Animagia

[Suluk Akku]

A Suluk solo le bastó el observar a Gabrielle en su forma animal durante un par de segundos para entender que la chica había logrado por fin crear un vinculo con aquel conejo blanco de sus historias. En su rostro se dibujo una pequeña sonrisa ya que la chica estaba a solo un par de pasos de avanzar a la siguiente etapa de su aprendizaje. No quiso molestarla, quería ver hasta donde llegaría por ella misma. Observó a las otras dos chicas en la habitación, parecían haberse quedado mudas, pero entendía que el responder aquel tipo de preguntas era bastante difícil. La Amimagia no era una habilidad sencilla, en su opinión era la más complicada de todas, pero estaba casi segura de que lo mismo pensaban sus compañeros Arcanos.

Se acercó hasta la mesa y tomó la taza de té que había dejado solo un par de minutos atrás y bebió un sorbo. ¿Qué es lo que venía a continuación? Se sentía contenta de que tantas personas estuvieran reunidas en su hogar y tuvieran el interés de aprender un poco de todo aquello que ella poco a poco había ido perfeccionando con el paso de los años. Aunque sí, sabía bien que al final de todo no era gracias a sus conocimientos el que alguien lograra dominar la habilidad si no que todo se debía a ellos mismos y la relación que tuviesen con lo que a ella le gustaba llamar su animal interior.

Y fue entonces, al dejar de nuevo su taza de té sobre la mesa que alguien más ingreso a su hogar. ¿Acaso la Dirección de la escuela estaba ofreciendo un descuento en la matricula de Animagia? Sonrió, aquel pensamiento era solo una tontería. Suluk se dio media vuelta y le dedicó una sonrisa a los recién llegados para después acercarse a ellos -. Ludwig Malfoy y Jessie Black Lestrange… Es un gusto para mí conocerlos. ¿Gustan una taza té? -comenzaba a quedarse sin sillas, pero aún así había bastante lugar en su humilde hogar para cualquiera que estuviera interesado en dominar la Animagia.

- Mi nombre es Suluk Akku, pero supongo que eso ya lo saben. Como pueden ver en este momento podría decirse que tenemos casa llena, pero eso no va a impedir que les preste la atención que necesitan así que díganme, ¿cuál es el ese animal con el que sienten un vinculo especial? Los escucho.

Suluk se dio el tiempo de escuchar a ambos recién llegados y una vez obtuvo sus respuestas les pidió un par de minutos para atender a otra de sus estudiantes. Camino hacia la posición de Gabrielle que continuaba oculta debajo de la mesa y a sabiendas de que la entendería, le cuestionó - ¿Sientes dolor? -aquella transformación no debía ser dolorosa en absoluto, pero lo cierto es que lo era para aquellos que aún no estaban listos o que simplemente no tenían en realidad un vinculo con el animal elegido -. No te preocupes, si no es así no es necesario que me respondas aún, continúa experimentando lo que la Animagia tiene por ofrecerte.

Cuando termino de transmitirle aquel mensaje a Gabrielle fue el turno de Ada de hablar. ¡Cuánto trabajo! Pero estaba feliz, realmente feliz de poder tener a todas aquellas personas en su hogar.

- Son justo este tipo de experiencias las que definen el vínculo con nuestro animal interior, ese Lince Ibérico del que hablas debió ser una criatura asombrosa, estoy totalmente segura de ello. Pero dime, ¿te crees capaz de lograr transformarte en una criatura así?

 

@ Gabrielle Delacour  @ Ada Camille Dumbledore  @ Ludwig Malfoy  @ Jessie Black Lestrange

[Jessie Black Lestrange]

Asintiendo a las palabras de Suluk, Jessie tomo una taza de té entre sus manos con una sonrisa afable. 

 

Observó al rededor cuando la profesora mencionara que había más gente en aquella casa, ya había escuchado las voces pero no se había percatado de quienes eran quienes estaban ahí.

 

—Madre— susurró a nadie en particular al fijar sus grises ojos en Gabrielle Delacoure.

 

—¿Disculpe?— pregunto en dirección a Suluk sorprendida por la pregunta — un animal... Con el que me sienta identificado.

 

Tenia tiempo soñando con un oso panda rojo y no comprendía del todo por qué. A lo mejor por su pelaje que era similar a su cabello o porque eran muy traviesos y juguetones como ella o les gustaba dormir después de comer...

 

Un oso panda rojo era un animal un tanto "exótico" por decirlo de alguna forma, ya que gracias a los muggles estaba casi extinto. Era una bella criatura a la que le gustaría proteger, tal vez se le estaba pegando un poco el sentimentalismo del magizoologo Nwet Scamander pero aquella criatura no era mágica, al menos no a los ojos de sus congéneres pero si a los de ella.

 

Observaba a Suluk entablar conversación con los otros magos que estaban estudiando animagia. Quería llegar al mismo nivel que ellos, ya había leído sobre el tema y sabía que sería complicado pero daría lo mejor de si misma.

 

[Suluk Akku]

Después de un par de minutos, Suluk volvió frente a los recién llegados. ¿Tendrían ya una respuesta para su pregunta? Estaba casi segura de que si, cualquiera que se anotaba a su clase tenía ya una respuesta en mente. Observó el rostro pensativo de Jessie lo cual dejaba en claro que estaba lista para externar su respuesta. ¿Qué sería está vez? La Arcana sabía que era difícil que los animales anteriores se repitieran así que era casi seguro que casi siempre la elección sería una sorpresa. 

— Puedo ver en tu rostro que ya tienes la respuesta a mi pregunta, Jessie. ¿Te gustaría compartirla conmigo y tus compañeros? —al decir esto desvió su vista al otro lado para tener una vista de todos los presentes—. Si bien todos están aquí para encontrar su propio animal interior, lo cierto es que tener a otros magos y brujas que te acompañen en el trayecto es algo realmente beneficioso.

Suluk llevaba bastantes años perfeccionando la habilidad, lo cierto es que en tanto había estado acompañada como también había tenido que librar varias batallas en solitario y aquello no había sido para nada sencillo. Si bien dominar la animagia era un proceso bastante personal y complicado, el apoyo moral nunca estaba de más. Con ayuda de su varita, la Arcana llamo un par de sillas que aparecieron justo detrás de Ludwig y Jessi así como una más para ella misma.

— Tomen asiento, creo que deberían descansar un poco ya que presiento que pronto tendremos que trasladarnos a un luego lugar, esta habitación ya se está quedando algo pequeña. Pero por lo pronto, te escucho, Jessi. Cuéntame sobre ese animal y tu relación con él —dijo al tiempo que tomaba asiento.

@ Jessie Black Lestrange

 

 

[Jessie Black Lestrange]

Aún pensaba en sus sueños, aquellos dónde un bello oso panda rojo hacía aparición en ellos. Se habían vuelto más fuertes desde que aprendiera a modificar su apariencia con la metamorfomagia ¿Tendría algo que ver? Confiaba en que no.

 

Brinco en su lugar al escuchar de nueva cuenta la voz de Suluk referirse a ella. Sonrió de medio lado acomodando sus largas ondas detrás de su oído derecho con timidez.

 

—Eso... Creo.— cambiando su peso de pierna soltó el aire que no sabía que retenía jugando con sus dedos.

 

Asentía a las palabras de la Arcana, aquello era cierto, podía sentir la magia a su alrededor, ya sea por los otros magos o por el lugar donde se encontraba. Lo mismo había pasado con las otras habilidades que había estudiado.

 

Tomo asiento cuando noto la silla detrás de ella; cruzando sus tobillos el izquierdo sobre el derecho acomodo sus manos sobre sus rodillas sintiéndose aún más nerviosa que cuando estaba parada.

 

—Tengo... Tiempo, bastante tiempo si soy sincera... Soñando con un oso panda rojo, con un bello antifaz blanco al rededor de sus ojos grises intenso. Su pelaje es rojo fuego, muy similar a mi cabello. Cuando sueño con él regularmente está haciendo alguna clase de travesura o comiendo frutos en el bosque. Se ven tan feliz... — mientras hablaba, sus grises ojos quedaron perdidos en el techo de aquella pequeña casa. 

 

Soltó un suspiro deseando estar en el lugar de aquella hermosa criatura, ya que así, finalmente, podría encontrar la paz que tanto buscaba. Sola en el bosque, sin nadie que la lastimar, sin nadie que le recordara lo sola que estaba en el mundo. Aprendiendo a conocerse finalmente.

[Ludwig Malfoy]

La arcana parecía mucho más agradable de lo que aparentaba, no tardó en hacer pasar al Malfoy a su morada e invitarle a tomar una taza de té la cual aceptó de inmediato. Sabía que era importante respetar a las personas mayores y más aún si se trataban de gente con una gran variedad de experiencias y conocimientos dignos de compartir. A su vez, el rubio pudo notar que no estaba sola y que una chica, Jessie, también acababa de llegar a la clase con el Malfoy. Fue entonces que la arcana le hizo una pregunta la cual el Malfoy aún no estaba seguro responder.

-Yo toda la vida he soñado con transformarme en un gato o en un león, cualquier felino sería increíble sin embargo mentiría si digo que siento un vínculo con dichos animales, por alguna extraña razón tengo sueños vividos con arañas, ellas no me atacan, pero me siguen a todos lados – comentó y agregó un poco inseguro – no es mi deseo transformarme en una araña ¿es posible huir de un vínculo así?

Era extraño la manera en que se sentía con respecto a aquellos animales, las arañas nunca le habían causado asco y sabía que transformarse en una de ellas podría ser provechoso, no obstante era claro que tendría que renunciar a su sueño de ser un majestuoso felino. Esperó a que Suluk le contestara y una vez hecho lo invitó a sentarse pues el viaje había sido bastante complicado. Ahí pudo reconocer a una persona que adoraba, era Gabrielle, desde su regreso no habían podido hablar así que decidió sentarse junto a ella para posteriormente saludarla – déjame adivinar, ¿te vas a transformar en conejo?

[Melrose Moody]

La vivienda es humilde y los grandes ojos de la bruja evalúan el porche y la entrada con el mismo ensimismamiento que muchos alumnos antes que ella. No porque lo encuentre extraño, si no porque la residencia no guarda homogeneidad con el resto de Mahoutokoro. Es porque no está en su lugar habitual, ella sabe que hubo arreglos que el Ministerio de Magia hizo acorde a las situaciones políticas desatadas desde que los arcanos decidieran aceptar alumnos. Lo sabe porque Richard había dado un largo discurso de ello en casa y ella había escuchado... a medias. Ver esa construcción ajena, cuestionándose si acaso Suluk no habría pensado que sería una cosa "del momento" que ahora se había extendido por largos años.

De todos modos, se anima a tocar. 

Había tenido cuidado de limpiarse de todos los amuletos uzza para estar en presencia de la arcana y vaciar su mente para poder encontrarse abierta a las ideas que ésta vertería en su cabeza. Melrose no era una alumna difícil, su disposición siempre era dócil hacia las de otros. Sin embargo, no estaba segura de si eso sería bueno o malo para esa clase. En Hogwarts, no la había ni la mejor, ni la peor estudiante.

Su cabello desordenado se agita un poco cuando todavía se encuentra aguardando. En Japón es otoño: es templado pero corre un viento frío y el ambiente se siente húmedo.  Sus sentidos agudizados por la licantropía captan una conversación pero se niega a prestar atención al contenido para no sentir que se encuentra espiando o algo parecido. Solo... que la arcana decida darle el recibimiento y empezará a atender como debe.

 

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba emocionada de pensar en hacer contacto con esa parte animal que yacía en mi, debía interiorizar esos instintos que hacían al Lince Ibérico un animal majestuoso, ágil, rápido, amable, salvaje, libre, nómada. Cerré mis ojos para sentir que era el, recordé todo el paisaje que me rodeaba en esa cueva: el olor, la humedad de la roca, el sonido del viento soplando por en medio de las tupidas capas de los árboles y filtrando se hacía la cueva hasta tocar mi rostro. Un calor fuerte en mi pecho se encendió, no era un sentimiento ni emoción, era algo más visceral y profundo que nacía en mi pecho y se repartía por mi abdomen, recorrió mi columna desde la cintura hacia mi cabeza y se repartió por mis miembros superiores, subió por mi cuello y mi cabeza. Cerré mis ojos y me abandone a eso, sentí mi cuerpo envuelto por una gran energía algo que me movía sin yo quererlo.

 

Tras unos minutos solo sentí calor a mi alrededor y abrí los ojos para ver que sucedía: la luz de aquella casa era muy fuerte y quise tapar mis ojos con mi mano pero frente a mi vi una mullida para con garras de color dorado. La sorpresa me lleno y mire hacia abajo, mis pies había desaparecido y otra mullida pata de dorado pelaje estaba en el suelo, mire a mi alrededor y todo se veía mas alto, la silla estaba detrás de mi y solo podía ver un gran cuerpo de felino. Había llegado a transformarme y ahora era una gran Lince, sentí como podía mover mis orejas con las conversaciones de los demás y sentí el olor de un conejo a unos metros. Me acerque dando algunos pasos torpes y aprendiendo a balancear el cuerpo en las cuatro patas, avance y puse mi hocico cerca al conejo, olía bien. Sentí como gruñia mi estómago y algo se despertaba en mí.

 

 

[Maida Black Yaxley]

Si bien era cierto que la lista de cosas que abrumaban a Maida eran bastante larga, no esperaba verse tan expuesta en tan corto tiempo. Aunque por conocimiento cercano era consciente de que los Arcanos eran magos y brujas con sensibilidad superior, no le gustaba sentirse tan en desventaja, más cuando ya había abandonado una vez esta clase. Vio un animalito por ahí, tratando de pasar desapercibido, luego un par de personas más y sin darse cuenta, su piel estaba erizada, alerta con muchas ganas de pedirle a sus pies que salieran corriendo de ahí. La pregunta de la Arcana tampoco ayudó, la bruja Yaxley tenía un terrible problema emocional en los últimos meses y recordar la motivación, que ya no existía, la tenía con los ojos anegados de lágrimas.

— ¿Por qué volver? —repreguntó ella ignorando a los recién llegados, a los que ya estaban y dada la mirada en la nada que tenía, ignorando hasta a la propia arcana—, ¿Por qué no? Supongo que aunque ya no tengo con quién dirigir este tipo de conocimiento la motivación sigue siendo la misma, necesito saber que de llegado el momento, puedo protegerlos de la mejor manera posible, evitarle cualquier tipo de sufrimiento, dolor, evento innecesario.

Los ojos azules de Maida parecían comenzar a oscurecerse, había perdido toda fuerza de voluntad que la hiciera levantar la mirada hacia su nueva maestra, pero aún con todo eso, no estaba dispuesta a hacerle caso a su piel erizada, no volvería a salir huyendo, se quedaría ahí, aunque no fuera ya necesario, aunque ni siquiera fuera requerido. Era terrible como acababa de librarse del Señor del Caos y una sencilla pregunta la tenía nuevamente de puntillas y temblando. Decidió relajarse un poco, jugando con sus dedos, tamborileando un poco sobre la palma de la mano. 

[Gabrielle Delacour]

- No.- dijo Gabrielle pero tan solo ella se escuchó mentalmente, cerró los ojos y rio para sí, ¿De cuándo un conejo habla? Meneó la cabeza sintiendo el aire entre sus orejas largas dándole a entender a la arcana que no sentía dolor y que extrañamente estaba tranquila.

Continuó explorando, la cabaña seguía llenándose de gente y aquello no le tranquilizaba del todo pero había algo en ella que le hacía sentirse en completa paz, tenía tan solo que escucharle. Apuró a intentar de nuevo subirse a la mesa cerca del sillón, mentalmente midió la distancia ¿Qué tanta fuerza? Pero algo en su interior le empujaba a dejar de pensar y empezar a sentir.

Sus patas traseras empujaron con fuerza el sillón y cayó casi sin sonido sobre la mesa, como si sus patas fueran tan suaves como para no generar ruido, tal vez el haber al fin haberse fusionado con su animal interior le permitiera utilizar la gracia aprendida con años de ballet. Meneó la cabeza, adoraba sentir ese aire entre su pelaje y aprovechó para ver con sus propios ojos sus patas delanteras.

Como si fuera un sueño la Black se quedó sentada mirando sus propias patas, lamió la parte interna y acomodó su pelaje tallando su rostro hasta sentir su oreja izquierda, le trató de atraer con ambas patas y saboreó la punta de ella. Era tan suave que ni ella se lo creía a lo que continuaba acicalándose, tratando de conocer su cuerpo de a poco.

A lo lejos logró distinguir la voz de su hija y levantó su cuerpo sobre sus dos patas traseras tratando de verla mejor ¿Se notaría la diferencia? Si ni ella misma se reconocía como coneja ¿Cómo los demás lo harían? Observó a Maida y seguido reconoció al otro chico haciendo que su mirada se iluminara de inmediato.

De nuevo era ella, esa parte infantil, débil y sensible estaba ahí era en verdad ella, se sentía ella misma. Brincó al instante de la mesa y corrió sintiendo perfectamente la agilidad de sus movimientos esquivando las patas de las sillas y de sus demás compañeros, a lo lejos pudo notar que su compañera había logrado transformarse y aún estaba confundida pero la mirada de la Delacour estaba fija en el Malfoy.

Al tenerle cerca Gabrielle brincó sin pensar al regazo del Malfoy, tantos años y encontrarlo en aquel lugar, ni siquiera se había detenido a recordar que era una pequeña coneja que no podía comunicarse. Aquello no le importó y tan solo se levantó en sus dos patas tratando de olisquear el cuello del rubio como señal de cariño ¿Qué tanto tiempo había pasado? Pasó su frente por la barbilla del Malfoy y trató de trepar a su hombro dando pequeños saltos ¿Tenía la misma maña que su conejo Psicosis?

 Sabía que él le reconocería y no había fallado; bajó y contuvo sus ganas de demostrar cariño, al escucharlo asintió con la cabeza y volvió a postrarse sobre las piernas de Ludwig tratando de buscar su caricia mientras volvía a observar su cuerpo recostado en las piernas de su antiguo amigo y escuchar a los demás.

@ Suluk Akku

@ Ludwig Malfoy

 

 

[Suluk Akku]

El soñar con un animal no era suficiente para que algún mago o bruja lograra crear un vinculo con el mismo, Suluk estaba segura de que había un poco más de información ahí que Jessi no le había proporcionado aún. Espero un par de segundos para ver si la chica complementaba su respuesta, pero no lo hizo por lo cual decidió realizar aquella pregunta tan personal.

- ¿Y usted es feliz, señorita Black Lestrange? -observó a su alrededor, las cosas seguían avanzando lentamente así que se sentía tranquila, podría dedicarle el tiempo necesario a cada uno de sus alumnos sin sentir que estaba olvidándose de alguno-. Necesito que piense en la razón por la que ese oso panda ha aparecido en sus sueños, en la conexión que tiene con él.

Y apenas darle esa instrucción continuó con el siguiente de sus alumnos, el cual no estaba demasiado alejado de Jessie. Su pregunta la dejó un tanto pensativa, un vinculo tan fuerte como aquel no podía romperse tan fácilmente, pero lo cierto es que aún ni siquiera sabían si el chico tenía realmente aquel vinculo.

- Dígame, señor Malfoy, ¿Hay algo más con esas arañas que simple sueños? -casi todos sus alumnos comenzaban explicando su relación con algún animal utilizando los sueños como base, pero ella sabía bien que el vinculo real se daba por mucho más que simples sueños-. ¿Cree usted de estar vinculado a una araña podría romper ese vínculo? La animagia es una habilidad bastante complicada, son muy pocos los que logran controlarla y cada uno de ellos tiene un vinculo con un animal diferente. Bueno, no todos… Pero casi. Así que, ¿cree usted que de tener este tipo de vinculo podría romperlo tan fácilmente? Yo diría que no, pero siempre en realidad en esta vida no hay nada imposible.

Lo dejó pensando su respuesta y acudió a responder de nuevo al llamado de la puerta. ¿Quién sería en esta ocasión? O sí, Melrose Moody. Hacía bastante tiempo que Suluk no recibía a un Moody en su hogar, pero esperaba que la chica que recién llegara fuera igual de agradable que ellos. Abrió la puerta y le dedicó una sonrisa a la recién lelgada.

- Melrose, ¿cierto? Pasa, sígueme a donde están los demás, como puedes ver… Estoy un poco ocupada, pero no por eso te prestaré menos atención así que dime. ¿Crees tener algún vínculo especial con algún animal? Quiero que me cuentes tu historia, te daré un par de minutos para que pienses en ello.

¿Ada? ¿Cómo había pasado aquello? Suluk se apresuró hacia el lugar donde antes estaba la chica, pero ahora había un lince en su lugar. La arcana se plantó firmemente sobre aquel animal que sabía bien era Ada, pero al contrario que con Grabrielle, estaba casi segura de que ella tendría un poco más de problemas para controlar los instintos propios de un Lince.

- Ada, ¿puedes escucharme? Sé que estás ahí en algún lugar, necesito que tomes el control, no permitas que los instintos primarios de un lince logren controlarte por completo.

Decidió confiar en su estudiante, pero aún así se mantendría alerta. Volvió sobre sus pasos y acto seguido se dirigió a Maida. ¿Proteger’ ¿Evitar cualquier tipo de sufrimiento? Negó, aquello no era posible. La animagia no estaba diseñanada con ninguno de esos propósitos.

- Maida, ¿estás segura de que la animagia es la habilidad que buscas controlar? No conozco tu historia, pero me gustaría conocerla. ¿Podrías recordarme un poco sobre ti? ¿Sobre como es que esta búsqueda de protección tiene como base un vínculo con algún animal?

Después de terminar la pregunta de Maida su atención se centró en Gabrielle, que había ido a parar a las piernas de Ludwig.

- Gabrielle, ¿puedes escucharme? Creo que es hora de que regreses a tu forma humana, estás casi lista para avanzar con tu aprendizaje, solo te falta un par de pasos más.

@ Jessie Black Lestrange  @ Ludwig Malfoy  @ Melrose Moody  @ Ada Camille Dumbledore  @ Maida Black Yaxley  @ Gabrielle Delacour