Jump to content

.:: Castillo Black ::. (MM B: 97834)


Matthew Black Triviani
 Compartir

Publicaciones recomendadas

El hambre había pasado y tanto Gabrielle como Psicosis estaban satisfechos. Sus ojos miel se quedaron fijos en Bridget y sonrió, no tenía mucho de su abuela pero era su sangre. Se levantó de inmediato de la mesita y tomó a su pequeño entre sus manos, tenía que bañarse y dejar la ropa mojada de lado o aquello terminaría en resfriado.

 

– Bueno Brid, fue un placer conocerte.- se acercó un poco y sin querer invadir su espacio personal dio un beso en la frente.– Ya sabes, lo que ocupes siempre estaré para ti.

 

Sujetó levemente su brazo ¿De a cuándo a Gabrielle se le conocía por ser Black? Era la más expresiva, aquella seriedad no iba con ella... Abrazó a Brid rápidamente y le sonrió, no esa sonrisa maternal de unos segundos atrás, si no como amiga, cómplice.

 

– Nos vemos.

 

La Black se dirigió a la puerta de la cocina y vio a su hermano acercarse, sus labios soltaron una maldición ¿En serio? ¿Tenía que estar en todo? Se quedó parada volteando hacia todos lados ¡La puerta! Sujetó a Psicosis fuerte y volvió a salir por la puerta trasera, alejándose de algún posible drama familiar que su hermano mayor pudiera empezar a crear.

 

Estando fuera, frunció los labios ¿Qué fregados tenía que estar haciendo afuera? ¡Ah, sí! Su hermano. Refunfuñó entre dientes, ahora tendría que rodear la casa... o aparecerse en su cuarto. Un poco más conveniente la última...

 

– Maldita sea...- dijo quitándose la ropa y dejando a su conejo en su cama. – Si me enfermo será tu culpa Psicosis.

EgwLNCYh_o.png

Ai3amVH.gifRainbowiOmdHLF.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luego de todo el ajetreo que se había suscitado últimamente en el Castillo Triviani, gracias a sus impulsos en la última Navidad, Maida decidió que eran un buen momento para dejarse cobijar y esconderse, porqué no, en la residencia de Lusitiha, su madre adoptiva. Después de todo, luego de su accidentada aparición en el Castillo, en una de sus múltiples aventuras desafortunadas, estaba segura que la dejaría compartir una temporada con la familia.

 

Se sentía un poco ansiosa, eso sí, de toparse cara a cada con un par de magos, que, estaba segura, moraban en el lugar, a uno de ellos en particular, hasta tenía ganas de verlo puesto que en la Ceremonia de Iniciación de la Marca Tenebrosa había brillado por su ausencia, porque si, sus ojos azules le habían buscado por todo el recinto, había querido mostrarle que si, que había logrado superar algunas pruebas y que hoy por hoy, se erguía orgullosa sobre sus piernas como un Mortífaga hecha y derecha, por decirlo de alguna manera.

 

Su elfo doméstico llevaba la delantera, y un bolso de piel que cargaba lo justo y necesario, la ojiazul no era partidaria de la ostentación ni del bullicio.

 

De hecho, ahora mismo se preguntaba silenciosamente si debía tocar la puerta, o continuar paseando en los jardines de la residencia Black.

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Otto agarraba un libro y se ponia a leer era uno muy viejo, incluso tuvo que soplarlo para quitarle el polvo que tenia , asi que el hombre sentaba en el sofa para comenzar a leer el libro que tenia en su poder.

 

Mientras su mente viajaba y uno por uno pasaba las hojas escritas de ese libro, era sobre runia antigua, algo que el sabia muy bien. Aunque habia clases en la universidad o academia por llamarlo de alguna manera, pero por ahora a Otto no le llamaba la atencion ahora en un futuro a lo mejor si se animaba a tomar esa clase mientras el Black se paraba de golpe mirando de un lado hacia otro habia escuchado un sonido o ruido pero todo parecia producto de su mente.

 

En eso se levanto para dejar el libro en la biblioteca, saliendo del sitio de nuevo en los jardines, algo en el demonio le decia que fuera ahi, donde habia estado no hace algunos mintunos , algo le decia que pronto no estaria tan solo como el pensaba que estaba.

 

El patriarca apuraba el paso para mirar de un lado a hacia otro ahi habia A Maida muy pensativa como si estuviera en su mundo asi que el demonio se acercaba a ella de forma amable-Maida Hola-dijo amable con una sonrisa de oreja a oreja mientras se cruzaba de brazos-Que pasa esta todo bien-comentaba amable mirando a la chica poniendo su mejor sonrisa esperando saber que le iba responder la bruja.

Editado por OttoBkack

http://i.imgur.com/ZYFIXYU.gifhttp://i40.tinypic.com/2r5qj5t.gifhttp://i.imgur.com/qXM43G2.gif


JbsvzsI.png


http://i.imgur.com/KCHOT.gifhttp://i.imgur.com/OFnOy.gifhttp://i.imgur.com/lHKTz0x.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lo bueno del Castillo Black y de sus inmensos terrenos era que uno se podía perder en ellos sin ser notado. Y aquello era algo que últimamente se dedicaba a hacer. La ex mortífaga tenía más tiempo que nunca y había sabido disfrutar el pasar horas enteras recorriendo las explanadas verdes de puro pasto inglés sin escuchar ningún ruido más del crepitar de las ramas de los árboles y el cantar de los pájaros.

 

Pero últimamente aquello comenzaba a molestarle. Sabía que en los últimos tiempos había ablandado su carácter, dejando que sus facciones y acciones perdieran intensidad y emitieran más sensibilidad de la que nunca había tenido. Y eso no le gustaba. Ella nunca había sido así. Si deseaba algo sólo iba y lo tomaba, lo exigía, o lo mataba.

 

Si la hubiesen visto en este futuro hacía unos años atrás se hubiesen reído de ella.

 

Aquella mujer que portaba una Katana más pesada de la que muchos hombres podía soportar, de ojos fríos y acciones temerarias; aquella de cicatrices intimidantes, que atravesaban su hombro y rostro sin esconderse ni en lo más mínimo a los ojos de otros… Ella no le temía a nada. Se mostraba poderosa y altanera. Era arrogante y demostraba que siempre iba a ser quien ganara cualquier encuentro… Aquella mujer que llegó hasta lo más alto sin dejar de pisar a quien fuese que se le impusiera. ¡Esa mujer que no se dejaba dominar ni por el enemigo más sangriento y despiadado!

 

- ¡¡¿Dónde está esa mujer?!! – El grito se perdió en el aire, acompañado por una piedra que sin ninguna sutileza la Black había arrojado contra el lago. Ahí estaba… sentada frente a un gran cúmulo de agua, con las rodillas pegadas a su pecho mientras eran rodeadas por uno de sus brazos. Vestida como una cualquiera, con una sudadera que le quedaba grande y pantalones cortos que no dejaban nada a la imaginación. El cabello recogido en una coleta alta caía por el costado de su hombro derecho y sus ojos azules no mostraban más que rencor.

 

La pregunta era… ¿Rencor hacia qué? Evidentemente nadie más que ella tenía la culpa de su cambio, pero no le bastaba con recriminarse. Necesitaba adrenalina. Quería acción, quería pelea, quería odio, quería amor. Lo quería todo. Siempre había querido todo. Y en su momento lo había conseguido.

 

Se paró de un salto, frunciendo el ceño. Se estaba impacientando. ¿Cuánto creían que podían hacerle esperar? No le importaba quienes fueran, ni de donde vinieran. Ni siquiera le importaba que fuesen sus líderes directos, ni que pudiesen negarle el ingreso a la Marca Tenebrosa si hacía algo indebido o inoportuno. Se metería a la fuerza, lo necesitaba. Era su lugar, era su vida, y quería el poder que un día había abandonado por capricho.

 

El borroso resto de la tinta que había quedado luego de que su tatuaje desapareciera todavía parecía arder en ocasiones, provocando la sed de sangre que normalmente atribuiría a su condición de vampiro, pero que clamaba por que la bebida fuese acompañada por la muerte, por un corazón deteniéndose y un último suspiro siendo exhalado. Se moría de ganas. Se le hacía agua la boca. Dio vuelta atrás y se dirigió nuevamente al castillo.

iOmdHLF.gifG&M


LvZ26gk.png


*je t'aime


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Elfo doméstico y bruja miraban hacia el castillo, aunque la segunda, de tanto en tanto jugaba con la nieve bajo sus pies, y es que, como era su costumbre, no llevaba zapatos, sino que los había protegido mediante un encantamiento para que no se le ensuciaran, esto claro, no le impedía sentir la textura de la blanca capa. Seguía pensando en cómo presentarse en el Castiilo Black, cuando unos ladridos la hiceron retroceder, llamando su atención.

 

Vio una cosa inmensa con tres cabezas, y claro, ahora mismo, el rostro de Maida hacía juego con la nieve. << ¿Qué es eso y porqué no puedo correr en la dirección contraria?>>, pensó. Sin embargo, el elfo doméstico comenzó a tirar de su túnica, exigiéndole un poco de atención. La criatura señaló hacia una mujer que estaba notoriamente más lejos, y el cerebro de la ojiazul intentó evocar su recuerdo. Era mortífaga. De esas a las que jamás se había atrevido a hablarle, como en su momento lo fue Alyssa o Luisitha. ¿Es que tan rápido iba a meter la pata con su familia adoptiva?

 

Se acomodó como pudo, un poco la melena, interiormente Maida quería safar un poco de los nervios disimulando que le importaba como luciera, aunque esas no fueran sus habituales costumbres. Estaba por encaminarse hacia ella y presentarse cuando escuchó la voz conocida de un compañero mortífago. Uno al que si le había hablado.

 

¡Otto! —exclamó curvando sus labios en una sonrisa y dejando que sus pulmones se llenaran de aire, como si el encuentro le infundiera valor para presentarse con la mujer que aún estaba apartada de ellos— Si, claro, todo bien. Vine buscando a mi madre, pero me quedé meditando sobre el grosor de las puertas del castillo y no me había movido —dijo casi tratando de disimular su pánico escénico con una broma, luego, señaló con la mirada a la mujer—, ¿la conoces? ¿Debería presentarme?

 

Miró de reojo a su elfo doméstico quién se había quedado a la zaga, junto al bolso con sus pertenencias, esperando órdenes específicas de qué hacer.

 

Tengo la impresión de que si le caigo mal, me enviará como el postre de su mascota —apuntó mientras enrumbaba a darle el encuentro.

 

@@Gatiux @OttoBkack

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Una vez que el beso había terminado, intentó recuperar el aliento. No sabía porqué la había besado y mucho menos sabía qué era exactamente lo que estaba sintiendo en ese momento. ¿Se estaba enamorando de nuevo? No, eso era completamente imposible. Cillian sólo se había enamorado una vez en su vida, se había enamorado del mejor amigo de su esposa... Y este lo había abandonado, había desaparecido junto a Juliene.

 

¿Dónde se habían metido esos dos? Sólo el cielo lo sabía, él por su parte había intentado descubrirlo, pero le había sido completamente imposible. Juliene había desaparecido en un momento en el que todo parecía estar bien, había desaparecido en el mejor momento de su relación y lo había hecho sin decir una sola palabra. Dio un paso atrás al tener esos pensamientos tan presentes justo en ese momento.

 

— ¡No lo sé, Kya! No lo sé... —Un paso más hacia atrás—. Es sólo que sentía que tenía que hacerlo.

 

El beso de Kya lo había sacado de su zona de comodidad, le había mostrado un escenario en el que nunca había estado. Y ahora estaba ahí, intentando resolver el pequeño misterio que lo había atacado sólo un momento atrás, ¿por qué había salido corriendo tras de ella? ¿Comenzaba a sentir algo por una completa extraña? Se detuvo, llevó una mano hacia su cabello y comenzó a revolverlo.

 

— Lo siento, lo siento de verdad —ahora era él quién se disculpaba—. No sé qué es lo que sucede, no sé que es lo que quiero en realidad. ¿Tú lo sabes? ¿O en realidad sólo me has besado a modo de broma?

 

Comenzaba a impacientarse, quería salir de ese lugar. Clavó la vista en ella y esperó, esperó por el tiempo que sintió que era suficiente, pero al final terminó por rendirse y se fue. Sí, así como así, sin esperar una explicación ni dar una él mismo. Necesitaba un momento para organizar sus pensamientos.

OjQFQY0.gif

c9Sdt97.png

bfqucW5.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Trasto ladraba, contento por jugar con su dueña. En un momento una de las cabezas miró hacia la puerta y hicieron lo mismo. Era alguien nuevo. La criatura movía la cola y le ladraba a Gatiux. ¡Alguien nuevo! ¡Había que ir a conocerlo!. Gatiux rió mientras susurraba algo que sonó a está bien mientras se dirigía a la puerta de entrada. El enorme cancerbero corrió unos pocos de metros delante de su dueña y luego volvió a la carrera para ponerse detrás. Mientras tanto, la banshee arreglaba con las manos su cabellera violeta. Caminaba sin prisa alguna por el jardín.

 

Encontró a una bruja desconocida junto a Otto, el patriarca Black. A la mujer parecía que se le iban a salir los ojos de las cuencas de la impresión por ver al cancerbero tan de cerca. Trasto ladró contento hacia arriba, y luego se quedó tras su dueña sentándose sobre los cuatros traseros moviendo la cola sobre la nieve.

 

- ¡Hola! Soy Gatiux. -saludó para captar la atención de la desconocida- Y este de aquí atrás es mi adorable perrito, Trasto.

 

El cancerbero ladró de forma afirmativa. Extendió una mano para estrecharla, sin ser muy consciente de que la bruja pudiera estar atemorizada por la criaturita de varios metros de alto que estaba cerca de la puerta. Gatiux sonreía totalmente ajena. Las prendas de la Malfoy estaban algo mojadas tras haber pasado un rato jugando en la nieve.

 

- Te ha olido desde el otro lado, y ya sabes como son los perros, les gusta acercarse a todo lo nuevo. -dijo la banshee- Puedes tocarlo sin miedo, no hace nada.

 

El perro se acercó aún más a la espalda de la banshee, olisqueando por encima de su cabeza a los allí presentes. Saludó al elfo que parecía acompañar a la mujer. Pensó en que lo mejor sería entrar y cambiarse de ropa o podría pescar un resfriado si se quedaba mucho rato con la ropa helada y mojada.

 

- ¿Vamos adentro?

«I'm a villain, and villains don't get happy endings.»
2WW9vjF.png
Magic Land - Serendipia - bxY0Ht2.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Con amor y todo mi corazón(?)

Impidiendo que Cillian se enamore :lol:

 

-Me espera a mí.

 

¿Qué se supone que hacía ella ahí? Todavia no lo entendía del todo, sólo había sido cuestión de ver la fecha y cuando quiso detenerse ya se estaba introduciendo en la nueva residencia del hombre que alguna vez había profesado odiar con todas sus fuerzas, no pudo evitar que una ligera sonrisa se asomara en sus labios, realmente era agradable volver a verlo. Claro que estaba rompiendo un sinfin de reglas que se había autoimpuesto en los últimos meses, ¿o se trataba quizas de años? Sentìa que nisiquiera el tiempo tenía sentido. Eso la llevaba a la conclusión de que si Carlos no hubiera sido su fiel acompañante, seguramente hubiese enloquecido por completo, si es que se podía estar más demente de lo que estaba. Suspiró, quitándose al fin la capucha que escondía su identidad, descubriendo además que su melena había vuelto a crecer.

 

-D´Lecroix ha pasado un largo tiempo.- sus ojos fueron primero hacía Kya, era más sencillo tratar con el pasado más lejano, uno donde no había tantos enredos, bueno, sólo si ignoraba los árboles familiares- ¿Cómo has estado, madre?

 

Diversión, no podía evitarla, el asombro en los ojos de su marido era lo que buscaba y hacer uso de sus lazos familiares siempre brindaba cierta facilidad para ello, suponía que por eso le agradaba tanto Londres, era una gran ciudad para crear tus propias conexiones sanguineas. no resultaba sencillo determinar a la calidad de familias que había pertenecido en los dos siglos que llevaba de vida, pero no estaba en sus planes olvidarse de ciertos personajes que habían dejado ciertas huellas en su vida. Realmente estaba envejeciendo, parecía que sus pensamientos se centraban más en el pasado que en el presente, además no podía durar más tiempo del estimado.

 

Fijó sus ojos en Cillian, por fin.

 

-Tal parece que esos labios tuyos no pueden estarse quietos, querido.- no eran celos, mucho menos odio, sino una legitima diversión lo que adornaban sus orbes esmeraldas -Ya me había dicho Carlos ultimamente que le dolía la cabeza, ahora entiendo el por qué, antes de irme le compraré una lima al pobre, yo sólo he venido a un sencillo asunto y entonces me iré.

 

Inhaló, pese a que realmente no lo necesitaba, acercándose hacia el mortifago para tomarlo de la camisa y plantarle un beso imprevisto, tal cual éste lo había hecho minutos antes con la Black.

 

-Feliz cumpleaños, esposo. -le guiñó un ojo a Kya, en tanto reciba su última frase- Y también aniversario, ya sabes.

 

Sonrió ampliamente antes de echar a correr en dirección a la salida, no podía dejarse atrapar o terminaría nuevamente encadenada a aquél lugar, demasiado tiempo se había arriesgado ya con ese pequeño momento de locura, tal como toda ella, sólo esperaba que Carlos no hubiera notado su breve huida.

Editado por Juliene Black Lestrange

Firma.png

rVPgbRi.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Los recuerdos lo invadían, el brazo le dolía como nunca, se sentía tan vació que solo un pensamiento rondaba su cabeza, que su vida acabara. Paso su mano por el brazo, palpando el relieve de cada cicatriz que poseía este, signo de múltiples batallas, memorias imborrables de su piel que le mantenían el presente, que hacían su forma de ser un poco única.

 

Se llevo las manos al rostro y una de estas a los lados de su cabeza, repasando su cabello rapado y luego la larga cabellera arriba, un corte puesto de moda en su época por el mago tenebroso Grindelwald. Había vivido tanto, que era difícil en algún punto vivir consigo mismo, absurdo creer que quería vivir eternamente, pues si algo había deseado en su negra vida era morir con gloria y honor.

 

Inmaculada sonrisa que se esbozaba, irrisoria actitud que tenia, típica de un hombre que no estaba bien mentalmente. Quienes le conocían sabían que aquel sujeto que estaba ahí sentado no solo estaba en el borde de la cama, estaba en una delgada linea que lo separaba de la locura. Su mente como su alma se habían fragmentado en múltiples pedazos tiempo atrás.

 

-Que hare Zenegal...?

 

Aquel elfo domestico lo miro y se encogió de hombros mientras seguía recogiendo el desastre en la habitación. Le provoco patear aquella criatura (no era la primera vez), pero contuvo sus ganas de hacer desaparecer a aquel elfo libre que tenia solo un objetivo en su vida, servirle según los mandatos de su progenitora.

 

El ultimo trago de vodka rodó por su boca y causo aquel característico ardor en su estomago. Miro su antebrazo y sabia a donde tenia que dirigirse para aclarar su mente. Necesitaba confrontación, conflicto, una descarga de adrenalina solo ofrecida por la mas gloriosa contienda existente dentro de su mundo.

|| || http://i853.photobucket.com/albums/ab96/andretti_42/negrodios.gif || ||

http://i407.photobucket.com/albums/pp160/Aths89/GleninSpartF.png

|

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

<<¿Porqué estás nervioso?>>


La voz en su cabeza que había preferido ignorar desde hacia ya dos meses, insistía en su intento de hacer arrepentir al mago de lo que estaba a punto de hacer. Pulcros y lustrados zapatos de cuero negro parecían fundirse con el sendero de piedra caliza oscura que guiaba el camino al emblemático castillo por el que muchas veces había pasado, pero ninguna con el motivo que lo guiaba esa noche. Dudó por un momento que los hechizos de protección que custodiaban la edificación lo detuvieran, pero su esencia seguía intacta, aunque su cuerpo no tanto.


—Semper... —susurró avanzando hasta la puerta tras recorrer el sendero hasta el pequeño puente de paso.


Miró a su alrededor un poco sorprendido por el silencio que dominaba el lugar. O la respetable familia que habitaba suntuosa mansión había visto reducido sus números de forma drástica, o todos ya se encontraban en camino a la gala a la cual pensaba asistir. Se preocupó. Ya suficientes veces le había quedado mal a la mujer de cabellos rubios que pretendía visitar esa noche como para sumar otra. No necesitaba sortear las criaturas, no. Lo conocían bien. Llegó finalmente ante las gigantes puertas de madera curtidas por el tiempo.


— ¿A quien busca a esta hora? —espetó un elfo desgarbado abriendo la puerta en el exacto momento que el pelinegro se disponía a tocar. Lo reconoció de inmediato. Esperaba que la criatura no.


—Dile a Mía que León vino a buscar.

tgNogmU.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.