El Hipogrifo Asustado (MM B: 105757)

[Gab0Lovegood]

Estaba alegre , caminando ve un local bajo, grande, con fachada de colores en la entrada y verja de madera también muy colorida....-Con que ahí es, me encanta....-Se había llevado su morral , con algunos juguetes muggles . -Hola?...- Sin esperar respuesta se adentra en aquel lugar alegre....Al entrar ve a un muchacho con un niño a sus hombros , y una chica con el pelo color violeta intenso....-Hola,mucho gusto- Sonrió -Vengo a ayudar !- En eso pasan niños corriendo -Niños tengan cuidado- Mira a la chica con el pelo violeta -Esto....que tengo que hacer?- En eso saca unos juguetes muggles y se los da a unos niños que estaban por allí -Cuídenlos , se los regalo- Les sonríe a aquellos alegres niños , después de darles los juguetes -Bueno.....- Esperando su respuesta empieza a mirar aquel lugar colorido , lleno de alegría .

Editado 4 de Febrero del 2012 por Gab0Lovegood

[Sagitas E. Potter Blue]

Tuve la sensación que me arrepentiría algún día de haber permitido que ambos se acercaran. Sentí celos por la camaradería y el entendimiento que de repente había entre los dos. Mi primera reacción fue interponerme, alejar al niño de allá y pedirle a Corvus que no hiciera nada en silencio, que quería saber todo, que no quería que...

 

Pero sabía que no era correcto. Si había accedido a que le enseñara, a que fuera su maestro, también debía darle la libertad de cátedra para que le enseñara como quisiera lo que tuviera que mostrarle, y máximo cuando era sobre algo que yo no entendía y por tanto no podía hacerlo yo.

 

Aún así me hirió en el orgullo que le pidiera subirse a sus brazos en vez de volver hacia mí. Aquella familiaridad me parecía anómala. No podía confiar en su tío sólo por una vez que le había visto. No me parecía bien, no...

 

Otra vez los celos...

 

Y no ayudaba nada el verlo allá arriba, en sus brazos, con una gran sonrisa en los labios. No pude evitar compararlos. Se parecían tanto... Siempre me había obligado a no preguntarme si Ithilion necesitaba un padre y qué hubiera sido de su vida si estuviera a su lado. Ahora lo tenía delante. Y no me gustaba. Pero había hecho una promesa. Por el bien del niño.

 

-- Ithilion, cariño. Cansarás a tu tío -- me quejé levemente, sabiendo que ninguno de los dos iban a ceder terreno. Me parecía que ambos eran muy tozudos. Seguro que venía de familia.

 

Iba a insistir. Yo era la madre y por tanto tenía derecho a que... a que viniera conmigo, no con él, cuando entró un chico joven y muy activo. Me quedé con la boca abierta.

 

-- Esto... Esto... Tú eres... ¿el nuevo, el ayudante que pedimos para la Guardería?

 

Miré a Corvus y después al chico. Le pedí un momento a Corvus, a pesar de que acababa de pedirme que nos fuéramos ya.

 

-- Un momento -- le susurré. Esperaba que no se quejara, pues él disfrutaba del niño en los brazos y yo tenía que trabajar. -- Hola, soy Sagitas, la dueña. Tengo que salir y después regresaré. Vete mirando por ahí, cuidado con las mascotas y con los niños, todos son peligrosos. Allá en el patio tienes a Jesse, mi hija, dijo, la encargada de la clase de los pequeños y...

 

No se me ocurría qué más decirle, pues no quería dejar mucho tiempo a solas a Corvus y a mi hijo. Le hice un gesto a Jesse con las manos, para indicarle que salía, que se hiciera cargo. Al fin y al cabo había varios elfos que le ayudarían con todo y ahora tenía ayuda extra.

 

-- Vale, salgamos -- contesté, perdida.

 

¿Y ahora qué? ¿Dónde se supone que íbamos? Porque una cosa era salir con Ithilion en brazos y otra... ¿Ya tocaba volver a casa? No estaba preparada para ello. Tomé la carterita del niño y su chaqueta y abrí la puerta, saliendo al exterior la primera para que ninguno notara que estaba azorada. Y encima no le había preguntado al nuevo que cómo se llamaba.

 

 

EDITO:

 

No había visto a Gabo.

Editado 4 de Febrero del 2012 por Sagitas Potter Blue

[Corvus Aidan]

Si alguien lo viese en ese instante, no daria credito a la escena. Ithilion reia feliz sobre sus hombros, disfrutando de vista que le ofrecia la altura de casi dos metros de su tio. Hasta Corvus sonrio, ver el mundo desde una perspectiva diferente, desde la cima, siempre era agradable. Tambien le sorprendia la confianza inmediata que el bebe demostraba en el, como si tuviese la certeza de que ningun mal podria venir de su parte, al menos se adaptaba mejor que su madre, quien los miraba con recelo y preocupacion. Todavia tendria la idea de que pensaba secuestrarlo?

 

Un joven entro a la guarderia y detuvo la marcha, cuando el ya estaba impaciente por salir de alli. Se obligo a relajarse y tener la paciencia que ella le pedia mientras conversaba con el nuevo chico, que al parecer ayudaria en el negocio y soportaba la mirada curiosa de la otra joven presente, una de las hijas de Sagitas.

 

Mucha familia, mascotas, un Circo, Floreria y una guarderia, habia algo que ella no tuviese? Era demasiada informacion para procesar y demasiadas personas que tratar, demasiadas para su gusto y poco agrado por socializar con el resto de la humanidad. Si el ni siquiera se llevaba bien con las plantas.

 

El peso de Ithilion sobre sus hombros lo saco de sus pensamientos. Movia los piecesitos a cada costado, como recordandole que queria salir de alli y se estaban tardando demasiado. Al parecer el bebe disfrutaba el paseo, probablemente porque nunca habia tenido a nadie para subirse sobre sus hombros. A Corvus no le advirtieron sobre el factor "ternura", esa particularidad que poseian los bebes de convencer a cualquiera con una sola mirada. Y descubrio de pronto que no seria inmune a eso, la ternura del nino lo invadia, quizas por el lazo que tenian, quizas y solo quizas, porque la idea de tener una familia, comenzaba a parecer un futuro mas cercano del que alguna vez se planteo.

 

-Por supuesto, yo espero.- le respondio con una leve sonrisa complice, sosteniendo las manos de Ithilion para que mantuviera el equilibrio - Tenemos que esperar a tu madre, o le dara un infarto si salgo a solas contigo.- se refirio a su sobrino que le lanzo una mirada impaciente.

 

Una vez que Sagitas termino de dar las indicaciones y recogio las cosas de Ithilion, Corvus encontro la oportunidad de molestarla un poco.

 

-Lista Soleil? Ithilion quiere dar un paseo desde su nueva altura.- fue una broma ante la cual el pequeno solto una risita, no era dificil acostumbrarse a aquello.

 

Camino a la salida, mas que consciente de que ella lo seguiria.

[Sagitas E. Potter Blue]

¿Y por qué Ithilion me lo tenía que poner tan difícil? El niño saltaba de alegría en los hombros de su tío. Intenté no comparar las figuras. No era bueno para mi salud psíquica aquel hombre tan conocido y tan desconocido a la vez con el niño riéndose allá arriba. Apreté el paso y le alcancé. Me puse a su lado.

 

-- Ithilion, cariño, ¿no quieres bajarte?

 

El niño lo negó y señaló un lugar con una de sus manitas. Fruncí el ceño. ¿Es que no podía ser todo más normal, más tradicional, tal vez más cotidiano. Bufé un poco, aquello no podría ser nunca normal ni cotidiano, ni tradicional. Así que tendría que acostumbrarme a que el muchacho copara una parte de la atención que mi hijo me había dispensado durante un tiempo. Avanzamos un rato en silencio, en realidad yo era la que guardaba el silencio, ya que ellos dos hablaban. Contesté un par de veces con monosílabos, algo celosa de la relación que veía se estaba desarrollando ante mis ojos. Después intenté cambiar de humor, aunque sólo sea para que Ithilion no se refugiara aún más en los brazos de su tío.

 

-- Mira, paseemos por el callejón Diagon, hay muchos sitios agradable y... podemos hablar un poco mientras tanto...

 

No iba a decirle que estaba intentando retrasar lo más posible la llegada a la mansión "Ojo Loco". ¿Sería capaz de tenerlo allá de nuevo?

[Sunar PBT]

Sunar

 

La bruja volvía a pasarse por las calles pavimetadas de ladrillos. Iba nuevamenete a ver que hacia su niño. La última vez un lío con su nueva habilidad, trajó algo de trabajo extra a su tía y Reena que se encontraban en ese momento.

 

Al llegar enró como la vez pasada, sin ningún inconveniente. Pero no escuchaba la voz de su tía. Solo las voces de algunos niños. Fue a preguntar a las recepcionista, ya que no quería importunar alguna hora de siesta de los más pequeños.

 

- Hola señorita - saludó, - ¿Sabe como esta el pequeño Argentus Potter Black? - preguntó la la pelicastaña.

 

Esperaba que alguien conocido estuviera o por lo menos que e dijeran como estaba el niño. Aunque sabía que no necesitaba darle de comer. Ya estaba muy grande y pronto cumpliría su primer año.

[Jessie Black Lestrange]

Caminaba de regreso a la guardería despues de vario tiempo. Las cosas habían cambiado un poco desde que se fuera tiempo atras, había descubierto varias cosas y aunque su relacion con su familia era más solida que nunca, no podía olvidar todo cuanto tuvo que pasar.

 

Su cabello era de una tonalidad rojiza parecida a la de su hermano mayor. Sus ojos seguían igual de grises, solo que ahora eran algo opacos por la tristeza de saber ciertas cosas. Por lo demas seguía siendo la misma, los chicos no tenían por que sufrir por lo que a ella le pasaba, su tristeza no debía transmitirse a terceros, a menos no con los mas peques.

 

-Bien Jesse, tranquilizate, no quieres asustar a los pequeños- repuso la pelirroja tomando aire antes de entrar.

 

La guardería seguía tal cual la recordaba, con sus hermosos dibujos de hipogrifos y demas animales magicos. Los niños al parecer dormia y alquien preguntaba por su mini sobri, por lo que se acerco hasta donde estaba quien era...

 

-¡Hola Sunar!- exclamo la chica con demasiada alegria, nada normal en ella, ocultando detras de esa faceta la profunda tristeza que sentía-no te preocupes por Argy... ya vere donde anda ese niño

 

Y sin mas se escucrrio dentro de la guardería, donde fue hasta el salon de pequeñines, donde Argy dormia placidamente en su cuna. No quiso despertarlo por lo que regreso donde su sobrina con los brazos libres.

 

-Esta dormido, tiene la mamila y ya casi se la termina- explico la chica a su sobrina.

[Sunar PBT]

Sunar

 

La bruja de cabello castaños esperó a que la persona le atendiera. De pronto, escuchó que le llamaban por su nombre, era su tia Jesse.

 

- Tía, ¿Qué tal? - en seguida le oyo decir que averiguaría por el niño.

 

Con una sonrisa miro donde sentarse. La última vez había pasado sin pedir permiso, a sabiendas que no era necesario y más cuando su hijo no necesitaba tenerlo pegado a él todo el tiempo. Creía que debía estar para el peliazul siempre, pero alli sabrían como cuidarlo.

 

Paso un rato, y mientras eso, la ojimarrón ojeaba un ejemplar del profeta.

 

Despué de varios minutos la joven Potter Blue regresó para darle la noticia que el Argentus se encontraba muy bien. Sunar le agradeció para irse nuevamente a su trabajo.

 

- Gracias tía. Ya sabes cualquier problema, me avisas. - le dio un abrazo.

 

La Potter Black al salir de la guarderia respiró aliviada y se dirigió a sus tareas ministeriales.

[Jessie Black Lestrange]

La chica Potter Blue asintió a su sobrina ya me resigne mientras esta le agradecía por el cuidado del pequeño Potter.

 

-No tienes nada que agradecer Sunar- repuso Jesse al recibir el abrazo que Sunar le daba-y si, si llegara a pasar algo yo personalmente te aviso.

 

La Potter Blue vio como su sobrina salía del loca y ella regresaba junto a los pequeños para revisar que todo estuviera en orden. No había visto desde que llegase a su madre ¿donde se habría metido?

[Anne Gaunt M.]

Anne K. Haughton R.

 

La confirmación de que había sido aceptada en el negocio llegó unos días después de mi solicitud de entrada. Me había ilusionado mucho saber que podría trabajar en la guardería, pues adoraba a los niños. Me levanté temprano esa mañana, sabiendo que tenía que ser puntual. Mi habitación estaba un poco desordenada, pero no era momento de pararme a solucionarlo. Me vestí rápidamente con la ropa más cómoda que encontré y me sujeté el oscuro pelo en una larga trenza que dejé caer en el lado derecho de mi cabeza, sobre el hombro. Me ajusté las gafas de montura negra y, cuando estuve lista, salí del castillo Haughton a toda velocidad. Una vez me encontraba en las afueras desaparecí, para volver a reaparecer en el Callejón Diagon.

 

Caminé por el callejón un buen rato hasta que llegué a la puerta del negocio, y la abrí tímidamente. Cuando estuve dentro, esperé a ver a alguien con quién hablar para identificarme. Me acerqué tímidamente a una chica que allí se encontraba.

 

—Hola, soy Anne. Me afilié al negocio hace poco, y venía por primera vez. Es un placer estar aquí, por cierto. Es un lugar muy bonito—casi susurré, notando que mis mejillas se sonrojaban.

[Sagitas E. Potter Blue]

Miré a los lados, algo asustada, con el corazón en vilo, viendo peligro en cada sombra con la que me cruzaba. Cuando comprobé que nadie se interesaba por mi persona, me desaparecí de aquella callejuela y aparecí delante de la entrada del Hipogrifo. Había sombras en ella. ¿Serían amigas o enemigas? Fueran lo que fuera, no podía retrasarlo más. Aferré la varita con fuerza y abrí la puerta.

 

La luz era alegre y en la puerta había una chica con una cara muy feliz, como si estuviera esperando algo bueno. Yo necesitaba recuperar esa sonrisa. Tragué saliva. La había reconocido. Era la chica que había admitido para trabajar en la Guardería. A lo lejos se sentía a Jesse, ya trabajando con los niños mayores. Le sonreí. No supe si mi rostro había abandonado la tensión que sentía.

 

-- Ah, hola, eres Anna K. ¡bienvenida!

 

Busqué con la mirada a mi hija Jesse. Era importante que le dijera algo muy serio sobre su hermano. Pero lo haría más tarde, cuando nadie nos oyera. De momento me iba a encargar de enseñar el local a la chica, para que no me tomara por loca. Aunque en aquel momento lo estaba.

 

--¿Has visto algo? ¿Te has leído el panfleto del local?

 

Miré a los lados, en mi cabeza sólo había imágenes y sonidos, tenía un ruido permanente en los oídos, parecía ida... Pero tenía que serenarme y buscar una salida lógica a todo ésto. Hablaría con Jesse más tarde, cuando los niños estuvieran en el patio o durmieran.

 

-- Ven a mi despacho y te pongo en antecedentes de tus deberes, Anne.