Libro de la Fortaleza

[Leah Snegovik]

-Tú siempre tan amable, Malfoy.

 

Tragó el Bezoar a tiempo para ver cómo Lisa volvía a atacarla y dejó los ojos en blanco. Su araña no había logrado salir, una pena, pero al menos tenía la voz intacta para poder hacer algo al respecto.

 

-Protego

 

El rayo de Lisa, el Embrujo Punzante, fue absorvido por el escudo azulado de la bruja al instante.

 

Seccionatus

 

Doce medias lunas cortantes y veloces salieron de su varita, dirigidas a la Weasley, buscando su pecho. De impactar, los cortes serían graves y profundos, por los que no podría hacer mucho sin curarse en el turno siguiente o moriría. Su mal humor iba en aumento, sin duda, el hecho de que ambas siguieran intactas era algo que hubiera sido diferente de poder usar los hechizos de su bando. Maldijo por lo bajo, exasperada.

[Tauro M.]

Ahora sí se podía decir que la mayoría de ellos estaban al tanto de lo que allí estaba a punto de ocurrir y no tardaron en tomar cada uno su posición en la batalla y empezar a atacar a quién primero se les atravesara, pero la atención de la Crouchs había ido únicamente hacia una persona, pues por allá un sexto sentido (?) quizás, le decía que debía cuidarse de Mei Black Delacour. Hasta el momento nadie la había atacado, ni siquiera la bruja que había atentado contra la vida de una de las de su grupo, pero entonces lo notó, pudo verlo en su mirada y antes de que pudiera realizar cualquier acción, susurró:

— Silencius —lo único que pudo escuchar de los labios de Mei fue el débil intento de un Oppu... La bruja oji-azul sonrió y de inmediato pudo escuchar otra voz, la de Hades, que le lanzaba varias mediaslunas. Aprovechó el momento para que sus doce cuervos se lanzaran en pos de la bruja e intentaran sacarle los ojos, por lo que volando velozmente las aves fueron hacia donde Mei se encontraba.

Una vez las aves cumplieron su cometido Tauro buscó rápidamente con la vista una de las hienas adultas que por ahí merodeaban y sin más pensó en un «Orbis Bestiarum», lo que la ayudó a que tomara control absoluto de aquella criatura que ahora estaba a su disposición por al menos un turno y le ordenó que atacara a Mei, con todo lo que pudiera, que la despedazara de ser necesario, empezando por su pierna. Mientras tanto su lobo seguiría allí protegiéndola, a un par de metros delante de ella.

[Lisa Weasley Delacour]

Era una guerra personal, era evidente. Ninguna de las dos pararíamos hasta ver caer a la otra. ¿Porque? Sencillo. El ego mandaba en aquella trifulca. Ella llevaba provocandome toda la clase y yo, para que negarlo, había estado poniéndola a prueba desde su ingreso en el aula. No me gustaba lo mas mínimo, no obstante, me generaba cierto aprecio por su desempeño en eso de que no parase de atacame. Me mantenía alerta y en buena forma. Como había predicho, la fémina volvió a la carga. La deje hacer, hasta que vi sus maléficas intenciones.

- Sectusempra – Un rayo de color purpura salio al mismo tiempo que las doce medias lunas que Leah enviaba en mi dirección. Un claro intercambio de daños. En su tórax aparecieron varias y profundas brechas de aspecto severo, por las que el liquido vital comenzó a caer. La anatomía de la Atkins ahora parecía una catarata de sangre. No pude ver mucho de aquel fenómeno paranormal, pues el dolor por las afiladas armas blancas incrustadas en mi pecho me hacían palidecer. La intercalación efectuada correctamente nos había puesto en tablas.

Tras eso y despues de quitar una por una las medias lunas que la mortifaga me habia regalado, pense un ¨Curame¨ aprendido durante la clase del libro de la fortaleza, que según sabia gracias al duro entrenamiento que Runihura me habia dado, equivalia a un episkey, conjuro de curación por excelencia. Ya ilesa y con animo de seguir en la batalla, volvi a agarrar con firmeza a Kim y apunte hacia quien era logico en esos instantes - Slencius – El efecto dejaria a Leah sin hablar. Muda. Con su lengua pegada al paladar. Reseca su cavidad bucal. La Ivaskov también debería curarse.

[Valky]

Poco a poco la adrenalina fue apoderándose del cuerpo de la castaña, ya no recordaba la ultima vez que había estado en un enfrentamiento como el que se estaba llevando a cabo en ese preciso momento. Levantó la varita en busca de algún objetivo mientras decidía que bando tomar, cuando su mirada se posó en Zack, estaba a punto de neutralizar a una de las brujas Gatiux y como ella lo veía mientras más rápido quedaban inconscientes menos hechizos serían lanzados.

 

— Bien aquí vamos... Zack... Te hecho una mano —dijo la castaña para luego y con un suave movimiento de su varita decir — Langlock —el rayo salio de su varita directo al pecho de Gatiux con la intención de hacer que su lengua se pegara al paladar y así evitar que la bruja pudiera usar hechizos verbales.

 

 

Estuvo tentada a hacerle un morphos y envenenarla sin embargo noto que alguien se le había adelantado, cerca de la bruja aun estaba una avispa marina en el suelo. Analizó una fracción de segundo la situación y tras un nuevo movimiento de su varita dijo.

 

— Expelliarmus—el rayo de desarme fue en dirección de la misma bruja (Gatiux) con la intención de desarmarla. De impactar el ataque de la ojimiel, la varita de la banshee saldría volando por los aires.

 

Aun sin bajar su arma mágica la castaña esperó atenta la reacción de los presentes , al haber atacado a alguien lo más seguro era que alguien más fuera a por ella. Mientras observaba la situación a lo lejos pudo ver la silueta de inconfundible de su esposo.

 

[Leah Snegovik]

Apretó la mandíbula en respuesta a las cortadas del Sectusempra que había recibido de Lisa en el pecho. Sin embargo, no hizo ninguna expresión visible para ella o para los demás, podría parecer ilesa de no ser por la sangre que brotaba de sus heridas y que manchaba su piel nívea. El dolor era común para ella, por las múltiples batallas en las que había estado, pero el factor del calor era el peor de todos.

 

Seccionatus

 

Pensó, después del Silencius y sintió cómo su garganta volvía a abrirse pasada la acción cancelada. Entonces, pensó en la curación que había aprendido en clase y las heridas del Sectusempra se curaron de inmediato, cerrándose sobre su piel debido a la canalización del poder mágico. Doce medias lunas nuevas se dirigían con rapidez hacia la Weasley, cortando el aire sin problemas.

 

-Expelliarmus

 

El rayo escarlata, al igual que el Seccionatus anterior, salieron directos hacia el pecho de Lisa. Ambos, de impactar, serían un problema para la profesora y ésta tendría que pensar bien sus cartas para no equivocarse.

[Gatiux]

Otra vez aquél trino, agudo y molesto sobre sus cabezas. Los buitres carroñeros no habían desistido en su ansia carnívora, esperando a disputarse la carne de los muertos caídos en batalla. Suponía que aquella bestia estaba llamando a alguno de sus congéneres para que se preparasen para el festín. Olían la muerte desde kilómetros de distancia. Le estaba siguiendo desde que llegó a la Sabana. Cada vez volaba más bajo, segura de la comida que le ofrecerían pronto, perdiendo cada vez más el miedo a los humanos allí congregados.

 

Otra bruja se puso al lado de Zack. Haciendo un poco más injusto aquel enfrentamiento, convirtiéndose en un dos contra uno, luchando contra alguien que hacía mucho tiempo que había perdido la habilidad que proporcionaban las batallas. Le picaba la garganta, la sensación del silencius y el langlock le impedían hablar. Aunque hubiese forzado la voz, ningún sonido habría salido de su garganta en aquellos instantes, pero tal vez no tendría que usar la voz. Sólo pensarlo.

 

«Orbis Bestiarum»

 

Y tan pronto como aquellas dos palabras conectaron en la mente de Gatiux, un anillo dorado envolvió a la criatura, que bajó cual flecha a por los brillantes y bonitos ojos de Zack, chasqueando su enorme pico y arañando con sus garras afiladas los brazos del Ángel Caído. Produciendo un chasquido desagradable en mitad de su batir de plumas. Con una órden mental de la Malfoy, la criatura había dejado la espera para comerse vivo al Ivashkov. La visión de la sangre comenzó a animarla. Después de todo no sería tan mala clase.

 

«Salvaguarda Mágica»

 

Le salió instintivo aquel pensamiento, al ver como las cuerdas salían de la varita de Zack. Había visto a Asuhr ejecutar aquel movimiento, también a Sagitas, y conocía las palabras aunque no tuviese idea de como habían llegado hasta su mente. ¿Habría sido el portal que atravesó por orden del Uzza? Las cuerdas le traspasaron, por el lugar que debía haber impactado cada una: boca, tobillos y muñecas. Y quedaron inertes a su espalda, unos metros por detrás suya. Un rayo también pasó por delante de su mano, ahora en la versión fantasmal, la atravesó y se perdió en el espacio. Probablemente de no estar en aquella forma, la varita habría salido despedida por los aires.

 

Miró impresionada su versión incorpórea. Luego su mente le indicó el tipo de hechizo que le había lanzado su Zack. Primero le había quitado la parte superior de su indumentaria, dejando sus senos al sol. Ahora le intentaba atar y amordazar. Por lo visto el Ángel Caído quería jugar a algo para lo que habían demasiadas miradas indiscretas. No es que le hiciese ascos a una proposición así, pero le gustaría estar en otro lugar y con menos gente para practicar aquel entretenimiento. Frunció el ceño. ¿Era la única en una posición desventajosa?

[Zack Ivashkov]

Valkyria había llegado para asistir al vampiro en su ataque casi desenfrenado hacia Gatiux. La primera utilizó un langlock que al igual que el silencius limitaron a la oponente. Por supuesto ahora que tenía su lengua pegada al paladar, su incapacidad se alargaba quedando así muda durante el turno completo. Zack guiñó un ojo a su mamosa, aprobando sus movimientos. En ese mismo instante, notó como un ave comenzaba a volar en su dirección.

Había estado muy próxima a Gatiux, y esta bruja se encontraba a poco más de quince metros, por lo que la criatura tuvo que volar un trecho lo suficientemente largo como para que cuando llegara hasta el Ángel Caído. Para cuando terminó de acortar la distancia ya Zack había lanzado su incárcerus y Gatiux lo había recibido, puesto que perdió su varita una vez encantó al ave. Pero ¿cómo?

La bruja intentó pasarse de lista tratando de adelantarse a los últimos movimientos del Ivashkov y de Valkyria, cosa que no pudo hacer puesto que los hechizos habían salido en tiempos diferentes. Entonces, al haber recibido ambos hechizos de Valkyria al mismo tiempo, el expelliarmus fue efectivo haciendo que la varita de Gatiux volara a dos metros lejos de su posición.

—Accio varita — Dijo inmediatamente haciendo que el arma mágica de la Malfoy volara a sus manos. La tomó y guardó en la seguridad del bolsillo de su túnica. Para que pudieran quitársela tendrían que matarlo. Nuevamente intercambió una mirada de complicidad con la Black Lestrange, recién se unían y ya demostraban ser un buen dúo. Dadas las circunstancias, el incárcerus de Zack también había sido efectivo, atando así a Gatiux en boca, manos y tobillos. Había logrado su objetivo de amordazarla, cosa que le provocaba cierta... Mejor se concentraba.

Hasta entonces, el Mortífago no había reparado en la especie de buitre que no dejaba de atacarle. Por lo que sencillamente le apuntó a la criatura encantada por Gatiux y la derribó gracias a un:

—Sectusempra — El rayo impactó en el animal interrumpiendo su vuelo y dejándolo muerto en el suelo tras desangrarse. Más adelante se ocuparía de sanar las heridas leves que había provocado únicamente en sus brazos.

[Felicity]

Estaba tan enfurecida que hubiera matado allá mismo a la profesora, ya que se habia atrevido a silenciarla. Se salvó porque habia aparecido de forma súbita aquel extraño, que pareció invitarles a cruzar con él por un halo de luz. En in principio no iba a seguirle e iba a llevar a cabo su venganza allá mismo. Pero todos los alumnos abandonaban la arena que les rodeaba y supuso que era mejor desaparecer con ellos, la idea de volver a casa era muy atractiva.

 

No aparecieron en un lugar conocido. Todo lo contrario, aque lugar parecía idóneo para hacer un safari. Animales variados, llanura amplia con un terreno reseco, mucho calor, que le hacía sudar. Menos mal, aún llevaba encima aquella botella de agua que casi vació de un trago de la sed que tenía. Las montañas lejanas no ofrecían ninguna posibilidad de protección, sólo unos árboles raquíticos y bajos se apegaban al suelo reseco por el sol.

 

Felicity sonrió a darse cuenta de donde estaban. No tanto por aquella sabana, tal vez un lugar frecuentado por mugges para la caza de animales salvajes para ellos, como leones, jirafas, hipopótamos... Era un lugar ideal para irse de safari. Pero lo que le alegró fue ver que aquello era una matanza. Por un instante, pensó que se había metido en una batalla entre mortífagos y fenixianos. La Banshee pasó la lengua por los labios, excitada por los hechizos y por la sangre derramada.

 

Después vaciló al darse cuenta que algo no estaba bien. Conocía a la mitad o más de los presentes. Algunos eran compañeros de clase, habíamos pasado aventuras en el interior de aquella pirámide. Otros eran miembros reconocidos del pueblo. Si hasta estaba su tia Sagitas...

 

Felicity enseguida asumió el papel que le tocaba. Entendio al instante que aquella batalla era el final del estudio del Libro de la Fortaleza. Lo tenía yan cerca... No se iba a permitir ningún atisbo de duda: si había que luchar para demostrar que estaba preparada, no demoraría en mostrarla en público. Al fin y al cabo, demostrar la valía era algo que hacía en cada ataque dentro de mi propio bando.

 

La Mago Oscuro se acercó a su grupo. Reconoció a los que eran mortífagos como ella y alos que sabían de sobras que eran fenixanos. ¿Tenía que luchar a su lado? Bien... Si ese era el precio por conseguir el libro, no atacaría a Lisa, Adryanie o a Jank. Si la misma líder mortífaga estaba en su lado y los respetaba, la rubia también podría hacerlo.

 

Felicity sacudió su cabellera con un movimiento nervioso, notando la impaciencia de su varita por ponerse en acción.

 

- ¿Llego a tiempo para participar en la diversión? - comentó en voz alta, mientras se situaba al menos a siete metros de distanciade todos, manteniendo la distancia para evitar ser atacada. Contempló la situacón y supo al instante cual iba a ser su próximo movimiemto.

 

Una sonrisa peligrosa cruzó su semblante. Era una mortífaga entrenada y no le daba ningún miedo enfrentarse a cualquiera de los presentes con tal de demostrar que conocía y merecía poseer el Libro dela Fortaleza.

[Juliens]

La batalla había comenzado. En un principio Bastian estaba confundido, no tenía idea de que es lo que estaba pasando y los motivos por lo que aquella batalla había comenzado. Hechizos por un lado, hechizos por otro lado. ¿Es que había gente más loca y desequilibrada que él? No se le hizo raro, aunque si que le sorprendió que tal rareza estuviera presente junto a él en ese preciso momento.

 

Pik, quien al parecer era su enemigo en ese momento, intentó controlar a una criatura que ya estaba bajo el control mágico de otro mago. Por lo que el felino ni siquiera se percató de la presencia de Bastian. Había en eso una oportunidad, quizá, y el mago no tenía intención de desaprovecharla.

 

La serpiente que el Macnair creó tenía apariencia de venenosa, si. Pero era muy pequeña, quizá como máximo unos 10 centímetros por lo que Bastian simplemente la aplastó contra el suelo, rompiendo la cabeza de esta con facilidad. Después de todo, hubo tiempo suficiente par hacerlo luego de que esta tomara forma de sus pantalones. Que poco cordial hacer eso, dejar a una persona casi desnuda.

 

—Sectusempra —dijo Bastian apuntando con su varita mágica en dirección de Pik. Un rayo cuasi mortal se formó de la punta de su arma y comenzó a viajar en dirección del mago. Decició atacar a Pik ya que este había comenzado a hacerlo, no existían más motivos en realidad.

 

Observó a Valkyria que había quedado del lado contrario del fuego cruzado. Le guiñó el ojo aún con varita en alto. No había fuerza humana que en ese momento le hiciera atacar a su esposa. Es más, él la defendería si llegaba a darse el caso.

 

—Sectusempra —dijo nuevamente. El rayo salió también en dirección de Pik

[Valky]

La castaña sonrió con cariño a su hijo cuando este le guiñaba un ojo, aprobando los ataques que hace tan solo un momento había realizado en contra de Gatiux, los mismos que impactaron en la bruja sin ningún impedimento. Ahora, en una clara desventaja, atada y sin varita solo restaba darle el toque final y aunque la verdad Valkyria no quería matarla puesto que no le quedaba otra opción. Levantó nuevamente la varita en dirección a la indefensa Gatiux y sin más dijo.

 

 

—Sectusempra —El rayo impacto de lleno en el pecho de la mujer provocándole graves y profundos cortes que de no ser sanados terminarían por desangrarla.

 

Aquella pequeña acción le hicieron recordar cuando le gustaban los duelos y lo mucho que los extrañaba, se atrevió a compararse con un adicto en recuperación, una vez que vuelve a probar aquello que lo hace ser adicto, le sería muy difícil dejarla nuevamente. Observó a su alrededor y muchos de los presentes eran mortifagos, quizá y solo quizá, luego de aquella clase se animara a volver a pertenecer a las filas mortifagas.

 

> pensó tras volver a concentrar su atención en lo que estaba sucediendo. El hechizo sanador no iba destinado a ella sino a su hijo Zack quien tenía algunos cortes y rasguños en los brazos, nada de gravedad, pero más valía prevenir, las lesiones del vampiro pronto dejarían de existir dejándolo como nuevo.