La Marca Tenebrosa ~ Mansión Riddle ~

[Hades Ragnarok]

Había pasado muchísimo tiempo desde que el hijo de la noche había pisado la mansión Riddle, misiones, peleas, la verdad es que el cainita se había dedicado a su vida fuera del bando, tenia una hija pequeña a la cual cuidar, estaban tanto la Macnair como el, buscándole un hermanito o hermanita a la pequeña Kore y no podía olvidar lo que estaba por suceder en Rumania.

 

La capucha de viaje ocultaba su níveo rostro, sus pies de manera ágil lo llevaban hasta dentro de la mansión. ¿Cuántas veces había cruzado aquellas puertas? Recorrió con la mirada el lugar, no había cambiado absolutamente en nada, todo seguía igual de tétrico y majestuoso, tal como hacia muchas lunas lo había dejado, sin embargo, al entrar noto un ruido extraño, no era el clásico silencio o el murmullo de personas reunidas, sino, mas bien era una especie de fiesta o celebración.

 

-Supongo que si han cambiado algunas cosas -dijo quitándose la capucha mientras se acercaba a los presentes.

 

A algunos los reconocía, otros eran miembros nuevos, los cuales quizás jamás habían escuchado su nombre por la larga ausencia que se había auto infringido el vampiro. Puso los ojos en blanco y recorrió la habitación caminando lentamente hasta encontrar un lugar apropiado. Tomo una de aquellas cervezas y se dispuso a brindar en silencio, por los que no estaban por los que si, y por aquellos que de una u otra forma, ya fuera de buena o mala manera se atravesarían en su camino.

[Darla G Dumbledore]

La pelirroja caminó despacio recorriendo los pasillos dela Mansión Riddle, había sido reconstruída y aunque no, ella nunca había sido muy habitué de ella en el pasado. En esta oportunidad llevaba unos jeans desgastados, una media polera azul y sobre ella un chaleco largo con delicados bolsillos bordados, había sido un obsequio, llevaba en su bolsillo la varita y un pequeño objeto con el que jugaba entre sus dedos. Todo le parecía tan nuevo y extraño.

Cuando llegó a la biblioteca, algo llamó su atención, el suave aroma a cebada y el brillo de las luces sobre la espuma de una jarra de cerveza, a cuyo lado había otras tantas jarras y botellas. ¿Desde cuándo había cerveza en las bibliotecas? Bueno, no es que aquella fuera una biblioteca pública, así que no tenía nada de raro. Se acercó y observó unos segundos. Dicen que la curiosidad mató al gato, por eso cuando la Potter Black tomó una de las botellas para leer más sobre su contenido, sus ojos se abrieron como platos al notar como un brillo azul la activaba…

—...ta…dre.. —fue lo único que alcanzó a escucharse cuando el traslador tiró de ella arrastrándola en un giro rápido y repentino, Darla pataleó, insultó nuevamente y terminó aterrizando en el centro de un pub recibiendo un grito de bienvenida… bueno, decir aterrizando era decir mucho porque en realidad la bruja había caído casi de bruces por intentar impedir que la botella se estampara contra el suelo del lugar.

—Por las bragas de Morgana qué dem… —se quedó de una pieza y su expresión se suavizó hasta terminar en una sonrisa al reconocer al mago que estaba frente a ella —¿Antonhy? —¿alguna vez han notado a dos personas que no se han visto en años como sus expresiones, sus gestos y el abrazo que sigue se nota lleno de afecto y nostalgia? Ella no acostumbraba a ser afectiva pero cuando se abalanzó sobre el mago y lo apapachó contra su pecho para luego soltarlo con gesto avergonzado, entregó lo que en mucho tiempo no había mostrado a nadie: todo su amor y cariño.

—Es bueno verte —dijo con una sonrisa tímida y cálida a la vez y sin vergüenza dejó que sus mejillas tomaran el sonrojo propio de una humana hecha y derecha en una situación así.

[Anthony R. Dracony M.]

Todo preparativo anterior para aquella reunión, había resultado emocionante para el ojimiel, uso todas aquellas experiencias vividas en clases y reuniones a las que asistió, para dar forma y vida a tan repentina celebración. Horas antes de dar inició, estaba paseando nervioso, revisando más de una vez las mesas donde los elfos habían colocado aperitivos, viandas y bebidas, las que eran tan diferentes y variadas como se pretendía, ya que no está seguro de los gustos de cada compañero o compañera que asistiría al lugar.

Miro su reloj de plata de bolsillo, era la hora, así que se encamino hasta el entarimado central justo sitio donde se aparecieron uno a uno los invitados. Algunos si que les brillaron los ojos, otros recorrieron con la mirada su alrededor, como estudiando o evaluando lo que veían, eso no aminoraba el entusiasmo que el peliverde expresaba al dar la bienvenida a los recién llegados, algunos solos y otros en grupo.

Lo fácil era el inicio, el nigromante se preguntaba que haría después para mantener el interés entre los asistentes...suspiro...como había dicho su colega @ Ada Camille Dumbledore lo importante era divertirse, solo que él, hace mucho que no lo hace...no quería defraudar a nadie, pero se sentía algo fuera de lugar, así que mejor optó por usar su sonrisa para ocultar su inexperiencia.

Todo iría bien, cuando cada uno, conversara con quien le interesara, si...una nueva aparición en el pub le hizo gritar con entusiasmo un saludo alegre, vio a la pelirroja con esa expresión en su rostro que va de la sorpresa a la alegría y entonces el mago sintió que el corazón le dio un vuelco de inmenso cariño, fue como si por fin se acabara el esfuerzo de fingir alegría para en verdad llenarse de dicha y gratitud. No hubo que pensarlo, se abrazo a ella como tal vez hicieron en el pasado, pero se sentía como si ambos extrañaran al otro de toda la vida...

Ella sonriente comentó: --Es bueno verte. -- El joven mago, busco la mano de la pelirroja para entrelazar la suya y mirándola a sus ojos asegurarle sinceramente: --Es lo mejor que ha sucedido hasta hoy, gracias por estar aquí, te he extrañado mucho... Darla...  @ Darla Potter Black

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba en mi habitación de la Mansión Riddle, me había quedado allí como en un refugio durante varios días, abstraído en libros, cartas que escribir y el violín. Allí nadie solía molestarme porque no todos permanecían allí y además porque la mayoría estaban en sus asuntos y ese lugar solo se usaba para reunirse, si teníamos todos una habitación allí era porque era como nuestra familia de alma, pero casi nadie la usaba.

Escuche el bullicio y sabía de antemano que iba a celebrarse allí una reunión, en donde todos nos reuniríamos, pero bueno debía dejar de ser tan huraña, me di una ducha y lave mi cabello, era tan sencillo estar allí sin nadie alrededor vigilando mis pasos amaba ese lugar. Además el frío de Londres era algo que hacía más acogedor aquella casa. Envuelta en la toalla mire en mi placar que ropa tenía para usar allí: saque un pantalón negro de lino, un suéter de lana negro de cuello alto, un abrigo verde oliva y botas blancas altas hasta la rodilla. Con un movimiento mi varita arregle mi cabello y lo deje suelto. Ahora estaba lista para reunirme con mis compañeros de armas.

Baje la escalera desde el tercer nivel, donde quedaba mi habitación hasta el primer nivel, no sabía bien donde estaban reunidos pero empecé a caminar por la casa hacia los lugares sociales en donde todos podríamos estar y participar. Fue cuando encontré a Darla y a Anthony que se saludaban muy afectuosamente.

- Buenas noches…

Salude con una gran sonrisa dirigida a ellos.

@ Darla Potter Black

@ Anthony Ryvak Dracony

[Anthony R. Dracony M.]

Kristoff, el pobre elfo encargado de enviar algunas botellas a algunos colonos de la Comunidad, se debatía en la manera de indicar al halcón peregrino, a quienes debía llevar aquellos trasladores. El halcón se muestra agresivo con el tembloroso elfo que no atina a poner tono autoritario en la orden hacia el ave, Kautet gira la cabeza de forma altiva, e ignora al elfo, pero basta que Kristoff se lamenta, de que el amo Ryvak se va enfadar si @ Martin N Roses  @ Hessenordwood Crouch  y @ Zenin  no reciben aquel objeto como invitación a la celebración que el nigromante a organizado para los compañeros que más recientemente han ingresado al Bando. 

El ave de rapiña es altiva pero tiene en alta estima al mago, porque le deja en total libertad para cazar y pasearse a su entero gusto, así que emprende el vuelo con la primera de aquellas botellas con una misiva de puño y letra del mago, para llevarla al domicilio indicado. No le lleva mucho concluir la entrega y vuela veloz de regreso a la mansión, continua con la tarea, que cuando concluye, enfila rumbo a las montañas para desenfadarse por completo.

Ryvak Dracony

El mago está visiblemente contento, la presencia de la hermosa pelirroja le trae gratos recuerdos, como aquella primera vez que se vieron en la librería...le encanta contar con la compañía de la vampireza, tal vez y sea el momento adecuado para ponerse al día con ella... @ Darla Potter Black

Una voz dulce suena cerca de ellos, el mago gira la cabeza para mirar a la joven recién llegada, es nada menos que @ Ada Camille Dumbledore  con un atuendo que le sienta muy bien, el ojimiel sonríe y le responde el saludo:

--¡hola! buenas noches a ti también, me alegra que tengas tiempo de compartir con nosotros, es bueno relajarse de vez en cuando ¿no te parece?  

[Hessenordwood Crouch]

Grelliam

Necesitó tomarse un minuto antes de adentrarse, tembloroso, apenas puede sostenerse de pie por cuenta propia, está congestionado como es habitual, pero más que nada ha sido la aparición repentina e inesperada que provoca el traslador enviado hasta su locación lo que lo tiene mareado, casi a punto de devolver el estómago, para él no parecía haber medio de transporte, mágico o no mágico, que no produjera efectos secundarios sobre su achacoso cuerpo, de modo que cuando sus pies tocan nuevamente el suelo firme no solo se siente mareado ante la primera visión que tiene de la mansión Riddle, si no que además despierta una punzada de desconcierto e intranquilidad al no haber tomado algun remedio para la memoria antes de partir.

De todas formas, ya está ahí y no cree tener la fuerza necesaria ahora para cambiar de opinión. Lo cierto es que a pesar de todo le provoca también verdadero interés el que cosas están sucediendo dentro de ese lugar, no ha estado ahí desde el momento en el que Arya Macnair se anunciaba como la actual cabecilla del movimiento mortífago y reformaba, o quizá reorganizaba, los ideales y partidarios por igual. Primera y única vez que se había atrevido a pisar el interior del lugar con las sucias suelas de sus botas enlodadas con el fango de las tumbas de Little Hangleton.

Respira entonces, con fe y con ganas, para atravesar la puerta principal. Hoy todos sus sentidos están afectados por algo no necesariamente mágico ni mucho menos artificial, pero de igual manera, cuando está adentro, se desplaza como si conociera el lugar mejor que su propia casa, aunque solo se está dejando llevar por los pasillos que se le muestran. 

—Un violento y ruidoso ave me trajo hasta aquí-, no se refería tal cual a haber volado con el halcón, de hecho había tratado de rehuir del animal si no hubiera sido tan insistente en entregarle el mensaje mientras esperaba por el demonio en los patios de la mansión Granger. —Entonces, ¿hay algo que pueda hacer por ustedes?-, se anunciaba al llegar, con los bordes de su acento inglés a duras penas capaces de ser pronunciados.

Dentro de la habitación, que no es para nada algo que pudiera haberse esperado, no hay muchas personas reunidas, no todavía, y supone que es mejor que así se mantenga al menos hasta que entienda mejor lo que está pasando, de todas formas, aunque sin quererlo ha interrumpido sus conversaciones con su extraña figura desentonando en el salon, se mueve lentamente por los bordes de aquel espacio, como si tratara de no ser visto.

[Darla G Dumbledore]

Su mano se había entrelazado con la del joven peliverde y sintió como una sonrisa brotaba de sus labios, sus palabras la hacían sentir por demás de feliz, él no tenía ni idea de lo que significaba en su vida y ella no era de quien expresa ese amor agápē hacia nadie, no está acostumbrada a abrir su corazón.

—No tienes idea de lo mutuo que es esto para mí, verte me hace muy feliz, Seba estaría orgulloso del hombre que eres hoy día —y jalando suavemente al mago hacia ella lo abrazó una vez más con calidez para susurrar a su oído —también te he extrañado y mucho.

Segundos después había soltado con gesto tímido al mago, no quería atribular a Anthony con su abrazo, además de que los recuerdos la traicionaban y venían en tropel a su mente, provocándole una serie de emociones gratas y extrañas que no era el momento de sentir delante de la gente que podía haber en el lugar. Aquello ya tendría su oportunidad de poder llevarse a cabo en un ambiente más íntimo, o al menos eso esperaba la pelirroja que fuera a pasar.

Hay tantas cosas que quisiera charlar con él y sin embargo siente que no es el lugar ni el momento oportuno, se maldice por no haberse dado ella el tiempo para estar a su lado, no haberse volcado a él cuando se encontró sola y ahora, ahora es todo una marabunta de sonidos y voces a su alrededor. Se encoge de hombros algo sorprendida, de nada vale que se eche las cosas en cara.

—Nos debemos un brindis y una charla —le dice a Anthony rápido antes de que se dirija hacia Ada, a la cual le dedica una sonrisa y un saludo con la mano libre, aún lleva la botella traslador en la otra —hola Ada —saluda mientras piensa en las palabras del mago, sí, es bueno relajarse, lástima que ella no lo logra desde hace rato. 

Editado 26 de Enero del 2022 por Darla Potter Black

[Anthony R. Dracony M.]

A veces pertenecer a la sociedad es abrumador porque socialmente se interactúa, siendo en ocasiones no tan grato si se es, como él, sincero en demasía...aunque el ojimiel ha encontrado una solución momentánea: calla cuando no tiene algo agradable que decir, cuesta guardarse cosas, pero va mejorando día a día.

Es ya casi experto en darle la vuelta a las pláticas cuando toman un rumbo que no desea, lo que le ha salvado en muchas situaciones que le hubiesen hecho perder su reputación. Quizás dentro de unos años pueda dar un cambio radical, pero ahora se amolda actuando con diplomacia.

Es un gusto poder mostrarse autentico frente a la pelirroja, se calma teniéndola cerca. Su rostro muda de expresión cuando Darla menciona a Seba...recuerda al mago muy bien pero duda que se sienta orgulloso...acepta el segundo abrazo de ella, definitivamente, es de las pocas personas que aprecia sinceramente.

El nigromante asiente a la propuesta de su amiga "Nos debemos un brindis y una charla"...¡Que líos crea el tiempo! Entre deberes y rutina, miles de cosas quedan por decirse, lo grave es que no llega el momento adecuado o  cuando no ocurren esos encuentros para franquearse con los demás...Ryvak sospecha, que se tiene la falsa ilusión de contar con tiempo...

Dracony suelta una carcajada tras la queja de uno de sus invitados--Un violento y ruidoso ave me trajo hasta aquí-- El mago sabe que se está refiriendo a su halcón, Kautek es un ave de rapiña y no es domesticada, sino salvaje, así que le tocará disculparse con Grelliam más tarde. ( @ Hessenordwood Crouch  ) Es posible que ambos puedan distraerse con un juego de apuesta donde el desafío sea levitar objetos pesados, algo que puede llevarse a cabo en el salón.

[Radamantys]

Y ahí estaba, la negra capucha cubría el rostro del demonio, que tras un suave estallido había aparecido en las afueras de aquel lugar, siempre le había gustado andar un poco antes de llegar al lugar que deseaba visitare, así pues, su lenta caminata empezó, un suave viento mecía a los lados la túnica verde esmeralda que cubría el cuerpo de aquel mago.

Sus ojos negros se posaron en aquella imponente edificación, de la que tantos rumores circulaban, la que tanta historia tenia, donde tantos sucesos representativos para la magia oscura se habían dado, ahora que lo pensaba, Radamantys no la había visitado ni en el pasado sin embargo en aquella ocasión haba un motivo de fuerza mayor que lo llevaba al lugar.

Una sonrisa se dibujó en sus labios al tempo que avanzaba hacia la entrada, la marca tenebrosa en su antebrazo ardió suavemente, dejando en la piel del mago una suave sensación de dolor satisfactoria, más sin embargo no presto atención a ella, continuo su avance hasta el interior del edificio, pasando por la puerta de entrada, una vez dentro sus ojos recorrieron todo.

Con un suave movimiento de la mano el demonio desaprecio la túnica que envolvía su cuero, dejando al descubierto su vestimenta, negra en su totalidad, la varita como siempre en su mano derecha y en ristre lista para ser usada, era eso sin duda costumbres de los viejos tiempos, aquellos en donde en cualquier lugar o en cualquier momento la muerte se hacía, presente. así pues, movió la varita y de inmediato apareció delante suyo un enorme oso panda, que se quedó mirando al mago, -Anda por ella-  le susurro el demonio, de inmediato el animal emprendió la carrera, así Radamantys se quedó en espera.

 

[Ada Camille Dumbledore]

Sin pensarlo mucho al parecer había una especie reunión de mortífagos que no había sido anunciada, pues no sólo estaba @ Anthony Ryvak Dracony en aquel lugar, al que salude con mucho cariño y amabilidad, sino también mi cuñada @ Darla Potter Black . El joven era muy amable y lo tenía en gran aprecio y ni que decir de mi querida Cuñada, a quien le tenía en gran estima. Les sonreí a ambos y les salude con cariño.

 

-Que bueno que estén aquí, yo no estoy hoy para reuniones, así que antes que los demás me vean huyo…

 

Dije en tono de broma mientras me dirigía hacia la entrada de la Mansión, mientras con la mano les enviaba besos. Por estar mirando hacia otro lado me tropecé con algo y fui a dar al suelo, al mirar observe a un caballero vestido de negro que había ingresado a la Mansión, debía ser un mortífago, porque nadie que no portara la marca tenebrosa podría ingresar al edificio. Pose mis manos en el suelo para levantarme pero en vez de eso me quedé viéndolo, no se porque me intrigaba ese mago.

@ Radamantys