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• Moody • (MM B: 109061)


Ellie Moody
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El vino era algo que amaba, su olor, su cara, su esencia misma era divina, no era muy feliz de solamente venderlos y que llegarán a un lugar, solo quería que los mejores vinos llegarán a las manos de los que venían a mi cava. Les vendía experiencias, les daba un placer en el cual deleitarse con solo probar aquel líquido y dejarlo caer por la garganta. Testee un poco más el vino que me había servido: robusto, muy joven la uva, no era francés porque el boquet robusto era más de las faldas del monte Etna, era de seguro un vino italiano.

 

Con tranquilidad escuché a mi abuelo Aaron y rodé los ojos en forma graciosa al escucharlo si era cierto que al señor Moody no le conocía bien, pero parecía un buen mago y le agradecía el honor del baile inaugural. Le regale una sonrisa y un beso en la mejilla a mi Nono, le quería y respetaba muchísimo, ante todo amaba su ironía era algo que lo hacía crítico y picante y esos comentarios me divertían.

 

La hermosa rubia que se acercó a nosotros me sorprendió mi hermanita Harmony Dumbledore estaba arribando le bese las mejillas y la salude con dulzura.

 

- Bueno es un baile, espero seguir bailando toda la noche, hace demasiado que no me divierto. Que gusto verte Harm, eres una joven hermosa y ya deber ir tomando experiencia en estos eventos sociales… sobretodo por la familia.

 

Mire a Aaron e introduje a mi hermana materna

 

- Esta hermosa joven es mi hermana, se nota la belleza de madre, ¿verdad?

 

Solté halaga do la belleza de la joven, casi sin mediar palabra el Yaxley me llevó a la pista, era todo un honor estar en un baile con el, así que seguí sus pasos y nos deslizamos por la pista con gracia. Seguí sus pasos y por supuesto dimos gala de excelentes pasos de baile. Ya adelantada la pieza con gran soltura tomó a Harmony de la mano y la atrajo para que bailara mis, solté una risa divertida, adoraba a este completo caballero.

 

- Claro que se puede de a tres, eso mejora la experiencia… querida Harm tenemos una gran pareja de baile

 

Seguí la melodía hasta el final y gire con gracia al terminar, hice una venía al finalizar la música.

 

- Iré a buscar una copa de champagne, ustedes sigan bailando y no permitas que este caballero se pierna Harmony, es muy asediado por las damas.

 

Camine hasta la mesa de bebidas y tome una copa de champaña fría, me agradaba la idea de divertirme después de tanta tensión. Observe si veía a los demás miembros de la familia pero no vi a ninguno de los chicos Ni Ernest, ni Dana, ni James estaban por la pista o no lograba distinguirlos entre las máscaras y el baile.

@ Aaron Black Yaxley

@ Hannity Ollivander Evans

@ Dana Gryffindor

@ Ernest Dumbledore

@ James Fleamont Potter

@ Albus Renaldi Macnair

 

 

 

 

 

 

 

Editado por Ada Camille Dumbledore

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Frunzo el ceño al ver a un señor que no reconozco de nada, ¿lo había visto en algún lado antes?  intento hacer menoría en un infructuoso momento, dándome cuenta que si lo conozco pero solo de vista, lo había visto alguna que otra vez por el Ministerio ¿o era por algún lado del Callejón Diagon? me encojo de hombros diciendo que aquello no es tan importante en esos momentos, basta con que me presenté o le diga quien soy, suspiro preguntándome de donde ha salido y porque pesé a no saber bien quien es, me suena tanto, estando completamente segura de que andaba más perdida de la cuenta, me dispongo a responderle sin saber muy bien que es lo que termina saliendo al final de mis pálidos labios. 

 

- Buenas noches, Señor Crouch, por lo pronto pues supongo que tendremos que ir luego a ver como decoraron y dejaron todo tan lindo, mucho gusto soy Luna Gryffindor, no se si me recuerda, ¿mesa de póker? quería probar la mesa de billar pero realmente no soy muy buena con ese juego, por cierto creo haberlo visto antes pero sabe, no tengo idea de donde, por lo demás puede quedarse a hacernos compañía si quiere, una velada más que magnifica es esta - Le digo sonriéndole amablemente y preguntándome si no estaré siendo demasiado amable con alguien a quien apenas recuerdo de vista - 

 

Las formalidades siempre me habían salvado las conversaciones complicadas, adoraba hablar hasta por los codos y eso nunca cambiaría, pero el problema era cuando no sabía que charlar con alguien, entonces encontraba que ser correcta y formal podría salvar una conversación complicada como aquella, el mago le caía bien y era verdad que alguna vez lo había visto en algún lado, pero cierto era que no habían hablado tan largo y tendido como para saber que podría decirle y que no, así que se limitaba a intentar integrarlo a la conversación y ser agradable con él, al fin y al cabo, pesé a su resolución de estar aislada del mundo, parecía que el mundo mismo venía en su búsqueda cada vez que lo intentaba y ¿quien era ella para evitar los designios de Dios? tuvo que aguantarse las ganas de reírse, al pensar aquello, porque se notaba que pasaba mucho tiempo con Rory, que ya hasta creía en Dios y todo, cosa que le pasaba a una cuando su mejor amigo era pastor.  

 

- Podríamos ir a ver la fuente de chocolate que hay más allá y escuché que iba a ver una banda tocando, por lo demás, es una fiesta encantadora, agradable  y me alegro que me invitarán aquí, se nota que le pusieron de todo para que quien viniera la pasará super bien y pues ya iremos a curiosear y verlo todo, por lo pronto., ¿vieron esas pinturas de allá? las andaba chusmeando desde aquí y se ven fabulosas - Les dije a Darlis, Danny y el señor Crouch, más que para darles conversación, que porque supiera realmente que decir -  

 

Me pregunté si no me estaría metiendo en lugares donde no me llamaban, era evidente que el tal Crouch quería hablar con mi amiga Darla, pero me imaginé que podríamos incluirnos a todos en la conversación  ¿o estaba siendo descortés y no me daba cuenta? por lo pronto, sonreí pensando en que al menos así me vería disfrutar la fiesta, que no anduviera alegré últimamente era algo privado que no sabía si quería compartirlo con él, así que me cuidé mucho de decírselo, por lo pronto sonreí  mas aún preguntándome si podría engañarlos y aparentar felicidad o si mis ojos azules claros, seguirían mostrando la apatía y tristeza que en realidad tenía desde hacía bastante tiempo ya.  

 

@ Darla Potter Black  @ Danny Lestrange  @ Hessenordwood Crouch

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Había paseado su mirada por el lugar al decir que había mucho para ver y se había quedado helada, una jovencita lucía una máscara pero no era una de mascarada común y corriente. Darla mantuvo la calma, recordando la voz del mago, la figura, su porte ¿sería posible que el mortífago que había atacado la Evans McGonagall fuera metamorfomago? ¿Qué había allí en común para que estuviera allí? ¡Danny! Ella solo había asistido por gusto, él… nunca le había preguntado por qué había estado en aquel lugar. Protectoramente presionó su brazo con una sonrisa mecánica en sus labios. No quería verse de nuevo envuelta en un ataque, no con tanta gente inocente.

La pelirroja se preguntaba en qué momento Scarlet había decidido cederle el lugar nuevamente, sospechaba que todo había sido por no tener que lidiar con el romanticismo. O lo que era peor, con la parafernalia que implicaba responder a los anfitriones con toda la gracia que implicaba ser un perfecto invitado en un acto de caridad. Se había ofrecido de entrada pero cuando había notado la felicidad de Darla al sentir la presencia de Danny le había ofrecido regresar, después de todo estar con él era como una bocanada de aire puro.

La voz de Luna la hizo regresar, en parte, sus ojos seguían aún a la figura de la máscara. Se sorprendió al darse cuenta que conocía más de oídas y por los dichos de Seba a los anfitriones que personalmente como sentía que la Gryffindor conocía a los presentes.

—No exageres, eres muy capaz —comenta con sincero afecto cuando le menciona que sin ella no hubiera sobrevivido en su trabajo, es gracioso, porque ella no tendría ese trabajo si no se hubiera acercado a Ministerio para poder saber qué hacía ella allí, a su mente vino la actitud del Linmer arrastrándola ese día a su flamante despacho y dándole aquel inesperado trabajo.

Sonrió a la pareja junto a ella, intentando olvidar a la muchacha de la máscara pero aquello era una tarea difícil. Se preguntó si no sería buena idea acercarse ahora a donde estaban, incluso si querían aprovechar a comer algo, ya que los elfos parecían solo querer emborracharlos que pasaban con bandejas llenas de copas pero no estaba segura de haber visto alguna de bocadillos.

Notó en ese momento al grupo de los Dumbledore, había reconocido el vestido que Ada le había enseñado utilizaría pero no terminaba de ubicar a todos en el grupo, si bien una figura le resultaba extraña y molestamente familiar. Vio a la hija de su sobrina señalarle hacia donde estaba la muchachita de la máscara y se puso más tensa pero intentó disimularlo.

—¿Tienen hambre? —era pésima, por acercarse a un objetivo desconocido estaba acercando a su pareja a un objetivo que ella reconocía bien, bueno, si ambos trabajaban en pareja ella tenía a Luna a su lado y sabría esta vez sí defender a Danny, y hablando de eso ¿qué luna hacía esa noche? Los cabellos de la nuca se le erizaron pero no tuvo tiempo de pensar en ello, un gong sonó en ese momento y vio como Richard Moody comenzaba un baile con Ada, vaya pareja, delicados en realidad, pero sus ojos buscaron a la chica de la máscara que parecía escabullirse ¿hacia ellos? Con rapidez hizo una seña hacia uno de los elfos.

—¿Podrías traer una bandeja de bocadillos? —el elfo asintió y desapareció unos breves segundos antes de reaparecer, no solo con los bocadillos sino apareció una mesita coqueta, blanca y alta donde la bandeja reposaba junto a unas copas de champagne y unas servilletas inmaculadas.

La voz del animador anunciaba en ese momento  la primer donación realizada por los Olivander y Darla se volvió a tensar al escuchar el nombre del donante al que agradecían, Hessenorwood Crouch ¿Es que ese hombre podía estar relacionado con todos y en todas partes? Se preguntó la pelirroja mientras sus ojos se desviaban hacia su sobrina Ada que brindaba con un alto hombre de cabellos oscuros. Una vez más la sangre se le helo. Ahora más que nunca debía mantener a Luna alejada de la sala principal.

La voz sobre su hombro la sobresaltó, tan concentrada estaba en observar al hombre que bailaba con su sobrina y la joven de la máscara que había descuidado sus flancos. Si fuera un asesino en ese momento tendría que estar reviviendo su cuerpo con magia oscura. Sin embargo aquella voz, era más que reconocible, se giró y sonrió, ¿nerviosa? No, no era exactamente esa la sensación que tenía.

—Señor Crouch, claro que lo recuerdo, ¿cómo olvidarlo? Y tiene razón, la Ministro de Francia es hija de mi sobrina del corazón, en teoría somos un grupo —dijo encogiéndose de hombros, recordando que a diferencia de Ariane, Ada era más irreflexiva y espontánea, había acudido dejándole un mensaje de que la esperaban allá. Claro, la invitación de Danny había llegado a la par, por eso la bruja había dado por sentado que se irían junto cuando en realidad se encontraron en aquel lugar.

—Por cierto, le presento a mi compañera de trabajo Luna Gryffindor y a mi acompañante Danny Luxure —agrega señalando a la pelirroja a su lado y al joven del cual continúa tomada del brazo —el señor Crouch es un “amigo” de negocios —dijo sonriendo hacia Danny para que pudiera leer sus labios. Aquella parecía la noche de los erizos, pues su nuca volvió a sentir un escalofrío que la recorría cuando él mencionaba a su oído el tema del póker  y señalaba a los magos y brujas que hacían un espectáculo sin varitas, las barras de la exposición, alguna que otra mesa de Black Jack y para su sorpresa la gran y brillante mesa de degustación de vinos, bastante llena de gente aunque sabía que Catherine había dicho algo de que no todo estaba a la venta.

—No había pensado en jugar, aunque usted no pretenderá recuperar conmigo los galeones que ha donado ¿verdad? —preguntó Darla que no se consideraba una mala jugadora de póker pero no era una experta, le iba mejor en el Black Jack.

Le resultó un alivio que Luna tomara la palabra, por algún extraño motivo la presencia del Crouch la había puesto algo nerviosa y se sentía culpable pero ¿de qué? Bajó la mirada, observando el brazalete que había hecho con las flores que Danny le había regalado y sonrió con la paz que le transmitía él y la voz cantarina de Luna, por un momento olvidó la presencia mortífaga en el baile. Darla levantó la vista hacia la pintura a la que se refería Luna y sonrió.

—Es una hermosa pintura, es cierto, creo que la gracia con que las bailarinas estiran sus músculos y danzan bajo las indicaciones de su profesora es fantástico, siempre me gustó la danza y el chocolate también así que la idea de la fuente me gusta —dijo intentando procesar el hecho de que se habían convertido en dos inesperadas parejas en compañía, claro que muy dispareja, no hubiera imaginado al Señor Crouch bailando junto a Luna al compás de la banda que ella acababa de mencionar. ¿Lo bueno? La fuente de chocolate y los cuadros estaban alejados de la chica de la máscara y del hombre que bailaba con Ada.

 

@ Danny Lestrange  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Hessenordwood Crouch

Editado por Darla Potter Black
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Hice una leve reverencia ante las personas que Ada me había presentado y decidí que lo mejor sería dejarlos solos, así podrían ellos discutir de sus cosas sin tanta incomodidad.

Crucé de manera rápida el amplio salón bordeando la pista de baile para apostarme en una de las esquinas, siempre vigilante. 

Recuerda que no estás de servicio, vienes a una fiesta. Rita era cómo tener una madre siempre dentro de tu cabeza. 

-Lo sé, Rita, pero tengo que estar al pendiente de cualquier situación, Ada está aquí.- Sabía que no era necesario hablar para que Rita me entendiera pero de alguna manera me hacía sentir un poco menos loco, o un poco más cuerdo, no lo sabía todavía. 

Tomé mi cigarrera y saqué uno de los cortos cigarrillos, lo encendí con parsimonia dejándolo colgando de mis labios, dando cortas caladas y exhalando el tibio humo por las comisuras de mis labios mientras mis ojos color amatista bailaban entre la gente, hasta que vi a Ada acercarse a la mesa de bebidas. 

Inmediatamente apagué aquél cigarrillo y me acerqué a ella por su espalda. 

-Vaya que se han montado una buena fiesta... Aunque sabes que no estoy muy acostumbrado a estar entre tanta gente.- Comenzaba a sentir la necesidad de comer, pero por el momento todo se encontraba bajo control. 

-¿Cómo ha ido todo por aquí? Supongo que me haz extrañado.- Dije la última frase con una sonrisa en el rostro mientras me estiraba un poco para tomar una copa de vino espumoso.

 

@ Ada Camille Dumbledore

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Mientras cruzaban hasta llegar a la galeria escuchó como el maestro de ceremonias anunciaba la primer donación, una gran donación,  hecha por su familia, lo extraño era que el saludo que habían mandado para el benefactor no era Garry,  ni siquiera era Bel, era para Hessenordwood Crouch quien, según ella recordaba, era el abogado del Ollivander. ¿Qué había detrás de todo ello?

A Garry pareció no importarle y continuó su camino como si no hubiera alguien siguiendo sus pasos, como si las voces a su alrededor, brindando por su familia, no existieran.

 

Llegaron a la galería en absoluto silencio por parte de ellos, puesto que el baile había iniciado, al igual que las apuestas en la mesa de poker, y los invitados hablaban en voz alta para hacerse escuchar por encima de la música y el vitoreo. Sus pasos, de él,  son mucho más largos que los de ella, por lo tanto alcanza de manera más rápida el destino que había planeado y se detiene frente a una obra, que parece gustarle al Ollivander, lo que hace que ella por fin lo alcance.

 

De repente Garry habló de la obra frente a ellos, de trazos irregulares, transmitiendo algo que parecía ser una absoluta confusión y se asemejaba mucho a lo que ella sentía en ese momento, un desequilibrio entre lo que era y lo que fue. Parecía hablar más para sí mismo que para ella, casi como cuando lo escuchaba hablar del paso del tiempo medido por los relojes, aquellas máquinas que le causaban una obsesión, lo veía por la forma en la que palpaba el lienzo, como si quisiera que éste le transmitiera más de lo que se podía a simple vista.

 

Hannity fingía interés en ella, pero sólo observaba con atención al Ollivander, dejó  de hacerlo en cuanto él se dirigió  a ella, ¿qué nombre tendria la obra de los Moody?

-"Ambigüedad"- soltó de repente en voz baja,  para ella aquel baile de caridad podía tener muchos significados y aunque no sabe si él la escuchó detras del ruido de la gente, continuaron allí. 

 

Es la primera vez que sonríe en mucho tiempo y es que Garry ha mejorado mucho en tener una mejor comunicación con las personas extrañas, el hecho de preocuparse (al realizar esa pregunta), por los demás era un gran avance, al menos hasta que dá una explicación. Aún sonriendo niega con la cabeza, el Ollivander no ha cambiado mucho, en cuanto ella recuerda. 

 

Suspira. Es probable que sea cierto y él no pueda ayudarla, ni siquiera ella sabe qué fue lo que pasó, pero el simple hecho de decírselo a él, era como un alivio.

 

-No, no he tenido un buen día y es verdad, quiza no puedas hacer nada,- detuvo sus palabras, como si estuviera buscando las adecuadas -pero con  el simple hecho de escuchar a las personas, liberas un poco su carga, ayudando a que se sientan liberadas, aunque no te interese el problema que les aqueja...

@ Hessenordwood Crouch

 

Harmony Gryffindor Dumbledore 

 

Había sido una intrusa en el brindis familiar de su hermana y su abuelo, no lo había hecho con ninguna mala intensión, era solo el hecho de wstar con Ada que la hacía sentirse feliz.

 

-Harmony Dumbledore...- contestó  la jovencita, no se había presentado con el hombre con el que estaba su hermanita, la cuál hacía las presentaciones entre ellos para que después Camille y su abuelo, avanzaran hacia la pista de baile. Se veían muy bien bailando, se movían con gracia, probablemente su hermana tenía razón y debía tomar experiencia de esos eventos, sobretodo por que Camille era la ministro francésa y de ahora en adelante esa clase de eventos rodearían a la familia Dumbledore.

 

Se había quedado absorta en esos pensamientos cuando Ada y el señor Yaxley habían regresado bailando al punto de partida, cuando él le tomó la mano a la desprevenida chica y la llevo a bailar con ellos. 

 

-Sí, podémos- fue lo único que se le ocurrió decir después de aquello, mientras los tres bailaban de manera casi perfecta, asintió ante la afirmación  de su hermana acerca de la gran pareja de baile que era Aaron.

 

Al terminar la melodía Ada le pidió seguir acompañando a su abuelo, ya que este podía ser asedido por otras damas -No te preocupes hermanita, haré lo que pueda...

 

Volteó a mirar al señor Yaxley, -Es usted un gran bailarin, estoy segura que mi hermanita heredó de usted sus encantos.

@ Ada Camille Dumbledore    

@ Aaron Black Yaxley

Editado por Hannity Ollivander Evans

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Tenia que admitir que haber llegado a aquel sitio con la apariencia de otra persona, gracias a mi metamorfomagia, había sido una buena idea. No tanto por la persona que estaba buscando, ya que la había encontrado sin problema. Sino, porque dentro de aquella fiesta de los Moody, había otras personas que podrían haber alterado la situación rápidamente. Uno de ellos me lo había confrontado justo en la entrada, el hermoso joven @ Hessenordwood Crouch Garrick, que lo había conocido en la Ollivander.

Yo… no… —realmente no había podido decirle demasiado. Tal vez por sorpresa o porque no tenía mucho más para decirle. El joven no parecía haberse dado cuenta que era yo pero aún asi, logró evadirme y continuar con su camino. Respiré mejor.

Una voz anunciaba algo de una donación y la familia Ollivander. Los aplausos y demás situación parecían demasiado festivos sobre aquel acto benéfico. Sin embargo, la figura de la joven que buscaba, @ Dana Gryffindor , se iba acercando a la salida, justo donde estaba yo. Era el momento, no podía tardar más. Y más cuando ella estaba a menos de un metro y no se había dado cuenta que ella yo. En dos o tres zancadas, la tome con mi mano contra la suya y con la otra la tomé por la cadera, sonriéndole.

Mira muchacha… No me hagas volver a enojar asi. ¿Si? —la fui llevando hacia donde había algunas personas mas bailando. Cualquiera que nos vería, podría ver a una pareja bailando amigablemente—. Vuelve a retarme, y no solo mataré a todos aquí, sino que te mataré a ti. Asi que matente callada y devuelve mi máscara…

Ella tal vez no lo creería, pero le estaba volviendo a salvar la vida. Miré sus ojos… podía hasta destruir su mente si lo deseaba.

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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Bel Evans Ollivander

Antes de la respuesta de Juv o Catherine, fue una tercera voz la que respondió a mi pregunta, con un característico tono despreocupado, y tan cerca de mi oído, que automáticamente di un respingo, incrédula de que a pesar de haber estado "vigilando" su llegada, él hubiese aparecido tan cerca.

¡Tú! — con solo verlo allí, elegante y sonriente, sentía que iba desvaneciéndose mi preocupación— pensé que ya no llegabas.

Intentando no parecer descortés, me había apartado un par de metros, para que Cillian me pusiera al tanto de las razones para su demora. Percibía una cierta impaciencia que no terminaba de entender a qué se debía ¿quería que pusiéramos ya en marcha el plan para localizar a Garry? Conforme seguí escuchándole, comprobé que, como antaño, el mago siempre se las arreglaba para meterse en enredos amorosos con una asombrosa facilidad, y en el corto tiempo entre nuestros encuentros, había encontrado un nuevo blanco para sus deseos.

¿Pero cómo es que había podido terminar interesándose en un tipo en las antípodas de su conducta, como era Rory Despard?

Por lo que conocía del predicador, imposible era el término más adecuado para las posibilidades de Cillian, aun cuando él se mostrase tan seguro al respecto. Y hasta donde sabía, él había sido invitado a la fiesta también, pero no había tenido mayor interés en participar por considerar que era un espacio "no apto" para alguien "de su clase", así que las posibilidades del rubio eran realmente pocas.

Apretando  levemente su hombro, y alzando un poco el mentón como una seña para que él recordase que no nos encontrábamos solos, Cillian se volvió de modo cortés hacia las dos brujas que nos acompañaban para presentarse. Pero incluso después de hacerlo, su pregunta sobre Despard me descolocó otra vez. ¡Era demasiado! Y tenía que ponerle un alto, quizá, darle ese poco de información que conocía para que se tranquilizara.

¿Mas realmente lo haría?

— Yo sé algo de él...pero no diré nada a menos que aceptes bailar conmigo.— sin esperar una confirmación de su parte, tomándolo  del brazo lo llevé hacia un espacio libre en la pista de baile, donde cada vez más parejas se sumaban, y acomodando mi mano derecha sobre su hombro, mientras entrelazaba los dedos de la otra mano a la suya, comenzamos a dar los primeros pasos— entonces ¿quieres explicarme por qué tanto interés en Despard? Sabía que te gustaban los retos, lo que no entiendo es que aunque el muchacho es buena persona ¿ no te parece que es como algo...simple? 

Sonaba terrible que lo dijera de esa manera, pero no se me ocurría un mejor término para describirlo. Y no era que simple fuese algo malo, sino que era casi lo opuesto respecto  a los refinados modales de Cillian y todo lo que había supuesto su crianza dentro de una familia de renombre como lo era la Ryddleturn. Entonces ¿ a qué se debía tanto interés? Lo único que tenía claro era que no podía ser su alma o cualquier cosa masomenos profunda, porque difícilmente eran la clase de aspectos que captaban su atención, mas tenía la certeza de que tarde o temprano lo sabría, porque Cillian estaba determinado a indagar por el predicador el resto de la noche.

Tenía que intentar cambiar de tema de conversación al menos un rato.

— Oh, no sé que tanto te fijaste en el resto de invitados. Ha llegado gente muy importante, y creo que Garry se encuentra en la fiesta ¿y no me habías dicho tú que querías volver a verlo?— de reojo llamó mi atención que Ada se encontrase bailando de a tres con una joven y un hombre que desconocía, pero indudablemente allá donde la mujer se dirigiese captaba todas las miradas. Pasos más allá, Richard parecía ir por una nueva pareja de baile — entonces, se me ocurre que podríamos intentar localizarlo directamente. O también, podríamos  preguntar al administrador de la heredad por él. Creo que no lo conoces todavía ¿verdad? Su nombre es Hessenordwood Crouch.

El ritmo comenzaba a acelerarse, haciendo que las otras parejas mostrasen más y mejores pasos cada vez, en tanto yo, hacía un esfuerzo enorme por no pisar a Cillian y a la par encontrar a Hess. Siendo que no era difícil encontrar a un hombre como él,  bastante pronto lo reconocí, dentro de un grupo en donde la única otra persona que distinguí, a pesar de los antifaces, fue a Lunita Gryffindor.

La canción ya estaba casi llegando a su fin.

— Entonces ¿qué decides? Con tantas atracciones, si no nos apuramos volveré a perderlo de vista.

@ Melrose Moody  @ Cillian  

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— ¿Simple?

Cillian había sido arrastrado hasta la pista de baile por su amiga así que en aquel momento se encontraba intentando seguirle el ritmo a la misma ya que él de bailar no sabía mucho, pero por lo menos lo intentaba. Intentó materializar la imagen de Rory en sus pensamientos, no entendía donde estaba lo simple con aquel hombre.

Se enfrasco en sus pensamientos durante un par de segundos, los cuales también le sirvieron para notar que era el único a la vista en aquel lugar sin una máscara. Negó, no entendía que estaba pasando, últimamente era bastante incoherente consigo mismo y se olvidaba de bastantes cosas. Había leído la invitación, sí pero aún así había olvidado ese pequeño detalle.

— Rory no tiene nada de simple —comenzó, deteniéndose poco a poco hasta quedar completamente inmóviles en medio de la pista de baile.

Solo basto un segundo de silencio para que el tema quedará en el olvido, por lo menos de momento. Escuchó atentamente lo que Bel tenía por decir, al parecer Garry estaba en aquella fiesta también y lo raro es que no estuviera con ella. ¿Qué había pasado durante los años de su ausencia? No cabe duda de que nada es para siempre, pensó.

— ¿Hesse qué? No, no… No tengo el gusto.

Aún no podía sacarse a Rory de la cabeza, ¿qué si aparecía por ahí esa noche? Algo raro pasaba en el mundo mágico y es que cada vez parecía haber menos personas en él y todas estaban raramente relacionadas.

— Busquemos a Garry o a ese Hesselaksjd —no daba una con el nombre—. Tienes que explicarme que es lo que ha pasado entre ustedes.

@ Melrose Moody  @ Rory Despard

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Bel Evans Ollivander

Era graciosa la seguridad con que Cillian afirmaba que el predicador no era un tipo simple. ¿Tan impresionado había quedado luego de conocerlo? Quedaba bastante claro que lo de Rory iba más en serio de lo que había creído en principio, así que tras hacer una reverencia al final del baile, lo tomé del brazo para ir por el administrador de la heredad. En el trayecto, iba pensando en la mejor manera de contar "todo lo que había pasado" entre Garry yo, que no era más que una suma de sucesos con un desenlace un tanto trágico. 

Solté un suspiro, y mientras caminábamos hacia la zona de las obras de arte, terminé haciendo un resumen conciso del asunto.

 No hay realmente tanto por explicar. Nos casamos por un trato, no se suponía que debía enamorarme de él pero lo hice. Y la maldición que pesa sobre la heredad, una maldición de sangre,  hizo el resto echando a perder mis sentimientos y los suyos. Luego vino el divorcio, y me alejé de Inglaterra durante casi un año tras haber perdido mi magia. En ese mismo tiempo, él se inmiscuyó en cosas realmente turbias, de las que me parece que aun ahora sigue sin recuperarsepocos metros nos separaban ya del grupo de Hess, pero aprovechando que un elfo venía con una bandeja de bocaditos, tomé un par y una copa de coctel, antes de continuar mi explicación— así que no vayas a tomarlo personal si él no te reconoce, o pasa de ti directamente, porque la verdad es que la mayor parte del tiempo, es como si se hubiese perdido de sí mismo para siempre.

De repente, un escalofrío me recorrió. A diferencia de la mesa donde se ofrecía cata de vinos, y la mesa de póquer, las personas cerca de las obras de arte eran pocas, y aunque era considerable la distancia que nos separaba, como si se tratase de un instinto y conexión más allá de cualquier entendimiento, al seguir observando a los otros visitantes de esa parte de la fiesta, supe con una sola mirada, que la pequeña bruja que observaba con falsa atención un cuadro de intrincado dibujo, era mi hija, Hannity Ollivander. Lo que implicaba que si estaba en lo correcto, aquel desgarbado sujeto que estaba a su lado, y quien era el centro de su interés, no podía ser otro que su padre.

— Hey Cillian ¡he dado con Garry!— con el índice señalé al mago, lo más disimuladamente que pude, el punto donde ambos Ollivander se encontraban, y aunque dudé un momento antes de decir lo siguiente, siendo el rubio una de esas pocas personas en las que confiaba plenamente, le comenté mucho más quedo al oído— y como ves no está solo. Estoy casi segura que la persona que lo acompaña, es nuestra hija Hannity Ollivander.

Explicar el origen de aquella hija en común era otro dolor de cabeza, pero por la expresión con que Cillian acababa de verme (ya que seguía sin usar máscara o antifaz alguno, el muy egocéntrico), no iba dejar que esa noche pasara sin que se lo aclarase. Una explicación que, sin embargo, tendría que esperar a las presentaciones formales primero.

Hann ¿eres tú?— posando delicadamente la mano en el hombro de mi hija, levanté el antifaz solo para asegurarme de que pudiera reconocerme—  yo no esperaba encontrarte esta noche, pero es tan bueno verte.

La abracé fuerte, con la clase de abrazos que hace mucho solo reservaba para quienes más cerca tenía del corazón. Habían pasado meses desde nuestro encuentro en el Pink Palace, y aquella noche había terminado lo suficientemente ebria como para albergar un puñado fragmentado de recuerdos, pero sin un indicio que me indicara que había sido de ella, no era hasta sino hasta ese momento, que sentía alivio al saberla bien.

— Oh, que descuidada de no presentarte a mi acompañante. Verás querida, quizá no lo recuerdes, pero este es un viejo amigo mío, y también conocido de tu padre. Su nombre es Cillian Ryddleturn.

Hecha la presentación, todavía con el antifaz colocado como una vincha sobre mi cabeza paseé la mirada de Cillian, a Hann y finalmente me detuve ante Garry. La máscara (bastante fea) que llevaba hacia imposible averiguar si la mención del nombre del rubio le había provocado algo, pero permanecí atenta por si algún movimiento de su cuerpo delataba, aunque fuera mínimamente, algo de sus pensamientos.

@ Cillian  @ Hannity Ollivander Evans  @ Hessenordwood Crouch

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Era hora de que Moneda estuviera al tanto de la situación, los Dumbledore habían sido muy amables conmigo pero debía regresar a casa y compensar a Ada de alguna forma por su generosa atención. Aún me preguntaba qué me llevó a aparecer en su jardín tras escapar de las garras del mortifago.

Llevé una mano a la máscara y deslice los dedos entre los surcos de la corteza mientras mis pasos me llevaban de forma automática a la salida.

-No viniste...- susurré entre pensamientos.

El apellido Ollivander llegó a mis oídos, al parecer había sido el primero en realizar una donación para las personas afectadas por la guerra ¡cien mil galeones! Una donación de aquella magnitud seria complicada de superar. Me pregunté si otras familias donarán una suma mayor simplemente para figurar, con la brecha que existía entre uno u otro bando no era de sorprender que familias simpatizantes del bandos opuestos deseen aumentar el número de sus donaciones.

Sin embargo aquello me tenía sin cuidado, aunque hasta hace dos días hubiera deseado con toda mi alma estar allí y a hacerme de un montón de contactos, ahora solo quería pasar desapercibida y volver a casa.

En aquel momento frente a la estación tomé una decisión, cuando evadi los guardias para meterme de lleno en King Cross mi vida cambió de dirección y el chico de ojos negros no se detendrá hasta atraparme y yo no me detendé hasta conseguir lo que quiero.

Ya próxima a la salida un hombre me sorprendió tomándome la mano y la cintura como si fuéramos a bailar. Levanté mi mano dispuesta a darle una cachetada por desubicado cuando quedé completamente paralizada al ver en esos ojos verdes al resguardo de una máscara al verdadero hombre que me dedicaba esas palabras.

¡Era él!

Intenté disimular el temblor de mis manos pero fue inútil, estas parecían bailar más que nadie en el salón. Mi labio también temblaba pero estaba protegido por la máscara.

Algo en su voz no me inspiraba miedo, más bien parecía que algo más lo había inquietado y las amenazas que confería eran de lo más desorbitadas, aún así yo tenía miedo.

Me dejé llevar por la música sin saber que el mayor peligro me observaba a la distancia.

Inspiré hondo intentando recobrar la compostura y me dejé seducir por la música sosteniendo la mirada con el ahora rubio personaje que me tenía prisionera en medio de esa multitud. ¿La música? Jazz. Mis pasos empezaron a controlar la situación y de pronto era yo quien llevaba al muchacho y no él a mi. Benditas clases de danza en Hogwarts.

Apoye mi barbilla en su hombro mientras sostenía su mano con mi zurda y con la otra mano llevaba su espalda. Su olor era particular pero agradable. 

-Puede que seas fuerte, pero no est.up.ido- hablé muy suave dejando escapar un tono de voz más seductor de lo que hubiera querido -Hay aqui ministros, empresarios, personas poderosas que están divididos por un fanatismo enfermizo a causa de dos bandos, uno a los cuales tú mismo perteneces.

Di dos pasos hacia atrás y uno adelante clavando el filo de mi tacón en su zapato.

-Te esperaba- una sonrisa se instaló en mis labios.

@ Mael Blackfyre

Editado por Dana Gryffindor

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