La Marca Tenebrosa ~ Mansión Riddle ~

[Sagitas E. Potter Blue]

Apuré la copa demasiado pronto, aún antes de que empezaran a llegar los compañeros que habíamos citado. Yo no soy buena aguantando el alcohol, lo sabía de siempre, pero pedir una limonada seguro que me haría recibir alguna mirada de reproche de los organizadores, o cuando menos alguna sonrisa despreciativa por no saber beber. Así que, tras un suspiro de aceptación, levanté la mano a uno de los elfos que deambulaban entre las mesas y le pedí otra. Ésta tendría que durarme mucho más. Aquello era una gala seria y sofisticada, no podía arruinarla con la reacción a la cantidad de bebida ingerida.

Me llegó la copa y el elfo se llevó la vacía. Sólo la toqueteé, sin decidirme a beber de momento. En la tarima del escenario, veía que Ada se movía con mucha naturalidad. Tal vez fuera buena idea contratarla para el Circo. Volví a acariciar la copa cuando vi llegar a Malum. Me dejó con la boca abierta. ¿Por qué todas habían llegado tan elegantes, con vestidos dignos de reinas y cargos así de honrosos? Elevé la barbilla en un tono orgulloso: no sería Reina, Regente o Primera Ministra, pero era una payasa a toda honra, me era igual que los demás no me vieran así (o tal vez era yo la que pensaba que no me veían como ellas). Suspiré nuevamente y arrimé los labios a la copa. Sólo los mojé y volví a dejar la copa en la mesa.

-- ¿Por qué me he quedado sola? -- protesté al aire. La tentación de apurar la copa era muy grande. La alejé de mis dedos.  -- Grité a @ Mael Blackfyre , sí, lo sé, soy algo chillona y eso no es muy decoroso. -- Mael, ¿cómo podemos saber cuántos han llegado hasta la puerta y no han muerto?

Esperaba que pasaran la prueba sin más, que no tuviéramos bajas. Aunque si las teníamos eran porque las serpientes les consideraban no aptos para el bando. Y ellas nunca se equivocaban, desde el tiempo de los primeros líderes.

[Xell Vladimir Potter Black]

Aunque había ido más de mil veces a la mansión Riddle, ahora sentí que algo no era igual. Miré a mi alrededor y vi normalidad entre los que allá esperaban para entrar. La imagen de edificación destrozada por las bombas, escombros y rocas troceadas eran una visión extraña que escondían en realidad la gran casa de los Ridley. Al pasar por el arco de madera, todo cambiaría y podríamos ver cómo era en realidad. Como calzaba de forma cómoda, corrí hacia  la puerta al momento de ver que alguien más  pasaba. Aquí noté algo más, fue como si desapareciera y el portal quedara libre para mi entrada, de manera que no coincidía con él. Aunque inusual, aún no capté el peligro.

Al pasar por el arco de madera oscura, escoltada por las dos serpientes de mármol, la marca de mii piel ardió como siempre. Sin embargo, no pude entrar. Al instante, las dos serpientes se movieron y, aunque quise tirarme hacia atrás, en un instinto de supervivencia, no pude. Fue como si me sujetaran las dos. Sus colmillos se clavaron en mi piel, de forma que varias gotas de sangre salieron de las heridas y gotearon hacia el suelo.

Así, el miedo inundó mi corazón y supe que, como había pensado, era una trampa que habían montado los dos Lugartenientes, Sagitas y Mael, para deshacerse de nosotros, los mortífagos. O eso o cualquiera que fuera el motivo, sí, todos íbamos a caer en la trampa y ser abaditos. Debía salir de allá. Debía retroceder y huir. Pero... ¿Cómo deshacerme de las serpientes y conseguir llegar a tiempo a tomar un antídoto?

- En el circo -pensé, - allá tenemos antídotos para todos los animales.

Entonces, ¿huía o me enfrentaba a las serpientes? ¿Qué debía hacer? ¿Cuál sería  la acción correcta?

 

PUZZLE: https://i.imgur.com/LlsoGOk.png

 

 

 

[Mefistófeles Evil.]

De a poco sentía que mi brazo empezaba a amortiguarse debido a la falta de circulación, cada vez aquel hermoso reptil me prensaba y aquello me empezaba a inquietar poco a poco, esta experiencia era nueva, era un comportamiento distinto, si bien siempre al verlas imponían respeto y cierto temor, jamás habían interactuado conmigo de esa extraña manera.

Con delicadeza traté de alejar a la víbora con delicadeza y sumo cuidado, lo que menos quería es que se ponga a alerta y se porte aún más agresiva, pero el momento el que lo intenté su hermana trató de morderme, si no era porque mi agilidad en ese momento, ahora tendría ese veneno circulado por todo el cuerpo, era un veneno sumamente rápido a más de ser doloroso en extremo.

No había nadie cerca para pedir ayuda, ni quien me apoye para tratar de alejar a las serpientes, tanto la que apretaba mi brazo como la que me miraba de cerca desafiante protegiendo a su compañera. El dolor comenzó a ser mucho mas intenso, dejó de ser un juego para mi, en ese momento fue que por primera vez vi que mi vida estaba en peligro y que si no actuaba con inteligencia sería lo último que haría.

No podía utilizar mi varita ya que la otra que me observaba esta pendiente de cada uno de mis movimientos, si daba un paso en falso esos colmillos iban directo a mi cuello, esos terminaría rápido con todo pero no era la mejor de las alternativas. Moví mi mano libre hacia la sierpe que me observaba y me di cuenta de algo, mientras más acercaba mi mano la otra disminuía su presión, fue entonces que descubrí que era lo que ocurría con esa locura.

Tenía que dar una ofrenda y prueba de valentía ante el símbolo que representa la serpiente en nuestra agrupación, así que sin más remedio y confiando que mi suposición era la correcta aproxime la mano hacia el ofidio más amenazante quien al ver mi proximidad se enroscó su cuerpo y abrió su boca completamente, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al saber que llegaba lo inevitable, fueron segundos y entonces...Sentí el dolor más fuerte que jamás he sentido a lo largo de mi vida.

[Mica Gryffindor]

No se detuvo demasiado tiempo junto a Mael, a fin de cuentas, su objetivo en ese momento estaba más bien en que noten su presencia y cuenten con ella para ayudar. Creyó ver que Sagitas estaba algo nerviosa, observando a Ada y brindando hacia la joven. Parecía estar un tanto incómoda, supuso que por la presión que sentiría sobre sus hombros al tener que encargarse de tantas cosas. Admiraba a la bruja, bueno, a ella y a Mael, ambos se habían encargado del grupo de tal modo que algunos mortífagos ni siquiera habían notado la desaparición de la líder. Habían hecho un gran trabajo, cada cual a su estilo.

Desde donde estaban no podían ver a quiénes llegaban, de hecho, no lograban saber si había gente al otro lado de las puertas. Ada estaría mejor posicionada para verlos, desde aquella tarima desde donde presentarían las diferentes categorías. La joven Dumbledore lucía fantástica con aquel vestido, al igual que Malum, su vestido era impresionante.

Notó que un elfo acercaba otra copa a Sagitas, fue lo que terminó de animarla a acercarse a la pelivioleta, justo al momento que gritaba a Mael respecto a cómo saber si había gente al otro lado de la puerta.

-Si quieres, podemos acercarnos a dar un vistazo… -sugirió. Un elfo pasaba cerca con una bandeja, de la cual la castaña tomó una copa mientras se acercaba. -¿Nos quedamos cerca de las puertas y nos aseguramos de que cada quién tome su antídoto? -propuse, para calmar ansiedades.

@ Sagitas E. Potter Blue

[Xell Vladimir Potter Black]

El miedo a las serpientes viene de hace mucho tiempo en mi infancia; en mi mente, ver a aquellos dos ofidios enroscándose en mi cuerpo me hizo recordar la vez que una lagartija gigante se tumbó al sol conmigo, en el jardín. Yo era pequeña y grite de pavor, sirva de escusa que siendo tan niña, aquel lagartijo parecía un gigante. El tacto viscoso de estas dos serpientes en mi piel trajo a mi mente aquel suceso y quise gritar tanto como aquel día, huir, correr e incluso usar la Desaparición para no volver nunca más a la mansión.

Pero ahora ya soy una persona adulta, por lo que tome aire e intenté dominar el miedo. Había hecho lo mismo en Parsel, aunque entonces estuve acompañada de mi tía Hayame y eso ayudó mucho.

- sssshhhsss ssshshs sssh - susurré a las serpientes, algo así a "quiero pasar al interior".

Ellas me contestaron y creo que dijeron algo parecido a "no eres apta para entrar". Sentí escozor y dolor a la vez, debido a la mordida de cada una y al veneno fluyendo por mis venas.

Me sentí morir. Lo mejor o lo más razonable era salir en busca de ayuda, tal vez me diera tiempo de llegar al Hospital de San Mucho o a la Clínica de la tía Hayame. A punto de hacerlo, una idea se forjó en mi cabeza: huir es de cobardes fenixianos, yo era mortifaga y no lo iba a hacer. Así que moví los brazos con vehemencia para afirmar mi avance.

- ¡Merezco entrar porque soy mortifaga de corazón. Tengo un tatuaje de bando y otro de clan. Soy IX Chel con la máscara verde. ¡Tengo todo el derecho a entrar aquí!

Sentí el hormigueo en el brazo izquierdo, como si fuera a sufrir un infarto. De repente, la presión en mi cuerpo desapareció y abrí los ojos, algo borrosos. La puerta estaba abierta y se veía una lustrosa alfombra verde, con elfos que ofrecían copas con un líquido de color de miel. Tomé una con pulso tembloroso y la apuré.

El sabor era agrio, aunque me hizo sentir bien al instante. Seguro que era el antídoto del veneno de serpientes. Avancé sin seguridad al principio, después con más vigor hasta llegar a la pancarta. Y allá estaban los dos, entre otras personas de la organización, bebiendo entre ellos.

- Es como me imaginé, unos brutos. Sólo a los dos lugartenientes se les ocurre una entrada tan maléfica.

Eso sí, esta gala iba a ser inolvidable.

[Anthony R. Dracony M.]

Unas semanas antes...

Era tal vez una imprudencia... cierto, pero igual lo hizo. la consecuencia fue recibir un zarpazo sobre el torso, la herida fue de sumo cuidado, así que Ryvak acudió a su amigo Azrael, un medimago que conoce bien como lidiar con diversidad de venenos... la convalecencia fue larga, solo esperaba recuperarse para aparecerse de nueva cuenta por aquellos lugares donde suele entretenerse...

Cuando su aspecto mejoro lo suficiente, Anthony volvió al lado de sus compañeros, no dijo nada de donde estuvo y el problema grave por el que paso y salió librado de "suerte" como si la muerte solo le "guiño el ojo" de lo que pasaría en un futuro.... Dracony no se inmuto por aquella advertencia mortal, lo que le preocupaba, era estar ahí, con el Bando y los compañeros que estima a su modo personal... nada que revele su verdadero sentir, no confiaba su andar personal a nadie, solo se centra en ser un colaborador entusiasta y que inspirara confianza.

Hubo muchas preguntas por esa ausencia injustificada pero él se concentro en el trabajo, no aclaró dudas, eso tal vez más adelante lo haría, en puerta está la esperada Gala anual... un evento en el que con mucho entusiasmo se involucro y será una realidad muy pronto.

El día de la Gala

De nuevo tengo un ligero conflicto con escoger mi vestimenta. de reojo observo el traje verde y negro que Jerard a preparado tan diligentemente... lo miro unos segundos, es un hermoso color que me encanta, pero... mis labios delgados se fruncen... quisiera no usarlo porque quiero pasar por solo un integrante más, sin dar a conocer mi verdadera identidad. Tomo del guardarropa otro traje en combinación con azul y violeta... combina con la cabellera azul que uso como "Flagelo"...

 

Mis ojos miel miran mi silueta frente al espejo, veo aquel destello rojizo cruzar por ellos... mal augurio... el odio me ha conducido al grupo y sin deseo de relacionarme, cubro mi rostro con la máscara de cobre, también arreglo la cabellera azul, orgulloso de ser hijo de una Malfoy, la máscara de cobre y la cabellera azul, ocultan todo rasgo personal, usando el poder Uzza, creo un portal mágico que me lleva sin problema a la cercanía de la mansión.

De lejos observo la entrada... es temprano todavía... alcanzo a ver los preparativos y sonrió al ver el desafío que hay para los compañeros, mojo mi labio inferior con la punta de la lengua... escuche aquellos planes pero sencillamente, es mejor visualizarlo que solo escucharlo como idea... si que se ve interesante... el equipo se va reuniendo, los lugartenientes se ven orgullosos de como ha quedado todo, por lo que igual me siento satisfecho.

Me lo pienso un rato, creo que no podré pasar el arco de la entrada sin despertar sospechas... aunque si bien recuerdo, la tarjeta que me dieron, es un traslador que me llevara sin problema alguno a la sala donde se realizará la gala... cierto... ¡lo había olvidado! no sé donde deje la cabeza...  

Me doy la vuelta y cruzo un nuevo portal... regreso a cambiar mi traje, ahora si visto el que eligió Jerard... tendré que asistir como Ryvak Dracony... el traje verde con negro me queda a la medida, es una suerte contar con Jerard que conoce mis gustos y mi talla... sobre mi hombro izquierdo colocó mi capa oscura cuyo forro es con estampado en dorado y verde, mi calzado en negro y colocó mi reloj de plata, las mancuernillas que me obsequiaron en mi boda... ¡¡que daría por asistir con Cindy!!!... pero es lo que es y mejor no lamentarme por ello... suspiro, agrego mi cup onírico solo por acostumbrar a los demás de que  es parte de mi imagen, mis colgantes los oculto bajo mi camisa y los guantes negros de piel de dragón, ocultan mis anillos... mejor no hacer notar mis objetos mágicos, aunque la Gala es para celebrar y pasar un buen momento con el resto, algo para recordar de buen agrado.

Cepillo mi cabello verde... estoy orgulloso de mi cabello, es el distintivo que me hace único... ya tomo la tarjeta que poseo como parte del equipo organizador, aquel traslador me jala de forma peculiar... llegó a la mesa central, la música suena haciendo el ambiente ameno, los adornos elevan la elegancia de la sala, doy un saludo inclinando la cabeza y tomo asiento en la mesa con los lugartenientes Mael y Sagitas, también veo a Mia, Malum y Mica... no puedo evitar que los ojos se me vayan hacia ellas, lucen hermosos vestidos que me fascinan por su bello color!! el corazón me brinca de entusiasmo además de admiración... trato de grabar en mi mente su radiante belleza... aclaro la garganta y desvió mi mirada miel... sintiendo un rubor que me cubre el rostro... escucho que Sagitas pregunta si hay manera de saber cuantos están en la puerta y si no han muerto... eso podría ser un problema y no, depende. Me dan ganas de reir... pero me contengo.

Mi rostro se iluminó al ver llegar a mi compañera @ Ada Camille Dumbledore quien me sonrió apenas cruzamos miradas, ella tomó la batuta para dar la bienvenida a los que iban llegando, los nervios bajaron de intensidad, con el apoyo de Ada, siento que puedo vencer los obstáculos que se presenten. 

 

Editado 1 de Agosto del 2022 por Anthony Ryvak Dracony

[Maida Black Yaxley]

Ir a Galas, seguramente de las peores obligaciones que tenía la Yaxley en aquella sociedad en la que se veía envuelta, siempre su elfo doméstico se emocionaba más que ella con la simple idea de responsabilizarse por la tenida del día o de la noche, según se viera el caso. Por lo menos esta vez era un color que le gustaba, aunque no le acentuara el color de sus ojos, como bien lo había explicado Mushu sopesando sus opciones. Una de ellas, particularmente le gustó, así que no le dio tiempo a experimentar más.

Era una de las fechas más importantes de la Marca Tenebrosa, así que la rimbombancia del asunto se imponía incluso a la moda, la falda del atuendo era un sinfín de volantes de tul y gasa en tonos verdes que se veían contrapuesto al torso envuelto en un corsé verde mucho más duro y recio, los hombros al desnudo, la cabellera castaña, suelta, las piernas libres para ir con los pies descalzos. Se sentía cómoda y era lo que más valoraba. Como joyas, únicamente su broche de ciervo coronado adornando el lado izquierdo de la cabellera.

Apareció en los jardines de la Mansión Riddle envuelta en un suspiro, siempre volver le acarreaba ese gesto, estaba ligada a las paredes de ese lugar, aunque no quisiera estarlo, la nostalgia siempre lograba invadirla.

—      добре, нека започнем шарадата —susurró en búlgaro antes de encaminarse al sitio.

Había dicho algo así como “comencemos el juego, la charada” en su idioma natal, llevaba mucho rato fuera de las alas esferas mortífagas y en ese tipo de reuniones siempre se podía presentar algunas escenas, bueno, incómodas para algunos. En otras oportunidades, en cambio se habían lucido por ver quién era el más pacifista de los mortífagos, cosa rara, pero podía suceder.

[Mefistófeles Evil.]

El dolor que comenzó fuertemente en mi mano, poco a poco empezó a extenderse a través de mi brazo, sentía claramente aquel frio de muerte congelando mi venas, era una sensación como de miles de afiladas agujas de hielo perforaran al mismo tiempo toda mi extremidad, al observar el lugar donde el veneno fue inyectado se veía dos orificios perfectos y residuos del veneno mesclados con algo de sangre dibujaban unos pequeños hilos que nacían de la mordedura.

El sudor frio comenzó a sentirse fuertemente en frente y espalda, era como si me hubiesen bañado con una cubeta de agua helada y la visión comenzó a fallar, al mirar al rededor las imágenes se distorsionaban haciendo más grandes de lo habitual, como ver a través de un cristal deformado. Parecía que había fallado en mi teoría y que el fin estaba cerca, y no sería nada rápido, sentiría como moría todo mi cuerpo antes que el corazón falle una lenta y desesperante tortura que la disfrutaría si el envenenado no fuera yo.

Una luz brillante llamó mi atención, tambaleándome caminé hacia aquel destello recordándome a las típicas alucinaciones postmortem de ir caminando hacia la luz, aquello me causó mucha gracia. Sin darme cuenta la gran puerta se había abierto dándome paso al interior de la mansión, había acertado, era una prueba, el pagar un tributo a las serpientes.

Desorientado y casi al borde de desmayarme, me trasladé sobre una elegante alfombra verde, pero ya mi cuerpo no daba más, una de mis rodillas fueron al suelo y frente a mí una bandeja de plata con unas elegantes copas de cristal con un líquido ámbar en su interior. Por más que ordenaban a mi brazos levantarse para tomar una de las copas, no respondían, entre sobras vi que  alguien se acercó a los elfos que llevaban aquellas charolas tomó una de las copas y me la dio de beber.

A pesar de su dulce color el antídoto era tan amargo como la hiel, sentí como rasgaba mi garganta, casi me induce a devolverlo pero me contuve, tardó unos segundos en que ingrese a mi organismo con la misma rapidez con la que actuó el veneno y todo poco a poco empezó a volver a la normalidad, mi visión mejoró y el dolor menguó, levanté a ver quién era la persona que me había ayudado para dar las gracias. Tal fue mi sorpresa que se trataba de la bella castaña que conocí en el bar, el destino nuevamente se hacía presente.

-Si tengo que pasar esta prueba para volverte a ver lo haría una y mil veces más...-le sonreí a @ Mica Gryffindor   y me reincorporé...-muchas gracias por ayudarme...-

 

 

Editado 1 de Agosto del 2022 por Mefistófeles Evil.

[Mica Gryffindor]

Las puertas se abrieron, por fin, frente a sus ojos. El primero de los valientes había logrado descifrar el modo en que podría traspasar la entrada. Aparentemente, no había sido tan fácil. ¿A quién se le había ocurrido que era buena idea envenenarlos para demostrar su lealtad? No indagó al respecto, temiendo cuál podría ser la respuesta.

Reconoció enseguida a Mefistófeles, quien parecía estar bastante afectado por aquel intenso veneno. Un elfo se acercó rápidamente a ofrecerle el antídoto que le permitiría recobrarse, pero el caballero parecía no poder hacerse con la copa para beberlo. 

-¡Demonios! -murmuró, viéndolo de rodillas sin poder hacer más que mirar aquellas copas. No pensó demasiado, se acercó hasta él y, tras ponerse también de rodillas, lo tomó por el rostro y acercó una de las copas a sus labios, asegurándose de que bebiese todo el antídoto. 

Se sintió mejor al verlo recuperarse de a poco, sin tardar en lanzar un comentario galante que la hizo reír. 

-Esperemos que no sea necesario que pases por algo así para verme de nuevo, con una invitación a cenar me conformo -respondió, incorporándose con él. -De nada, era una pena verte morir estando tan guapo el día de hoy -bromeó, acomodándole un poco el traje, definitivamente lucía recuperado. 

@ Mefistófeles Evil.

[Ernest Dumbledore Prior]

El mago apenas unos minutos atras se habia enterado por contactos del bando que una gala estaba empezando y era en la mansion Riddle, y sabia que de cierta forma era su culpa que nadie anteriormente le hubiera dicho algo, pues con sus constantes desapariciones ya nadie confiaba en que volviera a aparecer. 

Sin embargo esa vez no era el caso asi que ya ataviado con un traje negro, pantalones grises, y zapatos elegantes negros recien comprados ya se encontraba enfrente de la mansion disponible para disfrutar lo que quedaba de la gala. 

-Ojala ofrezcan comida- dijo el mago mientras entraba a la mansion riddle cubierto por su mascara plateada. Apenas y conocia gente del bando y solo cuando tuviera la suficiente confianza optaria por quitarsela, por mientras era mejor evitar conflictos hasta adaptarse. 

-Buenas tardes- dijo saludando, esperando respuesta de alguna joven o algun joven que lo pudiera guiar, esa gala serviria como un periodo de relajacion antes de volver a poner manos a la obra....