Chateau Dumbledore (MM B: 78647)

[Albus Renaldi Macnair]

El abrazo de Idylla me sorprendió y fue en ese momento cuándo noté que también abrazaba a Danny, aquél joven lobo que había llegado a ver en la boda de mi madre. Idylla me entregó un regalo muy lindo, un cáliz antíguo con más peso del debido, tal cómo me gustaban las cosas.

 

-Mil gracias pequeña! Me encanta, ya podré beber la sangre de mis enemigos con más estilo.- Besé su frente y agradecí nuevamente con una reverencia. Escuché su pregunta pero había localizado a mi pequeña dama, por lo que decidí que lo indicado sería dejarlos solos, suponía que algo tenían aquellos 2. -Jovencitos, deberán disculparme, debo encontrar a mi pequeña dama.-

 

Me despedí de ellos con una sonrisa y caminé en camino a Maida con el cáliz en una mano y la rosa dorada en la otra. Nos encontramos de frente y sus lindos ojos azules desnudaron mi alma con un sólo vistazo. -Te ves hermosa hoy, más que de costumbre... Y te traje algo.- ofrecí la pequeña rosa dorada viendo a la brujita a los ojos.

 

-Espero te guste pequeña.- Besé su cabeza y espere a que tomara la pequeña rosa para poder abrazarla. -¿Tienes mucho aquí? Justo ahora me di cuenta que ya estabas aquí cariño.- Acomodé mis ropas y mi relamido cabello de plata esperando alguna palabra de su parte.

 

@@Danny Lestrange

 

@@Idylla Macnair T.

 

@@Maida Black Yaxley

[Idylla Macnair T.]

Sin duda era una fiesta muy movida, en realidad hacía tiempo que no visitaba a sus amigos y conocidos en aquellas épocas. Por lo que verlos le daba un gusto tremendo, así que sonrio a Albus cuando miro que su regalo le había gustado.

 

Estaba a punto de decir algo cuando, con bastante apuro se escabulló entre la gente dejando a @@Danny Lestrange y a ella solos, hacia tiempo que ese enamoramiento que ella tuvo con el chico quedaba en el pasado, por lo que ahora podía platicar más agusto con el de lo que fuera.

 

-Bueno, supongo que nos dejó solos. Espero te guste mi regalo de cumpleaños, en realidad no se mucho de tus gustos, así que solo pude improvisar- comento la chica, poniendo atención a que pudiera leerle los labios. Tomo una de las bebidas de una bandeja que traía un elfo doméstico y le dio un largo trago, dándose cuenta demasiado tarde que el chico había tenido compañía todo aquel tiempo.

 

-Pero que grosera soy- le extendió la mano al caballero que estaba frente a ellos -hola soy Idylla Macnair- sonrio la chica esperando la respuesta de el @@Syrius McGonagall .

 

Mientras hacían esto, pudo vislumbrar un rostro muy particular, dando un ligero respiro cuando lo ubico por completo. Ahí en entre la gente se encontraba @@David James Dumbledore y mientras lo veía de nuevo comenzó a ruborizarse al extremo. Después de haberlo visto sin camisa aquella ves que se conocieron, ahora solo pensaba cosas muy pecaminosas de el y varios líquidos que podría verter por esos abdominales. Regresando a la realidad, sacudió la cabeza y esperó que los chicos que estaban con ella no se hubieran percatado de su distracción.

[Ada Camille Dumbledore]

La noche prometía, me había emocionado de ver personas que hacía apreciaba y la verdad ver a mis hermanas, mi hermana y mi amigo felices junto a mi celebrando nuestro cumpleaños me emocionaba. No era muy afín a celebrar mi cumpleaños pero junto a ellos me había encantado.

 

El caballero @@Kaiser Lord Pilu me estrecho la mano muy amablemente y la puso en su frente, su máscara era tan singular que la observe de más, era una de aquellas de la época de la peste. Sonreí ante sus palabras.

 

-No hay mejor regalo señor Pilu, una amistad algo que posee un valor más allá del dinero, bueno debo dejarlo por ahora, pero después espero charlar con usted acompañados de un buen vodka. Lo dejo en la mejor compañía, mi hermaba es excelente bailarina y una maravillosa compañia

 

Me aparte después de besar las mejillas de mi hermana y tocar en el brazo a @Vegueta. Logré ver a @@taison logan greyback, quien se veia guapo y galante con su traje blanco y una máscara sencilla, lo salude con besos en las mejillas y un sentido abrazo.

 

-Que bueno que te animaste a bajar a la fiesta, me alegra que decidieras bajar, James estará bien cuidado por eso no debes apurarte. Por aquí esta Lady con unos amigos si quieres charlar es un grupo muy agradable y por allá están Danny y el señor Leonid es muy amable y es Ruso, la verdad quiero charlar con él, te va agradar.

 

Comente con emoción, tomé su mano con cariño.

 

-ve socializa y tomate una buena copa es día de celebración, iré a atender a algunas personas que no he saludado y voy a empezar el juego del laberinto.

 

Me despedi con la mano y fui casi a la entrada del jardín, donde había un caballero, había llegado hace tiempo pero no había sino tomado una copa. Por estar mirándolo me tropecé y fui a caer casi en las piernas de un mago @@Arcanus que estaba sentado. La máscara se me cayó al suelo, moría de vergüenza esperaba nadie lo hubiera visto.

 

-discúlpeme señor, estaba distraída, está usted bien?

 

Sonreí sonrojada

Editado 15 de Enero del 2021 por Ada Camille Dumbledore

[Invitado Arcanus]

El joven observaba pensativo toda la escena. La gente estaba disfrutando la fiesta, pero él estaba un poco raro. No es que no apreciara el gran esfuerzo que hizo la familia por ofrecer una fiesta de esas características, era solo que no era muy asiduo a las celebraciones. Siempre había sido una persona un tanto solitaria y los lugares donde habían muchas personas le provocaban algo de ansiedad. Tal vez si sus amigos de antaño estuvieran allí, las cosas serían un poco más fáciles.

 

Absorto en sus pensamientos, no se dio cuenta que una bellisima joven estaba por chocar con él. Afortunadamente sus reflejos aún seguían intactos y pudo sujetarla cuando ella tropezó para que no cayera al suelo. Sin embargo, la máscara dejó su rostro al descubierto y por un instánte se le detuvo el corazón.

 

- ¿Selene? - Susurró luego de escuchar la disculpa de aquella hermosa joven. No... Sus ojos eran de un color azul zafiro, los de Selene eran púrpuras. Sin embargo el parecido era sorprendente.

 

- Disculpe, la confundí con otra persona. Estoy bien no se preocupe. - Exclamó poniéndose de pie para hacer una gracil reverencia. - Arcanus, a su servicio. Espero que no se haya lastimado, aunque por suerte pude amortiguar su caída. - Exclamó con una cordial sonrisa en el rostro.

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba totalmente avergonzada por andar mirando quien y donde y que todo andará bien tenía que haberme tropezado con un invitado, el caballero muy atento me había sujetado para que no cayera, pero mi torpeza había sido demasiado grande.

 

-Lo siento mucho de verdad... ¿Conoce a mi madre?

 

La sorpresa en mi rostro no dio espera, acompañada de mis mejillas rojas de vergüenza por haberlo lastimado. Lo mire inquisitiva, pues a través de la máscara no podía verlo, pero tampoco reconocía sus facciones fuera de ella, sus labios ni su mentón. Estaba siendo grosera de nuevo con el mago.

 

-discúlpeme usted, mucho gusto soy Camille... Ada Camille Dumbledore -Le ofrezcí la mano para estrecharsela, mientras que la intriga de quien era @@Arcanus me llenaba de curiosidad-Veo que no esta tomando nada, acompañeme a las mesas para que escoja un trago por favor

 

Recogí mi antifaz del piso y lo coloque de nuevo en mi rostro arreglando mi cabello, varias flores rojas del decorado de mi cabello cayeron al suelo, blanquee los ojos al no haber tenido cuidado con el cabello. Caminamos juntos hasta las mesas donde estaban dispuestas las copas de diferentes licores

 

-por fsvor sírvase, yo debo atender a alguien más y hacer un anuncio pero más adelante espero charlas con usted

 

Tomé de la mesa dos copas y fui directo hacia donde estaba un caballero de corte italiano, si no me equivocaba(@@Shelle Katerina Gryffindor), su porte, sus labios, esos ojos como dejar de verlos si eran tan penetrantes con esa mirada. No era ajena a un hombre guapo, camine justo hasta el con una gran sonrisa.

 

- Bonne nuit monsieur, espero este disfrutando de la velada, me atreví a traerle esta copa de vino porque veo que la suya ya esta vacía, espero poder cruzar unas palabras y talvez un baile con usted. Debo retirarme, disculpe.

 

Camine despacio asegurándome que viera mi cuerpo al caminar y se deleitara con él, como buena Francesa las artes de la conquista eran parte de mi.

 

Fui hasta la entrada del laberinto, era momento de un anunció.

 

¡SONORUS! Buenas noches queridos invitados, quiero que por favor se acerquen aquí a la entrada del laberinto, explicaré el juego que haremos.

 

Sonreí con picardia

 

-Este laberinto tiene varios caminos, solo dos logran llegar hasta el Le Petit Chateau un pequeño palacio en medio del laberinto, allí está esperándonos el gran salón de baile, con la majestuosa cena que tenemos preparada para la recepción. Pero para llegar hasta allí deberemos jugar... Las damas entraremos primero que los caballeros buscando el camino hasta el salón. Dos minutos después partirán los caballeros y deberán alcanzar a la dama de su predilección y ella les concederá como premio un beso y su primer pieza de baile. Ahora es momento del juego. Cuando la elfina suene la campanilla, será momento de partir

 

Lance una mirada al público e invite a las damas que se acercaran a la salida, ojalá todos nos diviertieran jugando.

[Invitado Arcanus]

La joven aun parecía muy contrariada por el pequeño accidente que en realidad no había sido nada más que un solo tropiezo y eso hizo sonreír a Arcanus. Quería tranquilizarla pero las palabras no salían de su boca. En parte porque hacía mucho que no tenía una conversación con otra persona, y porque en realidad estaba obnubilado por su belleza. De repente, tras las palabra de ella, supo que se trataba de la hija de Selente. Tendría que haberse dado cuenta ya que el parecido era muy grande a pesar de que sus ojos y cabello eran de distintos colores. Se sorprendió un poco pero en seguida contestó.

 

- Si la conozco. Diriía que somos muy viejos amigos. Es un placer conocerte Ada - Exclamó mientras sujetaba con delicadeza la mano de la chica y la besaba cortesmente. Entonces ambos se dirigieron hacia donde estaban las bebidas. Muy amablemente ella le ofreció algo y él lo aceptó, más por compromiso que por tener sed. Entonces, así como había llegado, ella se fue.

 

Arcanus tenía ganas de detenerla, de quedarse a hablar un poco más con ella, pero debía ser comprensivo, dado que era la agasajada y todos querrían estar con ella. Además, según había oído, también habría una especie de juego. Los minutos transcurrían amenamente, por suerte era una fiesta tranquila. Arcanus veía pasar diferentes personas, obviamente sin saber de quienes se trataba ya que todos llevaban su máscara puesta. Luego de un rato, volvió a ver a la joven Ada explicando las reglas del laberinto.

 

El joven se levantó lentamente de su asiento y comenzó a prestar atención. Le agradaba el hecho de que hubiera algo asi como una competencia. Tal vez si lo hacía podría tener más tiempo con Ada y ella no podría escaparse con la excusa de tener que atender a los otros invitados. Además, ¿Qué obstaculos podría haber? Él era un mago muy hábil para todo lo que tenía que ver con duelos, por lo que enfrentarse a alguien más no era un problema. Se quitó la máscara y se acercó hacia la linea de salida. Lo tenía claro, Ada sería su presa.

[Dana Gryffindor]

El tano se mantenía paciente, sentado en la butaca frente a la barra, conservando su buen porte y manteniéndose al margen de aquella fiesta de máscaras.

 

Las risas y conversaciones inundaban sus oídos y el mercenario no deseaba otra cosa más que salir cuánto antes de allí, pero sabía que su jefa estaba en fuga por la muerte de su propio padre y la Gryffindor le había encargado ser sus ojos all.

 

Le había pedido que hiciera contacto con la anfitriona de la fiesta pero que no la besara ni tampoco la asesinara ¿Acaso pensó que me metería en ese juego de niños para besar a una mujer? Sin embargo sería un momento oportuno para apartarla por unos momentos y darle el mensaje que Shelle tenía para ella.

 

Sin embargo había otra persona allí que llamó su atención, uno de los invitados había pasado cerca de él con su acento ruso.

 

-Comunistas- escupió el italiano por lo bajo al tiempo que una hermosa dama enmascarada se presentaba con una copa de vino.

 

Francesa ¿Sería ella? Su cabello rubio, su delicadeza, la periodista le había comentado que la voz de la Dumbledore era dulce y cantarina y esta señorita tenía una voz digna de ángeles.

 

El tano observó el delicado brazo desnudo de la joven e imaginó el filo de su hoja deslizándose

En él, provocando un corte limpio, la perfección de su piel lo estaba excitando pero recordó aquella amenaza: "no le hagas daño".

 

-Grazzie- murmuró el tano al recibir la copa -espero que pueda dedicarme unos minutos l

luego, señorina.

 

 

La mujer se marchó para anunciar el juego que acontecía, los ojos del italiano se situaron en las de un hombre que la observaba con demasiado sostén ¿acaso debía librarme de aquel obstáculo? O simplemente dejarlos e ir por el ruso...

 

 

 

Off: ainis, Rol con el celu ni sé como saldrá! @@Arcanus pelea a muerte con cuchillos? jaja te mando saludos

[Darla G Dumbledore]

 

El jardín se había ido llenando de gente y la Potter Black había aprovechado ello para intentar mantenerse lo más al margen posible. Había dejado charlando a Ela Karoline con el joven Black, pero sin descuidar lo que ocurría a su alrededor y entre ellos, aún no sabía por qué había adoptado esa postura protectora. Quizás porque en medio de todo ese mundo se gente era a los únicos de su bando que reconocía o tal vez porque sabía que su prometido había apreciado grandemente a la prima de Ela.

 

Darla escuchó de pronto el sonorus de su cuñada y cuando ésta explicó el juego que pretendía. ¿Lo bueno? Pensaba recurrir a sus conocimientos del control corporal de su clan para atravesar el laberinto lo más pronto posible. No tenía idea de por qué pensaba la bruja que aquello era diversión para algunos. Ella no creía que nadie pudiera querer un beso suyo pero tampoco tenía deseos de averiguarlo.

 

Más que acercarse al ingreso del laberinto intentó mantenerse en un rincón alejada pero estaba segura, por la forma en que se había movido Ada entre los invitados, que ella no se dejaría engañar. La vampiresa cruzó los brazos sobre su vestido blanco y se mantuvo atenta, observando a su alrededor, estaba segura de que algo iba a ocurrir pero no lograba terminar de definir qué es lo que su intuición le indicaba.

[Adrian Wild]

Que todo pasara y, en el fondo, nada cambiase. Aquella era la sensación que me transmitía siempre mi hermana. Definitivamente, había tenido mucha suerte de encontrar la Potter Black cuando pensaba que la sociedad mágica de Londres ya no era mi lugar.

 

— ¿Modificarlo? De ninguna manera —dije contemplando con una sonrisa divertida el antifaz infantil que la pelivioleta había rescatado del interior de su capa—, será todo un honor llevar la increíble máscara de mi sobrino —Noté entonces que su mirada encerraba algo más, así que me pegué un poco más a ella para mirarla muy de cerca—. Está todo bien. Sólo necesitaba... Alejarme, ya sabes.

 

Permití que el aire a nuestro alrededor se condensara sólo los segundos que duraron mis palabras. Inmediatamente, me puse la máscara teniendo que estirar al máximo la cinta elástica y esta quedó completamente prieta a mi cabeza. Podía sentir que apenas me cubría la zona de los ojos y la nariz, sobresaliendo por los laterales el resto de mi cara. Miré al frente y amplié mi sonrisa, en expresión casi bobalicona.

 

— Bueno, quizá unos ajustes de tamaño no vendrían mal... —le pedí, confiando en su total destreza con la varita.

 

A ver, seamos sinceros, no confiaba del todo, pero tenía el conocimiento mágico de la payasa en una gran estima como para dudar de si podía modificar el tamaño de un antifaz para que se ajustara cómodamente a mi cabeza. Volví a mirar en la dirección donde momentos antes había visto a Ada con otros tres hombres, pero la muchacha ya no estaba con ellos. El panorama parecía haber cambiado, pero crucé la mirada con uno de los chicos, precisamente con aquel que me resultaba familiar.

 

— Por cierto —empecé a decirle a mi hermana, arrastrando todavía la vista desde aquel chico hasta ella—, ¿a quién buscabas? Ahora que ya no es tan fácil reconocerme —«Aunque seguro que no paso desapercibido con este antifaz», pensé, observando el entorno que, si ya de por sí se me hacía desconocido, con tanta máscara me era imposible reconocer mucho— podría ser buen momento para saludar o...

 

Se nos habían adelantado, por lo visto. De entre algunos de los invitados aparecieron tres mujeres que se nos acercaron directamente. La del medio, que tenía a cada una de las otras dos muchachas enganchadas de cada brazo, saludó a Sagitas muy cortésmente. Cuando se giró para saludarme, la reconocí al instante. Había personas que no olvidaba nunca, y menos a ella, que no había cambiado el más mínimo ápice; ni siquiera envejecido. Lo que sí había olvidado, aunque en seguida deduje, era que compartíamos condición.

 

— Por lo que veo, no me recuerdas, prima —dije levantándome la máscara para que fuera más fácil reconocerme—. Tranquila, no es tu culpa, desparecí por mucho tiempo... Demasiado, me temo —Sentí una pequeña punzada. A fin de cuentas, quizá mi madre no había sido la única que había abandonado a la familia. Traté de evitar que aquel sentimiento me embargase, y miré alternativamente a las otras dos muchachas—. ¿Y quiénes son estas dos señoritas? Justo le comentaba a Sagitas que era un buen momento para dar una vuelta y socializar cuando...

 

Otra interrupción. Ada, postrada junto a la entrada del gran laberinto que había podido ver desde mi habitación, cortó mis palabras, anunciando a todos los presentes el propósito para el que este había sido preparado: un juego, una competición en la que las mujeres saldrían con ventaja y los hombres deberían perseguirlas en una suerte de cortejo o algo similar. Giré lentamente la cabeza para encontrar de nuevo los ojos de mi hermana. Los míos estaban llenos de incredulidad. Hasta para mí, que había vivido épocas donde aquel tipo de "juegos" eran de lo más frecuentes y había sido partícipe de ellos, aquello sobrepasaba mis esfuerzos por mantenerme actualizado con los nuevos tiempos. «No seas reacio, es sólo por hacer algo divertido», me dije, reprochando mis prejuicios.

 

— Bueno... Pues al final lo que va a ser es un buen momento para recibir un besito, ¿no? —comenté, conteniendo un poco la sonrisa y girando la vista hacia mi hermana—. ¿Quién será el afortunado en robarle un beso a la gran Sagitas Potter Blue, Ministra de Magia? —dije en tono ceremonioso—. Por cierto —bajé un poco la voz antes de seguir—, ¿qué tal Jack, dónde está?

 

 

@@Sagitas Potter Blue

@@Ada Camille Dumbledore había pasado por alto tu rol, lo siento T_T Edición hecha.

Editado 17 de Enero del 2021 por Adrian Wild

[Thoth]

Un portal se comenzó a crear en ese hogar donde era infestado por los sangre sucias, allí del mismo comenzó a salir un Fénix de Hielo creado por el Hielo del Averno el mismo se movía con gracia al ser convertido en un horrocrux por el mago tenebroso, infundiendo su alma, vinculándose con este, lo cual le permitió tener vida, volar, ver y escuchar todo lo que allí se digiere. Este llevaba en sus garras tres presentes, por lo que comenzó a sobrevolar esa instancia. Y al estar esa criatura se cierra el portal. En primer lugar fue a buscar @@Adrian Wild , al mismo le entregaría una poción multijugos y el mapa del castillo Dumbledore propiedad del mago que se la llevaba. En aquella poción tenía el cabello de Lucia Riddle, por lo que al beberlo hablaría como ella y se vería como ésta. Al entregarlo a ese mago, el ave se marcha.

En su segunda entrega buscaría @@ada Camile Dumbledore, a ella le entregaría una carta. Esta no podía ser controlado por algún mago o bruja, por lo que ningún hechizo con la misma sería fácil detenerla, no tenía conciencia por lo que no la podrían confundir. Y si le lanza a fuego, no sería facial destruir, se encontraba creada por las almas. Sin embargo, ella llegaría a su fin, y en caso que alguien se opusiera en su camino le atacará con un rayo de hielo, pues el mago en su interior había colocado un insecto, tan pequeño, y volviendole otro horrocrux y dotándolo con el poder del Averno.

Y cuando entrego ese segundo presente, el ave toma vuelo finalmente con el mago más pequeño, allí, busca a @@Danny Lestrange . Y cuando lo consigue le entrega el último presente. Pero cuando termina su misión, el ave se marcha, pero ese insecto deja caer algunos copos de nieve, los cuales se desprende del pico del ave. A la distancia este ser se marcha a un rumbo desconocido. Y finalmente se pierde volando en el horizonte. En ese lugar desconocido el mago crea un portal, el ave lo atraviesa y regresa nuevamente con su invocador. Este portal se cierra, y nadie más aparte del ave se encontraba allí. El mago al ver a su criatura la conduce con las otras marionetas.

Editado 17 de Enero del 2021 por Azrael Licaón