Chateau Dumbledore (MM B: 78647)

[Illidan Burke]

En pos de doctor intento hacer lo que estaba al alcance de sus conocimientos, pero fue interrumpido, no solo tomado por sorpresa, sino también como quien dice "con las manos en la masa". - Gracias a dios no son la Macusa... - Diría un tanto nervioso, llevando su mirada hacia su reflejo, esperando no encontrar rastros de aquel polvo de unicornio  en su cara o ropas. Una vez todo bajo control, volvió la vista a las damas, intento buscar recuerdos en ambas, pero era complicado centrarse en ese estado.

- Pero... - Llego a decir, mientras la segunda en ingresar vaciaba su copa en el rostro de su amigo. No supo como continuar, hasta que Thanatos mostró signos de vida una vez más. Suspiro aliviado, sin saber si agradecer a Candela o recriminarle, pero lo importante era que el bardo volvía a estar entre los vivos. - Soy Illidan... - Diría presentándose mientras Thanatos se reincorporaba y hacía uso de su "medicina". Fue allí donde una tercera persona irrumpía en el baño de caballeros. 

Pensó que deberían poner un letrero mucho mas visible, para distinguir un baño de otro, aunque por un lado supó, que eso no frenaría a ninguna de las presentes. - Alyssa... - Diría casi en su susurro, sintiendo aquella misma nostalgia que lo invadió cuando se encontró con Cubias, Ludwig y compañía. Se centró unos momentos en la chica desconocida que había entrado con las Triviani, definitivamente no la recordaba de nada. 

- Yo quiero... - Diría tomando el fernet, la verdad es que no era del todo de su agrado, pero sentía como poco a poco su garganta comenzaba a cerrarse, haciendo más espesa su propia saliva. Unas enormes ganas de plática nacían en él, o solo quería salir de allí y ponerse a bailar, tenía ganas de tantas cosas. - Que les parece si abandonamos este lugar, volvamos al salón... - Proponía ahora, esperando las damas liberarán el paso para poder llegar al salón. 

No pudo evitar mirar nuevamente su reflejo antes de salir de allí, revisar sus ojos, su cabello, su ropa nuevamente, un tanto ansioso, inquieto, eufórico. - Esta fiesta sí que va a ser digna del recuerdo.... - Diría pensando que nunca había estado en una de tal magnitud. Despojado del fernet busco a los camareros, no los que portaba copas de vino, sino los que repartían botellas de cerveza rubia. 

@ Thanatos L. Lestrange  @ Alyssa Black Triviani  @ Idylla Macnair T.  @ Candela Triviani

Editado 18 de Agosto del 2021 por Illidan Black Lestrange

[Kamra Ashryver D.]

Kamra Ashryver

La sonrisa del hombre sentado frente a Kamra hizo eco en las propias facciones de la mujer ojiambar, quien ya tomaba la bebida de manos del pintoresco barman - Salud - se llevó la copa a los labios, saboreando el líquido en su paladar sin apartar la  mirada del rostro de Moody,  las comisuras de sus labios ahora levemente elevadas en una sonrisa lánguida y quizás hasta sensual ¿Pero estaba coqueteando? Para nada, pues dentro de todo el caos circundante y gracias a ese repentino encuentro, Ashryver sentía como de a poco recuperaba las riendas de su noche.

- Estoy segura de que mi ausencia no generó un impacto negativo en el objetivo de la celebración ¿Verdad? Se de buena fuente que su gran lista de invitados colaboró generosamente - con los ojos explorando el líquido blancuzco de su bebida agregó - más aún espero no haber generado un mal concepto de mi en vos. 

El movimiento de la dama que acompañaba a Richard atrajo la atención de la vampiro, monitorizando sus pasos atentamente hasta que se encontró a ella misma entre ambos Moody. Hubiera reído ante eso, de no ser por el genuino interés que veía en el rostro de la mujer. 

Haciendo gala de la gracia que le había sido heredada, Kamra levantó su copa una vez más, esta vez dirigida hacia Melrose Moody, perdiendo de vista a Richard no sin antes notar un destello de disgusto en sus facciones. 

- Kamra Ashryver Estuardo, es un gusto conocerlos en persona finalmente - con un elegante movimiento giró sobre el taburete de la barra para quedar de espaldas a la cantina y así poder señalar hacia donde esperaba su hermano con ve-tu-a-saber cuántos don nadie, a excepción de Ada Dumbledore, claro estaba - el caballero de allí es El Duque de Albany Maksim Ashryver, mi hermano y mano derecha. 

@ Melrose Moody

[Malum Luxure]

Al llegar a la fiesta no fui recibida por quien deseaba, aun así no me podía quejar pues la hermanita de @ Ada Camille Dumbledore era realmente una preciosa estrella y junto con ella @ Hannity Ollivander Evans otra adorable señorita, les regalé a ambas una sonrisa torcida supongo que fue de mi donde los Luxure empezaron a heredar ese rasgo tan particular.

-Un gusto bellas damas conocerlas...debo admitir que si no fuera por ustedes me sentiría completamente perdida entre tantos desconocidos.- Les hice una leve reverencia en agradecimiento. -Serían tan amables de por favor llevarme a conocer el lugar y tomar algo tal vez?. -Conocía perfectamente los rostros de los familiares y amigos de Lady a través de fotografías, aún así ella no era la pelirroja, si no únicamente Malum.

Les hice un gesto amable indicando que las seguiría hacia donde las jóvenes me desearan guiar, iba prestando atención a los rostros disimuladamente, nunca se sabe en el momento indicado en el que sea necesario usar mis encantos, mis pasos delicados pero seguros iban avanzando al ritmo de la música que daba la ambientación, era realmente agradable y tenía ciertas expectativas.

-Estimadas señoritas les confieso que tienen una residencia encantadora y lo es más con su agradable compañía. - Les comenté mientras les guiñó un ojo con simpatía esperando la propuesta que surja de mano de ellas.

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[Jank Dayne]

- Lamento interrumpirte - dijo, dirigiendo su mirada hacia al grupo en el que se hallaba la mujer. Colocó la bebida junto al casco encima de una mesa repleta de dulces y picadillos -. No soy el tipo de hombre que se aparece sino es realmente imperativo. 

Jank hizo ademán de que se acercara hacia la ventana. Chasqueó y ésta se abrió, dejando entrar la brisa de la madrugada y escapar el sonido del recinto. Afuera se podía apreciar un bosque pintado de colores neón, producto de las luces que emitía el castillo. Se quedó mirando el panorama unos segundos, preguntándose cuánto tiempo habría pasado desde la última vez que el hogar de los Dumbledore rebosara de tal vitalidad. De repente, florecieron en su mente imágenes de batallas sangrientas en sus pasillos y terrenos, pero las disipó hablando. 

Carraspeó. 

- Trataré de resumirlo. Soy un Vidente. Se cree que es una herencia de mi familia paterna. De hecho ellos... - las risas provenientes de los pisos inferiores lo distrajeron -. Como sea. El punto es que he estado viéndote durante meses. Para ser exactos, durante un año entero - prosiguió al instante, intentando que las palabras cobraran mayor sentido -. Toda mi vida ha sido guiada por los sueños. En Noruega salvé mi vida y la de mis hermanos de avalanchas y osos. De adolescente llegué a Inglaterra también por un sueño. Me uní a la Orden por un sueño - la última sentencia le hizo desviar la mirada -. Mi primer amor, mis mejores amigos, las personas que me capturaron, que me torturaron, con las que luché y maté.. A todos ellos los vi. 

En ese momento se percató de que sus manos sudaban. Jank Dayne había librado mil batallas, aniquilado a docenas de criaturas oscuras, demonios, asesinos... Y por algún motivo esa conversación lo tenía contra la pared, como si estuviese exponiendo su defensa ante el juez o justificándose frente a su padre. Las secó estrujándola contra los pantalones y se sentó en el alfeizar, con la esperanza de que el aire frío lo relajase. Funcionó. 

- Las visiones no siempre son precisas, así que al principio no sabía que eras tú. Incluso llegué a confundirte con una bruja en Japón, cosa que demoró mi llegada, pero eso ya es otra historia. El punto es que ahora estoy aquí - volteó el rostro y clavó sus ojos en los de ella. Compartían el mismo color. Claro que los de ella poseían una esencia mística, casi irreal, quizá producto de su naturaleza vampírica -. Puede que esta historia no solicitada te suene disparatada, sobretodo viniendo de prácticamente un desconocido, pero necesito tu ayuda - bajó el tono, notablemente angustiado -. De otro modo, morirás. 

@ Monica Malfoy Haughton

 

 

 

[Monica Malfoy Haughton]

Arrugó el ceño por las palabras de Illidan y lo siguió con la mirada mientras se alejaba, como si aquella imagen la llevara a otros momentos que, aunque muy lejanos, se le antojaban todavía dolorosos. Apretó los labios, inconscientemente molesta, pues sentía que tenían mucho de lo que hablar y que aquella parecía que la oportunidad se le acababa de escapar ¿Había dicho que ya volvía, no? Por un momento dudó de que así fuera, pero las palabras de Jank la sacaron de sus pensamientos devolviéndola a la realidad.

Se apartó discretamente del gentío siguiendo la indicación del Dayne y se detuvo junto a la ventana que este acababa de abrir. Una bocanada de aire fresco y limpio entró desde fuera, liberándola por un momento del ambiente cargado de humo que había en el interior. Lo agradeció silenciosamente mientras @ Jank Dayne  hablaba, prestando especial interés en lo que le estaba intentando decir y que en principio le estaba resultando confuso.

- ¿Cómo que has estado viéndome? - la respuesta a su pregunta llegó sola cuando el mago fue explicándole punto por punto la habilidad que poseía. Mónica lo observó aunque conforme iba hablando su gesto se endurecía. La mujer, que hasta hacía un momento estaba relativamente relajada, estaba tomando una posición más cerrada y defensiva hasta que finalmente se abrazó sus propios brazos algo compungida, justo en el momento en el que las miradas de ambos se encontraron. De pronto, notó como todo su cuerpo se estremecía y tuvo que apartar la suya.

- ¿Mi ayuda? - su pregunta se vio ahogada por el susurro de él, avisándole de su propia muerte.

Dio un paso atrás, chocándose con el ala de la ventana que su interlocutor había abierto unos minutos antes y tiró la copa que el mismo había puesto junto al casco de moto un poco antes. Recordó los repetitivos sueños que llevaban torturándola tanto tiempo y de pronto entró en pánico, aunque hizo todo lo posible para que no se le notara.

Echó un rápido vistazo a su alrededor, pero todo el mundo parecía estar entretenido.

- No sé si tomar tus palabras como un ofrecimiento de ayuda mutuo o como una amenaza – le dijo, hablando en voz baja pero lo suficientemente alto como para que la escuchara a pesar de la música. Las luces bailaban y se relejaban en sus rostros, en ocasiones, de manera casi siniestra-. Si no te ayudo ¿Moriré? ¿Piensas matarme tu? - en ese momento su mirada se volvió altiva, tanto que dio un paso hacia él de forma amenazante pero tal cual lo hizo se dio la vuelta y se alejó.

Cruzó el salón tan rápido como pudo sin llegar a correr, cogiendo otra copa justo antes de salir. Al llegar a la puerta se encontró de frente con @ Illidan Black Lestrange , que entraba al salón y con cuyo hombro chocó el propio. La copa se derramó entre ambos, manchando la ropa de los dos, pero Mónica no dijo nada y se limitó a mirarlo un segundo a los ojos para finalmente salir.

Un minuto después estaba en un largo pasillo en el que había mucha menos luz, con la espalda apoyada en la pared y respirando hondo.

- ¿Está loco? - se preguntó a sí misma, aunque la realidad era que si una parte de ella no se lo hubiese creído, no estaría así.

Editado 19 de Agosto del 2021 por Monica Malfoy Haughton

[Hessenordwood Crouch]

Rory está comportándose particularmente irritante en este momento, tratando de salir pronto de ahí como fuese. Al menos no ha comenzado a orar. Tks, ni que este lugar fuera menos estrecho que el que comparten en la cabina de su auto. Era un baño de gente rica después de todo(?). Como sea Hessen no le reprochara nada al respecto solo porque, en gran medida, entiende que todo esto ha sido culpa suya; tanto como el haber traído al predicador a la casa de los Dumbledore, como el haber terminado encerrados en un baño.

La conversación se desvía más allá de eso, o mejor dicho, regresa al tema principal de por que estan atrapados ahora en este lugar, con Rory mencionando al muchacho DonTau, su discreta reputación estropeada por verlo colarse a una fiesta con el actual líder de la orden del fénix y Rory llamándose a sí mismo como un no sangre pura. Y aunque puede ser casi siempre muy perceptivo hacia con él, esta vez no está seguro si lo ha dicho con enfado, de otra forma ¿de donde viene todo ese sofoco que se escapa casi hasta por sus orejas?

Por otro lado, su mecánico cerebro solo sabe archivar rápidamente la nueva información de que Rory Despard es un mestizo. Cosa que en ningún momento Hessenordwood se ha puesto a razonar.

Quizá no es un tema que deba hablarse estando atrapado con alguien en el baño de una casa ajena, pero de pronto quiere preguntar más a Rory sobre esto último. En sus contadas conversaciones que no tienen que ver con el trabajo que los ha reunido en más de una ocasión, encuentra que, muy en el fondo y a pesar de lo muy diferente que son en cualquier aspecto físico y psicológico, a menudo Hess está de acuerdo con algunas de sus ideas, con la diferencia de que Rory parece estar dispuesto siempre hacer algo al respecto si le resulta posible, en cuanto a él, bueno, si no hay un incentivo considerable al respecto, prefiere ver como es que las cosas toman su curso natural.

Este hilo de pensamientos lo tiene suficientemente distraído como para poner en serio las palabras que Rory ha dicho casi a toda prisa después. Hablando algo sobre escabullirse por el… ¿qué cosa?

—¿El alcantarillado?-, por el grimorio de Ravenclaw espera que no esté hablando en serio. —No está sugiriendo esto de verdad ¿o si?-, cuestiona pareciendo de la nada gravemente ofendido. —Es demasiado doloroso que llenaros de aguas grises sea menos difícil para usted que estar encerrado aquí conmigo, mi señor-, se quejó, pero el gesto teatral no le dura mucho tiempo. —Por suerte para mí, usted parece saber menos de instalaciones que yo de ese tal quidditch-, se burló luego. Puede estar seguro de que solo ha sido una equivocación de definición cuando ve a Rory levantar la mirada hacia la rendija de la ventilación. 

Sin duda escaparse por el ducto de ventilación es solo algo mejor, pero no menos humillante. Y de todas formas, y de ninguna manera, está dispuesto a seguir la descabellada idea que el predicador le termina planteando, su respuesta es un rotundo no aunque Rory ha comenzado con el intento de escape. 

—Pero marchar a cuatro patas-, repite negando con la cabeza y una risa moderada que no puede contener por más tiempo. Podría pasar el resto de la noche probando de los nervios de Rory y está seguro de que no se aburriría de cada una de sus reacciones. Pero eso no sería nada galante de su parte. —De acuerdo, venga aquí señor mío-, él señala para que cambien de lugares y quede más cerca de la puerta. —Me he estado informando últimamente sobre sistemas de seguridad para condominios privados. Ya sabe, hechizos de anti aparición, regulación de hechizos de invisibilidad, runas lunares para esconder cerraduras, red flu, esas cosas. Y he notado que casi todo es bastante efectivo. Salvo por un par hasta ahora-, se movía por el estrecho espacio.

Aun si Rory no quería dejar su idea del alcantarillado, el demonio ha notado igualmente que el pelirrojo le evita con tanto apuro cualquier contacto con él a toda costa que era extraño, pero ahora le funciona para que quede del otro lado del baño, con Rory contra la puerta.

—¿Y bien? ¿qué está esperando? saque su varita nuevamente, Despard-, en su sosiego al hablar aun suena emocionado, como si estuviera por soltar la idea más descabellada y kamikaze del mundo. —Veamos si es posible crear un portal desde aquí hasta donde hemos dejado el auto allá afuera. Creo que funcionará.
 

@ Rory Despard

[Rory Despard]

Ahí estaba otra vez, la vergüenza subiendo como si se tratase de espuma de mar, llenando toda su cabeza. ¡Había confundido los términos! Y aun cuando Hessen había llegado a entender a que se había estado refiriendo, el daño en cierto sentido ya estaba hecho. Su reputación, si acaso le quedaba alguna tras la serie de incidentes de esa noche, estaba más que arruinada ante los ojos del mago.

Y aunque reconocía dentro de sí, que solo el ego lastimado lo que le motivaba, no quería que todo ese incidente terminase con el Crouch llevándose una mala impresión de él. De cualquier manera, allí estaba otra vez el hombre con sus modos elegantes, incluso tratándose de un baño,  explicándole que había una forma más conveniente y menos lesiva para ambos de salir de allí, así que no tenía mucho más sentido intentar lo otro. Descolgándose,  Rory notó que sus esfuerzos lo único que habían conseguido era que tuviera las manos pegajosas con alguna sustancia a la que ni siquiera puede ponerle nombre.

— Creo que confundí de forma lamentable los términos y le pido disculpas. No estaba imaginándome sumergido en ninguna clase de agua con usted, señor Crouch. — abriendo el grifo comenzó a lavar su manos cuidadosamente con un poco de jabón y alzó levemente la voz para hacerse oír mejor por encima del sonido del discurrir del agua— y no es estar encerrado con usted lo que me preocupa, es lo que ya le dije antes ¿sabe? Soy consciente que es un hombre que se debe a su trabajo, y no me gustaría que eso se viera empañado si lo relacionaran con alguien como yo.

Secó sus manos en una de las blancas toallas colocadas con esmero sobre una barandilla de metal, y luego dejó de forma obediente que Hessen cambiara de posición con él, sin dejar de escuchar con atención la explicación que le iba dando sobre sistemas de seguridad. Aunque el mago no lo supiese, él también había estado haciendo algunas averiguaciones sobre el asunto, por causa de la alianza recientemente formada con la facción de El anarquista, para conseguir más centros de educación alternativa (e ilegal) para todos los niños y adolescentes que se habían visto expulsados de Hogwarts por su condición mestiza. Sabía pues, que el edicto había limitado muchas formas de transporte, entre ellas la magia uzza para hacer portales, pero ya había comprobado también, en una excursión reciente por Escocia, que no siempre los controles que la ministra habían establecido, funcionaban. 

A Rory a menudo le costaba seguir el ritmo de Crouch, sus sonrisas a veces discretas (y otras no tan discretas), o las bromas que él al principio no capta que son bromas. Conoce la magia de los portales, pero no parece que la Dumbledore sea el lugar más adecuado para intentar uno, con la presencia de tanto funcionario ministerial importante, especialmente francés...pero es cuando este pequeño dato aflora, que cae en cuenta de que hay una chance de que todo eso resulte, pues la matriarca de esa casa, como Ministra francesa, posee prerrogativas que el resto de la población mágica no, entre ellas, la libertad de tránsito, al menos en los contornos de su propiedad.

Ahora entiende por qué Hessen le ha planteado eso tan animadamente, y por qué lo está mirando a los ojos con tanta seguridad de que su plan resultará. A Rory le queda la espina de saber, si todo ese tiempo el mago no ha tenido eso en mente, pero solo ha dilatado el tiempo (¿para probarlo? ¿para jugar con él?) como una forma de ver si se le ocurría algo mejor. De ser así, evidentemente su idea de la alcantarilla debe haber defraudado bastante a Crouch, pero ya no es lo más sano seguir aquel hilo de pensamiento, por lo que saca su varita, y se concentra únicamente en su propia magia, buscando canalizarla hasta sus manos.

— Fulgura Nox— susurra apenas, en un hilo de voz y sonríe entusiasmado cuando frente a él el portal se abre delante de ambos— vaya, tenía usted razón. Ha funcionado.

No queda nada más por hacer que transpasar el portal. La visita a esa casa ha terminado siendo de lo más estrambótica, y Rory se siente realmente aliviado de estar afuera, cerca del auto de Crouch al que ahora ve con otros ojos, solo porque en su interior ha estado, y estará más seguro en el recorrido que les queda por el resto de la noche, que en medio de aquel tumulto de gente y de esa fiesta a la que no dejan de llegar más y más invitados.

Hay otra cosa, sin embargo, que está dándole vueltas en la cabeza, una idea que choca totalmente con lo que le ha dicho antes, sobre no involucrar demasiado (u oficialmente) al mago con él. Pero no se siente con la seguridad de expresarla, y titubea nervioso, hasta que tiene nuevamente la atención de de Hess sobre él, y el peso de su mirada escrutadora hace que finalmente hable, solo porque probablemente no encuentre mejor momento para hacerlo.

Y en el fondo, quiere hacerlo.

— Los Evans darán una fiesta privada familiar en unos días. No será en su castillo, pues a menudo es blanco de ataques y una celebración llamaría demasiado la atención. Así que la realizarán en una de las casas anexas que tienen en el centro de Londres. Yo sé que es un hombre ocupado, pero me encantaría que pudiera ir allí, pues hay un asunto muy serio que quisiera platicar con usted, y creo que no encontraré lugar más seguro que ese para compartírselo.

Rory se quedó de pie allí, tratando de encontrar en el rostro de Hess señales de reacción a su propuesta. Por lo demás, con el ruido de la música y el eco de múltiples voces de fondo, le está poniendo fin a la aventura en la Dumbledore, y aunque Lëna se lo exija en la próxima reunión para comer helado en Diagon, él no piensa comentar el asunto que ha vivido con nadie.

@ Hessenordwood Crouch

[Idylla Macnair T.]

Era una Ingenua, todo por tratar de ayudar a alguien no vio que se estaban metiendo cosas, ella no veía mal tal cosa pero se debió percatar antes de que las cosas no estaban tan mal. Detrás de ella llego su madre @ Candela Triviani  no la había visto subir y justo después llegó otra chica a la cual no reconoció. Los magos presentes en el baño se presentaron y pronto todo se convirtió en invitaciones a tomar e irse a un lugar más cómodo.

 

-Si creo que podemos movernos a un lugar... ¿menos sucio?- comento la Macnair con una mueca, sin duda era muy divertido estar cinco personas metidas en un diminuto baño, pero era una fiesta y en aquella vivienda había más almas que nada esa noche. -acepto la invitación de thanathos y podemos beber un Fernet, hace mucho no bebo aquello-

 

Salió del baño esperando que los demás hicieran lo mismo y miro a su madre un poco con cierta vergüenza -perdon por lo que dije hace un rato, se que tú quieres que la familia esté unida y apoyándose, pero últimamente no eh sentido mucho apoyo familiar. Entre en el ministerio de magia italiana, por si algo de aquel puesto que tengo sirve para alguno de tus planes- comenté distraídamente y dándole la oportunidad de pensar de que manera podría ayudarla a hacer más fortuna para la familia, claro a costa del gobierno.

 

@ Illidan Black Lestrange  @ Thanatos L. Lestrange

 

 

 

 

[Mentita]

Se quedó mirando a su tía y pronto observó con curiosidad el reconocimiento de ambos varones con Alyssa. Bueno, por lo menos, uno de ellos. Quiso preguntarle por qué los consideraba de la élite, digamos que Candela ni siquiera sabía quiénes eran. Sin embargo, quedó en silencio durante un momento durante las presentaciones. Los nombres le sonaban, desde luego, pero prefirió no saber de dónde. Hacía rato que había abandonado la tentación por hurgar en el pasado. Porque, si bien no los recordaba, estaba segura de que pertenecían al pasado.

No respondió nada a las invitaciones, simplemente dio media vuelta y se dedicó a seguir a la manada. Pero aprovechó para pegarle con el codo a Alyssa.

― ¡Por Morgana, mujer! ―a pesar de la intensidad de su tono, fue casi un susurro.― ¿Cuándo llegaste a Londres? Que me tenías preocupada, es poco. La próxima vez que decidas desaparecer de mi radar de esa manera, te prometo que te encontraré sólo para hacerte desaparecer de una vez por todas. ―amenazó a Black Triviani entre dientes.

Quería decirle que había enviado emisarios a Italia, tanto en el mercado negro como en el frente político y público. Nadie sabía nada de ella. Alyssa ni siquiera había respondido a las lechuzas o las chimeneas, se había esfumado sin haber dicho ni una mísera palabra. Y lo que más odiaba la gitana era saberse angustiada por alguien. Ella, que no se angustiaba por nadie. Pero era familia, ¿no?

― Pensé que el ministro italiano te había retenido. Sí te enteraste de nuestros desencuentros de hace meses, ¿verdad? ―largó una risita de autosuficiencia.

En ese momento, Idylla se había acercado para hablarle de su arrebato de unos minutos atrás.

― ¿Apoyo, muchacha? ―le mostró una media sonrisa― Aún no soy adivina, ¿sabes? Y estoy segura de que tus hermanos tampoco lo son, además de que son un poco idi***s. Pero eso no es culpa de ellos, sino de su padre. ―la miró con el ceño fruncido, indecisa― Bueno, tu padre. ¿Le dices padre? Imagino que debe caerle como patada en el hígado. ―no pudo evitar reírse― Es gracioso porque Zoella también lo hace y... ―se calló de repente. Sabía que Idylla no era su hija, no como tal, pero como si lo fuera. Y Aaron tampoco era su padre, pero le hacía gracia toda esa situación.― En fin, que si necesitas apoyo, debes pedirlo. Además, ya me conoces. ―le guiñó un ojo e intercambió su copa vacía por una llena de una bandeja.

Cuando volvieron al salón, vio que el lugar se había llenado aún más. ¿Qué le pasaba a la gente? Demasiado montonero junto.

― He visto peores espectáculos, por cierto. ―le comentó a Thanatos, como al pasar.― Ninguno en el que se use "polvo de unicornio" ―hizo la seña de comillas con los dedos― para salir de un episodio alcohólico. Consejo, aunque no me lo hayan pedido, eviten beber si son tan blanditos. ―les dedicó una sonrisa, le dio un sorbo a su bebida y se alejó del grupo.

@ Alyssa Black Triviani  @ Thanatos L. Lestrange  @ Idylla Macnair T.  @ Illidan Black Lestrange

[Thanatos L. Lestrange]

- ¿Blandito? - El Snape sintió la mano de su hermano cerrarse sobre su codo en señal de calma - Blanditos vienen esos cuartos traseros, señora. ¿Le regalo unas sesiones de pilates? - su media sonrisa acompañó con sorna su comentario - Me encantaría ponerme a discutir con usted sobre las técnicas curativas, pero la verdad el polvo de unicornio tiene algunas contraindicaciones y una de ellas es no tensionarme demasiado... prefiero relajarme un poco. Ninguno de nosotros quiere que este mezcal falle su propósito.

Sabía que de saber lo que podría haber sucedido si no tomaba el antídoto, los riesgos habrían sido altísimos. Sacó otro de los cigarros mágicos que llevaba en uno de sus incontables bolsillos y lo encendió con una floritura de su varita. Sin otro preámbulo que el aroma cítrico y dulzón que acompañó las primeras pitadas, comenzó a lanzar humaredas con formas variadas... primero un aro, luego un barco y finalmente una copia exacta de la cara de Steve Buscemi, un actor muggle que disfrutaba mucho.

- Y usted qué me dice, señora... - aguardó un instante para escuchar su apellido - puedo identificar el aura que irradia y confirmar lo que su energía me muestra: ese cuerpo no ha visto una buena noche de juerga en mucho tiempo. Parece que necesitará mucho más que pilates... - le pasó el cigarro a su hermano, que estaba absorto en otras cuestiones, por lo cual lo golpeó repetidas veces, de manera completamente grosera y molesta, hasta que este se giró a aceptar la aromática invitación.

 La fiesta parecía haber bajado unos niveles. Reconoció una canción y notó que, habiendo pasado horas ya de festejar, ya no estaba tan en onda. El single había estado en los primeros puestos del ranking durante quince semanas en la radio mágica Italiana: No te creas un Nigromante. No pudo impedir dejar escapar algunas frases entre dientes,

"No te creas un Nigromante
Ni mago oscuro ni siquiera sos un base
Ni angel caído ni tampoco tempestad"

No sabía en qué momento se le había pegado la letra, pero definitivamente hacía días que no paraba de sonar en su cabeza. Se soltó un poco los botones de la camisa y mientras continuaba conversando, comenzó a tirar los pasos prohibidos, de menor a mayor.

@ Illidan Black Lestrange  @ Candela Triviani

Editado 20 de Agosto del 2021 por Thanatos L. Lestrange