Jump to content

• Moody • (MM B: 109061)


Ellie Moody
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Hess

Vaya, con que es hija de su sobrina…-, murmura al filo de la copa, sus cejas se han alzado en sutil sorpresa tras escuchar esto de Darla, y es que ¿Qué no existía también un parentesco entre ella y la actual ministro de magia británica? ¿A qué se refería Darla con que eran un grupo? Hess mordió la orilla del vaso antes de darse cuenta de que quizá está pareciendo que le da mucha importancia a esto. Aunque sí ha despertado algo de intriga que dejará para meditar a solas. —Esta comunidad se está volviendo algo pequeña-, Hessen sonrió nuevamente, esta vez con una sonrisa maliciosa. —¿No será que hay una mala administración dentro del ministerio?-, volvió a inclinar cerca de Darla, una de esas preguntas que no necesariamente quieren una respuesta. —Que descuido-, casi ronronea esta vez antes de abandonar el tema como si no fuera realmente de su interés.

Así que mejor enfoca su atención en los acompañantes de Potter Black, solo para mantener la fachada. Había acertado entonces con Luna Gryffindor, lo que es nuevo es que ella y Darla son compañeras de trabajo, según han explicado, lo que coloca más información en el perfil de la vampiro como partícipe en el cuartel auror. En cuanto a Danny Luxure, bueno, extrañamente no hay registro alguno. 

Por supuesto que se quien es usted, Luna Gryffindor-, de nuevo repite el ademán de saludo, esta vez acompañado de su copa, como si brindara por ella. —Mi principal pudiera ser un señor aparentemente desatento, pero parece ser muy aficionado a su buen labor, señora-, correspondió la sonrisa amable. Es en parte verdad lo que dice de Luna, sin embargo, Garry no es lo suficientemente lúcido con él como para contarle de dónde es que la conoce cuando pregunta por ella. No obstante, es genuino el interés del patriarca de Ollivander cuando el nombre de la auror se lee en el periódico. —Y yo no creo que nos hubiéramos visto antes, no cara a cara por lo menos, porque hubiera hecho lo necesario para evitar que se olvidase de mi-, le ofreció esta vez una sonrisa dentada, más que galante, para asegurar el juego. —Así que, mi señora Gryffindor, es satisfactorio finalmente conocerla en persona.

Y era Danny Luxure ¿cierto? Tal coincidencia...-, si no suelta una risa es solo para evitar las malas interpretaciones. —Entonces era cuestión de tiempo para conocernos-, pero no puede hablar ahí de esto de todas formas. Ya habría tiempo para cada cosa. —Es un gusto, señor.

El estruendo que hace uno de los artistas que dan un espectáculo al centro de la reunión interrumpe brevemente el intercambio de saludos y presentaciones. Es finalmente Luna quien retoma la conversación, esta vez charlando cosas que a Hessen le parecen aleatorias, quizá está nerviosa o quizá solo abrumada por todo lo que presenta este evento. Lo que fuese le recuerda un poco a él mismo y lo difícil que es a veces quedarse callado por tanto tiempo. Así que escucha de buena gana todo lo que ella dice aunque imagina que finalmente no terminará decidiendo qué hacer. 

¿Cómo dice?-, su atención regresó de todas esas cosas atractivas de las que Luna habla a Darla que esta noche luce solo algo más reservada, a diferencia de aquella reunión en la biblioteca de los Potter Black. —Por supuesto, Darla, me tiene-, hizo la finta de que tentará su brazo, pero no hubo contacto. —Recuperar los galeones de Ollivander sobre la mesa de poker con usted siempre ha sido mi plan toda esta noche-, bromeó alejándose un poco más para quedar a lado de Luna esta vez.

Pero cualquier respuesta que pudo haber recibido por parte de ella queda ahogado por el repentino ensordecimiento de varios de sus sentidos. Es como si se hubiese sumergido de pronto en un estanque y el agua a su alrededor, se congela rápidamente. Algo no está bien en este lugar. Volvió a tomar un trago de la copa, discretamente ha de buscar a Garry con su fea máscara entre los invitados, evitando la mueca por el mal sabor del licor. No era una mala cosecha en realidad, solo no era de su agrado.

Cuando vuelve a lo que sucede ahí, se da cuenta que Luna y Darla charlan sobre las pinturas en exhibición y la fuente de chocolate. Asintió distraídamente simulando que había estado escuchando todo este tiempo. 

Entonces vamos, hay que ir a buscar algo que ver o hacer o lo que sea que me mantenga lejos de las mesas con postres-, la breve mueca fue de fingido sufrimiento. Alguien con cierta debilidad por los panecillos no tendría tampoco porque preocuparse tanto por las calorías que un ponqué de frutas pueda contener. —Me había dicho que podía acompañarlos, ¿no era así?-, hizo una seña a Luna para que guiara una dirección. —Después de usted.

@ Luna Gryffindor Delacour  @ Darla Potter Black

--- -- - -- ---

Grell

¿Ambigüedad?-,
 
Hubiera podido sonreír ante esto. En cambio se pierde entre el sonido de la voz de ella dando vueltas y vueltas buscando en cada puerta sellada y cada muro derrumbado de su mente, convirtiéndose rápidamente en algo encantador para los sentidos adormecidos del brujo.  Se sintió como si cayera descuidadamente en una trampa.

De pronto cree que no es capaz de recordar con certeza como es que llegó hasta este lugar, a esta fiesta tan glamurosa que no tiene  nada que ver con sus intereses, a esta galería de la cual ya se siente aburrido, ni siquiera de como es que ella llegó a su lado o quién de los dos acompaña a quien. Al mismo tiempo, piensa que pueden ser como esa pintura frente a ellos; solo están ahí y cada uno puede tener sus circunstancias, no importaba si eran compatibles entre ellos para hacer una armoniosa compañía o solo arruinarse la noche mutuamente.

Asintió finalmente, no porque esté totalmente de acuerdo con ella, pero de algún modo entiende cómo es que ella ha llegado a esa conclusión. 

No, no he tenido un buen día.

Algo en todo el conjunto de palabras que suelta después de eso tensa cada uno de sus nervios a la velocidad lenta y suave con la que ella las dice. Acalambra su cuerpo entero. Sus expresiones están cargadas de un matiz de melancolía, confusión y abatimiento que por alguna razón no puede solo evadirlas esta vez, por más que lo intentase. Y es que algo en todo ella, sus palabras, su voz, su sola presencia, encaja perfectamente en algo que para ser sinceros, ha estado evitando.
 
No lo quiere, pero no puede tampoco hacer nada al respecto.
 
Cuando me dices cosas cómo esas…-, su voz aun es perezosa, sin ganas, pero hay una intención clara de continuar con esto. —Te escuchas como tú madre-, nada ha cambiado a su alrededor, salvo por el hecho de que ahora parece que Garry hubiera estado ahí consciente todo el tiempo. —Mi querida Hannity...-, los cascabeles de su máscara sonaron cuando gira la cabeza para encontrarse nuevamente con el rostro de ella. Lo que fuera que Hann haya hecho o dicho, lo saca al fin del ensimismamiento en el que se ha sumergido para sobrellevar la velada.
 
En un atrevimiento estiró el brazo hacia ella, el mismo dedo que trazó la pintura frente a ellos ahora intenta dibujar los pliegues de su vestido, sin atreverse a rozar su piel. Hannity ahora es tan traslúcida que ha sido difícil encontrarla nuevamente entre todas estas realidades en las que se mueve su mente.
 
Se ha hecho tan de noche en este mundo Hann...-, pero antes de poder terminar lo que quiere decirle, Hannity desaparece del campo visual que le permite la máscara del viejo sapo de alquitrán embarnecido.

Los engranajes chillán estrepitosamente, es lo que hacen cuando se desborda el contenido que cuidadoso se ha puesto en un recipiente de cristal, lo que sea que esos delgados muros sostienen, se esparce y se filtra entre las piezas que hacen funcionar al brujo.

Y en un solo parpadeo, tras la sensación que deja haber perdido de vista a Hannity nuevamente, aparecen un puñado de personas de pie a su alrededor, todos sin máscaras a diferencia de los invitados de la fiesta y con una apariencia desagradable. Ellos no lo observan a él, si no que sus miradas sin vida observan algo más allá que Garry simplemente no puede ver; sólo a Bel y a Hannity abrazadas. Todas esas personas que aparecen son las que le describen a su manera, en susurros a su oído, lo que sucede ahí afuera, con Hann y Bel encontrándose de nuevo después de tanto tiempo. Cada uno de ellos se encarga de colocar de nuevo una idea, un contenido, en el recipiente de cristal que se había derramado.

Si él quisiera podría reconocer cada uno de los rostros; sus nombres, sus edades, sus fechas, y su causa de muerte. 
 
—¿Quién es Cillian Ryddleturn?-, dice Charlotte, su última.

Un amigo-,  responde, o tal vez no lo hace, los chirridos están ahí de nuevo y no es capaz de escucharse a sí mismo.
 
—¿De verdad?-, ella arrugó la nariz, pero su podrida piel del rostro no tiene el mismo efecto de culpa en él que antes.

Está apenas temblando cuando todo termina.

Parece que el tiempo no ha pasado sobre ti-, arrastra las palabras en dirección a Cillian. En algún momento comenzó a desplazarse hasta quedar cerca de Bel, los cascabeles de la máscara sonaron nuevamente cuando baja la mirada pálida de su rostro que busca la mano de ella. Engancha su puño en el índice y medio de Bel, y aprieta sin muchas fuerzas antes de soltarla. —Que...particular-, ahora sus ojos detrás de la máscara se prenden al rostro del rubio, tan intacto que casi dan ganas de estropearlo.

@ Hannity Ollivander Evans  @ Rory Despard  @ Cillian

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba perdido, completamente perdido.

Cillian había seguido a Bel hasta el lugar que ella había indicado, tenía ganas de ver a su antiguo amigo pero en aquel momento también necesitaba una explicación más extensa sobre aquello que su amiga había comentado sobre Garry. ¿Cómo que se había perdido en el mismo?

Y luego estaba Hannity, ¿una hija? ¿En qué momento? Estaba bastante sorprendido con todo aquello. — Mucho gusto, Hannity. 

Garry estaba a solo un par de pasos de ellos, usando una mascara bastante extraña al igual que la mayoría de las que estaban usando los asistentes a aquella fiesta. ¿Qué estaba pasando con él? Aunque las advertencias fueran realmente mínimas podía notarse que algo estaba pasando sucediendo dentro de él.

— Y al parecer el tiempo para ustedes sí que ha pasado —devolvió el comentario hacia Garry—. ¿Van a contarme a caso con todo detalle que es lo que ha pasado durante el tiempo que no estuve aquí? —cuestionó dirigiéndose tanto a Bel como a Garry y ya estando en aquella situación también hacia Hannity.

 

OjQFQY0.gif

c9Sdt97.png

bfqucW5.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Te escuchas como tú madre. Mi querida Hannity...

 

Todo lo que había estado pasando por su mente los últimos meses, pero sobretodo las últimas horas, se desvaneció con esas palabras. Se quedó quieta, mirándolo con fijeza, pero sin, de momento, expresión alguna... ¿Lo había imaginado? ¿Qué había pasado con el Ollivander en este tiempo y qué había hecho ella para que, lo que fuera, terminara?

Aún sin moverse, como si fuera presa de un hechizo de inmovilidad, mira a su padre levantar su mano, quiere abrazarlo, quiere quitarle la máscara y ver su rostro lleno de cicatrices, quiere tomar su mano e ir con él al lago o algún lugar tranquilo en donde pueda platicar con él libremente, preguntar tantas cosas que no entiende y que no recuerda después de esa reunión en el Pink Palace  ¿Qué fue lo que pasó?

 

El tiempo en que sus miradas se cruzaron  fue muy poco, pero antes de que realmente pudiera pasar algo o que por lo menos ella pudiera hacer o decir algo a lo que él comenzaba a decirle, su piel se erizó al tacto tibio de una mano sobre su hombro y una voz, una dulce voz que ella ultimamante había escuchado sólo en sueños. Su madre preguntando si era ella. En este preciso momento, lo que le había parecido imposible de suceder antes de la fiesta, el hecho de encontrar a sus padres en ella, había resultado tan fácil...

 

El abrazo que le ha dado su madre le hace olvidar por momentos todo lo que ha sufrido en los últimos meses, no quería soltarla, debía  hacerlo,  había personas a su alrededor, pero había una que le preocupaba más en ese momento, su padre.

Antes de soltar a Bel y que esta hiciera las presentaciones entre ellos, se acercó a su oído y solo audible para ella  -Cuando puedas, quisiera hablarte de papá...

Se sentía extraño después de tanto tiempo sin saber de ellos llamarlo así.

 

-Es un gusto conocerle señor Ryddleturn- extendió la mano para saludarle.

Después de las presentaciones ella también se quitó el antifaz, de repente se sentía más cómoda así, aunque su piel pálida la hacía parecer enferma,  quiza los vestigios de la maldición Ollivander, además  de su mal estado bien disimulado con maquillaje.

 

No perdió de vista ningún movimiento de Garry,  algo parecía ser menos normal que el comportamiento que habia tenido con ella cuando se encontraron al inicio de la fiesta, pero, no sabia que era, se posó a un lado de él  al momento que soltaba a Bel de la mano, la cabeza de Hannity se fue recargando inconcientemente en el brazo de su padre mientras escuchaba a Cillan pedir explicaciones de todo lo que había pasado.

 

-Creo que es algo... bastante complicado- sonrió la rubia al decirlo, pero la sonrisa de su rostro fue cambiada por una mueca de dolor, tenía muchobque la cicatriz de su mano no dolía, levantó la mirada para observar los ojos de su padre y esperar a que él  o Bel respondieran al rubio que tenian frente.

 

@ Rory Despard    @ Cillian   @ Hessenordwood Crouch

Editado por Hannity Ollivander Evans

EWdi16Z.jpg

OT5TFqP.gif. NjOuVbx.gif. cpoR6Mo.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Escuchó con atención las palabras del Crouch, aunque parecía indiferente al decirlo tuvo la sensación de que estaba completando una completa ficha de su persona. Ha decir verdad ella apenas se había dedicado a investigar sobre él en los archivos del Ministerio pero había encargado a su amiga Kimberly que cuando pudiera lo hiciera y decidió que sería mejor que fuera lo más pronto posible cuando dijo las siguientes palabras  susurradas casi a su oído le hicieron erizar la piel.

—¿Y cuál sería según tú la relación entre el tamaño y la mala administración? —susurró ella a su vez, girando el rostro hacia el mago viéndole a los ojos, claro que el ronroneo de su próximo comentario le hizo arrancar una sonrisa y darse cuenta que ella era una novata en esos temas que él parecía manejar como un experto.

No podía negar que la respuesta que le daba a Luna le atrajo aún más su atención y su curiosidad. En la Potter Black, debido a la “explosión” de su tía, no habían podido ahondar en demasía en el tema pero los servicios que él prestaba parecían ser más complejos y muy extendidos los receptores de sus servicios. Pero si le había llamado la atención el saludo que le dirigiera a Luna más lo hace el saludo a Danny, no tanto por su contenido sino por lo que logra descubrir en sus gestos.

Por eso es que le resulta un alivio responder a Luna y quizás por ello también dejó de prestar atención por un tiempo a la joven de la máscara. Aún después que él había bromeado, o quizás no, con ella respecto a sus intenciones al invitarla al juego de póker, ella seguía prefiriendo el Black Jack sin embargo, era más estimulante el azar que el lograr engañar a su rival.

—Me extraña Señor Hessenorwood, juraba que lo dulce podía resultarle a usted un poco empalagoso —comentó con una sonrisa divertida mientras acariciaba distraídamente el brazo de su acompañante —¿qué dicen chicos? ¿nos movemos o seguimos en las sombras? No sé si quiero esquivar lo dulce, a mí sí me gusta demasiado —sus ojos se posaron en los del Crouch tras la máscara y le regaló la más delicada de las sonrisas —por supuesto que nos encantará disfrutar de su compañía, si es que se atreve a seguir con nosotros toda la noche y no hay “obligaciones” que lo arrastran hacia otro lado —la Potter Black había puesto un cierto énfasis en las “obligaciones” que parecía tener siempre el mago y que le daba la sensación de que eran capaces de hacerlo dejar todo y salir corriendo a cumplirlas.

La música seguía sonando y por unos momentos, intentando disimular su verdadero interés, desvió hacia la pista de baile la mirada y tuvo que poner todo su esfuerzo para no hacer un gesto de frustración al observar a la muchacha de la máscara bailando con un rubio y a su gran dolor de cabeza unos metros más allá, oculto tras la máscara bailando con otra jovencita. Sí, mejor mantenerse alejados, aunque le causaba cierta curiosidad el descubrir que él también vigilaba a la muchacha de la máscara de madera, claro que el atrevimiento de ella debía ser llamativo para todo amigo del bando mortífago y sin duda él debía de conocer todas y cada una de las que usaban los seguidores.

 

@ Danny Lestrange  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Hessenordwood Crouch

Editado por Darla Potter Black
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Nuestros pasos iban al compás de la música y tenía que decir que era algo extraordinario porque jamás en la vida había asistido a un evento como aquel. Algunas risas, las charlas y los instrumentos, todos parecían concentrarse cada uno en lo suyo. Su mentón sobre mi hombro me incomodó, principalmente porque no recibía ésa especie de contactos, mucho menos de quien no conocía. Si hubiera estado en otro contexto, tal vez la habría empujado para que se alejara. Pero la situación me había llevado ante ello.

No pude evitar sonreír. Apenas.

¿Eso es una amenaza, señorita? —la miré a los ojos. La muchacha estaba jugando con fuego.

Quise retarla, porque lo llevaba en los genes. Aún con el antifaz puesto, mientras ella apoyaba el tacón sobre mi zapato, sacudí la cabeza a ambos lados como negando salvajemente para quitarme aquellos rulos largos y rubios por mi cabello característico negro (y algunos destellos en dorado). En unos cuantos parpadeos los ojos falsos verdes se mostraron completamente negros. Y acerqué mi mano a su mejilla, en realidad, a la mejilla de la máscara. Tal vez parecería una caricia pero mis dedos rozaron la madera tallada y deslicé mis dedos de una mejilla a la otra, disipando la máscara. Dejando al descubierto aquel rostro hermoso de la joven.

Mis ojos se enfocaron en los suyos. Necesitaba su nombre. Dana. Su mente era un torbellino. Estaba buscando algo. Y estaba más cerca de lo que ella creía. Pero me salí de su mente, no me tenía porqué interesar.

Escuchame, porque te lo diré una sola vez. Ésta fue la última vez que salvé tu vida. ¿Entiendes eso? No seas una chiquilla idi0ta —no sabía realmente como decirle que no tenía ningún pavor en sacar mi varia allí mismo—. Hay cosas peligrosas y cosas que no entiendes. ¿Acaso crees que algún ministro presente va a hacer algo? ¿Han hecho algo hasta ahora? Nada —me reí un poco más fuerte. Desde afuera pareciera que acabábamos de contar un chiste muy gracioso—. La próxima no avisaré y actuaré. Y nadie va a hacer nada para salvarte, muchacha.

Me alejé unos dos pasos. Había terminado la conversación. Metí mi mano en el bolsillo. Aferrado a mi varita. Con la máscara nuevamente en mi poder, si me enojaba, el evento podría cambiar drásticamente de un acto benéfico a un velorio.

|| 1yqixEK.gif || Marca-1.gif.664cbd85ef4de2f10b959916cce5||
Chw3Ljs.png
GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El baile era todo un éxito, parte de ello que las personalidades más importantes de Inglaterra y algunos países Europa estábamos allí apoyando el maravilloso evento benéfico, lo cual era bastante bueno por su finalidad. Me. Encontraba al lado de la mesa de bebidas mirando a las parejas bailar y divertirse tras las máscaras, mire mis manos con algo de aburrimiento en mi mano izquierda en mi dedo anular un impresionante anillo con un diamante rosa de 59.6 kilates que llamaban “La estrella rosa”, lo había adquirido en una subasta y adoraba llevarlo en momentos como estos donde podía exhibirlo apropiadamente.

 

El jefe de inteligencia del Ministere des Affaires magiques de la France se acercó donde estaba, lo mire mientras tomaba otra copa de champagne fría a mis labios, y disimulaba mis palabras.

 

- Si es una buena fiesta… lo que se me hace extraño es que tu estés aquí si no sueles divertirte, siempre andas trabajando.

 

Las siguientes palabras del vampiro me hicieron lanzarle una mirada divertida y blanquee los ojos con exagerado gesto

 

- Solo un poco, se que tus ojos no suelen alejarse de mí, suelo sentir como me vigilias, mejor deja de trabajar y invita a alguna chica a bailar y diviértete por favor.

 

Levante mi copa acercándola a la suya para invitarlo a brindar conmigo, sonreí con amabilidad, Albus no solo era solo alguien que trabajaba conmigo, sino era mi amigo.

@ Albus Renaldi Macnair

 

 

 

IMG-20220208-WA0203.jpg

Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sonreí está vez sinceramente, nada me gustaba más que pasar una buena fiesta con mis amigos, el señor Crouch era interesante, aunque algo de él no me terminaba de cerrar del todo, era como si me faltará alguna información suya y tal parecía que mi amiga Darla quería que nos movieramos hacia lo dulce y además parecía que quería protegerme de él o esa impresión me estaba dando en esos momentos. 

 

- Por mí encantada de movernos para lo dulce o el black Jack, aunque no soy tan buena como con los bolos o el Pool, supongo que será cuestión de aprender no? Y pues por mí que se quede no tengo drama con él - Dije sonriendo amablemente y preguntándome si había algo que se me estaba perdiendo - 

 

Había escuchado lo de la mala administración pero decidí dejar que sea mi amiga, Darla, quien se encargue de responderle, tanto porque sabía que no sería amable en mi respuesta, como porque no entendía a que mala administración se refería, era a la nuestra o a cual? Sea como fuera se lo deje pasar mientras pensaba que más sorpresas habría en el lugar y si llegaríamos a verlas todas. 

 

- Quedése señor Coruch, por más responsabilidades que tenga hoy estamos de fiesta así que a disfrutar si? Además de que podríamos pasar una hermosa velada todos juntos, qué les parece? - Dije feliz dirigiéndome primero al Señor Coruch y luego al resto de mis acompañantes - 

 

El lugar parecía llenarse de a poco, la música estaba bien para mí y jugar a las cartas o los dados sería un entretenimiento placentero, me pregunté si podríamos divertirnos y pasarla bien todos juntos, sonreí feliz de estar en grupo y de poder disfrutar de tan hermosa noche. 

@ Danny Lestrange @ Hessenordwood Crouch @ Darla Potter Black  

 

 

Luna-Gryffindor-Delacour.png.2b76e3b40e3

LGDdef.gifLEdef.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La incomodidad del mago lo desnudó ante mis ojos, el contacto físico era su talón de aquiles. Muchos podían ser grandes y poderosos pero todos tenían alguna debilidad. ¿Acaso no estaba acostumbrado a tanta cercanía? Quizás mi taco en su zapato lo había traído de regreso a su zona de confort pero aquello me demostraba solo una cosa: yo tenía el control.

Sin embargo sus ojos cuán esmeraldas en un sutil parpadeo se volvieron negros como el ébano de los barcos noruegos. Mantuve mi temple en calma y ni una mueca se torció en mis labios por más de que aquella mirada me aterraba y ¡qué cerca que la tenía! 

En lo que parecía una caricia logró disipar la máscara de mi rostro dejando el rubor de mis mejillas al descubierto y mis anchos labios ligeramente separados ¿convertir la fiesta en un velorio? Algo se cinismo se reflejó en mis labios y si bien sabía que había dos miradas a mis espaldas, una de ellas del ex ministro de magia, aquello me dio la noción de que ambos sabían el significado de la máscara que había portado hasta esos momentos con lo cual tenía claro que ambos pertenecían a uno de los bandos pero...¿a cual? 

Llevé la mano hacia el tajo de mi vestido y retiré suavemente la varita de la liga en la cual la tenía envainada, sonriente y juguetona observé al chico de la máscara apuntando con la varita y girandola como si fuera un espiral.

-¿Ya no bailará conmigo?- dije inflando los cachetes mientras en mi mente susurraba Fuego púrpura.

Una pequeña y fina llamarada color púrpura se extendió hacia el muchacho para rodearlo sin tocarlo conforme me acercaba hasta quedar juntos atrapados en un circulo de fuego. La llamarada era muy fina, apenas se percibía como un gran anillo resplandeciente, sutilmente me acerqué al muchacho con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Crees que tengo miedo?- dije con tranquilidad -Aún no me dices de qué me salvas y por qué. 

Una muchacha se acercaba a nosotros con una bandeja de bebidas y al observar la línea de fuego decidió cambiar de dirección. Las personas más allegadas empezaron a intercambiar miradas en nuestra dirección, todos con discreción,  todos unos hipócritas. 

@ Mael Blackfyre

Editado por Dana Gryffindor

672440170_firmadana.png.e290dcafe4b6fce4606f7d9799883adb.png

 

7hdosh8.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Respiré lentamente. Aquella música de fondo y el bullicio constante de alrededor me estaba cansando. Era demasiada gente y demasiado ruido para mi gusto. Pero especialmente, aquella muchacha estaba logrando sacarme de mis casillas. Siempre había sido un muchacho solitario, tranquilo, ajeno a todas las personas a las que podía, no confiaba en casi nadie. Pero en ésa comunidad mágica, tenía que hacer todo eso y más. Y me molestaba. Y me enojaba.

La poca distancia que nos había separado ella logró acortarla nuevamente. Su magia fue invocada alrededor nuestro, llamando la atención de todos. Lo que faltaba. Respiré lentamente. ¿Qué estaba buscando? En mi cabeza tuve una linda imagen: yo agarrándola de su cuello frágil, estampando contra la pared a media docena de magos y brujas que intentaban anteponerse a mi salida, sangre en las paredes, un cadáver levitando en el aire, gritos. Todo era melodía para mis oídos. Ésa imagen logró calmarme.

Pero tuve que volver mentalmente al sitio. La mirada de los más cercanos había empezado a levantar murmullos. La miré.

Basta —no dejé de pestañar ni por un segundo. Apoyé mi mano en su hombro, lo más delicado que pude, provocándole una Marca de Sangre, aquellos encantamientos del libro Uzza que nos habían enseñado en su institución. Era una especie de Imperius muy sutil, muy imperceptible, porque obligaba a la “persona marcada” a seguir tus órdenes durante segundos. Solamente quería que dejara de llamar la atención. Mi hechizo la obligó a apagar ésas llamas, esperando que el resto dejara de mirar la escena—. Deja de hacer un show.

A un par de metros estaba Garrick, aquel joven apuesto Ollivander que me había cruzado en su hogar. Había otros conocidos pero los ignoré a todos. Ya tenía mi máscara, que era todo lo que me importaba. No, tenía que limitarme. No iba a terminar bien aquello.

@ Dana Gryffindor

|| 1yqixEK.gif || Marca-1.gif.664cbd85ef4de2f10b959916cce5||
Chw3Ljs.png
GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sonreí ante las palabras de mi jefa. Si bien la diversión no era lo mío siempre se me veía en asuntos sociales, aunque no precisamente por gusto. 

 

De la bolsa interior de mi saco extraje un pequeño frasco, mismo que al abrir desprendió en el aire un aroma dulce y especial. Era la colección de mi padre, al parecer esa en especial era de una joven llamada Esmeralda que ofreció su sangre por voluntad, es por eso que no había miedo en su sangre. Bebí el contenido de un trago y sentí cómo mis ojos púrpuras se encendieron en llamas y de pronto pude ser consciente de todo mi alrededor. 

 

-Debo trabajar, uno no sabe si hay algún loco por ahí que quiera hacerte daño, pequeña dama.- Le di 2 palmaditas en la frente y sonreí, mostrando los colmillos. -Debo decir que me sorprende que todo esté aconteciendo con tanta... Paz. Maida no... Está por aquí, verdad?- Tenía que preguntar. 

 

-Y tu, ¿Haz asistido sola?- Rápidamente traté de buscar a algún acompañante enojado que tuviera ganas de liarla, pero al parecer no había ninguno. 

 

@ Ada Camille Dumbledore

 

 

oBXou42.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.