♥ Familia Tonks ♥ (MM B: 78211)

[Kahlan Blackthorn]

El tiempo y la muerte solían ser demasiado caprichosos e impredecibles, justo eso era lo que le resultaba fascinante de las batallas dentro del mundo mágico. Sus orbes lapislázulis destellaban con fuerza a través de las ranuras de su máscara azul metálico, desprovista de una capa de viaje sentía la gélida brisa acariciar su semidesnuda espalda ─Es como un susurró que anuncia su decadencia…─ parafraseó curvándose en sus labios una mantica sonrisa. Afianzando su varita con su mano, percibió un ardor que le ascendió desde su antebrazo hasta la espina dorsal, enfilando sus pasos hacia la ventana de su oficina privada dentro de Nurmengard se lanzó al vacío sin temor a romperse el cráneo contra el suelo.

Justo antes de tocar el terreno desapareció en medio de un remolino azul, aquel medio le condujo hacia los terrenos de los Tonks. Percibiendo un aroma nauseabundo que le golpeo de lleno, traspaso con altanería el límite que le separaba de esos jardines. El profanar un sitio como ese le resultaba divertido, sobre todo tomando en cuenta que tenía cuentas pendientes que una de las moradoras de ese sitio ─Vayamos por una buena presa…─ siseó adentrándose en el hogar de los Tonks, tenía un objetivo en mente y no cesaría hasta darle muerte y verla caer ante sus ojos.

Madeleine Stark, aquel nombre le rondaba la cabeza, correteando como un pequeño ratón en busca de una escapatoria que lo librará de morir masacrado. Centrando su atención en la Fenixiana, no necesitaba un motivo para matarla, solo el simple hecho de verla atacar a sus compañeros de bando desató la ira de la Nigromante. Malfoy se las cobraría todas a ella primero, ya iría acabando con el resto más adelante.

[Mael Blackfyre]

Aquella copa de los árboles me servía a la perfección para ocultarme en mi forma animaga. El llamado de los míos había llegado tan solo unos segundos atrás. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. ¿Y si me mataban? ¿Y si había perdido mi toque? Hacía mucho tiempo atrás que mi varita y yo no entrábamos en acción, mucho tiempo incluso que naciera Elros. Tenía miedo, tenía que admitirlo. Pero la energía de mis compañeros me trasmitía confianza. Lealtad y Sacrificio eran las letras que llevaba en el pecho.

"Era el momento" De un empujón, salté de la rama a la que estaba aferrado. Mi pequeña anatomía me permitía haber llegado volando sin que me vieran. Y ahora aterrizaba cerca de los troncos de los árboles oculto, para poder transformarme nuevamente en el hombre que era. Vestía una túnica negra, simple, sin ninguna prueba de que pertenecía a dos de las instituciones mágicas. Me acomodé el cuello de mi túnica mientras pasaba la mano por mi rostro, para colocarme mi máscara de luz.

Saqué mi varita, esquivando más troncos de árboles. No había nadie por allí, había mirando en todas direcciones. Pero a medida que me acercaba, podía escuchar los ruidos, explosiones y gritos en el jardín. Allí estaban, mis compañeros intentando sacar a los mortífagos. ¿Por qué lo seguían intentando? Eran como la mugre, estaban en todos los sitios y era posible de realizar una limpieza eficaz. Había que pensar en otra manera, pero mientras tanto...

— Aquí estoy... —me coloqué cerca de mis compañeros. Pude distinguir a varios de ellos, pero de momento, me centré en mantenerme a unos ocho metros de los mortífagos. No me importaba el entorno, sino salir de allí con vida.

[Arya Macnair]

—Cinaede

 

Aun tenía la vista fija en Madeleine que salía al exterior protegida por una burbuja transparente que la protegía de todo impacto. Un collar de gas venenoso apareció sin más ultrajando sus barreras y cerrando sus vías respiratorias de manera tal que de no curarse podría morir por asfixia. Había ignorado casi de manera rotunda los curiosos animalejos que Darian le envió pues éstos golpearon contra la barrera detritus que Leah le había hecho momentos atrás protegiéndola de ese modo y dejándola intacta. Luego de ésto ya no pudo ver más, el ardor fue insoportable y Teddy acabó chocando contra una pared debido a la ira colérica de la pelirroja, frotó sus ojos pero nada hacía que la infección cesara así que trató de usar el sentido común y pensar en una curación para cortar el efecto del strellatus de Mei.

 

—Episkey

 

Pensó por segunda vez, ahora sus ojos estaban bellamente curados más sus facciones enmarcaban el disgusto pues a sus pies solo veía rosas rojas como la sangre y a Stark pululando por los jardines !Darian! pensó, de poder ahorcarlo con sus propias manos lo habría hecho pero nada estaba dicho aun. No era su fin

[Alyssa Black Triviani]

Sin tiempo que perder la Black se giró hacia una de las fenexianas (Mei) que parecía ser su líder, pues su poder era claramente superior al de los demás. Alzó su varita pero antes que nada se protegería de posibles ataques.

 

-Celerus Detritus – masculló la Triviani.

 

Una capa de niebla azulada le cubrió a ella y a Pik, su prometido, para que de ese modo ambos estuvieran protegidos ante posibles ataques físicos. Ahora si con eso solventado, volvió a encarar a la misma fenexiana y se dispuso a atacar.

 

-Fuego Maldito – canturreó.

 

Dos llamaradas en forma de león aparecieron ante ella, una fue en dirección a esta fenexiana (Mei) mientras que la otra se desvió para atacar a otra de las allí presentes (Madeleine). Sin perder tiempo alzó nuevamente su varita para atacar.

 

-Absorvere – exclamó.

 

Con este hechizo rompería los huesos de la muñeca correspondiente a la mano con la cual sostenían la varita, de tres de los fenexianos allí presentes (Mei, Madeleine y Valkyria).

[Mei Black Delacour]

Esperó el impacto de varios hechizos, lo sabía, eran muy predecibles como para saber a la perfección que se lanzarían contra ella. Episkey pensó rápidamente justo después de que Pik lanzara un fuego maldito mortis y antes de que hiciera su segundo conjuro, curándose de las heridas que le produciría el impacto del ataque de Pik. No moriría por el momento.

 

Al instante siguiente, nuevamente, su mente se vio inmersa en un sinfín de pensamientos inconexos que duró apenas unos segundos, pero los suficientes como para dejarla totalmente desprotegida. Episkey pensó por tercera vez, esta vez curándose de las heridas del corte proyectado de katana de Pik. Curación pensó por última vez, curándose del mismo corte proyectado, para quedar sana totalmente.

 

[Lisa Weasley Delacour]

- Strellatus – Pik, Leah, Darla y Tau quedaron cegados por el flash que les envie, logrando asi que no pudiesen lanzar rayos o invocaciones en una buena temporada. El efecto era muy recomendado a estas alturas de la batalla

- Incendia din – Tau quedo envuelta en una esfera de fuego, que la rodeo por todos los flancos. Si se movia, quedaria chamuscada en un segundo.

- Srellatus – Pik, Leah, Darla y Tau quedaron cegados por el flash que les envie, logrando asi que no pudiesen lanzar rayos o invocaciones en una buena temporada

- Incendia din – Tau quedo envuelta en una esfera de fuego, que la rodeo por todos los flancos. Si se movia, quedaria chamuscada en un segundo.

- Episkey . Senti su presencia y un aire nuevo removio mi cabello suelto. Mei habia recibido mi patronus y estaba alli, firme como siempre, asistiendome en una dura y cruel batalla contra los oscuros. El efect curativo sirvio para eliminar los efectos del fuego maldito mortis que pik me habia enviado tan amablemente. Mi cuerpo se quejo, pero no me iba a rendir, no ante tanta escoria Mi deber era seguir de pie, alli, cobatiendo por mis ideales

[Darian Mcnair]

Sigo el ejemplo de mi compañera y le ordeno a mi patronus que corra al lado mio para protegerme en caso de que algún mortifago me ataque. Salimos afuera de la vivienda y nos unimos a los combatientes de afuera. Mientras llegamos, veo como ingresan a la propiedad nuevos refuerzos de los mortifagos. Decido atacar a uno y le digo a mi corpus patronus - Atacala - y el lobo sale disparado a toda velocidad para atacar a Taurogirl. Pero aun pidiendo hacer algo apunto mi varita hacia Tauro y digo - Limitate - el efecto es inmediato y ella queda limitada a unos pocos hechizos, aun podia realizara un ultimo hechizo y exclamo - Strellatus - dejando temporalmente ciegas o sin poder ver a Tauro y Leah.

 

 

Parecia que esto seria una noche interesante, ambos bandos estaban llegando a dar lo mejor de si.

[Hugo J. Haughton]

Sus ojos habían vuelto a ser impactados por un flashazo, una sensación muy desagradable que sólo podía provocar en el Haughton desagrado. Pasando de realizar ninguna cura en el acto, prefirió dejar aquello como estaba y retirarse. La situación se había descontrolado y no se veía en plenas capacidades para obrar como realmente deseaba. Con una señal hacia sus compañeros, indicó que se marchaba y se alejó lentamente hacia las lindes del terreno Tonks.

 

Una vez fuera de las lindes, giró sobre sí mismo y desapareció del lugar hacia su escondite eterno del que los fantasmas vienen y van.

 

OFF: me voy a dormir que algunos madrugamos, a la próxima os mato a todoss!!!

[Kahlan Blackthorn]

─Celerus Expectro Protego…─ sentenció dando un fuerte latigazo con su varita, desprendiéndose de la punta de esta varios zarcillos oscuros, que danzaron al mismo ritmo. Uniéndose como los anillos de una cadena de afianzaron unos a otros, adoptando la forma corpórea de un fénix oscuro, aquella criatura se colocó delante de la rubia Malfoy. Su única misión de momento era proteger a su invocadora, evitando a toda costa que cualquier ataque lanzado contra ella diera en el blanco.

─Confundus…─ pensó con fiereza volcando la mente de Darian fuera del campo de batalla, quedando a 7 metros de distancia de su objetivo. No cesaría en su afán por atacarlo y masacrarla, le enviaría directo a la zona de sanación y resucitación Fenixiana. Tal vez eso le enseñaría a mantenerse lejos de los asuntos que solo competían a los mayores, ya se haría cargo de Madeleine en otro momento. Sus orbes azul oscuro volvieron a destellar con fuerza, anunciando un nuevo ataque contra Darian, pensando con un profundo odio dio un fuerte latigazo con su varita ─Levicorpus…─ dejando colgada a dos metros en el aire a la Fenixiano, dándole el papel de objeto decorativo, no estaba demás ocuparla en otro asuntito y evitar que siguiera atacando a sus compañeros.

─Juguemos un poco, aunque al final sabes que tu terminaras perdiendo…─ asintió categóricamente. La condena y sentencia de muerte habían sido dictadas contra el joven, no había nadie dentro de ese sitio que pudiera salvarlo de morir a manos de Malfoy.

[Tauro M.]

La Líder Mortífaga terminó de atravesar los límites impuestos por los Tonks, pero cuando llegó a los jardínes, donde se llevaba a cabo la batalla, se posicionó a diez metros de cualquiera que pudiera representar un peligro para ella, de este modo se aseguraba de que nadie la tomara por sorpresa.

-Lo siento, no pretendía tardarme -dijo a cualquiera que pudiera escucharla. De entrada sabía que a su esposa no le haría ni pisca de gracia que estuviera allí, pero con todo el tumulto de la batalla ni tiempo le daría para reprocharle algo. Ella estaba en peligro, lo veía, pero debía ser inteligente y no dejarse llevar por sus emociones o seguramente saldría perdiendo. Respiró hondo para calmarse y en cuánto pudo susurró:

-Celerus Fuego Maldito Mortis -tres Thestrals de fuego surgieron de inmediato de la punta de su varita. El primero de ellos iría dirigido a Lisa poco antes de que pronunciara su Incendia Din, el segundo a Valkyria luego de esta lanzara su cantar de Eléboro y el tercero hacia Madeleine

-Absorvere -volvió a decir, la muñeca donde los magos Mei, Lisa, Darian, Madeleine y Bastian sostenían sus varitas se quebrarían, imposibilitándolos de usar hechizos que requirieran puntería, además de que debían curarse o perderían la mano.

-Expectro Protego -rugió, con fiereza. La creación de oscuridad tomó la forma de un Dragón de colacuerno húngaro adulto. El dragón se posicionó delante de ella en su forma sólida, protegiéndola de cualquier ataque que le lanzaran, además de que lanzó dos llamas, una de ellas dirigida hacia Romina y la otra hacia Valkyria nuevamente.