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Crónicas de Luces y Sombras III


Ludwig Malfoy
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Por un momento, Rory creyó que aquellos intercambios con los oscuros no alcanzarían punto de equilibrio. Escuchar la réplica mordaz de Madeleine lo había llevado a recordar las viejas discusiones morales cuando el enemigo a batir era la inquisidora, pero a diferencia de ese entonces, otros caminos se abrieron, primero con Kaori y luego con Darla.

—  No es que desconfíe de tus elfos o de ti misma Darla, pero creo que esta vez la opción de Kaori es la más segura. Después de todo no hablamos de cualquier mortífago sino de uno que encabezó el ataque al ministerio ¿cierto? – bajando un poco más la voz, el comentario fue directo hacia la bruja pelirroja, aunque en la quietud de la habitación fácilmente podía estar siendo oído por alguien más- no me compete en absoluto, pero la verdad es que lamentaría mucho que un lugar que fue pensado como rescoldo de paz y amor, se transforme en prisión para un tipo como este.

No quiso decir más. ¿Era ese hincón en su pecho el reflejo de la culpa? Sin que mediasen palabras directamente, le había bastado la simple observación para reconocer en Darla el peso de muchas palabras no dichas entre ellos ¿Cuántas conversaciones se debían? No parecía el mejor momento para ponerse al día, pero sí estaba seguro que cuanto más pospusiera el asunto, peor le iría.

Benjamin se lo había dicho también...que por mucho que él pudiera disponer, había cosas que solo él estaba en la posibilidad y responsabilidad de hacer.

Cuando volvió a prestar atención a su alrededor, más miembros se habían sumado a opinar cual opción creían mejor. Todos coincidían en que dejarlo en la Potter era insostenible, pero le llamó la atención que de pronto en un momento como ese, Ludwig expresara su voluntad de ir a la Gryffindor solo, a raiz de la nota que había llegado a sus manos. Peor aún indicando sus sospechas de que podía ser Mica o Mael el remitente, ninguno de los cuales le inspiraba la más mínima confianza a Rory.

—  Alguien debería seguir a Ludwig. No es seguro que se exponga yendo a una residencia que hace mucho dejó de defender los ideales de la luz – evocando el último infausto recuerdo que tenía de esa casa, Despard soltó una larga exhalación desbordando cansancio- Me ofrecería yo mismo pero debo regresar al ministerio para lo del anuncio. Entonces, se me estaba ocurriendo que como necesitamos la mayor discrecionalidad posible, aprovechemos la coyuntura de que todos los ojos estarán puestos en mí...- incluso imaginarlo le escarapeló el cuerpo, pero aun así prosiguió- para que unos lleven al caleuche al mortífago y aseguren toda clase de protecciones, mientras los que son funcionarios ministeriales pueden acompañarme y agilizar esa burocracia tan desagradable para que la posibilidad de un juicio en Estados Unidos sea una realidad- acomodando su elegante abrigo azul Rory rebuscó el objeto que siempre le servía para activar un  traslador - . ¿Quién se viene conmigo entonces?

@todes

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En verdad le disgutaba la idea de que en ese momento el Lugar Teniente de la Orden eligiera irse a la Gryffindor por un llamado "anónimo". Miró a Noeline, la otra Lugar Teniente, pero si ella no decía nada, no le cuestionaba, ¿Qué podía hacer Darla? Sus ojos se posaron por unos segundos en Despard que parecía no estar de acuerdo con la orden directa de Ludwig. La pelirroja lo sopeso demasiado bien, sí, muchas veces las cosas no salen como uno desearía pero quizás algún tiempo atrás lo habría considerado.

¿Por qué había regresado a la Orden? Precisamente por ese abandono de que nada sale nunca como lo planeado ¿Era de fiar? ¿Why not? Después de todo Rory después lo que había en la mente de él no era miedo ni duda sino culpa, mucho había cambiado en el mago pero Darla decidió no incursionar en los pensamientos ni recuerdos del mago.

Sin darse cuenta se había acuclillado junto a Goldor, su varita fuera del alcance de él pero no de ella, su mirada fría ocultando la insinuación de que los ministeriales fueran a cumplir su papel de burócratas. Ésto era culpa de ella, por aceptar el papel que le diera el Linmer. Eran otros tiempos, si hacía falta gente de la Orden en el Ministerio, ahora también pero bien poco les importaba lo que pasaba en Londres en realidad.

¿En qué momento extendió su mano para apoyarla sobre el hombro de Goldor y girarle para verle mejor la cara? No lo supo bien, pero allí estaban. Y los discursos políticos seguían martillándole la mente y los recuerdos e ideas agolpándose tras la barrera oclumantica.

Nos vamos –susurró segundos antes de pronunciar –fulgura nox –y abrir un portal justo a su lado tras el pensamiento en el haz de la noche.

Espera lo inesperado, había vuelto por Ludwig y si él daba una orden por lo menos debían considerarla. El retener, matar, juzgar, vencer a Goldor cómo figura de la Marca Tenebrosa era un punto que ya se estaba decidiendo. El quién tenía la decisión final, era otra historia, era una democracia, en la que habían elegido quién les liderara aunque en ese momento, todo el mundo mágico pareciera acéfalo.

No sería ni la primera ni la última vez que Darla utilizara el ilusionismo gracias al control de la energía psíquica, aunque esta vez para dejar a todos contentos. 

 

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La joven le respondió haciéndose llamar Hathor,  parecía entusiasmada con beber un poco y con la idea que el Von Alexandros le había ofrecido, claramente muchos como él tenían un lado verdaderamente sádico, apesar de su apariencia de una persona completamente normal. Kraven debajo de la máscara de Obelisk sonrió plácidamente cuando la joven parecía aceptar su idea. Pero de la nada apareció un mortifago que le miró por un segundo. Obelisk no lo reconocía, pero era normal entre tanto secretismo y nuevos partidarios todo era nuevo, y más si el recién regresaba al bando y a Inglaterra misma. Tomó a la joven pidiendo hablar con ella, el pelinegro solo les observó alejarse a la biblioteca mientras la joven casi no ponía resistencia. Entonces mordiéndose el labio porque se había escapado una posible aliada en su comitiva personal, Kraven regresó con Ada. Había pensado que serían tres pero ahora solo estaban ellos dos mientras los demás discutían que hacer. Al regresar observó en las manos de la francesa una botella y dos copas mientras le esperaba en una mesa.

--Perdon por dejarte sola, es solo que intente reclutar a una mortifaga más a nuestra pequeña misión pero creo que será para otro momento -- Tomó la mano de la francesa.

-- Guarda ese vino para después de nuestra victoria, brindaremos una vez que hayamos traído a tu amigo Goldor y derrotado a la orden una vez más beberemos toda la botella juntos. Así que ponte tu máscara que me acompañaras ministra. -- Había sonado más a una orden que una petición, y al pensarlo mejor el pelinegro que estaba hablando con la ministra de un país para realizar actos terroristas, no una simple compañera. Pero la amistad que se había forjado entre ambos era mucha que el Von Alexandros tuvo el atrevimiento de hacerlo. 

Desapareció utlizando la magia de la aparición con ella sin siquiera pedírselo. Dejando atrás la antigua mansión. 


Londres, Ministerio de Magia
A las afueras. 


Una vez pasado algunos segundos llegaron a las afueras de un edificio de aspecto muggle. Que en realidad era una fachada ocultando el ministerio de magia a los pies del mismísimo Londres. El sol estaba casi ocultándose y poca era la actividad de esas calles. Algunos muggles les miraron con terror con la súbita aparición de la nada. Un par de mujeres comenzaron a correr al verlos y no las culpaba, dos entes encapuchados y con mascarada tenebrosas había aparecido de la nada. No le importaba al mortifago que los vieran, de igual manera si ellas confesaban lo que habían visto nadie les creería. 

--Lista Mademoiselle Galia, es hora del espectáculo, claramente seremos atacados porque sonarán las alarmas del ministerio pero esa es la idea... aquí vamos-- Dijo Obelisk mientras alzaba su varita de roble al aire por encima del edificio. 

-- Por el señor oscuro, ¡¡Morsmordre!! -- De su varita salió  proyectada una calavera con una serpiente saliendo de su boca. Quedo suspendida en el aire encima del ministerio. La gente alrededor empezó a proferir gritos de sorpresa y terror al ver la marca tenebrosa en el aire. 

 

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--Ahora vendrán por nosotros ministra, que empiece el espectáculo-- 

 

@ Ada Camille Dumbledore  

Editado por Balderik Von Alexandros
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Respiraba, una y otra vez. Me costaba mucho más trabajo mantener la calma que haber salido de allí. No podía creer la cantidad de cosas que estaba escuchando en ése momento, desmoronando la imagen completa que me habían contado sobre la Orden del Fénix. Eran más sus ganas de querer ser más a luchas por sus ideales. Eran simples hipócritas y eso se veía a leguas. ¿No iban a trabajar por un bien en común? Entonces era mi momento de aprovechar.

Se habían colocado en un papel de votar, en medio de aquella situación, para ver qué era lo mejor. Y estaba seguro que no era lo mejor para la comunidad, sino solamente para sus egos. Porque podrían matarme ¿Pero aún no sabían como funcionaban las Artes Oscuras? Podrían cortarle una cabeza a la Hydra pero saldrían dos nuevas. Éramos semillas dispersas por un amplio campo, yo había sido una de ellas y había logrado germinar algunas más. ¿Qué manera había para evitarlo? Debían salir a las calles y erradicarlas, porque era la única manera de disipar las sombras. No podría hacer algo con una simple vela.

Me había decidido. Tuve ése impulso de hacer algo al respecto para arruinar aquel punto y herir a la mayor cantidad posible de presentes. Y muchos más que habían bajado con la guardia. La pelirroja Darla se había acercado demasiado, por lo que se me había ocurrido una idea: Aprisionaría a la persona más cercana, deberían hacer algo si no querían que arrebatara su vida. Era el momento perfecto, ya que Ludwig se había ido no sabía dónde y ¡el primer ministro había aparecido! En mi cabeza ya tenía toda la escena, recuperando mi control y deshaciéndome algunos cuantos desgraciados.

Pensé “Necro… ¡¿Qué car4j0s está haciendo?!” Sin poder terminar mi accionar por la interrupción de Darla, la cuál se abalanzó hacia mi y nos hizo desaparecer de allí. Tardamos algunos segundos en llegar. Mi cabeza pensaba en mil cosas de lo que estaba pasando. ¿Sería alguno de los mortífagos bajo los efectos de la multijugos que logró rescatarme? Si era asi, iba a sorprenderme demasiado. Sentí el empujón de Darla y la atracción del portal, llevándonos a otra parte, dejando atrás la Torre Blanca o como la llamaran.

Rodeé en el piso por inercia, aún estaba aprisionado por las cadenas que me había colocado Ludwig. Sentí el césped en mi cara y la luz del sol que nos invadía por completo. Tirado de espaldas pude respirar un poco de aire. El portal se cerró. Estábamos solos en un lugar que no conocía. Si estaba solo, eso significaba que las posibilidades de quedar liberado aumentaban. Tenía demasiadas cosas por hacer, pero lo primordial es que Ludwig tenía mi varita aún. Maldito desgraciado. Tenía algunas armas pero Darla estaba en ventaja,

¿Por qué has hecho eso? ¿Has traicionado a los tuyos a costo de qué? — aún en mi situación, le pregunté detrás de la máscara. Y decidí terminar con aquella farsa. Me concentré en la magia de los Nosferatu, especialmente en Cuerpo de Sombras. Volutas y estelas de sombras aterrizaron en mí desde varias direcciones y me envolvieron por completo. Toda mi silueta se achicó lo suficiente para que las cadenas quedaran caídas y yo pudiera queda parado de pie, suelto. Las sombras desaparecieron y quedé mirando a Darla fijamente, levantando ambas manos mostrando mis palmas.

El sitio donde nos encontrábamos, había un gran establo. Muy cerca había un invernadero con unas copas de árboles que sobresalían por detrás. ¿Dónde estábamos? Miré todo una vez y fijé mi vista en la pelirroja. Tenía dos opciones, donde la primera era enfrentar a la muchacha, quitármela del medio y salir de allí. Pero sin varita las posibilidades se reducían. Asi que por ende, encaré la segunda opción, tenía un plan. Hice dos acciones la vez. Llevé lentamente mi mano a la máscara, disipándola como si fuera una neblina. Ahora Darla podía ver mi rostro de formas diferentes, de cabello enrulado dorado y ojos verdes. Una tez muy pálida, sin siquiera rastro de bigotes o barba. Había aprovechado a usar metamorfomagia para confundir mi identidad por completo y quita sospechas de mi persona.

@ Darla Potter Black

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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Goldor había sentido el toque de Darla mientras que el portal los llevaba a un bosque, en el que “réplicas” de lo que era su hogar existían. Aún no habían mudado nada pero era el nuevo y último terreno que Seba y ella habían adquirido y sus elfos habían empezado a trabajar. Lo que Goldor no había sentido era la marca de sangre que ella había dejado en el lugar que lo había tocado, con la forma de una flor de liz sangrante.

Negó con la cabeza mientras ya estaba de pie a un par de metros de Goldor apuntándole con la varita, sí, le dejó creer que estaba a salvo unos segundos mientras el movimiento fluído de su mano reforzaba las palabras que dijo a continuación.

No te confundas… daga del sacrificio… esto no es traición esto es tomar el toro por las astas —el corte que realizó sobre su muñeca derecha comenzó a sangrar —immolo oppugnare —a la par que la muñeca de Goldor mientras éste jugaba con sus poderes.

La sorprendió un poco el impacto del aroma de su sangre, su muñeca aún chorreaba sangre mientras él le mostraba las palmas. La Potter Black se permitió levantar una ceja por aquel gesto y hasta se dejó sorprender por el hecho que él quisiera quitarse la máscara delante de ella. ¿Era en serio? ¿Qué tenían los mortífagos con su persona? ¿Manía "desnudista"? 

—Eres humano —susurró mientras acomodaba la daga en su cintura y por su mente pasaban un primer episkey para sanar su muñeca y luego un segundo episkey para sanar la del rubio frente a ella.

—Sabes que no te creo ¿verdad? —elevó la mano donde ya no quedaba casi cicatriz de su corte —estamos vinculados por ahora… pero eso no significa que no esté dispuesta a matarte, sigues vivo porque Ludwig quiere un juicio, ¿confío en Ludwig? Tendrás que creer que sí, pero tú me conoces —observó el rostro que supuestamente le había revelado la máscara —ambos sabemos que ninguno de los dos se puede fiar del otro pero bueno, no estás de visita social Goldor… ¿o cómo vas a querer que te llame cariño? Dime la verdad… obedire… —sí, él anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos seguía activo y Darla se vio tentada peeero… recordó a Caelum…   y elevó rápido su mano donde Edelweiss, su varita se había materializado silencius… no ahora… luego… ahora dime un nombre nomás pero cuando nos volvamos a ver dime el verdadero y porqué te lo ordené —¿qué decir? no quería saber la verdadera identidad de más mortífagos, le bastaba con la revelación privada que había tenido cuando había cursado nigromancia con Caelum Black.

Ese pensamiento sí le hizo cuestionar sus lealtades, pero ella siempre había sido clara, para su "familia" y esa no era la de sangre y esa había dejado de ser la Orden, y esa había dejado de ser la Marca y... Seba... mordió su labio al pensar en los ojos grises del Linmer, no, a él no le debía nada, al contrario.  Pero ya, estaban hablando en demasía, el bosque junto al lago, el último de los terrenos anexados mágicamente a los locales aledaños a House of Books había empezado a mostrar los sonidos de la mañana. Era increíble como el sol se había elevado tan rápido y Darla imaginó que nadie podría ubicarles en realidad, ya que las puertas mágicas aún no llevaban exactamente a ese lado del bosque, sino al otro lado. Jugar con magia se había vuelto un vicio, sí. La cosa era ¿Qué haría ahora con aquel joven lampiño que quería jugar al “confía en mí”?

@ Mael Blackfyre

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Desde el instante en que avisó a sus colegas sobre su inminente salida hacia la Gryffindor supo que se estaba poniendo la soga al cuello, en primer lugar por que no sabía lo que le deparaba en el castillo que alguna vez le perteneció a Godric Gryffindor y en segundo lugar por lo que pudieran pensar sus compañeros de bando al verlo retirarse en un momento como ese. Sin embargo Ludwig tenía una corazonada y sabía que Mica no lo llamaría para traicionarlo o en una situación que no fuera importante. Confiaba en ella pero no en sus colegas además temía que al llegar ahí se pudiera encontrar con Mael.

Ludwig no era est****o, sabía que en cuanto puso un pie fuera de la Potter, alguien lo había seguido, no sabia quien ni donde estaban pero estaba seguro de que al menos uno de los esbirros de Rory había intentado rastrear su camino, y no los culpaba, la situación era bastante precaria y era de suma importancia de que todos los miembros de la orden estuvieran seguros y vigilados.

Finalmente Mica abrió la puerta y no tardó ni un segundo en identificar que Ludwig estaba bastante tenso y preocupado. Había sido una semana exhaustiva pues no había podido dormir con tal de tener bajo control a Goldor. Y una vez que la orden del fénix se hizo presente, aquellas discusiones terminaron por colmar su paciencia. Al menos afuera de ahí se sentía un poco más despejado con la oportunidad de pensar mejor las cosas y decidir el rumbo que debía tomar.

-Claro que te atacaría madame Gryffindor – dijo intentando disimular esperando que Mica entendiera que Ludwig de alguna manera estaba vigilado y no podía actuar con la misma confianza de siempre – pero recibí una interesante nota pidiéndome que me presentara a éste lugar así que dime, ¿para que soy bueno? ¿puedo pasar o Mael volverá a torturarme? – acto seguido entraron al lugar esperando que nadie con capa de invisibilidad o algún otro hechizo los hubiera seguido al interior. Ludwig no sabía que pensar pero estaba con los sentidos totalmente encendidos para responder a cualquier ataque.

Una vez que se aseguró que estaban solos la abrazó y le dio un beso en la mejilla, tenía un olor peculiar, un olor a perfume de hombre lo cual de alguna forma molestó al rubio – sabes que estamos en una situación bastante delicada, te dije que te alejaras para que esto no te salpicara y te lo vuelvo a pedir, pronto sabremos su identidad y con ello todos los que lo rodean se verán afectados, no puedo permitir que eso te pase pero tampoco permitiré que un criminal como el siga suelto – recordó todos los cuerpos del aeropuerto y la primera vez que se habían enfrentado, juró que algún día haría justicia y ese día había llegado.

Esperó a que Mica le comentara el motivo de su invitación no sin antes preguntar – dime la verdad, ¿estuviste en el ataque al ministerio? – no podía sacar esa duda de su cabeza. Mica le había prometido que no haría esa clase de actos vandálicos y esperaba que cumpliera su promesa pero algo le decía que ella no lo había hecho.

@ Mica Gryffindor

 

 

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Soltó una melodiosa risita cuando le oyó la broma de la niñera, y con suavidad fue desplazándose por la estancia, pasando su atención por cada minúsculo objeto que su mirada captaba sin reparo, por un momento se sintió en la sala común de Slytherin, que aunque no la conocía realmente, por la pura descripción de Kalevi más lo que recordaba de la suya en Ilvermorny, sentía que volvía a ser esa joven estudiante expectante por un futuro prometedor. 

Hysy... ⸻curvó sus labios al recordar esos viejos nombres aún cuando sabía que la máscara mortífaga le cubría sus expresiones más características, y por fuera, parecía ser una especie de criatura sin emoción alguna.⸻ Tantos secretos albergados en una Mansión, siento que nunca terminaré de conocerlos.

Deslizó las yemas de sus dedos por algunos estantes, sacudiendo los mismos cuando sintió el polvillo blanquecino teñir sutilmente su piel, y cuando sintió que había saciado la mayor parte de su curiosidad, giró sobre los tacones de sus botas hasta poder quedar nuevamente frente al mortífago. 

Aprendí bien de las personas que cuidaron de mí, ellas jamás me subestimaron... ⸻frunció sutilmente el ceño al recordar a Caelum, y mientras enredaba los dedos en las tiras de su capa, volvía a tomar la palabra.⸻ Confío en ti, y sé que ambos compartimos los mismos ideales, nuestro fin es el mismo, ¿verdad?

Asintió.

Soy más práctica, quizás debido a mi educación en los Estados Unidos, he aprendido a no causar tanto revuelo, a pensar en frío y adherirme a lo planificado.

Desvió por breves segundos su atención a su alrededor, pensando en mil escenarios para lo que estaban a punto de ejecutar, y mientras ello sucedía, el retumbar de su corazón amenazaba por desatar una nueva crisis en su sistema. Había mantenido el raciocinio por mucho tiempo, la calma y el temple en la sangre, mostrándose madura ante los ojos ajenos, pero el secreto mejor guardado eran las crisis que últimamente se desencadenaban sin explicación alguna, y Juliette temía que aquello irrumpiese con la habilidad de Hathor. Claro, eso no se lo diría al mago, ni a nadie.

Eh. ⸻extendió su mano hasta robarle la botella poco después que él se diera un buen festín.⸻ Tampoco pienso llevarte a casa cargando, te lo advierto... y bueno, dudo mucho que mi pequeño cuerpo logre acarrearte. ⸻murmuró con seriedad aunque su postura relajada indicaba que sólo le devolvía la broma de minutos atrás, y con suavidad dejó la botella sobre una mesa, acercándose a la misma para poder deslizar la punta de su uña por la madera.⸻ Hay un plan en curso, otros actúan bajo la influencia de la adrenalina y la ira en la sangre, pero, ¿cuál es el camino correcto?

Reflexionaba.

¿Por qué secuestraron a nuestro lugarteniente? ⸻mordió su labio inferior, y dio unos golpecitos con los nudillos.⸻ Uhm, tal vez su intención es aliarse con el MACUSA... si lo hacen, pueden ocupar lo que lleva años bajo cien llaves, la justicia sólo tiene un fin a los ojos que dicen defender la luz: la muerte.

Volvió a mirarlo.

¿En dónde están? Tenemos que ir por ella, éste asunto es mucho más grande que un mero ajuste de cuentas... si el MACUSA está implicado, estamos en graves problemas. 

 

Cita. @ Kahlan Blackthorn  @ Eterno Black Triviani  @ Malum Luxure

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Empezaba a sentir que tan solo le habían hecho perder el tiempo, eso y un precioso favor que estaba segura y Rory lo cobraría en algún momento, no es que eso ultimo le molestara pues sentía un cariño, admiración y respeto por el Despard que muy pocos comprenderían. Dio un suspiro intentando encontrarle lógica a las palabras y acciones del lugarteniente, pero no las encontró, miró al mago y a Darla con absoluta desconfianza y entonces simplemente cerró su portal, estaba malgastando su energía, cuando al parecer tenían un lugar más seguro que un irrastreable Caleuche.

No pensaba seguir a Ludwing como lo había pedido Rory, lo que si pensaba hacer es asistir al anuncio que tenía pensado hacer el Ministro al siguiente día, tenía curiosidad de lo que era más que cualquier otra cosa.  Tampoco seguiría a Darla a su supuesto lugar seguro, no confiaba en ella y mucho menos en elfos domésticos.

—Demasiadas fallas en su lógica… demasiadas cosas que podrían salir mal… decisiones que no parecen ser las más acertadas y definitivamente no pienso correr riesgos innecesarios —Dijo la pelinegra, no necesitó ver a Madeleine, Hobb o Goderic como para saber que estaban pensando algo similar—Accio Maletín—Dijo convocando el maletín con el que había llegado que rápidamente llegó volando a su mano.

—He perdido tiempo y ahora le debo un favor a Rory… —Se rio ante lo absurdo que había sido todo.

—En fin… ¿Alguien quiere un trago? Yo invito… o podemos caerle de sorpresa a Emily —Dijo mirando a Goderic que no lucía nada contento y esperaba que la mención de la bruja lo suavizara  —Y ni se te ocurra decir que no —dijo mirando a Madeleine —Y tu no pongas de excusa al bebé que seguro Ben lo esta cuidando bien —añadió mientras abría un nuevo portal esta vez a Ravenrock, una casa segura que tenía varias protecciones que solo quienes conocían y tuvieran permiso podrían acceder. 

Al menos algo bueno había salido esa noche, hace mucho que no se reunían tan solo para platicar y ponerse al día, siempre había algo urgente que atender o alguno no podía, así que esa noche no los dejaría escapar. Una vez que los dos magos y las dos brujas atravesaron el portal, lo cerró sin saber a ciencia cierta cuando volvería a pisar la Potter. 

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Esperaba que las conversaciones vayan viento en popa, no podía comunicarme para que Luna no sospeche de todo lo que pasaba, era demasiado inocente, eso era algo que en el futuro debería cambiar en ella, hoy nos conviene aquello pero quien sabe que la próxima la atrape alguien que no tenga tanta afinidad con ella como yo, la situación seguramente hubiera sido distinta.

Los avances de Mica me eran desconocidos, ¿Habrá contactado con alguien para hacer ya el intercambio?, ¿el alto mando estará al tanto de todo lo actuado?, me asaltaban dudas en cada momento y con la presión y el miedo latente de que cualquier momento alguien quiera entrar por esa puerta, enterado de todo o por curiosidad, si alguien va con no muy buenas intenciones pues tendrá que verlas conmigo, no estaba dispuesto a que nadie tope uno solo de sus cabellos y esa era otra clase pendiente, el enseñar a algunos que muchas veces se ganan guerras sin necesidad de disparar una sola bala, les faltaba mucho de diplomacia.

-Mi querida, viajaremos a donde tú quieras, a conocer cada rincón del mundo y verás las pirámides con tus propios ojos, aprenderás de muchas culturas preciosa, te quiero enseñar muchas cosas...-

Sonreí a la sugerencia de que pude haber sido un buen auror, habían muchas cosas que ignoraba Luna y esperaba que eso se mantenga de esa manera, por lo pronto se tenían que mantener las cosas como están.

-Tú tranquila, yo me ocupo de tu seguridad, confía en mí, nada malo te pasará mientras estés a mi lado...-

Entró el tema de Malum, eso también era un poco inconveniente, era un tema que a más de delicado era largo y no quería entrar en muchos más detalles con respecto a eso, así que intercambié la pregunta con otra pregunta.

-Cuéntame nena, ¿Ya tienes novio?...-le sonreí y acaricié su rostro...-no creo que una niña tan bella como tú no tenga pretendientes haciendo fila...-

Solo esperaba que Mica regrese pronto y con buenas noticias, siempre me gusta saber de ella pero ahora era imperioso.

@ Luna Gryffindor Delacour @ Mica Gryffindor

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"Qué incomodidad planear mucho y para llegar a nada..." salía refunfuñando a sus adentros mientras su impaciencia quería apoderarse de él, estando a las afueras de la Riddle escuchando lo que se habían charlado entre la gente del bando, mientras estos discutían brevemente sobre qué opción tenían para realizar esa acción a tomar en el caso de salvar a nuestro compañero. No era que le importaba mucho pero de alguna forma tenía alguna clase de deuda ante este, sin querer demostrar aquella ansiedad y querer cumplir lo que había el pensado solo quedó en torcer su brazo para realizar lo que debería hacer. 

Mientras el grupo se dispersaba cada uno con sus planes, dónde hizo lo suyo esperando qué se diera las cosas como deberían darse, no le importó mucho lo que uno de ellos dijo aunque no lo consideraba tan importante como para preocuparse ya que al no tener guía no eres dispensable un plan específico, sino la suma de los planes y esto conlleven a una meta en común.

Sus intenciones eran conseguir más datos y quizás buscar alguna razón que lo convenza de sí lo que realizaba era correcto y así llegar a concluir lo que necesitaba su interior mientras meditaba sin mucha alegria, caminando en dirección opuesta a la Riddle se dirigió a Ottery imaginándose que podría encontrar algo qué les ayudase

Se convirtió en aquel humo oscuro y viajando por los aires en es oscuridad para cubrirse de cualquier ojo que lo pudiera divisar y así no despertar alguna sospecha, entremezclando sé por las calles rápidamente y seguir las rutas mientras en su marginación trazaba aquellas curvas que lo llevasen algún lugar, se topo por un sendero angosto y siguiendo este hasta unos matorrales con mucha cautela mientras notaba a lo lejos unas cerca y en ella una reja qué delimitada aquellos lindes de una mansión en particular, está en otra ocasión ya había participado en una búsqueda y a su parecer sus trampas lo habían cambiado notando que su trabajo había sido casi bueno, llegó hasta la puerta aún sin materializarse sin entrar solo uso el anillo de escucha elevándose por todo rincón de aquella mansión, tratando de no ser descubierto por esas estatuas y ser escuchado por los elfos aunque recordaba de que debería meterse en lo profundo para encontrar ahí a esa alimaña aquel que se le escapó y que quizás este le dice lo que necesitaba.

Subió o bajo no encontró ventana abierta no tanto en esta ocasión que esta familia Malfoy aquella traicionera qué dejó el bando y dio información en aquellos tiempos aquellos que no se merecían ya no ser dignos de nuestra sociedad. Aunque usarse aquel anillo no escucho nada no había nadie en casa pudo deducir quizás no estén aquí pensó mientras con agilidad esquivaba las tumbas que en esta ocasión habían puesto cerca de las cuevas que los dirigían a los establos, Kenny ellos les habían prestado atención y quizás sean de sus antiguos inquilinos.

Notó que alguien más se acercaba con su esencia qué le resultaba familiar y para no ser sobre la rama de uno de los árboles de los jardines este ser quedó a su lado  @ Malum Luxure

 

-- No he encontrado nada, quizás tus tengas más suerte que la mía, a ver qué más podemos hacer para acá ya que no hay nadie presente era más probable que se han ido a otro lugar.-

 

Miraba bajo su máscara a los ojos de su compañero llevando varita en mano y convirtiéndose nuevamente en niebla y le siguió mientras se concentraba para buscar alguna entidad ayudado de a algunos compañeros animales del Walpurgis qué vinculados a este me ayudaba a observar los más recónditos lugares de la misma. 

@ Anthony Ryvak Dracony

@ Juliette Macnair

@ Kahlan Blackthorn

Editado por Eterno Black Triviani
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