Jump to content

Confesionario de las Lamentaciones (MM B: 87865)


Reena Vladimir
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Habia llegado justo a tiempo. En el instante preciso en el que el joven Sean Di Espinneto ingresaba a la Stabolito en lo que parecía ser un carruaje. ¿Qué demonios, esto ya acabo? No entendía porque Jessie se iba de aquellas formas, mucho menos en un coche de caballos de tan alto standing. Me encogí de hombros y aun con el mensaje de Cye entre las manos, ingrese al local.


Claro, problemas, ¿habría algún día en donde no me los encontrase? Desde niña, siempre y en los puntos más raros del mapa global, estos conseguían desbordar mi paciencia. Conocía de más y de sobra aquel edificio, por ende no tarde mucho en llegar a la sala donde Reena, Sagitas, Cye, y Xell se encontraban, además de aquel niñato con ínfulas de poder que sin duda era el culpable de lo que sucedía.


Me acerque al cuerpo de mi novia, delicado y bien delineado, pero con una fuerza interior muy poderosa, mucho más cuando estábamos juntas. La tome de la mano y la guie hacia el círculo de protección que habia en el suelo. Allí, gracias a Gaia, nada le sucedería. La Lockhart estaba a unos metros de su persona, ambas mantenían los ojos cerrados y estaban visiblemente alteradas.


No tenía consciencia de lo que habia pasado, pero si podía sentir el incremento de magia que habia en el ambiente. Kim, ya en mi diestra, apuntaba sin reparos al hombre. El fuego, elemento primigenio en el mundo, estallo en mi esencia. Gea, diosa madre, estaba presente - ¿Me puedes explicar todo esto? Las Vladimir, antiguo linaje de magia blanca saltarían, mucho más mi suegra, pero no me preocupaba.


- ¿Por qué has metido a Jessie en un carruaje, ingresado de nuevo y hecho creer a todo el mundo que no veías nada? - ¡¡Miércoles!! Grito mi voz interior cuando logre comprenderé porque todos estaban tan raros – Episkey – Cure de una vez los ojos de las dos rubias cercanas a mi persona.

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aysha intento sacarme del lugar..pero un olor familiar paso a mi lado...y mirandola bien (si solo fingia mi ceguera)...pues se veia alterada...sin mas lleve un creyo de labios a los mios e instintivamente los retoque...elegancia sobre todo..lo bueno que este era el balsamo para mantener mi identidad...nada como una pocion multijugos algo solidificada. Evidentemente podia conocer el enfado de Lisa...sip..habia cegado a su adorable y sexy rubia...aun asi....cometia algunos errores tacticos...

 

-Este, señorita- si..me gire hacia donde habia llegado la voz..si estaba cegato habia que decir que estaba cegato hasta el final- .....me pudiera decir de que habla???...Que alguien se levo a Jessie???..quien es Jessie???

 

Sip..creo que dado mi papel podria alegar eso...por ahora seria mi palabra contra la suya...

 

-Avisa si quiere comenzar a levantar calumnias..-si...este Osmel era alguien revanchista y no se dejaba intimidar...-.con solo avisar a cierto periodista sensacionalista...y creo que tendria mas de un problema...ofendiendome a MI!!!....una diva de la moda.

 

Lo cierto y lo lamentaba era la interrupcion en la ceremonia de Xell...ella no se lo merecia..ya despues..cuando tuviese un chance la resarcirla..despues de trabajar juntos ya por mas de un año..tenia una idea clara de que hacer para que no recordase estos fatidicos eventos en un dia tan importante.

MATADORES-FINAL.gifSean-y-Leslie.gif

T9wDvtJ.gif

XXBPo79.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Había intentado seguirle la corriente a Sagitas y como siempre al final, me había perdido. Alguien pedía que amadrinase a Xell en su nuevo estatus como sacerdotisa. Sonreí abiertamente. La verdad es que había demostrado mucho en poco tiempo. Gracias a mis tías sobre todo a Sagitas que conocía el arte muy bien y también a Reena su madre, que ambas sabias conocedoras del poder del sacerdocio habían ayudado a mi prima rubia en ese camino.

 

La verdad, yo me había vestido para ir a purificarme en el confesionario. Bien incluso podría aprovechar que Xell ya era sacerdotisa, para llevar a cabo el ritual, pero obviamente, más adelante. Mi prima la rubia había entrado y saludó a Jessie. Negué con la cabeza, sonriente, no me preocupaba en absoluto, nos veíamos siempre en el Ministerio.

 

- La verdad es que no tengo ni idea- susurré.

 

- Estás muy guapa prima Xell -dije con una sonrisa cuando se cambió de ropa.

 

Incluso mi tía Sagitas estaba vestida para la ocasión. Estaba muy elegante con su traje de sacerdotisa. Pidió que alguien avalase a mi familiar que se convertiría en novicia, iba a levantar la mano, pero Jessie lo hizo con rapidez. No me enfadé. Era lógico ella era sacerdotisa y yo en cambio una simple vampira que no tenía ni idea de lo que era todo eso. El cartel colocado por mi tía pelivioleta estaba genial.

 

- Yo también la avalo - susurré con un poco de pena. Pero alegre al mismo tiempo.

 

-¡Salve! - exclamé yo dichosa, en cuanto Sagitas terminó con la ceremonia de iniciación a ser sacerdotisa.

 

- ¡Felicitaciones prima Xell! La verdad es que hacía ya, mucho tiempo que te lo merecías. Has demostrado con creces el derecho a ser una sacerdotisa con todas las de la ley - sonreí orgullosa. En mi rostro demostraba la felicidad por el evento que se estaba produciendo en el lugar.

 

Reena también a pesar de llegar algo tarde también participó en el rito. Colocó algo parecido a una capa en los hombros, pero suponía que debía pertenecer parte del rito. Cómo algo invisible que era.

 

Por supuesto, Matt también llegó al lugar, le sonreí dichosa. La verdad es que jamás había participado en algo parecido a eso, y me parecía precioso todo.

 

- Bienvenido cariño - le dije con otra sonrisa- aquí tu prima que ya es toda una sacerdotisa - susurré bajito para que no me regañasen al estar aún con el "acto de investidura".

 

Dos personas extrañas habían entrado al confesionario una de ellas me pareció ser Sean y alguien que era hermana de Sagitas a la cuál no conocía. Me llegó también el aroma de Cye, otra mujer que también estaba en el clan sacerdotal.

 

Las cosas parecían que se habían desmadrado un poco, no lo entendía nada. En absoluto...

 

- ¡Se puede saber qué hacéis! - grité yo, enfurecida mirando a Sean y a Jessie...

 

- ¡Estáis en un lugar sagrado y usáis varitas! Además que estamos en una ceremonia muy importante... Espero que tengáis un poco de vergüenza y dejéis vuestras armas mágicas a un lado - dije yo, ahora furiosa.

 

Pero parecía que habían salido del lugar, no entendía nada... Yo no tenía nada que regalarle a mi prima así que... Me devané los sesos y recordé que tenía algo. Quizá pudiese servirle. Llamé a mi elfina Galadriel que se apareció fuera del confesionario, como pudo apresuró el paso y llegó hasta a mí:

 

Jadeante:

 

- ¿Sí ama? - preguntó inclinando la cabeza.

 

- Quiero que vayas a la mansión Rambaldi y cogas del baúl una cajita de madera que está envuelta en un trapito de color rojo - le pedí a mi elfina ésta inclinó de nuevo la cabeza. Al cabo de diez minutos ya traía el presente.

 

Me dirigí a mi prima y le dije en un susurro:

 

- Prima Xell, muchas felicitaciones por tu nuevo rango - le puse la cajita en las manos- mira ésto es un regalo y espero que te guste...

 

Dentro de la cajita había un anillo de plata con un rubí rojo pequeño pero discreto, un collar del mismo material con diamantes y de él colgaba una joya en forma de lágrima con otro rubí rodeado de diamantes. Además una hoz de plata pero no como la que le había dado Sagitas, éste era más como un adorno y también tenía formas doradas del extremo colgaba una pequeña cuerda de oro entrelazada.

 

- Está hecho con los mejores elfos orfebres. Uno de mis sirvientes lo hizo con mucho cariño para ti... Le llevó días así que, espero que aceptes éste presente con buen grado - sonreí a la rubia.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba bastante enfadada aunque, tal vez, no lo dejara ver en mi rostro impasible. Estaba ante una nueva sacerdotisa y en un lugar sagrado, mi posición era de Suma Sacerdotisa quien ha de saber mantener la calma y no caer en el pulso de azotar a los presentes que se presentaban de forma tan poco respetuosa en el Confesionario.

 

Así, no reaccioné cuando vi entrar a mi hermana con aquellos aires de Reina. con un bufón de pelo amarillo que intentaba llamar la atención de la mejor y más llamativa manera posible. Permanecí quieta, sí, pero por dentro lancé unas maldiciones impropias de mi rango. Sólo la llegada de mi sobrina Reena me alzó un poco el ánimo.

 

-- Ya pensé que no llegabas yo también. Linda capa... ¿De dónde la has sacado? Ya me gustaría tener a mí tus mismos proveedores. Se ve preciosa y carísima -- murmuraba por lo bajo, para no interrumpir a su hija Xell, quien hablaba con los recién llegados con más diplomacia de la que yo.

 

Sentí paso y alguien más llegaba. Matt llegaba también tarde, pero al menos estaba allá, con la familia, como debe de ser. Jessie saludaba a la ya reconocida sacerdotisa. Iba a hablarle cuando sentí la entrada de otra Grande en el Confesionario. Esa espiritualidad no se puede ignorar, pese a querer pasar desapercibida. Era Cye.

 

La contemplé, pensativa, observando su pose y sus gestos y al final lancé un suspiro muy hondo. Ella y yo éramos amigas y cuñadas, compartíamos más que amistad y familiaridad, ambas éramos sacerdotisas. Pero... algo nos separaba. Daría mi vida por ella, si llegara el caso, y sin embargo, ahora mismo éramos dos personas que no podíamos juntarnos por meros problemas ajenos. Fruncí los labios. Ambas deberíamos estar por encima de limitaciones pero.. Si ella era lo que quería...

 

Suspiré de nuevo. No era quien para juzgar sus decisiones y, por lo contrario, debía agradecerle que estuviera allá, en el paso de novicia a sacerdotisa de Xell. Le correspondía ser ella quien abrazara a Xell en la Luz pero... Era igual, lo importante es que estuviera, aunque no quisiera serlo como Hermana y nunca la reconociera como una igual, al menos estaba como amiga, o como familia, al menos había venido... Le hice un gesto de asentimiento, reconociendo su presencia y su forma de actuar, aceptándola, si ella creía que era la más correcta. No le echaría nada en cara sobre el tema. Pero me dolió, como siempre me dolía este tema.

 

Esto me hizo estar aún más enfadada y tomé nota mental de que iba a arreglar esto de una vez por todas, aunque tuviera que presentar demanda en el Ministerio a las Altas Órdenes que dictaban normas tan estúpendas. Tal vez por estar con este ánimo, la llegada de Lisa fue la última gota que colmó el vaso. Una ceguera momentánea acaeció en el Confesionario, como si una luz potente hubiera estallado en el medio del lugar. A pesar de esperar algo, ésto no me lo esperaba y farfullé unas palabras desconsideradas. Pronto pude volver a ver y noté que mi hija no estaba, mi hermana Trella se iba con su modist@ (a la diosa demos gracias, ya hablaría con ella de su forma de interrumpir la ceremonia acompañada de tal fantoche). Fue cuanto entró Lisa.

 

No pude evitarlo, había toda una serie de hechos por detrás que me habían calentado la cabeza, así que estallé.

 

-- ¿Quién demonios ha invitado a esta mujer? No tenía por qué estar aquí. No debía saber nada de esta ceremonia íntima...

 

Me acerqué a ella con mucha rabia.

 

-- ¿Cómo te atreves a enarbolar una varita en el Confesionario? No eres bienvenida, estás mostrando batalla en un lugar de paz y reconocimiento. ¡Debería darte vergüenza interrumpir así una ceremonia privada? Largo. Todos fuera. Espero que estéis contentos de haber ultimado una ceremonia que debía de ser sencilla y pacífica.

 

Estaba muy cabreada, mucho. Tomé mi tocado de oro y me lo quité en un gesto rabioso.

 

-- Abandonad este centro espiritual porque vamos a abrir puertas y ventanas para que se airee de toda la negatividad que le habéis echado encima -- dije, con voz queda. Fuera, el augurey lloraba. Tal vez también estaba molesto por lo sucedido. O tal vez era sólo que anunciaba la lluvia, como se dice que hacen los animales de su especie.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Pasaban cosas tan rapidamente que Cye no tenia el tiempo de procesarlas, le habia dedicado una sonrisa cariñosa a Jessie de quien se sentía cercana por los hechos ocurridos en el ultimo mes, porque con novio o sin él, la consideraba parte de la familia. Habia presenciado parte de la ceremonia y se habia odiado por no hacer audible su voz y amadrinar a Xell, pero tampoco sabia si eso ya se habia acordado, de ser así su participación solo seria un tropiezo y la nota discordante.

 

Esperó como esperaba en la graduación de sus adorados aethonans aunque esto, era más espiritual y tenia una relevancia en la vida del ascendido que no se podía describir con palabras, esperó a que la avalancha de saludos y felicitaciones se produjera para acercarse.

 

También estaba la molesta distracción de ese personaje egocentrico y lleno de una vanidad que le hizo fruncir el ceño, el tal Osmel y su compañera, de quien tenia que reconocer el hermoso aunque inapropiado vestido, sobre todo por el color.

 

Luego la oscuridad en medio de la luz, iVaya contradicción!

, el uso de varitas y magia, mala energía y fínalmente la voz de Lisa. Cuando Sagitas estallo preguntando quien la habia invitado Cye levanto la barbilla asumiendo sus acciones

 

-Yo... Yo le pedí que me alcanzara, pensé que Xell querría...-

guardo silencio, se habia apartado tanto que no sabia si su cuñada y Reena habían aceptado la relación de ambas brujas, se mordió el labio y quiso protestar ante el inminente desalojo, se sintió mal por Lisa y también por Xell, así que simplemente mantuvo la mirada fija en las acciones de Sagitas.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- ¡Yo no hice nada! - protesté ante lo dicho por Sagitas. Nos echaba a todos, aunque tenía razón en que era un lugar de recogimiento y todo lo demás, no comprendía como se podía usar las varitas en un sitio como ese.

 

Mi prima parecía que aún no tomaba el regalo, así que, apesadumbrada, lo coloqué en uno de los asientos del sitio sagrado.

 

- Yo he venido también por una limpieza espiritual, pero puede esperar - dije a mi tía Sagitas- si quieres hacer una limpieza, yo puedo ayudar con eso, aunque yo, no haya hecho nada - me encogí de hombros. Cye también parecía que estaba desconcertada por todo lo que había pasado y era algo inevitable. Aún no entendía del todo, lo que había pasado.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba tan furiosa que cualquier cosa me haría estallar en llamas, como si fuera una pira humana. La voz fina de mi cuñada me hizo volverme, muy molesta, hacia ella.

 

-- ¿Tú? ¿Fuiste tú?

 

Me guardé el resto de la frase en la que le pregunta quién le había dado vela en este entierro, porque no era nada correcta y porque, en el fondo, amaba a mi cuñada como nunca y no quería hacer nada que le hiciera daño. Así que me mordí la lengua y miré al techo del Confesionario, en busca de algo que apaciguara mi estado de ánimo. Al final, añadí:

 

-- Esto debía de ser un rito de gozo y está acabando en ser una escena de Circo.

 

Me senté en uno de los bancos de madera, callada. Cuando Heliké dijo que ella había venido a hacerse una limpieza espiritual, me puse a reír. Al principio fueron un par de risotadas, después crecieron en fuerza y acabé sollozando.

 

-- Yo... Sólo quería darle a la novicia Xell la ceremonia que se merecía y que no había tenido en su momento... -- dije, escondiendo la cabeza entre los hombros. Aquella ceremonia se nos había ido de las manos.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Cye sostuvo la mirada esperando el resto de la frase luego de la pregunta, pero esta no llego, sus orbes seguían clavados en la pelivioleta detallandola, sentía que un volcán estaba a punto de estallar.

 

Helike se ofrecía a ayudar aunque argumentaba no haber hecho nada, mientras que el resto incluida Xell, guardaba absoluto silencio.

 

Por que? Se preguntaba, porque no habia podido ir y sentarse a ver la ceremonia, luego el convencional acercamiento y las felicitaciones, una platica amena y al final hubiera salido de allí con un par de velas aromaticas para poner en su alcohaba y disfrutarla en compañía de su esposo.

 

En cambio Jessie habia desaparecido, la ceremonia se habia interrumpido y ahora sorpresivamente Sagitas lloraba luego de reír. Suspiro y fue a sentarse al lado de la bruja, era su cuñada, claro que no quería verla llorando a menos que fuera de felicidad.

 

-Oye, de esto- señalo con las manos el recinto haciendo alusión a los hechos anteriores -Seguro que algo bueno saldrá- y finalmente le abrazo.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

- Hey, tranquila Sagitas. Al menos el ritual no ha sido interrumpido. Al menos por eso, puedes sentirte orgullosa - le dije con cariño, para intentar animarla.

 

Pero la verdad es que el simple hecho de mencionarle el ritual, se había partido de risa, algo que la verdad, me había molestado un poco.

 

- Pero ahora ya está, es toda una sacerdotisa - pero parecía que el sollozo seguía hasta que su cuñada se sentó con nosotras.

 

- Cye tiene razón. Siempre hay que sacar algo bueno de todo ¿no te parece? - le dije con cariño. Aunque las cosas parecía que se habían desmadrado un poco, al menos, daba la sensación de que las cosas se habían calmado, al menos, en el interior del confesionario.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Fue una grata sorpresa ver la figura de la tía Cye en el Confesionario. Aunque la vi poquito porque un haz de luz nos cegó de forma momentánea. No entendí nada y sentí que alguien pedía auxilio. Por la voz chillona, era aquel hombre de pinta estrafalaria que acompañaba a la tía Aysha. No sabía quien era, no me gustaba. Pero el confesionario es libre, así que me preocupé de que le pasara algo. ¿Quién nos atacaba con aquel hechizo? Lo recordaba, o al menos uno parecido, de cuando yo estaba en el bando de la Orden; un Strellatus. También sentí el grito de la prima Jessie.

 

- ¿Prima? ¿Prima? - intenté recordar, ¿con un Finite conseguiría que el hechizo se acabara? - ¡No veo!

 

Entonces sentí una mano que me agarraba por la cintura y me llevaba a algún sitio. No necesitaba ver para saber de quién se trataba.

 

- ¡Lisa! - me agarré a ella, a su cuello, respirando el aroma de su cuerpo. Sin embargo, noté que no estaba por mí, aunque su forma de agarrarme insinuaba más de lo que podía en aquel momento. Actuaba como la Jefa de Seguridad y acababa de ponerme a salvo. Después ella hizo un Episkey. Me sentí mejor y volví a ver. - Gracias, Amada.

 

En la mano aún llevaba la cajita que me había dado mi prime Helike. No sabía si le había dado las gracias, con todo lo sucedido. La agarré con fuerza porque era muy hermosa y contenía objetos muy valiosos. Estaba confusa y sentí como la tía Sagitas se encaraba con mi novia.

 

- ¡Tía, basta!

 

No quería avasallarla, pero ella misma acababa de darme los poderes de sacerdotisa y, por tanto, también tenía derecho ahora a estar en aquel lugar. La tía tal vez no pensara que yo iba a rebelarme tan pronto con su mandato.

 

- Tía Sagitas. Lisa es bienvenida porque este confesionario acoge a todo el mundo y porque, además, es mi pareja espiritual y formal. Has de aprender a aceptarla.

 

La tía Cye parecía a punto de ponerse a llorar. Me acerqué a ella y la abracé.

 

- Gracias, tía, por venir a mi ceremonia. Y gracias por traerme a Lisa. Ha sido una doble sorpresa magnífica. Os quiero a las dos por hacerme feliz en este gran día. Aunque reconozco que no es como yo hubiera imaginado una ceremonia de este tipo. Lo importante es que hayáis venido y que ya soy Sacerdotisa.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.