Orden del Fénix • Familia Potter •

[Rory Despard]

Parecía que había pasado una eternidad desde la última vez que se había reunido en la Potter, para compartir momentos junto a los otros miembros del bando. Aun era un misterio sin resolver (aunque había altas posibilidades de que hubiese sido el ponche) conocer qué sustancia había terminado haciendo que todos experimentasen esa alteración en sus sentidos, pero todo lo que había dicho y escuchado ese día lo perseguía de cierta manera.

Había sido la primera vez que se había cruzado con Mica, sin saber que llegaría a conocer más a la mujer por la pérdida de Elvis Gryffindor, una pérdida que lo había acercado más también a Lunita. Y era la bruja la que más le preocupaba en ese momento. Se había prometido cuidarla y protegerla para evitar que volviese a sufrir por la muerte de un ser querido ¿pero qué tanto había podido cumplir su palabra?

Era por esa razón, que ese día había mandado una lechuza más temprano, invitándola a la Potter, uno de los varios lugares seguros del bando, para que allí pudiese ponerse al día de las circunstancias de la joven. Cada vez más inmiscuido en cuestiones políticas, porque el cargo de líder así se lo exigía, necesitaba también conocer a través de ella, cuál era la situación actual del ministerio. Feos rumores de nuevos ataques corrían y él necesitaba estar preparado, para que en la medida de sus posibilidades, el bando pudiera evitar o cuanto menos disminuir el daño de semejantes acciones. 

Ell como funcionaria seguro tendría mayor información. Otra persona clave, era por supuesto Darla, pero no podía negar que todavía lo azoraba lo último que había pasado con ella en esa misma sala. Definitivamente, iba tener que reunirse también con ella, pero esperaba poder hacerlo en algún otro lugar que no fuera ese, para no recordar con tan solo verla, el tipo de besos que la bruja prefería.

@ Luna Gryffindor Delacour

Editado 14 de Junio del 2021 por Rory Despard

[Luna Gryffindor Delacour]

La lechuza de Rory la deja perpleja, no sólo porque adora a su amigo, si no porque no pensaba que él la llamaría para ir a la Potter y no es que no lo quiera o se alegre con su llamado, el problema era que no se sentía tan buena y dulce como siempre y tendía a tener una melancolía extraña que nunca antes había experimentado, lo atribuye a su dolor por la muerte de Elvis y entiende que tiene que procesarlo todo, también sabe que tardará más que el resto en hacerlo y suspira negando con la cabeza, debe de ir a ver a su amigo, antes de que quiera volver a su cuarto y no salir de allí por días, así que se decide por un traje negro,una camisa blanca y un pantalón negro y su prendedor del Fénix dorado, necesita llevar algo que realmente refleje su dolor interior y sabe que el negro podrá hacerlo por ella. 

 

También supuso que la llamaba para saber qué sucedía en el ministerio y como andaba todo por ahí, algo que la mantenía activa era justamente el ministerio y Darla, quien la ayudaba bastante a apalear su humor repentino de tristeza y desazón, se promete agradecerle a ambos su preocupación por ella, al menos cuándo toda su tormenta interior pase y pueda hacerlo por supuesto. 

 

Corrí como alma que lleva el diablo bajando las escaleras de la Gryffindor, ni si quiera sabe si se cruza o no con alguien, hasta que llega a la puerta y la abre corriendo también, parecía que estaba haciendo una maratón cuando en realidad sólo quería llegar a tiempo a ver a Rory, preguntándose si no estaría exagerando en correr tanto a sabiendas de que siempre solía o perderse o llegar tarde a las misiones que solía tener a diario. 

 

Caminar los pasos hasta llegar a la Potter le toma menos tiempo del de siempre, esta vez no se detiene a ver el paisaje o lo que tiene adelante y no para hasta que llega a la Potter, que es donde puede suspirar en la puerta y prepararse para entrar preguntándose si podrá hablar con Rory y contarle lo que le pasa últimamente, intuye que esta preocupada por ella y que por eso la llamo ese día allí, internamente le agradece su preocupación y sonríe por primera vez en semanas, pensando en que hablar con él seguro que la hará sentir mejor, nunca supo que tenía el pelirrojo pero siempre le daba paz tenerlo al lado suyo. 

 

Entró como un tropel casi corriendo y para no perder la costumbre me chocó con el paragüero de siempre, masculló un juramento y acomodo los paraguas con el paragüero preguntándome si el estruendo le dirá a mi amigo que ya llegué a la casa, además de prepararme para lo que se venía, tenia que pensar muy bien que decirle y que no, así que lo hago, preguntándome si no estaría exagerando por demás mi repentina preocupación, era mi amigo y nadie como él para hablarle de lo que sea, siempre me daba una calma que rara vez tenía en mi vida diaria, esa sensación de que nada malo pasaría, si pudiera elegir a un amigo querido, además de Nathan y Hades, él contaba de los primeros en quien pensaba cuando necesitaba ayuda para alguna cosa y a quien solía recurrir siempre que la tristeza me atenazaba el alma, como me sucedía en aquellos momentos. 

 

- Hola Rory, amigo mío, lamento la tardanza y perdón por lo de los paraguas, siempre me los choco, igual ya los puse en su sitio, ¿qué pasó?  ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?  ¿Estás bien? - Le preguntó entrando a donde está el pelirrojo e intentando sonreírle, pero se ve más como una mueca que como una sonrisa real y sincera - 

 

Automáticamente se siente en calma en su compañía, jamás entenderá que tiene pero algo en sus maneras tranquilas le da la paz y tranquilidad que a ella le faltan, quizás nunca se lo diga, pero el es el amigo más sincero y querido que tiene y se pregunta si podrá ayudarla a pasar ese mal trago, intenta sonreír de nuevo pero de vuelta le sale una mueca más que una sonrisa, así que suspira y espera que él le diga que hace aquí y para que es buena, adora ayudarlo y pasar tiempo en su compañía, se pregunta si podrá dejar de sentir ese desasosiego que siente en su pecho y si podrá ser feliz de vuelta, por lo pronto espera ayudar a Rory y poder volver a encontrarse otra vez como era antaño, se pregunta si podrá hacer ambas cosas a la vez en aquel día y sólo espera que le diga para que está allí en esos lindos momentos. 

 

@Rory Despard

Editado 2 de Julio del 2021 por Luna Gryffindor Delacour

[Mica Gryffindor]

 El cateo había acabado temprano, por suerte sin incidentes más que el incendio de un par de sillas producto de un fenixiano algo ansioso. La Gryffindor había respetado la decisión del resto de regresar, en vista de no encontrar nada sospechoso en aquella hostería vacía. Y así lo hicieron.

Conjuró aquel portal enseñado por los Uzza y uno a uno los fue invitando a traspasarlo, teniendo que arrastrar al último rezagado. Fue con él que traspasó el portal en último lugar, soltándolo al llegar al sitio seguro. Se acercó a los tres con un pergamino en la mano y les mostró el trazo del líder de la Orden en que se revelaba la ubicación del refugio del bando: la casa de los Potter, la cual se revelaría ante sus ojos en lo que hasta entonces parecía un terreno vacío. 

–Bienvenidos –les dijo tranquilamente, avanzando en primer lugar y abriendo la puerta hacia el interior. –El último cierre la puerta, por favor. Les presento el sitio de reunión de la Orden del Fénix, aunque parece estar algo olvidado...

Le asombró un poco la calma que encontraron al llegar, aparentemente el resto del bando se encontraría ocupado o en otras misiones. No dudó en invocar nuevamente un patronus, esta vez invitando a todo el bando a reunirse en el recinto, sin más excusas que pasar un momento juntos. 

@ Hannity Ollivander Evans @ Ludwig Malfoy Triviani @ Illidan Black Lestrange @ Darla Potter Black @ Rory Despard

[Luna Gryffindor Delacour]

Ese día había terminado tarde las pociones que estaba haciendo, cada vez más me interesaban y me apasionaba hacerla, pero era un secreto no a muchos les contaba que me gustaba realizarla y me pregunté si a alguien realmente le interesaría eso. 

 

Sonreí al ver el Patronus de mi tía Mica, un Búho que me recordaba demasiado a mi papá, me pregunté cuánto tiempo pasaría antes de que pudiera ver un búho y no relacionarlo con él, negué con la cabeza concentrándome en el mensaje que decía y  busqué unas galletas de naranja y otras de chocolate para llevarlas en un plato, me sentí alegre de verla de vuelta a ella y a toda mi familia, queriendo pasar un buen momento con todos mis amigos. 

 

Baje las escaleras y casi corrí hacia la puerta de calle, me apresuré a salir y cerrarla preguntándome si es que no estaría saliendo demasiado fresca para esa noche, pero me encogí de hombros, mi camisa violeta y mi pantalón violeta claro tendría que bastar para abrigarme y si no lo hacían ellos lo haría mi saco violeta claro que llevaba abrochado y mi bufanda roja y dorada con un gran león en su frente, esperando llegar a mi otro hogar cuanto antes mejor. 

 

Divisar la mansión Potter no me costó tanto tiempo, llevaba las galletas en el plato y una sonrisa amable en mi pálido rostro, abrí la puerta y había hecho dos pasos cuando para no perder la costumbre me choque con el paraguero que había en la entrada, haciendo un estruendo, me apresuré a acomodar todo y me anuncie aunque supuse que ya todos sabrían que habían llegado al fin. 

 

- Hola a todos, lamento la demora en llegar y no se preocupen ya acomodo todo, es que esos paraguas siguen en el medio, pueden creerlo? En fin... Traje galletas - dije mientras acomodaba los paraguas que se habían caído -

 

Avance hasta donde estaban y sonreí al ver a mi tía Mica, a mi amiga Darla y a mi amigo Rory, con todos los demás, preguntándome si no habré llegado demasiado tarde para comer algo, mientras dejaba las galletas arriba de la mesa y me puse feliz, al fin estar en familia y de tener una bonita reunión con todos mis compañeros de bando. 

[Darla G Dumbledore]

La noche anterior habían tenido una visita a Escocia con compañía inesperada, al momento de elegir apoyar a aquellos hombres ante el Despard, Darla sabía que se estaba jugando la vida. De los tres solo conocía “bien” a uno de ellos, a los demás solo de oídas se podría decir y por sus acciones, pero no les había tratado directamente. Tampoco era lógico pensar que después de tantos años el rubio seguiría siendo el mismo. Pero todo había salido bien.

Por eso se sorprendió ante la llegada de la leona a su hogar, no había podido asistir a la redada que harían en un local supuestamente mortífago en búsqueda de artefactos prohibidos. ¿Algo habría salido mal que ahora la leona se aparecía una vez más? Al oírle dejó escapar un suspiro de alivio y se puso en pie. ¿Cuántos días hacía que no iba a la Potter? Desde el incidente de los besos y el muffin.

Recogió su cabello en una coleta por sobre la nuca, los rizos, aún algo despeinados, cambió su camisón por un jean en cuyos bolsillos delanteros guardó la varita y un par de objetos que siempre llevaba con ella y sobre la básica se colocó un buzo de hilo tejido con capucha. Se miró al espejo, toda de azul, parecía los pitufos de las historias muggles y de hecho estaba muy mugglemente deportiva con sus zapatillas también del mismo tono. Se encogió de hombros y se desapareció rumbo al Valle de Godric, tratando de recordar si podía aparecerse dentro o fuera del lugar.

El crack de su aparición sonó casi a la par que la llegada de Lunita al recinto, Darla sonrió a la pelirroja y miró a Mica acompañada de unos magos, algunos de los que habían compartido con ellas la noche anterior la redada en el palacio Ashriver.

—Hola, no creo que llegues tarde Lunita, yo estoy apenas apareciendo aquí —el hechizo antiaparición hacía que los demás miembros de la Orden aparecieran en el jardín, pero ella, junto con Rory, Zahil y el resto de Demon Hunters podían aparecer dentro del hogar Potter.

—Muffins no por favor —dijo la pelirroja mientras se acercaba a un aparador de donde sacaba algunos vasos —no sé si haya bebidas aquí o en la cocina, creo que tendría que ir a ver, aunque a mí me vendría bien un té —agregó mientras se encaminaba a la cocina, con la mano en los bolsillos, acostumbrada a beber esa infusión nocturna con su difunto prometido.

 

@ Illidan Black Lestrange  @ Rory Despard  @ Mica Gryffindor  @ Ludwig Malfoy Triviani  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Hannity Ollivander Evans

[Illidan Burke]

Era la primera vez que cruzaba un portal de esos, y menos de la mano de alguien, aún portaba su cerveza en la mano libre, fue una sensación extraña, se sintió desencajar con el mundo entero. Cuando Mica lo solo se sintió un tanto perdido al no ver nada delante de él, no fue hasta que la Gryffindor saco un pergamino, enseñándolo, que las cuentas cerraron, y delante de ellos un imponente castillo se hizo presente.

Volvió a beber de su cerveza, guardo su mano libre ahora en el bolsillo, y siguió al grupo hacia el interior del lugar. Mentiría si decía que era lo que esperaba, el sitio se encontraba algo abandonado, incluso las palabras de la guía parecieron hacer eco en el lugar. Levanto ambas cejas frunciendo los labios, guardándose los comentarios para sí mismo. Sin dejar de avanzar, hasta donde el tour terminaba. 

Buscó un cómodo sofá y se dejó caer en él, mientras que podría apreciar la aparición tanto de Darla, como de Luna. Ambas conocidas para él, aunque una más que otra. - ¿Entonces la idea de una fiesta de Bienvenida que descartada? - Preguntaría más para Mica, pero al fin de cuentas fue en general. 

Al menos Lud se encontraba con él, se sentía medio sapo de otro poso como recién llegado, siempre le pasaba en todos los grupos. Buscaría su mirada y al encontrarla levantaría la barbilla frunciendo el entrecejo, una mirada interrogante que para todos podría decir cualquier cosa, pero el rubio preguntaba por el resto de la trifuerza. 

@ Ludwig Malfoy Triviani  @ Lord Cubias  @ Thanatos L. Lestrange

[Rory Despard]

El autobús noctámbulo se detuvo de manera brusca, y entre quejas de varios pasajeros que habían despertado de mala manera de sus siestas, Rory bajó, agradeciendo al conductor y su ayudante por el viaje. Un viento frío corría por la calle, por lo que ajustando la capucha en tonos tierra, el predicador caminó tranquilo el corto trecho que lo separaba de la residencia de los Potter. A veces, en días de jornadas extenuantes como esa, lo único que quería era su cómoda cama en el Palacio Rosa, pero no podía eludir los compromisos que tenía para con la Orden del Fénix y sus miembros.

El patronus de Mica había especificado que se trataba de una reunión para socializar con los magos que se habían unido a las filas del bando recientemente. Rory había tenido la oportunidad en noches anteriores de conocerlos, pero definitivamente sabía que iba ser una experiencia distinta estar en una reunión de ambiente relajada, que en la tensión de una incursión, con la amenaza de la muerte oscilando sobre sus cabezas.

En la sala, Darla, Mica y el joven llamado Illidan se encontraban ya envueltos en una charla casual. Sus oídos apenas habían captado la frase "fiesta de bienvenida" al ingresar, y el asunto lo había puesto nervioso, al recordar la reunión que, meses atrás, él había impulsado y que había tenido un inesperado desenlace. 

¿Qué podía depararles esa noche?

— Buenas noches, la paz del señor esté con ustedes —  saludó mientras dejaba su maletín en el respaldo de la silla más cercana y se dejaba caer con cansancio en ella— ya veo que varios están con todo el ímpetu de la juventud, deseando una fiesta. Yo no veo malo el asunto, siempre que se midan con esas bebidas espirituosas.

Sus ojos estaban puestos en la cerveza que Illidan llevaba en la mano, pero luego el más agradable olor de las galletas que Lunita había traído, lo tentaron lo suficiente como para acercarse y tomar un par de ellas. 

— Anoche tenía una liturgia impostergable y no pude asistir, pero parece que no tuvieron mayores problemas con ese negocio ¿no?

Mordisqueando la primera de las galletas, su pregunta quedó flotando en el aire a la espera de respuesta.

@ Mica Gryffindor  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Darla Potter Black  @ Illidan Black Lestrange

[Darla G Dumbledore]

Darla se encogió de hombros al escuchar a Illidan que se lanzaba sobre uno de los sofás que había en el lugar y tomaba una cerveza, preguntando si no habría fiesta. Antes de que pudiera responder había aparecido, cual trabajador que regresa de su jornada, el Despard. Darla levantó una ceja mientras le observaba y escuchaba sus palabras, le vio tomar de las galletas de Luna, que por ahora ella pensaba evitar, por las dudas.

—Creo que sí tendrás tu fiesta Illidan, solo espera que busco bebidas de las espirituosas y de las otras en la cocina —dijo la Potter Black con un tono de voz en el que su molestia no podía definirse si era contra el Black Lestrange o contra el líder de la Orden. Sin más se giró y se encaminó por la puerta del pasillo hacia la cocina.

Había algunas botellas en la heladera, bebidas sin alcohol en general y algunas botellas de agua. Darla tomó su varita y susurrando algunos hechizos básicos aprendidos durante sus largos años de estudio convirtió las botellas de agua en un par de cervezas, un tequila, una botella de ron y luego acomodó todo con magia sobre una bandeja donde un recipiente con sal y unos limones completaron junto a las bebidas sin alcohol el conjunto, llevándolos flotando frente a ella hacia la sala en que estaba el resto esperando.

—Sírvanse lo que gusten, no hay mucamos y los elfos pues, ni idea, los Potter no los tenían en su hogar —se encogió de hombros mientras acomodaba la bandeja de bebidas sobre la mesa y tomando uno de los vasos que había dejado antes se sirvió una buena medida de ron, para luego ir a dejarse caer en un sillón de un cuerpo, justo al lado del que había elegido de dos cuerpos Illidan.

—Y bien… ¿cómo les ha ido a todos hoy? ¿encontraron algo? —y cruzando las piernas se acurrucó en el sofá, escuchando y bebiendo.

 

@ Illidan Black Lestrange @ Rory Despard @ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy Triviani @ Luna Gryffindor Delacour @ Hannity Ollivander Evans @ Lord Cubias  @ Thanatos L. Lestrange

[Ludwig Malfoy]

Definitivamente, el Malfoy se había quedado rezagado en materia de hechizos, en su vida había podido conjurar un portal y mucho menos trasladar a varios a la vez, no podía subestimar a sus nuevos compañeros y por el contrario, había mucho que aprender de aquel valioso equipo. Aún mal humorado por no haber conseguido víctimas en el hostal, no le quedaba más que regresar al punto de reunión donde buscarían su siguiente jugada.

No tuvo que preguntar pues pudo reconocer de inmediato a la vivienda de los Potter, aquel lugar le traía recuerdos bastante peculiares pues en el pasado había luchado contra los que ahora eran sus colegas, comenzó a sentir remordimiento por todo el daño que causó en su momento y de alguna manera eso evitaba que se integrara más.

Si Darla o Mica supieran que hace tan solo 10 años Ludwig se encargaba de cazar y asesinar a cuantos miembros de la orden pudiera, ellas no se lo perdonarían, posiblemente lo torturarían o encarcelarían y lo merecía. Pero ahora tenía una nueva oportunidad de hacer las cosas bien y no la quería perder. Miró a Illidian quien también se identificaba con el, ambos tenían un pasado oscuro que querían ocultar pero ¿lo lograrían?

Decidió relajarse y entrar en ambiente, vio a Rory recibirlos con un saludo bastante religioso y pudo observar con más detalle lo acogedor que era el lugar en el que se encontraban, tomó asiento y tomó una bebida que uno de los elfos le ofrecía mientras encendía un puro.

-Espero no les moleste – dijo mientras comenzaba a degustar de su habano, posteriormente se dirigió a Darla para responderle – Nada, se ocultan como ratas, saben muy bien donde esconderse, pese a su numero elevados pareciera que se los tragó la tierra… deben tramar algo.

Era sospechoso que los mortífagos no hicieran acto de presencia, al menos en sus tiempos no les importaba la desventaja en números siempre y cuando dieran una buena batalla. Desconocía sus planes pero los averiguaría.

 

[Darla G Dumbledore]

La Potter Black negó con la cabeza, mientras observaba el habano que había encendido  Ludwig, sus ojos lo estudiaron con curiosidad, había algo en ellos tres que le recordaba el pasado, un pasado tan lejano, que no lograba descifrar por completo. Volvió sus ojos hacia el otro mago e hizo memoria de los archivos que alguna vez había revisado al ingresar en la fortaleza, como nigromante había accedido a mucha información, aunque no a toda. Hoy día no estaba segura si eso servía de algo o no.

—Desaparecidos ¿eh? Sí, dicen que son muchos, tuvieron su mayor auge con Aaron como Ministro, y al principio con los edictos de Sagitas hubo ataques y… —se quedó callada de repente y su mirada fue hacia Lunita, mordió su labio por dentro, no se había dado cuenta que había estado a punto de narrar como una reportera fría e indiferente como el Black había incinerado a la Reina de Inglaterra y a su séquito, pero principalmente cómo había acabado con Elvis, el padre de la Gryffindor.

—Concuerdo contigo de que algo se está gestando —cerró su mente con oclumancia al notar que venía a ella el rostro enmascarado de Caelum con sus ojos grises y el recuerdo de su voz reflejo de una confianza que le había demostrado en forma inesperada.

Dio un largo trago a su vaso, como si en el fondo de él pudiera encontrar una respuesta, un escape o la solución a aquel conflicto interior en que se encontraba. No podía saber lo que ellos planeaban pero quizás pudiera investigar, pero ¿por dónde empezar? Se preguntaba a sí misma, descubriendo de pronto que se había volado y su vaso estaba vacío. Se puso de pie para volver a llenarlo.

—Habrá que investigarlo —repitió como un mantra mientras su mirada se perdía en el simple gesto de dejar caer el líquido desde la botella al vaso.