The Magical Purge

[Luna Gryffindor Delacour]

Salte del susto apenas escuché a Hades hablar y casi como por reflejo le apunte con la varita mágica, cierto era que al ser vampiro podría haber olido el aire y esto me hubiera dicho todo lo que necesita saber, pero había olvidado hacerlo simplemente porque estaba demasiado ocupada cuidando que nadie entrará y lastimara a las personas que estaban en San Mugo.

 

- Pero acaso estás loco? Por poco te hechizo, por Merlín Hades debes de tener cuidado de donde apareces y cómo, es que me asignaron acá, quiero decir pedi venir porque supuse que Cye y tú estarían trabajando, así que sólo prometí cuidar el lugar y impedir que algo malo pasé, esta es la noche de la expiación y yo... No estoy segura de que esto sea buena idea, pero me mantengo callada porque no quiero contradecir a mi amigo Lud - le expliqué intentando no parecer tan asustada en su compañia -

 

Todavía recordaba cuando me había curado de esa enfermedad rara que se pasaba por la sangre y si era franca conmigo misma, estaba viva gracias al mago que tenía enfrente mío, así que siempre le estaría agradecida y era por eso que había pedido venir aquí en primer lugar, por eso y porque quería tener una buena charla con él.

 

Baje la varita mágica aún algo asombrada de no haberlo visto venir y me tranquilice porque sabía que si él estaba ahí nada malo pasaría, sonreí cuando dijo que iba a hacer conmigo, lo único que se me ocurría era pasar una linda velada en su compañía charlando y que me contará que tanto había hecho desde la última vez que le vi.

 

- Bueno no se qué vas a hacer conmigo, excepto una buena charla o algo así, se que es peligroso pero queria impedir que algo malo sucediera acá, acabo de poner hechizos protectores y todo eso, por si pasa algo y qué me cuentas? Una guardia difícil? Sabes no me perdonaría si algo les sucediera a todos ustedes, sobretodo a los enfermos que no pueden defenderse tanto como nosotros - le confesé aún mirando alrededor por si las dudas y esperando que todos los hechizos mantuvieran a la turba de gente lejos de acá -

 

A lo lejos todavía se escuchan los gritos, los vidrios rotos y se podía ver los incendios por todas partes, parecía que todos habían olvidado se civilizados y ahora que tenían vía libre habían logrado pasarse a la barbarie de un momento a otro, me pregunte si así se veía el mundo antes de la civilización y si era así, agradecía que eso hubiera llegado al fin, seguía pensativa mientras esperaba que mi amigo me contestará las preguntas que le había hecho y me dije que estaría allí para protegerlos a todos a como de lugar.

 

@ Hades Ragnarok

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Secuaz No 3721

Habia perdido la ultima apuesta. Y por tanto me habia tocado llevar la carretilla mas pesada. Ni idea de como el Jefe se hacia de tantos personajes para sus cosas y que no resultase sospechoso, pero lo que si era cierto es que los regresaba en muy malas condiciones. Si, era horripilante la carga de mi carretilla. Sin duda parecian haber sido afectado por varias cosas...era casi como aquel relato que contabamos siendo ganberros para asustarnos en una noche de tormenta. El famoso beso de dementor. Claro solo si ademas del beso incorporabas desparticiones y intercambio de organos y extremidades.

Sin mas tome la carretilla mientras el almace se abria y cada uno llevaba la suya a los lugares definidos. Era dia de Purga asi pues nada de sigilo y sin caretas. Asi pues comence a caminar con mi terrible carga mientras los transeuntes, generalmente muggles creian entender que todo era parte del disfras y que mi carga no era tan terrorifica. incluso algunos se tiraron fotos con los cuerpos demacrados.

-Que bien....sin duda te esmeraste este año -dijo un joven que se agacho para tirarse unas selfies con los cuerpos de la carretilla. -Vaya hasta tiene mal olor y parecen descompuestos, muy realista todo. Donde pondras esta decoracion..sera la bomba. -Exclamo otro.

Y asi, para mi sorpresa todo el mundo parecia apreciar en esta noche el buen trabajo del Jefe. Trabajo que nadie sabia que era y el unico que intento averiguarlo, el intrepido Sean creo que no vivio para contarlo.

[Amit Lockhart]

todo estaba saliendo con lo planeado, mude moverme entre los empleados que estaban ya desocupando el edificio en dirección de su lugares seguro, aun no era la hora de comienzo de la pugna y ya esa infiltrado en lobby del gran ministerio de magia de Londres, a aparecer que el cuartel de aurores  no se había dedicado aun a reforzar este edificio tan importante, será que ellos tienes sus propios objetivo que cumplir  esa noche y no tiene suficiente personal para cuidar su patrimonio, igual es mejor para mi me facilita el trabajo, de estar explicando que hago en ese lugar a esa hora tan tarde y mas aun un día como ese.

 

la duda esta ahora cual es mi siguiente paso, avanzo directo al piso correspondientes, me escondo aqui a esperar que suene las alarmas que de inicio a la purificación, no entiendo como piensa en matar en una noche como esa, cuando el conocimiento es poder, y si un departamento tiene informacion es el misterio, luego de darle vuelta unos segundo preferí quedarme escondido en el hall tras unos escritorios antes de avanzar no estaba seguro que me podia esperar mas adelante, es mejor conocer toda la zona antes de avanzar.

desde el sitio que me encontraba tenia una buena visión general del local asi que podía estar preparado si alguna amenaza se me acerca, aunque todos los pisos se vean tranquilos menos la oficina ministral donde se vea la luz encendida y además de sombras moviéndose 

[Hades Ragnarok]

El hijo de la noche dibujo una mueca divertida mientras observaba la punta de la varita de Lunita para luego ver la cara de sorpresa de esta.  Como era posible que la Gryffindor no se hubiera dado cuenta de la llegada del ragnarok?, tan concentrada estaba que había dejado por un segundo los instintos a aun lado? o tan acostumbrada estaba al vampiro?, no eso ultimo no podría ser posible ya que si, era cierto que cada cierto tiempo se hablaban, pero verse todos los días era imposible.

 

-Estar loco? -el Ragnarok sonrió divertido- si, podría decirse que si -se encogió de hombros- además, pensabas que no iba a estar preparado en cado de que utilizaras la varita?, soy  tonto pero no tanto -dijo aun mas divertido mientras escuchaba la explicación de la Auror -así que tu solita decidiste meterte en este problema -puso los ojos en blanco el hijo dela noche una vez que dijo aquellas palabras.

 

El ragnarok medito un poco aquello ultimo que Luna le habia dicho y nego con la cabeza.

 

-No Luna, si él en verdad es tu amigo con mucha mas razón podrías decirle las cosas y hasta llevarle la contraria de ser necesario -di9jo el vampiro- podrías decirle que es un tonto por hacer tal cosa, pero parece que el miedo de alguna forma logro controlarte para que no le dijeras lo que pensabas -comento- a ver, si hubiera sido yo quien tomara tan loca decisión que hubieras hecho tu? -el Ragnarok la miro a los ojos- me hubieras permitido continuar?, me hubieras detenido? -aquella pregunta era seria, y rara vez el vampiro se ponía serio ante alguna situación a menos que eso lo ameritara.

 

El vampiro dejo que la Gryffindor bajara la varita esperando que ella pensara en la respuesta que le había pedido. Ser podía sentir en el ambiente como las cosas estaba empeorando, los gritos los llantos, el ruido, la euforia desaforada, la sed de sangre y destrucción de algunos, todo eso podía sentirlo el ragnarok en su piel, ya que, conocía cada una de aquellas sensaciones y había experimentado una que otra de ellas. pero la pregunta en realidad seria, cuando todo aquello estallara cerca de San Mungo (cosa que estaba seguro que iba a suceder de un momento a otro) como iba a actuar?, seria necesario que obligara a Luna a entrar para cuidarla y resguardarla mientras el se jugaba la vida defendiendo todo aquello?, el cainita sabia la respuesta, si era necesario iba a hechizar a Luna, la metería en San  Mungo y el lucharía hasta el final. La institución que tanto amaba le importaba si, pero también la vida de su amiga.

 

-<<Lo mejor es que no mueras Ragnarok o Cissy no te lo perdonara jamás, mas bien, es capaz de revivirte para luego matarte lenta y dolorosamente>> -pensó para si mismo.

 

pensó una segundo para luego responder a Luna.

 

-hacer contigo?, como te sigas metiendo en problemas te voy a atar y te llevare a una sala aislada y diere que te volviste loca -dijo divertido el vampiro, ya que Luna sabia perfectamente que era capaz de eso y mucho mas- la verdad es que las cosas en San Mungo han estado bien y tranquilas, si no fuera por lo que va a suceder o mas bien, esta sucediendo en estos momentos la cosa estuviera mucho mas calmada -comento- ya sabes, el movimiento normal, y ahora que se acercan las navidades seguro que habrán muchos heridos a causa de hechizos o envenenamientos o exp0loisuio9nes, pero eso ya nosotros lo esperamos, es habitual que algo así suceda 

 

El ragnarok observo todo lo que estaba a su al rededor con varita en mano preparado por si algo sucedía mientras hablaba con luna

 

-Y tu en que andas?, hace mucho que no se de ti, mucho trabajo? -pregunto.

 

@ Luna Gryffindor Delacour

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Secuaz No 721

Anote en el papel como habia salido la ultima carretilla. Hermosa decoracion tendria Londres a la mañana siguiente. La verdad que usar esta noche de expiacion le habia venido como anillo al dedo al jefe. Aunque el plan inicial era usar Halloween y que los cadaveres aunque descompuestos pasaran por decoracion para los muggles el hecho de que se invalidaran los crimenes de esa noche pues ayudaba mas. Al menos nadie de la comunidad magica dentendria a nuestros secuaces en sus labores de embellecimiento de la ciudad.

Que hubiese escandalo al otro dia...pues..no preocupaba mucho. Ya despues que el Ministerio muggle y el magico lidiasen con mas de una veintena de cuerpos sin vida terriblemente torturados. Sin dudas crearia una buena cantidad de pepeleos. Pero ahora con las manos atadas solo se veria la inaccion Ministerial como una ofensa para los muggles. Que decir, despues de los ultimos años parecia que las relaciones entre ambos mundos nunca estaria del todo bien y con esta noche de Purga pues estarian peor.

-Todo bien?? -resono una voz agria a mis espaldas.- Claro Jefe.

[Ludwig Malfoy]

07:00 pm
Hora de Londres
Hora cero

El tiempo que había transcurrido lentamente aquel día, finalmente se había acabado, muchas personas se habían preparado adecuadamente ya sea huyendo del país o protegiendo sus pertenencias y viviendas mientras que otras se preparaban de otra manera. Por un lado estaban los encargados de proteger los lugares resguardados como los aurores, los integrantes de la policía ministerial y los miembros de la orden del fénix, estos últimos quienes se habían proclamado en contra del gobierno del que alguna vez fue lugarteniente de esa misma causa. Por otro lado estaba los asaltantes, ladrones, miembros de la marca tenebrosa y demás personas que aprovecharían aquel momento de anarquía para realizar de las suyas.

La tensión, el misterio y el miedo estaban en su apogeo mientras que otros pocos deseaban que todo se tratara de una broma de mal gusto, una mala decisión tomada por el ministro de magia. Pero no era así, la noche de la expiación había llegado, la tormenta tan solo estaba a punto de azotar y mover a toda la comunidad mágica. Era posible que después de aquella noche nada sería igual. Muy cerca del callejón Diagon una figura sin cabello observaba todo con una sonrisa demoniaca mientras las bocinas que se habían colocado finalmente comenzaban a sonar.

Entonces finalmente el reloj marcó las 7:00 de la noche y por un momento la ciudad se detuvo, parecía que todos habían contenido la respiración pero ese pequeño silencio solo duró un segundo pues acto seguido se escuchó un sonido aturdidor, una especie de chirrido que asustó a más de uno, seguida de una voz misteriosa la cual indicaba lo que estaba a punto de ocurrir:
 

Ésta no es una prueba, éste es el sistema de transmisiones de emergencia
anunciando el inicio de la depuración semestral,
implementada por el Ministerio de Magia Británico.
Se autoriza el uso de todo tipo de maldiciones
incluyendo las imperdonables durante la depuración.
Se restringe el uso de criaturas mágicas.

A los funcionarios gubernamentales del ministerio de magia y niños menores
de doce años se les otorga inmunidad y no deberán ser agredidos.

Al sonar la sirena, todo y cualquier delito incluido el asesinato será legal durante 12 horas continuas.
Los servicios de la policía ministerial, aurores y sanadores no estarán disponibles
hasta mañana a las 7:00 am al concluir la depuración.

Benditos sean los nuevos padres de la magia y bendito nuestro país una nación renacida.

Que Dios esté con ustedes.
 

 

Y entonces de nuevo reinó el silencio. Todo era real, no era una broma de mal gusto, el momento anunciado había llegado y aunque la ciudad seguía paralizada. Todos los habitantes de Gran Bretaña sabían que no estaban a salvo, que su momento de luchar había llegado. Algunos estarían ocultos y posiblemente intocables perfectamente bien resguardados pero la mayoría lucharía, por todos los dioses claro que lucharían y expulsarían a todos los infiltrados, todos aquellos impuros que deseaban alterar la paz de los residentes de aquel país. Ahora todo dependía de ellos, luchar o morir, vivir como un cobarde o morir como un héroe.

 

 

@ Sean -Ojo Loco- Linmer  @ Hades Ragnarok  @ Amit Lockhart  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Kahlan Blackthorn  @ Hobb Graves  @ noe_snape  @ Mica Gryffindor  @ Darla Potter Black

@ toji  @ Ashley Emily Black Lestrange M.  @ Cillian Haughton  @ Ada Camille Dumbledore  @ Ellie Moody  @ Kaori M.  @ Goderic Slithering  @ Dennis Delacour  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Mael Blackfyre  @ Ernest Dumbledore Prior  @ Mia Zoeh  @ Mefistófeles Evil.  @ Eterno Black Triviani  @ Matt Blackner  @ Adrian Wild  @ Juliette Macnair  @ Anthony Ryvak Dracony  @ taison logan greyback  @ Lucrecia Blackthorn  @ Malum Luxure  @ Rory Despard  @todos los que quieran 

 

 

 

 

 

Editado 7 de Noviembre del 2022 por Ludwig Malfoy

[Mefistófeles Evil.]

Oficina de Transportes - Noche de la Expiación

El Gran día había llegado, me encontraba sentado en frente de mi escritorio, recargado sobre el espaldar de mi silla con los dedos de mis manos cruzados sobre el escritorio, sonreía viendo el reloj de mi pared, aquel tic tac que marcaba el inexorable paso del tiempo, faltaban minutos nada más para que el caos y la anarquía se apoderen de la ciudad, todo salía de acuerdo a lo planeado.

Me ponía a pensar en la cantidad de almas que sin necesidad de negociar estará prestas para mí, que gran botín el que se venía y sin planificarlo del todo, solo esperaba que no sean almas conocidas las que tenga que llevar, aunque había otras que seguramente disfrutaré en llevarlas a mi lugar especial en el mundo, a mi otro "trabajo".

El segundero me torturaba, parecía que después de cada segundo, retrocedía dos, esta era la versión de mi navidad personal, donde los pecados capitales salían a bailar y bajo la protección de la ley, esa era la cereza del pastel.

Ahora bien, aunque no era tanto mi trabajo tenía que preocuparme de la seguridad del Ministro, no podía permitir que la sociedad quede en acefalía, esa alma, esa alma tan valiosa tendría su tiempo, pero por lo pronto no era el momento.

La imagen de ella vino a mi mente, la de mi pequeña castaña, era otra de las almas que me preocupaban, seguramente estaría cerca de Lud, con ello podría estar pendiente de los dos, tomé un pergamino e hice un memo interdepartamental para Mica.

-Estimada Mica:

La hora ha llegado, estoy en mi oficina, dime donde nos vemos para acompañar a Ludwig, te quiero cerca.

Besos.

Mefistófeles...-

El pergamino tomó la forma de un avión de papel y salió hacia donde se encontraba la Gryffindor, mientras se alejaba aquel sonido que tanto esperaba se daba, el gong de las siete campanadas anunciando el inicio de la hora cero.

-Que empiece el juego...-

@ Mica Gryffindor @ Ludwig Malfoy

 

[Mica Gryffindor]

Notaba a Ludwig bastante nervioso, ansioso, o ambas. Eran públicas las declaraciones del Líder actual de la Orden del Fénix, organización de la cual sabía que él era parte. El modo en que la Orden estaba poniéndose en contra del Ministro era una clara jugada política ¿su amigo estaría dándose cuenta de cómo soltaban su mano? No sería ella quien se lo haga ver, pues era claro que su propia forma de ver las cosas estaba sesgada por sus propias vivencias.

-Estaremos listos para soportar lo que llegue -alentó al Malfoy, sintió que era lo mejor en ese momento. Los cambios siempre eran positivos, pues daban dirección a las cosas.

Un avión de papel llegó volando a la oficina, viajando hacia sus manos, en clara señal de que era la destinataria del mismo. No pudo evitar una leve sonrisa al leer aquella nota, la idea de tener a Mefistófeles cerca era más que algo grato, se le hacía una necesidad en circunstancias como las que estaban a punto de afrontar. No dudó en ir hacia el escritorio del Ministro, pues no pensaba perderlo de vista, y tomar del mismo un trozo de pergamino y la pluma.

“Estimado Mefistófeles:” la divirtió encabezar la nota con la misma formalidad que él había implementado. “En este momento estoy en el despacho del Ministro, ven aquí, también quiero tenerte cerca. Te espero… Mica.”

No tardó en armar un avión similar y enviarlo con rumbo al Departamento de Transportes, donde llegaría a manos de su amante.

-Mefistófeles está en camino, será mejor pensar en dónde quedarnos por si llega a haber alguna revuelta y deciden venir a atacar… -lo más correcto era que el Ministro no espere en su propia oficina, por su sucedía algo en su contra, pese a toda la seguridad dispuesta. -Podemos confiar en él -le aseguró, tomando su mano, intentando transmitirle calma mientras aquellas alarmas resonaban en todo el lugar.

@ Ludwig Malfoy  @ Mefistófeles Evil.

[Sagitas E. Potter Blue]

Aquella idea del Primer Ministro me provocaba ideas encontradas. Aunque a la mayoría de los miembros del bando les había parecido muy buena, desde que se había anunciado, yo seguía teniendo mis dudas. La verdad, la primera y ante todo, era que, como miembros de La Marca, no necesitábamos ningún permiso de nadie para hacer "nuestras cosillas", como las llamaba yo. Es decir, que atacábamos en cualquier momento, sin necesidad de inmunidad por nuestros actos. En ningún momento, aquel @ Ludwig Malfoy  se iba a convertir en nuestro "perdona-crímenes" por orden ministerial ni reducir a un día al semestre, dos veces al año, nuestras ganas de mostrar lo que valíamos, pensábamos o, simplemente, deseábamos hacer. Vamos, que no se iba a convertir en el salvador del pueblo ni con los de un lado ni con los del otro.

Su medida no había sido tomada bien por nadie, creo, por lo que había llegado a mis oídos (que tengo orejas por todas partes y me llegan informes de lugares inverosímiles para muchos), pero él había insistido en llevarlo al hecho y el día se acercó antes de que nos diéramos cuenta. Yo seguía con mis dudas: por supuesto, el bando tenía carta blanca para actuar, pero a mí me interesaba más otra cosa: el porqué de todo aquello.

Algo tenía el Primer Ministro en mente para que una de sus primeras medidas nada más entrar fuera el decretar una Purga Mágica. Tenía que ser algo que le resultara beneficioso en demasía para poder controlar a los que estuvieran en contra. Así que el "porqué" se había convertido en una obsesión para mí.

¿Cómo conseguir averiguarlo? Por supuesto, mi primera baza era @ Mica Gryffindor , la secretaria del Primer Ministro quien, desde su cargo, tendría acceso a información que aún no nos era conocida. Confiaba en que ella nos trajera de primera mano un testimonio importante. Sin embargo, mis dedos habían ido más allá.

A raíz del Anuncio del Presidente del MACUSA, en su nombre, donde se anunciaba que todos los americanos de nuestro país podrían resguardecerse en la Embajada de los EEUU, al igual que en otras embajadas europeas. Me había hecho gracia que aquel hombre se declarara abiertamente miembro de la Orden del Fénix y pronunciado que este grupillo patrullaría para evitar esos actos que consideraba en contra de los derechos humanos y blablabla... Lo que más me había interesado era una de sus últimas frases: " Ludwig Malfoy y todo su gabinete, todos quienes lo siguen apoyando son personas no gratas para la Orden del Fénix."

-- Huy, qué miedo, persona non grata para la Orden del Fénix. Como si eso significara algo. Si aún hubiera dicho para América, para los EEUU, o para los intereses mundiales de algún organismo importante... -- Eché una risotada en mi cómodo silloncito, tras una mesa llena de memorandums de todo tipo, en lo alto de la Alta Torre Oscura [casi como la Rapuntzel esa de los cuentos, pero en pelo violeta]. Tomé un sorbo de un café que se quedaba frío y busqué una información que me rondaba por la cabeza.

Se acercaba la hora y quería gente de la mía rondando ahí fuera que me pudiera informar de todo lo que sucedía. Se abría una veda muy interesante, pero yo iba a ocupar el tiempo en otra cosa. Y es que, si de algo estaba segura, además de los enemigos que se había creado el señor Malfoy con tal medida que parecía aún peor que mis propios edictos, es que el día de hoy sería aprovechado por el llamado Derhorm, el maldito viejales Nigromante que había secuestrado de la Potter Black a los dos niños. Apreté los dientes con rabia hasta que rechinaron. Aunque hubiera sido en el día de hoy, aunque hubiera tenido libertad por la Purga, yo no perdonaría nunca a ese malévolo ser que intentara adueñarse de todo usando a mis hijo y nieto como escudo. Ese hombre estaría haciendo uso de la inmunidad de este día y yo sabía que @ Matt Blackner , mi hijo, pensando igual que yo, no se quedaría en casa escondido, sino que saldría a buscarle. 

Lo mismo tenía yo en mente cuando le dije al poltergeist @ Sean -Ojo Loco- Linmer  que me esperara en la mansión, que nos íbamos de caza. Él conocía a ese hombre y, aunque había perdido la memoria, estaba segura que algo recordaría si circulábamos por los bajos fondos y se encontraba con los vasallos que él tenía como confidentes.

-- ¿Aún no ha llegado @ taison logan greyback ? -- Pregunté a uno de los vigilantes de la Torre. -- En cuanto llegué, que suba a la sala, que pronto será la hora.

Tal como lo dije, la Radio Mágica hizo un ruido de chasquidos e interrumpió un pesado anuncio de venta de moquetas a mitad de precio, en la sala de gangas del Magic Mall.

Era la hora. Se iniciaba La Purga.

Ésta no es una prueba, éste es el sistema de transmisiones de emergencia
anunciando el inicio de la depuración semestral,
implementada por el Ministerio de Magia Británico.
Se autoriza el uso de todo tipo de maldiciones
incluyendo las imperdonables durante la depuración.
Se restringe el uso de criaturas mágicas.

[...]

[Darla G Dumbledore]

Darla Potter Black y Kimberly Black en House of Books

Sus ojos estaban inyectados en sangre, cualquier pensaría que había estado cazando, en realidad lo había hecho un par de noches antes junto a su compañera, la que en ese momento le dedicaba unas suaves palabras.

—Vamos Darla, debes calmarte, no puede ser para tanto —aunque Kimberly sabía perfectamente lo que pasaba por el corazón de la Potter Black, sus improperios al leer las notas y más al escuchar finalmente el canal de activación de la purga habían sido más que salvajes y claros esa noche.

—Cómo quieres que me calme, tenemos inmunidad, es verdad, pero ¿con qué derecho? Mi cuñada, mi familia, la familia de Seba, no forman parte del ministerio, ellos no tienen inmunidad, no hay tantos niños, solo los más pequeños hijos de mi sobrina Selene pero ¿Ada? ¿Ernest? y el resto. No, no puedo aceptar que pudiera algún enemigo de la familia o de la embajadora hacerse de la noche para aprovechar la purga y hacerles daño.

—Vamos Darla, ninguno de ellos son bebés de pecho, con Ernest tú misma te has enfrentado en el pasado y Ada, antes de ser ministra o embajadora tu cuñada ha demostrado que sabe utilizar la varita más que bien —sabía que a pesar de ello la bruja se sentía responsable, se había echado la culpa por mostrarle a Ludwig un mundo en el que quizás él pensara se viera obligado a cumplir lo que quería o peor, que por no cometer los errores del posible futuro cometiera errores más grandes.

—No lo sé Kim, nosotras deberíamos de cuidarles, no estar en “casa” tranquilos durmiendo, los sanadores no disponibles, la seguridad guardada, sabes bien lo que pienso de todo esto y lo que he hablado con —se calló de golpe, ellas dos solo sabían de los últimos contactos que la bruja había estado manteniendo.

—No he podido presentarle la renuncia a Ludwig aún, tú puedes quedar a cargo si es lo que quieres yo, bueno, esta noche quizás sea una ventaja, puedo moverme por el país con mi credencial ministerial e impedir que me toquen un pelo mientras ayudo a los que más puedo —la pelirroja realmente mostraba una expresión de cansancio que era más mental que físico. Kimberly simplemente asintió, ninguna de las dos querían discutir más sobre el tema, la Black no estaba de acuerdo con que Darla dejara el puesto, pero ella lo detestaba de todo corazón. Y para ser sinceros, dada la lealtad que sentía por la bruja, Kimberly no estaba muy segura de ocupar su lugar.