Minerales elementales

[Anthony R. Dracony M.]

Anthony Ryvak Dracony - Finalista - Mineral de Éter del planeta Eteria

 

El mago de ojos miel recupero su baúl de siete cerrojos, en la gruta donde lo había resguardado con la ayuda del Amuleto Antirrobo, por lo que nada le paso a sus pertenencias mágicas durante aquel día tan significativo en que el joven mago lo empleo para practicar a controlar el poder del mineral del éter que por ahora tiene en su poder, Anthony si que tiene mucho que pensar...

Le agrada bastante llegar con rapidez a la habitación de su hotel por medio de un portal mágico... al estar activo el hechizo de anti-aparición, en el local no podría aparecerse nadie fuera de Cindy y él mismo, además de contar con el espejo deflactante que es un seguro de defensa bastante poderoso.

Su elfo Elian se sorprendió al verlo nuevamente en la habitación del cuarto piso, hacia medio año que no iba por ahí pero solo porque Ryvak confía mucho en sus amigos que se encargan de administrar y atender todo. El peliverde solicito un té y unas pastas al elfo, si que tenía hambre y era mejor pensar con el apetito satisfecho.

Se acomodó en un sillón, ahora con calma y la tranquilidad de la noche, su pensamiento se aclara en tal forma, que le parece que su instinto siempre le guio, claro que Viviana le diría que se trata de su innata habilidad la que le permite controlar la magia que emana del mineral éter. Dracony está deseoso de encontrar nuevamente a su guía, haber dejado de lado su aprendizaje y la tarea de descubrir las fuerzas de sincronicidad por dedicarse a detectar magos afines a él, no le han permitido avanzar para obtener el control de su habilidad.

En su rostro se dibuja una suave sonrisa, aunque no fue totalmente consciente, su éxito para obtener el mineral de Eteria, tiene relación directa con su poder de la visualización y el pensamiento... es bien sabido que no hay algo más misterioso que la magia antigua, Viviana siempre se lo ha recalcado, no es algo que sea sencillo de comprender. Anthony continúa visualizando el dragón negro, al que suponía vivo en su alma, pero ahora cree que se trata de un guía ancestral, necesita escucharlo, seguramente su fuerza emana de aquello que es invisible pero al mismo tiempo es devastador si no es debidamente controlado y dirigido.

Anthony está satisfecho, ahora que el mineral de éter tiene otra apariencia, poco a poco se dedicará a aprender sobre él y su poder, después de todo "Todo aprendizaje requiere paciencia" no ha cambiado de idea sobre acudir a una de las fuentes mágicas primordiales para usar el mineral del éter y embutirla de su magia para que fluya en el mundo y dote a los magos y a las cosas mágicas de magia.

Le gustaría ir de inmediato a Castellobruxo, ya que Stonehenge debe encontrarse "bajo la lupa de un sin número de observadores e interesados"... pero mejor ir con cautela, puesto que aún le falta controlarla del todo, su buena intención, acabaría siendo todo lo contrario...  

[Cillian Haughton]

Si se suponía que lo que el rubio estaba buscando era mantener a su protegido a salvo, no parecía estarlo haciendo del todo bien. ¿Por qué demonios siempre terminaba bloqueado en aquel tipo de situaciones? Sabía que no era débil, era todo menos eso…. Pero aún así cuando algo de aquella magnitud sucedía, el no podía mas que actuar como un extraño tipo de observador que a pesar de poder intervenir en todo aquello, no lo hacía.

Cillian estaba atónito ante aquella escena en la que Whisper, sin esperarlo, se había visto involucrado y de momento parecía llevar el control de todo lo que sucedía. ¿Quién era ese niño y porque era tan peligroso? Intentaba recordar algo, había algo en su memoria que luchaba por mantenerse oculto, pero algo le decía que aquel pequeño mago tenía algún tipo de relación con él en el pasado.

Y entonces, lo siguiente pareció suceder en solo un segundo, se sentía completamente bien. Ludwig había destruido aquel extraño libro que Deschain había dejado caer sin querer mientras levitaba de cabeza. ¿Cómo es que la destrucción de aquel libro había terminado con todo? Ludwig se lo había dicho hacía solo un par de minutos, pero todo lo que acaba de suceder tenía la mente del rubio un tanto confundida y no terminaba de comprender aquella situación del todo.

- Lud… -En ese momento lo único que Cillian quería era abrazarlo y olvidarse de todo, pero sabía que no era el momento. Intentó separarse un poco de su prometido, pero su cuerpo no se lo permitía. Desvió su mirada hacia Whisper quien parecía seguir esperando respuestas-. ¿Quién es él y porque…? ¿Por qué estaba enfermo por su culpa?

Whisper no era el único que quería respuestas, pero las mismas tendrían que esperar porque justo en un descuido del trío, Mordred logró liberarse y sin más realizó un ataque hacia Cillian que de nuevo se encontraba en una situación algo critica ya que el efecto del Sectusempra había logrado impactar del todo.

- Debes detenerlo, Ludwig… Tienes que terminar con todo esto, Whisper se encargará de mí -fue lo último que Cillian logró decir antes de caer inconsciente una vez más.

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Rory Despard

[Anthony R. Dracony M.]

 

El mago Anthony se pregunta sobre que acontece con sus conocidos, los vecinos de los locales en Diagón, incluso se pregunta por sus  familiares (el re-encuentro de magos y brujas de la familia Malfoy, los que son parientes de parte de su madre Danny Malfoy) con tanto "jaleo" y el requerimiento de actuar en secreto, no ha tenido ocasión de estar al día respecto a como se encuentran... ahora siente algo de preocupación, prácticamente ha transcurrido un ciclo lunar de que se vieron en el tren... podrían encontrarse en dificultades.

Esperando que halla quedado fuera del radar de aquellos interesados en la esfera traslúcida, supone que es necesario enterarse de como van las cosas. ¿El Profeta estará haciendo circular la información? habrá que averiguar si es así, aunque puede enviar a uno de sus elfos a la Mansión Malfoy...

Ryvak podría enviar una misiva e incluso acudir al Ministerio Mágico, pero no tiene idea a quien contactar fuera de Matt... con el que se ha distanciado al ya no pertenecer al personal Ministerial- que situación tan extraña, han habido tantos cambios en su vida desde hace un año... --"La vida continua, tendré que definir el camino que seguiré, no puedo delegar a otros esa decisión".

El peliverde termino de beber su infusión y determino que al día siguiente se dedicaría a averiguar sobre que ha acontecido en Londres y en Escocia.

[Matt Blackner]

En la PB

Cuando bajé al salón, con Freyja correteando entre mis pies y Elentari en brazos, medio dormida mientras agarraba con fuerza mi camisa, había tenido tiempo de recibir y leer un aviso del ministerio. Se convocaba al departamento de Accidentes (osea, a mi) para vigilar un extraño hallazgo en Stonehenge. Algo de unos minerales, planetas y un posible descubrimiento para el mundo mágico del cual se encargaría el departamento de Misterios. A nosotros nos querían para vigilar y mediar con los muggles que pudieran curiosear por la zona.

 

Pensaba que hacer, no por el viaje, sino porque no quería pasar demasiado tiempo fuera. Sagitas y Jack la cuidarían, claro, no me quedaba ninguna duda, pero no me quedaba tranquilo pasando mucho tiempo lejos. Tal vez podría pedir ayuda a @ Xell Vladimir Potter Black  o  a @ Helike R V PB . Aunque ya no fueran parte de Accidentes, sabían como funcionaba el trabajo del departamento.

 

Ni siquiera me di cuenta de que Sagitas estaba allí, sosteniendo una taza de azúcar manchado de café, mientras preparaba un vaso de leche caliente para la enana con la mano libre. Aun le costaba beber, asi que utilizaba uno con asa para que pudiera sujetarlo sola...aunqeu ni por esas lograba que no se manchara de alguna forma. Su saludo me sobresaltó, lo que hizo que la pequeña riese a carcajadas. Me giré, mirándola con la ceja alzada, dejando a la pequeña con su abuela.

- Ya....si, vi su solicitud hace un par de días en mi mesa. - contesté, sirviéndome una taza de café. - Que suerte ha tenido de solicitar el puesto justo esta semana. Creo que es la primera vez que trabajaremos fuera en....no recuerdo cuanto tiempo. - me acerqué a la mesa, con mi taza en una mano y el vaso de leche en la otra, que no solté hasta asegurarme que Elentari lo tenía bien sujeto. - Hoy Jack y tu tendréis que quedaros con ella. Tengo que salir y no se cuanto tardaré en volver a casa. 

[Mael Blackfyre]

Mael Blackfyre — Finalista — Plaeria

Mansión Gryffindor.
El caos que había reinado en los terrenos de la mansión Gryffindor, habían desaparecido en cuanto el mineral de Plaeria fue contenido de nuevo. Aun así, el cielo se conservaba de un gris plomizo a punto de despedir una ligera lluvia, al parecer Plaeria había llamado a la naturaleza a que se mantuviera con aquel clima. Pero el nuevo Talismán de Alas de Astaroth, parecía ser suficiente para contener aquellas tormentas devastadoras que habían invadido los terrenos de la Gryffindor.

Apreté con dos dedos el talismán contra mi pecho mientras descendía al suelo y apoyaba mis pies sobre el suelo firmen. Las alas se desactivaron y desaparecieron. Era una sensación extraña, porque al momento de aparecer, parecían como si salieran de verdad de mis omóplatos y se movieran a mi voluntad. Aún con la ropa. Sospechaba que eso no iba a ser barrera alguna tuviera lo que tuviera puesto. Miré a Mica con los ojos abiertos de sorpresa, ella había logrado transformar su magia en aquel aparato. ¡Y era increíble! La había podido escuchar como si me hubiera hablado pegada a mi oreja.

— Es un objeto muy valioso y útil —caminando unos pasos a su lado mientras observaba a nuestro alrededor—. ¿Estás bien? ¿Qué le ha pasado a ése inút1l? Por su bien, espero no volverme a cruzar nuevamente con el Malfoy, porque se las verá conmigo —le pregunte a Mica, porque el mago había atacado por sus espaldas pero había huido demasiado rápido. Volví a hablar mientras guardaba el talismán entre las telas de mi ropa—. ¿Crees que los daños ocasionados en los terrenos tienen arreglo? No creo que la mansión haya sufrido algo, pero de haberla activado dentro, ahora estaríamos parados sobre ruinas.

[Melrose Moody]

Melrose Moody – Finalista – Oceanía

Templo Paladín - Orden de la Mano de Plata

El templo paladín no era para ella un lugar sagrado, al menos no en el sentido en que lo era para muchos y, tal vez, la mayoría de paladines. Era para ella un espacio en donde podía sentir una mayor conexión con el Dios. Llamarlo de esa forma la hacía sentir extraña: no era una fé, como la de Rory Despard y tampoco era un dogma. Melrose no había conocido de esas cosas al crecer y no entendía cómo alguien podía cargar con ellas en su vida. Sin embargo, ella había sido partícipe de la manifestación de los poderes del Dios del Trueno, así que no le era indiferente. Era difícil de explicar. 

El sudor corría por su cara en un reguero y las gotas caían al suelo o se quedaban en el casco de soldadura. Cuando golpeaba con el martillo, la fuerza de la herramienta hacía que su brazo sintiera un temblor agradable. La bruja jamás se había aplicado en esa clase de trabajo, con ese nivel de concentración, tan ensimismada en lo suyo que parecía estar en otro lugar. A medida que el metal tomaba forma, tan puro y desconocido para el mundo -pues Melrose lo había obtenido en el cráter de un meteorito como parte de sus investigaciones-, la bruja se daba cuenta de que estaba creando algo que no tenía precedente. Le producía una emoción demasiado grande en la boca del estómago, que la instigaba a continuar con un ahínco inusitado.

A medida que replicaba más y más la bola de oro que guardaba de muestra en un espacio más fresco, el material parecía volverse más y más maleable. Golpeaba, calentaba, hundía en el agua. El proceso era lento y fatigoso ¿estarían otros portadores de ese mineral trabajando metales como ella? ¿Estarían acaso ensimismados en otro tipo de investigaciones? El olor acre del metal siendo trabajado hacía que tuviera que tomarse descansos cada vez más constantes.

La bruja no se había atrevido a pedir la ayuda del Æsir, así que no estaba segura de estar lográndolo. Golpeaba, ahuecaba el interior para permitir el ingreso del material que iba encerrar y medía y volvía a medir. Richard le había dado los números precisos, Catherine había ejecutado un pequeño modelo a escala. Además, ambos le habían diseñado una capa adicional de compresión, que rodeaba la esfera para que, en la parte media entre el hoyo del interior y la primera cubierta, pudiera canalizar la magia del trueno y la arena mágica del desierto que sellarían la bola. Luego, estaba la capa externa, que terminaba de comprimirlo todo. Asegurarse de que no hubiera posibilidad alguna de fuga hacia el exterior, totalmente hermético. 

Cuando por fin, la bruja se dio cuenta de que había obtenido lo que necesitaba no solo había golpeado el metal, retirado el contenido del interior y dado forma a la esfera, si no también diseñado el compartimiento adicional para poder colocar en ese espacio, de una esfera de mayores dimensiones, la capa de magia del trueno y arena mágica del desierto. Sin embargo, no podía sellarlo allí. 

Se limpió el rostro con una toalla, informó al Æsir que había terminado y se retiró sin dar mayores explicaciones. Richard la esperaba en ese húmedo sótano, paseando de un lado al otro. Estarían allí, cuando el sellado concluyese. 

Sótano de Luss 

Con Catherine y Richard Moody

-¿Estas lista?

La bruja asintió. No sabía lo que era estar lista para una cosa así y no importaba, porque tendría que hacerlo de todos modos. Richard le había dicho que tenía que asegurarse de hacerlo bien y que tendría que considerar una forma de fijar la arena: para eso era la magia del trueno. También estaba la posibilidad de que no funcionase. Por eso, tendría que existir una clavija metálica muy delgada, que le permitiera renovar el sello externo en caso el asunto fallara. Melrose estaba mareada y muy cansada ¿realmente funcionaría?

Editado 4 de Abril del 2022 por Melrose Moody

[Mica Gryffindor]

Mica Burke— Finalista — Plaeria

Mansión Gryffindor

Observó el vuelo de Mael maravillada. ¿En qué circunstancias podría aplicar ese objeto? Se le ocurrían miles de posibilidades. Admiraba la creatividad del joven, ella había necesitado recurrir a un libro antiguo y a una idea que se había instalado en su cabeza hacía mucho tiempo, en cambio él lo había creado de la nada. Sonrió sin darse cuenta, aunque intentó corregir su gesto apenas pudo, para no ser juzgada por el mago.

Él había halagado también su objeto y sintió un momento de orgullo por lograrlo. El éxito del momento la había llevado a olvidar el ataque sufrido apenas horas antes. Recordarlo le produjo un dolor que no era físico, volvía a pensar que había sido traicionada por una de las personas de mayor confianza en su bando… por su amigo, por Ludwig. Había sabido guardar su secreto en su momento, le había dado lugar tanto en el bando como en su casa y ¿así le respondía? ¿Acaso la Orden intentaba librarse de ella? La pregunta se instaló en su mente por primera vez.

-Estoy bien, creo… no me lo esperaba, no de él. -se encogió de hombros. De pronto sentía que empezaba a perder a todos aquellos en quienes confiaba. -Espero que tengan solución… puedo ayudar si quieres- se ofreció, aunque estaba segura de que el patriarca Gryffindor la querría fuera de allí cuanto antes.

Colgó su susurrador con una cadena de su cuello, lo llevaría allí donde antes había llevado aquellos fénix plateados, los mismos que había depositado en el ataúd de su hermano durante su funeral.

No quería marcharse, no tenía a dónde ir sin que los malos recuerdos o sus dudas la atacaran. Pero comprendía que no tenía por qué seguir invadiendo un sitio que ya no era suyo, ni por qué perturbar los planes de Mael.

@ Mael Blackfyre

[Rory Despard]

Benjamin Whisper con @ Ludwig Malfoy Haughton  & @ Cillian Haughton

Los berridos del niño ensordecían a Ben y lo distrajeron lo suficiente para no notar la materialización de la daga del sacrificio en la mano del pequeño que de inmediato se infringió una herida en el muslo, provocando en el acto que una herida apareciera también en el suyo. Irritado por el punzante dolor, pero tan concentrado en la visión de su propia sangre derramada,  Whisper no notó el objeto que había caído cerca a Deschain, sino hasta quela daga kansho invocada por Ludwig rasgó la tablilla, que envuelta en una luz escarlata terminó quebrándose en dos.

Todo indicaba que el hombre al fin estaba recuperado y tras un abrazo efusivo a Cillian, explicó que aquel objeto maldito había sido el culpable todo ese tiempo del raro mal del rubio. Ben no estaba seguro que fuera el mejor momento para esas muestras efusivas de cariño que ambos se prodigaban, pero no dijo nada, y apenas ladeó la cabeza al escuchar la disculpa de Malfoy, pensando en que no era tanto una molestia el suceso, como el hecho de que pudiera librarse rápidamente de él para seguir tras la pista del resto de minerales. Lamentablemente, tras curarse con un episkey la herida provocada, al ver que el mocoso se alistaba para atacar de nuevo, supo de inmediato que la situación se complicaría un poco más. Pero contra sus sospechas, el tipo decidió atacar no a Ludwig , ni a él, sino a Cillian, asegurándose de que un sectusempra le impactase, aprovechando los poderes potenciados que daba la vara de cristal.

¡Como un demonio! ¿Cuánto es que finalmente le iba tomar salir de ahí?

— Maldita sea Malfoy, ¿será que te encargas de ese infeliz?- inclinándose hacia el cuerpo de Cillian, Benjamin tomó el pulso del mago para comprobar el nivel del daño alcanzado y entonces volvió a ver a Ludwig con cierta mezcla de rabia e impaciencia-  ¡hazlo de una vez, que yo me encargaré de curarlo!

No entendía realmente al italiano ¿De que valía realmente sus disculpas cuando por alguna clase de escrúpulo no exterminaba a ese sujeto capaz de ocupar el cuerpo de un niño? ¿Qué clase de vínculo era el que realmente compartía con aquel ente? La necesidad de tener respuestas ante cada una de esas nuevas conjeturas se hacía urgente, pero debía posponer todo ello ante la prioridad de tener que volver a salvar a Cillian, cuya sangre había alcanzado a la suya formando un charco en el suelo, y como si se tratase de un imán, había terminado haciendo que la esfera rodase hasta ella absorbiéndola del todo.

Dentro de lo infame, incluso tratándose de una escoria, Ben tenía que reconocer que el mago no había mentido respecto al requerimiento que ese peligroso objeto hacía. Pagos de sangre ni más ni menos le hacían pensar al asesor que definitivamente estaba frente a algo que generaría un grandísimo poder por lo que tenían que asegurarse que no quedase en manos de ese desquiciado. Estando tan cerca de ella, Ben tomó el objeto, sintiendo como un calor agradable invadía la palma de su mano, y lo guardó en el bolsillo de su gabardina, para enfocarse en curar a Cillian. 

Haughton seguía allí, mortalmente pálido, atravesado por esa multitud de cortes por los que su sangre lentamente seguía escurriendo, haciendo a ojos de Ben un bello contraste con su piel clara. Era este aspecto lacerado probablemente la más excitante imagen que iba tener nunca del mago, así que con una sonrisa, Whisper se aseguró de grabarla profundamente para sí, antes de inclinarse sobre él para a través de los poderes del curación y un nuevo episkey, detener la hemorragia y cerrar cada una de las heridas,  y luego sosteniéndolo con cuidado, llevarlo hasta su cama, en donde a los pocos segundos vio que finalmente reaccionaba.

— Te dije que tenías que andar con cuidado. Ahora te tocará tomar dos viales de poción reabastecedora de sangre por tu estupidez de no estar alerta a los ataques.

***

Rory Despard con Kimberly ( @ Darla Potter Black ) & @ Adrian Wild

Escuchar desde siempre se le dio mejor que hablar, así que Rory escucha paciente y concienzudamente primero a Kimberly, y luego a Adrian, cada uno con ideas que casi se contraponen, pues mientras la primera es partidaria de que vayan a Stonehenge y rastreen a la misteriosa mujer que dio inicio a todo eso, Wild muy en la línea de Whisper, desea investigar primero a los portadores de los minerales.

Cada uno tiene un punto, así que el propio Rory se siente dividido en lo que debería hacerse. Lo más sencillo podía ser que cada uno iniciase por su cuenta, ya con su autorización y recursos del gobierno puestos al servicio de la investigación, mas justo en ese momento, el mensaje que llega a Adrian termina definiendo la decisión de Despard. 

Si como todo este tiempo ha temido, los ataques hacia posibles portadores ha comenzado, sencillamente tienen que intervenir ahí.

— La magia como tal no es mala, es la intencionalidad nuestra la que pervierte un don. Y me encantaría ir directamente a desentrañar este misterio, pero creo que no hay misión más importante que salvaguardar la integridad de las personas. En todo caso, Kimberly - sus brillantes ojos azules observaron con fijeza a la bruja, dispuesto a dejarle en claro que la decisión última quedaba en sus manos- si deseas emprender la investigación en Stonehenge te creo más que capacitada para hacer frente a ello. Pero preferiría que nos acompañaras a la residencia Gryffindor a comprobar no solo la situación de los residentes de la casa, sino también toda pista aledaña que podamos encontrar. Con tu experiencia resolviendo casos, creo que harías toda la diferencia.

No era que despreciase a los informantes de Adrian o las capacidades de su equipo, pero Kimberly convivía en el día a día con misterios como ese, y Rory sabía que esa era una diferencia fundamental entre ella y personas como él y el director.

— En cualquier caso, creo que cuanto más tiempo perdamos aquí las cosas podrían ir a peor. Pero sea cual sea tu decisión, voy a respetarla.

Poniéndose de pie, Rory tomó su abrigo del perchero y acomodó su varita en el cinto, junto a un puñado de viales de pociones. Su secretaria, algo confusa, entraba en esos momentos a recoger la bandeja del té y Rory no tardó en ponerla al tanto de que todos sus compromisos para la tarde quedaban cancelados.

[Hessenordwood Crouch]

Hessenordwood Crouch – Finalista – Interia
-Entregó el mineral a Gurëndriel-

¿Debería él esperarse algo como esto siempre que hay visitas en casa? El historial de personas que han entrado a la casa con o sin invitación desde que él está a cargo de estas tierras le advierte que sí, pero simplemente Hess no puede terminar de acostumbrarse al modo en el que toda la calma de la casa se vuelve un completo caos cada vez que recibe a alguien nuevo. De todas formas, cortés y pacientemente escucha la petición de la muchachita. Sabe que, si no quiere empeorar las cosas por ahora, no debe preguntar el como y porqué es que ellas han llegado aquí sin previo aviso, al menos el mensaje nunca llegó.

No obstante, y en teoría, ellas son quienes se han colado al interior de los bosques de los Ollivander y si Hess se rige a alguno de todos esos protocolos sociales con los que familias como las de Harriet o la suya se encargan de adoctrinarlos, esperaría que por mínimo, a pesar del mal rato y que han venido a interrumpir en este sitio, las muchachitas pudieran mostrar aunque sea alguna clase de consideración y se mostraran mucho mas accesibles que exigentes.

Además, hay un letrero de advertencia en los límites de la propiedad, ¿no era así? como esperan entonces de él tal garantía mientras andan merodeando por todas partes tan descuidadamente. 

—Entiendo-, pero Hess piensa que ellas ya han pasado suficientes cosas por ahora como para que quieran sentarse a razonar de la misma forma en la que él lo está haciendo. —Mis señoras es lamentable el rato que han tenido que pasar, pero sabe usted muy bien señora Travers, que Gurëndriel ya no estará más a su servicio, ya hablamos de eso, no se trata de remuneración-, respondió tranquilamente mientras observaba el reloj de muñeca, sin duda hoy no podrá terminar pendientes administrativos, y toda esta faramalla dramática terminará por arruinar terriblemente el resto de su organizada agenda. 

Ciertamente lo que a Hess  limita a acceder a todo lo que ella le exige, es el simple hecho de que Ollivanders es también otro de sus clientes. Resultaba curioso, pero esto antes no le había pasado.

—Hessenordwood-, intervinó entonces el muchacho, tranquilo, pero había un ligero acento de emergencia en sus palabras. El demonio volvió entonces su mirada desde el aparato al joven rostro del mago que expresó en una mueca su preocupación. Debe ser que Hess ha estado ahí para él desde que Gurëndriel llegó, debe ser solo que ha estado demasiado tiempo entre estas personas tan extrañas, pero de alguna forma comprende el gesto sordo del niño.

—Por supuesto-, asiente con una ligera venia antes de volver la mirada casi transparente por la luz del sol. —Pero para compensar los inconvenientes que la incomoda hermanastra del señor Ollivander ha causado, el menor de la casa quiere recibirlas como se debe. Vayamos adentro y revisemos con más calma a ver qué se puede hacer con esa solicitud suya. Estoy seguro de que si me explica mejor por qué es que le urge tanto la presencia de mi muchacho entonces podré encontrarle un reemplazo más adecuado para usted.

—Por aquí, señoras. Bienvenidas-, los brujos escoltaron el camino que resta desde las orillas del estanque hasta la entrada de la heredad. 

… ... ...

 

—Se que no acostumbra esto mi señora, pero ya no queda ninguna vajilla completa-, los pálidos ojos de Hess se detuvieron en la extraña figura de Yanna detrás de la ventana, aun observando con saña al par de muchachitas.

El té se sirve en tazas de diferentes colecciones, algunas más antiguas que otras, otras solo un poco más grandes y con formas y diseños exagerados y otros más sobrios, pero la infusión de hierbas era la misma e inundó la gran sala de la casa con los aromas de la lavanda y la menta. En algún momento, mientras Hess ha ido a la cocina a preparar el agua, el mineral de Travers ha aparecido y desaparecido a su antojo en aquel salón en más de una ocasión. 

Gurën por su parte intentó aclarar a las brujas que corretear dentro de los pasillos de la casa, con la condición tan cambiante en la que se había mostrado desde que ellas entraron al edificio, podría resultar hasta peligroso, e incluso intentó sugerir algún ejercicio que hiciera que el mineral viniera a ellas y no al revés, pero la retroalimentación que Hattie le ofrece sobre lo que sabe de su propio mineral hace pensar al brujo que en realidad ella apenas le ha prestado el interés al curioso comportamiento del elemento.
 
—Hess, la señora Travers nos estaba explicando un poco más sobre la forma en la que se transformó el trozo de mineral que consiguió de aquel lugar al que fuimos transportados desde Stonehenge-, Gurën hacia un nuevo intento por capturar la pieza antes de que volviera a desaparecer. —Es muy diferente al nuestro, que ahora es un árbol-, señaló a las mujeres el lugar por donde Guillam iba entrando a la sala cargando el pequeño brote entre sus manos. —El de ella cambia de forma y aparece y desaparece a su antojo, ¿o es que pueden controlar en que se transforma y donde aparece?-,volvió a preguntar. 

—¿Recuerdas haber visto algo así en ese lugar al que fueron?-, preguntó Guillam.   

—Uhm, no, no como criaturas u objeto. Pero dentro de las cuevas, mientras bajábamos por los túneles, había algo que eran más bien como sonidos, que cambiaban de tal modo que podías imaginar que lo que fuera que los provocaba cambiaba así mismo su forma y podían oírse de un lugar y luego de otro-, tartamudeó casi al final. —Aunque bien pudo haber sido que estuvimos caminando en círculos-, ambos negaron descartando la idea. 
 
—Me imagino que usted tiene algo en mente Travers, ¿hay algo que quiera hacer con este mineral?

[Rory Despard]

Harriet Travers- Finalista- Interia 

¿Lo habían hablado? No, para Hattie el asunto estaba lejos de estar cerrado, pero no sé molestó en interrumpir a Hess, quien al menos como esperaba estaba ofreciendo las disculpas debidas. Sus ojos en cambio estaban puestos en Guren, pensando en si realmente él también había estado de acuerdo con todo eso.

Y es que la forma como ve que es tratado por los Ollivander dista ostensiblemente de la función y el trato que tenía en Hampshire. De las palabras del propio Hessen, parecía desprenderse una cercanía e involucramiento mayor de Guren a la familia Ollivander y Harriet cae en cuenta de repente que nunca preguntó al jovencito desde cuándo o a razón de qué es que él se vio envuelto con esa familia.

Tal vez ha tenido que venir hasta ahí para notar que efectivamente no es un asunto de dinero. Mas también, cuando Gurëndriel habla por fin, aún siendo una sola palabra, ella cree encontrar en la voluntad del muchacho para ayudarlas, el resquicio que le hace pensar que todavía tiene alguna carta para jugar en esa negociación dónde Grelliam Ollivander está llevándole ventaja. 

Por dentro, aquella casa no podía ser más diferente a lo que ella está acostumbrada que sean las residencias de las antiguas familias de Ottery. En más de una ocasión había escuchando incluso por boca de su abuelo de las grandes recepciones y convites que allí solían hacerse, pero no hay asomo de un salón de semejantes dimensiones a su paso, y el pasadizo por el que avanzan se le hace estrecho y agobiante, con todos esos crujidos tras las puertas cerradas, que invitan a imaginar las peores cosas del otro lado.

Como si no fuera suficiente, estando a poco de llegar a la cocina comedor, ver lo que parecía un zorro de lomo rojizo empujar con una pata una puerta para entrar a una habitación próxima, la termina de desencajar, de modo que recibe con gesto ausente la taza que le ha tendido Hessen, poco preocupada por primera vez, de que tenga tomar té en una vajilla tan simple, pero agradecida eso sí, que la maleante permanezca en los terrenos de la propiedad y no en el interior de la mansión.

— Es un té bastante bueno, se nota que la menta fue cortada en luna nueva, pues no opaca las notas de lavanda- un poco más reconstituida por el filtro de la paz que le ha agregado a la bebida, Hattie dejó la taza sobre la mesa - entonces Cleo ¿Desde cuándo sabías que el mineral tenía ese raro comportamiento y por qué no me dijiste nada?

La ama de llaves había estado silenciosa la mayor parte del tiempo, alternando gemidos apagados a intentos disimulados de limpiarse las lágrimas. Para ella no había peor afrenta de su señora que el hecho que hubiera tenido que recurrir a un filtro para serenarse, muy consciente de que lo último que necesitaba era protagonizar un exabrupto en la Heredad. Y si no fuera porque la propia Hattie no le quitaba los ojos de encima, bien podía haber intentado estrangular ahí mismo a Guren por comentar tan alegremente lo que ella había intentado aclararle que era un "secreto" entre ambos.

En fin, ya no tenía más sentido intentar ocultar el asunto, así que la muchacha ha ido compartiendo en el camino a la rubia heredera Travers, todas las formas que su mineral había adoptado hasta entonces que sumaban un total de 84 transformaciones.

— Uhm, 85 con ésta - musitó cuando el travieso elemento reapareció sobre la mesa, junto a las otras extravagantes tazas de la familia, aunque el brillo de un verde claro que le rodeaba la distinguía de los demás- ¿Se da cuenta como no tiene ninguna lógica? transformarse por puro gusto, eso es lo que parece hacer.

Hattie se quedó pensando en las palabras de Cleo, y también en lo que Guren le iba diciendo. No entendía de qué modo realmente podían controlar una magia que no era de ese mundo, pero coincidía con todos en que era un problema mayor si continuaba con ese despropósito de adoptar cualquier forma. Volvió a ver la taza entonces, que Guren había tomado para examinar queriendo ver si más allá del par de alas que tenía como agarraderas a ambos lados, había algo verdaderamente particular en el objeto, cuando de pronto, un recuerdo atravesó fugazmente por su cabeza.

Aturdida, parpadeó un par de veces, y vio como el mineral volvía a desaparecer de las manos del muchacho, en el preciso instante en que alguien más hacia su ingreso desde el corredor.

— Un árbol. Vaya, es un elemento muy estable Guren, que crece poco a poco, puede ser quebradizo al inicio y necesita muchos cuidados, pero luego es tan fuerte y robusto que puede darte sombra, reposo y refugio. 

Cleo sonrió por primera vez, desde que habían llegado a ese lugar. Fuera por los efectos de la poción o porque de alguna manera, la presencia del muchacho allí ejercía una inesperada influencia en Hattie, lo cierto es que ella lucía mucho más calmada de lo que había estado los últimos días en su hogar. Ella pensaba que únicamente podía ser esa calma la que hacía posible que estuviera allí contando sobre su amor por los árboles en voz alta, aun si en ese grupo, excepto por el chiquillo Guillam, todos eran ya personas en las que confiaba. Para Harriet, la tierra era el más importante bien que se tenía, y el deber de su legado mágico era hacerla más próspera de lo que lo habían conseguido hacerla sus antecesores.

Por eso vivía tan cómoda en su residencia, apartada de la ciudad donde a sus ojos "nada más que el chisme y la malediciencia" crecían, y en dónde todos los magos y brujas parecían haber olvidado el importante mandato de no solo ser de la élite sino manifestarlo cuidadosamente en cada aspecto de su vida, desde las ropas y las buenas costumbres, hasta como no, una propiedad que no solo fuera encanto vacío sino magia viva generando vida.

— La tierra de ese mundo tenía propiedades especiales ¿Recuerdas el tamaño descomunal de algunas plantas y frutos? incluso los animales eran robustos y esos sonidos en los túneles...no me extrañaría que la magia de la tierra fuera tan fuerte que diera poderes extra a las criaturas que vivían bajo ella ¿Poderes de transformación quizá?- Cleo a diferencia de su señora había echado en su bebida poción agudizadora de ingenio, intentando con ello alejar el malestar que la había sumido en el llanto por haber ocultado ese asunto a ella- ¿entonces a lo mejor la diferencia entre los minerales pueda ser porque uno proviene de la magia bajo la tierra y el otro de la magia sobre ella?

No parecía que eso resolviera por completo el enigma, pero al menos era una explicación pausible a la diferencia, a falta de otra mejor. Travers no había perdido palabra de lo que Cleo había ido diciendo, pero una parte de su mente se había quedado en la visión de la taza, movida por esa visión fugaz que ya no sabía si era un recuerdo o simplemente una ensoñación ¿Pero por qué? No podía explicarlo, pero tenía la corazonada de que el asunto podía ser determinante para entender del todo la naturaleza de su mineral.

— ¿Algo que quiera hacer con él? La verdad es que pensaba que la esfera era bella por si misma, pero para evitar problemas futuros pueda ser lo mejor examinarla - el ofrecimiento de Whisper respecto a que entregara el objeto a Misterios era más tentador a la luz de los acontecimientos, pero Hattie lanzó un suspiro y volvió la vista a Guillam- ¿Será que tienen aquí los recursos para tal cosa? Yo puedo ayudar con ello si hiciera falta, quiero decir, ya que es un objeto mío, no importa el dinero que deba gastarse.

Tomando una servilleta, se limpió grácilmente los labios pero su tranquilidad se perturbó al ver al "zorro" de nuevo caminando al lado del más extraño e inquietante habitante que en ese corto periodo de tiempo, la residencia de los Ollivander le había llegado a mostrar.