La Marca Tenebrosa ~ Mansión Riddle ~

[Eterno Black Triviani]

No tardó mucho en hervir el agua ya que aquellos fogones eran tan potentes sin caber a duda, quedó pensando un momento y seguidamente agradeció a la bruja de manera cortés mientras enfriaba con hielo ofreciendo el envase si alguno deseaba, revolvió despacio para que estos  se disuelvan. 
- Un gusto encontrarse con alguien más y que se de el tiempo para charlar un poco, normalmente la mayoría anda de paso, ya que muy pocos hacen uso de las habitaciones del este lugar aunque se tenga cuartos propios cómo es de costumbre... me puede llamar Eterno a propósito, ya que no nos hemos visto con anterioridad y así como lo menciona es su primera vez acá, espero le sea grata la visita o su estadía en la mansión. Normalmente, estamos de guardia por los lindos o lugares cercanos o lejanos a este sitio protegiendo o verificando no exista nada extraño o fiera de lo normal. -

Tomando la taza en mano y de esta ya no salía humo alguno aunque en el recipiente aún se sentía un poco caliente, probó del líquido un sorbo y estaba bueno tal como este se encontraba aún sin dulce o salado para otros, el buen cuerpo del café ers digno de la zona del que este venía, el aroma llegó hasta sus adentros y le hizo sonreír de manera breve aunque le relajó un poco, tomó unos panecillos rellenos dejándoles una mordida en estos, masticó y pasó.

-Ya cuando empiece sus salidas  comprobarás la diferencia y lo ejemplar que es este lugar, no es por algo que la quieran ocupar y apropiarsela los otros.-

Dando un gesto incómodo a esto último mientras se dirigía al joven, miró a la chica del al lado quien estaba atenta planeando algo al parecer. No era normal verle sería aunque imagino debió haber estado algo cansada cómo ers su costumbre en este trabajo tan refinado y arduo. 

-¿Todo bien?, Te perturba algo? - 

Espero un breve momento ya que el ambiente se había quedado algo callado.

@ Ada Camille Dumbledore

@ Syrius McGonagall

 

 

[Mia.]

 

CEREMONIA DEL TATUAJE

La imponente mansión Riddle se podía apreciar por todo aquel mortífago que se encontrara vagando por los jardines o alrededores de la propiedad. Era el lugar por excelencia para reuniones del bando o simplemente para pasar el rato con compañeros, amigos o incluso familias. Guardaba infinidad de secretos y muchos más le quedaban por seguir albergando, porque mientras existiera un solo miembro activo, esta seguiría firme y lista para recibirlos con los brazos abiertos.

Motivo por el cual, era el lugar adecuado para celebrar aquello que la líder había considerado oportuno retomar; la Ceremonia de Iniciación para todo aquel nuevo miembro o retornado a las filas tenebrosas. No era un evento cualquiera, porque estarían los Altos Mandos y aquellos miembros, que se sintieran dignos de presenciar aquel ritual, por el que absolutamente todos los miembros del bando habían pasado al menos una vez en su vida.

Respirando profundamente, la rubia apareció con una lúgubre pero elegante túnica verde esmeralda a juego con sus ojos y que contrastaba con su cabellera para comenzar a preparar todo lo necesario. En esa ocasión Arya había confiado en su buen gusto y en su recién cargo como alto mando para encargarse de todos los detalles, por lo que, sin hacer esperar más tiempo a su líder, se encaminó hasta el gran salón y sacó su varita mágica.

Con movimientos firmes y gráciles comenzó a limpiar el salón, colocando detalles en color verde y plata por doquier, a la vez que con una sonrisa en los labios hacía aparecer un pequeño pensadero de color negro con un contorno en color oro. Su función era más que obvio, todos los iniciados tendrían que dejar un recuerdo como tributo al señor tenebroso para reafirmar su intención de serle fiel y cumplir con el Semper Fidelis, no solo de dientes para afuera, sino realmente serlo en su interior y mentalizarse con la importancia de este.

Con una sonrisa en sus labios, continuó con su labor haciendo que tres sillas se aparecieran justo detrás del pensadero. Eran grandes e imponentes de madera, lo suficientemente cómodas para que Arya, Sagitas y Mael pudiesen pasar el tiempo necesario viendo y escuchando lo que sus adeptos tenían que decir. Así que, esperando un poco más, encendió la chimenea y comenzó a hacer llegar un pequeño mensaje a los seleccionados para recibir el honor de reactivar su marca tenebrosa o tatuarla por primera vez.

Cita

Mansión Riddle, a las 23 hrs. No llegues tarde, tu líder te necesita.

Era el escueto mensaje que transmitían sus palabras, y que estaba segura de que conseguiría que no se demorarán en llegar, asimismo a los demás miembros del bando únicamente les llamó por medio de la Marca Tenebrosa, aquella que los conectaba aún a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia.

―Llegó el momento. ―soltó con tranquilidad, justo antes de colocarse en la puerta esperando a los convocados esa noche.

 

@ Tazz  @ Martin N Roses  @ Hessenordwood Crouch  @ Hannity Ollivander Evans  @ Sophie Elizabeth Granger  @ Mica Burke  @ Syrius McGonagall  @ Valeskya Granger  @ Arya Macnair  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Mael Blackfyre

[Xell Vladimir Potter Black]

Sentí la llamada cuando preparaba la colada en la casa de la tía Sagis. Desde que cerré la mansión Vladimir, no había conseguido fuerzas para abrir todas las cajas que había traído de la antigua mansión de mi madre Reena y de la tía Hayame. Toda mi ropa y mi vida yacía en aquellas cajas de cartón que sobrevolaban de un lado al otro de la habitación. Ahora vivía en la Potter Black, con la tía Sagis y el primo Matt. Por eso hacía la colada, aún no me atrevía a abrir las cajas con mi ropa, sentía que cuando hiciera eso, no pararía de lamentar el cierre de la casa.

Así, la llamada alejó aquel triste momento. Me dió la oportunidad de salir de casa, donde me sentía algo aprisionada, para dejar otra vez aquellas cajas que, a su pesar, volvieron a posarse en el suelo en cuanto salí del cuarto.

Con una capa roja oscura y el vestido azul marino, salí de la mansión y aparecí frente a la Riddle. Alguien estaba en la puerta, una chica rubia a quien reconocía como una miembro del bando, pero no recordaba su nombre. Me acerqué a ella.

- Buenas noches, creo que llego bien de tiempo.

No esperé su respuesta. Si la tía Sagitas estaba dentro, seguro que me reñiria por llegar más tarde que ella. ¡Como si ella fuera puntual!

[Sagitas E. Potter Blue]

Me miré al espejo varias veces, insegura. La imagen invertida se río de mí al verme tan nerviosa. Enarqué una ceja y me vi a mí misma haciendo lo mismo, pero con una sonrisa divertida que contrastaba con mi ceño fruncido.  Suspiré y reprimí las ganas de darla una patada a aquel espejo bufón que me habían regalado para mi cumpleaños los miembros del Staff del Circo. Intentando no mirarme la cara, comprobé las mangas de la blusa gris perla y me las ajusté un poco. Con cuidado, apliqué unos gemelos plateados con la forma de una calavera, que también había sido un regalo. No es que me gustaran muchos los adornos, pero para la Ceremonia que íbamos a celebrar hoy, quedarían adecuados. Me puse pantalones, por supuesto, por su comodidad y porque si de verdad me iba a sentar en lo alto, no quería que nadie me viera las pantorrillas. Sí, soy poco femenina, eso me lo habían dicho ya desde pequeña y me lo seguían diciendo hoy en día. En mi vestuario, pocos vestidos existían entre el montón de pantalones y blusas y sobre todos, tejanos ajados y camisetas usadas. Al final siempre acababa poniéndome lo mismo.

Sin embargo, hoy era un día especial. Estaba nerviosa y comprobé que los pantalones negros con leves líneas plateadas me quedaran bien. Ignoré la burla de mi imagen en el espejo y me puse el amplio collar verde oscuro, a juego con la capa verde botella que iba a llevar puesta. Aunque era antigua, era una gran capa, elegante con un punteado plateado en las mangas y en el borde la capucha amplia con la que podía esconder mi cara y, sobre todo, mi llamativo pelo violeta.

Me puse unos botines planos, suaves por dentro, firmes en el paso, elegantes lo justo, pero prácticos. Brillaban demasiado para mi gusto. De reojo, noté una mirada apreciativa de mi otro yo y me di la espalda. Me puse la capa y, un segundo antes de irme, me puse a buscar como loca mi máscara. Allá estaba, en el cofre de madera que tenía en un cajón de la cómoda. La tomé con cuidado y la metí en el bolsillo de la capa, en uno de los que yo sólo podría abrir en ella con el toque de mis dedos. Comprobé que la varita estaba en su sitio, no era la primera vez que me la dejaba en la mesilla y, por fin, aparecí en los terrenos de la mansión Riddle.

Aún quedaba unos minutos para la hora señalada y esperaba encontrarme por allá con @ Arya Macnair  y @ Mael Blackfyre antes de que empezara todo. Mi primera ceremonia desde arriba... ¡Miércoles, estaba nerviosa!

Aceleré el paso y saludé a @ Mia Black Lestrange , la encargada esta vez de tener todo a punto para tan importante acontecimiento en la mansión. Le saludé con una leve sonrisa (a más no me atreví por si notaba que temblaba un poco, algo que no era bueno dejar que se notara) y murmuré un "Hola" un poco hosco. No sé porqué, allá no se solían saludar de forma efusiva como yo lo hacía con los del Circo. Supongo que son situaciones completamente diferentes y, por eso, los saludos eran mucho más cortos y, tal vez, impersonales.

Sin embargo, cuando entré, no pude evitar soltar un saludo un tanto diferente. Delante de mí, la rubita miraba a los lados, como buscando algo, seguramente el lugar de reunión.

-- ¡Demonios, @ Xell Vladimir Potter Black ! ¡Has llegado antes que yo, eso es un gran mérito!

La tomé del brazo en un gesto muy cordial y familiar y le acompañé hasta llegar a la sala que Mía nos había preparado.

-- ¿Estás lista para la Ceremonia? Va a ser fascinante -- Mi sonrisa creció de forma muy natural ahora. Ya no estaba tan nerviosa. O lo disimulaba mejor, a saber...

[Anthony R. Dracony M.]

Realmente no tengo claro porque asisto pero lo hago a fin de cuentas, como siempre. Porque sea lo que sea, siempre procuro "Terminar lo que comienzo" y ser parte del bando fue mi elección. Mi respiración pausada es reflejo de mi sentir, no siento emoción, lo que abunda es un pesar que quiere inmovilizarme... recurro a mi fuerza de voluntad, continuar aunque no tenga el aliciente de antes.

Movimientos acelerados pero elegantes de mi varita, hacen que varios trajes salgan de mi guardarropa personal, suspiro mientras los miro levitar frente a mi... ¿Qué utilizar? ¡Ni idea!... quizás no importe, los que si importará como luzcan son la líder y sus lugartenientes... igual podría faltar y ni lo notarían... acabo por decidir que vestimenta elegir y envió los demás trajes al guardarropa que arrojo con inusual violencia, una que amenaza con salir ante cualquier provocación.

Mis ojos miel miran mi silueta frente al espejo, veo aquel destello rojizo cruzar por ellos... mal augurio... el odio me ha conducido al grupo y sin deseo de relacionarme, cubro mi rostro con la máscara de cobre, también arreglo la cabellera azul orgulloso de ser hijo de una Malfoy, la máscara y la cabellera azul, ocultan todo rasgo personal, usando el poder Uzza, un portal mágico me lleva sin problema al interior de la mansión. Aguardo en una de las habitaciones continuas, con la idea de esperar a más asistencia a tan especial ceremonia.

[Arya Macnair]

Ceremonia Mortífaga ~

El aviso de Mía estremeció todo mi cuerpo como una corriente eléctrica que entumece la yema de los dedos y te seca la boca. Inhalé lentamente el aire fresco de la media tarde, el sol caía y la noche pronto nos protegería de ojos indiscretos aunque luego del ascenso de la Mansión como estructura en Ottery, ya nada quedaba libre de interpretación. Habíamos regresados. Solté el aire por la boca, la brisa acarició mis labios enmascarados en carmesí y le sonreí al espejo pues el reflejo que me devolvía era de mi agrado ―cosa poco usual en estos tiempos― me cubrí los hombros con una capa de terciopelo verde botella y bajé las escaleras de la Torre Negra sin afán de desaparecer dramáticamente, pues allí no había nadie más que yo. 

Varita en mano rasgué el espacio finamente para desaparecer mediante un Haz de la Noche y que los jardines principales de la Riddle me recibiesen como antaño. Había confiado en una vieja compañera, amiga, tutora y amante para la tarea, ella se encargaría de los por menores y mayores en cuanto a decoración, encantamientos protectores y comida, acompañado de Ada Camille, por supuesto. Pude ver su silueta esperándome a través de una ventana, ensanché mi sonrisa y el firmamento nocturno cayó sobre mi rostro adoptando la máscara de ónice que caracterizaba a La Líder de La Marca Tenebrosa. 

Mi juramento hacia el bando había quedado claro hacía tiempo ya, por lo que las dos serpientes que protegían la entrada no necesitaron una muestra de fidelidad para dejarme entrar. Bastó alzar una mano para que permanecieran enroscadas y de piedra, con ese par de ojos perfectos tallados en jade. Me deslicé por el pasillo principal que se dividía en distintas venas de aquel sistema que conformaba nuestro "hogar" haciendo resonar mis botas altas cuan tambores; el siseo de la capa rozando el suelo y rebotando en mis piernas resultaba cómico, como si un reptil me estuviese custodiando. 

Aún no habían llegado todos, pero sabía que pronto lo harían pues el murmullo se volvía más y más sólido en el salón que Mía engrandeció con su buen gusto y un poco de magia para ampliar el espacio (literalmente) pasé una mano por el mesón que ofrecía las bebidas y el mantel se sintió almidonado al tacto, me adueñé de una copa de vino blanco y sin más paradas de improviso llegué hasta donde 3 féminas se encontraban, algo curiosas y nerviosas, y no era que lo hacían evidente pero aquel conocimiento de los walpurgis se ponía en práctica en el campo sin que uno lo quisiera ¿Cómo un lobo no olfatearía el miedo, los nervios, la ansiedad, el enojo? bebí un sorbo de vino, pues la máscara no me cubría todo el rostro y tomé a Sagitas por el brazo, entrelazándolo con el mío. 

―Buenas noches, damas, es un placer tenerlas aquí esta noche. 

Mi voz sonaba algo ronca pues llevaba horas sin hablar, pero poco a poco se fue suavizando. Guié a mi compañera de batallas detrás del pensadero donde los altos asientos nos esperaban, aguardando que Mael diese pista antes de que la ceremonia perdiese sentido del todo. Muchos no sabían por qué estaban allí, o tal vez ninguno. Nuevos miembros habían decidido unirse, más algunos de ellos ya eran caras conocidas, desaparecidos, retornados. Con los más viejos el corazón se me hinchada en el pecho, uno nunca sabe cuánto echa de menos a una persona hasta que vuelve a verla luego de un tiempo. Esta noche dejarían en claro si su fidelidad al bando era verdadera, pura y sin intenciones ocultas. 

Aquellos nuevos Mortífagos recibirían su marca por primera vez, y los que ya la portasen deberían repetir el juramento que curiosamente no los mató, entregando algo de sí al pensadero, en ambos casos. Jurarían ante mi, Mael y Sagitas, ante el bando entero que de ser necesario entregarían la vida, no solo por la causa ya, sino por un compañero de presentarse la oportunidad, pues muchas cosas habían cambiado con el correr de los años. 

―Pronto comenzaremos ¿Estás lista?

Pregunté a la mujer a mi derecha, parecía removerse en su asiento cosa que me hizo sonreír un poco. En breve daría el tan conocido discurso y tanto ella como Blackfyre deberían secundarme. 

@ Sagitas E. Potter Blue  @ Mael Blackfyre  @ Xell Vladimir Potter Black  @ Mia Black Lestrange   @ Tazz @ Martin N Roses @ Hessenordwood Crouch @ Hannity Ollivander Evans @ Sophie Elizabeth Granger @ Mica Burke @ Syrius McGonagall @ Valeskya Granger @ Tauro M. Y todo el que quiera presentar juramento para enriquecer el rol y al personaje, es bienvenido! 

 

[Anthony R. Dracony M.]

Poco sé realmente pero como suelo hacer, me muevo según me lleva "la corriente" nadie me dice nada y yo evito preguntar para no dejar en evidencia que ignoro la mayor parte respecto al bando, secretos bien resguardados que solo a unos cuantos oídos se susurran. No termino de entender lo que "se cocina al interior" solo he descifrado un par de cosas que mi lógica me ayudo a diferenciar de entre todo lo que he presenciado. 

Permanezco quieto en aquella habitación vacía, aguardando... aún es temprano, lo que me permite estar en calma mientras la noche se cierne sobre la mansión. Algunos sentirán que el ambiente es lúgubre y quizás se preocupen al no estar acostumbrados a disfrutar de su belleza que es tan letal como tentadora, cuestión de enfoque nada más. 

La silenciosa atmosfera comienza a cambiar... resuenan pasos que se encaminan por entre los pasillos y algunas voces lejanas que capto entre las sombras donde permanezco sin inmutarme. Creo que será interesante ver las caras de los nuevos miembros, tal vez valga la pena como el hecho irrefutable de contar con nuevos compañeros de aventuras.

Mi pensamiento vuela a aquel día... ese al cual también asistí según el llamado que me hicieron para la ceremonia de iniciación... diferente a de ser, puesto que ahora tenemos de líder a Arya y Aaron no le visto en persona, solo noticias de sus andares por Inglaterra, trabajando a favor de la Marca... un presente que es más difícil que aquel ayer que se desdibujo desde hace mucho y que seguimos empeñados en alzarlo con la gloria que merecemos...

No falta mucho... no tardará en dar inicio el gran acontecimiento, solo entonces me mostraré como Flagelo y me encargaré de dejar mi juramento como esperan que cada uno de los mortífagos lo lleve a cabo sin excepción alguna. 

[Malum Luxure]

La marca ardía en mi piel o mejor dicho en su piel...aquel tatuaje en la cadera derecha que me hacía parte de aquel soñado bando, la máscara siempre en el bolso de piel de moke en un bolsillo secreto por si este caiga en malas manos, la salida desde Luxure hasta ha mansión Riddle, no tenía especial apuro en llegar, la iniciación a los nuevos era el rumor pero no estaba segura realmente, mis pensamientos eran variados puesto que yo era "nueva" técnicamente pero no me iba a exponer ante nadie, ya tenía mi sello de fidelidad y mi protección heredados de Lady.

La máscara de rodio y plata había cambiado cuando yo empecé a usarla, antes tenía como figura central un bello jazmín de piedras preciosas en representación a un ser amado de la pelirroja pero al usarla yo por primera vez se volvió Blanca con las facciones negras como un zombie sin vida, no negaba pre me gustaba por que le daba un aspecto más tétrico y teatral a mi llegada.

Había tenido interacciones con algunos Mortifagos como Goldor, Galia, Black Reaper y algún otro que se me estaba perdiendo de nombre pero no de máscara, también no era la primera vez que frecuentaba este lugar y debía admitir que mi primera impresión no fue buena, aún me quede esperando la represalia de la bisabuela de Lady que nunca llegó, puede que esta vez no pueda escapar de aquella dama, aún así había dado algunas muestras de fidelidad al grupo bastante notorias y si alguien dudaba haría que se trague sus dudas.

Suspiré profundamente pues el camino era bastante largo así que decidí aparecer lo más cerca posible de la edificación, caminar lo más rápido que pueda y finalmente quedarme un rato dando vuelta en los jardines, una vez más me expondría a las preguntas y las críticas, pero yo no soy mi antecesora, a mi no me importa lo que piensen si no para que me sirven, los aliados en la batalla son valiosos, los sentimientos sin duda no.

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@ Arya Macnair  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Mael Blackfyre  @ Eterno Black Triviani  @ Ada Camille Dumbledore  @ Kahlan Blackthorn  @ Anthony Ryvak Dracony  y todos los demás

[Sophie Elizabeth Granger]

Se miro al espejo inspeccionando su apariencia, el cabello peinado en un chongo hacia arriba con algunos mechones rubios cayendo en su frente y mejillas como un sutil marco de su rostro pálido y hermoso, los labios rojos carmín para darle algo de color aquellos ojos azul cielo que le regresaban la fría mirada. Como de costumbre, usaba mayormente el color negro en su vestimenta y aquel llamado a la Riddle no seria la excepción, no solo era el color que había usado durante su pertenencia a la Orden Oscura, sino que también había sido el color de su uniforme mientras fue auror y luego inefable. En aquella ocasión llevaba puesto un pantalón ajustado de piel en negro, una blusa de chifon semitransparente con cuello alto y sin mangas y unas botas de tacón delgado muy altas.

 

En su brazo izquierdo, el tatuaje como siempre, produciéndole un poco de picazón, mientras estuvo alejada de la Marca, es todo lo que podía sentir, una leve molestia cuando alguien lo accionaba, pero no podía saber quien llamaba ni a donde acudir, incluso el color era como si estuviera despintado, pero en cuanto regreso, este parecía estar recuperando su vieja apariencia, y sino estaba equivocada, tras aquella reunión, en tatuaje seguramente quedaría como recién hecho. Guardo su varita en el compartimento escondido de su pulsera de piel y la mascara nueva se la colgó en la mano derecha. Abrió un portal con el haz de la noche y apareció en a entrada de la Riddle, hizo lo que tenia que hacer para entrar y una vez que cruzo la puerta, se encontró con algunos compañeros que ya habían llegado. Busco un lugar donde sentarse y tomo una copa que alguien le ofreció, se quedaría ahi, observando hasta que alguien le dijera que se esperaba de ella.

 

     

[Mael Blackfyre]

Hacía algunas horas que le había mostrado a Mica algunos sitios que debía conocer. Luego de darla a conocer como mortífaga a un grupo núcleo que tenía a mi alcance, era hora de ponerse a trabajar desde las sombras. Había demasiadas cosas para hacer y lo que tenía que priorizar ante todo ello era algo que sabía que me faltaba: paciencia. Pero indirectamente había aumentado el grupo de confianza en que había depositado todas las esperanzas y las energías para que saliera todo como había querido desde un principio.

Le dije a la Gryffindor dónde estaba ubicada la mansión Riddle, ya que era el centro de reunión de cualquier mortífago y de todas las ceremonias que había en el bando. Aunque no recordaba muy bien la última vez que la había pisado. Si, ahora sí. Recordaba cómo había llevado a la jovencita Dana que se había hecho de las suyas con mi máscara pero había logrado solucionar aquella situación. Cuando le dije a Mica cómo llegar y cómo hacer pasa pasar las barreras que protegían nuestra sede central, me despedí sabiendo que a un par de horas luego nos encontraríamos allí.

Eran las 22.59hs cuando aparecí en las cercanías. Mi capa ondeaba rozando mis talones por cada zancada que daba, con la varita en la mano. Había estado organizando algunos preparativos y el tiempo había transcurrido de más. Tenía en mi poder alguna información que nos serviría para la misión contra el Ministerio que estábamos llevando a cabo, así que aquella ceremonia además, me serviría para saber con quién íbamos a contar para atacar a la institución. Moví mi varita y las puertas se abrieron de golpe, golpeando con las paredes para frenarlas. Avancé por el umbral de la entrada y me detuve, al ver que ya había algunas personas en aquella sala. No era muy numeroso pero había algunas personas conocidas. Y otras aún más, como la mismísima líder de la marca, que se había dignado a aparecer.

Pasé la mano por mi rostro y la máscara desapareció. Miré fijamente a Arya, un poco más arriba. A un costado estaba Sagitas con Xell. También estaba mi socia Malum y mi amigo Anthony.

— ¿Todavía no llegaron o aún quieren que les sirvamos un poco de té? —dije guardando mi varita a mientras avanzaba algunos pasos—.

@ Mia Black Lestrange  @ Xell Vladimir Potter Black  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Anthony Ryvak Dracony  @ Arya Macnair  @ Malum Luxure  @ Sophie Elizabeth Granger