Mushu era un genio que en lo único que fallaba era en brindarle seguridad a la bruja de ojos azules. 

— ¿Será muy temprano? —preguntó casi en un susurro mientras miraba hacia los jardines de la locación, no veía a nadie conocido, aunque tampoco es que supiera quiénes realmente estaban invitados. 

Había tenido la intención de ir acompañada, pero luego la idea se le hizo demasiado moderna, muy Sadie Hawkins de su parte, es más, de solo recordarlo, Maida pudo sentir un ejército de hormigas recorrerle la espalda. Se alegró de haber ganado la batalla a su elfo y haber acudido luciendo sólo unos pendientes de plata muy discretos y de poste. Tomó una bocanada de aire, volvió a apretar el pequeño bolso y caminó hacia las sillas dónde debía oficiarse la ceremonia, ¿habrían lugares asignados? No iba a sentarse por si las moscas, detestaba destacar en lo malo, finalmente optó por bordear un poco el recinto, hasta que se sintiera más cómoda o pudiera perderse un poco entre los invitados. Esa era una de sus habilidades más especiales.

Antes de nada, abrió el bolso y sacó de él un sobre con una nota, era una giftcard para la Madame Malkin en Diagon, suponía que Mica apreciaría un buen ajuar para recién casada. Discretas u ostentosas, todas las mujeres disfrutaban un buen día de compras. Buscó a uno de los elfos encargados del evento y entregó el detalle. Volvió a tomar aire para distraerse un poco. 

 

Off: Sorry pero si no lo hacía hoy, llegaba cinco años tarde xD (Felicidades!)

Editado 1 de Diciembre del 2021 por Maida Black Yaxley

[Mael Blackfyre]

Me encontraba dentro de mi habitación, apoyado contra la pared mirando los jardines. El sol brillaba radiante contra todo el terreno y, a través de los cristales se podía admirar un panorama hermoso. La primavera ya era constante a ésa altura del año e iba atrayendo al verano cada vez mejor. Crucé mis brazos. No estaba realmente bien y mirar desde allí me ayudaba a reflexionar. Mis ojos a veces se posaban en aquel panteón. Maldito panteón. Era un constante recordatorio.

En mi mano había sostenido un pedazo de pergamino, con dos nombres que habían estado bastante presentes en estas últimas semanas. El mago casi no había sobrevivido para contarlo y la bruja se había hecho de las suyas para casi desbaratar mis planes. Aunque de milagro había esquivado las balas. La mansión Gryffindor se encontraba totalmente vacía y silenciosa. Eso provocaba que las voces en mi cabeza fueran más fuertes.

¿Por qué no sentía nada al respecto? Casi le había arrebatado la vida a Illidan Black Lestrange en aquel secuestro e interrogatorio. Sus amigos lo habían encontrado justo a tiempo para sacarlo de allí. Me había llevado su varita como souvenir y de sorpresa, Mica la había encontrado en nuestro negocio. Pero meramente de suerte, había logrado convencer a Mica que yo no tenía nada que ver, que todo era gracias a los Luxure. ¿Cuánto duraría eso? Ahora me invitaban a su boda y lo único que sentía era algo raro porque no tenía ni lástima ni culpa. De hecho, había disfrutado todo.

“CRACK”

Aquel sonido resonó en medio de la habitación, ya sabiendo de quién se trataba.

— El amo ha mandado a buscarlo, señor Mael —el elfo estiró sus dedos largos hacia mi persona. Sin mirarlo, medité algunos segundos más. No había estado seguro ir. ¿Y si me volvía a dejar llevar? Si contaba todo lo que sucedía en voz, no creerían que habían invitado al culpable de cómo había terminado el chico en el Callejón Knockturn. Acepté. Me giré y caminé unos pasos—. Dile a tu amo que esto le va a costar caro —a modo de broma, aunque no había sido tan broma.

El elfo me ayudó a aparecerme dentro del castillo. Ya había movimiento en todas direcciones pero me encargué de no saludar a nadie, no me interesaba para nada. Le pedí indicaciones al elfo, para que me ayudar a encontrar el cuarto del joven rubio que pedía mi presencia allí. Subí las escaleras y cuando llegué, pude ver que la puerta de la habitación estaba abierta. Lo primero que noté fue a Illidan en calzones tomando un café. Y estaba acompañado por un chico de ojos azules y un más alto, de ojos grises. Golpeé fuerte la puerta, con la punta de mi varita.

— Tienes un elfo un poco autoritario. Estuve a un pelo de colgarlo por los tobillos —estiré mi mano para estrechar la de Illidan. Claramente me había propuesto ser un poco más empáticamente social. Miré a los chicos y les dirigí solo un leve movimiento con la cabeza—. Mael Blackfyre —¿Dónde estaría Mica?

@ Illidan Black Lestrange  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Thanatos L. Lestrange

[Sophie Elizabeth Granger]

Tras la despedida de soltera del día anterior no había visto a nadie incluyendo a la futura novia en todo el día. No recordaba mucho como eran las bodas pues hacia siglos, literal, que había tenido la ultima en el reino mortal y la siguiente que tuvo en el mundo mágico pues había terminado mal, así que no estaba segura si debía llegar antes o igual que el resto de los invitados, así que llamo a su elfina Ariana para que le investigara.

 

- Señorita Granger, la tradición es que las damas de honor lleguen antes y ayuden a la novia, incluso seria un lindo detalle que se termine de arreglar junto con la novia y el resto - dijo la pequeña criatura sonriendo. Le causaba gracia que la vampira, con todos sus años, aun fuera como una niña en cuestiones femeninas, lo suyo, lo suyo, era la guerra, la oscuridad y la destrucción.

 

- vale, si tu lo dices, confío en ti - le dijo a su elfina y con un movimiento de varita empaco su vestido violeta de dama, un poco de maquillaje y solo se arreglo el cabello con un lindo tocado morado y todo el cabello recogido. El resto se lo colocaría junto a las demás, para estar adoc. Con otro movimiento desapareció de su habitación y apareció en la entrada del castillo. Apenas iba a tocar la puerta cuando un elfo tomo sus cosas de sus manos y le hizo una seña para que lo siguiera. La llevo directo a una habitación que supuso era la de la novia y la dejo con sus cosas frente a esta y se fue.

 

- hola, espero no llegar tarde - dijo al entrar. Ya estaba ahi Luna y Ashley y la novia, desde luego por lo que supuso que estaba en tiempo. - bueno, además de ponernos mas bellas y atrapar a la novia si intenta huir, que mas hay que hacer, yo no tengo idea de nada de estas cosas    

[Cillian Haughton]

— Eres imposible, Illidan…

Temía llegar tarde, pero por suerte no fue así. Hacía un par de semanas ya que complementar su tiempo con su prometido les estaba resultado un tanto difícil, pero eso no quería decir que el amor que sentían alguno por el otro hubiese disminuido. Al entrar a la habitación del Burke este aún se encontraba en calzoncillos dando vueltas por ahí, lo cual dejaba totalmente en claro que le costaba demasiado cumplir con los horarios establecidos. Saludó a los presentes y comenzó a caminar.

En su camino hacia la posición de Illidan se detuvo junto a Ludwig y se acercó a él para darle un rápido beso en los labios, lo extrañaba —. Después de la boda debemos un buscar un momento para nosotros dos —le murmuró al oído antes de separarse de él y continuar su camino. Sabía bien que Mica no estaría del todo contenta con aquello, pero tampoco podía quedar mal con el novio. Sus pasos lo llevaron hasta posicionarse detrás de la espalda de Illidan y estando ahí no pudo resistir darle una nalgada.

— Son más perfectas de lo que espera, aunque está claro que nunca serán tan perfectas como la de mi chico —bromeó—. Lo que me has encargado esta sobre la mesilla de la entrada, pero antes de que lo tomes debo advertirte algo —instó al rubio para que se diera media vuelta y en cuanto lo hizo dirigió su mano hacia su entrepierna, ejerciendo un poco de presión en el área—. No voy a decirte que no te diviertas, pero si el consumo de lo que me has solicitado daña de alguna forma este día para Mica… Yo mismo te los voy a arrancar, ¿entiendes?

Después de la advertencia volvió de nuevo junto a Ludwig y le dejó en claro que su tarea, por lo menos durante el tiempo que estuvieran separados, era el cuidar que Illidan no hiciera nada est****o. Volvió a besarlo una vez más y luego abandonó la habitación, tenía que buscar la novia.

@ Mica Gryffindor  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Illidan Black Lestrange

[Ludwig Malfoy]

Tal parecía que el Malfoy se encontraba más estresado que Illidan por la boda, no podía entender como actuaba con tanta tranquilidad como si nada importante estuviera pasando, sin embargo agradeció la llegada de su amigo Thanatos quien a base de comentarios irónicos logró despertar un poco al Black Lestrange, a diferencia del rubio, el licántropo se encontraba tranquilo e incluso divertido con la situación después de todo aquel día debería ser de gozo y festejo así que no le quedó más que encoger sus hombros y tratar de dejar que todo fluyera un poco mejor.

-Total yo no soy el que se casa – dijo sonriendo y sentándose al borde de la cama – Thanatos tiene tiempo que no te veía ¿Dónde has estado?  tampoco he visto a mi hermano, me pregunto donde estará ese Cubias– aprovechó el tiempo en que su amigo se duchaba recostándose un poco en la cama. Al cabo de unos instantes se presentó Mael con quien no había tenido mucha comunicación pero también estaba presentable para el evento, el rubio lo saludó con la mirada y agregó – bienvenido toma asiento seguramente la boda iniciará en un año o dos – dijo con ironía.

Una vez que Illidan salió de la ducha, el rubio no pudo evitar desviar su mirada hacia su ajustada ropa interior, no recordaba que estuviera tan atlético y por un instante su mente divagó, se encargaría de recordar aquel momento para futuras noches de soledad en las que Cillian no estuviera a su lado, no obstante era momento de despabilar y observó las tres opciones con cautela para finalmente dar su veredicto -  me parece que el color azul te quedaría bien, contrastará con el vestido de la novia, así que yo voto por aquel color, además muchos de los invitados venimos vestidos de negro así que creo que el azul ayudará a resaltar tu color.

Acto seguido sacó de su saco una pequeña caja envuelta en ella se encontraba una corbata de color guinda y mancuernillas doradas, se las ofreció al Black Lestrange como regalo de bodas esperando que las utilizara para aquel evento – creo que te hacían falta de éste color así que espero te gusten – ya estaba por comenzar el evento, solo era cuestión de llegar al salón y esperar que todo saliera de la mejor manera. Finalmente Cillian hizo acto de presencia besando al rubio el cual le correspondió con un beso y un abrazo, lo había extrañado también, aprovecharía cada momento de la boda para hacer sus travesuras a la que estaban acostumbrados -  no me digas que no viste el paquete que se carga el novio – dijo susurrándole al oído para posteriormente besarlo – pronto será nuestro día y tu también te verás fascinante.

 

@ Illidan Black Lestrange  @ Thanatos L. Lestrange  @ Mael Blackfyre  @ Lord Cubias  @ Cillian Haughton

Editado 1 de Diciembre del 2021 por Ludwig Malfoy Haughton

[Lisa Weasley Delacour]

Discusión tras discusión desde que llego aquella invitación y es que su prima era un dolor de ovarios cuando quería. Sabia del resentimiento que tenia la Weasley hacia su antigua asociación, pero aquel drama era hasta desmedido. Ni Mei la había logrado calmar y eso era extraño. La morena, desde la esquina de la habitación, lo miraba de manera furibunda. Seguramente en su cabeza alocada lo estaba hasta estrangulando por haber aceptado acudir al enlace, según dicen, mas grande de los últimos tiempos. El Van Halen, al tiempo que se arreglaba la corbata en tonos azules, miraba el reflejo de su reina y con ojos suplicantes la intentaba convencer del hecho de que debía acompañarlo a Londres.

- No – Nuevamente una respuesta tajante por parte de la vampiresa,

Luca entrecerró los ojos y la ataco con nuevas argumentaciones – Sabes que ella – haciendo mención de su mujer - no puede ir, muchos la creen desaparecida en combate y Dimitri, llamame loco, no me parece la pareja perfecta, digo, es guapo, pero no es mi estilo.

Lo consiguió, al menos eso. Lisa, aunque negando aun, sonrió por aquella broma. La Hunter sabia que aquel enlace era un caramelo suculento a los ojos de los mortifagos. Ambos estaban seguros al noventa y nueve por ciento que la mitad de la actual orden del fénix se reuniría para celebrar aquel acontecimiento, por ende, los seguidores de Tom Riddle aprovecharían para causar algún destrozo o muerte. Lo habían hecho antes, cuando el dhampir y la paladín se casaron hacia ya un tiempo. Su prima no sabia como estaba actualmente el panorama, pero el rumano si y por ello estaba siendo tan sumamente pesado para convencerla de ir.

- Acudiré, pero no por gusto, sino por deber.

Y ahí estaba. La monarca de Transilvania volvía a poner su vida, sentimientos e incluso alma en jaque por defender unos ideales en los cuales verdaderamente creía. El guerrero estaba seguro que acabaría discutiendo con alguno de los presentes a la boda, seguramente mandando al cuerno a mas de uno o tirandole una botella a la cabeza de alguien que mencionase a la castaña, su castaña, pero, prefería tenerla allí con el, que caminando por Hunyad y volviendo loco hasta al ultimo de los alabarderos. Ademas que si atacaban, el podría seguir ocultando su rostro y actuando como un mortifago mas y no delantandose ante toda la comunidad mágica internacional.

- Media hora y nos vamos.

- No te mando, sabes ir tu solo – Y con las mismas se fue a cambiar de ropa.

Media hora después y envueltos en una estela azul, ambos primos hicieron acto de presencia a las afueras de los terrenos de la familia Burke. Lisa vestía un elegante vestido rojo burdeos. Unos tacones que la hacían ver unos diez centímetros mas alta y una sonrisa irónica en el rostro. Su varita estaba firmemente sujeta en su pierna derecha, lista para ser usada en caso de necesidad. Luca la agarro del brazo y la encamino a la entrada, al tiempo que le iba comentando acerca de las buenas nuevas de la ciudad y los últimos cotilleos acerca de quienes podrían acudir. Este iba vestido de manera sencilla; un traje clásico de color negro, con una corbata azul y una camisa blanca. La elegancia estaba en el porte y ambos la poseían.

- Al menos se amable los próximos cinco minutos ¿Si? - Por respuesta solo un asentimiento. Ingresarón juntos al jardin decorado para el enlace.

[Illidan Burke]

El café casi lo volvió a su estado normal, entre el no haber desayunado, las ansias, y el nerviosismo, casi sintió desmayarse antes de aquel primer trago. Pudo notar la llegada de Mael, sin pudor alguno por su situación le saludo, acortando las distancias. En el ministerio en aquella batalla, Mael había salido a protegerlo más de una vez, y lo que Mica le había hablado de él, había bastado para tomarle aprecio a aquel sujeto. Sabiendo que era amigo de su prometida, no quiso dejarlo afuera. Era parte de la familia a partir de ahora, su amigo. Por eso debía acompañarlo junto a sus hermanos en aquel cuarto.  - Gracias por estar aquí, sé que no puedes acompañar a Mica, por eso te solicite de este lado... Eres muy importante para ella... - Diría volviendo a sorber la taza. 

Lud había optado por el traje Azul, Illidan había descartado el blanco, ese era el color, al menos suponía, del vestido de Mica, el Negro, en cambio, era el que portaba siempre. - El Azul será... - Declararía recorriendo las miradas, aunque nadie sabía más de vestimentas que Lud, y Cillian de hecho. El cual hacia entrada justo a tiempo. Con sus ademanes característicos lo rodeo, Illidan lo observo divertido, al menos hasta donde pudo, captando el mensaje del encargo. - Lobito... - Soltaría hacia el licántropo. - Recoge el paquete, ya cuando veas que me paso de copas me revives... - Manifestaría sin necesidad, Thanatos sabía qué hacer.

Fue en aquel momento, Donde el Cillian que batallo con Luna Gryffindor aquel día, apareció. Lo tomo literalmente por las pelotas, amenazándolo o advirtiéndolo, de que no le arruinara la noche a Mica, sintió un deseo de golpearlo, pero a la vez, el cariño que mostraba por ello, lo apaciguó, lo quería demasiado como para ajusticiarlo, se había ganado el derecho. - Hijo de.... - Soltaría. Recordando que el rubio, tenía una foto bastante comprometida de él, no quería darle rienda libre a la difusión.

Cillian sin más abandono el cuarto. El futuro Burke, comenzó a vestirse, al pie de las elecciones de Ludwig. En pocos segundos quedo casi listo, fue cuando Lud se acercó con su regalo de bodas. - Hazme el favor, nunca aprendí a hacer el nudo... - Le diría a su compañero de la trifuerza. Pocos segundos después, quedo vistiendo aquel elegante traje azul, aquella camisa impecable, y la corbata que el medimago le había regalado. Los zapatos negros, a pesar de ser nuevos, Senuv se había esforzado en sacarle más brillo.

- Por cierto... - Formularía el Odefo, abriendo un cajón próximo a la cómoda, en un alargado mueble. Una pequeña caja negra sería extraída de él, allí dentro, descansaban ambos anillos de boda. - El padrino es quien los entrega... - Mencionaría dándoselos a su hermano. - No tengo dudas de que Mica es la mujer de mi vida... - Se detuvo frente al espejo para analizarse. Nunca se había encontrado tan a gusto con su reflejo. - Pero estoy demasiado nervioso para ser yo... - Llevo su mirada hacia Mael. - ¿Crees que soy digno de ella? - Preguntó. Sus ojos se clavaron en los de aquel, que conocía a la castaña de mucho antes, intentando encontrar, en aquella posible respuesta, algún indicio de duda o falacia. 

 

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Cillian Haughton  @ Thanatos L. Lestrange  @ Mael Blackfyre