Jump to content

Animagia


Suluk Akku
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Suluk escuchaba con atención el relato de Gabrielle, escapar del amor o cualquier clase de emoción. No debía ser considerado un acto de debilidad, sino todo lo contrario, aquello ayudaba muchas veces a discernir con claridad que camino elegir, aprendiendo de cada herida o golpe que nos lanzaba la vida. Los humanos eran capaces de amar y odiar, algunos experimentaban ambos sentimientos al mismo tiempo, desatándose dentro de ellos una lucha entre el corazón y la razón.

— Él escapaba de su amor. Pero, ¿de que escapabas tu realmente?—la Arcana buscaba indagar sin violentar la privacidad de su alumna. Cada mago o bruja que había pasado por su hogar, llevaba consigo pesados recuerdos que más que aligerar el peso, acrecentaban el dolor de sus heridas físicas o psicológicas— Deseabas ser lo que muchos no pueden, entiende que naciste con un don y no es algo sencillo de digerir—la taza de la anciana se desvaneció en el aire.

— Elegiste el animal que te da paz o te hace recordar momentos gratos. Deja que ese conejo blanco corra detrás de cada sentimiento reprimido, permitele que descubra cual es su verdadero objetivo y ante todo—hizo una pausa mirándole fijamente— Porque decidió que tu tomes su forma al cambiar tu aspecto humano gracias a la Animagia—soltaba con una sonrisa afable en los labios.

— Muchos hemos perdido amores y personas que dejan una huella en nuestra vida, pero no por eso debemos atarnos al dolor eternamente—respetaba su sentir. Ansiando hacerle ver las cosas desde una perspectiva mucho más serena y menos lacerante. La guía de la Animaga era sencilla y sin demasiadas complicaciones, ella misma se vio hace años sumergida en una marea de emociones que le confundieron. Varias de ellas le orillaron a tomar decisiones que marcaron un parteaguas definitivo en su existencia

— Siempre vamos a caernos, pero poseemos la capacidad de levantarnos más fuertes y decididos que antes de ir a parar al suelo—se sentaba delante de la mujer— Jamás me atrevería a juzgarte, simplemente te ofrecería una solución definitiva a tus problemas o encrucijadas. Pongámoslo de este modo, el conejo blanco está a nada de caer en una trampa para osos—retrataba esa posibilidad llevando sus manos a su regazo— ¿Qué harías para evitar que sufra alguna clase de daño?—levantó su surda delante de ambas.

— Opción A incitarlo a que vaya por otro camino u opción B, gritarle y espantarlo lejos de la trampa. De ti depende que viva o muera, si crees que puedes hacer la elección correcta, no lo pienses demasiado—señalaba con la mirada la taza de té— Solo eran un poco de hierbas con agua caliente, la magia proviene de lo más profundo de tu ser, confía en ella y escucha su mensaje—recostando la cabeza contra el respaldo del sillón, dejaba todo en manos de la Delacour.


— Señorita Dumbledore, vaya que se ha tomado su tiempo para acudir a su clase—la voz de Suluk era afable pero certera. La puntualidad era una excelente carta de presentación, ella contaba con tiempo de sobra para adiestrar a los nuevos Animagos. Pero eso no daba pie, para interrumpir de ese modo la charla entre la Arcana y la Delacour— Pase y tome una taza de té—suavizando de un momento a otro sus facciones, le invitaba a contarle un poco más de ella.

— Y dígame, ¿Qué animal ha elegido para cambiar su forma humana por la animal?—apartándose un poco de la comodidad del respaldo, le mirada fijamente. Era capaz de descubrir lo que los ojos de una persona escondían, porque se decía que ellos eran la ventana del alma—Agradezco que su alma no sea turbia, permítame decirle que goza de una personalidad afable y que empatará a la perfección con el animal de su elección—le agradaba la compañía y la charla sin duda era inigualable. 

Tenía dos lados de una moneda, esperaba poder lograr que contrastarán y trabajarán equipo. Sería interesante ver las habilidades del conejo blanco en acción, ansiosa por develar que cualidades poseía el espécimen elegido por la Dumbledore.

5Id4HH2.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La.llegada a deshoras a la iniciación a la clase con la Arcana Suluk no había sido un buen detalle de mi parte , además de interrumpir su clase con la que era mi compañera, no había escuchado su charla pero si había sido una impertinente al llegar fuera de horario. Me invitó al té y avance a la mesa con algo de vergüenza. Agradecí y me acerque a donde ellas estaban para tomar el té.

- Gracias Arcana

Solté mientras me acomodaba donde ellas se encontraban, vi la humeante taza de té y sonreí, su pregunta llegó pronto, era hora de entrar en materia y debía poner toda mi energía en aprender a controlar una magia tan especial como era la animagía.

- Señora Arcana el animal es el lince Ibérico, es un felino rápido y ágil.

Conteste encantada por el animal que iba a aprender a transformarme, mi admiración por la transformación en animales se remontaba a mis antepasados las veelas, quienes tenían el don de transformarse en distintos animales y así deambulaban por los bosques. Las palabras de la Arcana me hizo mirarla de frente, me hizo sentir bien y además sentí cierta calidez en sus palabras que me recordó a la familia: el sentirse acogido era algo que no se valoraba tanto por una persona común, pero por un ser que ha estado en soledad durante su vida era algo que atesoraba. Sonreí amablemente a la Arcana, me había sonrojado un poco, singular su forma de analizar a las personas.

- Vengo dispuesta a trabajar y a aprender lo que usted enseña Arcana Suluk

Me costaba abrirme a la gente algunas veces, pero me sentía cómoda allí, lo cual era  bastante singular

 

 

 

 

 

IMG-20220208-WA0203.jpg

Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

A pesar del carácter arisco de la Black la energía de la arcana le brindaba paz, tanta como para haberse soltado de aquella manera sin tener problema, como si de alguien de años de conocerle se tratara. Ladeó la cabeza al escuchar la introspección ¿De qué en realidad escapaba ella? ¿Dolor tal vez? Rechazo, soledad… Mismos que con el tiempo había aprendido a sobrellevar.

Sonrió mordiendo su labio inferior por contagio al verla y volvió a su seriedad habitual ¿Por qué conejo y no otro animal que no fuera tan inofensivo y presa fácil? ¿Por qué le había elegido desde niña? Tal vez siempre tuvo el carácter marcado aunque tenía demasiada fragilidad, era desconfiada de todos y de cierta forma le hacía sentir orgullo ceder tan rápido en nada ni nadie hasta que se demostrara lo contrario… Pero antes que nada hacer caso a lo que su maestra le decía: Dejarle de reprimir tanto y en verdad dejarle ser, dejarle guiar y dejarse llevar por aquel pequeño que desde siempre había estado con ella.

Observó atenta a la arcana y asentía demostrando que entendía su mensaje, más que nada abierta a lo que le dijera; tenía varias opciones ¿En verdad dejaría que el pequeño que tanto le había ayudado con el paso de los años huyera temeroso de una trampa o le enseñaría que hay otros caminos tal como la Arcana le había enseñado?

- A veces no confío ni en mí misma y ahora tengo que confiar en mis emociones tan desbordantes. - dijo sin medir sus palabras, su mirada demostraba un poco de dolor, el dejarse llevar en un túnel de emociones no era lo que más le gustaba, pero, recordó al pequeño conejo, aquella pequeña silueta que le llevaba por caminos cuando todo estaba confuso y le ayudaba a salir de una u otra manera. - Vivo, lo deseo vivo, libre y sin miedos.

Cerró los ojos; no se veía sin aquella figura que le había guiado por años, tan pequeño y decidido y ella tan… Le imaginó tal cual la arcana le había descrito y veía a aquel pequeño dudar dentro de sus propios pensamientos, en su mente -al igual que en la realidad- se acercó cautelosa a quien había sido su compañero de juegos que miraba con sigilo aquella trampa y suspiró, no le dejaría ella.

Acercó su mano lentamente a tocar su lomo, sus dedos podían sentir el fino pelaje después de tantos años, sonrió y suspiró tratando de transmitirle la calma que en ese momento sentía, que al fin podía confiar en ella y que no había necesidad de seguirle huyendo; el pequeño animal levantó la mirada, sus ojos miel se clavaron en Gabrielle y las pupilas de ambos se dilataron ¿Amor? ¿Comprensión? Le vio bajar las orejas al punto de casi rozar el piso y por fin pudo notar los detalles de aquel pequeño que por años le persiguió.

El párpado superior era negro, como si fueran perfectamente delineado, al igual que Gabrielle estaba tranquilo, la Delacour hundió un poco más su mano entre el pelaje del pequeño, podía sentirlo, aunque aquello pareciera estar tan solo en su cabeza, ambos respiraban a la misma velocidad y sentían la misma tranquilidad dejando de lado las indecisiones.

Sonrió, aquel miedo de que él saliera huyendo se había alejado y se atrevió a levantarle para pegarlo a su pecho, cerró los ojos sintiendo como también la desconfianza del pequeño se deshacía por completo recargándose él mismo en el pecho de la francesa, quería alejarle de aquella trampa en la que, posiblemente de no ser por ella, le hubiera quitado la vida.

“Tout ira bien, allez…” pensó transmitiendo el mensaje a su compañero mientras le abrazaba, sus dedos se hundieron un poco más en el pelaje del pequeño y podía sentir casi como si pudiera fundir su mano con su piel, de nuevo volvían a respirar al mismo ritmo, en mutua paz.

Abrió los ojos y, aun sintiendo aquella tranquilidad, dirigió su mirada a la recién llegada ¿Hacía qué tanto había estado ahí? ¿Sería bueno presentarse? Decidió callar y se quedó quieta analizando antes de interrumpir a la Dumbledore.

- Arcana… ¿Cómo es que uno logra esa conexión y transformación? ¿Es solo… respirar? ¿Libertad? – bajó la mirada notando que ella misma balbuceaba cosas sin poder darse a entender. - ¿Qué se siente lograr esa transformación? Tal vez es vaga o inocente la pregunta…

La mirada de la francesa seguía fija en la taza frente a ella; sí magia interna, pero ¿Cómo hacerla externa? Tal vez aquella pregunta era mejor que la pregunta acelerada que había lanzado sin pensar. 

EgwLNCYh_o.png

Ai3amVH.gifRainbowiOmdHLF.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

— Se que estás dispuesta a dar lo necesario y más mucho más de lo que eres capaz de expresar con palabras—le tuteaba con respeto. Agradecida por la disculpa extendida hacia la Delacour y la Arcana Suluk. El escuchar la elección de la Dumbledore provoco que por un breve instante su fatigado rostro recobrará un extracto de juventud, sintiéndose sumamente complacida por tener a ese par de jóvenes como nuevas aprendices.

— La belleza de cada criatura es perfecta y única, no tiene igual dentro de la tierra que habitamos—la sabiduría brotaba de sus palabras. Cual manantial que alimenta con sus aguas cristalinas, el cuerpo de agua que sacia la sed de conocimiento y aprendizaje que buscan obtener los Animagos que acuden a su hogar. Akku era demasiado directa al hablar de la conexión que existía entre los humanos y los animales que habitaban dentro de ellos—Son uno mismo, imagina que ese conejo que tienes en tu regazo es el reflejo de la parte que ansia ser libre, saltar de un lado a otro, dejándose llevar por el impulso de sus patas traseras—sonreía invitando a Ada a tomar asiento.

— El dolor es natural, porque eres humana y puedes experimentar toda clase de sensaciones y sentimientos. El conejo es tu nexo con esa parte sensible o fuerte, depende de ti potenciarla al máximo o disminuir su influencia en tu vida, controlas cuándo deseas cambiar y cuando no—miraba el amor con que Gabrielle sujetaba al pequeño conejo— No huye, porque sabe que significas tu para el y el para ti, de ahora en adelante son un mismo ente. Considéralo una extensión de tu vida, aquello que es tu cable a tierra—desviando su vista hacia la Dumbledore, admitía que algo dentro de la joven le intrigaba. 

— La Animagia no es una válvula de escape a sus problemas, no lo vean como una solución inmediata a sus dilemas personales o emocionales—levantaba su dedo índice señalando su sien. Cada ser humano era diferente a los demás, ahí radicaba lo interesante de cada uno de ellos— Ellos son como sus huellas digitales, no existen otras idénticas en el mundo. El Lince Ibérico y el conejo blanco, ya son su sello personal—les dedicaba una sonrisa afable— Las invito a imaginarse en su forma animal, despójense de todo complejo o tabú. Dentro de está morada, no serán juzgadas por reaccionar de forma impulsiva o consciente del daño o beneficio que les dará ser libres como el mismo viento—el soltar amarras era una buena forma de dar el primer paso.

— Viviste con miedo y dolor, pero ya no es necesario continuar con el suplicio que implica ese yugo—miraba a la Delacour— Es momento de disfrutar lo que el te ofrece, no rechaces todo lo que tiene para enseñarte en este trayecto que están por iniciar juntos—la calma precedía siempre a la tempestad— Ada, ¿cuéntame como fue tu primer contacto con tu lado animal?—dándole espació a la francesa de fraternizar un poco más con el conejito blanco. Deseaba conocer los dos lados de la moneda, para darle paso a su trabajo en equipo— Serán aliadas dentro de está clase, trabajarán codo a codo, aprendiendo la mejor forma de que sus animales convivan sin dañarse o querer comerse, cayendo presas de la supervivencia—asentía esperando la respuesta de la recién llegada.

5Id4HH2.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La única vez que se había atrevido a buscar a la Arcana de Animagia, se vio obligada a rendirse, recordaba vagamente no haber estado sola, haberse sumergido en una especie de viaje a Grecia, recordaba poco o a lo mejor, prefería hacerlo así. La bruja, sin ser oclumante, era capaz de olvidar las cosas que, por decirlo de algún modo, la lastimaban. Algo así, es lo que había sucedido desde aquel entonces, pero ahí estaba. Nuevamente en aquella sección de la Universidad, sintiéndose un poco capaz de intentar nuevamente el proceso al que se sentía llamada. Convertirse en animaga parecía el siguiente paso coherente, todo aquello que la ayudara a esconderse, a esquivar lo que deseaba y encontrar lo que necesitaba, todo lo servía.

¿Suluk? —preguntó con voz firme, aunque el ánimo no era el mismo.

Se había arriesgado a enfrentarse a esta experiencia sólo con la varita, a pesar de ahora contar con más herramientas por si su vida se ponía en riesgo, esperaba un enlace mucho más puro, más elemental con la enseñanza de los arcanos. Evitar las confrontaciones que parecían ser las mañas de los Uzzas. En sus sueños, cuando se sumergía en el mundo onírico pensando en esta habilidad que tenía pendiente, veía alas, de todos los tipos, de todos los colores, desde las impetuosas alas de las aves andinas, como las sencillas y frágiles alas de insectos. Algo recordaba de su vieja travesía y quizá ese sería algún signo de su futuro próximo. 

Alisó unas arrugas inexistentes en su túnica, estaba nerviosa. Mientras esperaba, decidió atarse el cabello en una cola de cabello alta, para que el pelo no fuera un estorbo, y también para controlar la transpiración de sus manos. Después de todo, aunque estuviera ansiosa, también estaba determinada, este era el camino que deseaba y se sentía llamada a recorrer.

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

— Así que has vuelto, niña.

Suluk no había recibido respuesta aún de las otras otros mujeres que están con ella en la habitación así que apenas escuchar aquella voz proveniente de la entrada de su hogar indicó tanto a Ada como a Gabrielle que estaría con ellas de nuevo en un par de segundos. Se dirigió hacia la puerta y le dedicó una pequeña sonrisa a la chica que ahí esperaba.

— ¿Maida, no? —tenía bastantes años ya en su haber, pero lo cierto es que la Arcana aún tenía una buena memoria—. Me preguntaba si alguna vez volverías a verme, la última vez que estuviste por acá ni siquiera me diste tiempo de tener una platica contigo.

Le señaló el camino hacia el lugar donde sus otras dos estudiantes se encontraban y acto seguido se dirigió a a su alacena para tomar lo necesario para preparar otra taza de té. Seguro que la chica se sentía un poco más cómoda y en confianza al compartir con ellas aquella bebida tan reconfortante como nutritiva.

— Puedes elegir el tipo de té que gustes —le comentó al tiempo que le acercaba una pequeño refractario con varios sobres de té—. Justo estábamos platicando sobre la habilidad que están por aprender. Recuérdame, Maida, ¿Cuál es el motivo por el que estás tu aquí?

 

@ Maida Black Yaxley

5Id4HH2.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Por breves instantes sintió un poco de temor hacía lo que acababa de descubrir y tener entre sus brazos, aquel pelaje se sentía como si se fundiera entre sus dedos y la respiración de ambos se aceleró al escuchar el animal de la Dumbledore pero todos esos miedos se desvanecieron al escuchar que dentro de la cabaña estaban seguras ¿Juzgar? Igual entendía sus palabras y asintió sin más.

Una huella dactilar, cada animal era único y de eso Gabrielle no le quedaba dudas al sentirse cada vez más identificada por su “nuevo amigo”, no era un escape… Era parte de ella. Cerró los ojos, todo lo que la Arcana le decía tenía más se sentido, tal vez tan solo necesitaba oírlas de alguien externo a las voces que ella misma se hacía en la cabeza, sabía las cosas más nunca las llevaba a cabo, inseguridad tal vez.

Y sí, siempre terminaba con un paso en el vacío y otro en el suelo si aquello no representaba un reto, si su orgullo no estaba en juego las inseguridades tomaban el control. Esta sería la excepción.

Sus ojos miel se fijaron en Ada sabía que una vez dejándose llevar podría todo esto llevar al caos, pero trató de dejar eso de lado, ella no era una amenaza y, conociéndose en sus años de trayectoria duelística y mortífaga sabía que posiblemente aún en su lado animal Gabrielle afrontaría cualquier peligro, a fin de cuentas era terca y orgullosa. Sonrió a su compañera y asintió, tomaría las palabras de la arcana tal cual, si tenían que convivir en armonía tal vez no confiaba del todo en la recién llegada pero sí en su maestra que le hablaba con la sabiduría de los años.

Gabrielle dio un suspiro, libertad, el poder por fin ser ella y sobre todo el saber que sus emociones eran válidas, eran humanas y era parte de su personalidad, la respiración de la Black estaba perfectamente sincronizada con la de su pequeño conejo, aquellos latidos rápidos los sentía ella misma en su pecho y cerró los ojos imaginando como aquello se convertía ya no solo en un sentir si no en algo real.

Los latidos se su corazón eran rápidos y sincronizados, escuchaba las palabras de lejos y su sentido del oído se agudizaba y como si todo fuera un sueño de “Alicia en el país de las maravillas” sintió como toda aquella cabaña se hiciera poco a poco más grande que ella  ¿Era el vértigo por tener los ojos cerrados? La Black no sufría de vértigo. Tal como le había dicho su instructora podría ser todo “imaginación”.

Un escalofrío recorrió su columna vertebral y su instinto fue sacudir su cuerpo, abrió los ojos y en efecto aquello era más grande de lo que recordaba ¿Seguía en la silla? Observó a su alrededor y curiosamente una parte de ella estaba en total armonía y calma era tan solo el hecho de conocer todo desde otra perspectiva. Talló sus ojos, pero le encontró difícil ya que apenas podía alcanzarles y notó ese pelaje suaje siendo ahora parte de ella.

No tenía miedo, la curiosidad se apoderaba de ella; se sentó en sus dos patas traseras y olisqueó sus patas delanteras, pasó con cuidado por encima de su cabeza y notó dos largas orejas que caían por sus costados y torpemente les sujetó con sus patas, cerró los ojos, le olfateó con curiosidad y volvió a sentarse en sus cuatro patas.

Las conversaciones le eran ajenas, ella estaba interesada en cómo bajar de la silla ¿Sería tan solo saltar? Un salto simple al vacío, como todo en la vida… y así fue. Sus patas traseras lograron dar el salto y caer perfectamente sobre el piso de la cabaña pero al toca el suelo y querer salir corriendo sus patas resbalaron por el piso haciendo que su cuerpo callera de costado. No se había percatado que era una pequeña de apenas 20 cm a lo mucho, se enderezó de inmediato y se volvió a sentar sobre sus patas traseras, era una pequeña pelusa blanca en el piso y si quería libertad debía aprender a caminar, cual niño pequeño.

Gabrielle soltó un suspiro y frunció el ceño, trató de caminar, aunque sus patas traseras siempre le hacían resbalar ¿Estaba pensando de más? Esta vez se dejaría llevar sabía que su guía estaba ahí solo que ella, como siempre quería ser controladora… Y se dejó controlar por lo que sentía, veía, oía y su mente le intuía.

Cuando menos se dio cuenta estaba debajo de la mesa y sonrió para si misma, el caminar era ya algo dominado ¿Saltar? Sus ojos miel se fijaron en el sillón y apresuró sus pasos, era como aíre, cada paso iba acelerándose poco a poco hasta llegar al sillón y sin medir ni pensar tan solo sintió sus patas traseras tomar el impulso cayendo grácilmente sobre el sofá. Su corazón latía rápido, sabía que era por esa nueva parte de ella, estaba tranquila pero curiosa.

Al escuchar la puerta no pudo evitar pararse en dos patas para tratar de asomarse y esa pequeña mirada se asomaba por la orilla del sillón ¿Maida?

 

@ Suluk Akku

EgwLNCYh_o.png

Ai3amVH.gifRainbowiOmdHLF.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Desde que el Malfoy tenia conocimiento de los anímagos había sentido el deseo de poseer una habilidad tan asombrosa como transformarse en un majestuoso león o en un veloz gato. Durante todo su tiempo en Hogwarts jamás pudo llegar a tener un nivel mágico digno de realizar dichas transformaciones y por más que le costaba admitirlo, sabía que necesitaba de ayuda para cumplir sus objetivos, fue por eso por lo que decidió ahorrar todo lo que había ganado en su suelo del mes por ser el jefe del Departamento de Seguridad Mágica para al fin inscribirse a dicha habilidad en Mahoutokoro.

Desde que llegó al colegio pudo ver que era muy distinto a los otros en los que antes había estado, no se comparaba en lo absoluto a Hogwarts o a Uagadou y mucho menos a Castelobruxo, el recinto en realidad tenía una forma muy similar a la del antiguo Japón, con sus casas de estudiantes bastante antiguas y a la vez hermosas, los cerezos estaban en su punto más bello y comenzaban a caer las hojas en todo el lugar. Ludwig estaba tan fascinado que incluso había olvidado el motivo de su visita.

Tenía que encontrar a su profesora Suluk Akku y tuvo una gran dificultad al no conocer el idioma del lugar, sin embargo logró encontrar a alguien que hablaba inglés y le dio las indicaciones para llegar a su vivienda la cual estaba muy alejada de la escuela. El rubio no tuvo de otra más que caminar hacia allá. Mientras lo había pudo ver la casa de una arcana llamada Amara en la que se pasaba discutiendo con un mago que no acataba sus indicaciones, el rubio sonrió y estaba ansioso por conocer la personalidad de su nueva mentora.

Cuando por fin pudo llegar a la vivienda se impresionó que ésta era mucho más sencilla que otras, incluso pensó que estaba en el lugar equivocado pero no tuvo otra opción más que tocar la puerta y esperar a que le abrieran cuando así lo hicieron se percató de ver a una mujer de edad avanzada con un traje parecido al de un esquimal pese a que estaba haciendo un calor de verano bastante desagradable, Ludwig pudo ver en ella una gran sabiduría y no tuvo otro pensamiento más que el de admiración y respeto. Intentó hacer una reverencia al estilo japonés y se presentó.

-Buenas tardes, mi nombre es Ludwig Malfoy y estoy aquí para aprender a ser un anímago

UU62gOD.png

bfqucW5.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Que hacía ella queriendo estudiar de nuevo, a su edad... Ni que fueras tan grande se reprendió mentalmente. 

 

A decir verdad no había vuelto a pisar la universidad desde que cursará sus últimos grados académicos y no estaba del todo segura que valiera la pena pero siempre había querido transformarse en un animal, ya podía cambiar su apariencia física pero volverse un animago sería un nuevo reto.

 

Caminaba por los lindes de los terrenos de la universidad, cerca del río, dónde a lo lejos diviso una cabaña algo pequeña con la puerta entre abierta. Sonrió y con paso titubeante ingreso en la casita, percatandose que dentro ya había un caballero.

 

Yo soy Jessie... Jessie Black Lestrange— se presentó con timidez, su larga cabellera roja ondulada cubriendo parte de su rostro ocultando uno de sus grises ojos — también deseo ser un animago como el señor Malfoy.

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La clase de Animagía había iniciado, la Arcana Suluk era muy amable y te hacía sentir en confianza para lograr encontrarte a ti mismo, sabía por los libros que había leído varios textos alusivos a la animagía y era una clase de Magia muy especial y complicada. El mantener una transformación en un animal sin ceder a los instintos del mismo, pedía una gran control y concentración por parte del mago, la Metamorfomagia tenía algunos principios parecidos a los de la animagía, pero personalmente me parecía que el grado de dificultad era mayor. Había elegido un animal muy singular, uno que representaba mi alma fuera y solitaria: el Lince Ibérico. Este animal era la representación de mi yo más profundo. Era ágil, muy singular, solitario y había sido afectado en su población por los humanos de manera de ponerlo a punto de extinguirse y por eso atacaba a la menor provocación. Era un felino de gran tamaño, median mínimo un metro diez y tenían pelaje pardo.

Algo que me hacía reflexionar era el control que debía mantener en la transformación animal pues el Lince Ibérico era una animal carnívoro y es muy territorial. Es un ágil cazador, su método es aproximarse sigilosamente a la presa y salta sobre ella con rapidez. Es un felino de aspecto grácil, con patas largas y una cola corta con una borla negra en el extremo que suele mantener erguida batiéndola en momentos de peligro o emoción. Una de sus características son sus orejas puntiagudas están terminadas en un pincel de pelos negros rígidos, todo esto les favorece al camuflaje al descomponer la redonda silueta de la cabeza. Pará mí eran un animal hermoso y misterioso.

 

Las palabras de la Arcana me hicieron mirarla con atención, ahora el Lince Ibérico sería mi sello, yo siempre lo había sentido como el sello de mi ser profundo y ahora lo seria más que nunca. Mire a la joven @ Gabrielle Delacour   ella sería un conejo blanco y al observarla vi que su sello representaba inocencia y pureza. Le sonreí con amabilidad. La arcana se dirigió a mí y la mire a los ojos, fue entonces que sus palabras me devolvieron en el tiempo: estaba vestida con prendas militares, estaba en los montes de Toledo, al sur de España estaba herida y había sido despojada de mi varita. Escapando de quienes habían atrapado a mi división de la gendarmería mágica francesa quienes nos habíamos infiltrado para encontrar algunos magos que habían intentado huir tras un atentado a algunos muggles. Un grupo pequeño pero persiguiendo los allí logramos enfrentarlos. Era la única sobreviviente y me había ocultado en una cueva, allí era el habitad de una Lince ibérica hembra. Al verme herida el animal no me atacó, me alimento y cuido de mi por días y nos cuidamos durante un tiempo. Fue así como sobreviví cuidada por un majestuoso animal que me hizo amarlos.

 

-Arcana, descubrí mi lado animal a puertas de la muerte y conocí el lado maravilloso de la soledad y de la bondad de este animal…

 

Mire a La señorita Gabrielle Delacour seriamos aliadas y no era malo, me gustaba poder aprender con alguien más. Los orbes zafiro de la francesa se clavaron en los de la joven Gabrielle era momento de trabajar juntas. La Delacour tomó la. Delantera y con concentración pude ver su transformación en un hermoso y peludo conejo blanco. Me sorprendí al verla, era hermoso y dulce ver a ese animal, a sabiendas que era la misma persona a la que había visto hacia unos minutos delante de mí.

 

-Es maravilloso

 

Exalte emocionada, luego la vi saltar hasta el sillón y levantar sus orejas al mirar a la puerta. Una conocida @ Maida Black Yaxley era recibida por la Arcana y luego otro caballero, @ Ludwig Malfoy , al parecer seriamos varios, yo empezaría mi trabajo junto a mi compañera de equipo que ahora era un dulce conejo.

 

 

 

IMG-20220208-WA0203.jpg

Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.