Crónicas de Luces y Sombras III

[Mael Blackfyre]

MANSION MALFOY.~

Escuchaba murmurar algo a Mica pero estaba con mis pensamientos que revoloteaban a mil por hora. Mencionaban a Luna una y otra vez, donde al parecer habían logrado capturarla. Debía ser en aquel momento donde tanto Ludwig como ella se habían retirado de la Torre Blanca donde había permanecido secuestrado. Darla comentaba sobre aquel mineral y Ludwig accedió ante tal petición sin dudarlo. ¿A costo de qué? ¿Darla coleccionaba cosas o estaba buscando un objetivo más grande? ¿Acaso con la bruja teníamos más en común?

Una vez más Darla Potter Black se negaba a los pedidos de los demás y pude sentir el filo de su daga nuevamente. ¿Cuántas veces había respirado profundamente ya? ¿No podía atacar a la Orden del Fénix? Ojala fuera como la pelirroja quería, ojalá no tuviera otros métodos para anular los de Darla, por lo que omití lo que estaba planeando.

Apareció una figura cerca de Ludwig.

Algunas leves explosiones resonaron por detrás de todos nosotros. ¿Habían llegado los mortífagos ante el llamado?

Mica hablaba otra vez. Ludwig volvía a retomar la palabra. Darla comenzaba con sus negaciones por tercera vez. Aquello me estaba sacando de quicio. En el momento que estaba decidido a hacer lo que tenía que hacer y no fingir más, avancé un pie, una mano me empujó por la espalda y sentí miles de cuchillos que me atravesaban la piel. No era como la daga del sacrificio que cortaba superficialmente, éstos llegaban hasta los huesos. Me caí de frente al suelo, rechinando los dientes e intentando aguantar aquel tanto dolor. No era tan placentero como me hubiera gustado y frenó cuando la misma bruja decidió atacar la distracción de los petardos para aquel entonces.

Un intento más y nuevamente caía en la oscuridad.

“Ay, Darla… Darla…”

Me dolía el labio, sin saber si había sido el golpe en el suelo, el corte de mis dientes superiores apretándolo o si solo era producto de mi desmayo. Claramente que no sabía que había sido aquel Fuego Púrpura que me había llevado a la inconsciencia durante algunos segundos. Aún asi, mi mente le gustaba jugarme una mala pasada y se ponía a jugar liberando recuerdos que mantenía encerrados tan profundamente. La Oclumancia era excelente para mantenerlos ocultos de ojos curiosos pero claramente que se burlaban de mí, que podía verlos.

Me vi de unos 5 o 6 años. Una figura masculina adulta de cabello completamente blanco peinado para atrás me miraba mientras se descostillaba de risa con los juegos que hacía junto a una mujer más joven, incluso que mi madre, pero parecía a ella. Su cabello era más corto de un color castaño claro. Tanto la mujer como el hombre adulto portaban unos ojos azules, casi únicos en la familia. De repente las risas se detuvieron, me dejaron a un costado y ambas caras miraron hacia arriba estupefactos de lo que miraban…

Respiré y pude sentir el césped que acariciaba mis fosas nasales. Tranquilo. Respiraba. No podía cundir el pánico aún. Habían pasado tan solos unos segundos desde mi caída al suelo. Apoyé ambas palmas de la mano y me impulsé, utilizando la misma magia de sangre que había usado para liberarme de las cadenas que me ataban, ahora me volvía intangible gracias a Cuerpo de Sombras, un conocimiento del clan de Nosferatu. Me había alimentado de las sombras y ahora iba directamente como una flecha hacia Ludwig, impulsado como una bala, una sombra fugaz.

Necesitaba mi varita.

@ Darla Potter Black  @ Mica Gryffindor  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Malum Luxure  @ Eterno Black Triviani  @ Kahlan Blackthorn  

[Mica Gryffindor]

Mientras rogaba por que su amigo estuviese de acuerdo, notó que Darla y Mael se movían. Al voltear hacia ellos, lo vio en el suelo, aparentemente la fenixiana lo había tumbado. Escuchó las frías palabras de la pelirroja, que culminaron en aquella maldición que hizo al mortífago retorcerse de dolor en el suelo. Mica casi pudo sentir el dolor en su estómago, cayendo de rodillas, desesperada por poder ayudarlo. 

Buscó la mano de su amigo para volver a ponerse de pie, acercándose de inmediato al oído de Ludwig para murmurar -¿Ves? Esa mujer no es leal a nadie -las lágrimas invadían su rostro, de verdad necesitaba poder sacarlo de esa situación. 

Notó que una criatura se movía hacia los arbustos, no se fijó en qué tipo de bestia sería, daba igual, se alejaba de ellos. Pero las llamaradas de fuego púrpura impactando a Mael lo dejaban un momento fuera de combate. 

Entonces, la dama pareció tomar coraje y dirigirse a ella. Imaginaba que sospechaba su inclinación hacia la Marca Tenebrosa, pero la sorprendió que la sostenga en voz alta. La estaba desafiando, allí, en ese momento. 

-Me cuestionas a mí, cuando en tu consciencia estará bien claro el rostro del mortífago que mató a mi hermano, estabas ahí, lo viste y nunca lo denunciaste. ¿El bien mayor? ¿Ahora la Orden se encarga solo de "la mayoría" y no protege a sus propios hermanos? - No supo en qué momento había alzado la varita, pero la apuntaba con rabia. 

Hubiera atacado a la fenixiana, de no ser porque notó que Mael se estaba moviendo. Notó que apoyaba sus manos como para incorporarse, pero se volvía una sombra en movimiento, que viajaba rápidamente hacia Ludwig. -Fulgura Nox -murmuró con velocidad, abriendo un portal a sus espaldas, al primer lugar que cruzó por su mente. Sin esperar, empujó a Ludwig con ella, y no lo cerró hasta notar que también aquella sombra lo había cruzado con ellos. 

Cerró los ojos un momento, con el corazón a punto de salir por su boca, o al menos así se sentía. Al abrir los ojos cayó en lo que acababa de hacer: había llevado a ambos hacia la Riddle, acababan de aparecer en la cocina de la misma. 

-No, no no...- murmuró contemplando a Ludwig allí -Debes salir de aquí, antes de que te vean, no puede ser...- el hecho de haber puesto a su amigo en aquel peligro era algo que nunca se perdonaría. 

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Mael Blackfyre  @ Darla Potter Black

Editado 28 de Agosto del 2022 por Mica Gryffindor

[Mael Blackfyre]

MANSION MALFOY.~
Mis manos se aferraron a las ropas que llevaba Ludwig Malfoy Haughton para embestirlo contra el piso y pode lograr obtener mi varita. Pero una segunda figura lo tomaba y lo arrastraba a través de un portal que justo había aparecido detrás de nosotros. Los tres lo atravesamos y cambiamos de a Mansión Malfoy a la Mansión Riddle. Me materialicé en mi forma humana, aún con las transformaciones de la Metamorfomagia que me permitían ocultar mi verdadera identidad. Nadie me veía como Mael, sino como “Goldor” un mago de cabello rubio enrulado hasta el cuello de ojos verdes.

No, no iba a dejar a la pelirroja como si nada.

Mica aterrizó como un hada en las cocinas. Ludwig cayó de espaldas conmigo encima. Iba a golpearlo. Amagué a eso pero me contuve. Últimamente me había sabido contener demasiado. Empecé a buscar entre sus ropas, tenía que ser rápido, muy rápido. Mis dedos recorrían cada centímetro hasta que hallé aquel mango en forma de halcón. Me aferré a ella. De un salto hacia atrás me puse de pie.

— A Mica le pasa algo y te mato…

Lo apunté con la varita en modo de amenaza y volví a cruzar el portal ante que éste se cerrara. La llegada a la cocina de la Riddle, la recuperación de mi varita y el volver a la Mansión Malfoy fue tan solo en unos diez segundos. El portal ya no estaba por detrás y Mica debía encargarse de lo que pasaría con Ludwig y Luna. Aunque todos los mortífagos estaban ya fuera.

Nuevamente rocé mi mara tenebrosa ahora si con la punta de la varita. Llamaba a los mortífagos.

Me plantee en escena. Tenía enfrente a la pelirroja Potter Black, a unos diez metros. Le mostré el corte, ya no estaba, ni el que se había hecho con Ludwig por atacarlo y ser de la Orden. Mi cuerpo se regeneraba solo, gracias a los conocimientos del Clan. Relamí mis labios, debía mantener la calma. Ya había pasado el tiempo necesario, estaba despojado de todo maleficio o magia que me limitara.

— Vaya vaya… ¿Qué tenemos aquí? ¿Tus amiguitos vendrán por ti? La Orden del Fénix. Solo inútiles con aires de jueces escondidos en sus huecos —escupí en el suelo y aferré mis pies en el suelo, para apuntar mi varita directamente contra Darla Potter Black— ¡Fuego Maldito!

Una explosión salió de la punta de mi varita en forma de dos águilas que se bifurcaron en direcciones opuestas, realizando una curva para impactar en ambos lados de la bruja que me había mantenido limitado. Hasta donde su magia había alcanzado, claro estaba. Necesitaba ayuda. Y yo, una cabeza que colgar en el Atrio del Ministerio. Iríamos a tomarlo nuevamente.

@ Darla Potter Black  @ Mica Gryffindor  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Kahlan Blackthorn  @ Malum Luxure @ noe_snape

[Darla G Dumbledore]

La fría mirada de Darla se posó en Mica y una sonrisa triste se dibujó en sus labios –no sé de qué hablas, tu líder mató a tu hermano, intenté detenerlo pero una varita apoyada en su pecho es difícil de desviar, así hubiera utilizado un expeliarmus y no tenía la magia que poseo ahora para quitarle la magia a Caelum, ¿Por qué no hablas con los Black y les pides te lo entreguen? o jamás se te pasó por la cabeza que si Goldor es quién se mueve ahora como líder el asesino de tu hermano ya no tiene el poder que antes y tú ni te preocupaste en buscar su máscara entre los magos que pelean a tu lado –para Darla era obvio que a Mica jamás le había importado Elvis, hasta que murió y lo uso de excusa. Sus palabras eran tan reales como sus propios recuerdos alterados, incluso para ella, lo que hubiera visto años atrás Darla al morir Elvis ni ella lo sabía, había recurrido a magia oscura y desmemorizadores de confianza para alterar sus recuerdos y aunque Caelum había confiado en ella en privado los recuerdos ocultos en su memoria estaban tan alterados que una sola persona era capaz de recuperarlos y él no estaba activo en el mundo mágico.

La distracción de Mica con sus palabras había hecho efecto, ya que había permitido a Goldor huir.

El movimiento de Goldor le recordó en cierta forma cuando ella utilizaba un phantom, era sin dudas una tentación muy grande pero la realidad se mostraba ante sus ojos. No se podía confiar en ninguno de los tres, sus ojos se clavaron en Noe y utilizó el phantom para correr a su lado y colocarle el collar que su padre le había dado antes y al que le había dejado caer una gota del Anillo de Presencia. Al verlo desaparece en el portal que había creado Mica, la imagen al otro lado fue evidente para ella, así que al final Darla había tenido razón. Se alejó con velocidad de la joven Malfoy pero lo inesperado ocurrió.

–Ni que no pudieras vivir sin mí –gruñó Darla al verlo aparecer –dime algo que no sepa, la corrupción ha llegado a mis filas y la ausencia de Ludwig lo demuestra –agregó la pelirroja –¿en serio necesitas ayuda para ir contra mí? Ay Goldor, dejémonos de jugar, la sonrisa de la vampiresa era cada vez más fría mientras sacudía la varita.

–Vara de Cristal Expavescerent –pronució tras que él invocara sus fuegos malditos dando lugar a qué ocurrieran dos cosas, su varita se transformó en una vara de cristal dorado, color poco habitual en ella salvo por la notoria línea azul central y las dos aves se disolvieron en el aire como si nunca hubieran existido a mitad del recorrido por causa del hechizo que había pronunciado tras el equipable, ahora podía convertir en efectos los rayos.

Darla decidió ignorar la llamada a más mortífagos y la presencia del que había enviado a encontrar por el erumpent.

–Tú y yo, Goldor, sin la presencia de más gente, no eres capaz de eso ¿Verdad? –volvió a provocar la pelirroja e inmediatamente agregó –sectusempra –sin dejar de apuntar con su vara de cristal a Goldor, claro que hacerlo era innecesario ya que el hechizo ya no era un rayo gracias a la misma vara de cristal.

–¿Hasta cuándo vamos a seguir jugando tú y yo? La muerte se está cansando de esperarnos.

 

[Mefistófeles Evil.]

El tiempo transcurría, pero para ser sincero, muy a parte de todo lo que afuera de esas cuatro paredes estuviera ocurriendo, la estaba pasando bien en compañía de Luna, su inocencia y dulzura era muy gratificante, me sentía muy bien escuchando sus dudas, sus preguntas, sus preocupaciones y de pronto sus pequeños secretos.

Tenía curiosidad por mi vida privada y la verdad no soy de las personas que le gustan estar contándolo a todo el mundo, pero mi pequeña transmitía esa sensación de confianza y era fácil hacerle ciertas confesiones, no todas, había que manejarme con prudencia, ella sabrá muchas cosas a su tiempo y seguramente entenderá incluso lo ocurrido en estas horas.

-Mira mi vida...-caminé hacia donde ella y me senté a su lado en la cama...-la verdad es que no es nada serio aún como para que le llames madrastra o algo por el estilo, simplemente es una persona de la cual me siento en extremo atraído y te voy a ser sincero más aún, de pronto tengo miedo de que me equivoque como tantas veces lo he hecho en el pasado y me lastimen o peor, lastimarla a ella...-

Di un gran suspiro, la verdad es que ese tema me estaba preocupando, era una relación incomparable, con ninguna relación anterior que he tenido, pero inconscientemente, a pesar que nada se encontraba definido en mi relación actual, me llevaba por caminos que ya había recorrido y no podía permitirme eso, no quería eso, pero ¿Cuando uno recibe exactamente lo que uno quiere?

-Cambiando de tema, te quería proponer algo...-decidí mejor dar un giro a la conversación ya que preferí que el tiempo sea el que se encargue de darme el norte...-Yo estoy sin casa propia y estoy a merced de la buena voluntad de nuestros amigos, qué opinas ir y desempolvar el Castillo Evil donde tan buenos momentos tuvimos en el pasado...-

Esa idea me rondaba en la cabeza hace mucho tiempo y si de pronto Luna se animaba, ya le daríamos vida aquella vieja casona, con ella serán más fáciles las cosas y le daría vida con su alegría a esas obscuras paredes.

@ Luna Gryffindor Delacour

[Ludwig Malfoy]

Las explosiones, la conmoción y la distracción hicieron que Ludwig titubeara, la sensación de sentirse atacado y observado causaban en el Malfoy una sensación de inseguridad y peligro. Se había tomado muy en serio su papel de protector de la mansión Malfoy tanto que incluso durante unos minutos el papel de lugarteniente había pasado a segundo plano. Siempre buscaría la aceptación de su padre, alguien que de alguna manera le había dado la espalda al convertirse en miembro de la orden del fénix. Al mismo tiempo escuchaba las palabras de Darla e intuía que en el fondo ella sabía el bando al que pertenecía Mica, puede que no tuviera las pruebas suficientes pero estaba seguro que no se necesitaba ver la marca tenebrosa como para saber la lealtad de alguien. Era exactamente como percibía a Goldor. El rubio apostaría su vida a que detrás de esa máscara se encontraba Mael pero no había manera de probarlo.

Fue entonces que observó como el mortífago se abalanzó en su contra al tiempo que Mica abría un portal hacia otro lugar. Eran tantos cambios que estaba tan mareado como confundido. No quería irse de su vivienda y dejarla desprotegida pero en un intento por protegerlo la Gryffindor lo aventó hacia el otro lado del portal no sin antes perder la varita que con tanto recelo protegía. Tuvo a Goldor encima de el, sus entrepiernas estaban juntas y pudo sentir la presión de su cadera mientras el mortífago lo amenazaba pero era el Malfoy quien estaba en peligro y quien necesitaba saber en donde se encontraba. Sin poder prevenirlo Mael tomó su varita y volvió hacia la Malfoy no sin antes invocar a sus colegas tenebrosos. Ludwig como último movimiento agarró el pelo del enemigo y le robó unos cuantos cabellos.

Se incorporó aun desorientado por el viaje y vio como Mica le pedía que saliera del lugar lo antes posible. En su cara se mostraba una gran desesperación y Ludwig entendió que finalmente había llegado al cuartel de los mortífagos. Tanto tiempo que estuvieron buscándolo y finalmente estaban ahí. Solo un llamado a sus colegas y todo se acabaría. Mica sin embargo le rogaba que escapara pues sabía que eran pocos los que se presentarían y que los números iban totalmente en contra del rubio.

-¿Acaso quieres que me maten? – dijo con el entrecejo fruncido – si invoco a la orden te verán y todo acabará y si no los invoco la marca tenebrosa acabará conmigo ¿Qué mas pruebas necesitas de que mi amistad es sincera? – dijo ofendido, no sabía que hacer, por un lado quería acabar con la mayoría de sus enemigos y por el otro deseaba salvarse y salvar a Mica de la perdición de aquel lugar además de salvar finalmente a Luna de donde quiera que estuviera y fue por eso que decidió usar los cabellos que había arrancado de Goldor.

 

 

@ Mica Gryffindor  @ Mael Blackfyre  @ Darla Potter Black  @ Luna Gryffindor Delacour

Colocó aquellos pedazos de tejido muerto en un frasco de poción multijugos y la tomó por completo. El sabor era asqueroso y mientras se transformaba sentía dolor y malestar pero finalmente tuvo la forma exacta del mortífago. Era idéntico y con su varita transformó un pedazo de tela en una mascara idéntica a la del mortífago. Esperaba que nadie se diera cuenta – llévame a donde se encuentra Luna y me iré, si no lo haces llamaré a toda la orden del fénix – dijo aún ofendido hacia su amiga-

[Mica Gryffindor]

La voz amenazante de Mael aún resonaba en su mente, mientras miraba incrédula a su amigo ahí. Ahora caía mejor en cómo había sido la escena completa. Habían llegado a la Riddle, pero Mael tenía otros planes. Había caído con Ludwig y se había encargado de recuperar su varita, para irse antes de que pudiera cerrar el portal, regresando al punto de partida. La marca tenebrosa ardía en su brazo, pero estaba demasiado complicada como para acudir, en presencia del Lugarteniente fenixiano, dentro de las paredes del cuartel mortífago.

-Claro que no quiero que te maten- murmuró, sus palabras le dolieron, él sabía cuánto lo quería y todo lo que estaba dispuesta a hacer por él, la conocía mucho más que la mayoría, incluso se había entregado a él íntimamente ¿por qué creía eso de ella? -No necesito más pruebas, solo quiero que estés a salvo, solo eso -lo sentía distante, eso le dolía y mucho.

Antes de que pudiera decir nada, lo vio sacando aquella botella y poner ¿qué era? No supo lo que agregaba a la poción, no hasta que su amigo la bebió y se transformó frente a sus ojos, tomando la clara figura de Mael. Al parecer, no importaba que el cabello estuviese transformado, el efecto era el mismo si de la poción multijugos se trataba. Debía asegurarse de que Lud no se viera al espejo, o al menos de que no delatara posteriormente la identidad de Goldor. ¿Por qué las cosas se volvían tan complicadas? Bueno, al menos ahora estaba a salvo en medio de aquel sitio.

-¿Una amenaza? ¿De verdad? ¿Es necesaria conmigo? -alzó una ceja acercándose y empujándolo levemente, haciendo que choque contra el mesón que tenía a sus espaldas -Y dices que confías en mí… -no sabía si era por el nuevo aspecto que había tomado el Malfoy, aunque era innegable la atracción que de por sí él generaba en ella, pero necesitó tomarlo por el cuello de su ropa y acercarlo con cierta violencia hacia ella, besando sus labios con ansiedad antes de que pudiera hacer nada.

El hecho de besar a Lud estando él en el cuerpo de Mael le generaba más de lo que esperaba, no pudo evitar tener en su mente la idea de tener a ambos en simultáneo… se alejó de sus labios, algo agitada y lo miró a los ojos, encontrando esos negros orbes. Era curioso, la confianza que sentía por Mael y la que sentía con Ludwig era tan similar que no le costaba adaptarse al cambio de aspecto.

-Quisiera no dejarte ir, que te quedes aquí conmigo, luchar de nuevo juntos contra lo que veamos injusto… ¿es muy loco lo que digo? -tomó su mano con tranquilidad, aún sin alejarse de él, con su otra mano aún tomándolo por sus vestiduras. 

@ Ludwig Malfoy Haughton

[Luna Gryffindor Delacour]

Lo observé preocupada, por qué tenía miedo de que lo lastimen o de lastimarla? Se suponía que el amor era algo dulce y bueno o al menos, en las novelas que leía si lo eran, pero claro esas historias pasaban en los siglos pasados y no me servirían para darle tranquilidad, al final le dije lo primero que se me ocurrió al menos para que no se preocupara o se sintiera mal.

 

- De acuerdo entonces no le diré Madrastra, papá debes de pensar en positivo, seguro que es una buena mujer y que no querría lastimarte y estoy segura que tú tampoco la lastimaras, sabes que podría ser una buena solución? Charlarlo con ella, tu sabes si somos sinceros desde el principio con todo y los miedos que tengamos, seguro que le encontrarás la vuelta, tu solo tómatelo con calma y ve un paso a la vez, si? No hay apuros para el amor y hazlo todo a tu propio ritmo si?- Le pedí preocupada por él y pensando en cómo podía ayudarlo -

 

Le di un apretón a su mano tierno, simplemente para que supiera que estaría allí si me necesitaba, el hecho de que no supiera que decirle, no significaba que no me preocupara por él, pero le sonreí para darle ánimos y que supiera que todo estaría bien.

 

Frunci el ceño confundida, cuando dijo que quería proponerme algo y le sonreí feliz, esa fue una verdadera sonrisa y tuve que contenerme para no ponerme a saltar, en su lugar me acerque a dónde estaba y le di un abrazo feliz, pensando en que esa era la mejor noticia que me había dado hasta ahora.

 

- Claro que quiero ir a vivir contigo al castillo Evil, podremos ponerlo en funcionamiento de nuevo y recuperar esa casa, me viene como anillo al dedo porque estoy sin casa, quiero decir tenía la mansión que mi papá Elvis me había dejado pero por circunstancias de la vida la perdí, en fin, que lo importante es que podremos volver a tener mansión Evil y desempolvarla será divertido y te ayudaré hasta a decorarla si quieres - Le dije féliz de saber que podría tener un lugar al que llamar hogar de nuevo -

 

No era que con mi mejor amiga Ada no la este pasando bien en su casa, de hecho si no fuera por su generosidad podría haber vivido en el ministerio todo este tiempo, así que me aseguraria de que ella tuviera también su lugar en la casa nueva, simplemente por si alguna vez quería ir a visitarme o algo así.

 

- Bueno solo tengo una petición, algunos cuartos tendran que quedar para Ada, que me dejó vivir en su casa durante tanto tiempo, no digo que ella viva con nosotros pero al menos que sepa que tiene su cuarto si alguna vez quiere ir y esto si es un pedido especial, no quiero a Mael en nuestra casa, tendrá prohibido pisarla, tu no lo conoces pero era mi sobrino el que te conté que se quedó con todo lo mío, si te acuerdas? Y ya con eso sí viviría súper feliz, qué te parece la idea? - Le dije sonriéndole mientras me acurrucaba en sus brazos -

 

No le dije que estaba preocupada por él, tampoco le comenté que me había vuelto más paronoica y cuidadosa desde la muerte de mi papá, Elvis me había hecho dar cuenta lo fácil que era perderlo todo en un minuto y está vez estaba decidida a qué eso no me pasará de vuelta, por eso la petición de que Mael nunca pisara nuestro hogar, casi le pido extender eso a mi tía Mica, pero me pesará o no, aún la quería demasiado para hacerle eso, me bastaría con no verlos más a ninguno de los dos, a uno porque lo odiaba y a la otra porque me dolía que no me quisiera.

@ Mefistófeles Evil.

[Sagitas E. Potter Blue]

 No cesaba en mi preocupación de encontrar a Mael. He de reconocer que todo el bando se había movilizado en esa misión, tras nuestra charla en la Riddle, con Mica y con los que allá habían reaccionado a su llamada. Había intentado que todos respetaran turnos para hablar, pero sí que era una misión imposible.

Había aparecido @ Tazz Malfoy  protegido por su máscara de Zenin, sorprendiéndonos con su incitación a entrar y sacar a Goldor de donde estaba.

-- ¿Acaso sabes dónde está? -- le pregunté, algo sorprendida.

A partir de ahí, todo habían sido conversaciones difíciles de seguir, hablando a la vez e incluso interrumpiéndonos unos a otros. @ Eterno Black Triviani nos miraba en silencio, @ Helike R V PB se ofrecía a buscar su paradero, @ Balderik Von Alexandros también ofreció su ayuda en el rescate, @ Malum Luxure  interpeló a @ Mica Gryffindor , pidiéndole explicaciones sobre porqué no impidió su secuestro, e incluso cuestionó que ella estuviera al cargo de su liberación... Aunque yo intenté contestar a mi bisni que Mica sólo estaba allá en calidad de mortífaga y que todos, si teníamos alguna información, debían explicarme a mí, que yo sería la persona encargada de recaudar la información sobre este caso, creo que nadie me oyó, tal como estábamos enfrascados en hablar unos con otros.

Menos mal que, por fin, teníamos noticias más claras de la situación. Fue la misma Mica quien nos dio la información, que yo fui anotando mentalmente. El Ministerio... ¡Es maldito Predicador pretendía enjuiciar a Goldor como un... criminal! Sentí como mis ojos se hacían un poco más pequeños, signo inequívoco de que mi mente iba a mil enlazando datos y ensayando planes para conseguir la libertad del lugarteniente de La Marca.

Por supuesto, aprobé que se hiciera una vigilancia exhaustiva del edificio, controlando todas las entradas y salidas conocidas e incluso las desconocidas por el público en general, sólo sabidas por los que habíamos ocupados puestos internos que nos habían dado control de dichas puertas de acceso. También autoricé a Heliké que vigilaran los posibles puntos de encuentro del Bando de La Orden del Fénix, aunque sólo fuera para librarme de ella y de sus quejas, sobre todo la que me dolió, la queja sobre la seguridad y la pérdida de miembros del bando.

Agradecí la llegada de @ Kahlan Blackthorn  junto a @ Juliette Macnair , pues confiaba mucho en esta persona. Pero las cosas se habían salido de rumbo y, entre acusaciones de unos y otros, la reunión acabó con la orden de que todos, los que habían hablado como los que habían callados (como noté en la presencia muy atenta de @ Anthony Ryvak Dracony ). Por supuesto, supe de los intentos de secuestro de Luna Gryffindor para probar una especie de trueque. Sin embargo, no creía que eso fuera suficiente y estuve maquinando otras vías de acceso a la información de dónde se encontraba Goldor. Si era posible, prefería un ataque directo a una trama de cambios que podría minar a los miembros de bando que deseaban luchar, sangre, destrucción y venganza por semejante atrevimiento de secuestrar a uno de los nuestros.

Había seguido el consejo de @ Ada Camille Dumbledore  de permanecer en la Riddle, protegida, aunque sabía que eso mermaba también mi poder de lugarteniente al mando del bando mientras no hubiera una decisión posterior. ¿Cómo podía obligar que respetaran mi posición de poder si no salía de mi escondite en la Riddle? Por otro lado, también entendía que era la única cabeza visible del bando en estos momentos oscuros y que correr riesgos innecesarios no era adecuado en este momento, por eso la recomendación de mi sobrina era buena, aunque me costara perder la confianza del grupo en el futuro.

 

Y aunque conocía todos los movimientos de los mortífagos, la noticia del Morsmordre encima del Ministerio, me pilló por sorpresa. Algunos miembros del bando suelen actuar por su cuenta, víctimas de las prisas, los nervios, la necesidad de actuar. No me enfade; por lo contrario, ¡por fin acción! Y, sin embargo... Dudé. ¿Seguía con el plan marcado? De ser así, la Malfoy debía de ser mi destino, a pesar de los consejos de mi querida Ada. Seguramente, la calavera y la serpiente en el cielo sería una distracción para que los aurores, si es que aún había de esos vivos, se acercaran a defender el edificio inglés y a los que estuvieran dentro, sin percatarse que la gran acción, al menos nuestra, estaría en la Malfoy, donde estaría (si todo había salido como se había planeado) secuestrada aquella miembro de la Orden, la dulce @ Luna Gryffindor Delacour , por su familiar Mica. ¿O no habría salido nada como lo habíamos planeado?

¡¡KK!! ¿Por qué nadie me informaba? ¿Se habrían olvidado que estaría toda angustiada en la Riddle, tomando té con gotitas y descansando en un sofacito, con las noticias del "Corazón de Bruja"? Paseé varias veces por la sala, poniéndome, quitándome y volviéndome a poner las quincallas de los libros de los Uzza, analizando uno por uno, para aplacar mis nervios e intentar tomar una decisión. Para cuando me había puesto por undécima vez el anillo de las 7 Habilidades que tenía, estaba tan enfadada conmigo misma por mi inacción que, sin pensarlo, desaparecí con un aleteo de mi capa verdosa y aparecí en los límites de la mansión Malfoy. Ada me mataría pero estaba segura que necesitaba moverme (y bajar los sandwiches que me había comido durante la espera).

Estaba allá fuera, como una tonta que se pregunta si se ha equivocado de calle, cuando sentí el quemazón en mi omoplato. Mal lugar para ponerse la marca. ¿Acaso había sido una burla de Caelum el ponerla exactamente ahí, un lugar tan difícil de llegar con la mano para rascarse o con la punta de la varita, si no era haciendo posturas de funambulista? Pero el mensaje era claro. Y yo estaba allá mismo, sin necesidad de esperar más. 

Entré. Si había algún hechizo que lo impidiera, no lo sentí. Tal vez mi propia magia de protección había sido suficiente, o tal vez habían sido derrumbadas de otra manera. La cuestión es que entré y, tras acercarme al grupito de individuos que estaban allá, luchando entre ellos, enarqué una ceja. Era curioso ver a Malum, creo que tan desconcertada como yo. También estaba Mica, ¿rogando? a alguien por cambiar a Goldor por Luna. Enseguida "descubrí" que ese alguien tenía que ser el líder o un lugarteniente de la Orden, mis datos aún no eran fiables y mi memoria era pez en ciertas ocasiones; estaba segura que era Ludwing y que era un AR de ese bando. 

-- ¿Por qué rogar por algo que podemos coger a la fuerza? -- interrumpí.

Había notado ciertas defensas como los anillos que burlaban las palabras a ajenos al grupo, pero yo tenía mis propias defensas a anillos tan sencillos y estaba lo suficientemente cerca como para escuchar de forma bastante audible ciertas palabras. Además, ahora mismo lo que me llamaba la atención era la lucha entre Goldor (porque tenía que ser él, a pesar que su rostro parecía diferente; lo intuía como él con mis poderes mezclados de reconocedora de auras, lectora de almas y oledora del sudor que, a veces, le caracterizaba, cuando salía del gimnasio de duelos y aún no había ido a la ducha, 😄). No podía equivocarme, estaba ante @ Mael Blackfyre , a pesar de que su rostro no fuera el suyo, sí lo eran sus ademanes y amenazas. Menos mal que yo había tenido la precaución de cubrir mi rostro con la máscara de Nemétona y nada hacía parecer que era yo, pues transformaba mágicamente mi pelo en un negro oscuro muy intimidante.

Levanté la varita, presta a atacar a la mortífaga nueva que entraba si se interponía en nuestros intereses ( @ noe_snape )

-- Hola a todos -- Mientras, más mortífagos aparecían, respondiendo a la llamada de Goldor y siguiendo el plan que se había trazado con anterioridad. -- ¿Serían ustedes tan... amables... de devolvernos a nuestro compañero, si es posible de una pieza?

Era una pregunta tal vez algo estu...pi...da... No, no tenía forma de saberlo pero estaba segura que Darla, aquella mujer, había conseguido algo de nuestro LT y tendríamos que librarnos de ella si queríamos recobrarlo en sus cabales. Además, su aura era tan oscura como si estuviera dispuesta a todo con tal de llevarse a Mael. "¿Por qué?", me pregunté. Aunque me encogí de hombros. No importaba. Aunque tuviéramos que matar a todos los habitantes de Ottery, recobraríamos a nuestro lugarteniente, aunque ella pareciera dispuesta a soportar miles de daños colaterales con tal de conservarlo en su poder. ¿Por qué...? ¿Por qué...?

Pero no era momento de preguntas. Era momento de apoyar a Mael y el resto podría esperar.

-- ¿Pero qué...? -- Durante el segundo que duró mi distracción hacia el LT que se tiraba, tras un uso de magia medio reconocible a mi ver de su clan de bando, hacia el otro lugarteniente del bando contrario, Mica actuó de forma inesperada. -- ¿A dónde se han ido? -- exclamé, con rabia.

No entendía porqué Mica se había desaparecido con él. ¿Nos estaría traicionando o se lo estaría llevando a una de nuestras mazmorras de la Torre Oscura? Mi preocupación ahora se fue hacia Mael. No debía preocuparme por ella de momento. Fuera lo que fuere, ya nos enteraríamos y actuaríamos en consecuencia. Al instante, en el mismo momento que el portal desaparecía, nuestro lugarteniente reapareció con su varita en ristre.

-- Todos a ayudar a Mael, ¡tenemos que recuperarle! -- les grité a los presentes, aunque ahora más que ayuda para liberarlo parecía que era para apoyarle en un ataque. ¡Demonios, qué rápida cambia todo! Es por eso que yo prefiero sumergirme en una biblioteca con sus libros que en un duelo imprevisto. -- Bueno, o ayudarle.

Dirigí, así, mi varita hacia la otra contrincante, dispuesta a usarla de un momento a otro si no se rendía.

[Darla G Dumbledore]

Puso los ojos en blanco, había vientos que comenzaban a levantarse sacudiendo con violencia los árboles y arbustos a su alrededor.

–Me hago cargo de tu p.u.t.a huida y veremos si ahora que te tienen en serio liberan a Luna, ya sabemos que ninguno de sus Altos Rangos luego de Caelum han tenido honor en su mal habida vida.

La pelirroja movió la varita y lo pensó por unos breves segundos antes de volverse hacia Noe.

–Detritus –dijo cubriendolas a ella y a Noe con una fina capa gaseosa se un dorado apagado que las protegían a ambas –creo que por tu seguridad deberías… –no terminó la frase escuchando con atención, el Corpus patronus que había invocado acababa de comenzar hacia una figura que parecía haber aparecido tras el crack de una de varias apariciones o al menos eso querían hacer creer, quizás fuera la misma persona apareciendo aquí y allá, no conocía las defensas de la Malfoy ni las conexiones ministeriales y en la propia Dumbledore era testigo del poco caso que la gente les hacía.

–Lo siento cariño, hoy te quedas con las ganas –dijo en dirección a Goldor mientras utilizaba la Fragoquinesis para volar todas las estatuas y fuentes de los jardines y con un Haz de la Noche abrió un portal justo a su lado, metiéndose en él para desaparecer, mordiéndose el labio ante la muestra de siempre de actuar en patota, cuando eso en su época ya no ocurría. Pero bueno, ella ya no era un alto rango tras una máscara y no le importaba dar la cara ante Goldor, mano a mano, pero, cómo le había dicho, él parecía ya no querer jugar cara a cara. El portal se había cerrado un segundo después que Darla lo había cruzado.

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