Gala de Beneficiencia - Consulado Italiano

[Melrose Moody]

Richard observa desde un rincón de la sala a la fuente de su preocupación: la reina da una impresión de indiferencia. Sin embargo, sabe que es un hálito que cualquier gobernante debe conocer. Incluso en sus épocas más humanas, hacía siglos, Richard lo había visto dibujado en las expresiones de aquellos que detentaban ese tipo de poder. Intenta no pensar una vez más en su pasado; ha sido un incesante parloteo mental que no quiere enfrentar y que no entiende por qué lo ha estado acechando. 

Sus dedos finos giran la copa de vino que sostiene sin mucho ánimo ¿debió asistir? La invitada que allí lo convocara luce ocupada. No parece hacerle falta compañía o información. Tal vez Richard presume demasiado: había habido una época en la que se movía con destreza por esos espacios pero esos años parecen no ser más. ¿Acaso se le ha pegado el hábito más ermitaño de los Moody? Quiere creer que no pero debe manejar esa posibilidad. 

Se acomoda por enésima vez los gemelos y decide que se marchará por tercera vez en la noche. En lugar de eso, deja su copa de vino ahora vacía sobre una bandeja y toma una de champaña de un mozo al pasar. No se ha sentido él mismo en un buen tiempo.

Alza la copa, sabiendo que sería imposible para la soberana ignorar su señal.

Eso es lo que cree. 

@ Kamra Ashryver D.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

El buen tacto de la Emperatriz @ Malum Luxure  por suerte eclipso la falta de etiqueta que tenia su acompañante @ Azrael Lycan . Podria ir bien vestido por fuera...supongo que a la moda.....pero en cuanto a diplomacia y tacto  pues se veia que el chico andaba en pañales o como el mismo decia..."arapos de mal gusto". Supongo que era de esos que con un ego demasiado alto podrian suicidarse lanzandose de el. En fin, era facil obviar el asunto y simular que ese chico seria una mosca mas en la pared. Claro no paso desapercivido las sensaciones magicas que recorrieron mi cuerpo dos veces....y realmente eso me preocupo un poco...pero suponia que cualquier efecto que tuviese sobre mi....no es que me afectara mucho. Al menos yo no consideraba la magia como esa gran cosa con la que otros se obsecionaban...yo preferia a las personas...y de seguro el acompañante de la Emperatriz (casi seguro fuente de esas sensaciones magicas que preocupadamente recorrieron mi cuerpo) en algun punto solo deseaba el abrazo quien sabe si negado por alguien.

-Reforzar los lazos politicos con los italianos??? -dije meditando las palabras de la Emperatriz- No se....no me parecen trigo limpio. -Y mira quien lo decia...el mas sucio de los trigos posible....supongo que por eso podria reconocer a uno de mi misma especie. -Aun asi, el Ministerio oficialmente tiene una politica exterior de concordia..y de cooperacion....aunque.....sabias que ostentan el poder mediante un golpe de estado??? O al menos eso se dice por ahi.

Y heme aqui siendo tan cotillador o mas que el vuelaplumas en cuestion. Lo cierto es que aunque se presentaban como unos buenazos pues no se....como que me daban mala espina. Y supongo que por el ultimo comentario de la Austriaca ella tambien tenia recelos.

[Cillian Haughton]

Cillian no se había percatado, pero Ashley se detuvo por un par de minutos en su avance hacia a la mesa para saludar a uno de los recién llegados en la gala. Él no se había percatado de la presencia del mismo, pero la chica parecía estar al pendiente de todo lo que sucedía en aquel lugar y eso era ciertamente agradable.

— No te preocupes por ella, es solo un pequeño temita de amor... —Cillian no diría más, no quería traicionar la confianza que Ashley había depositado en él. Extendió su mano hacia uno de los postres que ya estaban en la mesa y le dio una pequeña comida. ¿Quién se encargaba de cocinar todo aquello? ¿Los elfos? —. Y sí, no te preocupes, si llega a haber algo que ponga en peligro a Ashley serás el primero en saberlo.

La chica llego a la mesa un segundo después de que Cillian terminara de hablar y para ese momento este ya nada más interesado en observar lo perfecto que era Ludwig, algo normal en los primeros días de cualquier relación. Se preguntaba una vez más cómo es que había tenido tanto suerte.

— Entonces, ¿a qué hora comienza esa subasta de la que me ha halado Ashley?

@ Ludwig Malfoy Triviani  @ Ashley Emily Black Lestrange M.  @ Thanatos L. Lestrange  @losdemás.

[Kamra Ashryver D.]

No pasó mucho tiempo hasta que la prensa fuera alertada de su llegada. Pronto el flash de las múltiples cámaras la iluminaron y ella les brindó lo que querían: sus mejores planos, la seductora sonrisa carmín y delicados rasgos faciales enmarcados en dos risos color blanco luna...el cabello que era orgullo de su país pues los locales solían decir que quien naciera con esa cabellera, representaría la pureza y nobleza del unicornio, el animal mítico oficial de Escocia ¿Sin embargo no era tan mítico, o si? 

- Gracias - alcanzó a decir antes de que la muchacha que los recibió saliera rumbo a Merlín sabía dónde ¿Siéntense donde gusten? Eso podría ser tomado como una mala organización ¿Cómo era que los invitados, más aún los invitados importantes, no tenían asientos asignados? Frunció el seño, cansándose de fingir que todo eso le resultaba encantador. El mesero frente a ella pareció titubear cuando lo miró, moviéndose torpemente para retirar la silla más cercana - No quiero sentarme allí ¿Porqué mejor no me ofreces algún vino? Si estás aquí, encomendado a atenderme, debes tener experiencia. 

El tembloroso hombre no tenía la culpa de su mal humor, pero eso no le importaba en absoluto. Funcionarios ingleses y de su propia corte le dedicaron reverencias, preguntándole como estaba su noche para inmediatamente huir en otra dirección. Al menos no tendría que esforzarse en socializar.

Fue Fenris quien le habló al oído, informándole que alguien la observaba. Kamra levantó la vista llena de indiferencia hasta que enfocó sus ojos dorados en Richard ¿Tarde pero seguro? Era evidente que al igual que muchos allí había estado retrasando su encuentro con ella. Lo vió alzar su copa, pero no respondió más que con un movimiento de su mano, instandolo a acercarse. 

Si con ese saludo pretendía que ella, Kamra Ashryver, fuera dando saltitos a su lado estaba equivocado. No quería comportarse como una reina caprichosa, pero no era el quien había esperado media hora su llegada. 

@ Melrose Moody

[Ernest Dumbledore Prior]

El mago se estaba desesperando pues no encontraba alguna botana o algo que le saciara el hambre, pensando en que se tendria que salir a buscar algo para comer y regresar se sobresalto cuando una de las asistentes le indico en donde se encontraban unos pastelillos y se presentaba como Ashley, y casi al momento señalo en donde se encontraba por si llegaba a necesitar algo mas.

-Gracias, Ashley, Ernest Dumbledore- dijo saludandola con un asentimiento de cabeza agradeciendo el que gracias a ella encontrara un par de bocadillos.

Se fue rumbo a la mesa y tomo 2 bocadillos con los que podria calmar un poco el hambre y cuando se dio la vuelta se sorprendio a ver a una persona que no esperaba encontrar y sin querer en su rostro se dibujo una sonrisa.

Oyo con atencion lo que el joven mago decia y suspiro.

-Habia rumores de que...te habias ido, asi que tambien pensaba lo mismo que tu-  dijo el mago en respuesta a las palabras del mago que tenia enfrente - Podemos hablar de ese tema en este momento, solo estamos comiendo, eso si, deberiamos buscar un lugar mas privado aca en la Triviani, posiblemente haya alguna habitacion o espacio que no este siendo ocupado-  dijo encogiendose de hombros mientras mordia un bocadillo y le ofrecia otro a su acompañante.

@ Azrael Lycan @ Ashley Emily Black Lestrange M.

 

 

[Thoth]

Se acercó a un más a @ Ernest Dumbledore  y mirándolo con un brillo en la mirada, le comienza a responder con el corazón en su garganta, su nerviosismo era como si algo se apodera en él y aún así su presencia le da seguridad, conforte y cierta intriga, fue por lo que tartamudeo un poco en parsel, y siendo consciente de lo ocurrido baja la mirada, deseando morirse y se sobrepone un poco.

 

-Te seguiré a dónde me indiques, ya que confío plenamente en vos.- Y le clava la mirada. -Debo admitir que si paso un tiempo que esa idea me pasará en la mente, pero no podía olvidar algo que me importa. - Baja la mirada. -quiero decir...- hace una larga pausa. -mejor lo hablo en otro lugar y se acerca a él aún más. Y le dice al oído. -perdona, pero estoy un poco nervioso. -Le confiesa. 

 

El egipcio se estaba volviendo irreconocible, inclusive olvido todo lo ocurrido antes, ya que su atención se encontraba fija en el Dumbledore, y esa idea de la habitación le hizo volar su imaginación ¿Acaso podría significar ello un indicio de lo que pudiera ocurrir? Ya que no a muchos seres en éste mundo le tiene esa confianza cómo la tiene con aquel mago, pero aún tiene en vivo recuerdo lo que ha pasado en el final del partido de exhibición. 

[Mica Gryffindor]

La joven que tiempo atrás había paseado con una cámara entre manos, a la cual Illidan había presentado como su hija, se acercó junto con Cillian a la mesa. Ambos parecieron en principio algo perdidos por los temas de conversación, de los cuales la Gryffindor también se mantenía al margen. 

Parecían venir de la mesa de dulces, trayendo varios pastelillos con ellos. Sonrió y miró a su pareja divertida, para murmurarle -¿Eso contesta tu pregunta? -sabía que el rubio no se refería a eso, o al menos había creído detectar un doble sentido en su pregunta respecto al “postre”. 

Cillian había tomado asiento junto a Ludwig y ambos intercambiaban algunas palabras en forma confidencial. Los observó unos segundos, no queriendo ser indiscreta, pero admirando la bonita pareja que hacían. En forma inconsciente deslizó su mano para tomar la de Illidan, en un gesto que no esperaba tener. 

Observó a su sobrina acercarse al grupo ¿cuándo había llegado? Le hizo gracia que la muchacha fuese directo a hablar de su gusto por los dulces, así era ella, siempre valorando las cosas pequeñas de la vida. Le hizo seña para que se sentara a su lado si así lo quería, la había visto conversar ya con varios de los presentes algunas noches atrás en la residencia Dumbledore, así que creyó innecesarias las presentaciones. 

Fue Cillian el que cambió de tema entonces, preguntando por una subasta de la cuál no había oído hasta el momento. ¿Qué podrían subastar en un evento como ese? No pudo evitar recordar los rumores de la última subasta que había habido en la comunidad… eso le resultó algo preocupante, sin embargo dudaba que en una gala así se presentasen con objetos de tan mal gusto. 

@ Illidan Black Lestrange  @ Ashley Emily Black Lestrange M.  @ Cillian Ryddleturn  @ Ludwig Malfoy Triviani  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Thanatos L. Lestrange

[Mael Blackfyre]

Tal vez era demasiado para mí, pero era el tercer evento al que me invitaban y lo peor de todo, es que asistía. Jamás me había rodeado de personas. Mucho menos de magos y brujas. Las dos veces anteriores había logrado llegar pero me había ido mucho antes de lo esperado. Podía decir que me había escapado. Aparecí en las afueras de aquella mansión con la misma última vestimenta formal que había conseguido, y en una mano me aferraba al pedazo de pergamino que había llegado como invitación.

Miraba fijamente la entrada que se abría ante mí. Y si de algo estaba seguro, era que las oportunidades se me presentaban, como había pasado con la muchacha en la casa de los Evans McGonagall y el problema de mi máscara. Se aceleró mi corazón. Pero tenía que calmarme. Tenía que hacerlo. No había razón alguna pero debía ser mucho más sereno. Cerré los ojos y rasqué mi sien con la punta de mis dedos, respirando lentamente.

Candela Triviani. Estaba seguro de algo y es que la detestaba, por muchas razones. Pero por alguna extraña razón, se me había cruzado la idea de que si había un evento en su mansión, ella iba a estar. Y si ella iba a estar, podría encontrarme después de aquel último mal momento. Pero tenía que calmarme. ¿Servía de algo si me lo prometía? Seguro que no. Avancé, caminando con mi túnica que rozaba mis talones. A medida que me acercaba me aferraba más a mi varita dentro de mi bolsillo.

Acomodé mi cabello, ya que ocultaba parte de mi rostro, y mis ojos totalmente negros a veces se veían bloqueados. Traté de mantener una postura erguida, ignorando de a poco a las personas que se encontraban en el exterior hasta que llegué al sitio donde todos se estaban encontrando.

— Aléjate, criatura, no molestes –le dije a uno de los elfos que iba a intentar ofrecerme algo. La relación de los elfos domésticos y los magos era algo extraño. No los entendía.

[Alyssa Black Triviani]

 

No podía negar que disfrutaba del contacto con el Malfoy, ahora con su brazo entrelazado al de ella brindándole soporte y seguridad en un momento en el que necesitaba precisamente eso. El encuentro con Candela le había dejado furiosa, y es que no entendía porqué la Gitana siempre se oponía a sus intentos por levantar el nombre de la familia. Pero Cubias, con su aire tranquilo y despreocupado, su presencia y esa sonrisa confiada, lograba disipar de su mente aquellos pensamientos negativos relacionados con su familia y la locura que corría por sus venas.

Llegaron a la mesa, al fin, luego de lo que pareció una eternidad. Ludwig, Thanatos, Illidan y Mica ya se encontraban allí, charlando animadamente. Ministro y viceministra procedieron a tomar sus asientos mientras que las inquisitivas miradas les seguían con atención, Alyssa sabía muy bien que los eventos de esta noche serían la comidilla de la prensa al día siguiente; pero no le importaba, estaba decidida a disfrutar de aquella velada y dejar las preocupaciones de lado. 

- Si – musitó la Black para que solo el Malfoy pudiera escucharla – Hay cosas que nunca cambian… - agregó dedicándole una significativa mirada y una tímida sonrisa.

Sonrojándose ligeramente bajó la vista a su plato de comida, solo para transfigurar su rostro en una mueca de asco y repulsión. ¡Había serpientes en su plato! Por mero reflejo se alejó de la mesa al tiempo en que una de las pequeñas víboras se lanzaba hacia ella, esquivándole por escasos centímetros.

- ¡Por el amor de Voldemort! ¡¿Es que no puedo tener una cena en paz con esta familia del demonio?! – exclamó perdiendo la paciencia una vez más.

Sacó su varita y con una brusca floritura hizo desaparecer a las serpientes que emanaban de su plato, ya que estaba hizo desaparecer su comida también y ordenó a uno de los elfos que le sirviera de nuevo. Cerró los ojos pellizcándose el puente de la nariz, respirando profundamente para tratar de recuperar la calma. Se mantuvo así por un largo minuto hasta que, repentinamente, alzó la cabeza esbozando una sonrisa como si allí nada hubiera pasado.

- Que hermosa noche ¿no les parece? – comentó casualmente dirigiéndose a sus compañeros de mesa – La gala parece ser todo un éxito.

 

@ Candela Triviani  @ Lord Cubias  @ Thanatos L. Lestrange  @ Illidan Black Lestrange  @ Mica Gryffindor  @ Ludwig Malfoy Triviani
 

[Lord Cubias]

Muchas cosas eran inciertas en la mente del Malfoy, pero en ese momento su certeza más grande era la grata compañía de la pelirroja. Por alguna razón, Cubías sentía una extraña sensación de júbilo con el simple hecho de compartir el mismo espacio con Alyssa, y hacer contacto físico con ella era el tope de aquel sentimiento. 

Juntos llegaron hasta la mesa y solo separaron sus cuerpos para poder acomodarse cada uno en su silla. Cubías percibió algunas miradas, entre ellas las de sus colegas de la Trifuerza que de reojo evaluaban la situación entre ambos, pues aquella conexión entre el pelinegro y la pelirroja era algo relativamente sorpresivo para todos. Tras un intercambio de miradas cada uno se concentró en su plato que ya estaba servido sobre la mesa.

De pronto la solemnidad del momento fue abruptamente interrumpida por el salto de la Triviani que con un rápido movimiento se alejó de la mesa. En un primer instante Cubías no entendió lo que sucedía hasta que bajó la mirada hacia el plato de la joven y observó un grupo víboras amenazantes. Casi sin pensarlo la mano derecha del Malfoy fue directo hacía el interior de su traje, agarró su varita con una destreza que solo en su juventud podía haber presumido, aquella era una reacción defensiva propia de su instrucción como duelista.

Sin embargo, antes de que el ojinegro pudiera si quiera apuntar hacía la mesa, la Triviani ya se había encargado del asunto, también ella estaba instruida en el fino arte del duelo. Cubías sonrió un tanto embobado, y quizá hasta excitado ante aquel movimiento de la viceministra -hábil con la varita…- pensó.

Pero tan pronto le pasó lo embobado cayó en cuenta que aquello no debía haber sucedido, víboras en el plano de la viceministra era sin duda una falta grave, fue entonces que el ministro giró su cuello para echarle una mirada a Iliidan, el jefe de seguridad del ministerio, aquella mirada intentó sin decir nada en palabras preguntarle por qué había permitido que eso sucediera. 

No esperó respuesta alguna y devolvió la mirada a lo suyo cuando escuchó las palabras de la Triviani, que pese al momento, aseguraba que aquella era una hermosa noche.

-Hermosísima…- respondió Cubías antes que nadie mientras se guardaba la varita de nuevo en el saco. El Malfoy notó que su respuesta abrupta podía darse a otras interpretaciones, en seguida trató de enmendarlo -La gala, hermosísima- no obstante, su mirada intentó decirle otra cosa a la joven pelirroja. 

 

@ Alyssa Black Triviani  @ Illidan Black Lestrange