Edicto sobre el Estatuto Internacional del Secreto en territorio inglés

[Kamra Ashryver D.]

Kamra Ashryver Estuardo, Palacio de Holyrood - Reunión privada entre la Reina y el Heredero de la corona

 

Con deliberada lentitud, la soberana observó de pies a cabeza a su hijo. Había crecido para convertirse en un hombre joven con la belleza inequívoca de Alessandra y, a pesar de su impaciencia, también había heredado el entusiasmo de la Delacour junto con el porte de la peliblanca, de eso no cabía duda. Con o sin iniciativa abundante, el jóven Ashryver aún tenía mucho que aprender si deseaba ser el sucesor de la Corona Escocesa - y con suerte - Inglesa.

 

-Los muggles de Escocia son bastante respetables, si me permites decirlo - el tono sarcástico de Kamra decía lo que su rostro no Controla tus emociones y tus maneras, o me veré en la obligación de llevarte la contraria - Claro que DEBEMOS unirnos a ellos. El problema con ser la Soberana de Escocia es que lo soy para todos los que habiten en este suelo ¿Pienso que los magos y criaturas mágicas debemos, por derecho propio, estar a la cabeza del poder? Sin ninguna duda. Pero aunque tengo el poder suficiente para influir en las decisiones de la Gran Bretaña muggle y mágica, eso no me hace estar arriba de la Ministro de Magia. La situación en Hogwarts es el menor de nuestros asuntos y muy a mi pesar, aún no podemos tomar decisiones sin más. No con lo que está en juego.

 

<<¿Pensamos quedarnos con ella para siempre? Recuerda que tenemos planes más grandes aguardando a ser ejecutadas, y si debo - Kamra hizo una pausa, mirando directamente a los ojos azules de Richard...dándole a entender que aunque su voz era oida por ser príncipe de la corona, aún debía cuidar sus maneras al entregar su opinión. No sé tolerarían acciones imprudentes - lo usaré como canje para conseguir algo más importante que un Castillo lleno de adolescentes hormonales.>>

 

Podían ser un fuerte aliado para el Ministerio, brindarle armas y soldados si así lo llegase a ameritar la situación. Cada país que conformaba la Comunidad Mágica Internacional tenía la atención y el odio puesto en su República. Más de uno - estaba segura - querrían ejecutar acciones bélicas contra ellos, sin distinguir entre Londres y los demás países bajo su poder en su búsqueda de reinstaurar el estatuto del secreto de la Magia; para obligarlos a agachar la cabeza una vez más.

 

La peliblanca hizo un ademán elegante con su mano derecha antes de abrir la boca para hablar, una costumbre adquirida de su segundo al mando y consejero. Sin embargo el semblante del principe había cambiado; podía sentir el aura a su alrededor oscurecer, como si lo que tuviera en mente le pesara más que nada en la tierra. Aquello le recordó el porqué estaban solos allí, sin Maksim o Anthony presentes cuando era un tema que les competía a ambos hombres.

 

- Con respecto a tu madre... - bajó ambas manos sobre su regazo para ocultar su temblor repentino. No podía hacer aquello de manera desconectada, no cuando se trataba de ella. En su momento, la madre de sus hijos le había pedido que fuera unida a ellos, sin importar que tan urgente fuera la situación del País...ellos iban primero.

 

Fue así que la mujer de ojos ámbar dejó su posición detrás del escritorio de roble; rodeandolo hasta tomar las manos de Richard en las suyas. El primogénito Ashryver había superado a Kamra en altura hacía diez centímetros, lo que obligaba a la soberana a inclinar la cabeza hacia atrás mientras soltaba lo que probablemente fuera la peor noticia de su vida.

 

- Te menti - algo parecía apretarle el corazón con cada palabra - he sabido todo este tiempo el paradero de tu madre y...por Merlín, no sabes cuándo lo siento mi niño - la desesperación que tan estoicamente trató de ocultar durante más de 5 meses se mostraba al fin en sus ojos ambarinos, ahora inundados de lágrimas no derramadas - Luego de dar a luz, Alessandra no pudo resistirlo. Se ha ido.

 

@

[Leslie Ashryver PB]

Richard Ashryver

Príncipe de Escocia, Palacio de Holyrood

 

 

 

Su respiración se detuvo, su mente aún procesaba aquéllas palabras pero se negaba a creerlas, sus ojos recorrieron cada centímetro del de la Reina, porque ahora para él era la Reina y no su madre, aquélla mujer le había ocultado que Alessandra había fallecido, fallecido hace cinco meses? Se negaba a creerlo, aquéllo no era posible, su corazón comenzó a galopar a un ritmo rápido mientras pensaba que decir.

 

-Estás segura?- le preguntó alejándose de Kamra.

 

Desvío su mirada al vidrio de atrás que mostraba un extenso jardín pero la belleza de la naturaleza no le trajo ningún confort al Ashryver que seguía como una estatua frente a Kamra. El brillo de sus ojos azules se apagaron al darse cuenta de la noticia que debía darle a Jayden, el podía resistirlo, estar sin una de las mujeres más importante para él porque sabía que no era el único, los quintillizos aún eran unos niños y no entenderían nada de lo que estaba pasando pero aún así la extrañaría y después estaba el hijo recién nacido de la Delacour.

 

-Dónde está?- le preguntó por el hijo de su madre.-Alguien más sabe sobre su fallecimiento?-

 

Su voz sonó dura pero firme, no había tiempo para llorar, primero debían arreglar los asuntos políticos de Escocia y después de eso se encargaría de darle caza a quién le arrebató la vida a su madre. Pero saber el paradero de aquélla criatura ayudaría a que ninguno de sus hermanos tengan relación alguna sin importarle si lo aceptaban o no.

 

-Vayamos a hablar entonces con la Ministra...me he pasado toda la mañana escuchando quejas en los periódicos sobre nuestra postura- apretó la mandíbula al recordar lo que leía en ellos.

 

Pero apesar que quería callar el dolor que llevaba dentro por la notícia de Alessandra no quería derrumbarse frente a Kamra, él era el siguiente en la sucesión, ocuparía el trono y como tal debía ser un hombre fuerte.

 

 

@@Kamra Ashryver D.

[Darla G Dumbledore]

Gran Bretaña
Ministerio de Magia

En el momento que el hombre elevó los ojos Darla lo reconoció, pues una vez más le recordó a los dibujos muggles, por supuesto, el lycan en la fiesta de Ada. Aquello no debería sorprenderla, después de todo venía a ofrecer información de su cuñada. La Potter Black fingió bajar su mirada y mantenerse viendo la punta de sus zapatos, mientras intentaba descubrir qué es lo que realmente planeaban los dos hombres en aquella sala. Dudaba que lo estuvieran haciendo en forma conjunta, no de momento, pero era obvio que ambos intentaban utilizarse el uno al otro.

De pronto se encontraba en medio de aquella situación inesperada cuando su único objetivo había sido proteger a la Gyffindor. En ese momento el Greyback rompió el silencio haciendo que la bruja elevara su mirada. No le hacía gracia que un mago que había estado al servicio de un gobierno extranjero pretendiera ser el guardia personal de Sagitas. Aquí corrían dos cosas que le molestaban, que dudase de la seguridad del Ministerio. Vamos Darla, que sabes que Aaron destruyó ese Departamento junto con lo demás, se dijo a sí misma mientras sopesaba el hecho de que al no saber si su tía estaba en su sano juicio resultaba o no conveniente cualquiera estuviera cerca de ella, de muestra un botón, pensó mirando de reojo al flamante Super Secretario Personal de la Ministra.

Y he ahí a la madre del borrego, evitó fruncir el ceño al escuchar mencionar una daga en la cual el Linmer estaba interesado, lo miró de reojo en el momento en que saltó, a sabiendas de a qué daga se refería el mago. ¿Con que la daga de los deseos? Tendría que investigar más sí... esta vez no pudo evitar fruncir el ceño en realidad, por unos breves segundos para recomponer el rostro de inmediato, al notar la mirada lasciva que Sean le había dirigido. ¿Era en serio? Sus ojos pasaron de él al pisapapeles de marmol sobre la mesa.

Dio un paso al costado en el momento que Sean se puso de pie para despedir a Taison, por cortesía le dedicó una inclinación de cabezas en señal de saludo mientras el "Secretario" lo despedía con su misión y promesas de posteriores misiones acordes a su lealtad. Por Morgana, sí que tenía cara, seguro que sus intenciones de traficar con todo aquello no eran menores en relación a su interés por proteger a Sagitas.

En cuanto Taison salió y la puerta se cerró tras él Darla, con su varita en la diestra, no pudo evitar pensar un repulsor, el efecto dio contra el portapapeles que había observado antes el cual se fue a estampar en la pared junto a la puerta, errando a la cabeza de Sean por menos de medio metro.

--¿Al fin solos? ¿Qué demonios te traes en mente? ¿Cómo haz logrado que Sagitas te ponga en este puesto? Ella no está en sus cabales ¿verdad? --la furia original había dado lugar a la preocupación de la sobrina y amiga ¿amiga? lo habían sido hacía miles de años atrás, ahora se daba cuenta que en realidad la Potter Blue era una desconocida, un misterio para ella, pero no lo era para su yerno e iba a sacarle aunque fuera a golpes qué es lo que estaba pasando allí.

@@Sean -Ojo Loco- Linmer
@@taison logan greyback

Editado 5 de Febrero del 2021 por Darla Potter Black

[taison logan greyback]

Lejos de sus intenciones estaba el marcharse del Ministerio tan rápido, ya que aún quería ver a la ministra, todo el ambiente dentro de aquel edificio se notaba extraño y era obvio que los dos tenían algo que ver con ello.

 

Intrigado fingió marcharse naturalmente para que el limner no sospechara, en ese momento agradeció sus sentidos lobunos y a una distancia prudencial se dispuso a oir.

 

-Que es lo que esconden? -pregunto para sí mismo mientras vigilaba la puerta. De la ministra, si se presentaba la oportunidad de hablar con ella no la iva a desaprovechar en lo absoluto.

 

Se acomodo en una silla aparentan estar esperando a alguien, al tiempo que se concentraba en lo que hacía.

 

@@Darla Potter Black

@@Sean -Ojo Loco- Linmer

Editado 5 de Febrero del 2021 por taison logan greyback

[Luna Gryffindor Delacour]

Luna Gryffindor Delacour.

Despacho de la ministra Sagitas Potter Blue.

 

 

Entender todo lo que decía me costaba, no solo porque estaba desinformada sobre el asunto si no porque al final el nombre de Elvis había salido en la conversación y eso me había desconcentrado demasiado, suspiré volviendo en mí y dándome cuenta que lo importante allí era saber que había sucedido con la Sagitas que todos conocíamos, ¿nos la habían cambiado y no nos habíamos dado cuenta?, solo esperaba su respuesta y quería saber que estaba pasando, además de todo lo que ya sabía por mis muchas investigaciones diarias, necesitaba que me dijera que ella estaba bien.

 

 

- Sagis aún recuerdo cuando tu eras la primera en levantar la varita en contra de las injusticias y ahora ¿Qué es todo esto? ¿Cómo vas a lanzar un edito que esta en contra de comerciar con los muggles? ¿por qué justo vos vas a impedir que nos relacionemos o que tengamos algún parentesco con ellos? no sé si sabes que mi primer familia era muggle, antes de Elvis y de todo, mi primer familia no era mágica, de la realeza pero muggles al fin y al cabo y me movía por ciertos lugares muy altos que ahora eso no importa... a lo que voy es que el edito podría ponerme en peligro a mi también ¿no lo ves? y así millones de magos y brujas por igual, ¿Quién eres tu y que paso con la payasa que yo conocí? quiero saber que sucede, por favor cuéntame - Le pedí sintiéndome mal por no saber como ayudarla con ese entuerto en realidad -

 

 

No podía pensar en mejor persona para estar allí y ser ministra, casi que quería felicitarla por llegar allí pero estaba errando el camino y por eso mi motivo de la visita era decirle que se lo pensará mejor y se diera cuenta que todos estarían en su contra, las más altas esferas, los magos que comerciaban con los muggles o tenían amigos de esa raza, ¿Qué haríamos? no podía pensar en que podía pasarles a todos, ellos no tenían la culpa de la codicia que algunos magos y brujas manejaban, porque sabía que algunos en pos de buscar un status más alto, comerciaban con muggles y le daban cosas a cambio de poderío, dinero o mismo joyas importantes y eso nadie tenía que decírselo, era un secreto que todos sabían y que supuso que a su amiga no podía pasársele por alto ¿o si?.

 

 

- Sagitas piensa en todo lo que perdemos sin ellos, esta bien que no los lastimemos o los molestemos mucho pero ¿no poder tener algunos de sus más preciados tesoros? ¿no valernos de sus conocimientos de alguna manera? no digo que les robemos lo que tienen, digo que podamos contratarlos y pagarles para que nos hagan las cosas, ¿eso no se podrá hacer más? uno de mis mejores amigos es muy bueno en descubrir joyas antiguas y en arreglar ordenadores, yo misma tengo una computadora en mi casa gracias a él, él no sabe de magia y oculto muy bien todo para que no lo descubra, solo que tu edito no me lo va a permitir más y eso es lo que me extraña de todo esto, ¿o estoy entendiendo algo mal? quizas me equivoco o no, pero eso fue lo que entendí - Le dije pensativa esperando una respuesta a mis muchas dudas -

 

Mi cabeza seguía pensando en mi padre, de acuerdo solo lo habían nombrado pero eso fue suficiente para que se me encogiera el corazón, sabía que habíamos ido a salvar a Sagitas o a impedir que algo malo le pasé, que lo habían hablado y habían quedado en eso, recordaba esa reunión, una de las ultimas que había tenido a su lado y me hizo sonreír, recordarlo no solo me producía dolor si no también alegría, me alegraba saber que había sido importante no solo para mi, si no para la comunidad mágica también, había sido un personaje importante y estaba segura que nadie lo olvidaría, porque a Elvis nadie podría olvidarlo nunca y si estaba en mi mano, yo me encargaría de eso como mejor pudiera o supiera hacerlo.

 

 

@@Sagitas Potter Blue

[Mentita]

Guardó silencio ante los ataques verbales de Aaron, que eran broma, pero Candela había roto piernas y brazos por menos. Prefería mantenerse en calma antes que reaccionar como sabía que lo haría si se dejaba llevar por los impulsos, pues hacía mucho tiempo que se repetía que no actuaba en contra de Black por el "poder" y reconocimiento que había ganado, tanto en la comunidad mágica en general, como dentro del bando mortífago; no por nada, pensaba, los estaba liderando. Y, sin embargo, hacía mucho tiempo también -redundemos, porque no encuentro sinónimos a esta hora y los que encuentro no me satisfacen- que se había dado cuenta de que su cautela con el ex Ministro no se debía al poder, sino a la culpa.

 

― ¿Más? ―preguntó Candela, cuando Jeremy hubo terminado de hablar.

 

El tono de su voz denotaba sarcasmo y se veía el gesto de impaciencia dibujado en el rostro, tenía el entrecejo fruncido y, por un momento, casi olvida el pacto interno que mantenía para no echarse encima de Aaron y golpearle. ¿¡Más¡?. Es que los había estado escuchando todo el rato, aunque fingía que no, y simplemente no podía creer lo que estaban diciendo. ¿Proteger a Sagitas? ¿En qué momento era que habían cambiado todos sus ideales para proteger a la falsedad hecha persona?. Porque por ningún momento se le había cruzado por la cabeza que pudiese estar siendo víctima de un Imperius, o suplantación de identidad. ¡Es que no había forma de creer en eso!.

 

― No pienso mover ninguno de mis dedos para ayudar a esa payasa, por mí puede ser linchada por el pueblo si eso es lo que se ha buscado. ―contuvo las ganas de escupir al suelo, ¡que era una dama, después de todo!.― ¿¡Qué demonios, Aaron!? ¿Ahora apoyas a idi***s sólo porque marcan el camino como a ti te gustaría? ¿Qué hay de...? ―Se detuvo, era inútil, Black seguiría con esa idea.― Aggg... Olvídalo. Mis manos sólo van a servir para estrangular a Sagitas, donde sea que la encuentre. Muerta la Ministra, el banco estará vacío una vez más; la oportunidad perfecta para poner a uno de los nuestros allí... ―observó a ambos, con la esperanza de que secundaran su plan. Aunque claro, estaba segura de que el hambre insaciable de sangre sólo lo tenía ella.

 

Es que, a ver, Candela llevaba meses sin pisar la Riddle, la Fortaleza Oscura, ni nada de los lugares mortífagos. El único acercamiento con el bando lo había tenido con su hijo, y ni siquiera estaba segura de él pues había estado una temporada fuera, como ella. Así que, obviamente, en su cabeza no podía concebir la idea de que fuesen a proteger a Sagitas.

 

― Que quieras capturar a Mackenzie, vale. Que quieres atacar la Confederación, vale. Al final parece que para lo único que vivo es para hacerte el trabajo sucio. Al menos págame, maldito. ―sí, hacía trabajo sucio pero era por decisión propia. Y si lo quieren entender, vayan al primer párrafo.― Pero no voy a ayudar a ganar poder a esa mujer.

 

@@Aaron Black Yaxley @

Editado 6 de Febrero del 2021 por Candela Triviani

[Nate Weasley]

 

Era más evidente que nunca que había llegado la hora. A pesar de que inicialmente hubiese esperado mantenerse a cubierto por aunque sea uno o dos meses, no quedaban dudas de que Sagitas nunca se había tragado por completo su mentira de que había abandonado la Orden del Fénix para apoyarla en su proclamación del Edicto. Todavía no podía dilucidar que había cambiado en los últimos días, o si la Ministra había tan sólo pretendido tenerlo en su buena gracia para utilizarlo más tarde. No obstante, cuando no recibió ciertas comunicaciones que estaban dirigidas a todos los empleados de alto rango del Ministerio, supo que había llegado su hora.

 

En las últimas horas, había hecho cuanto daño a la administración de la Ministra como fuese posible. Por medio de cartas, patronus y una reunión secreta con la Directora del Fondo Monetario Internacional Mágico, el Weasley había logrado paralizar todas las operaciones comerciales de Gran Bretaña. Todos sus efectivos líquidos que no estuviesen en la Gran Reserva del Banco Mágico de Gringotts eran inaccessibles, aunque para ello había necesitado la cooperación de la Presidenta de la Confederación Internacional de Magos, Mackenzie Malfoy, quien le puso en contacto con los cancilleres de los principales países opositores al Edicto de la Ministra que, justo por casualidad, eran los principales aliados comerciales.

 

Ahora, era hora de su última jugada. No tenía idea que sería de él luego de aquella noche. Estaba seguro de que lo arrestarían pero, ¿serían capaz de matarlo? Si Sagitas estaba verdaderamente asociada con la Marca Tenebrosa, no dudaba que aquella fuese una posibilidad. Después de todo, el Weasley tenía sus propios enemigos allí dentro, y no dudaba que más de uno de ellos ansiaría a tener al ex-lugarteniente de la Orden del Fénix a disposición de su varita. Suspiró, nervioso, pero convencido de lo que estaba a punto de ocurrir era necesario, correcto y, por que no, heroico. Caminó a solas por el desierto Ministerio de Magia, eran poco más de las una de la mañana, por lo que no había nadie allí.

 

Cada diez o quince minutos, tras llegar al pasillo principal de cada uno de los Departamentos del Ministerio, el Weasley se detuvo. Tras encontrar una pared lo más prominente y desierta posible, extrajo su varita de su bolsillo y con un sencillo encantamiento, dibujó un símbolo en cada una de las paredes. De diez por diez, era un reflejo de La Resistencia, grupo que sus amigos de la Orden del Fénix habían formado en rebeldía contra las medidas de la Ministra. Grupo al que había sido invitado pero del cual, por obvias razones, se había mantenido al margen.

 

Su destino final fue el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica. Por última vez, buscó la pared apropiada y dibujó en ella el símbolo. Antes de seguir su camino, aseguró su dibujo con un encantamiento que le daría un gran trabajo a quien quiera intentase revocarlos... lo mismo había hecho con todos los otros.

 

Sus pasos lo encaminaron hacia una oficina recién ocupada, la del Escuadrón de Inquisidores para la Ejecución del Edicto. Allí, durante los últimos días, un grupo de diez o tantas personas se había reunido sin cansancio para recabar cuanta información tuviesen disponible acerca de hijos de muggles, casados con muggles, squibs o cualquiera de las otras categorías que el Edicto obligaba a registrar. Nathan los había visto, paseándose por los pasillos del Ministerio con un aire de altanería propio de los que gobernaban en régimenes fascistas.

 

– Ya no más. – dijo el Weasley, adentrándose en la oficina tras un encantamiento que le permitió vencer la seguridad que mantenía cerrada la puerta. Si sus sospechas eran ciertas, vendrían por él. – Incendio... – murmuró, y de su varita salieron expedidas una lluvia de llamas que comenzaron a danzar mientras incineraban archivadores, papeles, recortes, escritorios, sillas y demás. – Incendio... incendio.... incendio... incendio.. – repitió, mientras cambiaba el objetivo de su varita, asegurándose de que la totalidad de la habitación ardiese en llamas.

 

El calor de las llamas le brindó cobijo, mientras su piel se teñía de un tenor anaranjado en lo que sus ojos observaban como todo el esfuerzo del Escuadrón y cualquier registro de su actividad desaparecía en llamas.

 

– Fire is catc****... – pensó en aquella frase de un libro que leyó hacía no mucho tiempo, sobre una niña que por salvar a su hermana montaba una rebelión armada contra un gobierno fascista. No sabía por qué esa frase se le vino a la cabeza, y sin embargo quizá era por la misma razón por la cual el símbolo que había dibujado en las paredes se parecía tanto al de aquellos libros... a todo el mundo le gustaban las rebeliones. – and if we burn.... you burn with us.

Editado 2 de Octubre del 2021 por Nate Weasley

[Gatiux]

"No se permiten ataques indiscriminados contra muggles; sin embargo, no se penarán las respuestas mágicas contra ellos si son en defensa propia y/o peligro de muerte dentro de su entorno."

Gatiux sostuvo el pergamino con fuerza con las dos manos, como si creyera que fuera a esfumarse en el aire de un momento a otro. También parpadeó unas cuantas veces, y releyó aquellas líneas otras tantas. Aquello no era posible. ¿El mundo se había vuelto del revés en el tiempo en que estuvo fuera?

El edicto estaba firmado por la Ministra de Magia, Sagitas. Nadie estaba hablando por ella, o eso parecía. Nunca hubiera esperado unas normas así por parte de aquella mujer, siempre dispuesta a recibir a los mortífagos con los brazos cruzados o con la varita en alto para repelerlos. Aquel edicto podría haberlo escrito su propio ahijado, Aaron, el antiguo Ministro y acusado de muchas cosas oscuras. Él no se ocultaba en defender la Supremacía Mágica.

Intentó pensar en algo que tuviera más sentido que Sagitas hubiera dado un paso hacia el lado oscuro. Algo como que se estaban haciendo pasar por ella mientras la tenían escondida al fondo de un baúl. O que estuviera bajo el hechizo de un imperius muy fuerte. Quizás el roce había hecho el cariño y ahora era amante de Aaron, quien le escribía los discursos. Aquellas palabras parecían escritas por un mortífago sanguinario. Era como si les dieran vía libre para destruir y asesinar.

«Aquí dice que solo en defensa propia, pero está clarísimo que de repente va a haber muchas defensas propias aunque no lo sean. Esta pobre gente que está amenazada de muerte continuamente y que los atacan nada más verlos. Han abierto una veda.»

Si el país se encontraba en un precario equilibrio antes del edicto, acababan de inclinar la balanza. Era el pistoletazo de salida a una guerra sin cuartel. Y si alguien preguntaba a uno de los magos éste sólo tenía que alegar que estaban a punto de matarle, que le habían amenazado con el gen antimagia que poseían los muggles.

Terminó su café con total tranquilidad. Debía de ponerse en marcha, reunirse con los demás y ver el plan que llevarían a cabo. Suponía que después de esto, los que tuvieran sospechas de posibles mortífagos, se estarían moviendo previendo los movimientos que se desencadenarían.

1.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Sean con @@Darla Potter Black

 

Despues de haber despedido lo mas cordialmente posible a @@taison logan greyback y estar al fin solo con la bruja sonrei. Esperaba ya ponernos en el asunto que importaba pero al parecer las malas pulgas volaban en la oficina, o mas el pisapapeles que se estrello en la pared. Mire con sorpresa a mi interlocutora y al parecer mi rostro definia una replica o explicacion, ya que Darla no dudo en descargar todo lo que guardaba en ella. Sin dudas los animos estaban caldeados...seria yo o el efecto del edicto.

 

-A ver Darla....mejor calmate y toma asiento. -dije haciendo acopio de diplomacia. -Primero..Sagitas esta en sus cabales, dolida y enojada...pero en sus cabales. No hay indicios que aseguren otra cosa. Y segundo, me eligio porque confia en mi. O porque me quiere como cabeza de turco...para llevarme las culpas por ella...aun esa parte no la descifro.

 

Esperaba que al menos esas dos preguntas hubiesen sido suficientes para aclarar el asunto de Sagitas. Ahora en cuanto a mis intenciones. Pues esas si eran mas complicadas de explicar. Nahhh para que hacerme el misterioso y el de sobradas eculubraciones tras el telon.

 

-En cuanto a mi..pues simple. -me acerque a mi silla y tome asiento.-Mi deseo es cumplir a cabalidad con mi trabajo. Que por ahora es bastante caotico e intento organizar. -Suspiro y escribo otra nota que sale disparada en un avion hacia otra oficina.- Y para eso te necesito. Evidentemente la seguridad Ministerial ha mermado demasiado. Ya todo el mundo entra aqui como Pedro por su casa. Sino fijate en taison. Directamente iba a la oficina de la Ministra. -Claro tambien en su momento fui yo....o Niko el hermano de Sagitas...o la propia Luna o Darla- Y ahi es donde quiro llegar. Hace falta implementar un sistema de chequeo de personal....no solo en el atrio...tambien por plantas??? Porque esa libertad de movimiento en el Ministerio se acaba ya.

 

Pensaba que era bastante logico lo que tenia en mente. De hecho ya tenia en mente pasar una directiva sobre ese asunto. Pudieramos tener ideas contraria en muchas cosas Darla y yo, pero esto era solo puro trabajo.

 

-Ademas esta el asunto de la ceremonia postuma que la Ministra quiere hacerle a Elvis. Evidentemente como actividad publica e importante Sagitas dejo expresada su voluntad de presentarle el respeto que merece ese mago. Por su servicio....leatad y por sonre todo...su amistad. Ya tengo el encargo de pedir La orden de Merlin 1ra clase para encumbrar el nombre de uno de los pocos magos que pienso valian la pena por aqui. -Me detuve.- Asi que es prioridad crear un dispositivo de seguridad..para que ni un portapapeles se intente lanzar contra la Ministra.

 

Sonrei ante la clara alusion al portapapeles que aun estaba estampado en la pared.

 

-En fin....basicamente eso es todo....a no ser que quieras pronfundizar en algun que otro aspecto.

 

Heme ahi.....toda una charla amena frente a una hermosa mujer y no habia sacado a colacion las bragas. Sin dudas estaba mejorando. Claro, y ya que hablabamos de seguridad, pues que Darla tomaras sus providencias, yo tomaria de las mias. A fin de cuentas estabamos casi bajo guerra...asi que ser excesivos en la proteccion y vigilancia nunca estaba de mas.

 

En el exterior de mi oficina ya mi nota voladora hacia efecto. Dos aurores llegaban al piso y viendo a @@taison logan greyback sentado esperando..algo se dirigieron a el.

 

-Lo siento señor tenemos ordenes de evacuar personal no autorizado del piso.

 

 

Dias Despues

 

Sin dudas mis sospechas no habian sido infundadas. Las medidas de seguridad a medio montar habian dado al traste con el hecho de que un "terorista magico" o vandalo....da igual el nombre, entrara e hiciese lo que le diera la gana. Aunque claro era de esperarse. Por suerte pese a lo incompleta, si habia medidas....tal vez no de seguridad pero si de vigilancia y mas en esa oficina que parecia que todos le tenian odio. Un avioncito paso volando y cayo sobre mi mesa de trabajo. Sin mas lei la nota y sonrei.

 

-En serio me lo ponen facil...de hecho adelantastes lo que ya tenia pensado. -Sonrei.

 

Sin mas tome un pergamino oficial. Con esto ya tenia al primer sujeto de prueba para el sistema de busqueda y captura.

 

"CIRCULAR OFICIAL

 

Por este medio entra en vigor la destitucion de @@Nate Weasley como Funcionario de Gringotts y Asesor Financiero de la Ministra de Magia. Dicho esto se pasa a las autoridades una orden de busqueda y captura extendida a la comunidad magica contra su persona por los hecho que a continuacion se nombran:

 

1- Actos vandalicos contra la infraestructura de la sede del Ministerio. Que comprenden el acto deliberado de quemar los registros oficiales del recien instaurado Escuadron de Inquisidores para la Ejecucion del Edicto y Propaganda subversiva en las paredes del recinto.

 

2- Asesinato de Kevin O'Brian, squib miembro del personal de limpieza del Ministerio, que ante el incendio se persono para sofocarlo, pereciendo heroicamente en el acto. Nuestro mas sentido pesame a la familia.

 

Se deja claro que el Ministerio no dejara impune ni amparara crimenes cometidos por nadie, independientemente de su alcurnia, rango o cualquier excusa que se esgrima en su defensa.

 

Se ofrece una recompensa de 5000 Galeones a aquel cuidadano ejemplar que lleve ante la justicia al asesino. Vivo....o muerto (si ofrece resistencia al arresto.)

 

Firmado: Sean Linmer. Secretario Privado de la Ministra Sagitas Potter Blue."

 

Bien, eso era todo. Claro lo de añadir al squib habia sido por suerte una afortunada casualidad, sino....pues ya se inventaria algo similar con algun ahogado del Tamesis. Nada como usar a un muerto para aumentar las culpas de agresor...y ganarse a la opinion publica. Sin duda despues de esto tendria el camino libre para seguir bajando los apoyos de la Orden del Fenix. Y que se cuidara la Marca...porque como dice el dicho...si vez las barbas de tu vecinoi arder...por las tuyas en remojo.

 

@@Nate Weasley

 

off: lo siento...aun no tento los poster de WANTED que tenia en mente.....pero llegaran...asi que Nate no desesperes..ya tendras el tuyo..bien personalizado.

Editado 8 de Febrero del 2021 por Sean -Ojo Loco- Linmer

[Ada Camille Dumbledore]

Viena, Austria. Oficina de la canciller Austriaca

 

La vista de la dama me hacía sonreír hasta el alma, mi hermana Lady era alguien importantisima en mi vida y me hacía falta su cercanía, peroas riendas de la Austria musical en sus manos eran necesarias para hacer del País poderoso y próspero. Eso lo tenía claro desde el principio. El abrazo fue cariñoso como siempre. @@Lady Luxure Grindelwald estaba hermosa y alegre, confiaba plenamente en su capacidad.

 

-Lamento que la visita no sea solo social. Milady Edelweiß la situación no está fácil, el Estatuto que lanzó la Ministra Británica levantó escamas en todo el mundo mágico. Sabes lo de la amenaza de guerra que se cierne contra Europa y vengo a decirte que la reuniómn a la que fuimos citados en Berlin es importante.

 

Mi preocupación era evidente, presentia algo absolutamente lógico para Francia. Tome con cuidado el anillo para oídos indiscretos y me fije a nuestro alrededor.

 

-Uno de nuestros espías nos avisa que para atacar a los británicos se infiltrarian en suelo Francés y desde allí iniciar un ataque directo a Gran Bretaña.

 

Me detuve alejando de mi las imágenes del ataque a Hogwarts. No quería ese resultado en mi propia tierra con mis ciudadanos y un escalofrío me recorrió del horror

 

-Blindamos ya las fronteras Francesas, vengo a que hagas lo mismo querida, deberemos subir las exigencias de extranjeros llegando a nuestras tierras para evitar que entren a nuestramos países

 

Un dejo de tristezas oyó en mi voz, con ella podía permitime esa debilidad por un instante.