ministerio de asuntos mágicos de francia Baile de Celebración del Aniversario CCXXXIII de la Revolución Francesa

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

La imagen de Sean

Sonreí ante la perspectiva de que ante mi idea del libro pudiese Sean tener una fan en Vuelaplumas. Al parecer no era tan falsa la percepción que el mago tenía sobre si en lo de bastante bueno en las relaciones publicas. Cada vez más sorprendía las muchas aristas del mago. Por suerte para mí podía usar su imagen a voluntad, incluso sus recuerdos, aun a expensas de algún que otro efecto indeseado.

-Sin dudas su souvenir esta garantizado en el lanzamiento. -me rasque la cabeza mientras era bombardeado por varias ideas incluyendo rifar mi ropa interior. 

Hasta ahora la velada no decepcionaba. Por lo que simplemente me mantuve en la compañía de la bruja que no pedia ni pies ni pisada de lo que acontecía. Por lo pronto yo me preparaba por si tenía que dar pita con alguna información bajo la manga. Suponía que el que Vuelapluma no hablase de nada concreto era evidencia de que primero hay que dar antes que recibir. 

-Yo tu no esperaría nada de los bandos. Son aburridos. Salvo el asunto de la Reserva y las criaturas mágicas, con el cual algunos se hacieron mas ricos (o sea yo),no ha pasado nada interesante este año. Y la verdad políticamente nada ha cambiado. Si regresara Sagitas ahora mismo al Ministerio lo encontraría casi igual. En fin ahora ando desempleado, aunque de vez en cuando paso para ayudar a Matt si hace falta. 

@ Maida Black Yaxley

[Juliette Macnair]

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ᅠᅠSoltó la copa con suavidad para dejarla levitar en los aires, y cuando vio que él ejercía el peculiar gesto para invitarla a bailar, una amplia sonrisa se dibujó naturalmente en sus delicadas facciones. Alzó el mentón con un orgullo burlón, y con elegancia hizo una reverencia para aceptar tan pomposa invitación, intentaba mantener la postura de seriedad pero sólo le estaba molestando como era de costumbre. No importaban los años, Juliette no sería realmente Juliette sino tuviese aquella característica personalidad juguetona con aquellos en quienes realmente confiaba. 

⸻ Woo... ¿Patriarca? ¿Tanto tiempo ha pasado ya? Aún recuerdo cuando nuestro único compromiso era salir con vida de aquellas pruebas...  y bares.

Murmuró con la arruguita en el puente de su nariz mientras caminaban al centro de la pista de baile esperando la siguiente melodía, y lentamente fue tomando el control, sólo en un principio, para poder guiar a su compañero. Agarró la mano masculina para depositarla en la curva pronunciada de su cintura, y luego dejó que él alzara su mano libre para al fin comenzar un suave balanceo al ritmo de la música. No le gustaban los eventos sociales últimamente, pero no podía negar que aquellas costumbres corrían naturalmente por su sangre.

Resguardados con el anillo, la joven Macnair al fin pudo pensar en cómo resumir tanto y poco al mismo tiempo. Soltó un pequeño suspiro, y murmuró al fin.

⸻ Nos vimos en el Sendero, ¿recuerdas? Fue un encuentro breve, un hechizo salió mal y creo que estuve a punto de morir... por milésima vez. 

Soltó una risita.

⸻ Pasé todos estos años intentando buscar una nueva cura a un nuevo problema, y me di cuenta que sólo perdía mi tiempo, uno que ahora escasea pues es mi última vida humana... es irónico porque no lo soy del todo, pero aún así, ahora tengo fecha de caducidad. Ya veremos cuán largo mi destino será.

Sacudió suavemente la cabeza para intentar despejar su rostro del mechón rebelde que solía entorpecer su mirar como de costumbre, y luego volvió a mirar sus ojos como si intentara asegurarse de que no era un espejismo, y es que a pesar de que su conversación era poco convencional, ella siempre confiaba plenamente en el Black Lestrange, y sabía que él la comprendería, de la misma forma que hacía cuando eran jóvenes promesas del Mundo Mágico. 

Volvió a hablar.

⸻ De ti no supe demasiado, ni siquiera en nuestro encuentro exprés, siempre has tenido la fastidiosa habilidad de permanecer oculto y nunca ser encontrado, así que, espero... que seas tú quien me ponga al día de la verdad, y no unos rumores escritos con tu ego misterioso. ¿Qué ha pasado en mi ausencia?

 

Cita. @ Eobard Thawne

[Matt Blackner]

En la entrada a la fiesta

 

El viaje fue...bueno, fue. Me sentía incómodo con el traje, a pesar de que me quedase perfecto, simplemente, no estaba cómodo. Reconozco que tal vez protesté un poco más de lo que debería, o de lo que habría hecho en cualquier otra ocasión, pero mi humor no estaba para fiestas, y menos para multitudes. Asi que protesté todo el camino, por el pantalón, por la chaqueta, por la pajarita, porque hacía calor o porque me asfixiaba con tantos botones abrochados. Me habría quejado hasta de los calcetines si hubiese podido.

 

Ella, supongo que con la paciencia que le da ser madre, fue contestando a cada una de mis protestas, incluso se atrevía a bromear con el hecho de que encontraría novia. Al final, terminó por engancharme en la chaqueta un pequeño lazo del carruaje con los colores de Francia, en honor a la fiesta a la que acudíamos.

Mi única respuesta fue un gruñido, antes de cruzarme de hombros.

 

Pasé el resto del camino enfurruñado, mirando hacia la calle, aunque sin fijarme realmente en nada concreto. Otras ideas me rondaban la cabeza aunque no quisiera, asi qeu Sagitas disfrutó de meterse conmigo sin que le contestara hasta que llegamos a la fiesta. Los elfos nos recibieron mientras ayudaba a Sagitas a bajar del carruaje, y nos guiaron hasta la fiesta. Sagitas se agarró a mi brazo y me resigné a quedarme en la fiesta, caminando junto a ella, qeu parecía muy feliz de estar alli (y también tranquila, con Jack en la PB, no habría fantasmas femeninas ni reinas pasadas que lo persiguieran)

 

En la recepción ya había mucha gente riendo, bailando, bebiendo en elegantes copas y charlando, tanto en el exterior como en los bordes de la zona de baile. Intenté decirle que nos sentásemos, pero Sagitas quería seguir allí hasta que llamaran a la mesa. Creí reconocer al tío Adrian, a antiguos compañeros de trabajo y conocidos...Pero Sagitas no era como yo, qeu prefería pasar desapercibido. Ella alzó la mano y trató de llamar la atención de Adrian. Eso me  hizo fijarme mejor, y casi estuve a punto de protestar porque él apenas llevaba camisa abierta y nada de pajaritas, pero Sagitas se adelantó para hacerme callar.

 

Algunos invitados se giraron y cuchichearon. Pero también llamamos la atención de un par de camareros que le pidieron la invitación para la fiesta. Me distraje un momento al escuchar que alguien daba un pequeño discurso, y para cuando quise darme cuenta, Sagitas amenazaba a los hombres, luego gritaba por ve a saber qué, y decidieron llevársela. 

 

Tardé un momento en reaccionar. Como se había torcido asi la fiesta? Lo primero qeu hice fue quitarme la maldita pajarita. Realmente me estaba asfixiando. Mientras me desabrochaba el primer botón de la camisa, ahora si, me mezclé con la multitud, agitando la mano con un golpe seco, la pajarita pasó a ser una corbata negra que me puse mientras caminaba. 

 

Caminaba soltando pequeñas disculpas aquí y allá mientras pasaba junto a parejas y grupitos que charlaban animadamente, evitando en todo momento la pista de baile, hasta que paré a un elfo vestido para la ocasión.

- Perdona, necesito hablar con momento con la Ministra @ Ada Camille Dumbledore . Dile que es sobre su tía Sagitas.

[Ludwig Malfoy]

Estaba emocionado, no sabía cómo podía describir aquella sensación de paz y felicidad, era ¿amor?, no estaba seguro pero de algo si estaba completamente convencido, protegería a Mica con su vida en cualquier momento aunque ella fuera de un bando contrario. Solo esperaba no tener que enfrentarse a ella nunca o verse metidos en un fuego cruzado. De cualquier manera deseaba recordar aquellos momentos vividos una y otra vez. Sonrió de una manera muy maliciosa cuando la chica le mencionó que volvería a buscarlo - no puedo esperar - dijo sin dejar de sonreír.

Aprecio el detalle que la Gryffindor tuvo al arreglar su cabello para finalmente salir caminando hacia el pasillo. Ambos claramente disfrutaban de aquella complicidad mientras caminaban agarrados del brazo. La sonrisa del rubio aún no se quitaba y si cara radiaba dicha, por lo que era posible que más de uno pudiese llegar a sospechar lo que había ocurrido en la oficina de la ministra. De cualquier manera poco le importaba lo que pudieran pensar las demás personas, Ludwig de por si ya era conocido por su reputación de pervertido, no tanto como Lucho claro, solo esperaba que esa reputación no afectara a su acompañante.

-Creo que podemos ir a la barra un momento - dijo suspirando, aquel acto lo había dejado exhausto y muy relajado - pidamos un cocktail mientas regresa Ada ¿se habrá dado cuenta? - dijo, su sonrisa continuaba en sus mejillas.

 

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

"No puedo esperar" aquellas palabras resonaron en su mente, encendiendo aún más sus mejillas. Se sentía tan cómoda a su lado que poco le importaba lo que pensaran los demás al verlos juntos y tan íntimos. Se permitió por un momento imaginarse a sí misma acudiendo a la mansión Malfoy en su búsqueda, lanzándose a sus brazos y viviendo otro momento de pasión, dejando salir sus más salvajes instintos con el rubio. Lo haría, sin dudas, algún día lo haría. 

-A la barra será -respondió sonriendo, le era imposible dejar de sonreír y, al verlo, notó que a él le pasaba lo mismo. 

Lo siguió hacia dos asientos contiguos y allí se acomodó, haciendo señas al cantinero para que se acercara y poder pedir sus bebidas. 

-Creo que con tanto movimiento pocos hayan notado que desaparecimos... aunque hay mucha gente curiosa, así que no daría por ganada esa batalla -respondió tranquilamente, como adivinando el momento el cantinero había dejado dos copas y una botella de champagne. 

La Gryffindor tomó la botella y sirvió de aquella bebida para ambos, acercando una copa a su acompañante. 

-¿Por nuestra intensa "amistad"? -aventuró, proponiendo un improvisado brindis. Se mordió el labio conteniendo las ganas de robarle un nuevo beso. Sentía que, en su pecho, el corazón le latía muy a prisa. 

@ Ludwig Malfoy Haughton

[Maida Black Yaxley]

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

Ciertamente lo que decía de los bandos era real,  ninguno de los dos lados estaba a la cabeza del poder, ahora todo se veía más del lado político, por ese lado era que se movían los hilos, si el Ministro o Ministra pertenecía o no a alguna de las pandillas más antiguas del pueblo era otro cantar. Lo sabía de primera mano. Resopló bebiendo otro sorbo de champagne, los franceses eran buenos en lo que se jactaban de serlo, ese vino elegante le cosquilleaba la garganta de una manera suave y agradable, para alguien con tan poca tolerancia al alcohol, eso era excelente.

— Tanto la Marca Tenebrosa como la Orden del Fénix siempre estarán ahí para apoyarnos en nuestros momentos de mayor aburrimiento —mencionó mirando por el rabillo del ojo como Mica Gryffindor volvía de sus conversaciones privadas con el señor Malfoy, podía lucir muy bien peinados pero el brillo perlado de sus sienes los delataban, Vuelapluma sonrió—, aunque los habitantes del pueblo siempre hacen su mayor esfuerzo por ser el protagónico de la semana. De eso no me cabe duda alguna.

Volvió sus ojos hacia su reciente acompañante para sonreírle y que no notara lo que sus ojos, sí. Sean, por supuesto también había caído en algunas oportunidades bajo su pluma, era imposible mantener registro de todas las veces que lo había obviado, más bien.

— Me parece que estas actividades van a requerir más de mi presencia, aunque no las disfruto del todo —confesó. 

[Balderik Von Alexandros]

 

Kraven Von Alexandros 

Su mirada se posicionó sobre aquel blanco edificio, que ostentaba ser la sede de la embajada francesa en Londres. Incluso algunas luces brillaban hacia el cielo al ritmo de la música, como si anunciaran que aquella era la posición exacta de la fiesta. Los muggles a su alrededor o los pocos que pasaban por esa calle no parecían percatarse de aquel suceso, como si fuese un día rutinario cualquiera. Debía imaginar el peli negro que alguna barrera mágica hacía sido levantada para ocultar la fiesta ante la mirada de algunos curiosos, pero para el Von Alexandros debía ser algún método de defensa ante cualquier inesperado ataque. 

Caminó un par de pasos cruzando la calle con algunos vehículos muggle pasando por detrás suyo. El exterior de la fiesta yacía un poco solitario, signo de que la fiesta había comenzado y estaba en pleno apogeo. Con una invitación falsa en la mano, llego hasta la entrada de una verja, donde custodiaban dos guardias la entrada de la embajada. Kraven extendió la invitación a uno de ellos, al sentir que los dos guardias se habían puesto tensos com su llegada y le vigilaban con la mirada. 

—Buenas noches caballero, en que puedo ayudarle. — Pregunto formalmente uno de los guardias notándose en su voz el acento francés en sus palabras. 

—Tengo la invitación para la celebración de la fiesta por la revolución francesa, fui invitado por la ministra francesa en persona— 

El guardia escaneo la invitación con su varita, y el pelinegro espero que la invitación falsa le diera el acceso. Pasaron algunos minutos que se volvieron una eternidad para el mago. Despues de dudar un poco, el mago francés le dejo pasar sin más, haciéndose a un lado . Kraven se volvió por un momento hacia los guardias que no dejaban de mirarle en su recorrido por la entrada. Sabían de antemano que podría ser falsa la invitación, pero al pasar por su propio chequeo, no les quedó mas remedio.

Adentro esperaba no llamar la atención y poder encontrar a solas a la ministra francesa, poder robarle algunos minutos de plática, pero estaba claro que sería una misión imposible, ella era la anfitriona y por consecuente estaría rodeada de personas en diferentes charlas y saludos. La música a un alto volumen le llegó a los oídos, mientras luces parecían salir del salón principal de la fiesta. Kraven llevaba un traje negro de moño muy formal y elegante para la ocasión, casi como todos. Llego a la fiesta entonces sin saber como el pulso de su corazón se aceleró. En medio de la fiesta se encontraba ella luciendo radiante y hermosa.

 

[Kahlan Blackthorn]

 

— Justo lo que estaba esperando—siseó acomodando su cabellera rubia sobre su hombro izquierdo. Acariciando el tatuaje de la marca que tenía en su nuca, sintiendo un leve ardor desprenderse de ese emblema que defendería con algo más que su vida. Cerrando sus ojos aspiraba el aroma a vainilla que brotaba de la infusión que su elfo dejará minutos antes sobre la mesita de noche— Siempre tan considerado—moviendo la cabeza con suavidad sacaba de su mente el recuerdo de su encuentro con el menor de los Blackthorn. No hacía más de un año se cumplió el mayor de sus deseos, repetir la misma travesura que realizará a una edad que sería mal vista por sus padres y tíos. Poco le importaba el que dirán, no vivía o comía de los chismorreos que iban y venían de boca en boca.

Detestaba como a nada los rumores, aquellos pequeños intrusos que solían estropearlo todo por el simple hecho de querer fastidiar. Levantándose del  cómodo sillón recorrió con la mirada la lujosa habitación, lamentando falsamente tener que abandonarla— El deber llama—sentenció encaminándose hacia la cama donde reposaba un hermoso vestido rojo. Sintiendo como la sangre que le corría por las venas se conectaba con esa tela, apreciando lo delicado de la misma, adheriendose a su anatomía como una segunda piel. Calzando su pies con unas zapatillas doradas con cintas que se anudaban con elegancia a sus torneadas piernas— En el blanco—bromeó al ver su reflejo en el espejo, aquella imagen que distaba mucho de la joven que abandonará hace unos meses Londres.

Ahora tenia sus expectativas claras, centrada en obtener lo que siempre anhelo, peleando por ello con algo más que uñas y dientes. Lamiendo sus labios revivía un viejo sabor en ellos, secreto que dentro de poco saldría a la luz o quizás era mejor mantener sepultado en los confines de su alocada cabeza. Tomando la capa de viaje que estaba en el respaldo de una silla, desaparecía poco a poco al verse envuelta por una estela de almas semejantes a un conjuro que quedará en desuso hace muchos años. Empleando la magia que obtuvo al formar parte de los senescales de Caronte, percibió como el navío se removía en su cuerpo, avanzando con la fuerza del impulso de los remos que sobresalían de ambos costados.

Un barco semejante a un Holandés errante, preso de las aguas oscuras del mar, atado al recuerdo de un amor que le destrozará el corazón. Lanzando sin reparo alguno dicho órgano hacia las profundidades del océano, atrapando dentro del mismo un inmenso resentimiento que jamás obtendría la venganza que tanto anhelaba. Sacudiendo la cabeza apareció delante de la entrada del sitio donde se celebraba la fiesta, esperando por su acompañante y que el mismo no se atreviera a dejarle plantada, ni por error. 

— Más te vale venir o juro que te enviaré de una patada al averno y sin posibilidad de retorno—sonreía dándole forma a esa cómica postal en su maquiavelica mentecita.

@ Mefistófeles Evil.

Editado 5 de Agosto del 2022 por Kahlan Blackthorn

[Ada Camille Dumbledore]

La noche había apenas empezado  aún empezaban a llegar los invitados, yo tenia rato el corazón pero me sentía bien tras los mimos con Mael, el siempre habían sido especial para mí y le tenía una gran lealtad. Ambos teníamos grandes ideales y planes para la marca tenebrosa y eso nos unía en una lazo más allá de cosas sentimentales. Por los pasillos secretos de la embajada regrese hasta la habitación que ocupaba y terminé de vestirme adecuadamente  debía estar perfecta, varios hechizos ayudaron a que todo volverá quedar perfecto en su lugar. Aún tenía el corazón roto y no se notaba en mi la soledad que sentía, además de ser política podía ser una gran actriz y estar entre los tablones interpretando personajes, porque lograba no dejar ver mis sentimientos a cabalidad. Suspire y deje el espejo, tome una copa y espere a que el licor volviera a hacer efecto.

 

Baje de nuevo a la primera planta y allí encontré que había llegado muchas más personas de las que había visto antes en el salón, pero la sorpresa mayor fue ver como se llevaban a la tía Sagitas y entonces escuché mi nombre y voltee a ver: Matt, hijo de mi tía estaba allí buscándome, son esperar mucho fui hacia él, pero me sorprendió verlo con la camisa ligeramente abierta.

 

-Aquí estoy Matt, ¿Que sucede?

 

Mire mas allá y vi que no estaba cerca, no entendía bien lo que sucedía ni porque ella no estaba ahí en la fiesta. Entre tanta gente la música y el baile,  tomé a mi primo @ Matt Blackner de la mano y lo aparte de entre el salón de baile hacia a la entrada.

 

-   ¿Donde esta la tía Sagitas?, ¿Ella esta bien?

 

Pregunte ahora en un tono preocupado,  pero más bajo al ver que ya no estábamos entre tanta gente.

 

 

[Mefistófeles Evil.]

Ya había olvidado lo agitada que era la vida en el mundo mágico, entre bailes y galas, diría que estaba exhausto pero la verdad es que disfrutaba los eventos sociales, el conocer más personas, el reencontrarme con viejos amigos, es por ello que sin dudar acepté la invitación de Juv ya que no estaba al tanto de aquel evento, seguramente si no me lo comentaba lo hubiera pasado por alto, aun me sentía como recién llegado, eran muchos años que tenía que ponerme al día y a veces a decir verdad me sentía perdido con tantos cambios.

Era un evento de alcurnia por lo que mi TRAJE tenía que estar a la altura del evento, manteniendo siempre mi esencia del negro y rojo con el que tan cómodo me sentía, la mezcla de la obscuridad y fuego, que definía el estado natural de mi alma, si es que había una ahí dentro. Lamentablemente el viaje entre la sombras no era el apropiado para llegar al evento, habían figuras que lamentablemente se tenían que mantener ocultas, bajo aparecías y vestimentas fatuas.

Me aparecí a la entrada principal del lugar donde era nada más ni nada menos que  el "Baile de Celebración del Aniversario CCXXXIII de la Revolución Francesa", a no pocos metros estaba mi pareja para el evento, definitivamente la mujer estaba precisa con ese atuendo, parece que se ha corrido el rumor que el rojo es mí debilidad; bueno eso y algunas cosas más, pero definitivamente el vestido le iba demasiado bien a la Blackthorn.

-Espero no haberte hecho esperar...-sonreí al acercarme, tomé su mano y le di un beso en el dorso, sabía que no estaba tarde, la puntualidad era una ley para mí...-te agradezco mucho por pedirme que sea tu acompañante esta noche, sé que la vamos a pasar espectacular...-

Sentencié mientras le ofrecía mi brazo para ingresar al evento, cada lugar visitado, cada persona nueva que he conocido, cada reencuentro me a traído gratos momentos, sabía que este no iba a ser la excepción, todo se ajustaba de acuerdo a lo planificado, todo iba viento en popa.

@ Kahlan Blackthorn