Tienda P.B. de Material Escolar (MM B: 96638)

[Matt Blackner]

Suar era del departamento de plagas, asi qeu mandó un mensaje con su elfina para que viniera alguien a revisar el local.

 

- Es cierto, tienes una colección - dije. Era verdad que siempre conoía a algun elfo nuevo de Sunar - Yo ni siquiera he estado, ni tengo, asi que no se como va

 

Mamá empezaba a preocuparme por la reacción alérgica, pero no me gustaban los hopsitales...prefería que me viera alli Jesse, como mucho. Con su broma me sonrojé, algo avergonzado.

 

Una chica llegó y se presentó como miembro del departamento de Plagas, justo lo que nos hacía falta. Mamá la dejó pasar esquivando un charquito de nieve derretida de Argentus, y me dijo qeu le enseñara la mano.

 

Asi lo hice, la extendí hacia ella, dejando que echara un vistazo a las marcas de dientecillos.

 

Jesse había desaparecido con una mochila al hombro, seguro que para preparar algo. Mamá respondio, y yo asentí.

 

- Si, fue hace una o dos horas. En la primera planta, cerca de las escaleras. Pero luego se escondió, asi qeu no se donde estaran ahora.

 

La dejé hacer su trabajo, agradeciéndole aquel remedio que me dio en un pequeño frasquito, cuando Jesse empezó a llamarme.

 

- Lo siento

 

Y eché a correr hacia el pasillo, a la trastienda.

 

- Jess? donde estas?

[Jessie Black Lestrange]

Jesse Potter Blue

 

Mi hermano me buscaba y era eso lo que esperaba, al verle entrar me cole detrás de él y cerré la puerta para que no tuviera oportunidad de salir corriendo, ya sabía como era con eso de los remedios, tanto muggles como magicos así que no se iría a ningún lado.

 

-Lo siento... era la única forma de hacerte venir, de lo contrario encontrarías una excusa- exclamé caminando hacía él con el escalpelo en la mano- ahora... extiende ese dedo y no te muevas o de lo contrario sera peor.

 

Con un corte rápido en su dedo indice saque todo el veneno de doxy que todavía había en este, debido a la coloración morada y al hecho de que mi hermano no era un mago común y corriente, el veneno no se había propagado y él estaba a salvo, me alivie por eso.

 

Deje el escalpelo en la mesa mientras unas copiosas gotas de sangre escurrían de su dedo y tome un pomo con un aerosol que rocié en la herida al tiempo que una espuma amarilla se formaba encima de ella, luego de unos cinco segundos la espuma desapareció dejando la herida limpia y desinfectada. Tome la botellita con esencia de dictamo y deje que dos gotas cayeran sobre la herida abierta del dedo de mi hermano y esta comenzó a cerrarse de forma rápida. Después de un par de segundo parecía como si nunca le hubiera pasado nada.

 

-No fue tan malo ¿o si? No se por que te da tanto miedo- susurre regresando todas las cosas a mi mochila y dejando el escalpelo de ultimo.

 

Le quite la navaja, la queme y esta desapareció cuando las llamas se extinguieron. Metí el mango del escalpelo en la mochila y regresando donde mi hermano sonreí divertida.

 

-Ya, en serio... fue todo... vamos con mamá, lo mas probable es que nos necesite- sugerí acercándome a la puerta y abriéndola de un tirón.

[Sagitas E. Potter Blue]

En cuanto la funcionario subió a la primera planta me giré hacia Sunar. La busqué y me acerqué a ella.

 

-- Hiciste bien en buscar ayuda. Pero espero que no encuentre algo más que doxys o nos cerrará el negocio sin aún haberlo abierto.

 

Estaba preocupada. No era bueno tener doxys y había que controlar que no hubiera huevos. Así que en cuanto la chica volvió y preguntó si quería que mirara más plantas, accedí.

 

-- Por favor, una ojeada en las otras plantas, si no le importa, para quedar más tranquilos.

 

Argentus parecía divertirse y seguía soltando copitos de nieve que se derretía en el suelo.

 

--Va a hacer que salga moho con tanta humedad. ¿Y si le buscamos un juguete? En algún lugar he visto colores con olores. ¿Le busco un pergamino y que pinte un rato, Sunar?

 

No quería que el niño congelara nada delante de la funcionaria para evitar problemas. Que no dijera que le habíamos atacado con hielo. Sonreí. Eso parecía gracioso, lo malo es que Argentus seguro que era capaz de hacerlo.

 

-- ¿Has visto si Matt está mejor? -- le susurré.

[Matt Blackner]

Mientras buscaba a Jesse me había tomado el frasquito que me había dado la funcionaria.

 

Entr´en la trastienda pero no vi a Jesse. O al menos no la vi hasta que me encerró alli. Me giré sorprendido, mirando la puerta que ahora no podía abrir. Me giré, mirándola enfadado. Que me iba a hacer?

 

Pero ella corrió a disculparse, diciendo que sino encontraría excusas nuevas. Se me acercaba, diciendo qeu no me moviera con un escalpelo en la mano.

 

- Que me vas a...

 

Pero ni tiempo a preguntar. Me hizo un corte en el dedo indice y comenzó a apretar para sacar el veneno de doxy. La verdad era que dolía, escocía el veneno mientras escapaba de mi dedo y mi mano. Suerte que no se había extendido más alla.

 

Mientras sangraba, tomó un aerosol y comenzó a rociarme. Aquello si que escoció, mientras una espuma amarillenta se iba formando sobre la herida. Cuando desapareció, la herida estaba limpia. Tomó su esencia de díctamo y echó unas gotas sobre la herida, que comenzó a cerrarse.

 

La miré, algo molesto,como si a un niño pequeño lo hubiesen cogido en sus trastadas.

- No es que me de miedo. Es ue no me gusta - dije.

 

Al final recogió y los dos salimos. Sagitas preguntaba a Sunar por mi, mientras el pequeño reía, seguro qeu pensando alguna trastada que hacer.

 

- Estoy aqui, mejor gracias a Jess - dije a Sagitas, enseñando la mano

[Marge Shunpike]

Marge Shunpike - Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Para quitar dudas, subí a las otras plantas y revisé. El lugar parecía limpio y al ver eso me extraño el hecho de que hubiese doxys, ya que no había otras plagas. De cualquier manera, todo podía pasar. Mientras todo estuviera bien cuidado, contribuía a evitar que criaturas indeseadas habitaran allí.

 

Bajé nuevamente a planta baja y avisé que no había nada de qué preocuparse. Luego busqué entre mis cosas una ficha, para dejar constancia de que el lugar se encontraba libre de plagas.

 

- Aquí les dejo esto. Gracias por atenderme y espero haberles sido de ayuda.

Yo, Marge Shunpike, dejo constancia de que la Tienda P.B de Material Escolar se encuentra libre de plagas y por ende, no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

 

Marge Shunpike, Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

 

Salí de allí lo más pronto posible para no seguir molestando y me sumergí en el callejón.

[Sagitas E. Potter Blue]

La funcionaria accedió a subir e inspeccionar las otras plantas. Yo no podía dejar de saltar un poquito sobre mis pies, nerviosa. No quería ser descortés con ella pero quería entrar en la habitación donde Jesse se había llevado a su hermano. ¿Habría que cortarle la mano o sería suficiente con un antidoxis líquidos y una tarde de mimos estirado en una hamaca en los jardines de la Potter Black?

 

Sonreí al ver que la mujer volvía y nos decía que no había ya que preocuparse de nada. Se lo agradecí muchísimo mientras ella redactaba un informe del lugar y de la actuación efectuada. La despedimos y le agradecí de nuevo la prontitud de se presencia en la tienda.

 

-- Bueno, con esto ya hemos salido de problemas. No hay Doxys. Ya sólo hay un par de micropuffs escapados. ¿Dónde se habrán metido?

 

Miré la casita que les había comprado en los mercados del Mundial de Quidditch. Faltaban dos.

 

-- Vaya estropicio habéis liado hoy, pequeñines. Aunque, bien mirado, si no se hubieran escapado no hubiéramos visto los bichitos esos que hemos encontrado. En ese momento, apareció Matt con un dedo alzado para que lo viera.

 

-- Ay, hijo, me alegro de que no te hayamos tenido que cortar la mano -- le dije. -- Un patriarca manco no es bueno en la historia de la familia.

 

Ahora dudaba entre lo que debíamos hacer, si seguir arreglando planta por planta o buscar a los animalitos díscolos. Una cosa era segura, todos juntos para controlar que no nos pasara de nuevo esos ataques raros que nos habían sucedido en cada planta.

[Sunar PBT]

La pelicastaña escuchó el comentario de Matt pero en seguida se apartó al verlo quejarse por la mordida de la que todas hablaban y que para nada lucía bien. En seguida dejó que su tía Jesse se encargara, ella era buena en eso.

 

Después a sus tíos y asintió a los comentarios sobre los elfos.

 

– Si, pero son necesarios – rió un poco antes de escuchar su tía un poco molesta por las travesuras del peliazul.

 

Sin darse cuenta ya su compañera Marge se encontraba allí para realizar la inspección que la Potter Black le pidió por medio de la nota. Ella misma no tenía nada que hacer aunque debía darse una vuelta por otros establecimientos. Mientras tanto tomó en brazos al creador de tanto alboroto en la trastienda.

 

– Creo que este pequeño debe tomar una siesta – susurró al pasarle una dedo por los cabellos húmedos. – Oh tú tía Sagitas podría en serio meterte en una nevera – comentó un poco avergonzada por la actuación del niño.

 

Sunar vio como Sagitas atendía a la bruja Shunpike y la bruja empezaba su labor. Sin embargo, la ojimarrón no tenía tiempo para hablar cordialmente. No supo responderle acerca de Matt pero seguro que andaba acomodando algo a pesar de su mano.

 

– No te preocupes tía, él ya debe tomar una siesta, así evitamos que se pudra la madera – comentó la pelicastaña.

 

Bajó para dormir al niño, así que no pudo despedirse de su compañera Marge. Como nadie planeaba ir a la trastienda, llevó allí una pequeña frazada. Era verdad, el ambiente parecía algo frío, pero no lo suficiente para que lograra dormir al niño.

[Matt Blackner]

La compañera de Sunar había inpeccionado las plantas superiores, y al parecer todo fue de su agrado porqe no dijo nada malo, solo entregó un papel a Sagis en el qeu indicaba que, además de todo en orden, volvería en unos meses para otra revisión.

 

Mamá se alegró, pero su comentario me dejó helado.

 

- Como que cortar la mano? que? - me giré hacia Jesse, que vnía por detrás de mi - Es una broma verdad Jesse? no me pensabas cortar la mano, no?

 

Pero pasó de largo y me di cuenta de que iba aguantándose la risa. Abrí la boca, y con los ojos muy abiertos la señalé, mirando a Sagitas.

 

- mírala! ni siquiera m responde! No me ibas a cortar la mano, verdad qeu no?

 

Pero me di cuenta de que se reía y me sonrojé, abochornado. MEnuda reacción había tenido, no podía ser.

 

Elsuelo tenía algunos charquitos por los uegos de Argentus, al que Sunar se llevaba para que durmiera un poco.

 

Propongo algo. Tengo hambre. y si comemos algo y luego seguimos con las tareas para ordenar? pero mas organizados, ahorraremos acidentes. Ya apareceran los dos microppufs que faltan - dij, mirando la jaula donde estaban los demás. Era muy graciosa.

[Jessie Black Lestrange]

Si que mi hermano le tenía miedo a los medicos, hospitales o todo lo que tenga que ver con lo que a mi mas me gustaba, pero era lo que había y tendría que soportarlo.

 

Sanar su herida fue facil, controlarme para no reirme fue lo complicado, las caras que hacía eran divertidas, sabía que tal vez le ardiera la herida pero una cosa era segura, si no hacía esto estaría perdido.

 

-Lo que digas hermano, lo que digas- exclame divertida mientras terminaba de guardar todo.

 

Le seguí fuera de la trastienda, mamá nos buscaba en la planta alta, de seguro la funcionaría ya abría terminado con su trabajo, que bien, ahora podríamos terminar con esto. Pero al escuchar las palabras de mi madre no pude evitar comenzar a reír, no se me había ocurrido asustarlo con eso, lastima.

 

Matt me volteaba a ver así que seguí de largo aguantando las ganas de reír en su cara, no por que fuera divertido, sino para ver que mas haría. Sus siguientes palabras me hicieron reír ahora si a mandíbula abierta, yo era la pequeñaja de la casa según él, pero era divertido verle en ese estado, una por todas las que me ha jugado.

 

-Ahora que lo pienso no es mala idea, debí haberte cortado esa mano- reía divertida al ver su expresión de ¿susto?

 

Pero decía que tenía hambre, tipicode él, salirse por la tangente cuando de su salud se trataba. Pero la verdad es que tambien tenía hambre así que asentí.

 

-Mejor a ti te alejamos de las cosas con filo... peligrosas o que puedan herirte, no sea que ahora si tenga que llevarte al hospital a curarte- y comencé a reír de nueva cuenta viendo como abría los ojos como platos-si sigues así, terminaras con todas mis recerbas de pociones curativas y tendre que preparar mas

[Sagitas E. Potter Blue]

Me hizo gracia el comentario de Sunar sobre su hijo. En verdad iba a ser toda una epopeya cuidar de él como lo era cuidar del mío. Ithilion también creaba fuego de forma inconsciente durante el primer año. Me dio algo de vergüenza haber reñido al niño, al fin y al cabo él no sabía dominar su magia. Le toqué el pelo mojado por la nieve derretida y después le toqué el brazo a su madre.

 

-- No te preocupes, Sunar, era una broma. No lo meteré en una nevera, aunque en días de mucho calor puede que me lo lleve a dar una vuelta.

 

Le sonreí para apoyar la gracia de mis palabras.

 

-- No debes darle más importancia a los poderes del chico. Ithilion siempre nos asustaba con fuego a su alrededor, pero gracias a Matt, aprendió a dominarlo. Tal vez él también sepa enseñarle.

 

No me había dado cuenta que, sin figura paterna, Matt había tomado el pepel de referencia para los dos niños, uno como hermano y el otro como mini-sobri.

 

-- No llegará a pudrirse la madera, que le tengo doble capa de barniz. Pero sí, que haga la siesta que en los niños es sagrada. Hasta a mí me gustaría hacer una siesta -- confesé.

 

Matt y Jesse estaban hablando sobre mi broma anterior. Me reí un poco pero afirmé:

 

-- ¿No se la cortarás? Pero si yo estaba ya buscando manos de plata para sustituirla -- dije muy seria

 

Aunque sólo me duró un instante, después me puse a reír. Ya se me había olvidado el mal trago de antes.

 

-- Por mí encantada. Podemos mandar que nos traigan un teleservicio de esos y dejamos el resto de la limpieza para más adelante. Además, si traemos queso de ese que huele tanto, los dos micropuffs aparecerán al instante. Les encanta el queso camembert.

 

Y volví a taparme la boca con la mano para no reírme en su cara. Jesse estaba siendo chistosa.

 

-- Por supuesto, para Matt servicios de plástico. Y sesión doble de poción pimentónica con bezoar machacado de postre, por si acaso se nos envenena, que tenga ya antídotos por delante.