♥ Familia Tonks ♥ (MM B: 78211)

[Mael Blackfyre]

De momento solamente veía pasar los ataques de un lado hacia el otro. Por un lado volaban fuegos malditos y por el otro los rayos impactaban en diferentes zonas. Mi varita no sabía realmente donde apuntar pero todos mis compañeros necesitaban algo. Lo primordial era encontrar un pequeño hueco y entrar en acción, para por lo menos hacer algo.

 

— Ardius —aquel hechizo era uno de los más importantes que tenía, asi que debía usarlo. Lo complemente en voz alta junto con otro que recurrí a mis pensamientos. Enfoqué mi varita contra Leah, en medio del caos que se estaba formando a su alrededor. Rodeada por las llamas, no pude distinguir que quería hacer, pero sabía que tenía que al menos neutralizarla. Por eso que continué con un Confundus para bloquear las llamaradas demoníacas que seguramente hubieran impactado contra mi y el resto de mis compañeros. Ésta vez redireccioné mi varita contra Arya, una nueva mortífaga que parecía querer divertirse de más—. Incendia Din.

 

Las llamaradas azules explotaron a su alrededor encerrándola en una esfera completamente. No podía ver nada de lo que llegaba hacia ella, ni nada de lo que ocurría a su alrededor. Tampoco podría salir libremente. Tenía que al menos traspasar el fuego y quemarse si quería salir. No importaba el Detritus, porque aunque estuviera protegida, estaba encerrada. El calor tal vez hasta la sofocaría de a poco. Miraba para un lado y para el otro. ¿Qué más podía hacer?

 

— ¡Strellatus! —uno a uno fueron siendo afectados los chicos. Los mortífagos eran veloces y audaces, pero por lo menos había que molestarlos. Por eso que una luz tan fuerte como el sol, impactó de lleno en cuatro de ellos. La primera fue Tau y lo siguieron Arya, Pik y Juve. No podrían ver. No podrían apuntarnos. Tenían que curarse para poder ver, y era un hechizo fuerte, asi que necesitarían más que uno.

 

Di pequeños saltitos como entrando en calor. Estaba nervioso. No podía tomar a todos mis compañeros e irnos de alli. Algo tenía que hacer.

[Darla G Dumbledore]

El rubio maldijo, la tenían con querer cegarle y él no lo iba a permitir tan sencillamente, un nuevo episkey sobre sus ojos le permitió tener la visión normal. Algo cansado de la situación ordenó a su Fuego Negro que impactara en su tercer turno sobre el cuerpo de Mei, ya que había muertos y fantasmas por todos lados era hora de que hubiera uno más uniéndose al grupo que flotaba por el jardín de la Tonks.

 

Confundus, pensó haciendo que la mente de Mei se nublara y perdiera consciencia del lugar en donde estaba, no dejándola reaccionar para nada mientras ella se pensaba seriamente volver a casa a tomar un café, claro, antes de entrar recuperaría su cuerpo.

 

--Fuego Maldito --dijo haciendo que dos lobos negros surgieran de su varita, las llamaradas fueron una tras Mei y otra hacia Elvis. Aquello la tenía un poco agotada.

 

--Esto es cansador --dijo el rubio entrecerrando sus ojos verdes mientras pensaba en los ataques que había recibido

[Ellie Moody]

Cansada para volver a usar el hechizo "acelerador", decide seguir curándose. Sus compañeros hacen lo mismo, ya que repentinamente, hay demasiados Altos Rangos mortífagos en el lugar. Y sus ataques son bastantes... salvajes. Mientras observa el panorama, piensa en un episkey para sanar su muñeca derecha. Es curioso el exagerado dolor, como si más de una vez hubieran intentado golpear en el mismo lugar, pero la herida es una. Un par de lágrimas se les escapan al sentir los huesos volver a soldarse, pero no quiere quedarse "mocha". Entones vuelve a pensar en un episkey, aunque esta vez trata de curar las heridas de Fuego Maldito. Cree que son las provocadas por el Threstal, aunque no está segura ya que, bueno, tratar de leer el mapa de quemaduras sobrepuesto a sus cicatrices es muy diferente.

 

Más mortífagos llegan... pero de los suyos también.

[Goderic Slithering]

Debía atacar sino quería verse bajo complicaciones por lo que murmuró un --Cinaede-- aquel veneno mortal fue aspirado sin posibilidad de defensas por Shalyit. La mortífaga tendría que curarse pronto para despejar sus vías respiratorias o acabaría muerta. Lamentaba no tener el poder suficiente como para que su hechizo fuese más peligroso pero de todas formas era un buen plan.

 

-- Silencius -- murmuró mientras apuntaba innecesariamente hacia su objetivo.

 

El hechizo que Hades Ragnarok planeara lanzar se quedaría en solo pensamientos ya que su voz no podría salir producto del hechizo que había conjurado. Había que limitar para poder continuar con tranquilidad. Acarició con cuidado el amuleto de la resurrección que llevaba en caso de emergencias, como así llevaba todos los amuletos que había conseguido en su camino con los distintos Uzzas. Su videncia le decía que necesitaría aquellos objetos mágicos y, lamentablemente para aquella ocasión, se consideraba un buen vidente.

[Alyssa Black Triviani]

Como no podía sentarse a esperar a que sus oponentes respondieran se apresuró para crear nuevas defensas, el tiempo era crucial en aquel tipo de batallas y más valía estar preparados ante cualquier eventualidad. Se giró por un segundo hacia Pik pero una vez se cercioró de que éste estaba bien protegido volvió a concentrarse en lo suyo, sonrió embelesada pues verlo en una situación de batalla solo lo volvía más… sexy. Meneó la cabeza, no podía distraerse.

 

-Expectro Protego – masculló.

 

De su varita emergió una niebla densa y oscura que se arremolinó hasta adquirir la consistencia de un hipogrifo, el animal estaría allí para protegerla hasta próximo aviso.

 

-Fuego Negro – siseó – Fuego Negro – repitió.

 

Dos esferas de oscuridad se formaron ante ella y se elevaron hasta quedar suspendidas sobre su cabeza, donde permanecerían hasta que adquiriesen el poder suficiente como para atacar a uno de aquellos fenexianos.

[Juliens]

No hizo falta que hablaran, sus miradas se cruzaron por un segundo y ambos supieron que es lo que debían hacer. O dicho de otra forma, Valkyria supo que Bastian la necesitaba en otro lugar. En su cabeza resonó la señal de auxilio por parte de Harimau. Uno de los tigres estaba herido de gravedad y si Bastian no intervenía podía este perder la vida. Pero necesitaba la ayuda de su esposa, así de complicado era el asunto.

 

Se acercó a ella en medio de la batalla. ¿Qué más podía pasar? Hizo una prohibición de atacar usando la daga que previamente había invocado (no había problema alguno en tener la varita y la daga en su mano izquierda)

 

--Yo juro no atacar -- dijo, vinculando aquella prohibición a Tauro.

 

Pensó en un episkey curando la herida de Valkyria causada por el Expecto Protego invocado por Tauro

 

Pensó en el Haz de la Noche y un portal mágico apareció delante de ellos. Bastian y Valkyria desaparecieron al atravesar el portal.

 

 

[Ky.]

Nathalu iba a nobrar a Leah como su protectora, miro entrar derrepente a su padre, a su futura madre y a la persona que mas admiraba. Su lider Mortifaga. La garra había hecho acto de presencia. Por lo que trato de dar lo mejor de ella para que se sintiera un poc orgullosa de ella.

 

Cuando la rubia escucho al mago (Elvis) lanzar su segundo hechizo se apresuro y antes de que este lanzara el strellatus ella se apresuro a decir

 

-Silencius

 

De la boca del mago no iba a salir palabra alguna, casi al mismo tiempo que un gas producto de un Cinaede entraba por su aparato Respiratorio.

 

-Anapneo

 

De inmediato las molestias de aquel gas, dejaron de ser un problema para sus vias respiratorias.

[Arya Macnair]

—¡Sectusempra!

 

Justo antes de que Madeleine realizara su última curación Macnair alza su varita encolerizada hacia su dirección, podía verle solo la espalda y eso hacía que se sintiera deshonesta pero tampoco podría gritarle para alertar su siguiente movimiento. Tan rápido como el ataque anterior había sido certero el rayo carmesí impacta entre los omóplatos de Madeleine justo cuando ésta se cura las quemaduras de un fuego maldito haciendo sin más que caiga al suelo con los ojos abiertos y soltando el último de sus alientos. En ese instante siente pena, su ceño se frunce y un nudo la ahoga, siente ganas de llorar pero esas propias ganas la vuelven fuerte y sintiendo un duro corte en su interior comprende que por fin logró erradicar la conexión que la unía a su compañera de contiendas, por fin la dejaba atrás.

 

—¡Sectusempra!

 

Y se acababa el juego para ella. Sin dejar de apuntar a Madeleine limpió su nariz con el dorso de la zurda notando que sangraba, nunca se había curado correctamente de su última caída amén de recibir los cuidados intensivos en LAIC por lo que aquel esfuerzo le estaba suponiendo demasiado. De repente sintió demasiado calor, al ver hacia su alrededor las llamaradas casi la superarían en altura pero no podían herirla debido al detritus, trataría de soportar el sofoco, no sabía por cuanto más pero estaba ilesa. Solo esperaba ver caer a Madeleine.

[Pik Macnair]

Pik fijó la vista en Elvis, un miembro de la Orden del Fénix que llegó poco después que él. Su intención era atacar, pero el Macnair era mucho más rápido que él y era momento de empezar a asesinar fenixianos. Alzó su arma contra él e hizo un amplio movimiento con la varita.

—Expelliermus Mortis —el rayo rojizo cruzó la distancia que separaba a ambos e impactó en el arma de Elvis antes de realizar el Incedian Din, haciendo que su varita volara cinco metros a al derecha. Alyssa debía seguirlo y buscar la varita para que de esta manera Elvis muriera tras su siguiente hechizo. Lo apuntó nuevamente y bastó con un hechizo para robarle la vida.

—Morisoseo Ánima —invocó el hechizo más potente que tenía, haciendo surgir de su arma un aura de cráneos fantasmales que impactaron directamente en el pecho de Elvis hasta robarle la vida al fenixiano. Sin su varita poca cosa podía hacer, por lo que era cuestión de tiempo para que muriera.

[Romina Black Lestrange]

—¡Confundus!— exclamó. El hechizo iba dirigido a Pik, por lo que seguramente en cuestión de segundos entraría en un estado de desorientación y confusión, lo que lo haría perder tiempo y, por consiguiente, le imposibilitaría lanzar un hechizo. <<Episkey>> pensó al fin y por última vez para sanar por completo las quemaduras causadas por el fuego negro enviado por Darla. Ya se sentía mucho mejor, y estaba dispuesta a atacar o defender en caso de que fuera necesario.

 

Al notar que una de sus compañeras necesitaba ayuda, no dudo ni un segundo en ayudar, por lo que rápidamente pensó un <<Episkey>> al tiempo que apuntaba con su varita en dirección a Maddeleine para curar el Fuego Maldito Mortis enviado por Pik.