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Minerales elementales


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Publicaciones recomendadas

Mael Blackfyre — Finalista — Plaeria

Mansión Gryffindor.
Mantuve mi boca abierta durante una fracción de segundo. A través de ella, hubieran podido meterse unas diez snitch mientras observaba todo lo que iba ocurriendo. Todo fue demasiado rápido pero las malas decisiones que había estado tomando en los últimos 15 minutos, se vieron reflejadas en las acciones de los demás. Mica estaba tirada en el suelo, despertándose, la podía sentir. La explosión que provocó el Fuego Maldito al salir de mi varita, fue tan detallado que pude ver cómo iba directamente contra Ludwig Malfoy, el cuál intentaba defenderse fallidamente. Era magia más avanzada que una simple barrera, necesitaba más. Si hubiera estado en un enfrentamiento real, tal vez hubiera disfrutado ver como se calcinaba, su piel se quemaba. Caí de rodillas al suelo simplemente por la conmoción.

Conmoción que me hizo desestabilizar porque pude ver como mi maleficio llameante impactaba en el usurpador pero también abarcaba las dos esferas del mineral de Plaeria, consumiéndolas. Hubo un fogonazo potente al ser destruidas y el aire que contenían adentro fue tan fuerte que apagó las llamas del Fuego Maldito, mientras Ludwig, sin siquiera llegar a verlo, se aferró a lo que había venido a buscar y se fue. Ya iba a vengarme del Malfoy…

Estoy bien, Mica. Estoy bien… mira —el intento de Mica por curarme fue demasiado exagerado para los daños que tenía. Entendía que luego del juramento las cosas iban a cambiar entre nosotros pero había estado en situaciones peores que aquella simple herida provocada por la daga del sacrificio. De hecho, gracias a mi conocimiento de los Nosferatu, había logrado curar mis heridas con la Sangre de Caín, estaba totalmente ileso.

No la eché a Mica ni empujé, como hubiera pasado. Me aferré a su brazo y la arrastré hacia el punto donde habían estado las esferas. El Fuego Maldito había destruido el contenido que resguardaba la magia plena de Plaeria. Aquel mineral no era en sí ése cristal, sino todo lo que contenía dentro. Me arrodillé a su lado, como si se trataran de dos pequeñas crías de dragón que estaban naciendo en ése momento.

No pensé que iba a suceder eso, Mica, lo siento —la miré a la joven, dándome cuenta del daño que había provocado—. Ése estú.pid0 te atacó y luego quiso sacarnos los minerales. Me dejé llevar —luego de haberme enfocado en sus orbes esmeraldas, volví a fijarme en las ex esferas. Había diminutos pedazos de cristal que brillaban tan fuerte como la luna. Dentro había parte ceniza, parte tierra y parte Plaeria, porque era eso: se notaban ráfagas de aire, algunos gases, era magia. ¿Y si podía arreglarlo? Intenté con un Reparo, que por obvias razones no funcionó. Y hacer un Fuego Compacto me resultaba demasiado, estaba seguro que incluso iba a borrar aquellos minerales de la faz de la tierra. Asi que pensé en lo siguiente: Expavescerent… el murmullo fue leve, como la brisa que se auto revolvía en aquella esfera que no era esfera.

La magia de Plearia se mantenía allí, por suerte no se había disipado, pero tenía que intentar algo. Tenía que contenerla. El efecto Uzza funcionó, la chispa se prendió desde la punta de mi varita y todos los pedazos de cristal que se habían roto, quemado o pulverizado, regresaron a su forma anterior. Pero no retomó a la forma anterior— Debemos contenerlos en nuevos objetos, Mica. Hagamos algo —¿era una exigencia? No, tal vez un pedido de ayuda. La magia Uzza no arreglaría nada de otro mundo, solo funcionaba con éste mundo. Pero si podríamos hacer algo nuevo… nuestra magia.

@ Mica Burke  @ Ludwig Malfoy Haughton

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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Emily Karkarov - finalista - Eteria

El ser parte de la Orden Oscura le daba una ventaja en su tarea de entender la composición del mineral de Eter. Primero intenta con el escendia sintiendo el control sobre el sistema molecular del mineral. Es diferente a otros objetos que ha poseído antes, por cuanto no deja que su tamaño se expanda más allá de dos veces su tamaño. Por lo que decide que el objeto que va a diseñar no puede ser muy grande, ni llamativo. Lo cual, debe admitir, va muy bien con su personalidad, prefiere algo discreto, de perfil bajo.

Luego, usa la fragoquinesis con mucho cuidado. Normalmente suele utilizarla para destruir en abrir y cerrar de ojos. Ahora, sin embargo, la usa para entender aún mejor con lo que está lidiando. Mira fijamente el mineral, concentrando toda su atención, moviendo las partículas hasta que, cree, conoce la forma de cambiar su composición. Cuando termina, se siente tan agotada mentalmente que solo puede pensar en las horas de sueño que había perdido por contestar el patronus. Si pudiera regresar el tiempo, hubiera seguido en la casa de Ravenrock.

Lamenta no haber seguido preparándose con los oscuros. Probablemente el tiempo que podría manipular el sistema molecular del mineral hubiera sido mucho más largo y provechoso. Quizás hasta habría podido hacer “la transformación” solo utilizando la fragoquinesis. Lamenta no poder contar con Kaori o con Madeleine, quienes seguramente tendrían un mayor dominio sobre el objeto. Pero si ninguna había aparecido todavía ante un llamado oficial del Macusa, mucho menos iban a aparecer a un llamado personal. Por eso siente y confirma que es una tarea que lamentablemente tienen que hacer sola.

Sabes, creo que no soy yo la del problema de poder, quizás debas volver a tus orígenes para descubrir tu potencial

Había llegado al punto de murmurar, como si conversara con el mineral. No sabe por qué, pero cree que ir a Stonehenge podía ser provechoso.  

Aunque si no eres tan poderoso ahora debe significar que eres solo una réplica.

Sabe que es peligroso, pero no le interesa. Se cambia el aspecto con metamorfomagia aparentando ser una niña de no más de doce años e invoca un portal con el fulgura nox. Aparece a varios metros de distancia del monumento, donde todavía no se ve vigilancia por parte del ministerio, o de la UNESCO, o de quien fuera que tuviera la jurisdicción para investigar en el lugar. Se mueve envolviéndose entre las sombras, utilizando el phantom para que sus pasos no puedan ser detectados. Y en caso de ser detectados, siempre podía alegar que era una muggle que no sabía dónde estaba.

Aunque no es necesario. No le toma mucho tiempo estar cerca del monumento para sentir que el mineral está recargándose. La reacción que tiene es similar a la que tuvo cuando se encontró con el mineral de Goderic. Primero silencio y luego una gran luz resplandeciente, de un tono plateado similar al de los pensamientos cuando son extraídos. Afortunadamente, la reacción se había dado solo dentro de su monedero de piel de moke, dándole tiempo suficiente para activar su control de energía interna  y desaparecer y reaparecer a las afueras de su laboratorio en Ilvermorny, encerrándose nuevamente.

Sin perder tiempo, utiliza el poder de la fragoquinesis una segunda vez y tal vez porque la adrenalina ha restaurado su energía o porque aun tiene activo el phantom -que le da una mayor agilidad y el control sobre la energía que la rodea-, logra que el mineral cambie su forma y puede jurar que su consistencia es exactamente igual a la de los pensamientos que aún flotan sobre su pensadero. Lo cual tiene algo de sentido, considerando que Eteria reaccionaba a los pensamientos más fuertes. Satisfecha, pone “la nueva forma” del mineral en un frasquito. Solo le restaba pensar para qué podía utilizarlo.

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Darla Potter Black – Finalista - Vulkos - cedido por Kimberly Black

Tras el intento de invocar el expecto patronum un improperio escapó de los labios de Darla, había apuntado hacia adelante, con la varita, pero había extendido su otro brazo, y mientras se concentraba en el primer recuerdo éstos se mezclaron, bueno, no, un beso, pero al instante vino a su mente una puñalada… mala elección de recuerdos sin dudas, su varita había brillado, pero su concentración se había visto opacada por el enojo y el susto al surgir de su mano libre una esfera de fuego…

—¡Aquamenti! ¡Aquamenti!—chilló varias veces porque el fuego parecía no apagarse tan fácilmente como un fuego normal, de hecho estaba segura de haber tenido que aplicar el doble de hechizos que aplicaba cuando a Lualú no le salía bien el encender el fuego para el asado. Su elfina estaba más tranquila estos últimos meses pero la pérdida sufrida hacía más de un año seguía afectándola, incluso más que a ella.

Miró la figura en su mano y frunció el ceño, estaba a punto de retar a un dragón pulsera, pero luego se dio cuenta que no había salido de la boca de ese dragón, sino de la palma de su propia mano. Y tras pensarlo unos segundos se dio cuenta que había sido la canalización de su propio enojo.

—Muy bien, ambos debemos aprender a dominarnos, no todas mis reacciones violentas deberían acabar en fuego incinerando algo… o a alguien… —susurró observando al dragón de material de Vulkos abrazado a su mano.

Caminó despacio, aún dudando si era buena idea salir de aquel la cúpula lleva de vida que había protegido a la esfera, pero bueno, ya no había una esfera y ahora ella era… ¿qué era? ¿Creadora? ¿Portadora? No sabía cómo definirse.  Acercó su mano a la espada del invierno y ésta reaccionó, se dejó tomar pero era un extraño torbellino de sensaciones, su palma se sentía más fría que nunca con aquella espada en su mano pero a la vez su dorso ardía, sin quemar, cuando apuntó hacia adelante pensando en crear una ventisca, ésta surgió hacia adelante pero era una mezcla de hielo y fuego, lo curioso es que el hielo no se derretía ni el fuego se apagaba con el viento helado. Esta vez debió recurrir a un obsistens para aplacar los efectos que había hecho sobre un muñeco de pruebas que había hecho traer al lugar.

No, aún no entendía cómo funcionaba todo aquello, hizo un suave movimiento con la varita y envió la espada a su lugar de descanso habitual. La hocicorto sueca había levantado su cabeza con curiosidad desde el momento en que la primer esfera de fuego había surgido de la mano de la Potter Black y ésta observó la curiosidad de Saprina.

—Bueno, supongo que debemos intentarlo una vez más —preparó el remedio para  quemaduras y tomando el Amuleto Dragón le comunicó a su dragona sus intenciones, una muestra de preocupación pareció brillar por un momento en los ojos de Saprina, pero como también le había transmitido lo que pensaba pasaría y cómo solucionaría si no era así, la dragona echó hacia atrás su cabeza, pareció “tomar aliento” y segundos después lanzó su llamarada hacia Darla quien levantó su mano izquierda frente a ella…

Un chillido se escuchó desde la entrada al santuario tras la pelirroja, uno de sus elfos acababa de llegar, o mejor dicho era la elfina, Lualú, quien venía a avisarle de las últimas novedades de la UNESCO. Además Kimberly había enviado un mensaje en código respecto a sus sospechas de las averiguaciones que estaría haciendo el mal encarado Whisper.

Kimberly Black en las oficinas del Ministerio. Kim-1.png

Señorita Black, el señor ministro necesita hablar con usted —los ojos de la rubia se posaron en la persona que había llegado hasta el Departamento de Seguridad, ella no había ocupado el despacho de la Potter Black sino que se había mantenido en uno de los antiguos cubícu.los que habían sido parte del Departamento Auror.

En seguida voy ¿tienes idea de qué ha ocurrido? —consultó la rubia mientras acomodaba los papeles con los informes de los trámites que la UNESCO y el Ministro Inglés estaban llevando a cabo. El hombre intentaba por todos los medios mantener el ojo alejado de Stonehenge, ayudado por las negociaciones secretas y la intervención del Ministerio de Magia Inglés.

Como única respuesta la Black obtuvo un encogimiento de hombros y una negación por parte del mensajero. Cuando él se fue la rubia se acercó a la secretaria del Departamento.

Si llegas a tener noticias de @ Luna Gryffindor Delacour  avísame, me extraña que ella no haya regresado y me temo que ha de preocupar a Darla no tener noticias suyas, voy al despacho del Ministro, toma nota de los mensajes, salvo que sea de Darla, házmelo llegar de inmediato.

—Por supuesto —dijo la bruja a la espalda de Kimberly que ya se alejaba rauda hacia el despacho del Ministro.

La vampiresa había acomodado sus ropas, a la pasada había levantado una larga chaqueta de cuero que puso sobre su ropa, también de cuero, dudaba que al Despard le gustara verla media desnuda, con aquel chaleco de cuero sobre una camiseta blanca sin mangas, dejando a la vista las runas tatuadas en su piel. Las botas resonaron a las espaldas de un hombre que estaba a la puerta del despacho del Despard, Kimberly miró de reojo el lugar vacío del auror que solía cuidar la oficina del Ministro antaño, frunció el ceño mientras echando hacia atrás su chaqueta larga metía las manos en los bolsillos de su pantalón de cuero y observaba la espalda de quien volvía a golpear la puerta del ministro, inclinó suavemente la cabeza, bebería con gusto un Filtro de la paz en ese momento ¿brindaría él con ella?

—Señor @ Adrian Wild … ¿usted también ha sido llamado por el Ministro @ Rory Despard ? —preguntó la rubia con curiosidad observando el prolijo corte en la nuca del Director del Comité de Cultura Mágico Internacional, desde donde estaba podía sentir el atrayente aroma de su esencia y notar el suave palpitar de las venas de su cuello, una sonrisa se dibujó en los labios de Kim cuya mirada pareció dulcificarse, buscando transmitir paz al hombre frente a ella.

 

Darla Potter Black en el santuario vegetal conectado a House of Books.Darla-1-2022.png

—Por las barbas de Merlín Lualú… deja de gritar así… —masculló Darla que había dejado caer el remedio para quemaduras al suelo por el susto que le había dado su elfina, aunque había sentido su esencia en el aire, el anillo detector de enemigos ni el medallón para avisar peligros habían marcado ningún peligro o enemigo cerca y el grito de su elfina había sido, para ella al menos, lo más ilógico.

—¿Cómo no he de gritar ama Darla si esa llamarada de fuego venía hacia usted?  ¿Qué le ha hecho a Saprina para que la dragona más buena del mundo la atacara? —preguntó la elfina entre sollozos para luego agregar perpleja —¿y a dónde se ha ido esa llamarada? ¿la ama ha utilizado un obsistens? –frente a ella la pelirroja negó con la cabeza.

—El obsistens lo utilicé antes en las pruebas, para evitar que la esfera quemara algunos de mis objetos mágicos, como el monedero de piel de moke, la balanza, hasta la capa camaleón , ha parecido que tiene un efecto similar, y con solo desearlo o solo por alimentarse ha absorbido el fuego —dijo Darla acariciando la pieza de mineral alienígena en su mano. Así que podía absorber el fuego y lanzarlo, o sea, podía controlarlo. Lualú mirada para todos lados, desorientada.

—Pero ¿dónde está la esfera? ¿Ha hecho lo que el Diricawl o el Demiguise? —preguntó la pequeña elfina con curiosidad, a lo cual Darla respondió levantando la mano y enseñándole la prenda que llevaba en ella.

—La he transformado, Kimberly no tenía razón, no era una criatura, no del todo al menos, es como un metal, maleable, flamígero, supongo que por eso pensé en un dragón… busqué darle esa forma, aunque se parece más a una mezcla de dragón o de las criaturas de fuego a las que hizo referencia Kim había en el planeta Vulkos, es… tiene una cierta voluntad, sabe cuándo hay peligro, tiene una forma de pegarse a la mano como si fuera un collar maldito de ópalo imantado, se ofusca como esas criaturas o unas necrohands pero puede absorber el fuego, y generarlo, es como un escudo y un arma, no sé, es extraña pero se siente amigable —murmuraba Darla como si hablara más consigo misma que con su elfina, de pronto levantó la vista y miró a Lualú —¿ha ocurrido algo que venías a buscarme tan temprano? –Lualú asintió.

—Tommy me ha pedido avise al ama que la tormenta a recrudecido en Ottery pero que su centro sin dudas está en la Gryffindor —los ojos de Darla se entrecerraron con preocupación.

—Trae mi Nimbus 3000 iré hacia allá.

—Pero ama… la tormenta… —la elfina tenía razón, era medio loco sobre volar la tormenta y no simplemente aparecerse allá, pero debía reconocer qué iba ocurriendo sobre todo Ottery, no solo en la mansión de Lunita.

—Tú despreocúpate y hazme casi y… ammhh… —recordó su primer intento fallido de creador un patronus —averigüen dónde está @ Sean -Ojo Loco- Linmer , necesito hablar con él.

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Mordred Deschain – Finalista – Vulkos – Controlando a Ludwig Malfoy
Castillo Haughton
Tomando con violencia la sangre de la cuarta persona – Cillian Haughton.


El fulgura nox que había creado lo transportó de inmediato a los jardines de aquel castillo, caminó dos pasos y se terminó desplomando en el césped verde del lugar, jadeaba y se retorcía del color. A duras penas había salido vivo de aquel enfrentamiento con el mortífago. Mael Blackfyre en un intento por derrotarlo había invocado dos aves de fuego las cuales no solo lo dejaron mal herido si no que también destruyeron aquellos dos preciosos minerales, era una pena pero el rubio debía seguir. Se volvió a aferrar a su amuleto de curación y volvió a utilizar sus conocimientos en primeros auxilios y en maldiciones para recuperarse del daño causado por el fuego maldito, sin embargo estaba muy cansado, no podía más.

-Levántate esclavo – dijo el Deschain oculto en su capa de invisibilidad – yo te diré cuando sea hora de descansar, ya te has curado así que debes continuar con tu misión.

Ludwig no tenía otra opción, tenía que seguir recolectando sangre y tal parecía que la siguiente víctima sería su prometido. Por más que le intentaba ordenar a su cuerpo que se detuviera, que no siguiera más, sabía que era imposible frenarlo. La maldición a la que estaba sometido era tan fuerte que muy pocos magos se podían resistir a semejante tortura. Por supuesto que no quería dañar a Cillian pero lo haría, esa era su misión. Avanzó con dificultad por el cansancio hacia las puertas del castillo, las luces estaban encendidas y eso significaba que su pareja no estaba solo, posiblemente Mónica o algún otro familiar estaría de visita. Para el rubio era tanto alivio como martirio pues eso significaba que acabaría más rápido con su tarea pero a la vez que sus seres queridos se verían afectados. La preocupación lo abrumaba al grado de resistirse a cada paso que daba.

-Imperio – dijo Mordred al notar que Ludwig se resistía un poco más – no debes preocuparte, ese chico de todos modos ya estaba desahuciado ¿no? – sonrió mientras sacaba de su bolsillo una tabla extraña, Ludwig la vio sin inmutarse - ¿sabes lo que es esto? Se trata de Tabullae Defixionum, hace meses empecé a trabajar en Norowareta goburin y ahí pude robarme éste preciado artefacto, en cuanto lo tuve en mis manos lo primero que hice fue escribir el nombre de tu prometido, es gracias a mi que ésta enfermo pero gracias a ti el morirá hoy, pero hazme un favor, antes de que lo mates quiero que le rompas el corazón.

El Malfoy apretó tanto los puños que nuevamente le comenzaron a sangrar, sentía tanto odio por Mordred que juró que en cuanto se liberara de su maldición lo asesinaría. Sin embargo el momento había llegado, ahora estaba justo frente a la habitación de su pareja la cual estaba entreabierta, en ella se escuchaban las voces de Cillian y el reportero. Su semblante seguía mostrándose, el momento había llegado, debía romper su corazón primero para después asesinarlo.

-¿Interrumpo algo? – dijo Ludwig poseído – después de partirme el lomo para conseguir tu cura llego a casa y te veo con Whisper en nuestra alcoba, no necesito explicaciones tontas, es claro que solo fui una marioneta tuya, anda, sigue revolándote con tu amante – de los ojos de Ludwig salían lágrimas pues todo lo que decía era falso, solo quería que Cillian se salvara – es claro que deseas pasar tus últimos momentos con él y no conmigo, pues entonces muere con el – pensó entonces en un disparo de flechas, una docena de las mismas se dirigió hacia el cuerpo de Cillian las cuales lo impactarían y lo dejarían mal herido, con un poco de suerte también Whisper se vería lesionado.

 

@ Cillian Haughton  @ Rory Despard

 

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Rory Despard & Benjamin Whisper

— Que la paz del señor esté con usted señor Wild. Porque parece que solo vivimos para encontrarnos en periodos turbulentos- Rory sonríe, una sonrisa genuina que sin embargo no alcanza a su mirada, la cual se haya atrapada en el vaivén de especulaciones y noticias que no dejan de sumarse en relación a los minerales y luego hace un gesto de saludo un poco más formal hacia Kimberly que ha llegado junto a Adrian- y muchas gracias a ambos, por acudir tan prontamente al llamado. 

¿Cómo debería empezar? La presión que siente sobre sí es tan grande, que por un instante siente que las palabras que iba decir se le han extraviado, así que se fuerza una vez más a ordenar sus ideas, y agradece que su secretaria llegue con una bandeja de té y soletas, dándole tiempo extra, un tiempo que además le sirve para notar a través del Llamatus Seres como ambos llevan tras de sí la estela de un espíritu acompañándolos; y aunque en el caso de Kimberly este espíritu se vea mucho más fuerte que el de Adrian (que es casi como un hálito) en última instancia, su presencia no deja lugar a dudas respecto a que ambos han tenido experiencia con la magia elemental de los planetas, aunque a niveles muy distintos.

— Desde el incidente con GRINCH en las navidades pasadas, hemos sabido que hay más de un interesado en las fuentes originales de la magia. Supongo que es consecuencia inevitable del acelerado contacto entre el mundo mágico y no mágico. Ya sea intentando averiguar el mecanismo que da poder a una reliquia familiar, o analizando las cuestiones que generan los espacios denominados mazmorras, creo que Stonehenge solo ha sido el punto culminante de todos estos intentos por conocer los orígenes de los poderes que llevamos.

No era esta la primera vez que tales juicios se hacían. Sin hablar explícitamente de magia, Rory entiende por los numerosos pasajes que ha leído en la biblia al respecto, que la inquietud sobre el origen de las cosas parece algo ya instalado en el ADN de la humanidad. Lo que sí resulta nuevo, sin embargo, es el nivel sin precedentes de millones de personas interconectadas, generando información de todo tipo, mucha de ella deliberadamente falsa y conveniente para promover sus fines egoístas, apuntando a destruir la poca confianza generada entre magos y muggles, y entre las personas de a pie y sus autoridades.

El ataque con armas es solo el primer indicio de que debemos manejar el nivel de exposición sobre los portadores de los minerales con suma delicadeza. Ya hay indicios claros de varios propietarios de los minerales "raros", Mi asesor personal, Benjamin Whisper, ha estado haciendo sus averiguaciones y mencionó también que usted Señor Wild hizo las suyas- no había afán en Rory de acusar a Adrian, pero sí dejar patente que estaba más enterado de lo que podía suponerse en principio, respecto al actuar de varios funcionarios del ministerio- y ya habrán escuchado por los spots en radio, que esta noche daré un discurso a toda la nación sobre lo que hasta el momento desde Misterios ha podido investigarse del funcionamiento de estos minerales. Pero mucho me temo que al hacerlo , terminemos de dar a la gente inconveniente las pistas que pondrían en riesgo la integridad de quienes portan estos  minerales "raros", así que por eso los traje aquí. Ambos se han involucrado mucho en este caso y siento que necesito muchas más ideas, que solo las que provienen de Whisper.

Y es que las ideas de su asesor no eran nada esperanzadoras, pero eso no pensaba decirlo, no de momento. Así que se reclinó en su butaca, esperando a lo que ambos tuvieran para decirle.

@ Adrian Wild  @ Darla Potter Black

...

La sinceridad descarnada con que Cillian se podía manejar seguía provocando asombro a Benjamin. Sin más presión que la de ir a su búsqueda (¿o es que acaso era eso todo lo que necesitaba para presionarlo?), el mago comienza a contar no solo sobre su enfermedad,  un asunto que no puede resultarle más irrelevante a Ben, pero que enmarca y da sentido no solo a sus acciones y ausencias de las últimas semanas, sino especialmente a las de Ludwig Malfoy. Con su amado prometido en un contrarreloj contra la muerte, parecía entendible que el mago italiano hubiese decidido no solo quedarse en Inglaterra, a diferencia de todos sus compañeros, sino que además estuviese tan profundamente ligado a la búsqueda de una respuesta, una cura milagrosa posiblemente, tras la magia elemental que escondían los diferentes planetas.

Y Benjamin ha visto ya bastante de las estupideces que la gente suele cometer por amor para encajar el resto de piezas del puzzle.

Con todo, ya estando allí, no parece lo mejor desperdiciar la oportunidad de sacar información de alguien que ha podido ingresar a esos planetas, mejor si además resultan ser distintos al que Despard visitó, así que está por hacer una nueva pregunta, cuando de pronto ve desvanecerse a Cillian frente a sí. Gracias a sus rápidos reflejos, se las arregla para sostener al mago, que apena parece mantener en un hilo fino la conciencia, pero le hace saber de inmediato que lo mejor es que vuelva al cuarto donde se encontraba antes, que asume, es su dormitorio.

Lo acompaña entonces, sacando cuentas en su cabeza de que probablemente con diez minutos de interrogatorio sean suficientes para sacarle la información importante,  incluido el paradero o cuanto menos las pistas de dónde podría encontrarse Malfoy, pero cuando apenas ha acercado al mago un poco de poción vigorizante para que se restablezca, el chirrido horrible de los goznes de la puerta lo hace volverse y encontrarse cara a cara con el susodicho Ludwig, totalmente fuera de sí. Por sus palabras, claramente ha malinterpretado las cosas, pero no es a ellas a lo que Ben presta atención, sino a los llorosos ojos del mago que además muestran la confusión evidente devenida de un imperius, algo que puede reconocer a la perfección por la cantidad de veces en que él mismo, con pocos escrúpulos, ha usado dicha maldición imperdonable en otros.

¡Detritus!- musita en un hilo de voz como respuesta, sujetando a Cillian con la mano que tiene libre, y de inmediato la fina capa gaseosa rodea tanto a él como a rubio haciendo que ambos resulten indemnes al ataque. 

Sabe que lo que acaba de hacer no va gustarle nada al que sea que se oculta y que está utilizando a Ludwig, pero necesita presionarlo solo un poco más para saber si acaso está dispuesto a perder a su preciada marioneta. Todo ese trajín no deja de ser solo otra molestia más, y Ben no quiere dilatar el tiempo de su estancia ahí habiendo todavía más que investigar, por lo que activa el anillo detector de enemigos, para prevenirse a cualquier otro ataque, yapuntando a un ropero enorme y pesado, conjura un vitae que de inmediato animaliza el objeto confiriéndole unas potentes extremidades con garras afiladas, ojos similares a los de un león y la propia sagacidad de dicho animal adulto.

— Desgárralo y déjalo sin la posibilidad de movilizarse- es todo cuanto menciona, secamente, y ve como la criatura se lanza a cumplir su cometido.

Todo lo que necesita ahora es esperar paciente a que su rival caiga en la trampa y se manifieste, pero Cillian tiene el rostro tan descompuesto , que parece que fuera a morirse ahí mismo ¿por qué aquel mocoso solo ponía las cosas más difíciles?  Es hasta est****o tener que explicar el plan, pero activando el anillo contra oídos indiscretos, Whisper finalmente se ve obligado a hacerlo, advirtiéndole que necesitan saber primero qué demonios quiere ese mago oscuro controlando a Ludwig, para recién contraatacar y salvar a todos.

¿Pero le haría realmente caso o saltaría la barrera para "librar" a su prometido? Le encantaría tener una respuesta infalible, mas tratándose de Haughton, nunca hay certeza de nada.

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Cillian Haughton

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Goderic Slithering — Finalista — Eteria

Su sombra regresa a la normalidad luego de cumplir su propósito de asistencia durante la conversión inicial del mineral. Ya había utilizado bastante magia y poderes y, aunque tenía maestría en ello, no era buena idea estar desperdiciando esfuerzos. Tenía que ser lo más óptimo posible, pensar y calcular cada uno de sus movimientos de la forma más fría y objetiva posible. Y, aunque muchos no lo consideraban, la suerte era una parte esencial de la ciencia y de cualquier proyecto investigativo o creativo. Por lo mismo, lanza su dado de la suerte y aunque sabe que es un objeto caprichoso el cual puede dar mala o buena suerte -dependiendo del número que salga- también sabe que el que no se arriesga no gana. No hace falta ver qué número sale, pues siente como la suerte está de su lado.

Su varita mágica muta rápidamente de aspecto, creciendo hasta convertirse en una Vara de cristal de color grisáceo. Había pasado bastante tiempo desde su última invocación pero cree y siente que en aquella forma su magia fluirá lo suficientemente fácil como para poder conseguir la tarea titánica que estaba a punto de iniciar o, más bien, que ya había iniciado. Incluso invoca una Aura de Poder, para poder incrementar sus habilidades mágicas aunque sea por un momento breve.

Quizás fuera por la suerte que se había inyectado o por las múltiples pociones que había ingerido -incluyendo una confeccionada con Pétalos de Pensamientos-, o quizás solo sus habilidades de deducción o habilidades creativas que poseía, pero siente y duda que el espíritu o vida que podía percibir en el mineral haya desaparecido solo por cambiar su forma a una más líquida y manipulable. Y si fuese así ¿no sería más óptimo trabajar juntos? ¿y si la forma de crear el objeto mágico era solamente insertar sus conocimientos sobre la manipulación de la magia y el ser haría el resto? Deja el amuleto antirrobo cerca del mineral líquido para que lo absorba por completo y lo integre. Goderic era un experto en Encantamientos por lo que añadir un componente expandible no era demasiado complicado.

Presiente que solo debe dejarse llevar por sus deseos. ¿Qué deseaba? Era la pregunta que se había hecho durante la prueba y su respuesta fue: conocimiento. Sin embargo, ¿qué objeto mágico podría darle conocimiento? ¿un grimorio con conocimiento arcano de la época de Haiyara? ¿Podría conseguirlo el mineral? Lo duda, y lo duda mucho. ¿Entonces? Su objetivo, de tener aquella información y sabiduría, era para poder proteger a su familia. ¿Un escudo? Ya posee un Escudo de Krygten y duda poder estar todo el día cerca de su familia para protegerlos.

...

¿Y si pudiera llevar a mi familia a todos lados conmigo si se diera la necesidad? Si el poder del éter viene principalmente de los pensamientos ¿no debería relacionarlo con ello? ¿qué sabía sobre la mente? Sabía mucho y, por ello, también reconocía que había mucho más por saber. Sin embargo, poseía conocimientos en Legeremancia y Oclumancia, por lo que los pensamientos eran un lugar conocido para él. Todavía podía recordar cuando durante la enseñanza de Rosalía había quedado varado, junto a otros estudiantes, en la mente de otro compañero. Era como un mundo tortuoso y complicado de navegar, pero que al fin y al cabo, era un mundo que tenía belleza cuando se le deja de temer. Si hacía un paralelo, aquella experiencia y su vivencia en Eteria eran bastantes similares.

Es en esa verborrea poco conexa y bastante divagante, que Goderic decide las directrices que tomará para crear su objeto. Usa el Haz de la noche en combinación con Videncia y explica, demuestra e instruye al mineral el cómo crear un portal hacia el futuro. Repite el mismo proceso al combinar el haz con Runas antiguas e Historia de la magia. Sorprendentemente -pues no sabía si iba a funcionar- el mineral comienza a mostrar signos de movimiento, aunque uno bastante lento.

» Si se puede viajar al presente, pasado, futuro y al mundo de los muertos ¿por qué no se puede viajar a nuestra propia mente?

En rápida sucesión, comienza a realizar distintos poderes y magias. Primero, utiliza Phantom y con ello demuestra su competencia en el Control de energía interna, volviéndose incorpóreo por un breve tiempo. Continúa con demostrar su poder Escendia, con el cual podía tomar el control y posesión de un objeto o ser vivo que estuviera alrededor. Luego, invoca una Necrohand -poder que puede realizar gracias al Aura de poder- para continuar con la incorporeidad finalizando con una poción incorpórea y un Salvaguarda Mágica.

Su mineral ya había tomado forma circular, reduciéndose poco a poco hasta tomar el tamaño y estructura de un anillo con distintas runas. Sin embargo, parecía incompleta. Fūsiō murmura cuando un dolor insoportable embarga su cuerpo. Odiaba utilizar aquél hechizo porque ponía a prueba su capacidad mental y mágica, pero sobre todo ponía a prueba su tolerancia al dolor. Siente como el hielo maldito, recorre cada vena y cada fibra de su ser. Imbuye la misma esencia en el anillo hasta que el mineral comienza a formar una especie de joya de color tornasol y el aro se vuelve de un negro completamente oscuro.

Al momento que finaliza su creación, cuando el efecto del Fūsiō se acaba, su videncia se hace presente con una visión -o lo que él cree que es una visión- del uso del objeto creado. Siempre que quisiera podría ingresar de forma física a su propia mente. Por supuesto, también podría llevar a cualquiera que se encontrase dentro de cinco metros de distancia. Un método de escape bastante efectivo, pues era, básicamente, entrar a un plano que nadie más podría entrar. Su cuerpo -y el de sus acompañantes- se volverían similares a una escultura de hielo, se derritirían al segundo y así aparecerían en aquel otro mundo o plano.

Además, siempre que tuviera contacto físico o visual con su objetivo, también podría ingresar en mentes ajenas. Por supuesto, no ingresaría en una mente de un oclumante o los riesgos serían demasiados altos. ¿Qué haría dentro? Pues lo investigaría cuando llegase el momento, pero confiaba que rociar una poción de odio dentro podría causar depresión al mago poseído. No duda que como miembro del SMS, tuviese bastantes mentes para probar ya sea como interrogador o como torturador.

Sin sentarse a descansar, envía un patronus para comunicarse con Emily y compartir experiencias. No sabe qué hacer con el anillo, pero decide dejarlo en el barco bajo protección estricta. Mientras espera una respuesta a su patronus, observa el anillo con detención tratando de descifrar las distintas marcas y runas en el aro.

¿Deberíamos destruir el portal de Stonehenge?.— murmura tras un nuevo aviso en la radio de mantenerse alejado del lugar.

— ... Sí

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Mica Burke — Finalista — Plaeria

- Mansión Gryffindor-

Comprendió que estaba exagerando un poco en sus intentos de asegurarse de que estuviese bien, sin embargo, sentía que era necesario tener esa certeza, pues, tras el ataque de Ludwig, sentía que estaba aún más sola de lo que pensaba. ¿Acaso los miembros de la Orden empezaban a revelarse contra su autoridad? ¿Acaso hasta sus amigos más íntimos estarían pronto en su contra? Bueno, al menos Ludwig parecía estarlo ahora, al punto de intentar acabar con su vida frente a testigos…

Se sintió raro el hecho de que Mael no la apartara apenas se empezase a incorporar. Era una reacción casi natural del mago el quererla cuan lejos fuera posible. ¿Se estaría acostumbrando de a poco a su presencia? O, tal vez, su mente en ese momento estaba puesta más bien en algo más, pues la condujo hacia el sitio en que hasta hacía muy poco estaban poco a tiempo atrás las esferas. Éstas, habían sufrido el daño irreparable del Fuego Maldito.

Oyó a Mael disculparse y explicar el por qué de su hechizo. Negó lentamente con la cabeza, no era momento de buscar culpables, sino la forma de contener lo que aquellas esferas contenían hasta el momento, había que protegerlo como fuere y moverse de allí para buscar darle un uso, antes de que fuese tarde también para ello.

Vio la chispa en la varita de Mael, intentando deshacer el daño, pero tan solo el cristal se vio reparado, los minerales no volverían a ser los mismos. El patriarca Gryffindor tenía toda la razón: deberían transformarlos en algo nuevo si no querían perder aquello que tanto les había costado conseguir.

-Lograremos hacerlo, buscaremos la manera -aseguró, confiaba en que si se unían lograrían modificar aquella magia, canalizarla para lograr capturar su esencia en objetos. Pero ¿qué? ¿Y cómo lo harían? Necesitaban tiempo, necesitaban investigar. -Espérame. – murmuró y se puso de pie, corriendo hacia el interior de la Mansión.

Llevaba muchos meses sin acercarse al lugar, pero ignoró sus sentimientos, no era momento de dejarse paralizar por sus emociones. Subió las escaleras y se dirigió hacia la biblioteca familiar. Buscó entre los grandes tomos allí contenidos escogiendo uno puntual, escrito en Runas Antiguas. Utilizaría sus conocimientos para poder traducir los caracteres. También era conocedora de la Historia de la Magia, pudiendo gracias a ello contextualizar el contenido del libro.

Rebuscó en las páginas, eran viejos escritos que explicaban la conformación experimental de algunos objetos. Había conseguido ese tomo en un intercambio en Fabricantes y lo había llevado hacia la biblioteca por el interés que le había despertado. Estaba segura de que muchos de los prototipos que estaban en esas páginas eran realizables y, también, potenciables con la magia que intentaban transformar.

“Susurrador” encontró la página que buscaba. La misma mostraba una mezcla de tubo de metal con silbato, recomendaba hacerlo de plata… aquel artefacto había llamado su atención desde el principio, ya que permitía que su dueño pudiese dirigir mensajes a quienes quisiera por medio del viento.

Llevó el tomo al exterior, donde había pedido a Mael que la aguarde. Le tendió el libraco para que lo inspeccione. -Tiene grandes ideas, tal vez haya algo que te sea de utilidad- dijo dejándose caer en el pasto.

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Darla Potter Black – Finalista - Vulkos - cedido por Kimberly Black

Kimberly Black en el Ministerio de Magia con @ Rory Despard  y @ Adrian Wild  Kim-1.png

La puerta del despacho se ha abierto y el Despard los recibe tanto a ella como al Wild. Kimberly sonríe y tras saludar al Ministro hace un gesto de asentimiento hacia su agradecimiento.  Mientras cubra el lugar que la Potter Black tiene en el Ministerio, como su mano derecha que ha sido desde que se encontraron va a cumplir sus funciones a costa de lo que sea. Solo espera que a la pelirroja le esté yendo bien con el material de Vulkos.

La rubia observa con curiosidad al Ministro de Magia, Darla le ha hablado de él y su experiencia a su lado. Le sorprende que el reconocido miembro de la Orden del Fénix sea en cierta forma un hombre tímido según le ha dicho la pelirroja. Parece mostrarlo ahora, como si tuviera una indecisión que lo mantuviera en silencio, se pregunta si esa es la misma situación que ha vivido en su momento la Potter Black en la mansión Potter, aunque no tiene idea cómo puede hablar de una mansión cuando la casa de los Potter estaba en ruinas.

La llegada de la secretaria con té y galletas parece relajar el momento, Kim acepta por cortesía la taza pero rechaza las galletas, no siente hambre, ha cazado en la noche. Sin embargo no ha dejado de notar la leve inspección a la que ha sido sometida, sus ojos azules se posan en los del Despard. Frunce el ceño, Darla ha tenido que escapar de los GRINCH, su equipo ha sido más peligroso de lo que se pudiera pensar, así lo ha notado la más poderosa bruja, sí, aunque ella siempre ha tenido perfil bajo, Kimberly es consciente de que los estudios de su compañera la han llevado a tener un alto grado de conocimientos y habilidades que maneja con la gracia pero a su vez discreción de todos los miembros de su familia aumentados quizás incluso por la presencia del alma de la Akane en ella.

La confirmación de que tanto Whisper como Wild andan investigando sobre los poseedores de las esferas de minerales de los planetas deja a Kimberly satisfecha pero solo a medias. No tiene interés en que se sepa que ella ha traído dos esferas, y que aunque una de ellas no reacciona, al igual que la de Darla, la otra está en plena “ebullición” se podría decir. Claro que ella aún no sabe que ya no es una esfera de mineral de Vulkos lo que está en “manos” de Darla, ni que ese es estar en manos de ella es literal.

—Creo que pensar que la magia de los nuevos planetas es algo malo no es la mejor opción —comenta Kim mientras observa el remolino que la cucharita produce en el interior de su taza de té  mientras la revuelve —porque debemos reconocer que es magia lo que ha dado vida a cada uno de esos mundos, con sus condiciones extremas, quizás ha sido de esa manera como ha nacido nuestro planeta o, quizás, como algunos suponen, hemos llevado esa vida a través del tiempo y el espacio, porque, después de todo...  —su mirada se levanta y se posa en los ojos del Despard —después de todo los jóvenes que perdieron el objeto mágico que abrió los portales, lo encontraron en nuestro planeta, creo que es a la bruja que le les “robó” dicho instrumento es a la que debemos buscar, según mis fuentes ingresó a Plaeria, pero nadie me ha sabido confirmar si ha regresado o no, empieza por allí Despard, déjame enviar un grupo de magos y brujas entrenados junto a los miembros de las agencias espaciales muggles, podemos obtener más información allí —claro que sabía bien por Darla que Plaeria, al igual que Vulkos, no eran los planetas más amigables del universo.

La rubia guardó silencio esperando las respuestas y reacciones de ambos hombres mientras ella disfrutaba del sabor del té que les había hecho servir el Señor Ministro. Su mente estaba protegida con oclumancia pues no quería mostrarle nada de lo que ella misma sabía de cada planeta y lo que había obtenido en él.  

Darla Potter Black en los jardines secretos de House of BooksDarla-1-2022.png

Lualú había traído la Nimbus 3000 pero ya no había intentado convencerla, solo le informó que Leto se ocuparía de intentar contactar al Linmer. Ella asintió y tras acomodar en sus ropas la varita, el bolso de piel de moke con varios objetos mágicos que le resultarían necesarios seguramente, como la Poción Agudizadora de ingenio que había bebido para poder obtener mejores ideas de cómo manipular la esfera, ahora devenida en pulsera dragón, la poción incorpórea que serviría para cualquier necesidad y urgencia, lo mismo que la poción vigorizante.

Tras aplicarse un impervius a la ropa, se subió a la escoba y dando una patada en el suelo con sus borcegos se elevó ante la mirada de la su elfina, de la cual se despidió con un gesto de la mano, comenzando el peligroso vuelo hacia Ottery St. Catchpole.  En ese momento recordó que podría haber utilizado los espejos comunicadores para hablar con Sean y mostrarle lo que era ahora la esfera. Ya se lo había dicho el Águila de la Sabiduría que llevaba ahora en su bolsillo, debía confiar más en sus instintos. Si fuera por eso no habría dejado en el pensadero uno de los recuerdos de su viaje a Plearia para saber qué había fallado. No había querido utilizar la bola de cristal por más que la había comparado con la esfera y salvado de que se quemara, pero sí había tomado varias fotografías con la cámara de fotos mágica sobre cada etapa de su investigación.

Cuando una ventisca sacudió la escoba, sacándola de sus pensamientos, lamentó no haberse subido al Ford Anglia, estaría seca y fuera del alcance de los rayos que aún parecían caer en diversas áreas de la ciudad, pero como habían dicho sus elfos, se concentraban en las cercanías de la Gryffindor.

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Y entonces todo a su alrededor desapareció, Cillian había perdido el conocimiento una vez más.

Desde el evento de la Gala de San Valentín aquellos desmayos se habían vuelto menos comunes, pero no por ello quería decir que habían desaparecido. Si bien el rubio había perdido el conocimiento por completo, aquello no duro más de un par de segundos ya que de un momento a otro comenzó a tener conciencia sobre lo que pasaba a su alrededor aún cuando no pudiera tomar el control de su propio cuerpo.

De un momento a otro habían pasado de estar en el recibidor del Castillo Haughton a estar de nuevo en su habitación, Benjamín se había encargado de llevarlo hasta ahí y recostarlo sobre su cama. Una vez en su cama, Cillian pudo sentir como aquel mago acercaba una pequeña botella a sus labios y entonces…

¿Qué demonios estaba pasando? La poción aún no surgía ningún efecto en él así que lo único que podía hacer era contemplar lo que pasaba a su alrededor como si de una película se tratara. ¿Por qué Ludwig estaba diciendo todo aquello? ¿Por qué parecía haber perdido por completo la razón? Hacía ya un par de días que no lo veía, si bien habían prometido que aquella enfermedad no los separaría, lo cierto es que estaba haciendo junto lo contrario ya que mientras Cillian se aferraba a no salir de su habitación, su prometido se había empeñado en buscar una cura para su enfermedad.

Aquello que estaba sucediendo justo en ese momento era lo último que Cillian se había esperado, ya que de haberlo sabido con anterioridad hubiera preferido morir que verse involucrado en todo aquello. ¿Qué demonios sucedía con el mundo mágico? ¿Por qué las cosas no volvían simplemente a ser tan sencillas como lo era años atrás? Si bien sabía que su vida nunca había sido sencilla, por lo menos nunca se había metido en tantos problemas como en los últimos meses.

Sin embargo, Cillian no podía negar que era feliz.

Y era por esa felicidad por la que sabía que tenía luchar y superar cualquier obstáculo que se atraverasa en su camino. Poco a poco la poción que Whisper había vertido entre sus labios comenzaba a hacer efecto, Cillian podía sentir como comenzaba a recuperar el control sobre su cuerpo. ¿Pero de qué servía ya en ese momento? ¿Cómo podría detener todo lo que estaba sucediendo a su alrededor? Cillian no sabía aún sobre Mordred, pero intuía que existía algo detrás de todo aquello que sería sin duda un gran problema.

- Ludwig no debe sufrir ningún daño -murmuró apenas logró recuperar el control sobre su cuerpo. Aún no se sentía del todo bien, pero por lo menos tenía la fuerza para ponerse de nuevo en pie-. No sé que es lo que esta ocurriendo, no sé porque demonios el est****o de mi prometido esta en ese estado, pero por favor… Él no debe sufrir ningún daño aún si eso quiere decir que yo deba hacerlo.

¿Qué más daba ponerse en peligro? Al fin y al cabo, su muerte estaba cerca.

@ Rory Despard  @ Ludwig Malfoy Haughton

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Anthony Ryvak Dracony - Finalista - Mineral Éter del planeta Eteria

El joven mago salió del portal, el paisaje boscoso parece adecuado para el plan de Ryvak, el mago saca sus botas de siete leguas para calzarlas, después hace levitar su baúl para llevarlo más fácilmente, corre entre los árboles a propósito, antes, en el pasado, tuvo que hacer una acción evasiva de similar naturaleza. Cuando hubo recorrido unas 21 leguas se detuvo para luego desaparecer girando sobre si mismo, marchaba a otra dirección, está vez a un acantilado de frente a la costa, no es por indecisión de a donde ir, sino para perder a quien le quiera seguir la pista, invocó tres gruesas cuerdas con Incárcerus para atar al baúl a su persona, luego se acerco a la orilla del acantilado y avanzó con decisión arrojándose a las aguas, ahí uso la animagia, habilidad adquirida años atrás. 

Transformado en tiburón blanco, le fue posible viajar a nado a gran velocidad arrastrado el baúl, pero lo mejor es que es imposible que le sigan el rastro al ser solo una criatura marina. De ese modo llegó a la costa de Edimburgo, volvió a su forma humana dentro del agua, nadando hasta la playa, apenas se encontró pisando sobre la arena, hizo una concentración profunda, el aire comenzó a chasquear ante él y se fue llenando de una sustancia líquida que, sin embargo, fue tomando un matiz etéreo de color verde. Destellaba de vez en cuando, al cabo de unos segundos, cubría espacio suficiente como para dar paso al joven peliverde con su baúl, el portal es estable  para llegar a su destino. Al menos está seguro de que no se tiene noticia sobre el antiguo lugar.

Ryvak salió del portal, el lugar que visitó con su mentora, Anne Gaunt, el cuál sigue intacto, la entrada de piedra es la de una gruta muy antigua, que hace más de cientos de años que alguien había adaptado como forja. Lo primero que se ve al entrar y recorrer algunos metros al interior, son varias cambios de dirección, Dracony usa Lumus para guiarse por el camino con varias curvas que hacen pensar que se trata de un laberinto, lo cual ayuda a desanimar a los futuros curiosos que pudieran tener intención de explorar la gruta, el joven mago no olvida usar el hechizo de Obliteración, para asegurarse de no dejar huellas de su andar y cualquier otra pista. Anthony sigue el camino tomando las bifurcaciones correctas que la bruja le enseño (y evitar las trampas), así Ryvak llega hasta la ancha estancia natural en la que el sendero desemboca, parece una especie de enorme chimenea excavada en la piedra. La estancia esta iluminada con fuego mágico y no se apaga de forma natural. Había un sinfín de herramientas, estantes y mesas de trabajo. Pero todas tienen la pinta de haber sido abandonadas hacia mucho tiempo atrás.  

El ojimiel sabe por Anne, que esta forja mágica está en desuso desde hace mucho tiempo, pero la intención del joven mago, es emplearla precisamente para trabajar con el mineral que consiguió en aquel planeta llamado Eterea. Ryvak se instala lo más pronto posible, coloca su baúl de siete cerrojos junto a uno de los estantes que contiene más herramientas y fue sacando el modelo 3D y el material extra.

Fue entonces cuando saco la esfera traslúcida y le echo una mirada más detenidamente, en el interior se arremolina graciosamente aquellos colores que parecen aire o algo intangible... lo que le hace pensar a Dracony en un huevo... -- "un cascarón que protege lo que hay en el interior..."-- Piensa el joven y pasa su mano por la superficie de la esfera.

Tendrá que modificar lo que antes tuvo planeado, así que comenzó a trabajar en crear un molde negativo al que ya tiene hecho, se requiere de ambos para llegar a concretar la elaboración del objeto mágico que desea crear. 

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