Librería "La Hermana Quisquillosa" (MM B: 98425)

[Sagitas E. Potter Blue]

Tras decir adiós a la mujer del ministerio, me giré hacia la elfina, quien me confirmó que se quedaba con tres libros muy concretos. Me sorprendió cuando me dio una bolsita con tantos galeones.

 

-- ¡Por Merlín, elfina! Pero si hay más de cien galeones, por lo menos... ¿Cuánto te crees que cuesta la lectura?

 

Bueno, la lectura es cara, la cultura es muy cara, pero no tanto como para tantos galeones. Tomé uno por uno y fui tomando nota.

 

-- Mira, este dos euros, el siguiente, 1 euro 6 knickles, el otro 5 knuts...

 

Tomé el dinero justo y le di el cambio.

 

-- Anda, anda, guarda todo eso que realmente llevas un dineral encima.

 

Le cobraba porque sabía que ni Sunar ni su elfina me dejarían darle los libros gratis, pero le cobraba el precio de familia, así que ya era más que suficiente.

 

-- Qué tengas un buen día. Oh, vaya... Tú por aquí....

 

Era Tama, goteando agua por todas partes. Conociéndola, era capaz de ponerse a bailar I'm Singing in the rain allá en medio, esparciendo agua por encima de los libros.

 

-- ¡Eh, eh...! Cierra el paraguas y ni si te ocurra bailar -- le dije, aunque seguramente no lo entendería.

[Helike R V PB]

Mi prima me preguntó si me había hecho daño, negué con la cabeza, y escuché sus sugerencias:

-Pero que sea la dueña, no quiere decir que conozca todos los secretos de este lugar –comenté sonriente.

Me desplacé lentamente, a pesar de que Xell me urgía que entrase, abrí la puerta y ésta estaba completamente a oscuras:

-Vaya, ¿quién puede trabajar así aquí a oscuras? –Pregunté curiosa, así que con un movimiento de mi varita susurré “lumus” ésta iluminó la punta de mi arma mágica y la dirigí hacia el interior.

-¡Mira! –en su interior había una especie de dos cajas, un bote de tinta tirado en el suelo y éste casi vacío. Era evidente que caía a través de la ranura de la madera y nos había dado justamente encima de nuestras caras. Moví la vara de nuevo y éste dio en un hermoso libro:

-¡Ohh! –Exclamé sorprendida por su belleza – debe ser muy antiguo, mucho antes de que se levantasen las paredes de esta librería, mira los tonos dorados que tiene, parece de oro –me desplacé despacito y la luz iluminó el resto de la habitación y vi también una especie de candil viejo.

-¿Qué hacemos? –Pregunté- ¿Lo dejamos todo aquí y bajamos? –cuestioné de nuevo.

[Tamarindo]

-¿Bailar? ¿A qué viene esto? -Estaba intentando entender el hilo argumental de Sagitas, que salió a atenderme.

 

Cerré el paraguas, la verdad es que alli dentro no llovía, asi que mas valia cerrarlo. Se le cayeron varias gotas de agua y jo, que mojé el suelo, no era queriendo.

 

-¿Tienes algo para dejar el paraguas? Que lo está mojando todo.

 

Miré atras, cerca de la puerta y vi una papelerita y alli lo dejé, que seguro que para eso no era, pero servía para tal. me sacudí un poco el agua, parecia perrito y todo y ya luego me aclaré la voz.

 

-Hola Sugus mandarinoso. Estás en todos lados. -Chiste tonto que hice-. Bueno, que yo venía a ver si tenías un libro. Un amigo muggle y yo llevamos varios meses hablando de un libro en concreto. La verdad es que... ¿Tienes tiempo? Que te cuento. Pues resulta que nos hemos ido al cine juntos. Fuimos un domingo por la noche, a ver la peli de Carrie. y bueno, que miamigo se encontró con otros amigos y se vinieron al cine con nosotros. La cosa es que la peli muy buena, y a la vuelta, caminando por la calle a las tantas, pues me comentó que el autor de Carrie, Stephen King, habia escrito recientemente un cuento corto llamado ... Uy, pues la no recuerdo, Area 21 o algo asi. Uff, pasó tanto tiempo que ya ni recuerdo. La cosa es que me lo iba a regalar por mi cumple. Y resulta que no lo venden en España, asi que me vine por aqui a ver si tu lo tenias. ¿Lo tienes?

 

Después de soltarle semejante parrafada, la miré con los ojos de ternurita a ver si me ayudaba *-*

Editado 17 de Febrero del 2014 por Tamarindo

[Sagitas E. Potter Blue]

Miré al techo. ¿Había ratas por allá arriba? Sentía pasos y rasgar sobre la madera.... Pero las palabras de Tamarindo me hicieron concentrarme en ella.

 

-- Pues lo del baile viene porque...

 

Ni caso, ella a lo suyo, a buscar un paragüero.

 

-- Hay uno ahí mismo, en la puer...

 

Ni caso, ella a ser original, a llenarme la papelera de agua. Después los papeles se acartonan, se pegan, se quedan allá abajo y hay que rascar para sacar aquel pegote. Pero nada, en la papelera.

 

-- Hola, Tamarindo de fresa -- si ella me llama sugus de mandarina, pues... na, cosas nuestras, nadie nos entendería. Ni nosotras mismas nos entendemos... -- Pues a ver, cuéntame eso del libro.

 

¡Ay, madre! ¿Para qué le había dado permiso? Pues sí, darle permiso para hablar era darle permiso para divagar y explicarme casi su niñez. Amagué un bostezo pero cuando mencionó el libro, abri la boca, muy interesada.

 

-- Sí, sí, sé cual dices. Y...

 

Miré a los lados como si le fuera a contar un secreto, me acerqué a ella con la cara para susurrar muy bajito.

 

-- Lo tengo.... Shhhh...

 

Le hice una seña para que se acercara.

 

-- Se llama "Área 81" y lo tengo junto a los ejemplares raros y peligrosos. Para abrirlo hay que primero de todo, frotarse las manos con una pócima. Esa se vende aparte.

 

 

 

OFF:

 

Lo tengo en PDF y en epub!!

[Tamarindo]

-¡Anda! ¡Lo tienes! Y yo que no lo encuentro por ninguna libreria. Pues ya sabia yo que aqui seguro lo encontraba.

 

Me habia emocionado de que lo encontrara Sugus de mandarina, pero ... Oh oh... me miré los bolsillos y no tenia ni un solo galeón. Era una mania muy mala mia, pero solia salir de casa sin nad ade dinero para no gastarlo, y pasaba lo que pasaba, que si habia un imprevisto como este me quedaba sin nada de nada para comprar.

 

-Oye, lo siento, no llevo ni un solo knut encima. Ya sabes, soy de esas que no lleva nada encima por no gastarlo, y jo, que lo siento, me lo puedes reservar?. Ya vendré cuando pueda y tenga dinero, o cuando mi suegis Amya me de algo, que ando pobre. Ya sabes... Buieno, no sabes, ¿Quieres que te cuente? Te veo con cara de que no, bueno, tu te lo pierdes...

 

Miré fuera, era hora de irse, no pintaba ya mucho alli si no podia comprar nada, pero fuera llovia tanto, y jo, que el paraguas estaba aun ahi en la papelera goteando... no sabía que hacer, la indecisión se pintaba en mi cara...

 

OFF:

Pues justo ese libro, aqui en vigo no lo venden en ninguna librería. Mi amigo preguntó porque me lo iba a regalar y nada. Y pues por internet solo lo hay si compras y yo no tengo un lector de esos para leer esos libros los Ebooks, son, no?

[Matt Blackner]

Me detuve frente a la librería. Recordaba que cuando acababa de abrirse, había ido a echar una mano con las cajas y los libros, para colocarlos, pero me sentía algo mal porque después no había regresado más. Asi qeu ahora, qeu había pensado en regalar algún libro para los pequeños de la familia, que mejor sitio que aquel?

 

entré, pero no vi a nadie, asi qeu...bueno, seguro que no les importaba si echaba un vistazo.

- Hola? - murmuré, frente los libros.

 

ME acerqué sin tener ni idea, porque el único gran fallo de mi plan era qeu no tenía la mas mínima idea de que libro podría ser adecuado para los pequeños.

 

Como no me ayudaran, acabaría llevándoles un manual para protegerse de los demonios.

[Sagitas E. Potter Blue]

Intenté poner la voz en un tono de perplejidad y algo dolido, por su duda.

 

-- Eso pasa por no creer en mí. Tendrías que haber acudido a mi antes, te hubieras evitado muchos problemas

 

Puse una cara de sonrisa y moví las dos cejas de arriba a abajo, en un gesto tipo Groucho Marx, un mago cómico que se burlaba de los muggles. Después escuché que no tenia dinero a mano.

 

-- Hum... Hem... Ham... Deja que lo piense.

 

Me puse la mano en la barbilla de forma muy teatrera y después me puse a reír.

 

-- Vamos, Tama. Confío demasiado en ti como para saber que me pagarás, que no te arriesgarás a conocer a mi Basilisco. Así que puedes llevártelo, me fío de ti.

 

¿Amenazas a Tamarindo? Con lo que lidiaba con La Cosa y la Oveja en la Adler, dudada que le intimidara un basilisco. Estaba segura que, si los dejaba a solas, se pondría a juguetear con él y, encima, al animal te gustaría.

 

-- Anda, llévate el libro gratis. Tómalo como un regalo de cumpleaños atrasado, que ya sé que fue el mes pasado. Y vete corriendo antes de que me arrepienta.

 

Sentí un "hola" desde la entrada y sonreí.

 

-- Aprovecha que tienes la puerta abierta y puedes huir, Tama. Y llévate el paraguas.

 

Después ya saludé a Matt. Mi hijo acababa de entrar y seguro que no entendía nada.

[Tamarindo]

Anda, Sugus mandarinusus me estaba regalando el libro? En serio? Osea, que era de regalo para mi de yo sin pagar?

 

-¿En serio? -dije en alto porqe ya no me lo daba creido.

 

Y aun por encima me estaba echando, Pues nada, aprovecharemos que dejó de llover y que alguien abrio la puerta para escabullirme. La verdad es que lo importante era que me lo habia regalado, que tenía el libro... Un momento! me amenazó con un basilisco? Espero que no sea con el basilisco de Shaki, que con ese jego de vez en cuando o.O Anda, ahora resulta que... mejor no lo pienso. Mejor no que tengo un libro gratis y...

 

-Adios, nos vemos por ahi Sugus. GRAAAACIAAAAASSSSSSSS

 

Agarré el paraguas que aun goteaba algo y salí corriendo por la calle agarrando el libro contra mi muslo y desaparecí calle abajo.

[Sunar PBT]

Raizor, elfo doméstico de Sunar

 

Los libros había servido a la perfección, sin embargo, la elfina de la hacienda los dejaría allá. Por esa razón, la Raizor, el elfo que vivía en la mansión, también quería unos. Allá al momento de dormir, eran más creativos al contarles las historias, pero él no. El turno de dormir al pequeño era más complicado para ese viejo elfo.

 

Y con un comentario de la hermana de Sethy, Simyni que conversaba con la de la hacienda, le comentó que existía una librería muy buena. La matriarca de la familia atendió a Hanimi, y le fue bien. Si era así, Raizor lo intentaría.

 

- Creo que por aquí me dijeron - comentó para sí mirando el escaparate.

 

La elfina le dio la dirección, y él llegó.

 

Al entrar observó que muchos estantes con libros se alzaban por todas partes, y con eso, unas voces le advirtió que había clientes pr delante de él.

 

- Buen día - realizando una reverencia. Mientras terminara de atenderlos, el viejo elfo esperaría la atención.

[Xell Vladimir Potter Black]

Heliké consiguió ponerme nerviosa. Ella no entraba, abría la puerta e iba poco a poco, con cautela. Yo quería entrar y cerrar la puerta para que nadie nos pillara. Era una tontera pues, si yo era una de las dueñas, ¿por qué iba a tener miedo de rastrear dentro de la tienda? Aún así...

 

- Date prisa, prima - le susurré. - Tendrá la luz en algú sitio, nadie trabajaría a oscuras, al menos que tenga ojos de vampiro.

 

Me arrepentí enseguida, ya que Heliké era vampiro.

 

- Perdón... Tienes razón, ese bote de tinte es el que caía por el techo. A ver quien ha de restaurar la mancha de la pared.

 

Refunfuñaba en vano, las dos éramos chicas de Accidentes, nuestro trabajo diario nos permitía hacer esa reparación tan rápido que ni estornudar sería más rápido.

 

- ¡Es un libroprecioso! Antiguo... ¿De quién será? Sí, bajemos y preguntemos, pero no toquemos nada. Si es un libro de magia antigua, capaz que nos pide un sacrificio humano o así... Era broma...

 

Lo era, pero yo prefería ir con cuidado.