Chateau Dumbledore (MM B: 78647)

[Alyssa Black Triviani]

Entretenida con la situación que se desenvolvía ante ella, con aquel dispar grupo de magos y brujas, decidió seguirles de regreso al salón. Illidan sin duda le había reconocido, pero Thanatos por otro lado no parecía tener ni la más remota idea de quienes eran – Hmmm… interesante – pensó la Black observando con detenimiento al Snape.

- Oh Candela – replicó la Triviani esbozando una sonrisa divertida – No sabía que ocupaba un lugar tan especial en tu corazón – agregó poniendo una mano en su hombro y dando un pequeño apretón – Vaya que no sabía que tenías un corazón si vamos al caso – soltó una risotada exacerbada por la mirada furibunda que su sobrina le dedicaba – Ya ya, lo siento – espetó tratando de calmar las aguas – No podía arriesgarme a establecer contacto con nadie por miedo a que me descubrieran, y tampoco pensaba permitir que este nuevo Ministro inútil arruinase lo que me he pasado años construyendo. Tuve que bajar la cabeza y caminar una línea muy fina por muchos meses, si cualquiera de las familias regentes en Italia descubriese mi mano en todo esto ya podría darme por muerta. Me he pasado el último año maquinando y moviendo algún que otro hilo con extrema discreción para poner a Cubias a la cabeza del Ministerio, y te digo que no ha sido tarea fácil.

Dirigió entonces su atención a la joven bruja que les seguía de cerca, no la reconocía pero por el modo en que se refería a Candela asumió que debía ser parte de la familia. Prestó atención cuando mencionó que ocupaba un puesto en el Ministerio Italiano y que podría ponerlo en uso para beneficio de los Triviani, Alyssa le dedicó entonces una sonrisa que denotaba cuanto le gustaba aquella muchacha.

- Creo que no nos hemos presentado – interceptó la Black dirigiéndose a Idylla – Soy Alyssa, tía de esta garrapata – añadió haciendo un gesto hacia Candela – Creo te escuché mencionar que ocupas un puesto en el Ministerio Italiano ¿cierto? Pues parece que vamos a estar en contacto con mucha frecuencia de ahora en adelante, yo soy la Vice Ministra en este nuevo gobierno. Ten por seguro que vamos a hacer buen uso de nuestros puestos querida Idylla.

Mientras conversaba con la Macnair era vagamente consciente de la conversación que su sobrina entablaba con Thanatos, no pudo contener una risita al escuchar la contestación del Snape. Sin pedir permiso interceptó el cigarrillo que éste le pasaba a Illidan, se lo llevo a los labios e inhaló con profundidad cerrando los ojos al hacerlo; dejó escapar el denso humo con un suspiro mientras sentía como cada músculo de su cuerpo se relajaba en respuesta.

- Solo por esta noche – comentó mirando el fino cigarrillo entre sus dedos, no quería que aquel hábito se volviese una costumbre otra vez - ¿Qué les parece si nos vamos al laberinto? Aquí esta todo demasiado tranquilo – preguntó la Black dirigiéndose a todos los presentes.

 

@ Thanatos L. Lestrange  @ Illidan Black Lestrange  @ Idylla Macnair T.  @ Candela Triviani

[Melrose Moody]

"'¿Finalmente?"

En lugar de preguntar lo que está pensando, Mel decide girar noventa grados para ser capaz de observar lo mismo que Kamra. Toma pequeños sorbos de su bebida que por momentos todavía levanta volutas de la copa. Maksim le recuerda un poco a una de las sobrinas de Richard, una inmortal de porte aristocrático que siempre iba a todas partes en sus tacones número quince. Sin embargo, había en esa otra inmortal algo desapegado  y frío que hacía que el instinto de Melrose no pudiese confiar en ella del todo. A pesar de su clara inmortalidad (antes, Mel había sido sensible al olor aunque ahora ya estaba acostumbrada), parece tener un porte sosegado y atento, un poco como Richard, pero no del todo desalmado; más bien, todavía capaz de generar sentimientos.

—Oh por supuesto, jamás convertiría esto en un reclamo —le asegura Richard. Se ha volteado de manera parcial también, imitando a sus dos acompañantes. Mel espera que diga algo más pero las palabras no llegan. 

Mel no lo sabe pero es porque Richard había observado la llegada de la heredera de los Ollivander. Alza levemente la mano, antes la agitarla de lado a lado un par de veces. @ Hannity Ollivander Evans  ¿lo habrá notado? De todos, Mel decide concentrarse en su conversación con Kamra. Luce como una chica agradable, aunque claramente ella tenga modales más provincianos. Todavía puede oír la voz de Richard en sus clases de etiqueta, reclamándole, pero no es de las personas que se aferran a pensamientos que puedan atormentarla. 

—Yo tampoco pude ir a la celebración —le confiesa. Normalmente Mel es más callada y tímida ¿será acaso el alcohol? La expresión de Richard no podría haber sido más elocuente—. Los anfitriones fueron Catherine y Richard Moody. Tengo entendido que fue una gran convocatoria pero eso no importa —agregó. Sabía de los fines de caridad que había tenido la fiesta pero honestamente, Melrose sabía poco de cómo funcionaban esas cosas ¿se comía caviar para regalar frejoles?—. Dado que usted es gobernante ¿no ha pensando hacer su propia celebración?

Sus ojos, límpidos, están desprovistos de malicia. Mientras tanto, Richard da otro sorbo y vuelve la mirada hacia un lado para ocultar su rostro del todo. Observa una vez más como Hannity va a acompañada de dos personas, una de ellas con un cabello de un rojo muy encendido. Piensa en que Melrose, sin proponérselo, puede ser muy útil a veces. Es decir, si una pregunta semejante hubiera cruzado sus labios, habría sido rechazado de plano pero con ella... no hay segundas intenciones y por tanto, no hay lugar a la sospecha. 

@ Kamra Ashryver D.

[Ada Camille Dumbledore]

La noche estaba pasando y no podía negar que trataba de  que todos se unieran y compartieran, pero era inútil había tanta gente reunida que apenas podía con las pocas personas que estaban a mi lado. Suspiré y vi como la Reina se iba por ahí a relajarse un poco, solo acudí a la mirada de Maksim ( @ Kamra Ashryver D. ) que en vez de ayudarme a tranquilizar me hizo poner mas nerviosa. Tome la copa de ginebra y trate al máximo de disimular al máximo, vi como todos fueron separándose, así que me dispuse a entablar conversación con él.

 

-    Duque su hermana la Reina, me parece que esta un poco incomoda, ¿que cree usted que pueda hacer por ella? , es mi intención que ambos estén muy bien atendidos.

Evitaba sus ojos, hoy estaba muy intimidada por las personas con miradas penetrantes, no era un día en el que el sentirme influenciada y debía mantener la seriedad a toda costa. Evite la charla atrayente de Ashryver calmándome con un trago de Ginebra y fue cuando note mucha gente cerca del baño de los hombres, esperaba qué no fuera nada malo, los vi alejarse de a poco.  Note a @ Lord Cubias a un en el jardín y a la abuela @ Candela Triviani  en la puerta del baño. Ya me estaba intrigando eso. Mire de nuevo q Maksim y sonreí. 

-Discúlpeme estoy algo distraída hoy, es de su gusto la Ginebra o que desea beber

 

Ofrecí amablemente. 

[Kamra Ashryver D.]

Maksim Ashryver

Kamra lo había dejado con la palabra en la boca. No lo demostró, apenas si cabeceó en su dirección cuando esta le informó que se iba por su cuenta a pedir un trago, pero le picaban las manos por ir tras ella, agarrarla de los hombros y sacudirla como jamás se atrevería en su vida. Maksim amaba a su hermana, a veces pensaba que más de lo que tenía permitido, pero justo cuando pensaba que  había encontrado su camino hacia ella...la peliblanca corría su rostro en otra dirección. Siempre el segundo, siempre olvidado.

Miró a su alrededor, necesitando encontrar una pronta distracción, algo que alejara sus pensamientos de Kamra, de la corona y de cualquier maldita cosa que se relacionara con ella. 

Entonces - muy suave y magnética - la voz de la Ministro Francesa llegó a el, casi tragada por el sonido de la música y el interminable parloteo de los invitados. No le gustaba pensar que Ada fuera una distracción - por el contrario - ella le atraía como ninguna de su tipo lo había hecho antes ¿Delicada, gentil por dónde la vieras y con buenos modales? A Maksim le intrigaba que otras cosas podrían salir de esos elocuentes labios, que no fuese "La Reina", "Duque" y "El ministerio francés".

- Déjala, Ada - le tuteó con la mirada fija en ella, una sonrisa relajada aunque no por eso menos seductora - Kamra necesita aclarar su mente unos instantes ¿Qué me puedes contar de ti? Me intrigas - tomó el palillo incado (?) en la aceituna de su trago y llevó el agridulce fruto a su boca. <<Un viejo y sucio truco de tu parte, Maksim>> pensó sin poder evitar reír, un profundo y ronroneante sonido que amplificó para que llegara con más claridad a los oídos de Dumbledore. 

- La ginebra está bien, pero se me antoja otra cosa. Y por favor, llámame Maksim.

@ Ada Camille Dumbledore

 

Kamra Ashryver

La regente Escocesa apartó la vista de Maksim y Ada luego de señalar en su dirección para que los dos Moody lo pudieran marcar entre la multitud. Maldito suertudo...siempre diciéndole que se lo tomara con calma cuando su entorno estaba lleno de caos, conspiraciones y mentiras. Volvió su vista a Richard un momento, quien saludaba a...bueno, reconocía el rostro de la persona, pero aún no lo podía asociar a un nombre. Decidiendo no prestarle mucha atención, entrecerró los ojos observando al caballero frente a ella. Conocía esa manera desinteresada de mirar, y era bastante tonto que pretendiera que no se diera  cuenta de que aún así estaba al tanto de cada palabra que decía...ella misma utilizaba ese truco más veces de las que podía contar. 

Sin embargo no se lo tomó a mal...eran - después de todo - compatriotas. Suavemente, sin ocultar que lo había estado observando, concentró su atención en Melrose. La mujer le cayó bien al instante. De hecho aquel par no le desagradaba en absoluto - Catherine Moody -  depositando su copa sobre la barra, volvió a su postura original - ¿La heredera de su familia, si es que no estoy errada? 

En ese instante decidió que les enviaría a todos ellos una invitación formal al Palacio de su familia, un lugar un poco más "informal" - si es que se le podía llamar así a su hogar - que el palacio de Hollyrood, infestado de funcionarios y espías por todos lados. 

- Mi propia celebración - repitió sonriendo por primera vez en la noche, el hoyuelo en su mejilla derecha saltando a la vista gracias al movimiento. Se imaginó a Leslie danzando despreocupadamente con cintas en sus rizos dorados, cómo era costumbre en su corte, y eso bastó para que la tensión en su cuerpo la abandonara por completo  - Pues, estos meses Escocia está de fiesta, como bien sabrán ustedes...no solo las largas celebraciones del Door Open Day, sino que se avecina el mes concluyente del Riding of the marches... Nada cerraría mejor la temporada que una celebración, y espero que cuando llegue el momento - miró de reojo a Richard, quien aún no miraba en su dirección - pueda verlos entre los invitados. 

Quizás era la música a su alrededor, el aplastante cansancio sobre sus hombros o la copa vacía frente a ella, pero se encontró diciendo - Escocia necesita gente nueva ayudando a liderar la nación, tal vez eso sea algo de lo que podamos hablar en el futuro ¿No les parece? 

@ Melrose Moody

[Darla G Dumbledore]

Escuchó las palabras de Mica y observó a la pelirroja a la que hacía referencia, tenía razón, la jovencita parecía estar disfrutándolo, lo cual, luego de tantas cosas que había vivido, no se podía negar que  era algo bueno. Asintió y con voz queda, pero lo suficientemente fuerte para que la Gryffindor escuchara, respondió a su decisión de cuidar Lunita.

—Te ayudo a cuidarla, y sí, no sé cómo se mete en estas cosas, pero mientras que las lleve bien —iba a negar al elfo que se acercaba con una charola ofreciendo bebidas pero su compañera se le adelantó y tomó dos copas, por lo cual río y aceptó la que le tendía —acepto —tomó la copa e hizo un gesto de brindis antes de que la bruja bebiera de la suya —por las mujeres que le ponen el pecho a la vida —dijo con gesto divertido y tomó un sorbo de lo que no tenía ni idea de qué era pero que en realidad sabía muy bien, por otra parte decidió acompañarla al lugar que ella eligiera para sentarse, mirando a su alrededor a ver qué se veía libre en ese momento.

—¿Quiénes son todos? Pues vamos descubriendo juntas porque creo que mi cuñada ha invitado a muchos recién llegados al pueblo pero veamos, elijamos algún sillón limpio en este lío y vamos a ver quién aparece y quién es o no es conocido en este lugar ¿Qué te parece allí en la mesa junto al pool? —preguntó señalando hacia ella que se veía algo llena de cosas pero los elfos la estaban limpiando en ese momento.

 

@ Mica Gryffindor

Editado 21 de Agosto del 2021 por Darla Potter Black

[Hannity Ollivander Evans]

No llevaba mucho tiempo en la fiesta, estaba sola en la barra, había pedido un martíni y a penas había dado el primer sorbo, no tenía la intensión de tomar, pero para que el movimiento de sus manos a causa de su nerviosismo al ver a demasiadas personas pasará desapercibido fue que decidió pedir la bebida, tal  vez con el jugueteo de sus manos con esa aceituna no se notara tanto el temblor.

 

Con la mirada buscaba  a la ministra francesa ¿con qué intensión? No hablaría de trabajo, aquello era una fiesta, probablemente lo único que ella quería era que la ministra la viera allí y con algo de suerte, después de que se saludaran, la vieran en la fiesta, como si fuera un pase de lista, ella podría regresar a casa.

 

El temblor en sus manos aumentaba, no quería que le sucediera lo mismo que en la reunión de la toma del cargo  de la ministra, había sido tan extraño, que le causana escalofríos recordarlo.

 

Levantó su mirada y observó a un joven qué hacía señas con su mano  aquella señal era para ella, era Richard Moody,  por segunda vez lo miraba a él y a Melrosd, ella parecía estar entablando una conversación con la reina de Escocia,  la había reconocido solo por que la había visto en la ceremonia de conmemoración. 

Tomó su copa y se dirigió hacía los Moody,  esperaba no interrumpir nada importante,  pero era mejor encontrarse con ellos a seguir sola.

 

-Buenas noches tengan todos ustedes- saludó al llegar a donde Richard  se encontraba  -Señor y señorita Moody, majestad Ashryver- hizo una venía con la cabeza hacía los tres -Hannity Ollivander Evans, no recuerdo si la ministra francesa nos presentó el día de la toma de poder.

 

No hizo ningún otro comentario, se posó a lado de Richard, era extraño, pero estar cerca de los Moody le hacía sentirse cómoda en aquel lugar a donde conocía a muy pocas personas.

[Nexo Peverell]

En el valle de Loire, a un costado de la vía principal que conduce a Londres se destaca un edificio con forma de castillo. El mismo se encuentra medio derruido por el paso del tiempo debido a que sus últimas reformas y reparaciones datan de los años 1700. Esto pese a que allí viven los jóvenes descendientes de quien puede ser llamado como el mejor director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, pero está claro que nunca llegarán siquiera a ser la sombra del pie izquierdo de Albus Dumbledore. Aún así allí seguían intentando lograr revitalizar el apellido de sus antepasados, realizando tareas muy loables, proféticas y heróicas como realizar fiestas en las cuales todo estaba permitido. Pero no nos centraremos en ellos en estos momentos porque dicen que los muertos vivos estaban cobrando vida una vez más para demostrar que tan equivocados estaban.

 

Mientras la noche transcurría, larga y acogedora como suele ser, en las penumbras de aquel camino que atravesaba Loire se comenzaría a divisar una vaga y diminuta silueta moviéndose con cierta parsimonia hacía Londres. La luz de la luna y de las estrellas se esparcía a lo largo y ancho de los campos pero no lograba penetrar aquella figura, parecería que la misma estuviera actuando como un pequeño agujero negro absorviendo las particulas luminosas que estuvieran en su cercanía. Y no solo la luz se veía reflejado por ese efecto, los animales del pueblo se encontraban alarmados e inquietos, queriendo decir que en los alrededores algo estaría llegando.

 

Poco a poco las luces de las calles se fueron apagando una a una, los perros acallaron sus gruñidos secos y los gatos se refugiaron dentro de sus escondites. El valle quedó en un silencio sepulcral, salvo por los pequeños vestigios de fiesta que venían desde un castillo a una buena distancia. La vaga silueta poco a poco fue tomando forma mientras pasaba por en medio de las casas dejando entrever que de diminuta no tenía nada. Se podía apreciar como poco a poco comenzaba a crecer centímetro a centímetro pasando de tener quizás unos cincuenta centímetros a rondar el metro ochenta, todo esto mientras no dejaba de avanzar robando las partículas de luz que estuvieran cerca de su contacto.

 

Así mismo la silueta difuminada fue tomando corporeidad obteniendo primero lo que podía apreciarse como dos piernas andantes, sumándose al tiempo un torso, unos brazos y una cabeza. Una figura humana comenzó a distinguirse ya para el final del pequeño pueblo a unos quinientos metros del castillo, pero aún no contaba con ojos, boca, naríz o expresión alguna en lo que pareciera su rostro y al principio del pueblo las luces comenzaban a iluminar nuevamente.

 

- Tic... - el sonido saldría con una voz ronca -  Tac... - la voz repetía constantemente las mismas palabras meintras caminaba.

 

Tras recorrer doscientos metros ya se podía apreciar mejor a la persona. Lo que empezó como una diminuta silueta se convirtió en un hombre de tez blanca, rostro serio y ojos verdes. Su pelo castaño, medio enmarañado sin peinar, cubierto por la capucha de una túnica color azul oscuro apenas se lo podía apreciar debajo de la luz de la luna, que ahora sí podía brindar todo su esplendor envolviendo en su luz blanca de punta a punta y de lado a lado al ser. La túnica igualmente lograba cubrir a la persona desde el cuello hasta la punta de los pies sin que siquiera se le viera nada de lo que llevaba dentro de ella.

 

Su andar de todas formas nunca cambió. Lento y seguro, sin molestarse a voltear o mirar a los lados, avanzaba con decisión por la calle sin que ser alguno se interpusiera en su camino. No eran oíbles sus pasos, ni siquiera su respiración podía ser distinguible al leve movimiento de una montaña y mucho menos escapaba de su boca algún atisbo de aliento mientras repetía constantemente las mismas dos palabras.

 

- Creo que ha llegado la hora de poner esta luna roja nuevamente y jugar un poco al gato y al ratón. - dijo para si mismo, apenas balbuceando las palabras - Lástima que no estén mis antiguos compañeros de aventura como para poder darnos aquel banquete final que tanto tiempo postergamos. - terminó al pararse delante de la verja del Chateau Dumbledore.

 

La capa se abrió para darle paso al brazo derecho, el cual aferraba firmemente una varita de sauco. Por la mente de la persona pasó una palabra, un encantamiento, pero la verja no se inmuto y en el rostro cambió de expresión, ahora se veía una pequeña mueca parecida a una sonrisa. Un pequeño ruido gutural parecido a una risa emano de la boca, mientras el brazo derecho volvía a su punto inicial y la pierna derecha le daba una patada bastante fuerte la pequeña verja abriendola. El sonido que resultó de esta acción se escuchó apenas a unos cincuenta metros.

 

- Buenas, buenas pequeñines. - dijo en un tono bastante grave, casi gritando miestras su pie derecho pisaba los terrenos. - Parece que tienen una fiesta, pero no la más adecuada por lo visto.

Editado 27 de Agosto del 2021 por Nexo Peverell

[Hessenordwood Crouch]

Es como una especie de gusto secreto el que Hess tiene por ver a las personas -crear-, ya sea magia o no. No es tanto como sorprenderse o admirarse por esto, solo es inexplicablemente disfrutable. Le gusta mirarlo todo, todos aquellos aspectos físicos (y no necesariamente físicos) que ocurren al momento antes, durante y después. Tiene una debilidad por las acciones ágiles que los nomaj coordinan hábilmente con sus ideas igual de veloces y son capaces de destruir limitantes con sus creaciones. Algunas personas con magia, en cambio, tienen esta naturaleza al conjurar, hechizar o encantar, que modifica su entorno desde el interior de cada uno al hacerlo. 

Claro que es una característica que Hess no encuentra en todos los mágicos ni en todos los no mágicos. Y esta no es desde luego la razón principal por la que el demonio no desenvaina su varita con la frecuencia con la que lo haría cualquier mago o hechicera, pero algunas veces, como esta, puede darse gustos.

Rory Despard no lo decepciona en este sentido. Desde la posición que mantiene ahora es difícil apreciarlo totalmente, pero tiene una vista excelente de igual manera. Puede apreciar bien los cambios físicos; como es que los músculos de sus brazos, su cuello, los hombros e incluso el torso se tensan por debajo de aquella ropa de pésima calidad. Hay algo más ahí también, en como el mago reúne toda la concentración necesaria para invocar el portal que no solo se refleja en su rostro, sino también en su mirada. Y también su aura ha cambiado, si no puede verla como tal al menos lo ha sentido cuando Rory levanta la varita por lo alto considerando la medida del portal para que él logre pasar sin problemas.

Es brillante.

Del otro lado del portal Hess sigue aún más interesado en la magia que Rory ha creado que terminar la distancia que los separa de su auto (que no es tanta en realidad) hasta que finalmente el portal desaparece. Es hasta ese momento que gira y se encuentra con Rory de frente nuevamente de pie junto al vehículo que se ha enfriado con la noche, esperando por él o quizá tratando de decirle algo más, por como su frente se arruga, él imagina que serán más quejas sobre lo sucedido. Y está bien, pero estaría mejor si pudiera escuchar sus reclamos mientras él come una rebanada grande de pastel de fresa y crema.

—Los Evans, ¿eh?-, ¿qué tienen que ver los Evans con todo esto?

Al final es un tema completamente diferente el que el religioso hombre le plantea. La ceja de Hess se levanta con incredulidad y una risa burlona, incapaz de creer que Rory no hubiese notado aún la terrible relación que existe entre la mismísima Bel Evans y él. Comienza a caminar hasta él auto mientras se deshace de la chaqueta del traje y parece sopesar todo lo que Rory le pide desde ahora, que no es como si terminaran en otra fiesta como esta, pero si toma de referencia a la ex señora de Ollivander en la tarde de karaoke que hubo en su piso, debe considerar que es una posibilidad.

—Después de todo esto ¿quiere que nos volvamos a ver en otra fiesta?-, él se burla. 

Abrió el auto y arrojó al asiento trasero el abrigo, luego recargó ambos brazos sobre la parte más alta del coche y se detuvo a observar silenciosamente a Rory que supone, por el rostro del muchacho, que espera una respuesta más seria al respecto. Hesse no proyecta nada de inmediato, si no que le lleva un tiempo más volver a hablar, realmente parecía estar resolviendo algo en su mente antes de responder cualquier cosa. Él suspira descansando el peso de su cuerpo sobre la cubierta del coche cuando aparenta haber deliberado alguna conclusión.

—Pues bueno, Despard, ciertamente no es la cita que tanto esperaba recibir de usted-, dice melosamente. —Pero ¿cómo negarmele?-, sonrió de nuevo. —¿Aventurándose más allá de la pecera mi señor?-, hay esta vez un tono más oscuro, no es una advertencia como tal, pero al demonio no le hacen muy feliz aquellos que no toman en serio su negocio. Después de eso, y de un modo más amable, le hace una seña para indicar que el auto estaba abierto y que podía subir y dejar de estar ahí de pie como una estatua en  el frío. —Bien entonces, suba al auto y vayamos por un café instantáneo barato de esos que a usted tanto le gustan.
 

@ Rory Despard

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba algo dispersa, quería que la fiesta de bienvenida de mi primo fuera todo un éxito, apenas veía que la gente disfrutara, habían charlas aquí y allá pero yo no me sentía cómoda. En mí estaba la sensación de que algo faltaba a la noche para estar bien. Estar en el sillón con el Ashryver me había puesto nerviosa, no solo era un hombre guapo, sabía que era inteligente y astuto, además de sumamente protector con su hermana. Era admirable la relación de ambos y eso solo me recordaba que con mis hermanos éramos muy buen equipo pero nos faltaba complicidad. Voltee a ver mas detallada al Duque, se le veía algo preocupado al observar a su hermana. Cuando volteo hacia mí sentí sonrojadas mis mejillas, no solía ser tímida pero me intimidan un poco su mirada, tenía la penetrante mirada de la Reina.

Sus palabras me sorprendieron, era como si le molestara que la reina se alejara y aun así sentía que era mas cómodo que ella estuviera lejos de nosotros. Que necesitará espacio lo entendía yo misma me sentía ahogada en la fiesta, pero estaba petrificada ante su actitud, cuando vi como probo la aceituna no pude mas que mirar aquellos carnosos labios e hipnotizantes. Me lleve la copa a la boca para disimular y no morder mi labio y me arme de valor para contestar.

 

-Duque… Maksim, perdón es la costumbre, de mí que puedo decirle, mas que es un honor su presencia en mi hogar… no todos los días se tiene una visita como la suya. Podría decirme que desea, tratare de complacerlo para que su estancia en mi hogar le sea agradable…

 

Aun estaba un poco nerviosa, trataba de disimular al máximo, pero la presencia del caballero me afectaba. Lo mire a los ojos para descubrir que pensaba. 

@ Kamra Ashryver D.

 

[Mica Gryffindor]

Continuó observando a su sobrina mientras conversaba con la Potter Black, quien parecía estar de acuerdo con su punto de vista respecto a la joven. Por momentos no podía evitar preguntarse si realmente era tan ingenua como se mostraba o si utilizaba un poco esa imagen para escaparse de las consecuencias que podían tener algunos de sus actos. No podía evitar verla como la muchacha que había permanecido frente al asesino de su padre sin mover un dedo, e incluso le había dado ingreso a los terrenos familiares tras el acontecimiento, ni como la muchacha atacando civiles en medio del incidente de la terminal de trenes… pero al mismo tiempo sentía que no podía condenarla por nada de ello. 

La Potter Black se sumó en la guarda a aquella chica, señalando que llevaba bastante bien el momento. Estaba escuchándola cunado un muchacho pasó tan torpemente que la empujó, volcando el trago que tenía en su mano en el pecho de su blusa, pero antes de poder descargar las palabras que se cruzaron por su mente, éste le había hecho llegar otro vaso de dudosa procedencia. Pensó dos segundos, pero lo tomó y bebió un sorbo, era una bebida más fuerte que la que portaba hasta el momento ¿tenía vodka? No sabía bien, no lograba descifrar los ingredientes, pero se quedó con ella. 

La broma de Darla al brindar la hizo reír un poco, volviendo al hecho de que su blusa estaba empapada y, por ende, pegándose inadecuadamente a su pecho. La secó con un movimiento de varita antes de continuar bebiendo. Aceptó la propuesta de su compañera de “descubrir” juntas quiénes eran tantos invitados. Le agradó la ubicación que ella indicó y, asintiendo, la acompañó a aquella mesa junto al pool. 

Notó entonces, mientras avanzaban, notó que alguien más entraba al lugar. Tampoco conocía a aquel caballero, pero codeó a Darla para señalárselo en un gesto que quiso que fuese discreto pero resultó bastante evidente ¿qué diablos tenía esa bebida?
 

@ Darla Potter Black  @ Nexo Peverell